Capítulo 6

capitulo 6: Luz del dia

actualidad

Él imbécil que me tiene aqui es dueño de mi libertad y eso me angustia demasiado cada vez que me acuerdo que no estoy con mis seres queridos, y ahora estaba recordando, dos dias pero igual recuerdo, oh por Dios salí con Nick, que fue lo que pasó...? no me debo obligar a recordar, lo sabre todo si soy paciente y despejo mi mente, mientras tanto necesito salir de aqui.

Las cámaras en ningún momento se apagan siempre estan observandome, estoy en  el suelo sentada viendo la luz roja que sé que significa que esta grabando.

—Aqui hace mucho frío, deberías de darme ropa por lo menos, a parte necesito un baño.—Digo, no recibo una respuesta, bufo y volteo lo ojos.

Unos minutos después el sonido de una puerta abriendose logra que mi débil cuerpo se ponga de pie de un tirón, ¿vino? waoh por fin podré ver quien es él imbécil.

Entran 6 hombres robustos, vestidos de gris, con gorras, mascarillas, sueters, pantalones de mezclillas y botas; lo unico de piel que es visible son sus cuellos y ojos.

—Ah, ¿Qué... qué hacen?.—Pregunto nerviosa, por instinto empiezo a retroceder, dos de ellos me cargan mientras que un tercero me amordaza, los otros tres recogen las cajas que estaba revisando y se las llevan, trato de gritar y de golpearlos pero claramente no funciona, el pañuelo en mi boca hace de mis gritos pequeños chillidos, no puedo evitar llorar estoy desesperada.

Me arrastraron hasta afuera del almacen con una venda, mi cuerpo reacciona a los fuertes rayos del sol como si me quemaran completamente, los pajaros cantan tan relajados mientras yo grito con desespero, pero nada, nadie viene a ayudarme, me tiran en un lugar de espacio reducido, por el olor fuerte a gasolina supongo que es la maleta de un coche.

—Deja de chillar muñeca.—Dijo uno con la voz muy aguda, por primera vez me da miedo una voz asi, en otro escenario me hubiera reido a carcajadas, hoy no. Me intento zafar, uso mis uñas, mis piernas, y de pronto en cuestión de segundo siento como uno de ellos coloca su puño en mi mejilla derecha haciendo que palpite.

—Agh me tienes harto, amarrenla.—Ordena, ellos siguen sus instrucciones y me amarran, dejo de luchar para que no me vuelvan a golpear, ahora todo a mi vista es oscuro.

Es cierto que cuando las luces se apagan salen los monstruos.

06 de Marzo, 2019

3:15 pm

—¿De que quieres tu helado?.—Pregunta con una sonrisa.

Mis nervios eran demasiados, ¡estaba en una cita con el chico que me gusta! Yo Hetter Fisher estaba en una heladería con la persona en la que pensaba y me inventaba una historia loca de amor como las de la aplicación naranja donde leía, estaba con la persona en la que pensaba cuando escuchaba una canción romántica, con la que quería bailar en la graduación y besar en un puente de noche, Nick Callahan me hacía sonreír como idiota.

—Eh... chocolate con galletas, creo que es mi favorito.—Respondí tímida.

—Me gusta el helado de chocolate con galletas.—Se ríe y llama al mesero, le dice lo que queremos.

—Okey chicos ya se los traigo.—Dijo el mesero antes de irse.

—¿Qué me cuentas Hetter?.—Dirijió su mirada hacia mí con una sonrisa delicada.

—Nada, nada fuera de lo normal, las clases, el porrismo y...todo en orden.—Hablo mientras juego con una servilleta sin mucho interés.

—¿Ningún chico que se quiera adueñar de tu corazón?.—Pregunta alzando un poco su ceja izquierda.

—No.—Sonrío.—¿Ninguna chica que se quie...?.—Dejo la pregunta al aire cunado mi teléfono empieza a sonar.

—Te llaman.—Dice.

—Si ya me dí cuenta.—Le digo mientras busco mi teléfono, "Número desconocido" sin pensarlo mucho, contesto.—¿Hola?

—Hola Hetter.—Esas voz, empiezo a temblar, "otra vez no", Nick me mira preocupado por mi reacción, le doy una sonrisa de boca cerrada y me levanto haciendole una seña de "ya vuelvo", él asiente, el mesero llega con los helados mientras yo me alejo y me quedo parada afuera de los baños.

—¿Quien eres y que quieres?.—Pregunto ya cansada de la situación.

—¿Por qué te preocupa tanto quien soy? Debería de preocuparte cuánto daño te puedo hacer.—Se ríe, una risa gruesa y melodiosa.

—Voy a llamar a la policía.—Contesto con mucha determinación.

¿De dónde tanta valentía?

Que patética, la policía ¿En serio?

—¿Ah, sí? En este momento voy a matar a tu amiguito Nick.—Dijo con mucha calma mientras mi ansiedad aumentaba.

A quien engaño, claro que me da miedo está situación.

—¿Qué?.—Me giré a ver a Nick quien me esperaba pacientemente con los helados, en menos de un segundo un pequeño objeto casi invisible pasa justo por el lado del chico rompiendo el gran ventanal del local "Ice cream 4 u" en miles de trozos de vidrio, las personas empiezan a murmurar y a gritar, Nick se cayó de la silla, el dueño del local salió furioso para ver qué pasó, y la voz en la otra línea se ríe a carcajadas. Mi corazón se acelera aún más.

—Calmate o te va a dar un infarto, por cierto linda ropa.— Dice en un tono muy seductor.

—No me halagues.—Digo.

—¿Por qué? Si la ropa que te escogió tu amiga te queda muy bien.—Me vió, no puede ser.

—Deja de espiarme.—Reclamé.

—¿Crees que diciendo "deja de hacerlo" todo se acabará? no Hetter, estás mal si crees que es así.

—Tu eres el que esta mal eres un acosador tú—.Me interrumpe.

—Si no quieres que la secundaria a dónde vas se quede sin presidente estudiantil vas a irte a tu casa ahora mismo ¿Okey? No tienes que estar saliendo con idiotas deportistas, y si por tu cabeza vuelve a pasar la estúpida idea de llamar a la policía o avisarle a alguien más de lo que ocurre no apuntaré a un cristal, apuntaré a una cabeza y no me va a importar de quien sea.—Cuelga.

Todo mi ser estaba temblando, poco a poco guardé el teléfono y comencé a caminar en dirección a mi casa sin mirar atrás, las lágrimas no tardan en salir, tampoco las aparté, simplemente dejé que todo saliera, las personas que me observaban me compadecían con la mirada como si mi novio me acabará de ser infiel.

Llegué a la casa, mi abuela que estaba sentada leyendo alza la mirada apenas me ve.

—Hetter, cariño ¿Estás bien? ¿Que ocurre? ¿Por qué lloras?.—Pregunta angustiada acercándose, con mis manos la freno para que no se acerque, mi única excusa era la más obvia.

—Nick él...es un idiota, abuela, ya...yo no quiero hablar de eso.—Dije y me fuí a mi habitación, mi teléfono sonaba.

"8 llamadas perdidas"  "Nick"

"6 mensajes nuevos"

Casi muero en Ice cream 4 u por una bala y tú simplemente desapareces

¿Todo bien?

¿En dónde estás?

¿Te aburrí cierto?

Hey

Ten la decencia de por lo menos contestarme, necesito una explicación, llámame si es que puedes

Tiré el teléfono en la cama, Nick estaba molesto conmigo, ¿Que excusa le daría? ¿Cómo pude dejar plantado al chico que me gusta? ¿Así de estúpida puedo ser? ¿Por qué el desconocido está obcesionado conmigo?

Alguien tocó la puerta de mi habitación, era papá.

—Cariño, ¿Todo bien?.—Preguntó

—Ahorita no quiero hablar papá.—Contesto sin mucho ánimo.

—Comprendo, la cena está lista.

—No tengo hambre.—Él insiste, hasta hacerme la pregunta del marcador haciéndome sacar una pequeña sonrisa.

—Papá realmente no estoy de humor, solo quiero estar sola.—Al decirle eso finalmente se había ido, me acosté y me quedé jugando con mi cadena dorada que tiene mi inicial.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top