Rescate
RESCATE
En la sala de la casa hay una discusión entre Horacio y sus compinches.
—¡La mató!—Exclamó el cómplice, poniéndose a pensar en su destino, si no hace, lo que Horacio le pida.
—No puedo dejar cabos sueltos y ella lo era. Tarde o temprano iba a terminar igual, ya me estaba aburriendo.
—Mejor así, ya me había visto en el hotel y ahora acá, no puedo permitir que me delate ni que me asocien contigo. —Comentó con alivio, el segundo cómplice.
—No te preocupes mas, ¡ya esta muerta!, después usted señor, me ayuda a esconder el cuerpo.
—Como diga jefe.
—Entonces, yo regresare al hotel, me llamas cuando tengas todo solucionado.
Horacio la creyó muerta por eso estaba sola en la habitación, el dolor era insoportable en su cuerpo, respirar se le hacia tan difícil, la cabeza le estallaba. Solo podía abrir un ojo, necesitaba pedir ayuda.
Con mucho esfuerzo saco de su pantalón el celular, marco un numero de llamada rápida, pero estaba incomunicado el celular que llamaba, intento con otro numero y cuando fue contestada solo dijo llorando y muy débil:
—Ayudame, por favor. Necesito ayuda, me muero.....
....
Sloan se frotaba el cuello cansado de estar todo el día viendo videos de seguridad, cuando Alexandra exclamo
—Ahí está, al fin te veo.—todos voltearon a ver su pantalla, en ella aparece una mujer rubia atravesando el vestíbulo y entrando a la oficina de Vanesa, ya muy tarde en la noche.—¿Dónde esta la grabación de esa oficina?.
—Aquí.—responde Patrick.
—¡Lo ven! Revisa los cajones, pero parece que no encuentra nada. ¡Miren! esta saliendo.
—Y ¿ahora que? —Pregunta Sloan.
—La oficina de su esposa, de Ana y Marina —contesta Alexandra.
—Claro. ¡Aquí esta!. Le ves, revisa el cajón de Ana, saca copias y las vuelve a poner en su puesto, diablo ¡que mujer! Si no fuera por ella, se hubiera pasado por alto, todo esto.
—Patrick llama al hotel, habla con Ana y preguntale si se acuerda, ¿en que fecha fue la segunda vez, que se dio cuenta de la intrusión en su cajón?. —Ordena Sloan.
—¡Demonios! Se murió la batería del celular. —
Exclama frustrado, el ayudante.
—Ahí hay un cargador, ¡conectalo!.
—Mira no hay necesidad de llamar.—Todos voltean a ver la pantalla de Patrick.
—¡Con un demonios!. ¿No es ese, el maldito auto verde que buscamos?. —Pregunto Sloan.
—Si. tiene los golpes y el farol dañado. Todo esta conectado, el robo, el accidente y lo del sabotaje, posiblemente también.
Suena el intercomunicador. —Alexandra es para ti —Dice Gael.
—Si, aquí Alexandra. Hmm, no salió del país. ¿Estás segura?, bien te debo una.—colgó el teléfono.—Bien señores nuevos datos....
Y antes de terminar su frase, suceden tres cosas a la vez....
En pantalla la mujer se quita la peluca y muestra la cara el personaje.
Noni entra a la oficina muy histérica, buscando al escocés.
—¡Sloan! Tienes que salvarla, está en peligro.
—Noni, ¿Quién esta en peligro?. —Pregunta el aludido, quien se alerta ante sorpresiva entrada de la mujer demandado su atención.
Y al mismo tiempo suena el celular de Alexandra.
—Ayudame, por favor. Necesito ayuda, me muero.....
Alexandra mira a Noni, apretando fuertemente el teléfono.
—¡Es Ana! Dios mío es Ana.—Confirma Noni.
Alexandra reacciona rápido calmando a la joven en el teléfono y todos salen a sus autos.
—Ana, voy en tu ayuda. Puedes decirme, ¿dónde te encuentras?
—Él todavía esta aquí, cree que estoy muerta.
—¿Quién esta ahí?.
—Horacio y dos personas más. Estoy en su casa a las afuera de la ciudad. ¡Dios! me duele todo, no...no puedo..resp.. respirar. —Se le escucha con mucha dificultad.
—Aguanta Ana, ya vamos en camino. —Tapa su teléfono y habla con Patrick, que va al volante —Esta muy mal, y ese hombre, esta ahí. No podemos poner más en peligro, la vida de ella.—Ve como su compañero aprieta fuertemente el volante.—Ana,¿Sigues conmigo?....Ana...¡Ana!. Maldita sea, Patrick, no contesta. Corre, ve mas deprisa.
Suena la radio del carro. —Alexandra, Patrick, contesten.
—Si jefe, aquí Alexandra.
—Vamos detrás de ustedes, la dirección de Horacio es ésta...—El escocés se las dicta.—Si la tenemos, Ana no me responde, pero me alcanzó a decir, que ese hombre esta ahí con dos personas más y que la cree muerta. Necesito preservar su vida, jefe. Lleguemos a un punto y coordinemos la operación.
—Correcto.
.....
En las afuera de la casa de Horacio, cinco policías coordinan como entrar, arrestar y proteger a un inocente.
—Ya llame a la doctora Diana, para que envíe una ambulancia muy discreta, no quiero alertar a ese hombre.—Comenta Sloan.
—Bien jefe. Entonces, ¿estamos todos listos?.—intervino Alexandra.
Se escuchó un coro de si y se disponen hacer cada uno, su parte.
Alexandra detiene a Patrick.
—Estamos bien, ¿verdad?.
Él voltea a verla con una mirada tan intensa como oscura.
—Si. Haré mi parte, y después la tomaré y me iré con ella hasta el hospital.
—Entendido. Bien, ahora a patear culos.
Encontraron una puerta por la parte de atrás y entraron a la casa, detienen a un desprevenido Horacio y a un solo compinche, todo en absoluta calma y rapidez. Sólo un poco de forcejeo que fue controlado, efectivamente.
Kieran y Gael se llevaron a los dos hombres al carro y se quedaron con ellos, mientras autorizan a los paramedicos de la ambulacia junto con la doctora Diana, a entrar.
En la habitacion Sloan y Alexandra encuentran a Patrick, que frenetico le da masaje cardio-respiratorio a Ana.
—Maldita sea, no Ana, ¡no! —Sloan exclama.
Entran los paramedicos y Diana.
—Hazme espacio muchacho, nosotros seguimos.— Patrick levanta la mirada todo confuso al escuchar la voz de Diana y le cede el puesto.
El minuto que pasó, fue critico, hasta estabilizarla. Fue llevada a la ambulacia en camilla, seguida de Patrick.
Ya había trasladado a los delincuentes a la central.
.....
Todo ha quedado a la perfección y está listo para su uso.
—Bueno mis chicas preferidas, sólo falta que les avise, que vamos en camino para organizar lo que falta.
—No te preocupes, me llamas y lo preparo.—contesta Bree.
—Nuevamente gracias.
Breenan, Marina, la bebé y Chase le dan el último visto bueno, cuando Chase recibe una llamada.
—¿Todavía está contigo Brenna?—Pregunta el escocés.
—Si. Aún no hemos salido, ¿quieres que te la pase?.
—Marina, ¿también está ahí?.
—Si. ¿Qué pasa?.
—Puedes llevarlas a donde Noni, esta muy alterada.
—No hay problema. Nuevamente pregunto, ¿qué pasa Sloan?. —al pronunciar el nombre de su esposo Bree se interesa en la llamada.
—Pasamelo.—y toma el teléfono en sus manos — Ahora dime, ¿qué no le dices a Chase?.
—Mi amor, necesito que vayan a ver a Noni.
—Es algo grave y no me lo quieres decir.
—Si. Es Ana, mi amor, ella está ahora mismo en el hospital.
—¡No!. Pero, ¿va a estar bien?. —solloza Bree.
—Espero que si. Ahora, ¿puedes ir a ver a Noni?.
—De acuerdo. —Y le pasa el teléfono a Chase.
—Ya las llevo a ver a Noni.
—Te agradezco mucho. Sé que es mucho pedir, pero, ¿te puedes quedar, a acompañarlas?.
—Si. ¿Fue muy grave?.
—Si, lo fue. Ahora ella está en la sala de operaciones, la doctora Diana la está tratando.
—Bien, las llevo con Noni. Cualquier cosa te comunicas nuevamente conmigo.
....
Alexandra encuentra a Patrick dando vuelta desesperado en la sala de espera y por enesima vez pregunta a la enfermera por la muchacha.
—Señor, espere por favor, que la doctora salga y dé su parte medica.
—Pero eso ya me lo dijo hace una hora.
—Y no puedo decirle más, esté tranquilo, esto siempre toma tiempo. La doctora Diana saldrá a hablar con usted.
—Disculpeme. —se rasca la cabeza frustrado.
—Calmate amigo, todo va a salir muy bien, tu amor va a estar bien.
—¿Mi amor?, ¿de qué hablas?.
—Patrick, te conozco desde hace tiempo y es la primera vez que te veo en ese estado. ¡Has caído! y muy fuerte.
—No. Eso no es cierto. Pero, ¿de qué hablas tú?
—Te conozco, sabes que te conozco muy bien y por ello me atrev....
—El hecho de que nos hayamos acostado, no te hace conocerme, ni que debas meterte en mi vida. Sabes desde el principio lo que teníamos, que cuando nuestros cuerpos necesitaba de alivio, follabamos —Alexandra torció su boca en un gesto dolido.
—Cierto,....este... —Carraspea en su garganta y logra recomponerse. —Ya fue informada la madre de Ana, ya está por llegar Griselda.
—Alexandra...
—Tengo que ir a la estación, sólo pasaba para saber que estabas bien y por la salud de la Joven, nos veremos en otro momento.—Empieza a caminar hasta la salida.
—Puedes decirle a Sloan, que yo quiero llevar los interrogatorios.
Se gira a verlo.—Puedes hacerlo tú.— y sigue caminando bajo a la atenta mirada de él.
—¡Maldita sea!.
Llega en esos momento una mujer que Patrick había visto antes en el hotel, la madre de Ana.
—Señora Griselda, soy el detective O'Neal, rescatamos a su hija y la trasladamos hasta acá.
—¿Qué fue lo que pasó?.
—Cuando se recupere lo sabremos, estoy esperando que salga Diana para que nos informe.
—Dios estoy tan asustada, es mi única hija y no se que haré, si le pasa algo.—se sentó en una silla desocupada, cuando sus piernas le fallaron y se tapó la cara con sus manos.
—Su hija es muy valiente, aguantó a que llegáramos.
—¿Cómo así?. —levantó su rostro de las manos para verlo atentamente.
—Cuando llegué a ella, me habló y después se desmayó.
—¡Dios mío! Lo que tuvo que pasar. Y, ¿qué le dijo?.
—Viniste por mi...
—Ay señor, ¿por qué? ¿por qué a mi niña? ¿qué hacia ahí?.—Tantas preguntas, rondando en su cabeza, mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.
—No se preocupe, lo vamos a averiguar.
—Gracias ayudante O'Neal.
—De nada, ¿quiere un café?. Va a tardar algo la espera.
—No. Le agradezco, pero no quiero nada.
Patrick camino hacia ella y se agacha hasta quedar a su altura.
—Deber tomar algo, porque cuando su hija salga la va a necesitar y mucho. Va a mostrar fortaleza y un poco de ternura, usted es lo único que tiene y de usted va a aferrarse, no lo olvide.
—No lo hago.
—Bien, le traeré ese café. —Se levanta y sale con rumbo a la cafetería.
No debe ser así, ¿por qué? ¿por qué se ha torcido todo?. ¿quién es este hombre?, ¿es parte del plan?....Ana.....ay Ana, eres un daño no previsto, no debió ser así, nunca así y como duele......
...
—¿Más calmada Noni?. Bien, aceptame por favor, este té.— Bree le da una taza en sus manos —¿Qué fue lo que pasó?.
—Aún no lo sabemos cariño. — contesta triste Marina y mirando a Noni le pregunta. —¿sabes algo?. Porque si es así, dímelo.
Noni suspira profundamente. — Sólo lo presentí, ¡Ay Dios!. Vi formar su nombre y un frío me entró a los huesos que me asusté tanto, si sólo lo hubiera podido evitar.
—¿Cómo madrina?. Tú hiciste suficiente, la rescataron y ya está en manos de los doctores.
—No. No hice nada. — Suelta la taza en la mesilla y se abraza a si misma. —Chase se acerca y la abraza transmitiendole calor y reconfortandola.
—Noni, terminate el café. Yo me quedaré contigo toda la noche y estaremos pendiente de Ana.
—Ay mi niño, como te has ganado mi cariño, gracias.
—Pero también te puedo llevar al hospital.
—Lo dicho, eres un tesoro.
—Al hospital, ¿Por qué? ¿te encuentras mal, madrina?.
—¡Adam!. - Se sorprende Noni.
—¡No te has enterado!.— hablaron al tiempo, Brenna y Marina.
—¿De qué me debo enterar?.
—No sabemos exactamente que pasó, Ana está en el hospital. Sloan no me explicó todo, pero sé que es grave.
—¡Dios!. -Adam se pasa la mano por la frente, en un gesto nervioso. —Debemos ir hasta allá.
Adam se dispuso a salir pero se detuvo.—Noni, ¿Vienes?
—No mi rey. Esperaré noticias suyas. Vayan tranquilos, yo me quedaré con Alaina.
—Yo me quedaré aquí con Noni y Alaina, esperaremos noticias y si algo necesitan no, dudes en llamarme — Chase se acerca hasta a Adam—Noni está muy alterada y no pienso dejarla sola.— murmuró despacio.
—Gracias amigo. Bien, ¿quién viene conmigo?.
...
—Este desgraciado no quiere hablar, sabe que la tiene de perder y así, no suelta prenda.— dice un molesto Sloan.
—Ya sabemos, ¿quién es este hombre?
—Si Alexandra. Es Clayton McLuhan, — le muestra un folio policiaco. — este hombre tiene un listado de delitos menores. Puedes creer, que ha tenido más visitas a las rejas, que yo al supermercado.
—Vaya joyita la que tenemos aquí, ¿qué negocios se trae con el señor Aritz?.
—Lo vamos a averiguar, cuando empiece de lleno los interrogatorios.
—Hablando de interrogatorios, Patrick te pide que le dejes llevarlos a cabo.
—Hmmm. ¿Él tiene alguna relación con la Joven Ana?
—Eso debes hablarlo con él. Ahora, ¿qué piensas hacer con ellos?
—Dejarlos que se preocupen por esta noche, ya mañana es otro día. Tal vez me piense dejar a Patrick los interrogatorios, porque si me pongo al frente de ese hombre, no se si me pueda contener.— Soltó el aliento para controlarse.— Yo me voy al hospital para tener información sobre la chica, ¿vienes conmigo?.
—No jefe. Ya pasé por allá y no había salido Ana del quirófano, ¿me informas tú?.
—Lo haré, defiende el fuerte.
— Hecho.
...
En el hospital......
Adam y las chicas tenían ya rato acompañando a Griselda, cuando Sloan llega. Este ve a su ayudante y a Adam charlando en una esquina y es saludado por él, con un asentamiento de cabeza.
Brenna le sostiene la mano a una Griselda angustiada, con los ojos rojos y seco de tanto llorar y es hasta ahí que llega y se pone a la altura de ellas.
—¿Saben algo ya?.
— No mi amor. Aún no sale de cirugía.
—Griselda, ¿desea tomar algo? ¿tal vez un té, refresco o un café?.
—Gracias escocés. Pero ya los chicos me han atendido bien.
—Ya verás, que pronto saldrán a decirnos, que salió bien del todo—ella asiente y Sloan voltea hacia su esposa—Alaina ¿se quedó con Noni?.
—Y con Chase, dijo que se quedaría con ellas toda la noche.
—¿Seguía muy alterada Noni?.
—Ya estaba más tranquila.
—Me alegro. No quiero volver a ver a Noni tan alterada como esta noche, me asusto de veras y, ¿Marina?.
—Adam la mando a descansar, mañana tiene turno a primera hora y le dijo que la mantendría informada. Ay la pobre se molestó pero lo entendió, quería estar aquí con nosotros.
La doctora Diana sale exhausta con dos colegas una hora más tarde, ve a Patrick y lo saluda con un gesto.
—Griselda. — Es llamada por Diana.
—Doctora Diana. —Se levantó de la silla y camino hasta los doctores seguida de Patrick, Adam, Sloan y Brenna.
—Lo primero, es que todo salió bien y Ana está fuera de peligro. Ahora está en la sala de recuperación y cuando no necesite revisión constante, la pasaremos a un cuarto privado. — El suspiro de Griselda fue audible.
—¿Puedo pasar a verla?.
—En estos momento no será posible, aún está sedada, cuando despierte le avisaremos — Le respondió uno de los galenos que estaba con Diana.
—¿Qué tan grave fue su situación?—Patrick interviene.
El jefe de cirugía tomó la palabra. — La paciente llegó con un cuadro de golpes y contusiones en todo su cuerpo, un hematoma en la parte izquierda de su cabeza, dos costillas fracturadas, que poco tuvo para perforarle un pulmón. Se le comprometió el bazo, lo cual la llevó a tener una hemorragia interna, que tratamos a tiempo, perdió mucha sangre y le dimos transfusiones de sangre O positivo. Todos los golpes los recibió en su estómago y en las piernas, pero en general la paciente salió bien de cirugía, ¿alguna pregunta para despejar sus dudas?.
—¿Perdió el bazo?.
—Si, Griselda. Quedó muy comprometido —contestó Diana.
—¿Durará mucho su recuperación? — Sloan pregunta, después de mirar a su ayudante y este asentir en una muda conversación entre ellos.
—Será larga y lenta. Estará con nosotros un tiempo para su ver su progreso, pero si ustedes necesitan interrogarla, puede ser cuando despierte y veamos que esté en condición y no cansarla mucho.
—Agradezco su compresión. — Y dirigiéndose a Griselda. — ¿Nos permites verla? Es de vital importancia.
—¿Señora? — Patrick la mira intensa y ella asiente a su pedido silencioso.
—Si. Si pueden pasarla a ver, necesito que la persona que le hizo daño quede en la cárcel. Hijo, — dijo mirando a Patrick — por favor sé gentil y logra que diga todo, absolutamente todo — Griselda suelta el llanto y Patrick la abraza.
—Haré que diga todo y saldrá las cosas bien. — Patrick le da un beso en la frente y le entrega un pañuelo para secarse las lágrimas. Respira lentamente a continuación — Doctora Diana, por favor, nos avisa cuando sea prudente que la veamos.
—Así se hará
...
Ha nacido un nuevo día en la ciudad y ha encontrado a Griselda, a Sloan y a Patrick en el hospital esperando poder pasar a ver a Ana.
Adam y Brenna se fueron en medio de la madrugada, a la cabaña de Noni, donde Adam la dejó para dirigirse al hotel y poder coordinar los cambios de turno y llenar el hueco que Ana dejará en el tiempo de su convalecencia.
En el hospital....
Diana les permite pasar a ver a su paciente.
Griselda entra primero y sonríe al ver a su hija despierta y viva.
— ¿Mamá?.
—Si mi amor, aquí estoy contigo. —besa su frente —No me moveré de aquí, pero en estos momentos necesito que veas, al jefe y su ayudante.
—Si que pasen, necesito hablarles.
En el hotel....
Vanesa regresa de su viaje sin tener idea de lo acontecido en la noche, sube a su suite y cuando posiciona la llave la puerta se abre para darle salida a una mujer que había visto antes en otro hotel.
—¡Tú!.
—Nos encontramos de nuevo, ¡bien! que pases un bonito día. — y suelta un risita cínica y camina rumbo al ascensor." jaja mi buena obra del día".
Vanesa se queda sin respiración, no lo puede creer, no de nuevo. Como el destino se burla de ella, ilusionandose de nuevo y devolverle una bofetada.
«Entonces me avisas cuando la mujer llegue».
¡Maldito desgraciado!.
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