6.- la fuerza
Giyu no le dió importancia que Uzui lo siguiera o que intentara entregar a su habitación. Sabía que no lo haría por dos simples motivos: Genya que seguía en celo y su olor. No era la primera vez que escucha decir del pilar del sonido que su olor es repugnante, tampoco sería la última persona en escuchar decírselo.
Cuando el cachorro se calmo, abrió los ojos aún aturdido. Intentando concentrarse en su ubicación y sobre quién esta con el. Solo recuerda que estaba siendo acosado por varias personas que intentaban hacerle algo a su cuerpo, caricias que le asquearon y palabras que solo escucho a su padre cuando lo veía entrar a la habitación con su madre a rastras o alguna mujer extraña. El calor infernal en su cuerpo y la humedad tan asquerosa lo hizo reaccionar asustado. No fue hasta que sintió la presencia de Giyu junto con su aroma que pudo razonar.
- ¿Dónde...? -
- estás en la finca del agua. Te traje aquí anoche - lo hizo sentarse en el futón. Observando sus reacciones.
- ah... ¿Que está pasando? ¿Que es esto? - escupió de golpe, atontado por tantas preguntas y emociones.
- Shinazugawa-kun respira. Necesitas calmarte. Recuerda lo que Himejima-san te ha enseñado - el recuerdo de su tutor lo hizo calmarse. El hombre de eternas lágrimas jamás lo dejaría a Merced de cualquier persona. recordando su entrenamiento para concentrarse, empezó a respirar lento y profundo. Su mente se aclara pero su cuerpo seguía caliente de forma horrorosa.
- iré a preparar el baño. - señala el de cabello ebano incorporando su cuerpo. - después comerás y comenzará tu instrucción -
- ¿Instrucción? -
- así es. Sobre tus cambios como Omega. Vas a necesario si quieres sobrevivir - camino hacia la puerta para cumplir con su cometido.
- No lo necesito - reniega mirando a otro lado.
- no es pregunta -
Al ver salir al pilar del agua, Genya se puso de pie sin ninguna pizca de gracia, tropezando de vez en cuando con sus pies y la falta de fuerza de sus piernas. Quería irse de ahí, ese extraño pilar del agua es odiado por su hermano, si lo ve con el, podría ganarse aún más su desprecio. Pero su instinto le decía que no. Es un lugar seguro. Es una sensación distinta a la que siente con su tutor, una familiar que hace años no percibe.
Sus pensamientos se relegaron cuando el joven hombre de ojos azules volvió. No está sorprendido de verlo fuera de la cama y con el seño fruncido. No dudaba que fuera cosa de familia pero sabía que el Omega no es tan malhumorado como su hermano. A palabras de Tanjiro, solo es algo tímido y distante con los extraños.
Sin distraerse más, ayuda al menor a ponerse de pie y sin prisa alguna lo llevo al sanitario. Algo le decía que sería un largo día.
Después del baño con hierbas medicinales que tenía en reserva que ayudaron mucho a relajar su cuerpo de la tensión del celo y el desayuno que costó de arroz cocido, tamagoyaki, verduras salteadas y unas cuantas galletas de batata. Genya comió entusiasmado, moría de hambre desde anoche pero el cansancio pudo más con el. Aún le quedó algo de apetito pero mantuvo su orgullo en no pedir más, claro hasta que Giyu se adelantó y sirvió un poco más. Quiso discutir pero mejor obedeció a su estómago.
Una vez satisfechos, el pilar del agua guío al menor hacia el estudio. Ninguno decía nada en especial y el ambiente es extraño, Genya es desconfiado y Giyu no suele hablar mucho. Al entrar al ordenado lugar, señaló una esquina de la mesa para que tome lugar mientras el saca unos cuantos libros de la pequeña repisa.
- Kocho podría decirte con mayor exactitud lo que pasa contigo. - dejo los libros en la mesa y tomo asiento junto a el.
- ¿Y porque lo haces tú? -
- primero porque se que no irás con ella y segundo, Kocho puede ser demasiado franca o puede estar en misión. - tomo un libro delgado de exterior rojo quemado. El adolescente solo bufo al verse descubierto pero también algo aliviado, no se siente muy cómodo estar rodeado de mujeres. Sencillamente no sabe cómo tratarlas.
- lo primero que debes recordar es que hay tres subgéneros. Alfas, betas y omegas... - comenzó a explicar con apoyo del libro, que para sorpresa del cachorro, no es un montón de texto, mayor parte de las hojas contiene imágenes sencillas, como si se tratara de un libro infantil de cuentos.
Conforme pasaron las horas, el nivel de explicación fue aumentando y enfocando más en su propia anatomía. Si bien es importante conocer a los otros dos, debía poner en prioridades su autoconocimiento. Genya se mantuvo quieto y preguntando de vez en cuando, en cuanto a Tomioka respondía paciente. Sabe que es mucha información y puede ser confusa, por eso no le molesta las pequeñas interrupciones, incluso de vez en cuando hace algún dibujo usando algunas hojas sueltas.
- entonces, tengo un olor especial. - se toca detrás de la nuca con cierta curiosidad. Tocando la temporalmente inflamada bolita que está debajo, Giyu le dijo que es normal que se hinche durante el celo y dar un poco de comezón. Le da un poco de cosquillas pero nada fuera de lo normal.
A palabras del mayor de ojos zafiro, su aroma es de gaulteria, lavanda y menta. Es dulce y fresco como una mañana de invierno.
- así es.-
- pero ¿Porque no me habían dicho? -
- posiblemente tu cuerpo actuó por instinto, reprimiendo al máximo que incluso engaño a los laboratorios. También hay variaciones por la alimentación, ejercicio y como te sientes respecto a tu ambiente - cerro el libro al ver la mirada pensativa del menor. Sea lo que sea que pasó antes de llegar a la cofradía, fue mucho peor que su situación actual pero no fue indiscreto en preguntar.
- sigamos entonces. - volvió a tomar el libro cuando la puerta del despacho se abre de golpe, trayendo consigo el pesado aroma de alfa furioso de abeto, menta y cardamomo. Giyu se pone de pie, a la defensiva como preocupado, Genya aún está en celo y no está seguro si ha logrado discernir la agresión vivida.
- ¡¿Que mierda haces Tomioka?!! -
- ¡Nii-san! - el cachorro de peinado tembló ante la dominante voz de Sanemi. Su cuerpo nuevamente se sentía extraño y pesado. Esto no paso por alto por el pilar del agua, aumentando su propio olor con tal de expulsar al intruso, cosa que no tardó en funcionar.
- ¡¿Pero que mierda?! - se tapo la cara muy molesto por el pesado olor a tomillo y lima. Sanemi se distrajo lo suficiente para que Giyu lo empujara fuera del despacho hasta estar a una distancia prudente. Osea hasta la entrada principal de la finca. Una vez afuera, el aire fresco hizo que el olor se disipará un poco.
- ¿Que clase de peste... ? -
- Shinazugawa-san podrías evitar entrar a la finca de ese modo. Genya no está en condiciones para tratar con esta clase de situación - fue directo con su cara de perpetua indiferencia pero podría ver en sus ojos la chispa de furia por su grosera intromisión.
Fue en ese momento que Shinazugawa mayor recordó que hacía en ese lugar. El último de todos los sitios que entraría por voluntad propia.
Estaba de regreso de su misión cuando su cuervo le hizo saber que el patrón lo mando a llamar por una situación delicada respecto a su hermano. No niega que se preocupo por el pero también se molestó mucho porque esa clase de cosas quería evitar que Genya sufriera siendo cazador de demonios. Pero no, el mocoso no entiende.
Al llegar a la casa principal, se presentó educadamente en mansión Ubuyashiki. Se sorprendió de que la reunión no sería dónde acostumbran, sino dentro de la casa, específicamente en el cuarto de té dónde el patrón lo espera con bebida tibia en las tazas.
Deberían darle un premio por superar sus límites de calma.
A cada palabra que decía el mayor de cabello negro, explicando la lamentable situación que vivió su hermano, su sangre hervía que si no fuera por el agua en su cuerpo, se volvería espesa como tinta. No sabe con qué iniciar a hablar cuando llegó su turno. Enterarse de esa forma que su hermano menor es Omega, que los desgraciados están en la cárcel esperando su castigo (se encargará que desearan que un demonio los matará) o que el cara de rata lo tenga en su finca diciéndole quien sabe que idioteces.
Tras unas breves respiraciones, Dió prioridades. Iría a ver a su hermano y luego desquitaria su furia con Tomioka y los imbéciles que lo tocaron. Específico que su castigo sería que entrenarán con el hasta que el se cansará, no podría matarlos pero los accidentes siempre ocurren.
- ¿Que mierda haces con Genya? - expreso tapándose la nariz. Realmente olía fatal.
- lo educó sobre su condición Omega - explica sin sentirse ofendido por la reacción ajena.
- ¿y a ti que te importa? -
- soy un Omega. Shinazugawa-kun necesita de otro Omega que lo entienda y aclare sus dudas.-
- aah que amable - escupe sarcástico - ¿Que quieres? ¿Un premio? Cómo sea, me llevaré a... - iba a pasar de nuevo por el menor pero el pelinegro se lo impide.
- muévete Tomioka- gruño. Casi usando su voz de mando pero hizo caso omiso.
- no. Shinazugawa-kun no está en condiciones para salir -
- ¿Que vas a saber tu? -
- soy omega. Se lo que vive. está en celo y su mente está inestable. - la mirada serena se mezcla con determinación. Defendiendo al cachorro.
- no me hagas reír. Quítate las intenciones de santo que no te va. - gruñe. - no confío nada en ti -
- lo sé - las feromonas del alfa aumentaron de forma agresiva. Tanto que podrían quemar su nariz - no te puedo negar tu ingreso pero cálmate. Le harás daño -
Sanemi iba a arremeter contra el Omega pero aquella vocecita del sentido común (que rara vez escucha) le confirmo que tenía razón, su hermano está en celo y si bien el no se siente atraído, hacerlo caminar por la calle en ese estado sería humillante.
- bien ... - dió la media vuelta para cumplir el resto de sus planes para ese día. - más te vale no sentirte demasiado cómodo - en un pestañeo desaparece.
Giyu se dió el lujo de respirar más tranquilo. El aroma de alfa le molesta la nariz, sacudió su ropa como un inútil intento de quitarse el olor de encima y volvió a entrar. Sabía que el cachorro esta bien, algo asustado por el abrupto regreso de la fuerza de su celo. Al ingresar a la habitación, tal como lo esperaba, estaba hecho ovillo contra el suelo, temblando por el regreso abrupto de sus hormonas.
- calma... - se acercó a el para darle arrullo.
- Pero... es mi hermano... - jadeo con esa molesta incomodidad entre sus piernas. Recordo que los alfas podrían estimular de vez en cuando la aparición del celo, excepto cuando comparten lazos sanguíneos.
- es tu primer celo, está inestable. Con el tiempo, se irá corrigiendo - acaricio su cabeza, apreciando la textura curiosa de la piel sin cabello y hebras oscuras entre sus dedos. Despacio, el joven Omega se fue relajando, aún sentía la lubricación entre sus piernas pero su cabeza ya no tiene esa sensación de algodón.
- ¿Como sabes de mi? -
- Tanjiro siempre me habla de sus viajes y conocidos. Sobre tu relación con Shinazugawa lo supe por accidente - aquel día fue curioso, estaba caminando por la calle para ir a comer algunos dangos cuando escucho de casualidad al pilar serpiente y viento hablar entre ellos atravez de una cerca. Fue que Sanemi grito que Genya no es su hermano aún cuando el parecido es un poco delator.
De hecho, no se imagino que fueran hermanos hasta que se puso a pensar en el físico.
- ya veo... - lo vio lagrimear un poco. No sabe porque, si es efecto del celo u otra cosa que afecto su mente. Solo continuo acariciando su cabeza, arrullando al cachorro en sus brazos.
Decir que el castigo-entrenamiento que impuso Sanemi fue infernal, fue poco.
Aún sin usar verdaderas katanas, El pilar del viento hizo honor a su nombre con la fuerza de sus corrientes y ferocidad de cortes que estuvieran a su alcance, que desgraciadamente es muy amplio por su elemento.
El suelo de la finca del viento jamás se vio tan manchado de sangre ajena.
Sanemi obligo a cada participante a luchar, chocar sus espadas, forzandolos al límite de lo legal. buscando inútilmente algún hueco que sus inexpertas habilidades les podía dar pero fue en vano.
No puedes parar el viento con las manos.
- ¿Que clase de cazadores son? - pateó fiero a un veterano que no logro progresar como es debido. Tenía varios cortes, golpes con sus correspondientes hematomas y heridas que tardarán en cerrar por sus formas grotescas.
- la calidad ha decaido debido a sus debilidades. Además, ni siquiera he empezado a sudar - sonrió mostrando todos sus dientes, intimidado a más de uno que presencia eso. Temblaron aterrados pero no podían huir, ni hacer el intento. Uno de ellos creyó que podría distraerlo y escapar pero fue regresado de golpe fatal en su estómago, que lo hizo rodar y vomitar por el suelo.
- ara~ ara~ Shinazugawa-san, es suficiente - la pequeña mujer de ojos violetas detuvo el entrenamiento con un ademan de su mano. Gruño molesto por la interrupción pero no hizo ademan de continuar, lo que menos quería es darle demasiadas molestias a la pilar insecto.
- ¡Menudo espectáculo que las montado! ¡Casi tan genial como yo! - bromeó Tengen ante el escenario brutal. Siguió a Kocho por mera casualidad, iba a visitar a su buen amigo de cabello blanco ceniza.
- aunque creo que te has ablandado. - analizo un poco curioso, sacando un susto a más de uno. Solo recibió un gruñido despectivo, no discutiría eso, su furia bajo un tanto y no tenía ganas de volverse a molestar tan rápido.
- estos bastardos aprenderán si o si - contesto mientras ve como los kakushi se llevan los heridos con el mayor cuidado posible. Tengen podía oír los sonidos antinaturales de huesos rozándose entre si.
- estuviste con Tomioka - solto de golpe. No era lo que pensó decir, pero el olor extraño en el cuerpo de Sanemi no pudo opacarse con el propio y el hierro en la sangre. Simplemente lo tomo por sorpresa.
Aunque no fue el único, los demás miembros de la orden se detuvieron brevemente ante esa inesperada revelación. Incluso uno dejo caer a un malherido vendado.
- el bastardo tiene a Genya con el, enseñándole no se que estupideces -
- oh, cierto.- recordó. - el amargado de Tomioka tiene muchos más secretos de lo que esperaba. ¿Quien lo diría? Su casta me tomo por sorpresa y que decir de su olor -
- ¿Casta? - lo vio confundido.
- es un Omega. Tiene cara linda Aunque su olor no es nada atractivo -
Shinazugawa logro disimular su desliz, estaba tan enfadado que pasó por alto ese detalle. Todo este tiempo el infeliz cara de rata estuvo ocultando su casta, si bien no le importa lo que haga con su vida, sería realmente fastidioso si por ello compromete una misión. Así que, sea lo que sea que haga para mantenerse en control que lo siga haciendo.
- eso me recuerda que tengo que revisar a Tomioka-san - Shinobu intervino en la charla con su eterna sonrisa. - siempre es tan necio para ir a sus revisiones. Tendré que ir por el - apretó un puño molesta. No logra hacer entender al pilar del agua que solo busca ayudarlo pero es tan cerrado que no lo permite.
- después de estabilizar a los heridos. ire a visitar a Shinazugawa-kun y Tomioka - aseguro con su sonrisa determinada pero el aura peligrosa hizo retroceder ligeramente al par de alfas.
Decidieron irse a comer mientras el resto del personal se encargan de limpiar el desastre en el suelo y muros. El en camino, Uzui le contó las novedades del momento, nada extraordinario salvó el descubrimiento accidental del Omega encubierto y el castigo. Una vez más, ante los ojos observadores del peliblanco más alto, noto que Shinazugawa casi siempre está malhumorado pero en esta ocasión está más tranquilo, de hecho, extrañamente tranquilo considerando que casi mata a 6 pobres desgraciados por meterse con su hermano y el mismo está en la finca del agua con el pilar que menos desea tratar. Talvez en su última misión fue lo suficientemente desgastante para sacar buena parte de su energía.
No le dió tanta importancia y continuo con lo suyo.
Fiel a su palabra, Shinobu llegó a la finca del agua para valorar la salud física del Omega menor. Sabe que a esas alturas, Tomioka le habrá dado una cátedra sobre su condición facilitando el trabajo pero no era su principal preocupación. Era el mismo pilar del agua.
Aprovechando que está Genya vulnerable, el pelinegro no sería capaz de alejarse y mucho menos en su territorio. Lo ha visto con Tanjiro y Nezuko cuando están en su finca. Antes pensó que seria parte de su oculta amabilidad, en ningún momento se le ocurrió que tenía un sentido maternal tan alto.
Ingreso con total tranquilidad, no sería considerada una amenaza por ser de las misma casta o eso espera. Fue pidiendo permiso de ingresar dejando salir su aroma de Patchouli y su voz haciendo eco en las paredes. Tal como imagino, lo encontró en la habitación principal donde el Omega mayor tenía adormilado al cachorro, con su cabeza sobre sus piernas mientras acaricia sus cabellos.
- Kocho -
- vine a revisar a Shinazugawa-kun. - Tomioka mueve a Genya para despertarlo y dejar a la mujer trabajar.
- pero también vine para darte un chequeo -
- lo hiciste el mes pasado -
- cuando te hacías pasar por beta. Sabes que tendré que modificar tu expediente - bromea entre molesta y divertida. No le causa gracia rehacer sus notas pero ver la cara de fastidio de Giyu aligera su humor.
- ya que... -
La tarde trascurrio sin mayor problema en el chequeo médico de Kocho. Nada fuera de lo normal en el menor, el tamaño de su glándula es regular, el vientre inflamado a causa del celo pero no causa mayor dolor o sangrado, las mamas de igual de inflamadas pero normales. Todo ese examen médico causo incomodidad al menor pero se dejó hacer por tener cerca al pilar del agua.
Una vez hecho su valoración, le entrego un frasco con supresores con la clara instrucción de usarlos cuando diera el inicio del mes. Los consumiría durante 3 meses y descansa 3 para darle estabilidad a su anatomía.
Tras explicar brevemente su condición y cuidados, paso con el paciente más complicado y necio. Giyu no teniendo más remedio, la llevo a otra habitación, no tanto por vergüenza de su cuerpo, sino por lo que diría y no quería que Shinazugawa menor escuché.
Llegando la noche con su cantar nocturno y el brillo lejano de la luna. Giyu arropa al cachorro de ojos oscuros bajo la atenta mirada del alfa de cabello blanco ceniza. Mismo que está sentado junto a la ventana corrediza que de vez en cuando, la brisa fresca le alborota el cabello.
Para el Omega de aroma peculiar, fue un día agotador. Entrenar, Educar al cachorro, hacer de comer y algunas tareas domésticas, el pequeño acoso de Uzui, las preguntas incómodas de Kocho y su renuente actitud de no creer su palabra ahora con la densa mirada del Sanemi en su cráneo.
Tal como lo prometió en la mañana, No iba a negarle el acceso a Sanemi siempre y cuando mantuviera la compostura.
La cena no fue de las más animadas del mundo pero no se queja, no tenía nada de que hablar y Sanemi no tenía pinta de querer tratar con el. lo miraba como si fuera una peste más en su zapato. Genya de vez en cuando busco hacer conversación con su hermano mayor pero el peliblanco lo ignora o responde de mala gana. Una cena incomoda pero si había algo bueno en toda esa situación fue cuando Sanemi se fue, recogió su plato y lo dejo en la cocina, el cachorro hizo un pequeño comentario en voz baja que hizo sonreír a Giyu.
"Nemi cierra los ojos cuando come, significa que le gusta la comida "
En el corazón del Omega de olor peculiar, pensó que tendría una oportunidad de poder llevarse un poco mejor con el pilar del viento. Al menos, que no intente golpearlo cada vez que lo vea.
Cuando vio que Genya dormía cómodamente, se incorpora del futón para dirigirse a la salida de la habitación, dejo un futón limpio junto a una Yukata para dormir. Voltea a ver al albino que aún tenía el seño fruncido, mirándolo malamente.
- buenas noches Shinazugawa -
- buenas noches - respondió más por educación que por gusto.
Aún queda un largo camino que recorrer.
Otra Capítulo lleno de psudointrigra y se que va muy lenta la cosa aquí pero calma, ya viene lo sabroso :3
Ahora una curiosidad de la era Tashio!!!!
💖 Cuando son familia, comparten un olor particular que los caracteriza. Cómo los Rengoku es la naranja y Shinazugawa la menta.
💖 Genya no pudo asistir porque podría quedar en pánico y su celo aún no desiste del todo.
💖 Este capítulo fue casi relleno pero está bien. Ayuda en la introducción del siguiente. Que prometo que habrá más suculencia
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