Capítulo 20

Éstos capítulos se los dedico a mis compatriotas Venezolanos parte del éxodo masivo, que se han tenido que ir de su tierra debido a que en ella se encontraban en peligro de muerte, ya sea por la inseguridad, falta de medicinas e incluso comida, quiero decirles que prontito seremos libres y nos reencontraremos en un caluroso abrazo, se les quiere y ¡Que viva Venezuela libre! #VamosBien #GloriaAlBravoPueblo 

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El camino a la mansión estaba en completa oscuridad, detrás de las cortinas del carruaje. Se habían organizado en caravanas en distintas direcciones para despistar, incluso habían enviado algunos carruajes vacíos.

En el que Daena se encontraba, estaban Sckarn, Claude y Rosette, ésta última trataba con toda sus fuerzas de mantener la compostura, pero en realidad estaba cundida de pánico, lo que había sufrido esos días cautiva por Arael, habían traumado a la joven.

Claude de vez en cuando le dedicaba furtivas miradas sin que ésta se diera cuenta, quería tomar su mano para tranquilizarla ya que su corazón la delataba, estaba muy inquieta, pero solo se dedicó a aplacar su mente que trabajaba a mil por hora, no era el único en ese estado ya que Daena y Sckarn, cuyas personas estaban justo frente a ellos, se encontraban tomados de las manos.

Si el corazón de Daena latiese, estaría igual de desbocado que el de Rosette, en cambio mantenía sujeto con firmeza a Sckarn que se dedicaba a tranquilizarla acariciándole el dorso de la mano con el pulgar, mientras trazaba el plan una y otra vez en su mente.

El plan era simple y preciso.

Organizar el clan para la evacuación. Tomar posición en donde se abrirá el Exodus Portal. Poner a Daena y a los suyos a salvo.

Luego se encargaría de Arael, pero ella debía estar a salvo a toda costa.

Estaban a minutos de llegar a la mansión y algo azotó a lo lejos, dónde estaba el carruaje dónde Neal, Charlotte, Alexandriu y Andrea.

Algo dentro de Daena dio un vuelco y cuando Sckarn la soltó para asomarse a ver al igual que Claude, ella abrió la puerta de su lado y salió del carruaje saliendo disparada.

-¡Daena! – gritó Rosette, pero ya era muy tarde, se había ido.

Sckarn dio la orden de detener el carruaje

-Quédate con Rosette – le ordenó a Claude y salió para buscar a Daena.

Llegó a donde se escuchó el estruendo y el carruaje estaba volcado y el conductor gravemente herido, pero no había rastro de los pasajeros.

En el bosque, Neal escapaba de la lluvia de flechas que un discípulo lanzaba sin parar, otro grupo de ellos estaban sobre las ramas de los árboles apuntándolos con las ballestas cargadas de flechas bendecidas, era una emboscada.

Neal y Charlotte estaban rodeados, Andrea y Alexandriu lograron escapar hacia el otro lado.

A paso apresurado retomaron el camino para escapar, arriesgándose a que los mataran. De regreso se encontraron con Daena que corría en su dirección, pero los discípulos les seguían el paso mientras disparaban.

-¡Daena aléjate de aquí! – le grito su hermano, pero ella lo ignoró, en vez de eso, rompió la manga de su vestido y el brazo empezaba a brillar en un resplandor azul que iluminaba el bosque.

Con el brazo libre, se dispuso a agarrar a su hermana para sacarla de allí, pero esta se tiró al piso arrastrándose mientras que se cubría usando el brillo en su brazo. Los discípulos se detuvieron en seco y como si estuviesen en un trance, cargaron sus ballestas y tras colocarlas bajo sus barbillas después de descubrirse el rostro, mostrando una cicatriz de cruz en sus frentes, hecho esto halaron el gatillo de los dispositivos, y las flechas atravesaron la carne dándoles la muerte inmediata para luego caer sin vida, uno a uno.

-Tienes que enseñarme a hacer eso – dijo Neal sin aliento viendo lo que acababa de pasar frente a sus ojos.

-¡Daena! – Llamó Sckarn al llegar a su encuentro, la subió a sus brazos y la apretó más a su cuerpo – Maldición, Daena. Sí que estás loca.

-Tenía que salvar a mi hermano – susurró refugiándose en su cuello.

-Ya casi es media noche, vámonos – ordenó Sckarn sin soltar a Daena.

-Claro – sintió Neal sobre el hombro de Charlotte que temblaba en sus brazos, pudieron haber muerto esa noche y tenían grandes planes para el futuro.

Rosette no paraba de halarse un pedacito de piel por los nervios, Claude guardaba la compostura –como siempre- hasta que no pudo más y en un arranque la tomó del rostro y cuando estuvo a milímetros de volver a besarla percibió el olor de su hermano justo afuera del carruaje.

¿Por qué quería besarla? porque cuando lo hacía sentía una gran paz, sentía como su bestia interna se apaciguaba, ella apaciguaba las aguas del constante tsunami que el demonio tenía que cargar por el resto de su eternidad.

-Yo iré adelante – dijo Sckarn mientras Neal abría la portezuela y Claude volvía a su lugar y Rosette se encontraba sin aliento, cada vez que Claude la tocaba, le hablaba o la miraba, algo en su interior se agitaba como las alas de colibrí al beber de una amapola.

Se reacomodaron en el interior del carruaje, iban algo más ajustados, pero así llegaron.

El salón subterráneo estaba lleno con varias parejas, sub-clanes y otros en solitario, se miraban entre sí y murmuraban expectantes. Estaban alarmados por el mensaje que recibieron

Hermanos y hermanas, estamos en estado de emergencia. Todo el clan debe reunirse. Ahora. ES DE VIDA O MUERTE.

Andrea y Alexandriu habían logrado llegar a la mansión, en cuando Andrea vio a Neal y Charlotte corrió a abrazarlos.

-Me alegra que estén bien – dijeron casi al unísono y luego se colocaron para escuchar a Sckarn atentamente que se encontraba al frente.

-Los hemos convocado esta noche porque hemos entrado en un estado de emergencia – dijo levantando la voz – Todos estamos en peligro de muerte, por eso en conjunto con el Rey Lucifer, nuestro soberano y mi padre, hemos decidido tomar medidas. Dichas medidas son, convocar una gran evacuación.

-Es por nuestras familias y amados – intervino La Duquesa.

-Se les dará refugio en las tierras del Averno hasta que esto acabe y será entonces que podrán regresar a sus hogares – informó Claude del lado de Rosette.

Sckarn se encontraba dibujando un pentagrama en el suelo con su propia sangre que salía de su mano.

Exodus quam porta onerariarum Alia fenestra fenestram output libero. (Portal de éxodo que transporta, aquí está la otra ventana, ventana de la salida y la libertad.)

Esas eran las palabras que recitaba mientras terminaba con el dibujo, que al cerrar el círculo el dibujo, se incendió abriendo el portal que Lucifer había abierto del otro lado.

-Vayan pasando, por favor – les invitó y uno a uno fueron pasando, igual que en parejas y pequeñas familias.

Así pasó largo rato, en cuanto pasaban al interior, desaparecían entre las llamas.

Un estruendo proveniente de la entrada, hizo eco en las paredes de la vivienda. Todos se alarmaron al percibir el olor del ángel y del agua bendita.

Arael había llegado y aún faltaban comensales por pasar el portal. Presos de la desesperación y ganas de preservar sus vidas empezaron a tratar de pasar el portar a trompicones, se empujaban para tratar de pasar, muchos lo lograban a pesar de los empujones.

Claude le dedicó una mirada a Rosette y luego a La Duquesa que se mantenía del otro lado de la joven.

-Manténgala a salvo – le ordenó y la soltó, iba a retrasar a los cazadores que amenazaban la vida de todos, al igual que el ángel que había llegado dispuesto al exterminio.

-¡Claude! – llamó Rosette y el se dio la vuelta – Vuelve conmigo, por favor – le dijo con el corazón en la mano y el lo pudo sentir en medio del desastre y le respondió con un leve asentimiento para irse a velocidad.

Sckarn hizo lo mismo con Neal para que cuidara a Daena, sólo que éste antes de irse acunó su rostro para darle un beso profundo y lleno de promesas por cumplir, promesa de que estarían juntos para siempre, promesa de que no importa cuán lejos llegasen a estar, siempre volverían a estar juntos.

-No, por favor, no me dejes – rogó Daena sujeta en sus brazos.

El lugar estaba casi vacío dado a la masiva transportación de los que hace minutos llenaban la sala. Tenía que salvarla, tenía que protegerla.

-Vas a odiarme por esto, mi amor – susurró mientras la mantenía sujeta del rostro, ella lo miró confundida, pero entonces él la miró profundamente y dijo - Dormit (duerme) – ella sintió un peso en sus parpados obligándola a cerrarlos, cayendo en un profundo sueño, Neal la tomó en brazos y se dirigieron al portal.

Al llegar para ayudar a Claude, que ya había acabado con varios, que tenía uno que otro rasguño. Envainó su preciada espada y empezó el ataque.

Sangre, tripas y miembros eran cortados al igual que los corazones eran extirpados.

-¿Dónde está Arael? – preguntó Sckarn una vez terminaron, estaban manchados de sangre al igual que las paredes y decoraciones del lugar, ni hablar de la cosas destruidas.

-No lo sé, pero está cerca – respondió debido a la molestia de la cicatriz en su espalda provocada por el ángel siglos atrás.

Las ventanas estallaron y junto a los vidrios hechos añicos hizo su aparición el ángel, estaba con las alas desplegadas e imponía gran respeto y presencia.

Los hermanos sostuvieron una mirada y recordaron el plan, todavía no era hora de acabar con el ángel, no estaban equipados para eso, así que se decidieron por huir.

Arael volaba a toda velocidad detrás de ellos mientras envainaba sus dagas doradas, al llegar al salón sólo quedaba Rosette que era sujetada por La Duquesa.

-¡Entren al portal! – ordenó Claude mientras corría a toda velocidad.

-¡No me voy sin ti! – Replicó Rosette mientras forcejeaba el agarre de su tatarabuela - ¡Suéltame!

-No, vamos – le dijo halándola para entrar al portal, pero la chica logró soltarse. Arael desvió su ataque de los demonios, para así acabar con lo que se había convertido sin querer en lo más preciado para Claude, la joven humana Rosette.

Sobrevoló sobre ella y cuando iba a acabar con ella, La Duquesa la empujó recibiendo ella el ataque. Claude tomó a Rosette y a gran velocidad cruzaron el portal seguidos de Sckarn.

Arael había asesinado a quien una vez amo tanto, o quizás seguía haciéndolo a pesar de haberse convertido en que era ahora, bajó al suelto y envolvió en sus brazos a la mujer que agonizaba con las dagas clavadas en su pecho.

-Oh, Celina... - susurró Arael limpiando la lagrima que se había escapado al ver a la última de su familia escapar, había logrado salvar a su familia así fuera hasta su último aliento - ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te sacrificaste? ¿Por qué, mi amor?

Celina había sido la única mujer a la que Arael había amado en toda su existencia y ahora ésta agonizaba en sus brazos debido a sus actos.

-Por la familia –respondió en un hilo de voz ahogado y en los brazos de su único amor, murió la líderdel Clan de las Rosas

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¿Infartos? Quizás ese chiste hubiera servido el 14, peeeeero ¡Ya que! 

¿Daena estará molesta con Sckarn? por cierto ¡Que viva #Sckaena ! y ahora se les une #Claudette

¡Son una ternura! 

Pero bueno, también lamentamos la pérdida de La Duquesa :( #QueLaFuerzaEsteContigo 

¡Quiero leerte! 

y recuerda siempre, pero siempre que: 

#TeQuiero

ThisEd

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