Capítulo 9

Regreseeeeeeeeeeeeeeee, feliz año, feliz navidad, feliz cumpleaños a mi (fue el 11 de enero pero no importa) Les traigo pollitoooo...

Nah mentira es un capítulo XD

En fin, voten, comenten y disfruten <3333

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Las manos del amor de su vida, su precioso demonio masajeaban sus pies mientras ella bebía una copa de vino sobre la cama a un lado de la chimenea.

-Mierda, sí que necesitaba de esas manos - ronroneó bebiendo de su copa de vino.

-Ha sido un largo día - contestó presionando un punto específico que hizo que Daena diera un brinco.

- Sckarn... estás jugando con fuego - él levantó su pie y empezó a mordisquear la punta de sus dedos provocando muchas cosquillas haciéndola reir como una niña.

-¡No! ¡Basta! - se retorcía entre sus manos ya que la jaló para atacar sus costillas - ¡Me las vas a pagar! - chillaba entre risas.

-¿Ah sí? Me pregunto qué podrías hacer - él también reía, le encantaba ver feliz a su amor.

Ella comenzó a hacerle cosquillas a él y cuando bajó la guardia lo tomó desprevenido subiéndose sobre él quedando ambos jadeantes por la risa.

-Algo como esto - él alargó la mano y acomodó un mechón detrás de su oreja.

-Eres tan hermosa - soltó en un ronco suspiro con un brillo en los ojos, cada que se veían sus miradas ondeaban un tormentoso y furioso más en conjunto a sus entrañas explotando como una celebración del año nuevo chino.

-Tu no estás mal - respondió acercándose para darle un beso, él la envolvió en sus brazos cuando ella lo liberó y la giró con suavidad quedando a su lado.

Él recorría su abdomen con la yema de los dedos y ella solo se derretía bajo su mirada y su tacto.

-No encontré nada - susurró con tristeza mientras dibujaba un circulo en el vientre desnudo de Daena. Ella suspiró en respuesta y tomó su mano entrelazando sus dedos.

Así estuvieron un buen rato, abrazados y en silencio; Ambos dejaron escapar una que otra lágrima mientras que en sus corazones había un triste lamento.

De pronto un estruendo hizo vibrar las paredes acompañado de un chirrido espectral, era tan fuerte que los obligó a taparse los oídos con fuerza, el sonido provenía de arriba. El ruido duró unos segundos y luego paró súbitamente, Daena se aseguró de que Sckarn estuviera bien y el de ella; Se levantó colocándose rápidamente la bata de seda y salir de la habitación, pero antes notó que la marca latía y ardía intermitentemente.

-Sienna - masculló.

Al salir de la habitación con Sckarn pisándole los talones, encontró a Kaleb bajando las escaleras con Sienna en brazos en estado inconsciente.

-¿Qué diablos fue eso? ¿Qué le pasó? ¿Estas bien? - preguntaba alarmada. Entonces notó que los oídos y nariz de Kaleb estaban sangrando - ¡Estás sangrando! - lo examinó en cuanto depositó a Sienna en la encimera de la cocina.

-Tranquila, mamá - acunó el rostro de su Daena - Estoy bien, fue solo por la presión del impacto - contestó limpiándose la sangre de la nariz. Sckarn le tendió un trapo para que se limpiara la de los oídos - Gracias, papá.

-Kaleb ¿que pasó? - preguntó esta vez Sckarn, un tanto más calmado, al menos eso parecía; En lo que Sckarn concierne, su hijo era muy importante.

-Estábamos jugando en la piscina cuando su teléfono sonó y segundos después de contestar pues ella - dirigió su vista a Sienna que era invadida por Daena para analizarla - Gritó. Fue tan extraño, sus ojos eran completamente blancos y ese ruido salió de su boca, la onda me empujó a lo profundo del agua y a pesar de que tapé mis oídos con fuerza, sentí que mi cabeza iba a explotar.

>>Logré salir cuando hubo silencio y la encontré en el piso inconsciente.

-Esta chica es una bomba de tiempo, Daena - dijo Sckarn preocupado.

-Lo sé - concordó - Kaleb ve a cambiarte, estás empapado.

-¿Van a estar bien? - ellos asintieron, el se fue a su habitación a cambiarse.

-¿Quién habrá llamado? - se preguntó Sckarn.

-No tengo idea, pero si que la alteró - despejó el flequillo mojado de la frente y Sienna despertó abruptamente - ¡Sienna! - exclamó retrocediendo un poco.

-Tranquila, estás bien - dijo Sckarn calmandola.

-No, no lo estoy - sus ojos empezaron a enrojecerse y a llenarse de lágrimas.

-¿Qué ocurre, te duele algo? - Daena empezó a examinar verificando si no tenía alguna herida, ella alejó sus manos negando.

-Mi mamá murió - dijo con el corazón en la garganta arrancando a llorar. Daena dentro de su asombro la envolvió en sus brazos para consolarla.

El funeral fue sencillo y discreto.

La causa de muerte de Karen fue por una fractura en su cuello debido a la caída de las escaleras. La puerta estaba abierta cuando un vecino pasó y encontró a Karen muerta en el suelo al pie de las escaleras.

¿Están pensando lo mismo?

Sospechoso...

Muy sospechoso.

Tan pronto como Sienna se recuperara, empezarían a investigar. Por los momentos, la policía cerró el caso como un triste accidente ya que no habían huellas ni evidencias de asesinato.

Tal y como dijo Daena al escuchar al detective Preston "Oh, la incompetencia humana... la justicia del hombre es tan decepcionante"

De camino al auto tomada del brazo de Sckarn, Daena le daba vueltas al asunto en su mente, al igual que todos; era muy extraño, alguien la empujó de eso estaban seguros.

Kaleb se acercó a Sienna con cautela y la saludó.

-Hey ¿Estás bien? - la sacó de su ensimismada mente y al verlo sintió paz y logró sonreír al mismo tiempo que asentía.

-Te ves bien de traje - comentó.

-Gracias... no te acostumbres - Sienna sonrió ante el chiste.

-Oye - despeinó su cabello dejando caer unos mechones por su frente mordisqueando el labio apenado - Lamento mucho lo de tu mamá.

-Gracias - susurró soltando una pequeña lágrima bajando la cabeza mirando sus zapatos, siempre le había dado vergüenza que la mirasen llorar. Kaleb alargó levantó su mentón para que lo mirara y limpió esa lágrima que se deslizaba por su mejilla.

-Vamos a resolver esto ¿De acuerdo? - ambos sostuvieron la mirada por un rato, tanto que un escalofrío les puso la piel de gallina o quizás era frío que hacía esa mañana de noviembre que daba la bienvenida al invierno. Sienna se sentía desolada y perdida, necesitaba sentirse segura y aunque sabía que Daena estaba haciendo su mejor esfuerzo, no podía protegerlos a todos a su alrededor, por eso debía prepararse, debía ser fuerte para este nuevo mundo que le estaba arrebatando tanto, este mundo despiadado en el que si te descuidas, mueres. Por los momentos, solo necesitaba estabilizarse y hacer que el mundo dejase de girar por un momento, congelar el tiempo; sin pensarlo envolvió a Kaleb con sus pequeños brazos en comparación al demonio frente a ella ¿Y que creen?

Allí estaba esa chispa de nuevo.

Kaleb le devolvió el abrazo. Tal y como esperaba, el mundo acompañado del imponente tiempo, se detuvieron.

Unas voces conocidas la llamaron obligando a despegar la cabeza del pecho de Kaleb.

-¿Sienna? - eran sus amigos, Lexi y Kent. En estos momentos los veía tan lejanos pero al estar Kaleb presente recordó el asunto pendiente con Lexi... rayos.

Hablando de tiempo, retrocedamos unos días ¿les parece?

Digamos unos dos días ¿Vale?

Pero dirás ¿Autora? ¿Qué más pudo pasar días atrás?

Déjenme contarles entonces.

Hace dos días, en Rumanía la realeza licántropa estaba en su pleno apogeo dada a las festividades previas al inicio del solsticio de invierno.

También era la presentación de la princesa Kala ante la sociedad, tal parece que a los lobos les gustan las tradiciones puesto que dicho acto es digno de hace dos siglos atrás.

En fín, la princesa debía mostrarse disponible para encontrar esposo, era indispensable ya que su hermano mayor Alexandriu, al casarse con Andrea Von Bushard, una vampiro, era imposible que le diera hijos por lo que un heredero al trono después de Alexandriu era preciso.

Muy a pesar de que este tenía hijos con damas disponibles que fueron destinadas para esa tarea, de igual modo eran acogidas bajo el seno de la familia real.

Eso no quitaba el hecho de que a los ojos de la ley eran considerados hijos bastardos, pero Andrea y Alexandriu eran felices siendo padres de una numerosa familia.

Por si se lo estaban preguntando, si Kala era la que quedaba para la tarea de los herederos ¿Por qué? Pues una vez que ella nació, su madre la Reina Anya falleció por una extraña complicación durante el parto. Luego de que falleciera le hicieron una autopsia ya que antes de morir no paraba de gritar "¡Hay una víbora dentro de mi!" fue entonces que descubrieron todo el interior de la reina parecía haber sido atacado por una enorme serpiente.

Demasiado bizarro para creerlo, pero vamos, hablamos de licántropos, en esta historia todo era posible. Kala por otro lado, durante su crecimiento espantaba a su padre contándole esos horribles sueños que tenía cada noche en los que era poseída por una extraña energía oscura, en los que una serpiente gigante le susurraba canciones en su oído y como las trataba como familia. Si se lo preguntan, si; Kala poseía una serpiente como mascota, desde niña la conserva y cuida como madre a una hija. Por supuesto eso escandalizaba al Rey Andrew, tanto que una noche intentó acabar con el reptil, pero este devoró al hombre que envió.

Luego, por supuesto sintió la ira de Kala.

Volviendo al evento, la princesa estaba completamente aburrida y despreocupada, sabía los rumores sobre ella y su amiga de sangre fría.

Principalmente porque se encargó de correr uno de esos rumores y la cámara de Lores, el consejo, los duques entre otros nobles pretendientes estaban aterrados de la pequeña y menuda princesa de melena castaña y piel aceitunada.

Tanto que le llamaban a sus espaldas "La princesa serpiente" a ella le encantaba el apodo.

Se encontraba junto a una de las mesas del banquete devorando unas cuantas uvas en lo que su hermano se acercó.

-Se supone que debes socializar - le dijo quitándole una uva de las manos - Ese es el chiste de todo esto.

Ella tomó otra uva mientras sostenía la mirada de su hermano - Esto es un chiste.

-Te guste o no padre va a comprometerte con alguien - le dijo de manera compasiva - Le urge herederos.

-Más que la felicidad de sus hijos - puntualizó desviando la mirada hacia Andrea que jugaba con los niños a los que llamaba hijos.

-Yo si soy feliz - comentó devorando un cubito de queso - A pesar de las circunstancias.

-Me alegro por ti hermano - respondió con una risa socarrona y el se la respondió con una dulce - Mantienes el espíritu arriba a pesar de que jamás podrás tener lo que realmente deseas con la mujer que amas porque está muerta por dentro - Alexandriu quedó atónito por lo que su hermana menor acababa de decirle, sin mencionar que después de que lo hizo tomó un insecto de la mesa y se lo metió a la boca y escucharlo crujir alejándose para empezar con el baile de las 12 lunas.

La temática era simple, Kala debía bailar con 12 pretendientes al mismo tiempo en un círculo, al final de la canción, con la pareja que quedaría sería con quien pasaría el resto de la velada, así será por 12 días, claro está estos debían pretenderla a partir de hoy y ofrecerle un dote en compañía de un compromiso.

El baile finalizó y al fondo del salón alguien aplaudía con pausas, era sonoro, pero de nuevo, pausado.

-¡Bravo! - una voz masculina era la dueña de los aplausos, el salón entero dirigió su vista a quien se hacía paso entre la multitud - Fue todo un espectáculo de perros persiguiendo sus propias colas.

Alexandriu dedujo rápidamente quién era ese hombre que había interrumpido la fiesta.

-Ratko - todos soltaron un grito lleno de miedo tomando distancia.

-Citando a este personaje de cuento de hada, mi querida Maléfica - su tono de voz era burlesco y sombrío - Me parece que no recibí mi invitación a la fiesta.

-¡Guardias, matenlo! - ordenó el rey y sus hombres fueron tras el demonio, pero éste sólo levantó la mano y la giró haciendo que se les rompiera el cuello al mismo tiempo provocandoles la muerte. Seguidos de estos, por el otro flanco se acercaron dos más completamente transformados; lamentablemente Ratko alcanzó a despedazarlos abriendo sus bocas dejando una dantesca escena y un montón de invitados asustados y salpìcados en sangre.

Más guardias fueron a su captura, pero Alexandriu los detuvo. Detrás de Kala, otro hombre se materializó y tomó del cuello.

-¡Oye, suéltame! - exclamó la princesa tratando de soltarse, pero algo la mantenía inmovil; Todos se dieron la vuelta a observar, el hombre llevaba puesto un traje oscuro, acompañado de una máscara.

-¿Que es lo que quieres? - demandó el rey.

-Que directo - bromeó - Me gusta - sonrió ladino - Quiero tu corona y dominio de tu flota de bestias.

-¡Estas loco! - espetó furioso - Eso jamás.

Ratko se carcajeó tomando una copa de champán para luego arrojarla a piso.

-Me siento de buen humor hoy - se acercó lentamente en dirección al rey - Tanto como para hacer un trato.

-Jamás haría un trato con un psicópata como tú - escupió. Alexandriu se interpuso entre el rey y Ratko, estaba pensando en su hermana que estaba en manos de aquel misterioso vestido de asesino y su amada Andrea acorralada junto a sus hijos con más hombres de Ratko.

-¿Cuál es el trato? - el rey lo tomó del brazo, Alexandriu se soltó del agarre.

-¿Qué estás haciendo? - bramó el rey, Alexandriu se mantuvo impasible.

-Así me gusta, que cooperen - dijo complacido - El trato es simple, no haré que mis queridos amigos peludos se maten la cabeza. La princesa, por el reino, además... tengo varios amigos dentro de tus tierras, así que cada día que pase, mataré a un rumano y dejaré su cuerpo en tu puerta, hasta que al final sólo quede la adorable princesa - su voz era perversa, pero no tanto como su mirada - Es más - a continuación tomó a un invitado de la fiesta y sacando sus colmillos desgarró la carne de su cuello mientras éste peleaba por su vida hasta que lo drenó por completo y lo arrojó al piso - Tienes una semana.

Limpió su boca con el dorso de la mano para luego hacer lo mismo con la ropa de Alexandriu.

-Tic toc, asquerosa bestia - chaqueó los dedos y sus hombres dejaron a los rehenes y empezaron a retirarse.

-Vamos, princesa - le susurró el misterioso al oído y esta lo siguió como si sus pies lo obedecieran.

-¡Queridos amigos! - anunció por ultima vez Ratko antes de entrar al portal - Que les quede claro que la sangre hoy derramada y la que está por derramarse, queda en las manos de su rey - colocó un pie en el portal y desapareció seguido del misterioso y la princesa.

-¡Kala! - llamó el rey a su hija ya desaparecida en manos de aquellos asesinos, su pecho dolía y lágrimas escaparon de sus ojos.

-Tranquilo, padre - Alexandriu colocó una mano en su hombro - Voy a resolver esto, te lo prometo.

-¿Que vas a hacer? ¿Entregar lo que es nuestro o a nuestra gente? - se dio la vuelta - ¡Es Ratko Inferno, maldita sea!

-Jamás le daré lo que quiere, yo voy a arreglar esto y traeré a Kala con nosotros - lo miro serio y solemne - Te lo prometo.

Dicho esto se dio la vuelta y fue a reunirse con su familia, Andrea lo atrapó con fuerza entre sus brazos mientras que dejaba soltar la respiración.

Lejos de allí, en un lugar oculto Ratko y su gente llegaron para iniciar a instalarse entre las calles de Rumania y así mantener vigilancia para así informar a su lider, Ratko.

En un sótano dos pisos abajo del lugar, el hombre misterioso dejaba a la princesa en una habitación que era una especie de celda.

Al dejarla allí, Ratko se les unió.

-¿Cómoda? - preguntó petulante. Kala escupió sus pies, Ratko estuvo a punto de hacerle algo, pero el misterioso se interpuso y quitándose la máscara junto a la capucha dejando ver una cabellera roja y lacia, se trataba de Mikah.

-Esto no se trataba de hacerle daño - amenazó Mikah.

-Eres todo un caballero - se burló Ratko.

-Cállate - espetó - Yo la vigilo, tú te puedes ir.

-Tu no me dices que hacer - picó el demonio.

-Como quieras - se sentó en un banco frente a la cama, entonces Kala escuchó en su mente un susurro femenino.

"Kala... Kala"

La llamaba haciendo eco en sus pensamientos.

¿Tenía miedo de estar secuestrada por el infame Ratko Inferno?

"Kala... déjame salir"

Volvió a susurrar la voz, al mismo tiempo que sentía algo deslizándose dentro de su cuerpo.

Eso le provocó un estremecimiento por toda su columna, Ratko se dirigía a la puerta cuando escuchó a la princesa quejarse cayendo abruptamente hacia atrás en la cama.

Mikah se colocó de pie para acercarse pero Ratko se adelantó.

-¿Que te pasa? No puedes transformarte - Mikah se acercó a su lado y pudo ver los ojos de Kala, estos cambiaban del verde al ambar, pero el color no era lo extraño, era su pupila; éstas cambiaban como a las de un reptil.

Kala sentía como lo que se deslizaba en su interior y la voz la poseían cada vez.

"Déjame salir... Kala" dijo la voz y entonces todo su interior se volvió frío y viscoso, pero se sentía fuerte y poderosa. Sobre todo, segura.

Ya no miraba a sus secuestradores, ya no estaba en ese cuarto. Ahora estaba en lo profundo de una selva, se sentía libre y en casa.

El cuerpo de Kala solo era un contenedor para lo que habitaba en su interior, un reptil fuerte y tenaz... sin mencionar antiguo.

Este huésped, miró a Mikah y soltó una risita.

-¿Se puede saber qué mierda está pasando con esta perra? - dijo Ratko molesto levantando a la chica del vestido - ¿Te ríes de mí, eh?

-Ratko, si les haces daño no te darán lo que quieres - advirtió Mikah para que no le hiciera daño.

-Cállate, no es el primer hijo que alejo de sus padres - respondió con odio, la chica volteó a ver a Mikah y claramente le dijo.

-Yo te conozco - Mikah frunció el ceño confundido, jamás había visto a esta mujer ni había dejado que gente fuera de su círculo le viera el rostro, por lo tanto ¿Cómo lo conocía de dónde?

-¿Qué estás diciendo? - ahora era momento de que Ratko se confundiese - ¿Dónde está la princesa?

-Segura - respondió siseando.

-No me conoces - respondió manteniendo su postura - Jamás nos habíamos visto.

-Pero yo sí - sonrió mostrando una lengua reptiliana - Porque fuiste lo último que vi antes de que el me asesinara - al decir lo último rodó la mirada hacia Ratko que la arrojó de nuevo a la cama y ella rugió como un reptil - Así es, no pudiste acabar conmigo y estoy segura de que ellos van a venir por ti.

-¿Quien eres? - amenazó Ratko, pero ella solo le dedicó una sonrisa burlona.

Horas después del día del funeral, en la madrugada, en New York, el timbre era presionado un montón de veces al igual que la puerta, era un toque urgido y molesto.

Daena despertó levantando la cabeza del pecho de Sckarn.

-Maldita sea ¿Quién será? - dijo adormilada y molesta.

El se levantó y colocó unos pantalones de pijama - Yo voy - depositó un beso en su cabeza y salió de la habitación, en el pasillo se encontró con Kaleb que estaba por hacer lo mismo.

-¿También te despertó, eh? - Skarn asintió.

-¿Quién podrá ser? No creo que sea Craig - abrió la puerta y el disgusto se hizo presente por cierto príncipe licántropo en la puerta - ¿Y tu que carajos haces aquí y por qué tienes la audacia de despertarnos?

-Tampoco es un placer para mi, creeme ¿Dónde está Daena? - Sckarn ha odiado a Alexandriu desde el momento de conocerse, más que petulante y con cierto aroma indeseado, cada vez que lo ve, recuerda cuando tenía intenciones con su amada Daena.

Alexandriu se adentro al lugar.

-¿Y ahora entras a mi casa? - tan pronto como entró Sckarn lo tomó de la camisa para sacarlo de allí.

Sienna salió de su habitación y llevaba puesto de pijama el suéter roto de Kaleb, que este al verla no pudo evitar sonreír.

-¿Qué está pasando? ¿Quién es él? - preguntó a Kaleb que estaba al pie de las escaleras con los brazos cruzados sobre el pecho desnudo.

-Supongo que un concurso de meadas y él es el príncipe Alexandriu, de las soberanas tierras de Rumania - Sienna bostezo y se acurrucó con el suéter que le quedaba enorme - Ve a dormir, de seguro no es nada.

-No, está bien. Igual no podría con el escándalo - Kaleb asintió.

La discusión paró cuando la voz de Daena sobrepasó la de ellos.

-¿Se puede saber que es todo este escándalo? - al subir la vista después de anudarse la bata de seda se detuvo en seco - Ya decía que el hedor era por algo - masculló para sí, pero Kaleb si alcanzó a escuchar y contuvo la risa - Alexandriu ¿Qué estás haciendo aquí?

-Necesito de su ayuda - la miró suplicante.

-¿Para que necesitas a mi esposa, maldito perro? - gruñó molesto Sckarn.

-Tu hermano secuestró a mi hermana y pretende matar a toda mi gente si no le damos el reino - Sckarn solo apretó la mandíbula en respuesta.

Tal parece que se habían olvidado de cierto hermano psicópata; los verdaderos problemas apenas empiezan.

Esa mañana en el Instituto de Artes, cierta pelinegra se encontraba llevando a cabo su nuevo plan para obtener a cierta chica huérfana y ganarse el respeto de su padre.

Violett, seguía con la cacería de Sienna. Sus últimos planes fueron un fracaso y tuvo que agregar un nuevo demonio a la lista de obstáculos, entonces recordó que su padre le dijo que no hay mejor plan que usar el engaño.

Y con este nuevo plan, al estilo de su padre, si obtendría victoria.

Se acercó a la recepcionista del Instituto y usó todo su encanto con la mujer mayor del cubículo de madera.

-Hola, quisiera información acerca de las inscripciones - automáticamente la mujer fue envuelta en un aura de confianza hacia la chica de cabello oscuro y ojos hermosos.

-Ve a aquella oficina, cielo - respondió con cariño señalando al final de un pasillo.

Le dedicó una sonrisa y se dirigió a la oficina, en cuanto entró en esta, la mujer salió de esa ensoñación.

-¿En qué puedo ayudarla? No puede estar aqui sin cita - respondió Alessio, si; también era el director del Instituto y si, Sienna tenía de novio al director de su Instituto, pero eso es lo más normal en su vida ¿verdad que si?

Violett hizo caso omiso y se sentó en la silla frente al escritorio y subió los pies a éste, Alessio se puso de pie y le ordenó salir.

-Cállate y escucha - ordenó ella moviendo el dedo obligándolo a sentarse - Vas a inscribirse en todas las clases en donde está Sienna Murphy y tienes prohibido hablar sobre este día ¿Fui clara? - Alessio estaba en shock pero por alguna razón estaba de acuerdo con lo que decía esa mujer.

-Ahora muévete y haz el papeleo - ordenó encendiendo un cigarrillo mientras que el cuerpo de Alessio se movía como una marioneta y sus labios se mantenían callados - Voy a ganarme tu confianza Sienna y cuando menos lo esperes, acabaré contigo. 

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Espero les aya gustado

Nos vemos en el capítulo 10 

Recuerden:

#TeQuiero

ThisEd

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