Capítulo 22
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And here we......GO!
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La llamada a la muerte es un llamado de amor. La muerte puede ser dulce si la respondemos afirmativamente, si la aceptamos como una de las grandes formas eternas de vida y transformación.
Hermann Hesse
El funeral simbólico de la Duquesa, aquel la líder del Clan de las Rosas por siglos había sido asesinada, cuando Sckarn dio la noticia, varios de los presentes rompieron en llanto, otros quedaron estupefactos, pero todos estuvieron de acuerdo con algo, lamentaban la pérdida con dolor y vacío.
Con flores, velas, cánticos y palabras honorables hacia la difunta líder se hicieron eco en el campo donde fue realizada la ceremonia. Lucifer al final de la ceremonia, dio un paso al frente para dirigirse a los dolientes.
-Como su rey, lamento profundamente la pérdida de Lady Celina Du Vois, era una buena amiga, una buena aliada y siempre deseó lo mejor para ustedes, fue una valiente en sacrificarse. Se ganó mi más sincero y pleno respeto – junto sus manos y enderezó la espalda en señal de autoridad – También, quiero que sepan que son bienvenidos en las soberanas tierras del Averno. Podrán quedarse hasta que el problema se resuelva y con eso, me refiero a que se extermine de una vez por todas – todos estaban atentos y agradecidos con las palabras del rey y éste prosiguió – Asimismo, se debe establecer una nueva autoridad ante el Clan de las Rosas, pero no me corresponde a mi elegirla, estando el clan aquí reunido les dejo esa tarea.
Pasaron unos minutos y hubo un silencio sepulcral en el lugar, sólo se escuchaba el silbar del viento que ondeaba sus cabellos y ropajes.
Erick dio un paso al frente y se dirigió al puesto dónde estaba Luke junto a sus chicas, lo miró sonriente para luego darle un apretón en el brazo para así sorprender a todos hincándose en una rodilla colocando la mano derecha en su pecho.
-Te elijo a ti, Jean Luke Du'prí cómo mi líder, compañero y juro seguirte hasta donde el destino me lo permita – Luke estaba sin palabras, siempre pensó que Erick sería en sucesión si Celina quisiera dejar el mano para dejar a alguien de extrema confianza, Erick era sumamente capaz, conocía que hacer, Luke también, pero como maestro de las avecillas que susurraban en el oído del líder del Clan, pensó que ese sería su tarea.
Fue entonces así como fue sorprendidos por como uno a uno iban siguiendo a Erick en su acto de elección.
Al otro lado del campo divisó a su reciente socio, Neal con Charlotte del brazo, le sonrió y tras un asentimiento, hizo lo mismo.
-Entonces está dicho – intervino el monarca – Luke, acércate.
Cruzó el campo entre las personas hincadas y llegó ante su rey, que al tenerlo en frente hizo una reverencia.
-Su majestad.
-De rodillas – ordenó y Luke acató. Lucifer desenvainó su espada, la misma que le ayudo en la antigua guerra, acercó la hoja al hombro del joven vampiro – Yo, Lucifer Inferno. Rey y soberano de las tierras del Avernos, el que cayó y se levantó, el primer condenado y padre de todo lo sobrenatural, te nombro a ti Jean Luke Du'prí; Líder y protector del Clan de las Rosas, cómo sucesor de Celina Margot Du Vois, que tu liderazgo sea poderoso y próspero, cuentas con la protección de señor feudal y de la familia real y con el apoyo de tu gente – dijo mientras posaba la espada sobre su cabeza y en el otro hombro - ¡Largo sea tu mandato y tu destino!
Todos se colocaron de pie todavía con la mano en el pecho y gritaron al unísono ¡Largo sea tu mandato y tu destino!
-Doy por concluido el acto – anunció Lucifer para después tomar su cetro y dar un golpe al suelo provocando un ligero temblor, se dio la vuelta y retornó al castillo con la reina del brazo.
En el banquete dado después, varios hablaban, bebían y felicitaban a Luke y decían que La Duquesa estaría orgullosa.
Kratos, se había llevado a varias de las chicas de Luke, ellas encantadas de estar con su majestad, habían escuchado tantos rumores sobre el, que tal verlo estaban deseosas de descubrir los trucos del príncipe.
Por otro lado, Sckarn y Claude, estaban reunidos con su padre en la sala sagrada.
-Necesito un informe de la situación – menciona Lucifer recostándose al altar cruzándose de brazos.
-Bien – comenzó Sckarn – Arael fue quien asesinó a Celina, acabamos con varios de sus hombres, pero al parecer siguen llegando nuevos Discípulos.
-El joven D'lourdeth sabe el escondite del bastardo – continuó Claude.
-Muy astuto, ciertamente aprovecha al máximo el potencial que le di, por cierto... - se dirige a Sckarn – Felicidades, tienes a la joven D'lourdeth. Me alegro que Ratko mintiera, siempre tan manipulador y creando caos ¿Planean desposarse?
-Gracias y... no lo sé, espero que sí, no quiero separarme jamás de ella – respondió con una pequeña sonrisa -¿Cómo sigue la búsqueda? – pregunta Sckarn preocupado, desde años han estado en la búsqueda de Ratko.
-En pie, se ha convertido en alguien muy astuto y ha sabido burlarnos, sospecho que ha tenido mucha ayuda, pero lo conseguiremos y... - se le fue la voz y desvió la mirada ya que se refería a matar a su propio hijo – Claude, entonces... una mortal.
Disuadió del tema dedicando la atención en un tema que para Claude, era delicado e incómodo, pero pudo mantener la postura a pesar de la presión e inquisición de la mirada de su padre.
-La señorita Rosette es gran amiga de Lady D'lourdeth, supongo que la seguridad de ella era de gran importancia, además... ella es la tataranieta de Celina Du Vois – ante el comentario en donde nombraba a Daena hizo que Sckarn, a su lado bufara tapándose la boca para evitar una carcajada, pero aun así fue castigado por la mirada furiosa de Claude.
-Claude, sólo recuerda que para estar con ella debe ser una de nosotros – respondió sin creerse la mentira de su hijo – Primera vez que me mientes, hijo, pero supongo que más que todo te mientes a ti mismo – las duras palabras de Lucifer, inquietaron el interior de Claude, pero como siempre se mantuvo firme – Pueden irse, es todo.
Ambos asintieron y salieron del lugar.
-Entonces lo haces por Daena – empezó Claude tratando de tomarle el pelo a su hermano.
-No, no lo hagas – lo detuvo y lo miro apuntándolo con los puñales que eran sus ojos – No seas de idiota como Kratos.
-Claude, está bien que Rosette te guste no debes ocul... - lo interrumpió alejándose a paso apresurado, pero aun así podía escucharlo - ¡Vaya sí que te gusta! – gritó riéndose del arrebato de su joven hermano.
Se fue a su habitación y azotó la puerta a su espalda, pero fue sorprendido por la dulce voz de la dueña de la polémica que ocurrió segundos atrás.
-Claude... ¿Estás bien? – preguntó la chica que estaba sentada en el borde de la cama.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en el banquete – cortó tratando de mantener la calma.
-Daena se fue y pues, ya estaba aburrido – respondió encogiéndose de hombros.
-Claro... esos eventos suelen ser... aburridos – caminó de un lado al otro para tratar de calmarse mientras se pasaba las manos por el cabello - ¿Cómo estás? Ya sabes... por lo de Celina – dándose cuenta de que estaba siendo irracional y Rosette empezaba a pensar que estaba loco, entonces se dedicó a sentarse en el chaise launge frente a la cama, no podía sentarse junto a ella, su corazón le invitaba a muchas cosas.
-Pues... bien – se mordisqueo el labio inferior y Claude tuvo que mirar a otro lado ya que estaba recordando ese beso en el jardín – No conviví con ella para estar alterada, pero lamento mucho que tuvo que sacrificarse.
Claude asintió dentro de su ensoñación.
-Claro – le dio la razón.
Ella desde esa noche no paraba de preguntarse ¿Por qué la había besado? Es decir, siempre se ha mantenido como diría ella "Estirado" le comía la curiosidad por preguntarle, debe tener una razón ¿No?
Lo miraba de reojo y éste estaba distraído con la vista fija en el balcón como una estatua, su pie estaba siendo preso de los nervios, como un tic.
Se armó de valor tomando una larga respiración, era ahora o nunca.
-Claude – le llamó, el volteó - ¿Por qué me besaste? – la mente brillante de Claude, se descolocó, pero se mantuvo inexpresivo.
-¿Por qué? – tenía que hacer algo – No lo sé.
-¿No lo sabes? – el corazón de ella se arrugó como una uva pasa. Extraño, pensó.
-No, no lo sé – se colocó de pie dirigiéndose a la puerta, decidido a irse y evitar cualquier cosa, pero al tomar el pomo, algo lo detuvo. El latido, esos latidos que lo volvían loco, entonces lo supo, era eso que siempre lo invitaba a acercarse - ¿Sabes qué? Yo no lo sé – recalcó dándose la vuelta acercándose a ella y su corazón se desbocó, tenía las mejillas coloradas, los ojos brillantes como si estuviera a punto de llorar más la respiración irregular.
-Ya dijiste eso – respondió amargamente.
-Déjame terminar – precisó – Cómo dije, no lo sé, pero tu corazón sí, es él quién me llama – se acercó un poco más colocando las manos en el colchón quedando a centímetros de su rostro, ella intentó alejarse, pero él lo evitó – No sé cómo explicarte el cómo, pero eso es lo que me hace, me vuelve loco – le fue completamente honesto mirándola directamente a los ojos.
Ella no pudo soportarlo más, era su olor, su voz, su presencia y la cercanía en estos momentos, factores que la hicieron actuar. Envolvió su cuello con sus brazos y juntó sus labios con los de él ofuscando así al joven demonio, que en respuesta se dejó llevar por la chica, dejándole asó el control del momento y sintió así como un enorme peso se libraba de sus hombros, se sintió calmado, libre y bienestar.
Horas después, Daena volvió a entregarse a su precioso demonio quedándose así enredada entre sus brazos y sábanas de seda sobre la alfombra frente a la chimenea con brasas ardientes.
Descansaban ante las llamas, ella se había quedado dormida sobre su pecho que subía y bajaba de manera tranquila debido al sueño de paz después del éxtasis. Daena, en sus sueños, observaba cómo si estuviera allí, era tan vívido, era una noche de tormenta y un fuerte dolor inundaba su zona pélvica, entonces el dolor se detuvo tras romper lo que pensó eran sus entrañas, levantó la vista y una figura de un hombre alto y corpulento estaba de espaldas e inmóvil, desvió la mirada a entre sus piernas dónde un vientre abultado le entorpecía la vista acerca del movimiento que podía sentir entre sus piernas.
Un llanto inundó la habitación, un llanto de bebé ¿Era un parto? De entre las piernas apareció una mujer con las ropas y manos bañadas en sangre ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? ¿Por qué estaba dando a luz? Se preguntaba confundida y asustada.
-Es una niña, mi señor – anunció la mujer mientras envolvía a la criatura en una manta y se la entregaba al hombre que acunó a la pequeña en sus brazos. El hombre se dirigió a la puerta abierta de la oscura habitación que era iluminada por los relámpagos y rayos de la tormenta.
¿A dónde se llevaba a la bebé? Un sentimiento de terror invadió su mente, después una gran tristeza y dolor más allá del que sentía en físico.
¡Devuélveme a mi bebé! Quiso gritar, pero no parecía tener voz.
En el umbral de la puerta el hombre se detuvo y se dio la vuelta, el horror se hizo presente cuando el rostro de aquel hombre era muy parecido al de Sckarn, tenían los mismos ojos y facciones parecidas, la diferencia, la cabellera no eran esos rizos rebeldes que identificaban a su amor.
No, eran ondas perfectamente acomodadas, ropas costosas y después de dedicarle una mirada fría, salió de la habitación con el bebé en brazos que lloraba furiosamente por la necesidad de tener a su madre cerca, pero no fue así, se fue sin mirar atrás
Junto a su salida, entró un hombre con puñal en mano y aprovechándose de la vulnerabilidad en que se encontraba, no pudo defenderse cuando éste clavó la filosa arma en su pecho dándole la muerte. Súbitamente, Daena despertó bañada en sudor y con la respiración agitada y un fuerte dolor en el pecho.
¿Qué había sido eso? Se preguntó colocándose la mano en el pecho tratando de normalizar su respiración, a su espalda Sckarn también despertó.
-¿Qué ocurre? ¿Estás bien? – preguntó preocupado.
-Si... sólo fue una pesadilla – le respondió tratando de quitarle importancia pero el rostro de aquel hombre se había quedado grabado en su mente.
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OMG OMG OMG OMG OMG OMG OMG OMG OH MY GOD
¿Que está pasando? ¿Quién era ese? ¿Quién dio a luz y fue asesinada?
¿Teorías? ¡Quiero leerlas! Esto se pone bueno
¡Espero te esté gustando esta historia! y a mi que me encanta que la leas jajajaja
En fiiiiin... nos leemos en la próxima actualización
Recuerda siempre, siempre, pero mira que SIEMPRE que:
#TeQuiero
ThisEd
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