Capítulo 7

BUENAAAAAAAASSSSSS LES DEJO UN CAPÍTULO 👁️👄👁️
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Mentir o esconder la verdad ¿Existe alguna diferencia?
Por supuesto que sí, cuando mientes es porque niegas algo que es un hecho, incluso cuando la otra persona sabe la verdad.
Esconder la verdad, en cambio es solamente no decirle a la otra persona la realidad. Tiene distintos motivos, el más común es para proteger a esa persona del dolor
Por otro lado, generalmente las personas esperarían el momento adecuado para decir noticias fuertes, pero lo cierto es que nunca es el momento perfecto.
Eso no quita que este era el peor momento y la peor manera de enterar que que quien creíste era la mujer que te dio la vida, no lo es realmente.
Que todo en lo que consideraste tu familia era una mentira
La sensación de manipulación era inminente.
Y tal cual el sonido que emana un iceberg derrumbándose era el zumbido que los oídos de Sienna repercutió en su interior ¿Era su corazón romperse, o era el simple hecho de que tu propia persona se rompe como una coraza, se cayera una careta y solo quedaba el vacío de lo incierto y la duda de quién eres.
Se sentía sin identidad, desconocida. Una intrusa en su propia vida.
Y entonces nuevas preguntas la azotaron ¿Que pasó con sus padres? ¿Quiénes eran? ¿Por qué la abandonaron? ¿Sabían lo que ella sería y por eso la regalaron? ¿Serían ellos igual que ella?
Su mente sentía el flagelo de todas las interrogantes mientras que por fuera solo estaba estática mirando a la mujer que la cuidó todo el tiempo y llegó a llamar y conocer como madre.
Esta trataba de llamar su atención, pero estaba muy inmersa en su propio shock. Daena entendía que estuviese en ese estado, pero la necesitaba presente en esto y solo le bastó llamarla por su nombre para traerla de vuelta.
-Sienna - la chica barrió la mirada hasta el demonio que le dedicó una mirada conciliadora y llena de fuerzas.
Sienna intentaba ignorar el nudo en su garganta, ese que solo era un botón par el llanto y el que Karen estuviera aún sollozando débilmente no le resultaba fácil contenerse.
-Karen - Daena se aclaró la garganta - ¿Quienes son los padres de Sienna?
-Julian Shepard y Abigail Williams - era desconcertante puesto que hace minutos acababa de comentar que tenían dinero ¿Quizás sabían que era Sienna?
Lentamente Sienna se levantó de su puesto, ambas mujeres la observaron. Miró a su alrededor y de pronto la sensación de que todo lo que le rodeaba no era más que algo falso, un espejismo.
-Sienna ¿Qué ocurre? - Preguntó Daena.
-Mi cielo, lo siento tanto - Karen alargó la mano para tomar la de Sienna, pero esta la alejó de inmediato.
Daena percibió la marca con la que se vinculan, empezaba a brillar… el castillo de naipes de la cordura de Sienna estaba por derrumbarse.
-Sienna, por favor cálmate - se colocó de pie cautelosamente e intentó acercarse - Sienna, no quieres hacer nada de lo que te vayas a arrepentir. Si, es difícil pedirte cordura, pero debes calmarte - la marca empezaba a arder. Eso significaba peligro - Por favor Sienna - dio un paso y la mirada cristalizada de la temblorosa muchacha se conectó con la del demonio a espaldas de Daena, Kaleb.
-¿Qué ocurre? - preguntó observando el escenario catártico que estaba frente a sus ojos.
Daena dio otro paso, estaba más cerca de Sienna y más que alerta ante cualquier implosión, aún no sabía la magnitud de poder de la chica y eso era muy peligroso.
-No puedo hacer esto - susurró con la voz quebrada y tan rápido como pudo salió corriendo de la casa.
Karen rompió a llorar una vez más. Daena se dirigió a la salida para seguirla, pero Kaleb la detuvo.
-Yo voy por ella - aún llovía por lo que se cerró la chaqueta y subió la capucha - Tu quedate con ella - contestó mirando con lástima a la pobre Karen
A un par de calles de la casa la divisó, estaba parada bajo la lluvia con la cabeza levantada hacia el cielo.
se acercó con cuidado hasta a estar a unos pasos de ella.
-Sienna - llamó, ella se dio la vuelta. Estaba llorando y temblando.
Y sin pensarlo, lo abrazó con fuerza mientras lloraba con más fuerza, estaba tibio y era reconfortante, la envolvió en sus brazos y acarició su cabello empapado, frente a ellos había una cafetería a la que entraron cruzando rápidamente.
Se ubicaron en uno de los cubículos e inmediatamente los acompañó una camarera que se devoraba a Kaleb con la mirada mientras Sienna se acurrucaba en el asiento abrazando sus rodillas.
-Dos cafés cargados, por favor - ordenó Kaleb y la chica le dedicó una sonrisa coqueta antes de irse.
El interior de la cafetería tenía un aire antiguo, como el de una tienda de antigüedades, los asientos eran rojos y acolchonados, la luz era tenue y el aroma a pie de canela y manzana impregnaban el ambiente cálido por la calefacción.
Con el dorso de la mano se secó las lágrimas. y volvió a abrazar sus rodillas, de pronto fue envuelta por la chaqueta de Kaleb, estaba pesada, pero extrañamente seca ¿Como es posible? Quizás usó algo de magia… no era de sorprenderse
-Estás helada y no estaría bueno que te enfermes - le sonrió y volvió a su asiento.
-Gracias - se acurrucó en la chaqueta e inhaló el aroma, era igual que el del suéter, exquisito.
-Lamento mucho lo que pasó, Sienna - la camarera llegó con los cafés y Kaleb se dispuso a beberse el suyo sin azúcar - Por favor, bébelo. Así entrarás en calor, estás helada.
Recordó que aparte de la chispa que había sentido la primera vez que la tocó, Sienna estaba muy fría.
¿Por qué se preocupaba por ella? Apenas y la conocía, fue lo que ambos pensaron.
La temblorosa mano de Sienna tomó un sobrecito de azúcar de la canastilla y tiró del papel en un extremo lentamente.
-Escucha, mi madre se encargará de esto ¿Está bien? - comentó examinandola con cautela.
De pronto la imágenes de cómo Daena se “encargaba” de las cosas, obviamente no asesinaría a Karen, pero si le borraría la memoria y entonces, no quería, no quería que Karen olvidase que era su madre, no quería dejar de ser su hija porque a fin de cuentas, en su corazón, Sienna la amaba como a una.
Se sintió molesta e indignada y nuevamente engañada. Una idea se le cruzó por la mente, Kaleb no la llevó a su casa… ¿Qué tal si la estaba manteniendo alejada mientras Daena hacía el trabajo sucio? Era estúpido, pero existia la posiblidad... ¿Verdad?
-Por supuesto - se levantó molesta. Sin darse cuenta rompió el sobre de azúcar regandola por toda la mesa.
.-¿Qué ocurre? - preguntó el demonio confundido dejando lentamente la taza en la mesa.
-¿Ese era el plan, no? - se quitó la chaqueta de Kaleb de encima y se la arrojó en la cara, estaba más que confundido ¿Ahora que estaba pasando?
-¿Cuál plan? - respondió quitándose la chaqueta de la cara -¿Que rayos? - se desconcertó - ¿De qué estás hablando?
Sienna se negó incrédula y muy furiosa. Era increíble que le hicieran eso.
-Daena te mando a entretenerme mientras ella le borra la memoria a mi madre ¿verdad? - los ojos de Kaleb se abrieron de par en par, era increíble que pensara que sería así de retorcido cuando más bien, se estaba preocupando por ella.
-¿Qué? Eso es ridículo - contestó ofendido.
-Aléjate de mi - murmuró y salió corriendo de la cafetería y de nuevo fue envuelta en la lluvia mientras corría a todo pulmón en dirección a su casa, al entrar, Daena se encontraba tomando las manos de Karen.
-¡Alto! - gritó. Ambas se dieron la vuelta y miraron a la chica empapada en el umbral de la puerta - Daena, no lo hagas.
-¿Qué se supone que es lo que no debo hacer? - enarcó una ceja soltando las manos de Karen. Estaba siendo cautelosa de que Sienna no dijera cosas que no debía frente a su madre.
-Tú sabes qué - espetó furiosa - ¿Para eso lo mandaste, no? A entretenerme y tú le borras la memoria a mi madre y problema resuelto - Daena se levantó de un salto del sillón, estaba muy ofendida, ella solo estaba consolando a Karen, como de madre a madre. Sentía pena por la mujer.
-¿Qué estás diciendo Sienna? - advirtió. Karen estaba muy abrumada por todo, incluso más que Sienna, la pobre mujer fue introducida en esta vida sin saber en lo que se estaba metiendo al adoptar a esa pequeña niña de piel pálida y pecosa, de ojos verdes enormes y una oscura procedencia.
-No todo lo puedes resolver con magia, Daena - le amenazó.
-¿Magia? - susurró Karen sorprendida. Ambas voltearon, mierda.
Daena iba hablar, pero Sienna la interrumpió arrojándose a los pies de Karen. Debía aligerar las cosas y conseguir respuestas retomando el primer drama.
Quizás las técnicas de manipulación de Daena se le estaban contagiando. Qué hipócrita, Sienna.
Jamás conoció a su madre biológica ni por qué la abandonó, pero lo cierto es que Karen se encargó de ella, le dio educación, un techo, comida y el amor de una madre.
Comprendió que Karen solo trataba de protegerla y que le era muy doloroso, tal cual ahora por cómo reaccionaría Sienna al enterarse. Debía evitar que Daena le borrase la memoria, porque Karen ha sido, es y siempre será su madre.
-Escucha, entiendo que para tí no fue fácil decirme que no eres mi verdadera madre - tomó una larga respiración - Agradezco que lo hayas sido para mi en su ausencia, que me dieras todo lo que me has dado y quiero que sepas que para mi siempre seras mi familia, mi mamá - Karen abrió la boca para decirle lo mucho que significaba que le dijera esas cosas - Pero debes entender que necesito que me digas donde están mis padres, tengo que hablar con ellos - soltó sin rodeos.
-Sienna ¿Qué haces? - preguntó Daena.
La ignoró por completo.
-Por favor - rogó y el nudo en la garganta volvió a hacer presión ante un posible llanto.
-Mi cielo, no puedes - ¿estaba siendo egoísta? - Lo siento.
-¿Qué? - se puso de pie enojada - ¿Como que no? ¡No puedes prohibirme esto después de ocultarlos! - bramó.
-Sienna, por favor cálmate. Déjame que te explique.
Se cruzó de brazos y se enderezó - Te escucho.
-La razón por la que no puedes ver a tus padres es porque están muertos - eso sí que fue un balde de agua fría.
-¿Qué? - la noticia le causó un profundo estupor.
-Eso explica mucho - murmuró Daena frunciendo el ceño pensativa.
-Iba a contarte, pero saliste corriendo - dijo penosamente - Te entiendo. Pero ven, siéntate; te contaré.
Sienna obedeció y cayó en el sofá abatida.
-Cuando llegué a trabajar a la casa Sheppard, tu madre estaba embarazada de ti. Tenía unos dos meses de embarazo - le sonrió - Una noche bastante fría, recuerdo que afuera había mucha niebla, la casa parecía estar en las sombras, esa noche naciste tú. La señora Abigail quería un parto en casa, así que me pidió ayuda y por supuesto que la asistí.
-Tu me recibiste - sopesó Sienna.
-Así es - asintió - Antes de eso, los Sheppard eran muy… - se quedó pensativa - Misteriosos, acerca de su  embarazo. Siempre me pareció extraño que la señora Abigail nunca fue a chequeos prenatales, solía ir por horas con el señor Julien al sótano prohibido de la casa.
Daena enarco una ceja interesada.
-¿Sótano? - inquirió.
-Así, solían encerrarse allí todo el día y me hacían decirle que no estaban o que estaban de viaje a las pocas visitas que llegaban a la casa.
Sienna rió por lo bajo - Supongo que heredé de ellos lo asocial.
-Mi cielo, tú eres idéntica al señor Sheppard - le contó - En fin, cuando tú llegaste al mundo era una noche bastante fría y sombría. Fue extraño, hasta los cuervos del jardín estaban muy alterados.
Daena recordó que los cuervos suelen ser emisarios de muerte y malas noticias según la hechicería antigua… interesante.
-El parto fue muy fácil, aunque la señora Abigail fue muy fuerte, no sintió dolor alguno, según noté ya que no emitió signos de molestias - se enderezó y continuó.
>> Eras el bebé más hermoso que había visto en mi vida, tan delicado y tan pacífico - sonrió junto a Sienna - Tu madre te adoraba con todo su corazón, era muy celosa contigo. No dejaba que nadie te sostuviera excepto yo - suspiró recordando - Eras el bebé más lindo que jamás había visto.
-¿Karen? - llamó Daena.
-¿Si?
-Dices que los Shepard y tu se conocieron por la casualidad de un aviso solicitando a una empleada para su casa - Karen asintió - Y pagaron toda tu educación universitaria de enfermería - Karen volvió a asentir y su cabello rizado rebotó como resortes - Y tu solo podías acercarte a Sienna.
-Daena ¿A qué quieres llegar? - preguntó Sienna molesta.
Daena la ignoró.
-Asi es - Karen sonrió - Los padres de Sienna me tenían mucha confianza igual que yo. Supongo que fue por todo mi trabajo duro, esa casa era bastante grande… - su semblante se entristeció otra vez - Era tan hermosa aunque misteriosa y ahora es cuando llego a la parte de cómo los padres de Sienna fallecieron.
Sienna tomó una larga respiración.
Daena seguía inmersa en sus pensamientos pero al mismo tiempo escuchaba.
-Era víspera de Halloween. Yo me dedicaba a darle dulces a los niños mientras que los padres de Sienna estaban con ella en su habitación - junto sus manos en su regazo y Sienna las tomó para darle apoyo - Tarde por la noche, ya todos estábamos durmiendo cuando el olor a quemado y humo me abordó. Yo dormía en la habitación contigua de la de Sienna, Los señores Shepard nunca les gustó que yo durmiese en las habitaciones de servicio, ellos decían que yo era como de la familia, eran tan buenas personas - se lamentó - En fin, cuando me levanto y me asomo por la ventana la casa se estaba quemando. De prisa salí a buscar a Sienna quien dormía tranquilamente y luego fui a buscar a sus padres.
>>Su habitación estaba al otro extremo, con Sienna en brazos pude divisar que todo el salón principal estaba en llamas al pie de la escalera principal. Al llegar a su habitación no estaban por lo que decidí sacar de allí a Sienna y luego volver para buscarlos una vez llamara al 911 - Daena se cruzó de brazos, estaba haciendo conjeturas; algo no encajaba - Una vez logré salir de la casa, deje a Sienna en un lugar seguro y regresé. Pero ya no pude volver a entrar, la puerta se había trabado; igual que la puerta trasera.
Sienna podía sentir como su corazón palpitaba muy fuerte, porque en su mente la imagen de las llamas devorando todo invadía su mente como flashes.
Karen continuó - Llamé al 911 y esperé con Sienna hasta que llegaran. No escuchaba más que el sonido del fuego y el llanto de Sienna mientras que la calmaba. Una vez llegaron los bomberos apagaron las llamas e iniciaron una búsqueda - la voz de Karen se quebró - Encontraron los cuerpos calcinados de los señores Shepard, estaban en la biblioteca y nunca encontraron al causante del fuego.
Imágenes nuevas azotaban la mente de Sienna, eran confusas, habían líneas, especias y cosas extrañas envueltas en fuego.
-Días después empezaron los trámites de búsqueda de algún pariente cercano para que cuidara de Sienna, pero no encontraron a nadie - Karen se enjuagó una lágrima que escapó de sus ojos - Mientras tanto yo la cuidaba en el hogar de acogida hasta que llegó una carta en donde se me daba la custodia de Sienna y la cuenta de un fideicomiso a su nombre.
-¿De quién era la carta? - Daena y Sienna preguntaron al unísono.
-No tenía remitente sólo estaban los documentos y una tarjeta que decía “Cuídala mucho, por favor” - todo era tan extraño - Y eso hice, con el dinero del fideicomiso pague tu  completa educación en el banco están tus datos en una bóveda privada, puedes acceder a ella cuando quieras, solo debes llevar tu identificación, lamento haberte ocultado todo esto pero, desde el día en que me llamaste mamá fue que te amé como una hija, tu eres mi pequeñita - dijo acunando el rostro de Sienna - No importa la sangre, tu eres mi hija y no fui capaz de decirte nada de esto para evitarte un terrible dolor.
-Lo sé, mamá. Lo sé - seguido de esto se abrazaron y Karen besó el cabello de Sienna.
-Sienna, ve a cambiarte estás empapada y no quiero que te enfermes - le ordenó y después de asentir subió escaleras arriba.
-Daena, una pregunta - Daena exclamó en respuesta mientras se colocaba la chaqueta - ¿Qué quiso decir Sienna con que me borrarías la mente con magia?
-No tengo ni idea - contestó tranquilamente mientras sacaba su teléfono - Necesito que me des la dirección de la casa, por favor.
Karen se quedó dubitativa por un momento pero luego le dictó la dirección de la casa.
-Gracias - Sienna apareció por la escalera vistiendo un mullido suéter gris acompañado unos joggers oscuros  y en su hombro una mochila - Sienna debemos irnos.
-¿A donde? - preguntó curiosa.
-Cold Springs - dicho esto salió por la puerta y Sienna la siguió pero antes le dio un abrazo a su madre y decirle al oído “continuamos esto después” 
Karen asintió seguido de darle un beso en la frente para así dejar que Sienna desapareciera por la puerta después de que Daena saliera de la casa despidiéndose de Karen con un gesto con la mano.
Una vez afuera, Kaleb se encontraba recostado en la camioneta.
-Vamos a Cold Springs, cielo - Kaleb arrojó el cigarrillo al suelo para apagarlo con la bota. Le arrojó las llaves a Daena para atraparlas en el aire.
-No, tu tienes que ir a Cold Springs - su voz era profunda y seca, evitaba el contacto visual con Sienna, a pesar de estar en su campo de visión. Sienna por otro lado estaba claramente apenada, pero las palabras no salían de su boca.
Debía disculparse, pero… ¿Cómo?
-Nunca pensé que rechazarías un viaje, es una hora, pero - Daena se acercó colocando la mano en el hombro de su hijo - Un viaje es un viaje ¿No?
-Yo no tengo que ver en esto, madre - le dedicó una sonrisa petulante gracias al comentario venenoso que acababa de soltar. Cabe destacar que Kaleb era un demonio nato, con malicia, libertino que gozaba de los placeres de una vida inmortal; pero no toleraba cuando pensaban lo peor de él - Nos vemos después, madre.
-De acuerdo, cuídate - dijo acariciando la mejilla de su hijo.
Dicho esto plantó un beso en la mejilla de Daena y dándose la vuelta siguió su camino.
Las manos de Sienna estaban hechas nudo, estaba tan avergonzada, él estaba tratando de ser amable y ella fue grosera.
-Vamos Sienna, el viaje es de una hora y ya es hora pico - Sienna la siguió subiendo al asiento del copiloto.
Próxima parada, Cold Springs.
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UFFFFF ESO ESTUVO FUERTE!
ME PREGUNTO QUE ENCONTRARÁN EN LA VIEJA CASA, TODO EN TORNO A SIENNA ES CADA VEZ MAS MISTERIOSO Y EXTRAÑO :O
#TeQuiero
ThisEd

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