OO9: I fell in love with your sister
Al llegar a la casa de Jihyo ésta la recibió con los brazos abiertos, un fuerte abrazo fue suficiente para soltar las lágrimas que había reprimido, ni siquiera ella podía llegar a comprender del todo lo que sucedió en el patio de la casa de su ahora ex novia, tampoco entendía el comportamiento de este ya que nunca fue así, cada que discutían el se alejaba o se iba y lo solucionaban hablando, pero nunca trato de hacer algo que ella no quería a la fuerza.
A veces cuando discutían no se besaban ni nada un simple abrazo bastaba para el contacto físico que necesitaban, había días en los que al momento de discutir Sana era la que siempre perdía el control en cambio Qiang se controlaba y le decía lo mucho que la amaba y que las discusiones eran normales.
La entendía al cien por ciento y creyó que la entendería si le decía que no le gustaban los hombres aunque en parte lo comprendía porque le acababa de decir que siempre vivió en una mentira. En una en la que ella vivió y en parte seguía viviendo, tratando de complacer a personas que casi nunca están en su vida.
Casi sin inexistentes y para lo único que sirven es para criticar a los demás sobre todo a ella que no los ha detenido por miedo a perder su familia, la que se supone debería apoyar en momentos como esto en cambio ésta en los brazos de alguien que no comparte la misma sangre.
Eso la hizo darse cuenta que la familia no es sólo la sangre, porque eso no es nada comprado con las personas que te apoyan en los peores momentos de tu vida y que son lo mejor que te pasa, sin importar como sean, cual sea su aspecto, lo que importa es el apoyo que te dan y los consejos, útiles, que comparten contigo.
Se supone que lo que pasó ese día ya había sido completamente superado, fueron cinco meses en los que los evitó a toda costa, los alejó de su vida incluso a su mamá a quien le dijo la verdad y como debía tomárselo, sea para bien o para mal.
Gracias a Tzuyu entendió que debía seguir con su vida sin importar que, hablando de ella, las cosas entre ambas cambiaron después de ese día en el que pidió que la dejarán libre, ya no quería saber nada de la familia porque no le parecía bueno estar con Tzuyu ni con Qiang.
Sería destructivo de cualquiera de las dos maneras, estar lejos o cerca.
En el comienzo Jihyo la tuvo que buscar cientos de veces de la puerta de la casa Chou porque quería disculparse y la pelirroja le decía que aunque fue su culpa dijo todo lo que necesitaba y se disculpó con las personas que verdaderamente merecían esa disculpa, y eso era los padres de ambos.
Por hacer un alboroto en su patio y destruir la vida de su hijo mayor, claro, nunca les dijo que lo último que la impulso a terminar con la mentira que estuvo sobrellevando por años fue Tzuyu, la menor de la familia, su perdición, aquella chica que cada que veía quería lanzarse hacía donde estaba y abrazarla.
Estar con ella estaba mal pero estar lejos era aún peor.
— Está muy lindo el día deberías ir a caminar un rato —Sugirió la coreana antes de sentarse a su lado y pasarle una taza de café, luego de varios meses de convivencia se sinceró y dijo que detestaba el té, que le parecía mil veces mejor el café.— Nayeon vendrá más tarde y de seguro Mina y Chaeyoung igual, estaremos viendo películas, comiendo y tomando un poco...ya sabes —Pinchó una de sus mejillas provocando un quejido de la contraria que la hizo reír.
— Creo que va a llover y no estaría muy bien que vaya a caminar y venga toda mojada por culpa de la lluvia —Se quejó con un mohín, Jihyo rodó los ojos pero lo disimuló con la taza de la que estaba tomando su té.— Sabes...creo que mejor si voy y me llevo el paraguas —Por dentro celebró pero se lo tomó con calma, subiendo uno de sus pulgares dándole una señal de felicidad.
No era experta en el clima pero si había atinado, a dos calles de su casa en donde se había encontrado a un tierno gatito jugando con un pequeño hilo de su pantalón la lluvia comenzó, el felino salió corriendo y entró a la que presuntamente era su casa en cambio ella tuvo que correr en sentido contrario a la suya y entró a una tienda.
— ¿Sana? —Abrió los ojos como platos y maldijo por lo bajo, encontrarse a su ex novio en el una tienda no era lo que ella estaba buscando, si no un día distinto en el que se relajaba y no se preocupaba por conseguir a los Chou por ahí, esparcidos por la ciudad como si la estuvieran buscando, se tuvo que quedar en su habitación tratando de combatir la paranoia.— Que gusto me da verte —No había escapatoria ya que si salía se mojaría y no le gustaba.
Volteó y le sonrió, el mayor quiso abrazarla pero ella lo detuvo con una reverencia,— Hola Qiang —Saludó, estaba siendo un tanto dura, si, solo que no quería darle esperanzas que no debía. Estaba mal hacerlo.
Él mayor suspiró mientras se rascaba la nuca,— Sigues igual de guapa...te queda bien el cabello así —Por estar aburrida en medio de la noche se cambió de look, ahora lucía un cabello de color grisáceo,— ¿Cómo has estado? —Sabía lo amigable que podía llegar a ser pero ahora en vez de sentirse halagada estaba asfixiada.
— Bien... —Lo miró a los ojos,— Perdóname esto es mucho para mí —Abrió la puerta pero no la dejó salir.
— Se lo que pasó con Tzuyu y...déjame decirte que está todo bien —Lentamente abrió los labios en busca de una palabra que refutara lo que acababa de decir pero era la verdad y se la tomó bien así que no debía ocultar lo que sentía.
— Sé que tuve que decírtelo y lo siento mucho —Se disculpó sintiendo una pena enorme por lo que creyó que paso Qiang,— Tenía miedo de tu reacción y la de tu familia —Bajó la mirada no era capaz de afrontarlo por completo, todo lo que ella creyó que no pasaría llegó de la nada.
— ¿Que sientes por Tzuyu? —Preguntó, se quedó callada, ni ella sabía lo que realmente sentía ya que era una mezcla de sensaciones que la llevaban a la cima más alta del mundo pero que la bajaba rápidamente por no tenerla consigo.
No lograba encajar sus sentimientos porque nunca pensó en ellos como algo sumamente importante, no había una respuesta clara esa pregunta porque de seguro dos segundos después tendría otra respuesta y así sucesivamente.
— No se lo que siento por ella y creo que así seguiré hasta que me dé cuenta que...debo dejarla ir —Chou se acercó un poco y colocó la mano en su hombro.
— Tus ojos me dicen que amas a Tzuyu y...esta bien que sientas eso por ella no te hace menos que nadie amar a una chica —Esa era la repuesta que ella buscaba en él, esa persona era el chico tímido que conoció y con el que pasó gran parte de su adolescencia y juventud.
— Entonces... —Se animó a decirlo— Estoy enamorada de tu hermana —Admitió soltando un gran peso de encima.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top