OO7: Don't hide what you feel
Cinco semanas.
En las que evitó a toda costa ver a Qiang, no quería atender sus llamadas ni contestar sus mensajes porque sabía que si lo hacía este la obligaría a ir para saber cómo está, de seguro estaba preocupado al borde del colapso por no saber nada de ella pero no podía decírselo.
Los días en los que ha estado lejos de esa familia lograron que se diera cuenta de que nada era lo que parecía, por todas las cosas que estaban saliendo a relucir y que ella no notaba por estar dentro y ser parte de la locura que era la familia Chou, personas que la hacían sentir como alguien que no era.
Estaba completamente segura que no le gustaban los hombres y aunque estaba mal aplazar el tiempo para poder terminarle en un buen momento a su novio, eso no hacía que le gustarán menos las chicas.
Tampoco había visto a su madre desde hace mucho tiempo ya que no quiere verla porque de seguro la tratará mal por tener otro tipo de preferencia sexual a la que le obligó tomar, además de que no quiere que muera por un infarto o que la amenacé.
En medio de la cafetería, en la que ya no se la pasaba mucho porque quería evitar a toda costa a Tzuyu, estaba sentada junto con Mina y Chaeyoung que habían llegado de sus no tan cortas vacaciones, éstas hablaban de un montón de cosas que vivieron, lo lindo de las playas y lo bien que las trataron aún cuando sabían que no entendían nada de lo que decían.
Al principio le pareció interesante, las quería ver desde hace mucho pero un mal sabor de boca provocó que dejará de querer escuchar esas fascinantes historias, no les había contado que tuvo un romance con esa chica de la que alguna vez les contó cuando la llamaban de imprevisto.
A veces le preguntaban por ella pero se limitaba a decir que no eran muy amigas, que se distanciaron por un malentendido.
Volteó un poco hacia la puerta cuando ésta se abrió dando paso a la chica que aceleraba su roto corazón, era lo último que le podía pasar, chasqueó la lengua y casi que mete la cabeza entre las piernas de su mejor amiga,— ¿Que te pasa? —Le preguntó Chaeyoung, se encogió de hombros y siguió buscando algo inexistente en el suelo.— Sana tu cuñada viene hacía acá —Cerró los ojos y se levantó viendo a Tzuyu quien le sonrió.
— Buenas tardes mi nombre es Chou Tzuyu y necesito hablar con Sana unos segundos —Negó viendo en dirección a Mina quien no entendió muy bien ese movimiento porque les sonrió en grande.
— No quiero ir —Le dijo cuando la agarró del brazo y prácticamente la jaló hacia afuera, justo la parte en la que nadie podía verlas. Aunque esa fue su fantasía de semanas atrás ahora era toda una pesadilla.— Tzuyu te he dicho que no quiero hablar contigo porque no quiero estar contigo y tampoco con tu hermano antes de que me preguntes —No era la primera vez que le hablaba.
A veces le enviaba papeles o le dejaba cartas en su pupitre hablando sobre un tema del que no estaba muy segura de querer hablar.— He decidió que le diremos a Qiang todo lo que sucedió pero no acepto que no estés conmigo —Como toda una niña malcriada rica que quiere lo que no puede tener se arrodilló.
— Lo que haces es hundirte más en la mierda —Bufó enojada,— ¿Que te hace creer que quiero estar con alguien como tú? —Tenía de todo menos de ser buena en pareja o es lo que ella quería creer para no caer.— Tzuyu tuvimos sexo y si...puede que te haya dicho que dejaría a tu hermano por ti, que te amaba y que me encantaría pasar el tiempo contigo pero fue el...momento —No encontraba una palabra para poder justificar las acciones y palabras del pasado.
Tzuyu se le quedó mirando, tratando de manipularla con la mirada o más bien ablandar su corazón para que entendiera que la amaba y que no la dejaría ir tan fácil.— Juro que te quiero —Sana tuvo que morderse la lengua para no saltar a sus brazos y besarla, lleva días pensando en eso y evitandolo a toda costa porque sabe que será peor no terminar las cosas con Qiang antes de tomar una decisión correcta con respecto a lo que siente por Tzuyu.
— ¿Me quieres o quieres probarle a tu hermano que eres mejor novia? —La castaña frunció el ceño y se levantó para acercarse peligrosamente a su rostro.
— Te quiero a ti y me da igual lo que piense mi familia de ésto —Minatozaki sintió su corazón latir con fuerza,— No ocultes lo que sientes porque será peor para ti y para mí —Iba a hablar y aceptar todo lo que sentía de una buena vez por todas pero no lo hizo, giró en sus talones y se fue dejándola sola, asesinaria a sus amigas por dejarla sola en medio de uno de laa conversaciones más difícil es que ha tenido con la menor.
Sus ojos estaban llenos de lágrimas lo que le impedía ver con claridad hacia el frente, entre más caminaba su corazón le decía que se devolviera, nada estaría mal si tenía a Tzuyu a su lado pero su cerebro le decía que esperara un poco más.
No sería la causa del fin del mundo tener que aguantarse lo que sentía por su, próxima, ex cuñada.— ¡Sana! —Miró a la derecha y se encontró a Jihyo quien venía de la mano con una rubia bastante linda, de ojos grandes y una felicidad desbordante,— Sana ella es Somi, Somi ella es Sana mi mejor amiga —Ese título no lo escuchaba desde hace ya mucho tiempo, sonrió y apretó la mano de la contraria quién correspondió su sonrisa.
— Jihyo me ha hablado mucho de ti —Las orejas de la nombrada enrojecieron,— Espero que sean felices —Mientras decía eso veía hacia la puerta de la universidad.— Carajo —Murmuró.
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