3


___

—Así que.. eres el nuevo protegido de Mori—

Estábamos solos, viéndonos fijamente, en aquel consultorio perteneciente al médico de la Port Mafia, aquel niño castaño con vendas en su cuerpo y yo, parecía mayor. Habían pasado diez minutos de que Mori nos citara a ambos aquí y hubiéramos seguido en completo silencio de no ser porque aquel niño me daba curiosidad, intenté meterme en su cabeza y lo había conseguido pero al intentar averiguar más de él sentí como me expulsaba de su mente, provocándome un ligero dolor de cabeza, solté un quejido sin poder evitarlo.

—¿No te han enseñado que no debes invadir el espacio de los demás? Es de mala educación— respondió simplemente mientras se dirigía a sentarse en un banco que se encontraba en aquella habitación mientras que yo estaba muy sorprendida, ¿Cómo pudo ser capaz de sacarme de su cabeza? ¿Acaso él sabe cuál es mi habilidad?

—¿Co- cómo hiciste eso..?— mi pregunta salió como un murmullo pero aún así ese chico escuchó lo que dije, me miró por un segundo para después desviar su mirada a la puerta.

—¿Cómo hice que? No sé de qué hablas. Oh, por fin llegas, pensé que ya no vendrías— respondió levantándose, lo último dirigiéndose al señor Mori que justo venía entrando. Ese chico y yo nos pusimos frente a él esperando a que nos diga el porqué nos citó a los dos.

Lamento la demora, estaba en la habitación del jefe— comentó el señor Mori tomando asiento detrás de aquel escritorio de la enfermería. —Los llamé a los dos aquí porque al ser una especie de protegidos por mí pasarán mucho tiempo bajo mi cuidado y es mejor que empiecen a conocerse y a tratarse— hizo una pausa para vernos a ambos, ninguno decía nada, me atrevería a decir que el chico a mi lado no le estaba prestando atención.

—¿Te conozco, qué planeas realmente?— cuestionó el castaño con tono aburrido, lo que hizo sonreír a Mori.

—Me descubriste— dijo de manera burlona —Esta niña es una usuaria de habilidad al igual que tú, para ser más precisos, controla todo lo que tenga que ver con la mente y una que otra cosa física, aún no lo sabemos con precisión— Mori veía las expresiones que hacía el castaño pero estas no cambiaban mucho.

—¿Y todo eso qué tiene que ver conmigo?— volvió a preguntar volteando a verme de pies a cabeza, por mi parte solo permanecía en silencio, tampoco era que tuviera algo que decir.

—Su habilidad es un tanto inestable, puede haber días en donde la puede manejar y en otros su habilidad se descontrola haciendo daño tanto a su alrededor como a ella misma. Tú al tener un poder anulador no te ves afectado pero los demás sí, si no aprende a controlarlo el jefe de la Mafia la asesinará— terminó de explicar, la habitación se llenó de un silencio abrumador, no me sentía cómoda cada que hablaban de mí o de mi habilidad.

«          »

—Bien, soy todo oídos, has tus preguntas— soltó Dazai viéndome con una sonrisa, nos encontrábamos en la cafetería del edificio, estábamos esperando nuestros pedidos y Dazai quiso aprovechar ese tiempo para conversar. Aún no podía creer que él estaba frente a mí, vivo... Quería preguntar muchas cosas pero no sabía por dónde comenzar.

—¿C-cómo has estado en todo este tiempo?— murmuré de tal manera que me pudiera escuchar, dándome una mirada sorprendida, tal parece que no esperaba esa pregunta.

—Vaya, tanto tiempo sin vernos y esa es tu primer pregunta?— habló en tono burlesco —Ahh no te mentiré, no es lo que esperaba pero..de cierta manera es satisfactorio, digo, aún tengo remordimientos pero nada que un buen intento de suicidio no pueda solucionar!— prosiguió aquel hombre vendado, podía verlo, realmente había cambiado, este Dazai no se parece al que yo conocí, me siento ... Feliz, sonreí ante su respuesta.

—Me alegro por ti, Dazai, en serio— mencioné sincera —Yo... Quisiera saber por qué te fuiste— pregunté por segunda vez, recibiendo una mirada curiosa de su parte.

—¿Acaso no lo sabes, no te lo dijeron?— contestó con otra pregunta él acercándose un poco para verme.

—El día en que te fuiste, después de que te despidieras de mí, unos hombres enviados por Mori y Chuuya fueron a mi habitación y me dijo que habías traicionado a la mafia.. De ahí no supe qué más pasó. Chuuya me sedó haciéndome dormir por varios días. Según lo que me dijeron, fue para tener algo de tiempo para buscar algo que lograra mantener estable mi habilidad. Me sentí abandonada cuando te fuiste, eso me dolió y ese dolor fue suficiente para hacer explotar mi habilidad, casi muero un par de veces— mencioné riendo en esto último, Dazai solo me veía preocupado, era la misma cara que Chuuya ponía cada vez que tenía que intervenir para hacerme volver en sí.

—Lamento todo eso, ___.. Yo, me fui de la mafia por Odasaku, cuando Ango desapareció y Mori nos mandó a buscarlo pasaron muchas cosas, entre ellas que Ango estaba infiltrado en la organización y Odasaku... Odasaku murió por culpa de Mori, él fue el culpable de la muerte de los huérfanos que estaban al cuidado de Oda y de su muerte— narró con seriedad mientras que yo no podía hacer más que escuchar. Oda Sakunosuke, aquel hombre que era como mi figura paterna murió... —Antes de morir me dijo que abandonara Port Mafia y te llevara conmigo... Pero no pude cumplir al 100% su voluntad. Realmente quería llevar conmigo, hacer que dejaras la organización pero Chuuya estaba siempre pegado como chicle a ti y ambos sabemos que nunca te hubiera dejado ir y tú no serías capaz de lastimarlo— finalizó viéndome directo a los ojos, tenía razón, no hubiera sido capaz de hacerlo.

—Lamento lo de Oda, me hubiera gustado despedirme de él, él sin duda era mejor padre de lo que es Mori— respondí después de segundos procesando la información.

—Hablando del perchero, ¿Ya son pareja? Espero que no— Dijo Dazai cambiando de tema y poniéndome nerviosa.

—P-pero qué tonterías dices, Dazai!— contesté rápidamente mientras sentía como mi rostro se calentaba un poco.

—No son tonterías, recuerda que te conozco desde los catorce años y sé que cuando conocimos al enano te llamó la atención. Para ser muy hermosa tienes muy malos gustos— mencionó cruzándose de brazos, yo por mi parte lo observaba molesta, Chuuya no era feo, al contrario, era muy apuesto y era una buena persona a pesar de trabajar en la mafia.

—Estás mal, tantos intentos de suicidio te dañaron el cerebro— contesté burlándome de la cara indignada que puso ante mi comentario —Ahora que recuerdo, ¿cómo es que encontraste a ese niño?— pregunté con la intención de que olvidaramos el tema de Chuuya, Dazai solo se rió para después contestar.

—Como siempre cambiando de tema. Contestando tu pregunta, es una larga historia pero para resumirlo, al ser huérfano vivía en un orfanato pero por su habilidad lo terminaron echando de ahí apenas cumplió los dieciocho y creí que sería buena idea reclutarlo en la Agencia, ¿por qué preguntas? Acaso... Quieres que te lo presente? Vaya ___, no solo te gustan los enanos gruñones, sino también menores— lo último me lo dijo con sorpresa fingida seguido de un guiño. Dazai, eres un idiota.


Chuuya Nakahara

Son las 6:15, es hora de ir por ella. ¿cómo habrá tomado la sorpresa? Espero que Dazai no haya hablado de más, ese maldito siempre haciendo sus comentarios idiotas. ¿Estará feliz de haberlo visto una vez más? Y si después de este reencuentro ella decide irse de la Port Mafia... ¿Sería capaz de Arrebatarle su felicidad? Maldita mocosa, no le basta con meterse en la cabeza de los demás, sino que también se mete hasta lo más profundo de los corazones. Ella es tan pura como un ángel.

Antes de llegar a la Agencia le mandé un mensaje a ese idiota avisando que ya iba en camino, ojalá nadie haya visto que traje a ___ a la Agencia Armada o estaríamos en problemas, más ella porque no debería haberse enterado del paradero de Dazai. Al llegar ambos ya se encontraban afuera del edificio, ___ se veía..diferente, más viva, más feliz. Inconscientemente sonreí al verla tan radiante, hace mucho no la veía así, se veía hermosa.

—¡Bruja! Ya es hora de irnos— hablé haciéndome notar lo cual funcionó al ver como ambos volteaban a mi dirección. ___ me sonrió para voltearse de nuevo, le dijo unas cosas al idiota que no pude escuchar y seguido le dió un abrazo, mismo abrazo que fue correspondido por el vendado, al separarse ella vino hacia mí para irnos de vuelta a la Port Mafia.

—¿Te gustó la sorpresa?— pregunté para romper el silencio que se formó entre los dos, la vi sonreír un poco.

—Demasiado, realmente creí que había muerto pero me siento tranquila sabiendo que no fue así, gracias Chuuya— volteó a verme regalándome una sonrisa, sonrisa que hizo latir rápidamente mi corazón.

—No me lo agradezcas, solo lo hice para que dejaras de lamentarte durante toda tu patética vida— contesté lo más indiferente que pude, simulando acomodarme mi sombrero.

—Awww te preocupas por mí, ves que si me amas?— dijo abrazándose a mi brazo y recargando su cabeza entre el mencionado, haciéndome ruborizar. Esta mocosa me matará algún día.

—Deja de fastidiar o me voy y te dejo aquí, a ver cómo vuelves a la sede de la Port Mafia— amenacé tratando de alejarme de ella mientras que ella solo se reía de mí.

—Si me dejas le diré a Mori que me convenciste de dar un paseo por las calles y luego me abandonaste— maldita, cuando quiere usa su cabeza.

—Eres una manipuladora— suspiré resignado y dejando de forcejear a lo que ___ aprovechó para apegarse más fuerte a mi brazo.

—Pero así me amas— volvió a decir con mucha seguridad.


Si, te amo ....

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top