Aun miraba en estado de shock a Alex, ella se encontraba de la misma manera mientras que Norman y Lauren nos miraban con la boca abierta, estaba seguro que ambos estaban pensando en una excusa bastante patética para ''salvar'' a Alex.

— ¿Estás embarazada? —Murmuré con enojo.

Norman en dos grandes pasos llego a mi lado riendo con evidente falsedad.

— ¿Embarazada? De que hablas Jeffrey, Alex solo engordo —Carraspeo y nos miró.

—No me mientan, no ahora por favor —Mire a mis amigos y a Alex con suplica.

—No te estamos mintiendo —Norman volvió a hablar.

Alex y Lauren se encontraban en total silencio. Alex se levantó de su asiento, llevaba unos pantalones negros y una polera que dejaba resaltar la pequeña panza que se le formaba ¿era posible que se viera más hermosa de lo que ya era?, ella carraspeo con evidente incomodidad y miro a Norman negando cuando este se disponía a decir otra mentira.

— ¿En algún momento esperabas decírmelo? —La mire dolido. Me molestaba que me hubieran ocultado algo tan importante.

— ¿Podemos hablar en otro lado? Creo que mantener una conversación de esta magnitud en la calle donde los fotógrafos andan volando no es bueno —Habló Lauren.

—Podemos ir a mi casa.

Ambas asintieron, y donde mi casa se encontraba más cerca ese fue el lugar de reunión. Lauren y Norman se excusaron que volverían más tarde para que ambos pudiéramos conversar tranquilos. Mire a Alex desde el sofá, ella se encontraba de pie a mitad de la sala.

— ¿Hablaras de una vez?

—Realmente quería decírtelo cuando el momento fuera el adecuado —Ambos nos miramos a los ojos.

— ¿Esperabas decírmelo cuando el bebé tuviera un año? —Ella negó.

—No Jeffrey, te lo diría pronto. Tampoco ha sido fácil para mí.

—No sería tan difícil si me hubieras dicho desde un principio —Murmure con enojo—. ¿Hace cuánto lo sabes?

Ella se quedó en silencio.

—Desde hace cinco meses —Soltó un suspiro.

— ¿Cinco meses? Aun hablábamos hace cinco meses Alex —Ella volvió a negar.

—Me entere el día que te marchaste de la casa de mis abuelos. Cuando te dije que fuéramos amigos —Murmuró lo último y mi corazón se volvió a romper.

—Aparte de Lauren y Norman ¿Quién más sabia?

—Alanna y Andrew —Evadió mi mirada.

—Ellos han estado todos estos meses con el conocimiento de que seré padre por primera vez —Hablé más para mí mismo que para ella.

—Yo les pedí que no te dijeran nada.

Y ahí fue cuando comencé a atar cabos, en todos los meses que llevábamos de grabación siempre uno de ellos se ausentaba por lo menos dos días.

— ¿Ellos te acompañaban a los controles? —Ella se mordió el labio y se acercó para sentarse a mi lado.

—Alanna fue la primera en acompañarme, luego Andy viajo junto a Gael, Lauren fue la tercera y ahora Norman hace unos días.

— ¿Nunca hubo una emergencia? —Ella negó.

—Dios, me siento un estúpido —Tape mi rostro con mis manos.

—Lo siento Jeffrey.

Tenía cinco meses y yo me había perdido todas esas ecografías, me había perdido el escuchar su diminuto corazón. Quite las manos de mi rostro y la mire.

— ¿T-Tienes una ecografía? —Me sentía un idiota por tartamudear. ¿Pero quién no se sentía nervioso el enterarse de que sería padre?

Ella me miro con una sonrisa y tomo su bolso, removió algunas cosas y saco una pequeña fotografía.

—Aquí esta —Me paso la pequeña ecografía con una sonrisa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando pude divisar al pequeño ser, la mayor parte de sus extremidades ya se encontraban formadas y podía divisar su diminuto cuerpo.

—No puedo creerlo —Reí de felicidad. Alex se acercó más a mí y ambos observamos a nuestro pequeño.

—Yo estaba igual cuando vi la ecografía por primera vez.

— ¿Me la puedo quedar? —La mire y ella asintió con una sonrisa.

—Claro, te perdiste las primeras por mi culpa Jeffrey. Además los cuatro muchachos tienen una copia de la ecografía que me acompañaron —Se encogió de hombros.

— ¿Los cuatro? —Asintió riendo.

—Además de pelearse continuamente por quien será los padrinos.

—Me gustaría que fueran los cuatro, digo ¿es posible no? —Ella se volvió a encoger de hombros.

—Supongo —Respondió—. Jeffrey.

La mire, ambos nos encontrábamos solo a un par de centímetros de distancia.

—Dime.

—Lo siento, realmente lo hago.

—Oye, deja de disculparte —Deje un mechón de pelo detrás de su oreja.

—Hay otra cosa... —Murmuró y me miro a los ojos.

—Dime por favor que no serán mellizos —Ella rió.

—No, no son mellizos, además se vería en la ecografía.

—Oh, bueno es cierto.

—Es un hombre.

Mi corazón dio un vuelco de alegría, ambos nos miramos con una sonrisa y por un momento de excitación estampe mis labios sobre los de ella.

—Dime por favor que se llamara Augustus —Murmuré contra sus labios, ella sonrió.

—Nuestro pequeño Gus.

Me gustaba como sonaba eso: ''nuestro pequeño Gus''.