Día 2
There's a magic I can hold
Your smile of honey gold
And that you never seem to be in short supply of
Una bulla lo despertó por la mañana. Hoseok estaba gritando escandalizado que una cucaracha se había colado por la ventana del baño y no era capaz de matarla, estaba encerrado tras la puerta de vidrio de la ducha mientras el insecto se paseaba alrededor del toilette. Yoongi se levantó refunfuñando mientras Seokjin abrió los ojos apenas. Escuchó también a Kookie rabear por ser despertado tan temprano, y Jimin alegando que ya eran las once y no había alcanzado a salir a trotar.
Seokjin sólo pensó en el semen seco entre su piel y la ropa interior, y eso le recordó que había descubierto la otra cara de Taehyung. Una que, de alguna forma, no le resultaba completamente sorpresiva. No podía negarlo, saber que Tae tenía un blog porno en donde él mismo era un camboy, era en cierta forma chocante, pero no sonaba como algo tan raro ni imposible. Calzaba perfecto, tal como hora Jin se moría por hacer calzar cada parte de su cuerpo con la del rubio.
Miró el perfil de twitter una vez más. Había una imagen graciosa, subida hacía sólo un rato.
Tae no tenía control alguno, ni en un corto viaje a la playa descansaba de estar jodiéndose y compartiendo todo eso con el mundo. Jin se preguntaba por aquellas personas que compraban sus videos, y en aquellos que participaban de su creación. Sintió algo amargo y oscuro agolparse en su estómago.
Se levantó de los últimos, rezongando y frotándose los ojos. Se dio una ducha rápida, guardó la ropa sucia hecha una bola en el bolso, y fue por algo para desayunar. Los demás ya estaban en la mesa picoteando pan, o cereales o sólo algo de beber. Jin buscó un bol, puso cereales y agregó algo de leche.
—Buen día, hyung
Tae apareció en el marco de la puerta de la cocina, con un pijama delgadísimo, apenas sujeto en sus caderas tableadas y una camiseta que se notaba que usaba cuando tenía unos doce, ajustada, corta y desgastada. Se veían sus pezones morenos bajo la tela, y cada relieve de su cuerpo marcado en aquella segunda piel.
—Tae, buen día— Jin le contestó, tragando saliva en un gesto nervioso. —¿Cómo amaneciste?
—Terriblemente caliente
Seokjin derramó un buen poco de leche ante semejante confesión
—Es una broma, hyung— agregó el muchachito, riéndose como si hubiera dicho lo más gracioso del mundo. —¿Y tú cómo estás? Te ayudaré a limpiar eso
Jin estaba tan concentrado en arreglar el desastre que ni siquiera respondió a la pregunta de Taehyung. Buscó un estropajo y limpió la encimera, mientras Taehyung buscaba evitar que la leche se esparciera más, conteniéndola con una toalla de papel.
—Qué torpeza, disculpa— le dijo Jin, compadeciéndose de sí mismo. —¿Vas a desayunar algo?
—Hmm... no tengo mucha hambre
—Tienes que comer algo... el desayuno es importante
—Es que si como algo, no voy a tener hambre para el asado
—Faltan horas para el asado, Tae. Por lo menos toma algo de leche, o jugo
—Bueno, voy a comer unos cereales también. Y ¿dormiste bien, hyung?
Jin sintió una revoltura de estómago, como si alguien le atara las tripas en un nudo ciego. Sabía que Taehyung no se quedaría callado después de compartir semejante información, lo preguntaría, así medio disimulado, obligando a Jin a responderle en clave.
—Sí, TaeTae, dormí bien— le contestó Jin, indiferente, sin darle ninguna luz de lo que realmente pasó
—Aaahhm— Se notaba la decepción en su voz, y se le vio un poco avergonzado. Seokjin comenzó a atar cabos, y se imaginó que Tae le había dicho aquello de 'estar terriblemente caliente' pensando en que seguramente Jin había visto su twitter. —Bueno, iré a la mesa— agregó el muchacho, y rápidamente se fue a sentar con los demás.
Jin fue minutos después, y las cosas continuaron como si nada hubiera pasado.
El aroma a especias y humo impregnaba el ambiente. Se oían risas, música y ambiente playero en las calles. Pero no todo era relajo, era necesario mantenerse vivos cocinando y preocupándose por las labores del hogar.
—Duende tu sabes, que la aaaamooooo—Namjoon canturreaba mientras ponía a asar la carne en la parrilla. La música sonaba en volumen bajo, pero el asador cantaba casi a gritos. Estaba contento al parecer, todos lo estaban. La brisa del mar y las vacaciones tenían a cualquiera feliz.
—Pero si yo la quiero también— Contestaba Yoongi, rapeando, y revolcando la carne en hierbas y aliños varios. Seokjin estaba preparando ensaladas con Hobi, y Taehyung con Jimin y Jungkook se bañaban en la piscina. Su tarea sería lavar la vajilla después, y encargarse de hacer aseo.
Los tres chiquillos nadaban de una orilla a otra haciendo competencias. Luego, Jimin se cansó y se acostó en una cama flotadora a tomar sol. Jungkook insistía en tirarle agua y el muchacho se enojaba al sentir el frío spray en la piel ardiente. Taehyung seguía en lo suyo, braceando de un lado a otro, y no se dio cuenta lo rápido que pasó el tiempo.
—¡A comer!— Gritó Namjoon, acarreando un plato para servirse la comida. —Tae, ya deja de estar nadando todo el día, te pondrás tan flaco que vas a desaparecer
Taehyung sonrió de buen humor, y trepó por la escalerilla de la piscina. Jungkook salió por una orilla levantando el peso de su cuerpo con sus brazos, y Jimin subió siguiendo a Tae. Los tres se envolvieron en toallas y se sentaron a la mesa a comer, entre tiritones y labios azulados.
Viéndolo así, Taehyung parecía un pobre chiquillo indefenso, arropado como un crío mientras ponía algo de ensalada en su plato. Seokjin decidió mirar hacia otro lado cuando sus miradas se encontraron. Estaba analizándolo demasiado, y en realidad Tae era sencillo como una adivinanza para niños. No había nadie que fuera tan fácil de leer como él, y Jin pensaba, que si alguna vez Namjoon descubría algún detalle escabroso de la vida de Tae, como el detalle que Jin ya conocía, el golpe por la caída de espalda no sería tan fuerte.
¿Pero y el golpe a Seokjin si se atrevía a algo?
Quería averiguarlo, estaba seguro que lo valía.
Quizás Namjoon sí era un poco exagerado. Estaba prácticamente obligando a Tae a ir a bañarse en el mar con los demás cuando el chiquillo claramente no quería.
—¡Pero quiero quedarme en la piscina! No me gusta la playa, no me gusta la arena en el culo, ni el agua salada ni tocar las algas con los pies, asco
—¡Bueno quédate entonces! Deja de joder
—Tú estás jodiendo, yo estoy bien aquí
—¡No puedo dejarte solo! Mamá me las cortaría. Jimin, ¿podrías quedarte con Tae? — suplicó el moreno, culpable y agraviado.
—Pero quiero ir a la playa, hyung — Jimin hizo un mohín. Namjoon lo entendía, estaba en su derecho.
Seokjin evaluó la situación. Quería gritar que él se quedaría voluntariamente, pero no podía evitar sentirse perseguido por su propio entusiasmo.
—Hm... yo puedo quedarme — sugirió, suavemente, al ver que nadie quería ofrecerse
—Seokjin hyung, ¿estás seguro?
—Claro, no tengo problema
—Jin hyung, eres el mejor — Tae, desde su lugar en el agua, levantó los pulgares, arrugados por el largo y relajado baño, como los dedos de un anciano.
—Eres un ángel, Seokjin hyung — Le dijo Namjoon, profundamente agradecido. Jin no alcanzó a sentir culpa, cuando Tae ya estaba invitándolo al agua. Le pidió al muchachito tener paciencia y esperarlo, pues debía quedarse con la llave en caso de que quisieran salir. Encaminó a sus amigos hasta la reja, cerró con llave y volvió con Tae.
A decir verdad, no tenía mucho entusiasmo de meterse al agua, pero Tae parecía ilusionado, y si satisfacer sus caprichos significaba estar un paso más cerca de algo más íntimo, lo haría.
Se acercó a la orilla, se quitó la camiseta y una vez que su cabeza estuvo libre de la tela, alcanzó a ver los remanentes de un labio inferior mordido en el rostro de Tae, quien lo miraba fijamente hacía apenas un segundo, y luego desvió la mirada hacia un flotador de flamenco.
Jin se sacó las chanclas, pateándolas hacia un rincón y se dio un clavado al agua. Al salir de la superficie, se encontró a Tae cargando una pistola de agua.
—Con que esas te traes
Mientras Jin buscaba un arma para contraatacar, Taehyung comenzó a dispararle con potentes chorros, directo a la cara y la cabeza. No había nada que pudiera hacer, Tae había escogido la mejor arma y siempre quien efectuaba el primer ataque tenía la ventaja. Pensó en una idea y la ejecutó, se sumergió y nadó hasta Taehyung, envolviendo su cintura con los brazos, tomándolo preso, y lo hundió hasta hacerlo tocar el fondo de la piscina. Corrió hasta la orilla, mientras Tae lo seguía, reclamándole que pudo haberlo ahogado, "que no quería morir virgen".
—¿Virgen tú? Dile eso a Namjoon cuando le expliques lo del agujero en la pared— Seokjin le dijo, levantando su cuerpo con los brazos para salir del agua, sentándose en una orilla de la piscina, con los pies aún metidos en el agua. Luego cayó en cuenta de que había hablado bastante más de lo que pretendía.
Taehyung, desde en medio de la piscina, se paralizó, pero el shock inicial no se extendió por mucho tiempo. Avanzó, caminando dentro de la masa de agua, hasta llegar a Seokjin y poner sus manos en los muslos del mayor, mirando hacia arriba, buscando sus ojos, elevándose del agua.
—Así que viste mi twitter
Seokjin jugueteó con una chancla, evitando la mirada del rubio, y sacó las piernas afuera para ponerse el calzado. —Lo vi— admitió con una disimulada vergüenza, y luego caminó unos pasos. —Hay una araña en el agua, iré a buscar la cosa esa como colador
—¡Hyung! ¡Espera!
Jin caminó apresurado hasta la bodega en donde guardaban los implementos para la piscina. Diablos, no debía mencionar nada respecto al twitter, no por ahora, pero si lo pensaba, era el momento perfecto. Estaban solos, los chicos no volverían en un buen rato, y aquel prospecto era la circunstancia perfecta para—
Seokjin entró a la pequeña bodega, y sintió pies descalzos corriendo tras de sí. Quiso cerrar la puerta, pero Taehyung llegó a toda velocidad y la sostuvo abierta, con una fuerza inesperada para alguien que parecía delgado y débil.
—Hyung espera, espera— el muchachito recobró el aliento, y Jin simplemente dejó de luchar. Dejó la puerta abierta, mientras miraba a Tae reposar las manos sobre sus rodillas, respirando agotado. Gotas de agua corrían por su torso y brazos, y su cabello estaba estilando. Sacudió la cabeza, disparando agua en todas las direcciones, y enfrentó a Jin con una sórdida actitud. —Entonces sí viste mi twitter
—Claro que sí, me lo diste, así que lo vi— Seokjin reconoció, orgullosamente, pues era más digno hacerlo antes que negar lo obvio. Taehyung le sonrió de lado, y se mordió el labio, con un gesto entre desafío y deseo.
—O sea que, esta postura de guardián ¿era sólo para quedarte a solas conmigo, hyung?
—N-No es tan frívolo como piensas. Quería hablarlo primero
—Primero— contestó Tae, haciendo énfasis en cada sílaba, tomando el peso de aquella declaración. Si había algo con la categoría "primero", era porque otra cosa vendría después.
—Sí, es decir... lo esperaba, y a la vez no, ¿y no sé qué pensar al respecto?— Respondió Seokjin, dudoso, mientras Taehyung se acercaba poco a poco, y se arrodillaba frente a él. No era un idiota, sabía lo que pasaría, pero dentro de su cabeza todo era una confusión, casi onírica.
Dio un gemido corto cuando Tae posó su mano sobre su bulto y acarició, lento pero fuerte. —¿Me dejas chupártela?
—Sí... hazlo, por favor— respondió, sin dudarlo, pero sabiendo que luego de eso vendría una seguidilla de encuentros furtivos a los que no podrían decir que no. Jin sabía que ese tipo de avances van escalando, cada vez más, y a Jin no le molestaba llegar hasta lo más alto.
Taehyung se arrodilló en la estrecha bodega, y comenzó a bajar los shorts a Jin, quien lo miraba con detenimiento. Ya estaba bastante erecto, con tan sólo tener a Taehyung cerca y recordar que había visto todo de él. Era cierto que ya no quedaba mucho a la imaginación, pero sí muchísimo a las sensaciones.
Seokjin estaba preso del ajustado short de baño, y dio un suspiro largo e intenso cuando Taehyung finalmente lo tomó en su mano y lo sacó de la prenda.
— Me gustan así. Bien duras, firmes... aahh dios, ya la quiero en mi boca
No dijo nada más, abrió una boca grande y primero se dedicó a provocarlo descaradamente. Así es como sabía hacerlo, poner a sus amantes al límite, y luego gozar de su desesperación. Pasó la lengua por toda la longitud, quedándose un poco más de tiempo en el frenillo, jugueteando con saliva allí. Seokjin aspiró por los dientes fuertemente, y acarició el cabello mojado de Taehyung con ternura y dominio. Amaba el contraste de la sensación en su cuerpo, de haber tenido la piel mojada y fría, y después sentir lengua calentita de Tae en su carne. Lo hacía entrar en calor poco a poco, aunque por dentro, se sentía arder como magma.
Tras molestarlo una y otra vez con el mismo movimiento, Tae se introdujo el glande en la boca, envolviéndolo con los labios y pasando la punta de la lengua por el agujerito. Jin gimió, fue un verdadero quejido de aflicción, mientras que Tae abajo parecía estar divirtiéndose en lo mejor de su vida. Seokjin lo observaba, y el muchacho tenía una expresión pícara y poco consciente de lo que estaba pasando, él simplemente parecía disfrutar el momento, sujeto firmemente de los shorts de Jin con una mano, y con la otra viajando desde la extensión hasta los testículos del mayor, tomándolos en sus dedos con delicadeza, y balanceándolos, sintiendo su peso suave y blando. Volvió a tomar el pene por la base, sintiendo el picor de los vellos recortados en parte de su palma y dedo pequeño, mientras masturbaba a Seokjin y metía cada vez más carne en su boca.
Comenzó a tragarlo completamente, llegando a tocar con su nariz el abdomen de Seokjin, y finalmente el mayor entendió que no era un juego simplemente. Tomó la cabeza de Tae y comenzó a retenerlo con la polla hasta el fondo, lo más que pudiera aguantar, hasta que el chico comenzaba a darle golpecitos en las caderas y allí se retiraba, respirando con dificultad y con burbujas de saliva decorando su mentón.
—Tenía tantas ganas de comértela hyung, en serio, siempre se te marca en los pantalones
—¿En serio?— preguntó dudoso, no sabía eso. Algunas veces lo había notado, pero no estaba pendiente. Pasó sus dedos por el cabello húmedo de Tae, moviendo su cabeza, instándolo a seguir en su tarea. Sabía hacer una mamada con una experticia excepcional, Jin pensaba que si hacían olimpíadas de mamadas, Tae obtendría el oro seguro. Lo miraba desde su posición de poder, cómo el chiquillo succionaba con ímpetu y cerraba los ojos, apasionado, y desde esa perspectiva, sus pestañas largas caían como cascada en sus mejillas, que poco a poco se tornaban rosadas sobre el color cobrizo de su rostro bronceado.
—En serio... es mejor de como la imaginaba, me llena y me encanta... la quiero adentro, por favor, no te niegues
—No, Tae, no voy a negarme— le dijo, acariciándole el pelo empapado
El rubio gemía mientras chupaba, y los chasquidos podían oírse a una distancia más que preocupante, pero Jin sabía que nadie podría entrar a la casa sin la llave, que él tenía entre sus cosas. Gozaba de un enorme poder, si se ponía a pensar en ello. Mientras miraba los labios mojados de Tae envolver su polla y acariciarla por toda su extensión, le pidió ponerse de pie, apenas con gestos y movimientos torpes. Taehyung lo hizo, algo dudoso, y entonces Jin lo pegó contra la pared telarañosa de la bodega mientras le daba un beso enmudecedor.
Un montón de objetos cayeron, pero no le importó.
La lengua de Tae sabía entre la sal de la piel, cloro y saliva, y Jin estaba gozando demasiado de cada detalle. Agarró la mano de Taehyung y la dirigió a su polla babeada, para que siguiera masturbándolo mientras el pelinegro lo besaba y hundía los dedos en sus nalgas redonditas y frías dentro del short de baño.
—Ven acá— Le dijo Jin, tomando su mano y acarreándolo a la piscina otra vez. Caminaron rodeando el agua, y Jin se sentó en una de las reposaderas, piernas abiertas, la polla afuera, e invitó a Tae a situarse allí entremedio y continuar con su tarea. Ahora era más fácil, simplemente chuparse un dedo y llevarlo dentro del short de Taehyung y hacer magia en su culo.
El rubito gimió alto, aún con la polla en la boca, cuando un dedo se coló en su interior. Chupó con mayor intensidad, tironeándose su propio pene por sobre la ropa, y encorvando la espalda involuntariamente, levantando más el trasero, como un gato arrastrándose por afecto.
Seokjin no aguantó mucho más, sintió su cuerpo tensarse, electrificado, y le dijo a Taehyung que se correría. El chico siguió en su tarea, y recibió el semen tibio en su boca, para jugar a expulsarlo mientras volvía a succionar, dejándolo resbalar mezclado con saliva sobre el pene de Jin, y luego recogerlo de nuevo dentro de la boca, y así, hasta que Jin comenzó a quejarse que empezaba a doler por la sobre estimulación, y entonces Tae definitivamente se tragó la mezcla, con un gesto entre orgullo y presunción.
Se sabía bueno para las mamadas y efectivamente Jin podría condecorarlo por ello.
—Tienes un culo tan rico, Tae, tan perfecto— comentó, con la voz ronca. —¿Quieres que te la meta?— ese sería su premio, uno que lo favorecía bastante también.
—¡Sí, sí! Por favor hyung, ¿y me dejarías postearlo en twitter?
—Claro
Caminaron urgidos hasta el cuarto de Tae, y Jin se rió al ver el hoyo en la pared y luego Tae le mostró, riéndose, el dildo con chupón y un pedazo de pared en él. Lo dejó caer lejos cuando Jin se acercó a su cuerpo, envolviendo su cintura y empujándolo suavemente a acostarse en la cama, posándose encima y besándolo lentamente, tortuoso y sin apuro. Tae envolvía sus hombros y espalda con sus largos brazos, y estando de lo mejor inspirados fue cuando sintieron unos silbidos afuera.
—Mierda, es Nam, silba así siempre, para abrirle la puerta o para llamar a alguien y pedir algo. Jodido puto, ¿por qué se devolvió?
—Aish, ni me lo digas, qué frustrante
Se separaron rápidamente, Jin escondió su erección apretándola con la pretina del short, con la técnica del siempre útil "ahorcado". Taehyung escondió el dildo entre sus cosas y Jin salió a abrir la puerta. Allí estaban, Namjoon y Jimin, con unos sombreros de paja y artesanías varias.
—¿Y los demás?— Jin preguntó, realmente queriendo interrogar por qué habían vuelto tan pronto.
—Se quedaron en la playa, nos devolvimos antes porque estaba corriendo un viento frío, está más caliente acá
Jin reprimió una risita ante aquel doble sentido.
—¿Y Tae? ¿Se portó bien?
—Sí, muy bien, está en su cuarto ahora
—Se aísla, ya sabes cómo es, pegado al teléfono todo el tiempo
—Iré a verlo, le traje una pulsera linda— dijo Jimin, caminando hasta las habitaciones
Namjoon se quedó mirando a Jin, muchísimo rato, o quizás fueron sólo unos segundos, pero para el mayor se sintió como una eternidad.
—¿Qué pasa?— preguntó Seokjin, con un gesto gracioso, pero por dentro estaba siendo frito en su propia paranoia
—N-Nada, sólo estaba pensando idioteces, olvídalo
—Cualquier cosa me avisas
Namjoon salió al patio a toar algo de sol, y encontró las cosas de la bodega desparramadas en el piso. Las recogió, las puso nuevamente donde correspondía, refunfuñando contra la casualidad que haya causado dicho desorden, y se acostó en la reposadera a descansar y broncearse.
Paso a actualizar ♡ Como ven, estoy agregando tweets y contenido multimedia a esta historia, en el capítulo aterior agregué algunos también por si no los vieron ♡
Muchísimas gracias por pasar a leer y darme una oportunidad con esta historia.
Saludos a una personita en twitter, jinnie_licious que me dijo que ese Tae mojado de la foto le recordaba a esta historia, perdona porque no sé tu nombre en wattpad, pero este capítulo es para ti ♡♡
Ay, acabo de cachar que no contesté comentarios en el capítulo anterior, meper d0nan? Se me fue, ando con la cabeza en otro lado, confundida en la vida :c
Bueno, besitos de alpaca, que estén bien, lxs quiero 💜
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