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Actualidad

-- Estoy tan cansada!!! Necesito unas vacaciones urgentes!!!-- Exclame estirando los brazos mientras tomaba mis cosas y salir del trabajo.

-- No es para menos, has tenido un montón de pacientes. No te preocupes, pronto tendras tu merecido descanso.-- Dijo Anabelle, mi secretaria.

-- A decir verdad creo que me sentiría rara descansando. Estoy tan acostumbrada a trabajar...-- Dije bostezando.

-- Eres una adicta al trabajo-- Empezó a reir Anabelle.-- Recuerda que aun eres joven... ¿No piensas tener hijos?

-- Christian y yo lo hemos pensado, pero aun no es el momento. Quizá en un par de años, cuando los dos hayamos logrado las cosas que tenemos en mente.-- Dije.

-- ¿Como le va a tu esposo después de que no le fuera bien en el negocio?-- Pregunto Anabelle.

-- Al principio le costo bastante aceptarlo y superarlo, pero estuvo con el en todo momento. Trate de levantarle el animo de toda las formas posibles. Incluso le propuse ayudarle a abrir un nuevo consultorio, pero es muy orgulloso, quiere hacer las cosas por si mismo.-- Dije soltando un suspiro.

-- Christian y tu son la pareja perfecta. Que envidia!!!-- Dijo Anabelle simulando un berrinche.

-- No se si somos perfectos, pero definitivamente es el amor de mi vida. Además, de igual forma siempre ha estado a mi lado. No se que hubiera sido de mi si no lo hubiera conocido.-- Dije.

-- De algo estoy segura. Seguirlas siendo igual de exitosa, Abril... Eso sin decir lo bonita y joven que eres.

-- Ya no me siento tan joven. A pesar de tener treinta años, a veces siento que mi cuerpo es de una anciana. Siempre tengo dolor de espalda.-- Fingí dolor e hice una mueca.

-- Eso es por todo el tiempo que pasas sentada. No olvides divertirte de vez en cuando...

-- Lo se, lo se. Quizá invite a Christian a un concierto el fin de semana. Hace mucho no vamos a uno.

-- Oí que habrá un concierto de Interpol en estos días, pero no recuerdo la fecha...

-- ¿Bromeas? Llegando a casa lo investigare!!! Yujuuuuu.-- Grite emocionada.

-- Sabia que te alegrarias. Que descanses Abril!!-- Dijo Anabelle dandome un abrazo.

-- Tu también descansa. También eres joven!!! Diviertete!! Nos vemos mañana.

Luego de despedirme de Anabelle, salí del consultorio y tome el ascensor.

Mientras veía los números del ascensor iluminandose por cada piso que bajaba, no podía dejar de pensar en Christian. La verdad es que le había mentido a Anabelle en ese sentido porque desde que su consultorio quebró al no tener tantos pacientes, el se hundio emocionalmente, ni siquiera hace el esfuerzo por levantarse de la cama y ayudar con las tareas del hogar. Se la pasa viendo televisión y ordenando pizza. Por mas que he intentado ayudarlo y apoyarlo, el se lo toma a mal y terminamos discutiendo. No se en que momento todo se desmorono, pero no pienso dejar que mi matrimonio termine así.

Tenemos que salir adelante juntos.

Cierro mis ojos y doy un suspiro. En ese momento el ascensor se ha detenido, así que salgo y camino para salir a la calle. Una vez estando afuera, decido llamar a mamá.

-- Hija, ¿Como estas?-- Dice mamá tan alegre como siempre.

-- Bien, acabo de salir de trabajar.

-- ¿Tan tarde? Abril, por lo menos dime que has estado comiendo bien...

-- Si, mamá. No te preocupes. He comido muy bien...

-- ¿Pasa algo?-- Pregunta mamá y dudo en decirle lo que esta pasando, pero termino haciendolo.

-- Christian y yo hemos tenido algunas dificultades...

-- ¿Sigue sin querer hacer nada?-- Mamá sonaba molesta.

-- Así es... Pero entiendo que este deprimido...

-- Abril, eso no es excusa. Tu papá paso por muchas malos momentos y nunca se dio por vencido... Debes hablar con el seriamente.

-- Lo haré mamá. Lo prometo... ¿Como han estado ustedes?

-- Bien hija. ¿Quieres hablar con tu papá?

-- Si. Por favor. Quiero saludarlo.

Mientras espero en el teléfono, decido caminar hacia una cafetería y pedir un café. También puedo escuchar que papá esta hablando con alguien y de inmediato se de quien se trata. Finalmente papá toma la llamada.

-- Abril ¿Como esta mi princesa?-- Dice  papá cariñosamente.

-- Bien pa. ¿Y tu? ¿Como te has sentido estos dias?

-- Bien, hija. Afortunadamente no he tenido problemas con la diabetes. Estaré bien.

-- Por favor cuidate mucho. Come solo cosas sanas y ve a todas tus citas medicas. Mañana le enviare dinero a mamá para que cubran los gastos...

-- ¿Porque mejor no vienes? Hace mucho no vienes a visitarnos y te extrañamos mucho...

Oírlo decir esas palabras hace que se me parta el corazón. Tiene razón. Últimamente el trabajo y los problemas con Christian me han alejado de mi familia. A pesar de no vivir tan lejos de ellos, siempre pingo excusas para no ir a verlos. Ahora soy igual que Jonathan. Y me odio por eso.

Trato de calmarme para evitar llorar y le respondo lo mas normal posible.

-- Claro que si papá. Creo que me vendría bien quedarme allá de visita un par de días.

-- ¿Segura? No quería presionarte...

-- No, esta bien. Llegare mañana temprano.

-- Quizá aun encuentres aquí a tu hermano...

-- ¿Jonathan esta ahí?-- Pregunto disimulando que no lo se.

-- Así es. Llego ayer... Abril, espero que puedan arreglar de una vez por todas sus diferencias... No esta bien que no se hablen... Son hermanos.

-- Lo voy a pensar...

-- ¿Lo prometes? Igual hablare con el... De hecho hace un rato estabamos viendo nuestro álbum de fotos viejas... El te extraña Abril, puedo notarlo.

-- Es difícil...

-- Lo se, pero al menos hagan el intento. Aun recuerdo cuando jugaban a ser una banda de rock... ¿Recuerdas que el te llevo a tu primer concierto? Como se llamaban... Dejame recordar...

-- Fuimos a ver a Green Day...

-- Ahhh si. Ya recuerdo. -- Dijo papá riendo.

-- Hablare con Christian... Si el no quiere ir, ire yo sola.

-- Esta bien hija. Mañana nos vemos.

-- Si, pa. Cuidense. Los quiero mucho.

-- Y nosotros a ti. Descansa. Duerme bien.

La llamada termino.

Escuchar a mis padres siempre me ha hecho sentir mejor. Pero en ese momento solo pude ponerme a llorar. Estaba llena de nostalgia. Necesitaba verlos.

Terminando mi café, me fui directo a casa.

Una vez estando ahí, note que Christian no estaba pero no me importo. Después de unos minutos, llego con cervezas y papas fritas.

Me saludo y se fue directo al sofá a ver televisión.

-- Mañana iré con mis padres ¿Quieres ir?-- Le pregunte.

-- ¿Es necesario?-- Dijo sin mucho interés.

-- Si no quieres ir, puedo ir yo sola.

Christian me miro molesto pero decidió darle mas importancia a su programa.

-- ¿No me vas a decir nada?-- Replique.

-- Haz lo que quieras. No necesitas mi aprobación ¿O si?

-- ¿Hasta cuando seguirás así? Todos tenemos fracasos Christian, pero parece que tu crees que eres el único.

-- No me vengas con eso. Tu eres la señorita perfección. No sabes lo que es el fracaso.-- Dijo burlandose.

-- Esta bien. Me canse. Mañana iré con mis padres. Cuando regrese hablaremos.

-- Si, si. Lo que digas.

Lo mire decepcionada y me fui a dormir a la habitación.

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