Capítulo 30
Primero que nada PERDÓN POR TARDAR TANTO... pero bueno, ya volviiiii y acá les dejo nuevos misterios y secretos...
QUIERO TUS TEORÍAS (así que hágame la caridad y me las hace llegar para que por fa)
En fin, arrancamos Bebezos & Calabacitas
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La persona que menos se debió enterar del embarazo de Rosette era Adeline y por una desafortunada consecuencia fue quien lo descubrió.
Después de enterarse salió horrorizada de allí para encerrarse en su habitación.
-Largo – ordenó a la chica que se encargaba de mantener todo exactamente como a la princesa le gustaba. En cuanto la chica salió despavorida del lugar dado a la expresión mortífera y asesina de la princesa.
Adeline era la más hermosa de la familia Inferno, Lucifer quería una hija después del nacimiento de Ratko, deseó que fuera belleza pura, pero al mismo tiempo mordaz, fue entonces que desde que ella nació que fue apodada como la rosa más hermosa.
Desde pequeña, Adeline siempre ha llamado la atención de todos debido a su belleza, pero al final del día terminaban temiéndole dado a su temperamento y rectitud. Era como si un tirano tuviera cara de ángel.
Hay varios rumores de ella y obviamente, los que corrían los rumores... ya no existen. La imagen estilizada, pulcra, intachable y perfecta pero peligrosa que cuidadosamente se fabricó a través de los siglos, esa noche se arruinó.
Los humanos y los demonios no debían mezclarse, no así.
Quizás se preguntarán ¿En qué le afecta a ella eso? Pues... por ahora, Adeline tenía sus razones y una profunda tristeza y añoranza. Una que sintió desde que vio a la futura esposa y reina de su hermano, Daena.
Pasaron las horas y salió de la habitación tras haber llorado hasta secarse, deambuló por los pasillos, de pronto se encontró fuera de la biblioteca, esa donde su hermano Claude siempre estaba documentando, leyendo, investigando o fumando para escapar de algo o alguien.
La voz de Kratos la sorprendió ¿Qué hacía allí? ¿Acaso sería tan perverso como para tener uno de sus jueguitos en ese lugar? El lugar donde su hermano encontraba paz.
¿No le bastaba haberle hecho eso a aquella chica? Porque sin lugar a dudas, ya había pasado antes, humanas asesinadas por sus propios fetos demoniacos a causa de Kratos.
La ira de Adeline la poseyó y tras empujar la puerta furiosa se dio paso dentro. Era como un huracán, estaba molesta de que su hermano estuviera bebiendo y lanzando bromas con Claude que sólo se dedicaba a leer unos pergaminos y esa chica sólo tenía unas semanas máximas de vida por lo que crecía en su vientre.
-¿Se puede saber que infiernos estás haciendo aquí en vez de arreglar el desastre que hiciste? – espetó quitándole la copa de vino estrellándola en una de las paredes. Claude sólo siguió haciendo lo que estaba haciendo mientras que Kratos, se había quedado por completo absorto, era la primera vez que su hermana le hablaba e incluso trataba así, él siempre había sido su consentido.
-Preciosa ¿Estás bien? – preguntó confundido bajándose de la mesa para tratar de calmar a Adeline.
-¡No me vengas con tus "Preciosa"! ¡No estoy de humor para tus cosas Kratos! – Amenazó apuntándolo con el dedo – Ve y arregla lo que hiciste ¡Ahora!
Kratos negó confundido - ¿De qué estás hablando? ¿Qué es lo que se supone que tengo que arreglar?
-Hablo de esa chica humana que se te ocurrió embarazar ¿No tienes suficiente con tus montón de hijos bastardos? – La atención de Claude cambió, no levantó la mirada pero si se quedó helado, las letras que veía ahora estaban borrosas, un escalofrío recorrió su columna hasta la nuca. Adeline prosiguió atacando a Kratos - ¿No han muerto ya suficientes humanas cuando ya no te satisfacen tus amantes sobrenaturales? ¡Sabes bien lo que les pasa a las humanas cuando cargan demonios!
-¿Qué yo qué? – soltó completamente sorprendido – Adeline, hermana – se le acercó y con delicadeza le colocó una mano en el hombro – Le estás gritando al Inferno equivocado – ahora era ella quién estaba confundida, que una humana esté embarazada sólo podía ser obra de Kratos.
-Kratos, nadie más que tú sería tan estúpido como para... - dicho esto, Claude dejo la habitación tan rápido como un rayo azotando la puerta a sus espaldas.
¿Rosette embarazada? No, eso tenía que ser un error, pero... Adeline tenía la misma habilidad de su madre de captar esas energías que sólo transmiten los demonios desde el vientre.
Tenía que buscarla y cerciorarse por sí mismo. De camino, el guardia enviado por su padre lo detuvo.
-Su majestad – dijo haciendo una reverencia – Su majestad el rey... - fue interrumpido por la mano de Claude en su cuello cortándole la respiración.
-¡Fuera de mi camino! – lo empujó y continuó con su camino.
Adeline tenía razón, las humanas no pueden gestar demonios, pues éstos consumen gran cantidad de energía y sangre de la madre, luego muerta la madre, el feto muere al no tener de que alimentarse.
No podía perderlos, no era posible. Maldita sea.
Al entrar a la habitación, Rosette estaba en el balcón junto como el solía hacer cuando necesitaba pensar. Apenas entró, su corazón tamborileó como loco ya sabía que era él quién había entrado, se dio la vuelta y sus miradas se encontraron.
Él lucía atormentado, perdido... asustado.
Ella se quedó estática cuando el se acercó y colocó la mano en su vientre y ahí estaba, reconociéndolo como su par, como su descendencia, como su hijo. Alejó la mano temblorosa porque eso también significaba cómo estaba matando a Rosette, abrió la boca para decir algo, pero el toque en la puerta se lo prohibió.
-Claude, nuestro padre nos busca. Vamos – era Sckarn. Se alejó de ella mientras alternaba la vista de los ojos de Rosette, ojos que también eran presa del miedo y la estupefacción, pero más que eso de dolor dada la reacción de Claude, aunque para ser honestos, se esperaba a que gritara, rompiera algo e incluso hasta perder el control con Leviatán.
Emitió alguna torpe disculpa en un balbuceo y salió de allí, dejándola sola y rota.
Instintivamente poso una mano en su vientre y las lagrimas recorrieron sus mejillas.
-Sólo dale tiempo – susurró para luego tirarse a la cama y llorar hasta quedarse dormida.
Por un momento pensó que eso haría de Claude alguien dulce y comprensivo, menos frío menos controlado, menos cohibido. Ella deseaba con todo su ser que él fuera libre de lo que sea que le aquejara, de esos tormentos y por más absurdo que suene, lo quería libre de sus propios demonios, entonces sólo quedaba la opción de darle tiempo, pero ella no sabía que contaba con cualquier cosa menos tiempo.
Los hermanos estaban reunidos con su padre que les daba la noticia de que varios clanes aledaños al de las rosas habían sido acabados por Arael y así seguiría siendo si no se le detenía.
-Mandaremos hombres a cuidar a los clanes restantes en Europa, antiguo y nuevo mundo y así estén seguros – dijo Lucifer sobre la imagen de un mapa en la enorme mesa de piedra.
-Hay que acabar con los Discípulos – menciona Sckarn – Una vez acabada esa amenaza, ya tenemos un poco de ventaja y los clanes estarían más protegidos.
-Sí, pero ya sabemos que el plumífero crea Discípulos como yo hijos bastardos – suelta Kratos que le dedica una mirada fugaz a Claude que estaba absorto en sus pensamientos y desde que había empezado la reunión no había dicho palabra alguna, sólo mantenía la vista fija en un punto en el mapa.
-Así es, pero son humanos – Sckarn se encoge de hombros – Y no tiene tantos como tú hijos bastardos – le corrige, Kratos sonríe petulante.
-Todos mis hijos me hacen feliz – se cruza de brazos.
-De acuerdo, orden – corta Lucifer, los hermanos recobraron la compostura y escucharon con atención – La estrategia será, rodear el continente por hombres nuestros, ellos se dedicaran a proteger y de ser el caso atacar. Ustedes irán en búsqueda de Arael y acabarán con el maldito.
-Bien – respondió Kratos.
-Hay que enviar cuanto antes nuestros hombres a proteger a los clanes, también hay que enviar a Rumania una tropa, hablaré con Alexandriu para informarle – prosiguió Sckarn – Nosotros debemos planear cómo atacaremos a Arael.
-Para eso tenemos el gran trío Inferno – dijo Lucifer con orgullo – Un maestro del engaño – le dedico una mirada a Kratos que sonrió petulante – Un valiente y fuerte guerrero – desvió la mirada a Sckarn – Y un inteligente estratega – terminó mirando a Claude que seguía como una estatua - ¿Pasa algo, Claude?
Kratos decidió ayudar a su hermano, así que decidió encubrirlo. Aunque sería momentáneo porque ya Adeline estaba al tanto y sólo era cuestión de tiempo para que el embarazo de Rosette llegara a oídos de Lucifer.
-Déjalo padre, ha de estar cansado por la fiesta – le coloco el brazo alrededor del cuello a Claude como un gesto de apoyo y prosiguió – Ya sabemos que Claude no es hombre de fiestas ¿No es así hermano?
Claude en lo más profundo se lo agradeció y sólo asintió después de pasarse la mano por el cabello tratando de encontrar algo de calma, la imagen sangrienta y visceral de Rosette muerta con el vientre abultado y expuesto, asesinada por su propio hijo.
Era eso o... que ella cayera, se convirtiera en demonio, pero... ¿Sería capaz ella de hacer eso por un descuido de Claude?
¿Eso haría de Claude un egoísta? O sólo un chico tonto que no entiende que ella lo ama con tanta intensidad y fervor, que fue capaz de entregarle todo y que si esa es la única forma de salvar a ese hijo que cada hora que pasa se alimenta cada vez más de ella quitándole un pedazo de vida.
Sckarn por otro lado estaba muy feliz, pero debía guardarse su felicidad, la petición de Daena de que guardara el secreto de su embarazo lo estaba volviendo loco, quería gritarlo a los cuatro vientos, un hijo, un heredero, su descendencia. Todo, con ella, el amor de su vida.
Pero debía mantenerse oculto por su propia seguridad, Ratko seguía suelto y no se podía correr riesgos.
-Bien, mañana después de enviar a nuestros hombres los necesitaré aquí para armar la estrategia para acabar con ese maldito. Pueden irse, descansen – culminó la reunión y los hermanos salieron de la sala.
Al terminar de bajar las escaleras, allí estaba ella. Arreglada y con esa mirada de autoridad y pretensión, Adeline. Le dedicó una mirada desaprobatoria a Claude para luego subir las escaleras, dejándolos atrás.
-Adeline – la llamó Claude, ella se dio la vuelta, su hermano estaba aterrado, nervioso y con una mirada turbia.
-Lo siento, hermano – se dio la vuelta y entro a la sala. El que Lucifer se enterara era porque sería obligado a transformarla o dejarla morir eventualmente.
Ninguna de las opciones le gustaba.
-Mi preciosa, Adeline – saludo con ternura Lucifer a su hija prodigio e inmaculada belleza en cuando entró a la sala cerrando la puerta a sus espaldas - ¿Qué te trae por aquí?
-Padre, he de hablarte de una... - se calló para considerarlo, era lo correcto, debía hacerlo – Situación.
-¿Situación? Mi bella rosa, si es por la boda de tu hermano, ésta perfecto lo que sea que vayas a hacer. Con quien debes consultarlo es con la novia, Lady D'lourdeth – ese apellido, cada vez que lo escuchaba, todos los recuerdos venían a su mente, torturándola. Pero ya conocen a Adeline, nada podía alterar su imagen perfecta.
-Lo sé, pero no es por eso – se acercó a la mesa y Lucifer analizaba el panorama – Padre, es acerca de Claude y esa chica humana con quien vino, Rosette.
-Ah sí, chiquilla curiosa – murmuró sin despegar la vista del mapa.
-Espera un hijo de Claude – la mirada de Lucifer cambió súbitamente para mirar a Adeline que aparentaba estar tranquila, pero en realidad, miles de cosas pasaban en su interior.
-¿Qué cosas dices? – preguntó consternado.
-Lo he sentido hoy, en la fiesta – contestó muy segura.
-Claude es muy cuidadoso, habrá sido obra de Kratos. Le encanta jugar con las humanas – cortó – Las engaña, las pervierte y luego sigue con su vida sin importar qué, sin mencionar la cantidad de hijos bastardos que tiene.
-Me temo que los juegos de Kratos no son los responsables de esto – niega – Padre, hay que hacer algo.
-Pues, ya sabes qué hacer – dijo autoritario en un tono ronco – Procede.
Ella sólo hizo una reverencia y salió de allí. Las opciones estaban, sólo debían escoger cuanto antes, porque pronto debían irse y Rosette, si no se hacía algo iba a perecer.
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¿Creen que lo hará o no?
¡Adeline! ¿Qué nos ocultas?
¿Creen que Rosette tendrá niño o niña? ¿Habrá disputa por herencia al trono?
¡Tranquis! que pronto te tendré respuestas! No volveré a desaparecer.
¡Los extrañaba muchisisisisisissmo!
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me despido por ahora mis Rebesos & Calabacitas. Ten en cuenta que:
#TeQuiero
ThisEd
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