Extra.

(Advertencia de contenido subido de tono en este capítulo.)

Después de arreglar las cosas, ambos entraron a la casa de Andrés, tenían la extraña costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar a la casa.

- ¿Amor?

- Dime, Ari.

- ¿Qué te hizo creer que ya no sentía lo mismo por ti?

Habló mientras dejaba sus cosas en el sofá de la casa y se dirigía a la cocina para preparar la cena, seguido de su novio.

- Ah...

Andrés suspiró, no le gustaba recordar lo que sucedió hace un año y que gracias a eso casi terminaban su relación.

- Bueno...cuando me presentaste a Lily...notaba que entre ustedes había "algo" que me ocultaban, como cuando salían sin mí y cosas así.

- Ajá...

- Y después de eso...una vez ella me dijo que fueron pareja hace un tiempo y que quería volver a intentar algo contigo y me molesté porque tú nunca me dijiste que era tu ex novia y encima esa perra me dijo eso sabiendo que tú y yo éramos pareja. Después de eso nos distanciamos y...sabes el resto.

- Ay, es que nunca fuimos pareja ¿crees que yo tendría algún contacto con ella sabiendo que estoy contigo?

Dijo rodeando su cintura.

- Ahora lo creo, pero en su momento no lo creí y...también pensaba que tú ya no sentías lo mismo por mi.

Andrés lo abrazó.

- Mi vida...no digas eso, yo te amo ¿sí?

- Yo también Ari, te amo, esta semana que estuvimos juntos me hizo darme cuenta que quiero estar contigo para siempre.

El corazón de Gonzalo comenzó a palpitar rápidamente y un sonrojo apareció en sus mejillas, unieron sus labios en un lento beso a la vez que acariciaban sus cuerpos con suavidad y cariño. Rato después, se daban besos y caricias un poco subidas de tono.

- Mhm... Gonza...

Ari dejaba chupetones en el cuello de Andrés y se dedicaba a acariciar su cintura y de vez en cuando, bajaba las manos a zonas un tanto íntimas.

- Vayamos a mi habitación...

Ni siquiera prepararon la cena, Ari cargó a Andrés y caminó directo a la habitación del chico, recostándolo en su cama. Andrés sonrió y no esperó para unir los labios de ambos en un beso que se convirtió en uno francés.

Los besos y caricias aumentaban de nivel mientras el calor se manifestaba dentro de sus cuerpos.

- Mmh...~ Ari...

- ¿Qué sucede, mi amor?

Respondió Gonzalo mientras besaba el cuello de su novio y colaba sus manos debajo de su ropa, acariciando su cintura, minutos después terminó despojándolo de su sudadera, lanzándola al suelo. Le quitó el cinturón que llevaba y con este, ató sus manos al respaldar de la cama.

- ¿Lo has hecho con los ojos vendados?

- Eres un idiota si piensas que me veré tan sumiso ¿no te basta con que te deje metérmela?

Ari rió y abrazó a su chico, recostándose en su pecho.

- Igual te gusta, bebé.

Acarició su erección sobre el pantalón.

- Ah~...

- ¿Puedo?

Se refería a quitar su pantalón y ropa interior.

- Ujum.

Hizo lo indicado, Andrés se sonrojó un poco, él estaba totalmente desnudo y su novio aún conservaba su ropa.

El pelirrojo estaba excitado al ver el bonito y pálido cuerpo debajo de él, tan sumiso y hermoso. No evitó sonreír y acariciar la cintura de su novio.

- Ari, no es justo, tú aún traes ropa.

- ¿Quieres verme desnudo?

- Sería un placer.

Ari rio, se quitó la sudadera y el pantalón, quedando solo en ropa interior. Andrés lo miró embobado.

- Me encantas, Gonzalo.

Colocó las piernas de su novio a sus costados, posicionándose en medio de estas, gracias a que ambos estaban excitados, sus cuerpos crearon un placentero roce.

- Ah..~ Gonza...

Besaba su cuello y frotaba su erección contra el trasero de Andrés.

- M-mh~... Dios, lo haces muy bien~...

- y aún no comenzamos...

- Entonces ¿qué esperamos?

El pelirrojo quitó su ropa interior.

- ¿Estás seguro de esto?

- Ari, no es la primera vez...hazme llegar al cielo como siempre lo hiciste.

- Te haré tocar las estrellas.

- Aah~...

Gimió al sentir cómo su chico entraba suavemente en él y comenzaba a hacer embestidas suaves.

- Ah~... Ah~...

- D-Dios, gimes hermoso y ni hablar d-de tu rostro...ah~...tus expresiones son tan...¡Ah~!...tan excitantes.

Andrés sonrió, siempre le gustó tener intimidad con su chico, sobretodo porque no ocultaba sus gemidos y eso le encantaba.

- A-Ah...Gonzalo~...

- Te amo bebé, te amo demasiado.

- ¡Aah~! Y-yo también te amo.

- ¡Mmh~!

La vista de Andrés era maravillosa, tenía a su novio desnudo sobre él, gimiendo y embistiéndolo con una mirada seria tan sexy, llenándolos de placer a ambos. Ari por su parte, tenía a Andrés debajo suyo, mirándolo fijamente y mordiendo su labio inferior, suspirando agitado y soltando gemidos de vez en cuando.

- A-Ari...~ p-por Dios, más rápido~

Sintió el cambio de velocidad que lo hizo gemir aún más y hacer su cabeza hacia atrás, haciendo que Gonzalo comenzara a dejar chupetones por todo su cuello.

- Ah~ A-ah~ D-Dios mío, Ari~...

Ari mordió su labio inferior para permitirse escuchar a Andrés, quien se encontraba en el paraíso.

- Aah..~ Desatame Gonzalo, por favor~...

Se detuvo un momento, dejándolos respirar a ambos, quienes se encontraban algo agitados por todo el movimiento.

Al sentir sus manos ser liberadas, no esperó para tomar a su chico de las mejillas y besarlo, dejando que introduciera su lengua en su cavidad bucal. Volvieron a mover sus cuerpos, más rápido que antes.

- ¡Ah~! Mmh~...

Se separaron del beso, Andrés se aferró de los hombros de Gonzalo mientras sentía la sensación de placer aumentar gracias a que su novio había comenzado una masturbación.

- A-Ari...estoy por terminar~...

- Y-yo igual, mi amor.

Besos, gemidos, embestidas y sobretodo amor, anunciaban que ambos pronto llegarían a un orgasmo, el primero en hacerlo fue el pelirrojo.

- Aah~...Andrés...e-estoy por...¡A-ah~!

- ¡A-amor...~!

Sintió un líquido caliente y viscoso fluir en su interior a la vez que la punta del pene de su novio chocaba con su próstata, se mordió el labio inferior.

- ¡Dios mío Ari~! ¡Aah~!

Expulsó los mismos fluidos que Gonzalo, la diferencia es que lo hizo en los abdómenes de ambos.

- Ah..~ Ah~... Ah~...

Sintió cómo su chico salía de su interior y se dejaba caer en su pecho, agotado.

- Lo hiciste fantástico, Ari.

- Lo mismo digo, te amo, bebé.

Andrés sonrió y no evitó inhalar el dulce aroma de su perfume, que seguía presente en su cuerpo.

- Te amo demasiado Ari...

- yo también, cariño.

Ari se recostó a su lado y cubrió ambos cuerpos con las sábanas, Andrés se recostó en su pecho.

- Cuando haya algo que nos haga sentir mal ¿prometes que nos lo diremos siempre?

- Claro, no ocultaremos nada.

Se dieron un tierno beso, dejando la lujuria de lado.

- ¿Quieres cenar?

- Nop, no tengo hambre, Ari.

- Vale.

Se acomodaron, abrazándose. unos minutos después, Andrés se había quedado dormido mientras su novio pensaba muchas cosas, estaba feliz de que Andrés se haya armado de valor y le dijera que no quería terminar con él, de no haber sido así, él no hubiese tenido ese valor y simplemente hubiera intentado dejar de sentir algo por Andrés.

(Me quedó asqueroso AJSKAJAKAJ)

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