La verdad parte I


LA VERDAD PARTE I


Raquel Williams, es requerida en la central de Policía.

Adam, Vanesa y Marina no entendían que había sucedido frente a ellos.

—¿Qué ella tiene que ver con lo que le sucedió a Ana?.

—Parece que eso es, Marina. Voy a la central a informarme, tú quédate aquí. — señaló a Marina — Y tú busca a Chase, lo dejé en el cuarto de servicio.

—No, él ya no está ahí. Lo vi subir hace tiempo a tu suite.

—Gracias nena, y a ti también Adam — la joven se dirigió al ascensor.

...

—Ya está aquí el abogado de Aritz, jefe Sloan —Le indica una joven a los tres policías que se encuentran reunidos en la oficina.

—Bien, que empiecen los interrogatorios, ¿ya tienen todo listo?.

—Si señor.

—Si, Sloan.

—Perfecto. Alexandra, búscame en el laboratorio las conclusiones a los análisis que se hicieron, todos.

—Si señor.

—Vamos.

...

Vanesa entra en la suite dispuesta a escuchar a Chase, escuchar su versión y pedirle disculpas. Necesitaba decirle que todo lo que le dijo antes fue producto de la rabia.

Lo primero que hace es entrar a su cuarto para refrescarse y en su cómoda encuentra una solitaria rosa amarilla encima de un sobre, toma la Rosa y la aspira, al abrir el sobre cae un objeto metálico algo plano en la alfombra al que no le presta atención y se dispone a leer...

VANESA,

Siento de veras no poder ser ese hombre que te haría feliz, como era mi deseo, sino el causante de tus desdichas. Perdóname por no ser lo que tú mereces y aceptó que tuve la culpa en el pasado y que este me haya alcanzado para explotarme en la cara, por los malos ratos que te hice pasar.

Intenté ganarme tu amor, pero la balanza de la vida, dio más para los tratos injustos que te di (ya me disculpe por ello), quiero que seas feliz, y si al irme de tu vida lo consigues, entonces te daré el camino libre. Te escribí hace tiempo que tu eras dueña de mi destino, ya elegiste, pero al menos me llevo el recuerdo de los bellos momentos que pase a tu lado, con ello viviré, ahora mismo necesito alejarme para mitigar este dolor.

¿Cómo puedo darle a entender a mi corazón que ya no estarás a mi lado?, ¿cómo puedo darle  la razón a esa balanza?, si he perdido la oportunidad de estar contigo. Sólo puedo decirte una sola cosa ¡TE AMO!, prefiero estar contigo, pero tú has elegido que estarás mejor sin mi y lo lamento profundamente.....

                                      CHASE.

No, no, ¡no! era su único pensamiento. Salió corriendo al otro cuarto, para encontrarlo vacío, totalmente desprovisto de su presencia. Fue a la cómoda de su ropa, ya no estaba ni su computadora, estaba todo en su puesto y limpio, se había ido como ella se lo había pedido. Le dio vueltas al cuarto asimilando su partida, lo único que encontró fuera de lugar es un papel arrugado en la papelera de basura, lo toma y lo abre para leer unas líneas que le partieron el corazón. Se cayó al suelo debido al dolor en el, leía y releía el contenido de esa hoja, mientras sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.

—¡Dios mío! .

De momento se acordó de algo que sintió caer en su habitación, se limpió los ojos y caminó hasta su cuarto.

...

En la central Patrick y Sloan entran a la primera sala donde se encuentra Horacio y el abogado, se le ve a Aritz reacio con su abogado.

—Buenas, soy el jefe Sloan y mi compañero es el ayudante O'Neal. Podemos empezar,—prende la grabadora— ¿ha entendido todos sus derechos?.

—Si.—responde Horacio, en un tono molesto.

—¿Su nombre es Horacio Aritz?.

—Si.

—¿Trabaja en el Galway Bay Hotel?

—Si.

—Tengo información de un viaje de trabajo que usted realizó a nueva York.

—Si, realice un negociación en New Jersey con una firma de arquitectos y regrese ayer.

—Pensaba, ¿reportarse con Adam Quinn?—Pregunta Patrick y ve momentáneamente un gesto de desagrado en Horacio.

—Bueno esa era mi intención, pero ya ven, estoy aquí.

—Entonces, ¿usted no está enterado de los sucesos que han sucedido en su ausencia?.

—No, como podría.

Pero que descaro, muy tranquilo como si no hubiera matado ni una mosca. — Pensaba Patrick.

—Señor Aritz, ¿cuántos carros tiene usted que son de su propiedad?

—Tengo solamente uno. Un wolwagen jetta de color negro.

—Y un utilitario de color verde, ¿no es también de su propiedad?.

—No. ¿Debo saber de el?.

—Bien, ¿me puede decir en que fecha salió del país y en que medio?

El abogado interrumpe el interrogatorio, esta confuso con las preguntas que realizan a su defendido.

—Un momento señor O'Neal, me puede decir los cargos que le imputan a mi cliente. ¿Porque necesitan saber su fecha de salida?.

—Resistencia al arresto, intentó de asesinato, robo y concierto para un secuestro.

—Un momento, yo no he cometido ningún crimen, abogado haga algo, para eso le pagó.

—Detective, jefe, de estos cargo no se me había informado, ¿en qué se basan?—patrick va anotando lo hablado y separa un folio con una hoja adentro, tachando su contenido.

—Necesitamos saber la fecha de salida para confirmar coartadas, por los sucesos que sucedieron en su supuesta ausencia —responde Patrick —Tengo sed, ¿Desea tomar algo, señor Aritz? ¿desean agua o soda?

—Para mi una agua y, ¿para usted señor Aritz?.

—Un agua con gas estaría bien.

—¿Sloan?.

—Nada, gracias.

—Está bien. —presióna el  intercomunicador. —Merlina nos puede traer dos agua solas y una agua con gas, por favor.

—Si señor.

— Continuemos,  por favor, responda a la pregunta.

—Hace dos meses a partir de hoy, tome un avión en la capital.

—Correcto, ¿Es posible que estas negociaciones tomaron tanto tiempo?.

—Si. Estaba con la firma de arquitectos y los distribuidores de los materiales.—Horacio se acomoda en su silla, su rostro apacible, sintiéndose en una charla banal y no en un interrogatorio. — Buscaba que empezaran pronto con el proyecto y ya está todo listo.

—¿Es cierto eso?.

—Si.

—Pero yo, —revisa Sloan los folios— tengo entendido que el señor Quinn, no podía comunicarse con la firma, ni con usted, y según las revisiones que le dio a sus informes encontró unas inconsistencias en los precios, y en la calidad de los materiales.

—¡Eso no es cierto!.

— Si es cierto. — Abrió el folio y se los mostró. —Aquí está el resultado de esa investigación, su abogado se pudo contactar en Estados Unidos con la firma y no tenían ningún contrato estipulado con ellos, así que, ¿quién es su contacto en esa firma señor Aritz?, porque esto pinta a un robo. —Merlina entra con las bebidas y Horacio aprovecha tomando su agua con gas para tener más tiempo para dar la respuesta.

—Yo no se nada de eso. Yo estaba en New Jersey con Williams mi contacto y me dijo que todo marchaba a la perfección.

—Su contacto, ¿cómo podemos comunicarnos con él?.

—Con ella, es Raquel Williams.

—Anotado. Continuemos, me puede explicar, ¿Por qué encontramos unas fotos de Adam Quinn en su casa, totalmente apuñaladas? ¿Tiene algo en contra de Quinn?.

—No. No sé de qué me habla.

—¿No?, no lo sabe.

—¡No!

—Tiene usted, ¿algún conocimiento sobre la caja fuerte en la oficina del señor Quinn en el hotel?.

—No.

—Otra vez no. —interviene Patrick— Entonces corrijame si me equivoco, usted entro a la oficina de Adam un día y le dijo, —Patrick abrió el folio y lo leyó— que lugar más inverosímil para una caja fuerte.

—No recuerdo.

— ¿No recuerda o no lo hizo?—Horacio tomó otro sorbo de su bebida.

—Está bien. Ya recordé ese día, si, eso fue lo que dije.

—En el hotel hubo una serie de incursiones por la noche, en  una se produjo un robo en la caja fuerte de Quinn, se sustrajeron dinero en efectivo, bonos y títulos propiedad del señor Adam, ¿sabe algo sobre ello? — Toma un trago largo de su vaso, antes de contestar.

—No.

—En otra incursión se sustrajeron papeles de la oficina de la secretarias y claves de seguridad, para posteriormente ser utilizado en sabotaje corporativo.

Horacio estaba muy incómodo y se estiraba el cuello de la camisa.

—¿Puedo tomar otro vaso?. De agua, por favor.

—Claro no hay problema. — Usa el intercomunicador — Merlina, por favor, me puede traer otro vaso de agua. — Hecho el pedido, se dirige a Aritz. — ¿Sabe algo, sobre eso?.

—No. No se nada, acabó de regresar del exterior—Merlina, entra con el vaso de agua.

—Se puede llevar este, por favor. — Con un guante toma el vaso, lo guarda en una bolsa para evidencias y se lo entrega a Merlina junto con el folio apartado—Se lo entrega a Alexandra.

—¿Es eso legal abogado? — Pregunta asustado.

—Si lo es. Están comprobando sus huellas.

—Sigamos señor Aritz, ¿tiene algún conocimiento sobre el accidente de tráfico que sufrió la socia de Adam?, la señorita Vanesa Smith. — Continuó con su interrogatorio Patrick.

—Ya le dije que no. —respondió exaltado Horacio.

...

Vanesa encuentra después de mucho buscar, casi escondido, en la esquina de su alfombra el objeto metálico que sintió caer.

Una llave.....

y sale corriendo de su suite, al llegar a la recepción tropieza con Noni.

—Mi reina.

—Noni, ¿ya te encuentras mejor?.

—Si. Gracias por preguntar, sino fuera por tu hombre, no sé como hubiera pasado la noche.

—¡Dios! Me voy Noni, tengo que buscarlo.

—Todo va a resolverse, él te ama muchísimo.

—Pero se fue, y necesito encontrarlo.

Noni la mira fijamente. — Aún no se ha ido muy lejos, ¡Alcanzalo!— dice misteriosamente.

Vanesa le da un beso en la frente. — Gracias Noni, te quiero.

—Mi niña, yo también.

Y se va mientras Noni  y Marina quien se une en ese momento con ella, la miran con idéntica fascinación.

—Todo se resolverá, ya lo veras.—dice muy contenta Marina.

—Lo sé mi niña, el destino está en su lugar y todo se está resolviendo. ¡Bien! ¿lista para irnos a ver a Ana?.

—Si Tía.

...

Chase está sentado en la sala muy cabizbajo, tenía en su mano la sortija que había elegido para Vane, le daba vuelta en sus manos.

Recordaba como la mujer de la joyería había llegado hasta el hotel, y con las indicaciones que le había dado sobre la personalidad de Vanesa, encontró el anillo perfecto.

Y ahora no tenía ninguna importancia, todo se acabó ya no quería seguir intentando, Vanesa le daba más importancia al pasado, pesaba más para ella, como le había escrito en esas líneas, deseaba poner suficiente distancia para poder mitigar el dolor que sentía.

Le dejaría todo lo que había hecho en ese lugar junto a la sortija.

En ese momento soltó las riendas de su dolor....

...

En la central llega Adam para preguntar por lo sucedido en el hotel y se encuentra con Alexandra.

—Detective.

—Señor Quinn.

—Por favor, ¿qué le dije?. Llámeme Adam.

—Bien Adam, ¿en qué puedo servirle?

—En el hotel un huésped fue arrestado y traído hasta aquí, ¿puedo saber que cargos tiene?.

—¿Raquel Williams?

—Si, ella misma.

—Es un cómplice de Horacio Aritz.

—Entiendo.

—No estoy segura de hasta que grado sean cómplice, lo estamos averiguando. — Merlina llega con unos papeles del laboratorio.— Gracias Merlina, ¿ya tenemos los resultados en las huellas de la detenida?.

—Confirmada.

—¡Excelente! Ya son dos confirmaciones. Adam sigueme, pero debes quédarte afuera.

Alexandra entró al cuarto de interrogación y les entregó los folios a Sloan y a Patrick, luego sale nuevamente.

Patrick revisa los resultados.

—Repasemos todo, me confirma que viajó a new jersey hace dos meses en un avión que salió de la capital, que tiene un solo auto, y no sabe nada del robo, del sabotaje, del accidente y las fotos encontradas.

—Exacto, todo es correcto.

—Bien me puede responder, ¿qué hacía Ana Mcheal anoche en su casa?.

—¿Quién?

—Su novia.

—Pero, que babosadas son esas, ¿cómo va a hacer ella mi novia?. —Habla despectivamente y Patrick aprieta sus puños.

—Aún no me ha respondido, ¿qué hacía Ana Mcheal en su casa anoche?.

—Y yo que sé. Acababa de llegar a mi casa, cuando ustedes llegaron, encontré a ese hombre en mi casa. No sé que ha pasado o que hayan encontrado.

—Encontramos a Ana, las fotos, unas pelucas rubia y a Clayton McLuhan, quien estuvo con usted anoche, en la golpiza que le propinó a Ana.

—No es verdad.

—La verdad es, que su cómplice lo confesó todo.

—Maldita sea, ustedes no tienen nada contra mi.

—Oh sí, tenemos bastante, estas acabado, porque estas mintiendo en todo. Nunca tomó un avión, porque jamás salió del país, usted entró las tres veces al hotel, las dos últimas fue grabado entrando a las oficinas.

—Miente.

—Después del robo, Adam Quinn tomó sus precauciones y monitoreo totalmente al hotel, en la segunda incursión tomó unos papeles del escritorio de Ana, le sacó copia y volvió a guardarlos, lo que no tomó en cuenta es de lo organizada que era su novia y ella se dio cuenta enseguida, porque es una  maniática del orden.

maldita...

—En la última incursión, ¡sorpresa!, que bien quedó en la cámara cuando se quitó la peluca. — Le muestra una foto sacada del vídeo, donde se ve perfectamente su perfil. —Aquí hay otra foto de su utilitario verde que está a su nombre, parqueado afuera de las dependencias de servicio, con el faro roto y los golpes en el mismo lado que fueron hecho durante el accidente, en el cual se vio involucrada la socia de Adam, Vanesa Smith. Las huellas coinciden en el auto, las pelucas, las fotos, los títulos-bonos y teléfonos celulares desechables encontrados en el hueco detrás del espejo de su recámara principal y lo más importante en el cuerpo de McLuhan. Hay confesiones y denuncia señor Aritz, le espera una buena temporada tras las rejas y me complace meterlo yo mismo, desgraciado—se lo dice casi escupiendo en su cara.

—Patrick calma, es una orden.—O'Neal se sacude y mira a su jefe y asiente.

En ese momento se escucha la voz chillona de una mujer.

—Sueltenme maldita sea, lo exijo. —Gael y Kieran traen esposado a Raquel para su interrogación interrumpiendo la presente, esta al ver a Horacio se puso roja de la ira. — ¡Estupido! te dije que no me involucraras, esta bien todo lo que te pase. —Todo sucedió muy rápidamente Horacio se levantó muy rápido y tomó un lapicero de la mesa y con ella apuñaló a Raquel en el cuello hasta matarla.

—Cállate maldita, me traicionaste, contaste todo desgraciada, muere, muere, mueeeere.

Fue detenido con un gancho de derecha en su mandíbula propinado por Patrick.

—Que hombre ¡está loco!. llevenlo a la celda, será traslado a la cárcel estatal.

—Está muerta. Esto confirma que eran cómplices, llamen al forense.

Afuera se encuentran con Adam.

—Estuvieron bien, al fin y con ayuda de esa pobre mujer, prácticamente se culpó así mismo y cometió otro crimen. Esta verdaderamente loco y no puedo entender su odio hacia mi.

—Ciertamente compadre, no creo que podamos sacarle más de ahí, tal vez más adelante se le pueda preguntar, pero en ese estado no. —comenta Sloan.

—¿Aparecieron los títulos y bonos?.

— Si. Y parte del dinero, Noni tenía razón, iban a aparecer.

—Si. Siempre tiene razón, gracias por resolver el caso.

...

Vanesa seguía las instrucciones impresas en la nota dejada en el papelera, esperaba que no fuese demasiado tarde.....

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