Capítulo 26

Horas atrás, Rosette trataba de calmar los repentinos nervios que habían aflorado en su interior, la determinación que tenía se había desvanecido ¿entregarse a Claude? ¿De verdad? Es decir, en realidad no estaba clara en qué consistía su relación, si es que había una, todo era muy confuso, porque cuando estaba con él, su corazón casi salía de su pecho, pero cuando él no estaba, éste era como si no latiera en su pecho.

Recordó cómo se sintió cuando lo vio correr peligro en manos de Arael la noche del éxodo.

Temor, temía perderlo, pero ¿por qué? Él siempre se había mostrado distante un día, pero en momentos al azar era como si quisiera poseerla, además de lo que su hermano le había dicho, había dado una orden de que nadie se le acercase o serían ejecutados, aunque siendo la única humana en todo el Averno, tenía algo de sentido.

Entonces se preguntó ¿Lo amaba acaso? ¿El la amaba?

Suspiró y sorbió otro poco de té y luego meterse un trozo de galleta.

-Vaya, la otra persona a la que he visto tan sumida en sus pensamientos en mi hermano Claude – una voz femenina la sacó de sus pensamientos, se giró y una chica de una belleza salvaje, ojos curiosos y una larga trenza que le llegaba a la cintura – Tu debes ser el tesoro prohibido de Claude. Y con razón, eres preciosa – Rosette al darse cuenta que era una de las princesas se levantó de inmediato para hacer una reverencia.

>> Rina rodó los ojos y le dio un gesto de que parara – Por favor, no – se rio – Ahórratelo para mi hermana Adeline y por mi padre nunca te encuentres a mi hermano mayor, Ratko – tomó una de las jugosas manzanas de la enorme cesta en la mesa y sacó un pequeño cuchillo filoso de su bota, se sentó en una de las sillas subiendo los pies en la mesa – Ellos aman eso de que les besen los pies, a mí me gusta que me besen otras cosas – le guiñó un ojo mientras se metía un pedazo de manzana en la boca.

A Rosette le resultó fascinante el nivel de libertad que la princesa se tomaba, usualmente una princesa se comportaba como tal, buenos modales, vestidos de seda, peinados elegantes y sonrisa encantadora. Rina era hermosa, pero era como esos caballos salvajes nacidos en libertad y no conocen lo que es la sumisión del hombre.

-Estás nerviosa – apuntó Rina en su dirección metiéndose otro pedazo de manzana - ¿Por qué? No voy a hacerte nada – preguntó entornando los ojos. Rosette no se había dado cuenta, pero en realidad desde hace rato, desde que pensaba entregarse a Claude, su corazón estaba algo inquieto al igual que sus respiraciones.

-Yo... - balbuceó, Rina masticaba lentamente mientras alzaba las cejas - ¿Podrías darme un consejo? ¿Cómo... mujer?

-¿Mujer? – Bromeó y luego se agarró los pechos – Si, mujer – ambas rieron - ¿Qué pasa?

-Si es mucha molestia... - dijo por lo bajito – Intenté buscar a Daena, que es mi amiga, pero no la encontré – negó mientras se enderezaba y arreglaba su vestido.

-Ya, dime – exigió retomando la manzana – No es ninguna molestia – le sonrió.

-De acuerdo – le devolvió la sonrisa – Pues bien – se aclaró la garganta – Quiero entregarme a Claude, quiero demostrarle puedo ser la mujer para el – dijo ruborizada mirando sus manos anudadas bajo la mesa.

-¡Vaya! – Se sorprendió Rina bajando los pies de la mesa enderezándose – Pero... aun no le veo nada de malo, no somos como el otro con sus reglas de matrimonio antes de la diversión.

-Lo sé, es sólo que yo... - se calló mordiéndose el labio inferior – Nunca he...

-Lo sé, puedo olerlo a millas de aquí – puntualizó de manera amistosa – No es por motivos morbosos, aunque es muy útil también, pero es que nosotros los demonios somos bastante sensibles con eso, nos atrae como un mosquito a la luz – explicó.

Rosette sonrió al recordar los años estudiando la fe y cuan diferente eran las escrituras a la realidad.

-Tienes que calmarte – observó – Vas a estar bien, Claude no es un bruto – le sonrió – Sólo deja que te guíe como si de un baile se tratara. Tienen que descubrirse en el camino, no puedo decirte exactamente qué hacer, pero si debes descubrir que es lo que a mi hermano le gusta – tomó otro trozo de manzana – Quizás la imagen de ti desnuda sobre un montón de libros funcione – bromeó y estalló en risas ante su propio chiste – Claude debe también descubrir que te gusta a ti, aunque no es por alardear, pero – la miro perversa moviendo las cejas – Usualmente las más tímidas me han resultado las más sádicas – Rosette, que estaba dando un sorbo del té casi se ahoga por el comentario de la princesa, acaso ¿La princesa Rina ha estado con otras chicas?

-Gracias, su majestad – le dedicó una sonrisa efusiva – Tomaré su consejo.

-Por favor, llámame Rina – tomó otra manzana y procedió la picarla de nuevo con la navaja llevándose trozos a la boca – Ahora – se colocó de pie y suspiró – Ésta demonio que está aquí ira en búsqueda de alguna alma que devorar o el reino se quedará sin estas bellezas – levanto la manzana como un trofeo y se dirigió a la salida – Ah, por cierto... buena suerte.

Dicho esto se fue, Rosette terminó su té y repuso su valentía, ahora alimentada y un tanto más fuerte y segura, se dirigió a la habitación de Claude, la puerta estaba entreabierta y el aroma a tabaco inundó sus fosas nasales, lo divisó y se dio cuenta de que estaba de espaldas en el balcón y éste encontraba fumando de manera tranquila. La luz de la luna y de las pocas velas encendidas lo iluminaba tenuemente.

En silencio entró a la habitación y Claude notó su presencia y se dio la vuelta después de apagar el cigarrillo con el zapato, estaba igual que ésta mañana, con el torso desnudo dónde una complexión atlética y delgada lo adornaban, la piel pálida de aspecto terso le hacían irresistible.

Rosette levantó la mirada y un mechón se había escapado de su cabello perfectamente acomodado haciéndole una pequeña sombra en la mejilla, el ceño ligeramente fruncido le hacían ver los ojos mucho más misteriosos y profundos que de costumbre, los labios gruesos entreabiertos la invitaban a besarlos cómo la noche anterior.

-Claude – dijo ella sin aliento.

-Rosette – respondió dando un paso entrando a la habitación - ¿Estás bien? – preguntó notando sus nervios.

Ella no respondió, sólo tomo una gran bocanada de aire para hinchar su valor y con paso apresurado fue directamente al dominio, envolvió sus brazos en el cuello y enterrando los dedos en el cabello de Claude lo acercó para juntar sus labios, el calor de los labios de la chica lo inundaron y le dieron la ternura que necesitaba para estar seguro de lo que tanto le aquejó todo el día.

Envolvió su cintura con sus brazos levantándola unos centímetros del suelo, ella revolvía su cabello jugueteando con sus dedos, al compás de su lengua que invadió la boca del demonio, tenía el amargo sabor del tabaco, pero no le incomodó, deslizó sus manos fuera de su cabello para acariciar sus brazos, cuello y hombros.

Él por otro lado, la bajo al suelo para poder, a pesar de estar vestida sentir su calor. Ella se separó sólo un poco de sus labios para susurrarle entre jadeos.

-Desvísteme – necesitaba sentir el contacto de la piel de Claude contra la suya, ya no quería intentar, lo quería por completo, estaba dispuesta.

-¿Estás segura? – le preguntó al acunar su rostro, ambos estaban con la respiración acelerada y sus pechos chocaban con cada cavilación.

-Por favor – colocó sus manos en el pecho del príncipe – Te necesito, Claude.

Y sólo eso bastó, la silenció con sus labios al mismo tiempo que con hábiles movimientos de sus dedos fue desatando los cordeles del corsé, en segundos se deshizo de éste. Sólo fue cuestión de tiempo para que el vestido se deslizada fuera del cuerpo de Rosette y así quedar completamente desnuda frente a él.

De alguna forma no sintió vergüenza por su desnudez al estar bajo la mirada del demonio, con la yema de los dedos acarició la piel aceitunada de la chica que lo miraba expectante.

-Claude – jadeó.

-Quiero observarte – la piel de Rosette se erizaba ante el contacto lento y delicado – Quiero recordar ésta noche con detalle – murmuró

Se detuvo colocando ambas manos en la cintura y la llevó a la cama, una vez allí su boca devoró la dulce y tierna piel de Rosette, ella se retorcía ante las caricias, mientras despeinaba el cabello de Claude.

Así pasaron un largo rato, hasta que ambos no pudieron más y decidieron unirse, ella se aferró a su espalda mientras eran invadidos por el éxtasis del vaivén de caderas acompañado de húmedos, cálidos besos y suaves caricias.

Decidieron entregarse durante gran parte de la noche, de vez en cuando una que otra risa cantarina se escapaba de los labios de Rosette dado a las cosquillas que las caricias de Claude le proporcionaba.

Rosette quedó exhausta, pero se sentía amada, tranquila y mimada en los brazos de aquel demonio odioso que una vez odió y ahora pudo estar segura de que lo ama.

Del otro lado del castillo en uno de los grandes balcones, Daena admiraba la tranquilidad y la belleza de la noche en el Averno. La suave brisa ondeaba su cabello y la falda de su vestido, tenía que hablar con Sckarn, ya se había calmado un poco y ya estaba lista para hablar, agradeció lo mucho que Sckarn la llegó a conocer como para dejarla sola un tiempo para pensar.

Se dio la vuelta para dirigirse a la habitación, camino un buen rato por los largos pasillos llenos de lujos y curiosas antigüedades, las grandes lámparas repletas de velas iluminaban la estancia, el suelo hacía eco debido a los zapatos, además de lo solitario que estaba. El repiqueteo de otras pisadas se hizo presente, segundos después hizo acto de presencia su majestad, la reina Hell.

Al parecer llevaba prisa, por lo que no la detuvo, sólo hizo una ligera reverencia a la que la reina respondió con un asentimiento acompañado de una sonrisa, pero la reina se detuvo un segundo al percibir una extraña energía proveniente de Daena, energía que ocho veces había percibido antes.

La vio alejarse por los pasillos dejando una estela proveniente de aquella energía que desprendía de manera dulce y vibrante. Tenía que hablar con ella cuanto antes. 

__________________________________________________________________

¡Volvi! y con doble actualización

Uffff aqui hace como calor ¿no?

¡Vaya! #Claudette cada vez más juntos ¿No es lindo? yo digo que es muy lindo

Y Daena ¿Que escondes? ¿Que es esa energía?

¿Teorías? 

Dejamelas aqui: _______

En fin, nos leemos en la próxima actualización. Y recuerda siempre que:

#TeQuiero 

ThisEd

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top