14.- dos bastos (1° parte)
Eh aquí este capítulo tan tierno.
Cómo siempre, las recomendaciones musicales :3
💖 música perfecta x IL Volo
💖 no se me hace fácil x IL Volo
💖 Dos oruguitas x Sebastian Yatra
Ojalá les guste ☺️
💫❣️💫
Advertencia: contenido delicado, sexual, fumado como su autora y muy fuffly
La mañana siguiente del año nuevo, las personas que no se desvelaron o no bebieron demasiado fueron al templo para agradecer la buena fortuna y pedir bendiciones para ese año. Cómo buenas cosechas, un matrimonio feliz, que sus hijos se mantengan sanos o el hambre no los toque jamás.
Deseos simples y sinceros, otros eran más atrevidos en su oraciones: como encontrar su pareja o tener buena fortuna con sus negocios.
Mientras las personas se aglomeran afuera con la atenta mirada del sacerdote y sus ayudantes principales (los señores feudales principalmente) en una calma ceremonial combinada con entusiasmo, pasa algo similar en la habitación temporal de Kyojuro Rengoku, el alfa pilar de la flama.
Está acostado en su futón todavía, no había dormido bien en lo que restaba de la noche pero no por pesadillas que comían su corazón como últimamente había pasado. Al contrario, fue por la felicidad que desborda su alma.
Después de hablar con Giyuu de su situación, llegar a un mutuo acuerdo de conocerse más y dejar que el tiempo los ayudará a elegir en como avanzar su relación. Fueron a cenar al pueblo, aún había comida en los puestos y eligieron uno de yakisoba y los acompañaron con brochetas de carne de cerdo, de bebida jugo de lichi con limón y te verde. Después de encontrar un espacio más privado tomaron asiento para disfrutar de sus alimentos. además de la usual expresión "Umai" de Kyojuro y el largo silencio de Giyuu, fue el alfa quien se aventuró en empezar una charla.
Eran preguntas sencillas, como color favorito o dulce predilecto en los festivales. Es una charla vaga y poco transcendental para cualquiera pero para ambos es agradable, empezar de algo seguro asegura algunas bases y siendo honestos, ni sabían algo tan básico del uno del otro.
Kyojuro no evito ruborizarse al escuchar que el color favorito de Giyuu es el rojo, le recuerda muchas cosas bonitas como el kimono favorito de su hermana y las camelias, apenas pudo decir que también una parte de la apariencia del alfa y el Omega de ojos azul profundo se quedó sorprendido de saber que la comida picante no le gusta mucho. Disfruta la comida si, pero a medida de lo posible evita el picante. En ocasiones lo irritante que es, no le permite seguir disfrutando el sabor del resto de los alimentos.
Tomioka no habla mucho más que lo necesario y en frases cortas. Pensó que eso podría ofenderlo o hacerlo pensar que está siendo cortante pero se relajo ante la mirada serena y paciente que le ofrece.
Kyojuro está cómodo con la voz amena de su agradable compañía, lo obliga a dejar de pensar en ideas fatalistas para concentrarse en entender lo que dice, además, jamás había estado tan contento de la falta de agudeza auditiva, le ayuda de pretexto para estar más cerca de su destinado.
Una vez que terminaron de comer, se dirigieron al templo para dormir. Mañana hablarían sobre regresar a la sede e informar a Okayama-sama y también hablar con el sacerdote. Kyojuro le hizo saber que el hombre de la máscara está interesado en eliminar a los demonios y habilidades como la suya pueden ayudar. Giyuu no se vio muy sorprendido pero está algo escéptico.
Al despertar, sonrió extremadamente feliz de saber que todo lo ocurrido no fue un sueño hermoso, el aroma del Omega impregnó débilmente su ropa y durmió abrazando su Haori.
Dentro de su burbuja de dicha, También está su lado egoísta, esa que rara vez escucha.
Sabe que al momento de informar al patrón que el Omega de aroma peculiar está vivo, debían regresar de inmediato quizás hasta tengan misiones una vez que pisen las elegantes lozas de la mansión Ubuyashiki.
Pero al hacerlo, ya no tendrían oportunidad de hablar o tener citas. Su lado moral está comprometido a seguir luchando. No podía usar excusas para eludir su responsabilidad y deber hacia los cazadores de demonios (mucho más siendo pilar) pero su corazón está enfocado en sus propios asuntos románticos y más ahora que tiene una oportunidad de estar cerca.
– no es tan fácil... - suspiro nuevamente. – aún hay mucho por conocerte. - resolvió muchas dudas, si bien le oculto algo tan importante, lo hizo para protegerse (y también para cuidarlo a el) no lo culpa por hacerlo pero esa condición es desde nacimiento o sufrió un accidente.
– también menciono que ya no era... - eso lo hizo gruñir descontento. Una persona tocó el cuerpo de Giyuu mucho antes que el (y posiblemente que Shinazugawa) lejos de imaginar que tuvo un romance esporádico su instinto le dice que algo estaba mal con eso. Quiere pensar que son celos injustificados y no otra situación.
– a todo esto... ¿Cómo fue capaz de encontrarme? ¿Como lo hizo?- recordó esa noche en el tren MUGEN. Contra todo pronóstico e idea lógica, Giyuu estaba ahí, al menos su espíritu. Pero aún si haya logrado estar ahí ¿Cómo supo dónde estaba? Sus pensamientos se irrumpen cuando tocan la puerta de su habitación. Se puso de pie y acomodo su Yukata para dormir para atender el llamado. Sabe que no es Giyuu, ese aroma de caramelo (muy dulce para su gusto) es suficiente para ser cuidadoso.
– ¡buenos días Kyojuro-san! El desayuno está listo - la morena de hermoso ojos chocolate le sonríe coqueta, posando suavemente para mostrar su cuello. La chica se tomó muchas libertades con el sobre acompañarlo cuando puede durante su estancia o estar demasiado cerca mientras Giyuu o el sacerdote no están.
– muchas gracias Saionji-san. - ignora la coquetería – ¿Ya buscaste a Giyuu-san? -
– s-si. Va a tardar un poco - viro un poco los ojos cuando mencionó el Omega pelinegro.
No es una sorpresa que Kyojuro tuviera una enorme popularidad en tan poco tiempo de estar ahí. Sencillamente es un alfa ideal para quien sea y obviamente las mujeres u omegas disponibles hacen su esfuerzo para llamar su atención. Pero el rubio bicolor de aroma espectacular solo tenía ojos para el pelinegro de mirada melancólica.
Pero hay algo que no sabe el pilar del fuego.
Es un secreto a voces que Giyuu es popular en el pueblo, cuando pudo ponerse en pie y realizar actividades cotidianas iba al pueblo por mandado. aún si no convive con las personas y es bastante callado, Pero su belleza es enorme y su aroma es extraño pero atractivo, algunos alfas del pueblo tienen su mira puesta en el. Por órdenes del sacerdote, nadie debía cortejar al omega por múltiples motivos personales.
Nadie puso objeción. cuando fue la fiesta de año, entendieron la razón. Era obvio que el alfa rubio bicolor tenía un enorme interés en el Omega de ojos melancólicos, podría asegurar que son destinados.
Pero en su lógica, mientras no haya un lazo (en ambos casos). Sigue soltero.
– excelente. Entonces iré a darle los buenos días. - sale de la habitación pero su andar es frenado por el suave agarre de la Omega.
– no es bueno que se acerque, posiblemente se esté vistiendo y... - la chica suelta lentamente la ropa, retrocediendo unos pasos. El aroma gentil y atractivo de Rengoku cambio por un denso tono de agria naranja y pimienta intensa.
– gracias por tu preocupación Saionji-san. Sere prudente - no tuvo que verle la cara para saber que estaba conteniendo su alfa interno al interponerse. De hecho, vio de reojo la tensión de sus músculos para no voltear y darle más de un sencillo susto.
– iré a la cocina a preparar preparar el té - apresuro sus palabras y escapo de ahí.
Kyojuro se relajo cuando la chica se fue, sacudió su ropa como intento para espantar el aroma de la Omega. gruño un poco al notar que seguía oliendo a ella. Regreso a su habitación para cambiar sus planes, debía bañarse y usar ropa limpia. Dejo en su futon una muda de ropa, pensó en usar su uniforme pero cambio por algo más informal. Una vez listo, sus pasos lo guiaron hacia el baño. están un poco más alejados de las habitaciones, para evitar que el vapor se filtre.
Su mente divagó un poco, tomar un baño antes no resulto tan negativo. Se vería más presentable ante Giyuu. Por estar distraído choco contra alguien justo cuando estaba entrando en los baños.
– ¡Lo siento! - se disculpa apenado por su falta de atención. Abre sus ojos al percibir el aroma que hace que su corazón acelere y la vista tan preciosa en sus brazos.
– Rengoku-san, buenos días. - Giyuu miro a la cara al rubio con sus mejillas rojas sea producto de la pena por tan encuentro y la mano derecha está sujetando su cintura por reflejo o por salir reciente del baño. Su cabello está mojado, pegado a su rostro y cuello dándole una visita muy deseable. ¡Y esas gotitas! Los restos de agua continúan su camino lentamente por su rostro y cuello, presumiendo lo que el no puede tocar.
– ¡buenos días Giyuu-san! Es un gusto verte -
– i-igualmente -
Kyojuro trago duramente al tener a su omega en sus brazos, todo mal humor se esfumó en segundos. Su aroma de lima, ylang ylang con tomillo hicieron de las suyas o sencillamente estar enamorado tiene un efecto igual de intenso. Suavemente lo suelta, antes de que se de cuenta de que su cuerpo estaba reaccionado demasiado bien a su encuentro.
– me daré prisa para ir a desayunar juntos -
– ¿Hiciste de comer? -
– no, fue Saionji-san. La chica que ayuda al templo. - explica sonriendo suavecito.
– no la conozco. Quizás es nueva -
Kyojuro se guardo decir que ella está desde casi el primer día que el empezó a recibir el tratamiento del sacerdote.
– te veo en unos minutos - el pilar del fuego ingreso a su correspondiente lado de los baños dejando al Omega solo con sus pensamientos.
Giyuu avanzo hacia su habitación en silencio, por casi nada pudo controlar los latidos frenéticos de su corazón. No sabía si era efecto de que estaba vunerable recién saliendo del baño o porque sencillamente sus sentimientos seguían ahí.
Para que mentir, siguen ahí.
Durante su baño, meditaba si había hecho lo correcto en darle el beneficio de la duda a Rengoku. Tenía la oportunidad de romper todo vínculo con el y seguir adelante pero ¿Realmente eso le habría dado paz? No tenía hacer demasiada conjetura, solo quería reconciliar su relación con el, sin esperar algo más.
Aún recuerda la mirada llena de desesperación en el amanecer de la misión del tren. Su rostro contraído de pena, pidiendo que se quedará. Le dolió muchísimo, nunca quiso que el sufriera y mucho menos por el.
Misma escena que se repitió la pasada noche.
Por más que se convence que Rengoku actuó así por mero instinto, por culpa y el lazo debilitado que los une. Su destrozado corazón toma ese pequeño brillo de esperanza de que lo hace por estar genuinamente interesando en el. No quiere salir lastimado otra vez por expectativas irreales, no obstante está ese "algo" que lo hace reconsiderar.
Razón principal para darle el beneficio de la duda.
Entre convivencia y convivencia el se daría cuenta que no vale la pena, marcaría distancia pacificamente, con el menor dolor posible y llevarían una relación amena. Sin el arrepentimiento del "hubiera".
– aunque... - mientras desnuda su cuerpo para vestirse, normalmente usaría su uniforme pero quedó hecho pedazos así como su Haori de doble patrón que se perdió en alguna parte. Tomo una yukata de color azul celeste con nubes, le recordó a su maestro Urokodaki.
– la mirada de Kyojuro... - en su mente revivió esa expresión de hace unos minutos. Ese tierno arrullo en sus facciones acompañado de una sonrisa ligera, el brillo luminoso de sus ojos, su cabello despeinado con pequeñas marcas de la almohada en su cara. En su interior, no evito decir que luce muy guapo y tierno. por poco pudo esconder su nerviosismo.
Su cuerpo se estremeció y nuevamente su aroma salió en un pequeño estallido. Le daba vergüenza que su cuerpo reaccione así pero era normal mientras su cuerpo se acostumbra a dejar los supresores de olor y el consumo excesivo de bicarbonato.
– ¡Giyuu-san!! - la voz del alfa lo hizo reaccionar. ¿El se había tardado tanto en vestirse o Kyojuro se arregló muy rápido?
– ya salgo - agradeció que su voz sonara como siempre y apuro a vestirse. Se hizo su clásica coleta baja, acomodando su cabello un poco y suspiro nuevamente antes de abrir la puerta. En un suave movimiento, deslizó la barrera que separa al par, provocando que sus iris tan dispares volvieran a encontrarse.
– ¡luces maravilloso Giyuu-san! - apremia más que contento de verlo lucir colores más claros. De hecho, luce más joven y tierno, refleja más su casta, su piel de escarcha que antoja acariciar. Paseo rápidamente sus ojos por el cuerpo de su destinado. La yukata esta justa a su cuerpo, escondiendo tímidamente sus curvas naturales, excepto un poco sus piernas torneadas.
Salió de su muy creativa imaginación antes de que fuera muy lejos.
– igualmente... Luces bien - Kyojuro por su parte también usa una yukata de invierno, colores cálidos de madera oscura, terracota y amarillo cremoso. Sencillamente no puede desprenderse de representar la calidez de su persona y mucho menos el legado de su familia gracias a la capa blanca con bordado de llamas al final de la tela.
sus mejillas se pintaron de rosa cuando se percató que lo halago en voz alta. Sin darse cuenta, le dió una razón más a Kyojuro de que su sonrisa creciera.
– vamos a almorzar - el Omega de cabello oscuro emprendió camino hacia la cocina a pasos ligeramente más rápidos con tal de ya no pasar más vergüenza.
Durante su camino por los largos pasillos, El normalmente silencioso recinto sagrado hace eco en ratos por las constantes visitas de los pobladores para agradecer y pedir bendiciones al representante de los dioses, el bullicio es agradable, incluso se escuchan los niños reír. Al llegar a la habitación con el comedor en medio, es el mismo lugar donde Kyojuro conoció por primera vez al sacerdote con la novedad que hay decoraciones rojas con dorado en sus paredes hechas de tela y otras de papel en graciosas figuras de origami.
– ¡Mira! Son muchas grullas - señala el recorrido de las aves de papel en el muro junto a la ventana. Kyojuro sonrie emocionado al ver las finas figuras de papel. –¿Sabes hacer origami? -
– un poco, las flores de papel fue lo primero que aprendí - admitió Giyuu.
– ¿una flor? - invito a continuar con un movimiento de cabeza, también guiando a tomar asiento a la mesa. La comida humeante de delicioso aroma esperaba en ella.
– yo... Aprendí como regalo para...- explico acomodando su ropa. Miro hacia los platillos, los platos son distintos. Naturalmente porque el heredero Rengoku come mucho más que el, su comida es menor, más de lo normal como si fuera una porción para mujer. Además de que había alimentos que en los platos del alfa no tenía.
– esta no es mi comida - frunce el seño. Era obvio que no fue preparada para el.
– ¡claro que sí! ¡No hay nadie más aquí! -
– ¡Kyojuro-san! Ya... Vino - la Omega de aroma caramelo hizo acto de presencia con una tetera en sus manos. Su expresión alegre cambio por una menos entusiasta, casi molesta.
– hola de nuevo Saionji-san. Gracias por cocinar esto. Luce maravilloso - expresa gratitud con su sonrisa enorme. La chica relaja su postura ante esa mirada, sonriendo de vuelta.
– Espero te guste, cocine con todo mi entusiasmo - mira al suelo y mueve sus brazos en un gesto sumiso.
Giyu ignora por su propio bien ese intercambio de coquetería para comer su "porción". Con el silencio de su parte contra los constantes "umai" del rubio y la charla acaparada por la omega fue un desayuno incómodo. Arroz está bueno junto con el tamagoyaki y la salsa está en su punto.
– Giyuu-san - le dirige la palabra el rubio bicolor, le responde con un gruñido sin verlo. –¿Me das? -
Señala las gyozas que están próximas a su plato, están doradas por el refrito, desprendiendo un rico aroma de ajo y cilantro.
– puedes pedirle a Saionji-san - toma una Empanada y come ignorando la cara de Rengoku.
– ¡Está bien Kyojuro-san! Puedo compartir de las mías -
– pero yo QUIERO las de Giyuu-san - insiste.
Evitando soltar un resoplido fastidiado. Giyuu miro por el rabillo del ojo al pilar de la llama. ¡¿Desde cuándo lo está observando así?!! El brillo de su único ojo es intenso aún con su sonrisa suave, diciendo a gritos silenciosos "mírame". Una excusa, solo quiere una excusa para que sus rostros se encuentren.
– está bien. - toma con cuidado la pequeña empanada de carne, acercándola al rostro del alfa. Quien solo inflo el pecho más que contento de cumplir con lo que tanto busca: la atención de su destinado. Incluso su aroma despide más neroli y cedro en notas alegres. Abre la boca, dejando que sus labios se deslicen despacio por los palillos y degusta sin dejar retirar su vista del pelinegro. Giyuu inmediatamente toma otra gyoza, ofreciéndole de comer otra vez.
–¡Umai! - expresa entusiasmado. Giyuu repite la acción un par de veces más hasta que come la suya por cuenta propia, a ese paso no iba a probarlas. Esa inocente acción hizo ruborizar al alfa ¿Eso cuenta como beso indirecto? Sacude sus ideas antes de que empiece a subir de nivel.
– Giyuu-san ¿Tienes algún plan hoy? - pregunto esperanzado. Tardó en responder porque seguía comiendo, una vez que trago lo que tenía en su boca, medito un poco.
– pensaba en entrenar después de recoger los encargos del sacerdote. - era la única cosa que podia hacer para no sentirse como un parásito.
– ¡Excelente idea! ¡Te acompañaré! - no hubo objeción alguna. Terminaron de desayunar, recogieron sus platos y se dispusieron a lavarlos en mutua compañía, hablando de las paradas que harían en el pueblo. Cuando Giyuu estaba distraído en sus ideas, Kyojuro miraba hacia Omega de aroma caramelo, advirtiendo con la mirada de mantener distancia. Saionji se retira en silencio, es más que obvio que el alfa de aroma gallardo tiene hecha su elección y no permite interferencias.
Cuando la chica se fue, el rubio se relajo por completo y dedico toda su atención hacia al pelinegro.
💫❣️💫
Después de unos minutos de actividad cotidiana, ambos se dirigieron al pueblo. Aoiseichi está rebosando de alegría por cumplir otro año más de vida.
El camino de bajada fue un poco más lento de lo normal debido que los creyentes están subiendo y bajando las escaleras en familias completas, otros con obsequios de agradecimientos y otros con personas que no habían visto, posiblemente viajeros que llegaron al poblado la noche anterior. Kyojuro no perdió de vista a Giyuu en ningún momento para evitar retrasos por estar buscandose mutuamente, hasta que llegaron a la base de las escaleras pudieron respirar un poco más aliviados.
– ¿A dónde vamos primero? -
– al restaurante Yukihira. -
– ¡Hay un encargo ahí! - dedujo el rubio bicolor cruzando sus brazos encima de su pecho.
– no - Kyojuro lo miro extrañado. Giyuu eludió su mirada pero no escondió el rubor en sus orejas.
– se que... No estás satisfecho... - murmuro. El Omega de ojos azul profundos conoce lo suficiente a su compañero para saber que un plato de comida no es suficiente. Debido a su pobre audición, no pudo escuchar lo que dijo sumando que emprendió camino hacia el mencionado restaurante.
Rodeados de puestos de recuerdos, amuletos y algunos juguetes, el ambiente festivo del poblado no disminuye, los colores bien combinados y brillantes por obra del más excéntrico de los pilares. Tardaron unos minutos en llegar, el local está muy activo considerando la hora de la mañana. Posiblemente viajeros y algunos comensales glotones.
Después de ser recibidos cálidamente por los dueños del local. Ambos tomaron asiento en una mesa en una esquina, debían felicitar a los chefs por diseñar tan buen sistema de ventilación. Porque tanto el aroma de la comida junto con los propios de los alfas u omegas no provocan sobresaturacion en el sentido del olfato.
Vieron en las paredes los platillos del día en lo que esperan su turno para ordenar.
– Giyuu-san -
– ¿Mh? - responde distraído el Omega, viendo interesado la opción de comer curry con arroz o yakisoba especial del menú.
– me decías del origami de papel que haces - retorna la plática que dejaron en pausa en el comedor.
–oh... Aprendí a hacerlos para Tsukako-neesan. No tenía dinero para comprar flores así que aprendí a hacerlas...- la nostalgia es enorme en voz y en su rostro bajo el brillo de vida. Kyojuro reconoció esa mirada como propia, no teniendo el corazón para continuar con el tema, decidió pensar en otra cosa. No era momento para preguntar por ella.
– Si no quieres hablar de ella está bien. - ofreció una sonrisa comprensiva. Giyuu agradecido la amabilidad, solo mueve la cabeza arriba y abajo.
– Kyojuro... Aquí hacen batatas como te gustan - sintiendose valiente comenzó la nueva plática. Casi siempre es sencillo hablar con el rubio, no sabe si es por la influencia de su aroma o la seguridad que emite.
–¿En serio? ¿Cómo me gustan? - pregunta inquisitivo.
– con curry especiado y arroz. Acompañado de más vegetales y pollo asado- baja la mirada. Ahora pensaría que lo acosaba en sus ratos libres. – otras te gustan horneadas o con miso dulce con miel -
– ¡Es correcto! Que observador eres Tomioka-san - muy lejos de sentirse perseguido. Kyojuro se hincho de felicidad como esponja a la humedad. Pero no podía quedarse atrás en esos terrenos – ¿Que te gusta comer? -
– Daikon con salmón - contesta con un brillo bonito en sus ojos.
– ¡Suena excelente! Pero no es frecuente que lo coma. ¡Ya se! Podemos comer eso en la cena ¿Que dices? - anima. Giyuu afirma nuevamente con la cabeza, aunque su rostro no lo exprese adecuadamente no puede esconder la felicidad en sus ojos.
– ¡ahí estás desgraciado!! - en la puerta del restaurante la figura imponente de Uzui apareció. No lleva su traje de cazador como es normal, en su lugar, su ropa es elegante y festiva, en tonos púrpura, rojo, blanco y verde en su mayoría.
– estuve buscándote todo el tiempo ayer y hoy en la mañana. ¡Soportando el despiadado invierno preocupado por ti pensado que estarías tieso en alguna parte! solo para verte aquí de novio con Tomioka-san - se acerca el enorme albino y le da un abrazo amistoso que hace reír al rubio.
– ¡Tengen mi amigo! No quise preocuparte -
– está bien. Es grato saber que no estabas perdiendo el tiempo. ¡Hola Tomioka! ¡Es bueno verte al fin fuera del templo! - le da una pequeña palmada en el hombro amistoso que Giyuu lo sorprendió.
– buenos días Uzui-san - dijo en voz baja. Algo confundido por la repentina confianza del peliblanco hacia el.
– en fin. Ya ordenaron - tomo asiento junto a Kyojuro mientras observa todo a su alrededor y levanta la mano para pedir su buena ración de alimentos.
– estábamos en ello - el alfa rubio lo dejo ser. Le hubiera gustado estar más tiempo a solas con Giyuu pero supuso que tendrá que esperar un poco más.
No tardó mucho el joven pelirrojo con su gran sonrisa para tomar sus pedidos. Cómo era natural, Kyojuro pidió varios platillos y Uzui los más costosos, Giyuu se conformo con algo más sencillo, parte para acompañar a los presentes y sentía su estómago algo revuelto por el ajetreado amanecer. Después de esa pequeña interacción, el Omega permaneció en silencio mientras observa al par hablar de múltiples cosas, en ocasiones en simultáneo y otras cambian de tema con mucha rapidez. No podía evitar envidiar la libertad con la que expresan sus pensamientos y tener tantos temas de conversación.
Sin mucho que decir, miro a su alrededor. Todas esas personas que alegremente van y vienen algunas ignorantes de lo ocurrido en ese pueblo hace años y en ocasiones cuando hay luna nueva. Recuerda vagamente algunos días que el sacerdote regresa del bosque con su cuerpo inmaculado pero despedía un aroma a cenizas y sangre de demonio que posiblemente cazaba cuando están demasiado persistentes. Fuera de, es un sitio realmente bonito para vivir.
Al ver unos niños correr hacia sus padres entusiasmados con la idea de comer, su corazón dió un vuelco.
Se pregunta cómo está su maestro, Tanjiro, Nezuko y sus amigos, Murata. ¿Sabrán del viaje de ambos pilares? O tal vez lo mantuvieron en secreto con tal de no elevar demasiado los ánimos. Los extraña demasiado, la serenidad de su maestro, la risa tonta de Murata, el entusiasmo cálido de Tanjiro, la ternura de Nezuko, el espíritu escandaloso de Zenitsu, Inosuke con su imprudencia. También añade a la lista a Genya y su hermano aún cuando estos no parecían tenerle mucho aprecio.
¡Maldicion! Incluso extraña a Kocho y su fastidiosa tendencia a molestarlo.
Si, desea volver a verlos aún si implica regresar a sus funciones como Pilar.
– ¡Tomioka! - voltea despacio mientras pestañea confundido. Kyojuro lo ve algo preocupado mientras que Tengen tiene una mezcla de fastidio con inquietud.
– ¿Estás bien Giyuu-san? -estirandose lo más que podía atravez de la mesa, el alfa rubio de aroma Neroli toca su mejilla cuidadoso, limpiando el resto de lágrimas que se había escurrido. ¿Había llorado sin darse cuenta? ¿Tan solo se sentía para hacer una patética escena?
– yo... Solo sentí nostalgia - se excuso – no volverá a ocurrir -
– aunque no es nada extravagante que nos ignores cuando te hablamos. - comenzó a decir el peliblanco – entiendo cómo te sientes. Se que ha pasado poco menos de un mes pero siento que han Sido años desde que no veo a mis hermosas esposas y mi pichoncito -
– es cierto. También yo extraño a Senjuro y mi Chichi-hue. Mis Tsukakos tan enérgicos - continuo Kyojuro sin dejar de limpiar el rostro – si te sirve de consuelo, pronto nos iremos de aquí y volverás a verlos. ¡Se han vuelto muy fuertes y hábiles! -
– gracias Kyojuro-san, Uzui-san - le da una pequeña sonrisa, apenas un levantamiento de mejillas. Suficiente para que el rubio relaje su vista. El momento de cercanía se rompió cuando el joven cocinero pelirrojo apareció con varios platos en sus brazos.
– ¡Sus pedidos! - sonrió muy animado sin percatarse del ambiente. Kyojuro tomo su distancia con sus ánimos muy altos y aumento más por todos los platillos deliciosos que humean frente a el, Uzui cohicide con su amigo, el sitio es sencillo para su gusto pero sus comidas compensan esa falta de decoración.
– oh... - Giyuu noto que su sencillo udon venía acompañado de otro platillo, siendo más específico, un postre: wagashi. 6 Pequeños bocadillos dulces con forma de flores de invierno (rosa pálido, púrpura, blanco, amarillo pastel) junto a una taza de té verde. Una belleza tan delicada que parecía irreal.

– esto no lo pedí - señala con obviedad.
– un obsequio de Tsukasa-san - señala nada discreto con su pulgar hacia joven de cabello platinado corto con brillo de cuarzo azul en sus ojos. El joven de ropa occidental elegante le da una sonrisa gentil hasta que se da cuenta que es observado, ruborizandose en el acto para finalizar escondiéndose en alguna parte de la cocina. Lo conoce, es un alfa que trabaja de chef. tiene poco de haber llegado al pueblo, amigo de la familia feudal que vino a pasar las fiestas con ellos.
– ¡Buen provecho!! - se despidió el joven pelirrojo dejando dudas en dos de los comensales de la mesa de cazadores, Giyuu no le dió más vueltas al asunto y comenzó a comer a su ritmo sin percatarse de la seriedad en la expresión del alfa bicolor. Era más que obvio que eso era un obsequio de cortejo. Uzui solo esconde una risita traviesa que inevitablemente llamo la atención de Kyojuro.
– ¿Que es tan gracioso Tengen? - pregunta con cierto recelo. Este solo le hizo un ademan con la mano, restándole importancia o al menos mientras desayunan. Al ver que no tendria respuesta inmediata se dedica a comer. Aun estando un poco molesto, los platillos le sientan de maravilla, casi borran el mal humor. Decía "casi" porque seguía viendo esos inofensivos dulces en la mesa y Giyuu empezó a comerlos ¡Hasta le brillaron los ojos! Debían ser muy buenos para que hiciera un gesto un tanto infantil.
Eso le dió una pulsada hiriente en el pecho.
💫❣️💫
Después una muy extraño desayuno, el trío prosiguió con sus actividades programadas. Al menos las de Giyuu, antes de entrenar un poco y planear su viaje de regreso a casa. Los recados del sacerdote son sencillos como algunos documentos de salud de la clínica del pueblo, algunas velas de la tienda, un cántaro de capacidad de 3 litros que accidentalmente Giyuu había roto en sus primeros días de rehabilitación. El problema no era el material en si (es de barro) pero si la magistral pintura que había en el, narraba la leyenda de la princesa Kaguya.
el comerciante solo le advierte encarecidamente que fuera cuidadoso con el frágil objeto, el adulto maduro ve con gran preocupación su obra de arte en manos del pelinegro. El problema radicaba que era el tercero que rompe en esos días y es muy laborioso de hacer. El omega pudo disimular la vergüenza ocasionada por romper algo como un niño pequeño. A Uzui se le hizo divertido mientras que a Kyojuro algo adorable. Así que decide ayudar cargando en su lugar el bello cántaro.
– no soy debil - frunció el seño.
– lo sé Giyuu-san, pero el pobre señor estaba al borde de un desmayo - una sonrisa cálida relaja la postura defensiva de Giyuu. Antes de poder hablar el aroma desconocido y atrevido de anís, canela y pimienta espolvorea el ambiente.
– Tomioka-san, un gusto verte de nuevo - un joven hombre (alfa para rematar) se acercó al pelinegro pasando olímpicamente por alto al rubio bicolor. Su tez morena contrarresta el blanco de sus cabellos que parece espuma de mar, esos ojos verde traslúcido observa fascinado al único Omega presente.
–buenos dias, Hayama-san- responde la cortesía con su típica voz suave y calma.
– hace tiempo que no pasabas por aquí y tampoco he podido ir al templo. He estado bastante ocupado - en un grácil movimiento, deja en su oreja un pequeño broche de cabello con forma de flor cosmos, su frágil apariencia hace resaltar el vidrio coloreado con el que está hecho.
– sabes yo... -
– ¡Akira! - un hombre robusto apareció y muy parecido al joven alfa, el mismo mercader que le dió el cántaro – necesito que vengas -
– voy Chichi-hue. - responde viendo hacia el maduro hombre - te veo luego Tomioka-san - se despide mientras regresa al local. Giyuu solo lo ve partir algo confundido por esa interacción, ladeó la cabeza haciendo tintinear el delicado regalo. Deja sus pensamientos de lado cuando el picante ardor de la pimienta ataca su nariz junto con el cedro que parecía más a leños quemándose. Volteo su atención hacia Kyojuro, quedándose helado ante la severa postura que posee.
Gruñe en voz baja y sus manos están a nada de romper el jarrón. La pupila de su único ojo tiene un malsano esplendor que si pudiera cortaría en dos a quien tenga en mira.
– Kyojuro-san - arriesgándose. Tocó el hombro del pilar de la llama, dejando salir su aroma como intentando calmarlo. Al comienzo, el alfa frunció el seño, muy molesto por el tomillo que le parecía cada vez más desagradable.
Cuando iba a rechazar ese olor junto con el portador, se quedó quieto. La mirada preocupada de Giyuu por su reacción explosiva lo mantiene callado.
Lentamente fue dejándose llevar por el olor del tomillo, el hilo de sus pensamientos volvía a rectificarse. Si está furioso porque un par de alfas desconocidos han estado coqueteando en su cara a su destinado, decir que desea cortarles la garganta es poco lo que quiere hacer en realidad. Otra cosa es que Giyuu sencillamente acepta los obsequios sabiendo que el está presente, faltandole el respeto.
Pero la objetividad volvía a su raciocinio.
No está molesto por los extraños alfas y mucho menos con su destinado. Está furioso consigo mismo. El no podía ni debía recriminar porque el no tiene ese derecho, incluso si el lo ama. Apenas había logrado reconciliar su relación por un lazo amistoso, si agrede a quien adora tanto puede perderlo definitivamente. Eso le estremeció hasta el alma.
Además Giyuu es un omega soltero que el había rechazado, podía ser cortejado por quién quiera y aceptar a quien sea que gane su atención y cariño.
Con un pesadumbre pensamiento, calmo sus ansias tenebrosas pero dejando en su lugar un pesado malestar en su pecho. No fue hasta que el suave apretón en su hombro lo saco de sus sentimientos depresivos. Giyuu le mira aliviado, podría decir que contento de verlo más relajado.
Nuevamente el confort inunda su ser. El omega no teme de el, la mirada recelosa y asustada no centella en sus ojos oceánicos, sino un dulce alivio y calma. Sea lo que sea que el destino les tenga preparado para los dos, estaria feliz mientras pueda estar a su lado.
–es mejor volver - al darse cuenta que su mano tenía ya bastante tiempo tocando al rubio, se alejo. A pasos rápidos fue de regreso al templo a continuar lo planeado. Ya se dejó suficiente en evidencia.
💫❣️💫
Uzui es excelente recopilando información sea para misiones o por algún capricho suyo. En ese momento a falta de trabajo o entretenimiento interesante, se le hizo fácil conseguir información sobre la estancia de Tomioka en el pueblo y del nombrado Sacerdote que adoran.
Empezando con el segundo, nadie sabía cómo es su rostro o cabello, siquiera sabían si era hombre o mujer aparentando. Es en extremo cuidadoso con su identidad, además de que nadie en el pueblo se anima a cortejarlo por su posición de castidad y el porte majestuoso que anda, de hecho, ni los alfas más atrevidos se animan a intentar algo.
Eso y porque el representante de los dioses es bien respetado en la aldea.
Eso dejaba mucho que pensar, podría hasta deducir que es un demonio si no fuera porque pasea bajo la luz del sol en ratos y es en extremo habilidoso con la medicina. El fue el que dió la orden de no hablar de Tomioka, principalmente por su seguridad hasta que lo vinieran a buscar y tuvieran la evidencia en mano de ser quien esperan.
Alguien tan misterioso, le produce curiosidad.
Algo exagerado para su propio gusto pero tenía sentido. El mismo vio como la sexta luna superior se había obsesionado con el Omega pelinegro.
Tengen al ver que no había más que sacar del misterioso sacerdote a no ser que lo encare, prosigue hacia Tomioka.
Le sorprendió saber que el Omega de rostro neutro y casi aburrido tiene su propio ganado de alfas tras suyo. Tres para ser exactos. Enterándose por algunas chicas (y algunos pocos omegas) del pueblo que conocían a los susodichos que estos quedaron prendados de este a los pocos días cuando hizo acto de presencia en el pueblo para realizar algunas tareas domésticas o pasear en el pueblo. No era la primera vez que le daban obsequios o lo invitan a comer para conocerlo e iniciar el cortejo. Pero sencillamente el Omega no daba su brazo a torcer (pero a su criterio es demasiado despistado para darse cuenta) y nuevamente el sacerdote volvió a intervenir con la indicación de no coquetear con Giyuu.
Por el bien de ambos lados.
Claro nunca faltan los desobedientes.
Tengen hizo mella de toda su fuerza de voluntad para no reír de la situación tan hilarante y al mismo tiempo aliviado. Esos alfas si van en serio en cortejar, esos dulces son costosos y que decir del broche, eso y no le dijo a Kyojuro sobre el enorme salmón (según su fuente unos 7kg) que le obsequio el dueño de la tienda de mariscos y pescado. Su amigo definitivamente los habría cazado y eliminado del juego, si no hubiera Sido por la misma intervención de Tomioka.
Realmente esta agradecido que el haya Sido tan distraído para darse cuenta del cortejo de esos alfas o que siga lo suficientemente enamorado de su muy explosivo amigo para serle fiel discretamente. Cualquier omega hubiera aceptado, el tiempo de distancia y los antecedentes son suficientes para haberse dado la oportunidad de conocer otras posibles parejas.
Pero ahí están, en una pelea de práctica con unas espadas de madera que tan amablemente los señores feudales le proporcionaron a Tomioka para seguir practicando una vez que su cuerpo estaba lo suficientemente sano. Para cualquiera que los viera, sería una batalla de práctica para recuperar forma en sus movimientos y corregir posturas que se vieron afectadas por las lesiones. Ambos van en serio por las poderosas arremetidas del fuego contra la ferocidad elegante del agua.
También había algo más.
Uzui podía observarlo aunque no fuera muy obvio en primer lugar. Giyuu tomaba en ocasiones posturas a la defensiva y forzaba a Kyojuro a aumentar su ferocidad. Al principio pensó que realmente el es muy competitivo, algo curioso en un Omega, también dejaba salir discretamente su olor ¿Trampa tal vez? Su amigo se pone muy estúpido cuando se trata de Tomioka pero eso sería más efectivo si su olor fuera más dulce, porque está produciendo el efecto contrario.
Fue que recordó lo que le dijo su muy llamativo amigo rubio.
–"¿Entonces el olor de Tomioka ayuda a las personas? ¿En qué? A volverse locas por su olor tan raro " - Uzui mira con cierta duda a su compañero mientras le hace compañía en uno de los balcones del templo.
– " Kogami-sama dijo que la propiedad de su olor es ayudar a las personas en sacar toda la furia y frustración de sus corazones pero el efecto produce un rotundo rechazo" - explica nuevamente. –"no me excuso por mi falta pero tiene sentido porque reaccione así. Esa tarde tuve una misión muy complicada y discutí con mi padre "-
El alfa peliblanco pensó un poco en esto, si bien es más feliz ahora, admite que le causa dolor e irá pensar en su familia con todas sus atrocidades. Jamás tuvo reconciliación con ellos y nunca se molestó en buscar a los sobrevivientes. Para hacerle honor a la verdad, ese mes se cumplía otro aniversario más de la muerte de sus hermanos y eso lo ponía un tanto se malas.
– "creo que tienes razón "-
– así que eso es lo que pretendes - Tengen solo contempla con su único ojo la batalla de práctica que tenía más de un significado. Giyuu forzaba a Kyojuro a liberar su estrés y enojo, quizás sea instintivo o el puede ver más allá de la sonrisa entusiasta de su amigo.
Ahora entendía mejor que los destinados son más allá que una enorme compatibilidad sexual.
– eres más extravagante de lo que aparentas Tomioka - que se preocupe por el es es una buena señal para su rubio amigo. volviendo a la batalla, también percibió que ambos se están divirtiendo, esas miradas aún bajo el brillo de competencia y seriedad hay una chispa divertida. Durante el desayuno, se divirtió por la sonrisa de bobo enamorado del alfa de aroma Neroli cuando Giyu le contaba alguna anécdota de su estadía o hacia un gesto especialmente lindo. Ahora entrenan, una forma peculiar de pasar tiempo juntos.
– tiempo juntos... - como si una estrella iluminará su cabeza, la idea llegó a su cabeza. ¡Claro! Kyojuro trato durante todo el día pasar tiempo a solas con Giyuu. ¡Era obvio! Cuando regresaran a la sede, no habría tiempo de convivir y nuevamente las distancias estarían haciendo mella a su relación, si no es que uno se muere (otra vez) antes.
Para suerte de su amigo y su no-pareja el tiene una idea bastante buena para ello.
💫❣️💫
Cerca de las 11 de la noche, el sacerdote termino de dar sus bendiciones y celebrar el inicio del año. Agradeció la ayuda a la familia feudal y se despide sin mayor intervención. Camino hacia el jardín para hacer su propio ritual, se sentía cansado mental y físicamente hablando pero debía purificar su cuerpo antes de dormir, tomo demasiada energía negativa y le daría pesadillas al respecto.
Su corazón presentía que ese nuevo ciclo de 365 días sería distinto a lo que ha soñado últimamente. Empezando desde aquel llamado en ese bosque, un omega de cabello oscuro como la noche azul de aroma peculiar.
– ¿sigues ahí? - tocó su cuello para verificar que tuviera signos vitales. Hace nada que los demonios se habían marchado antes de que hicieran su cometido, no le dió importancia a darles caza, algo le decía que su tiempo de vida no finaliza con el.
Afortunadamente el demonio alfa es más inteligente que su hermana y la detuvo antes que cometiera una estupidez.
Volviendo al agonico joven, reviso su cuello sin marca de alfa y esa fina cicatriz supo de inmediato que pretendió hacer.
Demasiado joven...
– duele... Por favor... - su voz está rota, al igual que su corazón.
– aún puedes elegir. - acaricio su cabello gentilmente, limpiando restos de sangre sin importar manchar su túnica. El Omega soltó un gruñido bajo, casi cayendo en la inconsiencia.
– puedo darte un final dulce, un sueño hermoso, uno donde tus anhelos estén cumplidos y veas a quien tanto extrañas. ya ha pasado por mucho. - paso sus finos dedos hacia donde está el tórax, justo encima de su corazón. Los latidos casa vez son más débiles y rápidos, perdiendo efectividad.
– o vivir. Elige lo que más le de paz a tu interior - vio como las lágrimas se acumularon en sus ojos. Pestañeo muy lento, dejando que se escurran y se pierdan en su rostro sucio. Pudo escuchar gemir en un doloroso llanto que venía desde lo más profundo.
–vi-vir... Quiero... - logro decir lo más fuerte que pudo su frágil voz.
– está bien. - acaricio su rostro con tanta gentileza que fue una caricia en la fracturada alma frente suyo. – estás cansado, puedes dormir. No tengas miedo, estoy contigo - recito en suave canto, haciendo que lentamente perdiera la conciencia.
De reojo miro el cielo, la luna teñida de suave carmín. Sabe lo que significa y posiblemente vendrían más demonios interesados por la sangre del joven.
Es mejor darse prisa en volver.
– quizás fue desde antes... - se dijo a su mismo con un movimiento de cabeza, afirmando su curiosidad. Llegó a su memoria la imagen de una bella joven de mirada serena pero con tristes ojos carmín y su aroma dulce pero insual.
Después de todo, las coincidencias no existen.
– ¡buenas noches! - coro de voces lo hizo detenerse en el pasillo que daba hacia el jardín. Al virar su cuerpo hacia la dirección donde provenía las voces, se trataba del trío de cazadores de demonios, especialmente Kyojuro y Tengen con sus características voces fuertes, Giyuu por otro lado, solo hizo una reverencia respetuosa.
– ¿podemos hablar con usted Kogami-sama? - pregunto el rubio bicolor con una mirada decidida.
– si. Pero deberán esperar un poco. debo asearme primero - su explicación fue inamovible.
– está bien. También nosotros debemos tomar un baño. Entrenamos mucho hace un rato ¡Hace mucho que no me sentía tan bien! - afirmó el heredero Rengoku con una sonrisa enorme.
– habla por ti - Tengen estiro su cuello hasta hacerlo tronar. – ¿Cómo es que siempre tienes energía? ¡Oh claro! Tiene una muy buena motivación -
– ¡Yomoya! - el alfa de aroma Neroli se ruborizo un poco ante la indiscreción de su amigo. Giyuu solo los miro sin comprender pero no hizo pregunta alguna.
– está bien. Los veré en el comedor. - una vez confirmado la cita, el sacerdote volvió a emprender su camino con su figura perdiéndose en en jardín y el bosque aledaño.
– pensé que se bañaría aquí - Uzui no desaprovecha la oportunidad de enterarse más del sacerdote.
– su excelencia no usa los baños, siempre usa la cascada que está en un segmento profundo del bosque, dice que el agua corriendo ayuda a purificar su energía - Giyuu respondió está vez, llamando la atención de Kyojuro y Tengen.
– ¿Y tú cómo sabes? ¡¿Le has visto el rostro?! ¿Cómo es? Tiene grandes dientes o cicatrices - pregunta intrigado.
– no, nunca lo he visto. fue el quien me llevo y me explico hace tiempo cuando mis heridas ya estaban cerradas - Continuo Giyuu. En su memoria llegó un pequeño flash donde el estaba lavando su cuerpo bajo el agua cayendo, pese su temperatura poco cómoda, alivio mucho las tensiones de su cuerpo.
– bien, ya entendí. En fin vamos a bañarnos. Detesto oler mal. - apuro el enorme platinado. – ¿O que? ¿Van a bañarse juntos? Digo para no entrar -
–¡Yomoya! ¡Tengen no hagas ese tipo de bromas! - corrige un tanto apurado. Claro que el desea compartir más cercanía con Giyuu, por dios, aún fantasea con sentir su cuerpo cerca pero no quiere incomodar a su destinado con peticiones demasiado apresuradas.
–...- el Omega de aroma tomillo apuro sus pasos para irse a su habitación y tomar todo lo necesario para su aseo personal. Sus mejillas están rosadas por el comentario del alfa de ojos grana. Agradeció en silencio que Kyojuro no hiciera mayor comentario sobre ello.
– Giyuu... - murmuros un poco cohibido. Quería pasar más rato con el pero ya habían establecido un plan y no tenían demasiado tiempo para ejecutarlo.
Después del entrenamiento, los tres llegaron a la conclusión que seria muy beneficioso que el sacerdote se uniera al gremio y mejorar sus defensas pero debían conversarlo con buenos argumentos, cosa que Tengen es bastante hábil y mostrar honestidad con sus palabras, confianza que todo estaría bien, cosa que Kyojuro puede hacer.
💫❣️💫
– está bien -
Los tres invitados abrieron los ojos sorprendidos por la enorme, casi regalada facilidad con la que el sacerdote acepto ir con ellos a la cofradía para participar en eliminar demonios. Pensaron que se negaría, que mostrará resistencia por estar habituado a proteger una zona específica y las comodidades de la rutina, sobre todo arriesgar con mayor grado su vida.
– eso fue rápido - Uzui puso ambas manos en sus rodillas aún incrédulo por su enorme accesibilidad, demasiado a su gusto.
– antes de establecerme aquí, yo era nómada. Pasaba de pueblo en pueblo ayudando por la infestacion de demonios o enfermedades. -
– ¡Es bastante genial de tu parte! - premio Kyojuro con una sonrisa.
– pero no iré con ustedes. Cómo saben tengo responsabilidades aquí y debo hablar con los lugareños, además de reforzar más defensas de la aldea, aunque haya protecciones por mi parte, nunca está de más ser cuidadosos. - explico brevemente.
–¡Entiendo! -
– me tomara por lo menos 15 días antes de irme, aproximadamente. - continuo el sacerdote enmascarado con un ademan en su muñeca.
– es demasiado tiempo - establece Giyuu con el seño fruncido. - es momento de reportarnos con Okayama-sama, además de poner sobre aviso a la cofradía sobre la llegada del sacerdote -
–¡entonces no hay más remedio que me adelante! Este dios de las festividades debe reportar todo información recolectada a Okayama-sama. Me retiro para prepararme para el viaje - dió una gran palmada a sus rodillas mientras se incorpora. Kyojuro lo ve sorprendido, se pone de pie siguiendo a su compañero. Dió la vuelta para hacer una rápida despedida y continuo siguiendo a Uzui.
– espera Tengen, se supone que vinimos juntos. - alcanzó al enorme ex ninja a unos cuantos pasillos adelante. El platinado de ojos grana solo suspiro por la ingenuidad de su compañero.
– si que eres lento mi extraordinario amigo. - soltó una risa cansada.
– ¿Que quieres decir? -
– te lo pondré asi. Tu y Tomioka. Viajando solos. No tienen la obligación de regresar pronto, aún estás en licencia y Tomioka ni se diga.- levanta las cejas con una sonrisa pícara.
– ¡Yomoya! - las mejillas de Kyojuro se colorearon un momento a otro. Si sería la oportunidad perfecta para pasar tiempo juntos, conocerse y fortalecer el delicado vínculo que los une.
– aprovecha la oportunidad tigre - le da una fuerte palmada en su brazo derecho – pero recuerda no hacer nada estúpido. No volveras a dejarme colgado con ser el padrino de bodas. Ya tengo planeado una fiesta espectacular y no la voy a desperdiciar. -
– gracias Tengen -
– quien sabe, quizás hasta Tomioka llegué con encargo. Si sabes a lo que me refiero -
– ¡Está conversación ha terminado! -
💫❣️💫
–yo... - Giyuu bajo la mirada hacia sus manos. Sabe perfectamente lo que implica todo lo que ocurrió en esa sala y no puede evitar el fuerte tamborineo en su corazón.
– es tan agradable cuando el universo conspira en tu favor - comenta distraído el sacerdote. Por su tono de voz, alegre como soñador.
– es demasiado pronto - hablo con la garganta estrangulada.
– para el también lo es pero nadie está forzando nada. Está en ustedes si quieren hablar o no - movió su mano izquierda desatendido, tomando del suelo unas pequeñas plumas blancas, Giyuu no recordaba haber visto un ave por la zona y menos con ese plumaje.
– nada está escrito en piedra. el futuro está en ustedes y las elecciones que hagan. Después de todo, el amor se gana, se pierde y también se teje. - se acercó a Giyuu, tomando ambas manos para dejar una de las plumas en ellas. Es una sensación cálida que llena su corazón asustado, dejando que el miedo se disuelva lento. Es una sensación de tranquilidad que se parecía mucho al aura que emite la cabeza de la familia Ubuyashiki pero con mayor profundidad, como si la energía del sacerdote se introduciera a cada rincón del corazón.
–¿En qué camino te quieres quedar? -
💫❣️💫
Muy temprano en la mañana. Un poco antes de que el sol saliera Tengen Uzui emprendió camino de regreso una vez que mando a su elegante cuervo a notificar al patrón sobre la situación y como extra la situación de ambos destinados.
Fue despedido por Kyojuro, Giyuu y el propio sacerdote desde la entrada del templo. Con la tierna luz de la madrugada y las estrellas de mayor brillo Le desearon buen viaje y excelente clima.
–Uzui-san, ¿puedo? - se acercó el religioso de blanco y máscara neutra tomando sus manos en un grácil movimiento. El enorme cazador da una sonrisa jocosa.
– vaya, vaya que atrevido. tengo tres esposas y un Omega. Pero soy suficiente para tener un quinto esposo - fue que sintió algo en la palma de sus manos. al verlas había varias monedas (4 específicamente) con muecas curiosas que no recuerda de algún lugar conocido.
– por cierto, felicidades. Cuando llegues te espera una buena nueva o dos. No estoy seguro, la adivinación no es exactamente lo mío cuando hay luna menguante -
Eso dejo pensando al ex pilar del sonido hasta que la iluminación llega a su cabeza.
– ¡Aguarda un minuto!! ¡¿Cómo que buena nueva?!! - Uzui exclama claramente Sorprendido pero ignorado olímpicamente por el sacerdote. Mismo quien toma de la manga a un confundido Kyojuro para llevarlo adentro.
– te toca tu última sección. Mientras Giyuu-san hace los preparativos para su viaje - continuo sin hacer caso a las preguntas que soltaba a diestra y siniestra el platinado de ojos grana.
– ah... Está bien... ¡Giyuu-san, te buscaré cuando termine! ¡Suerte en tu viaje Tengen!- logro decir en limpio antes de verse arrastrado adentro del templo dejando al par solos y algo confundidos.
– ese sacerdote puede ser un dolor en el trasero cuando se lo propone - gruño molesto el enorme platinado con un puño apretado.
– ten un buen viaje Uzui - le deseo en voz baja, sin mirarlo el único Omega presente. Sin hacer más comentarios, da la media vuelta y procede a alejarse pero es detenido cuando una mano mucho más grande que la suya toco su hombro.
– Tomioka... Lo siento -
Tengen rara vez se disculpa y últimamente lo está haciendo muy seguido pero es necesario. Quiere está en paz consigo mismo y con el destinado de su amigo. Kyojuro le había dicho que Giyuu no le dijo sobre su nexo para no estorbar en su deseo de tener familia, estuvo dispuesto a dejarlo ir para verlo feliz.
No es un romántico empedernido pero entiende de sacrificios por amor.
– por todo. Por dejarte a tu suerte aquella noche y... De esa tarde - comento firme y suave. El ambiente entre ellos es tenso, frío por la falta de interacción más personal.
– no lo sabías. -
– aún así. No fue justo para ti -
– fue lo mejor. Si hubieras llegado cuando atacaron las lunas superiores, nada garantiza que hubiéramos salido vivos. - Uzui admite que tiene un punto. Perder un pilar aunque no es viable es mejor que perder dos.
– aquella tarde solo ayudo en aclarar la realidad. No es algo nuevo para mí - Tengen levanto sus cejas anonadado por esas sencillas oraciones.
– oi, oi. Se que paso hace tiempo y entiendo que la pasaste mal pero no fuiste el único. -
– ¿Mh? -
– aunque no me creas, Kyojuro no estuvo bien durante tu ausencia. Le dolió mucho más de lo que puedes imaginar - no le corresponde hablar de ello pero no permitiría ese papel de víctima. – ninguno es culpable, solo fueron las circunstancias que los orillaron a estar ahora.-
«Giyuu... todos nosotros solo somos caminos que se suelen torcer. Es difícil que entender que todos merecen bien ya que son circunstancias que nunca eligieron ser.»
Giyuu abrió los ojos, reconocía esas palabras. El hombre de la máscara se las había dicho anteriormente mientras se recuperaba. Su lado orgulloso, la herida y recelosa decía que el alfa de aroma neroli estuvo perfectamente sin el, no lo necesita y solo esta por mero compromiso pero también la imagen del rubio bicolor derramando parte de su corazón en esa disculpa por su error, el simple hecho que estuviera aquí decía mucho.
– Uzui ya vas tarde -
– ¡Joder! - gruño molesto pero su boca se sello cuando el sonido del corazón de Giyuu lo hizo detenerse. Palpita asustado, temeroso de volver a salir lastimado pero ahí está, esas casi despedazadas notas de esperanza. Bajo los hombros comprensivo, aun faltaba para pasar página.
– ya entiendi. Son tal para cual ustedes dos - solo con un movimiento de muñeca relajado. – les deseo buen viaje. - saca de su bolsillo un frasco de sellado hermetico. sin pedir permiso, toma la mano del pelinegro y se lo entrega.
– era un regalo para Suma pero tú lo usarás mejor - le guiña un ojo y se esfuma de ahí antes de que el pudiera negarse. Giyuu mira el objeto entregado.
– ¿Aceite de camelia? - frunció el seño algo confundido. Durante su recuperación, el sacerdote la usaba para mejorar su piel durante la cicatrización y disminuir el tamaño de las marcas, ahora no era necesaria pero de vez en cuando la usa. Sin tomar mayor importancia, la guardo en su Haori y emprendió su camino al pueblo.
Había mucho que comprar.
💫❣️💫
Pasaron un par de horas después, ya es medio día y par de cazadores con sus cuerpos en mejores condiciones, mentes nerviosas y corazones expectantes emprendieron viaje de regreso a la sede de los cazadores. Con su sencillas maletas en su espalda y varios Bentos en las manos de Giyuu se despidieron del sacerdote por el momento, prometiendo ser cuidadosos y llegar con bien.
El mismo hombre de la máscara les entrego en sus manos unas monedas con símbolos tallados y una bolsita con flores y hierbas de olor secas en ellas. Una vez más no entendieron el significado pero sabían que eran amuletos para la protección y buena fortuna.
Con buenos deseos de por medio y bajo las alegres despedidas de algunos lugareños, Kyojuro forzó una sonrisa y uso cada gramo de su voluntad para ignorar a los tres alfas que se despidieron muy cercanos a Giyuu, incluso con su nada discreta insinuación de una oportunidad. Se sintió tranquilo al ver que los trato con usual neutralidad y mantenia una distancia prudente.
Después de todas las despedidas, el dúo emprendió su viaje.
A las primeras horas de caminar atravez del inmenso bosque de Aoiseichi, su andar es relajando, disfrutando el clima fresco de invierno y observando la naturaleza nevada que esconde muchos seres vivos. De vez en cuando escuchan el cantar de algunos pájaros y la brisa pasar entre los árboles. Giyuu normalmente es muy silencioso y solo se dedica a observar el paisaje pero no puede evitar sentirse algo extrañado por el mutismo de su compañía y en ocasiones fruncía el seño. Hasta donde el recuerda, el alfa de aroma Neroli habla hasta por los codos, de múltiples temas y extensas historias emocionantes.
– " oh.. está aburrido"- bajo un poco su ánimo y apretó la mandíbula. Le gustaría verdaderamente ser más sociable y hablar con mayor libertad pero sencillamente no es tan fácil.
Tan metido está en su ideas que no se percato que el alfa rubio bicolor está a nada de explotar. Pero no de frustración o aburrimiento sino de ansiedad. Demasiados temas que tratar, asuntos de ellos dos, sobre sus cachorros ¿Continuara siendo pilar? ¡No sabe cómo empezar! Tanto que estuvo insistiendo poder estar a solas con su destinado para no hacer nada con esa oportunidad.
Claro ya habían hablado antes pero no estaban completamente solos y la mayoría del tiempo eran largos silencios.
– "cálmate. Respira. Tengo suerte que Giyuu es muy tranquilo. Puedo hacerlo, empieza con algo sencillo y nada comprometedor. Ya lo hiciste una vez ¡Puedes hacerlo! "- con mayor confianza mira hacia el Omega de ojos azul profundo.
– ¡Giyuu-san! ¡Es una hermosa noche! - expreso con todo el entusiasmo.
–... ¿De que hablas? - lo miro confundido – aún es de mañana -
con el pillar de un pájaro de fondo el silencio incómodo surgió.
–¡Yomoya!- las mejillas del alfa cambiaron a un rojo muy similar a sus mechones de cabello. –¡Si encuentro un hoyo me meteré en el! -
– ¿Te sientes bien? Podemos regresar - sugiere algo cohibido.
– yo... Estoy bien... Es solo...- Kyojuro empezó a hablar, se rasco la mejilla algo nervioso de ver esos ojos tan intensos y preciosos.
– no sé que decirte -
Ambos detuvieron su andar mirándose a la cara, confundidos, casi asustados.
– yo tampoco - admitió Giyuu con sus mejillas sonrojadas, eludiendo esos ojos ardientes como el sol. – no sé cómo hablarte o que decir... No soy bueno hablando -
– Giyuu-san... - le dió una pequeña sonrisa comprensiva. Su aroma neroli surgió con el cedro, en un tono afable, calmando el nerviosismo de su compañero. En cambio el pelinegro, su esencia de Tomillo y ylang ylang tomaron parte del protagonismo, uniéndose tímidamente al olor más dominante.
Formando una compleja interacción que liberaba sus corazones del miedo.
Kyojuro se empezó a sonreír, que despacio cambio a risas, una liberadora. Suaves carcajadas que dejan salir su estrés y esa patética situación de confusión. Giyuu lo imitó un poco más discreto. Ambos están tensos por nada y por todo. Pasaron unos minutos para relajarse y recuperar el aliento perdido.
– ¡Tu risa es preciosa Giyuu-san! - atesoraria cada segundo en su mente ese armónico sonido.
– hace mucho que no lo hago - confiesa sin sentirse mal consigo mismo.
– ¡Entonces me esforzaré en escucharla más seguido! ¡Porque es un sonido hermoso! ¡Tu eres hermoso! - soltó sin pensar, palabras que venían directamente de su corazón.
–...- Giyuu solo miro a otro lado, claramente avergonzado por las sinceras y tiernas palabras de Kyojuro. Su corazón se sintió muy calientito, como si una cobija cálida lo envolvieran.
El alfa también percibía su pecho muy reconfortado, además la imagen de su destinado con sus mejillas rojas le aparece demasiado dulce, lo emboba un poco y lo hace sonreir enamorado.
– em... ¡Olvide contarte algo! No está en mi decir sobre la vida privada de otros pero siendo tu cachorro debes saber - más relajado que al inicio, Kyojuro empezó la plática nuevamente. Giyuu solo le miro interesado por ese párrafo tan peculiar. Normalmente el alfa no es de cotilleos así que debe ser algo especial.
– al parecer el joven Kamado encontró un buen prospecto de alfa - empezó a decir mientras reanudan su caminar.
– ¿Tanjiro? - eso no lo imagino. Se espero de Zenitsu hasta Inosuke pero no de Tanjiro, ¡es demasiado pronto!
– si, así es. La Tsukako de Kocho, No recuerdo su nombre pero es muy hábil y fuerte, aunque no habla mucho. - Giyuu puede recordarla vagamente, es una jovencita muy bella pero no sabía que era una alfa.
– ¿Cómo? ¿Cuando fue que pasó? - pregunto un poco ansioso. Kyojuro le dió ternura esa faceta de madre preocupada.
– fue durante nuestros entrenamientos. Al parecer la joven espiaba al joven Kamado y quería hablarle pero no se animo hasta hace unos 2 meses. – recordó brevemente cómo la chica de la coleta de lado se acercaba a el con la intención de pedir una cita pero rápidamente escapa por la timidez. Dió el paso definitivo cuando Tanjiro en una de esas veces que estaba en rehabilitación por una lesión a causa de demonios (y posiblemente el propio Inosuke) y coincidieron en el tratamiento.
– me va a escuchar cuando llegue - sin darse cuenta, Giyuu hizo un breve puchero, casi invisible, molesto por lo narrado. Detalle que le pareció encantadora para Kyojuro.
Normalmente es difícil leer las emociones de su destinado pero ahora estando solos, es un poquito más fácil que se exprese, es más, está seguro que no se ha dado cuenta.
Es más, hasta el mismo se siente más relajado. Se prometió a su mismo aprovechar cada momento de ese viaje y aclarar todas las dudas que pudiera. Sobre todo mantener la hermosa sonrisa del moreno.
💫❣️💫
Las horas pasaron rápidamente hasta llegar la noche.
De hecho, no se dieron cuenta de lo rápido que pasó el día o cuánto habían avanzado durante su caminata entre los árboles. Ignorando todo a su alrededor, desde el olor a sangre vieja que aún impregna el bosque, los animales que pasaban cerca de ellos como un par de conejos o el propio cuervo de Rengoku. el ave quería darle las cartas que sus amigos y familia le enviaron pero al verlo tan contento, tan feliz que ya había olvidado que tan grande es su sonrisa, que solo se mantuvo cerca esperando el momento adecuado para intervenir aunque dudaba que llegara pronto.
Cuando escucharon los escondidos grillos, prestaron atención a su alrededor. La noche está sobre sus cabezas junto con sus celestiales adornos y la luna a mitad que ilumina muy dulcemente el sendero.
– tendremos que acampar aquí - resaltó el hecho el pilar de las llamas. Secundo el pelinegro.
– ¡Rengoku-sama!! Hay una casa a pocos metros de aquí - el cuervo vio su momento de interactuar y se acercó a su dueño posándose en su hombro.
– ¡Kaname! ¡Me da gusto verte! Esas son buenas noticias - le da un par de mimos a la enorme ave.
– ¿Kazanburo está por aquí? - pregunto algo preocupado. Su cuervo podría enfermarse por ser tan mayor y más por el clima tan frío.
– se quedó en la sede, debe descansar. - explico el cuervo. El mayor de todas las aves de la cofradía quería regresar con el pilar del agua pero el junto a otros cuervos le indicaron que debía reposar un poco más, los vientos de las montañas son más fríos que nunca y al ser un viaje muy largo podría enfermar. Fue difícil de convencer pero al final cedió.
– gracias por cuidar de Kazanburo - Giyuu suspiro de alivio, su emplumado amigo estaba bien. El ave hizo una pequeña reverencia y luego toma vuelo hacia la dirección donde vio esa cabaña.
– Eres muy unido a tu cuervo - confirmo Kyojuro comenzando a caminar hacia donde voló su cuervo.
– lo tengo desde que me uni a los cazadores. Es viejo pero muy leal - sonrió un poco al recordar a su emplumado amigo, el hizo bastante compañía durante los días más grises y tristes, a veces se molesta con el cuando sus indicaciones son poco precisas pero lo deja pasar. Incluso lo animaba a comer o dormir. Siguió a Rengoku mientras recuerda esos pequeños momentos con su ave.
– seguro espera por ti -
– o se ha escapado. Es algo necio -
Pasaron un par de metros del camino principal cuando llegaron al refugio. En medio de algunos arboles, nieve y arbustos cubiertos de escarcha está la casita. Es muy sencilla, algo pequeña, parece abandonada por la sensación de soledad que la rodea.
– ¡Buenas noches! ¡Disculpe la intromisión!! - Kyojuro comenta relajado, la presencia de demonios es nula y el aire es respirable. Pero de todos modos fue precavido al ingresar primero dejando su mano derecha sobre el mango de la katana.
Giyuu no hizo comentario al respecto de la obvia postura sobreprotectora de Kyojuro, el no tiene una nichiri y solo contaba con ser sus ojos en la espalda.
El sitio aunque es abandonado, es agradable. El polvo es escaso y hay madera seca para encender el fuego en la hornilla. El alfa continuo explorando el interior del sitio no correría riesgo alguno, mientras Giyuu dejo las cosas cerca de la hornilla y reviso las gabetas, hay futones limpios pero no rastros de objetos personales, posiblemente los dueños se fueron lo más rápido posible llevando lo indispensable y por las condiciones aún aceptables posiblemente fue hace poco.
– ¡Está despejado Giyuu-san! - Kyojuro volvió notablemente más relajado. El aludido solo afirmó con la cabeza mirando hacia el pilar rubio.
– encontré una cacerola, podré calentar la comida - señaló el objeto mientras trata de encender el fuego.
– ¡Fantástico! Sacudire los futones.- se puso de tarea mientras espera que Giyuu haga su parte.
💫❣️💫
Pasaron un par de horas después de que cenaron y limpiaron la vajilla. Con la luz de los leños ardiendo suavemente, el calor tan agradable que los rodean. Los dos ya estaban usando sus yukatas para dormir y están acostados en sus futones pero aún están despiertos con sus párpados pesados de sueño.
Fue algo vergonzoso para los dos vestirse cerca uno del otro. Técnicamente tienen lo mismo, sin embargo sus corazones la hicieron cohibirse. Kyojuro comento que el puede vestirse afuera pero Giyuu insistió que no, podían oír que el viento frío empezaba a volverse más agresivo. Así que se desvistieron dándose la espalda. Kyojuro pudo escuchar el retumbar violento de su corazón y Giyuu sus mejillas picar de rojo rubí. Una vez listos, ambos pudieron respirar mejor pero no menos tranquilos.
– Giyuu-san - cansado de ese incómodo silencio, miro hacia su compañero. – tengo tiempo pregúntame ¿Cómo me encontraste? -
–... - el Omega de cabello negro miro hacia su compañero con su expresión alerta por la pregunta. No tiene que hacer muchas conjeturas para saber de qué habla.
– puedes no creerme pero fue por un sueño... -
– ¿Un sueño? - ahora fue turno de Kyojuro de mirar a la cara a Giyuu.
– fue hace tiempo, aún no me recuperaba del todo de mis heridas y seguía al cuidado del sacerdote... - su ojos se volvieron pensativos, haciendo memoria de lo que ocurrió, dejandose llevar por aquellos momentos.
Sangre.
Es demasiada sangre en el suelo y su aroma en el aire.
Con el manto del amanecer sobre las vías y la tierra ilumina el panorama que hace que su corazón tiemble. Veía el fuego en el tren de hierro que esta descarrilado a pocos metros de el, pese que hay muchas personas incluído a sus protegidos. El valioso líquido rubí tenía un solo olor en especial.
El de Kyojuro
Giyuu sintió su pecho ser golpeado con tanta fuerza que sintió en cámara lenta como sus huesos, piel y carne eran atravesados con tanta fuerza y velocidad que su cerebro no capto el dolor hasta que vio su pecho atravesado.
Es indescriptible.
"Por favor..."
Doloroso, cruel y despiadado sufrimiento antes de partir.
"...Salva su vida..."
Pero no es el quien sufre ese fatídico resultado. Es su destinado el que tiene el esternón destruido.
"... No merece morir. No dejes que muera así.. "
Su propio corazón dejo de latir y sus ojos se volvieron ciegos de lágrimas mientras el aire se perfuma de un olor a sangre, lágrimas, desesperación junto con baya de enebro y madera de cedro.
"... No dejes que muera con el corazón roto... "
Abrió los ojos asustado y gritando cuando la hermosa mujer de mirada digna pero triste le mostró la sonrisa felizmente quebrada de Kyojuro.
– ¿Que ha ocurrido Giyuu.? - el sacerdote se acercó a el a pasos ligeros, se arrodilla junto a el para calmarlo. El omega de cabello negro luchaba contra el gentil agarre para levantarse sin dejar de gritar y repetir una y otra vez el nombre de quién es su destinado.
– ¡Va a morir! ¡No quiero que muera!! ¡No merece morir!- Giyuu lloraba – ¡Por favor Déjeme ir!! ¡Tengo que salvarlo!
– ¿Que dices? -
– ¡Kyojuro está en peligro! ¡Un demonio va a matarlo! ¡Ella me lo dijo! ¡Aún hay tiempo! ¡Por favor! - Mira ansioso la ventana, el sol aún no hace acto de presencia pero podía sentir que el amanecer está acechando.
– ¿Tienes una idea de cómo ir alla si estás en Aoiseichi? -
Esa pregunta lo dejo helado. Su cuerpo está débil, está lejos y no hay forma de que su cuervo llegue a tiempo a advertir a sus compañeros sobre ese horrido final. ¿Kyojuro moriría? ¿Una vez más no podría hacer nada para salvar a quien quiere tanto?
– Giyuu, sino hablas. no puedo ayudarte -
– su excelencia. Por favor. Ayúdeme a salvarlo. ¡Haré lo que me pida! No importa el costo o lo que me pida. ¡Lo haré! ¡Solo salve a Kyojuro! - sin importar que sus heridas vuelvan a sangrar, se movió como pudo hasta dejar su rostro pegado a las rodillas del hombre de blanco. Mojando su ropa y derramando cada súplica que posee.
– esas son palabras peligrosas Giyuu - la suave pero helada voz del sacerdote lo hizo estremecer pero aún así mantuvo su posición. Por primera vez, sintió el poder del sacerdote sobre el, abruma y estremece de miedo su corazón pero un así, cumpliría.
– tienes suerte que no sea de esos - acaricio gentil sus cabellos. Calmando despacio la afligida persona en su regazo.
– hay una forma, pero debes saber que la única forma que estés ahí es adentrarte en el cuerpo de otra Persona pero debe ser alguien que sea muy cercana a ti y que te de permiso. Conservas tus habilidades junto al conocimiento -
– yo... - recordó a su amigo Murata. No quiere ponerlo en peligro pero es una emergencia – conozco a alguien. Murata Roiken -
– oh. Perfecto. Otra cosa que debes saber es que tienes hasta que el sol toque la tierra. Haré lo posible para darte un poco de tiempo extra. Debes saber que si el muere mientras tu alma esté dentro Tambien morirás no importa si tú cuerpo está intacto.-
Un breve silencio apareció entre ellos. Se sintió eterno y pesado.
– ¿Aceptas? -
– ¡Si! -
– no sé cómo su excelencia lo hizo pero cuando tocó mi frente una vez más. se sintió como si flotara. Cuando Murata me permitió adentrarme en su corazón, fui a buscarte - explico el ojiazul profundo. Metido en su propia narrativa que no se dió cuenta de la mirada del alfa frente suyo y su aroma de neroli que desprende notas de confusión, alegría con incredulidad.
¿Giyuu se arriesgo por el? ¿se arriesgo aún con la posibilidad de que fuera nada más una pesadilla? Se atrevió a meterse en un ritual donde podría morir nada más para salvarlo.
Si corazón late con mayor ahinco, eso significa que para el Omega que adora tanto lo aprecia mucho. Una sonrisa temblorosa broto y sus mejillas se volvieron rosadas.
¿Cómo pudo tardar tanto en corresponder a los sentimientos de Giyuu?
– Giyuu... - cuando susurro su nombre, el ojiazul lapislázuli salió de sus pensamientos. Con un enorme sonrojo que dejaba pálidas a las rosas, se cubrio con las mantas y un rápido "buenas noches" salió de sus labios. Había contado todo, pensó en limitarse pero su ser no estaría satisfecho con dejar respuestas a medias. Los latidos son fuertes, intensos y casi lo dejan sordo. Ya había aceptado que su fachada de frialdad no dura nada cuando está cerca del alfa rubio pero desearía no ser tan asustadizo con los asuntos del amor.
– yo... No sé que decirte. Agradecerte me parece muy poco. - comenzó a decir Kyojuro sin dejar de ver el bulto escondido a su lado. Está conmovido y sus brazos pican por abrazarlo pero se mantiene quieto. No espero respuesta de su compañero solo continuo en su misma posición, dejando que su aroma neroli, cedro y pimienta delate por él, el amor que tiene su alma y lo contento que está por enterarse de ese noble acto.
– ¿Baya de enebro y madera de cedro? - cayó en cuenta de ese detalle. Con una sonrisa nostálgica, recordó brevemente su infancia cuando aún podía ver en vivo la gentil figura de aquella mujer que le dió la vida. agradecido y cerro los ojos, visualizando la elegante apariencia de Ruka Rengoku.
– gracias madre. Muchas gracias -
💫❣️💫
Va la primera parte de este capítulo tan bonito. (Se esconde en una trinchera) Si bien es buena parte relleno y algunos retrocesos, me pareció bonito que tuvieran una interacción más normal.
Van a su ritmo como los pobres amantes asustadizos y tontos que son :3
💫 una vez más, todo está bajo control gracias a Ruka y su intervención.
Hay algo curioso con su aroma y saquen sus conclusiones con lo que voy a decir:
✨ Baya de enebro: es la esencia de la noche. Ayuda en los miedos, terrores tanto nocturnos cómo experimentar retos. Favorece la protección durante la noche y es excelente aliado contra el insomnio.
✨ Madera de cedro: la esencia de los vínculos. Favorece la comunicación, las relaciones y la confianza en las Personas. Tambien recuperar su humanidad y abrirse a los sentimientos.
¿A qué les suena?
💫 Los pretendientes de Giyuu son más personajes de "Food wars" y se me hicieron los más adeptos (osea por mis ovarios) que podrían estar interesados.
✨Akira Hayama. Tiene un sentido del olfato muy agudo como Tanjiro pero en su anime lo usa para la alta cocina. En este caso es hijo de un mercader y se especializa en comercializar especias. Le encantó el aroma de Giyuu al ser tan exótico y su rostro parece de una muñeca de porcelana.

✨ Eishi Tsukasa. En el anime, es extremadamente hábil en la cocina, detallista y meticuloso pero demasiado pesimista y algo timido. Aquí también es chef. Su principal interés en Giyuu es la calma que trasmite, sus manos bonitas así como su cabello negro todo junto con su aroma.

✨ Ryo Kurokiba. Es un ser pasivo, sereno, directo con las palabras y muy hábil para mantener un negocio propio pero también es extremadamente apasionado, feroz y competitivo (en especial con los dos anteriores) en esta ocasión es dueño de una tienda de mariscos y pescado. su interés nació porque Giyuu tiene mano para elegir alimentos, pescado y sabe cocinar, también su presencia lo relaja especialmente cuando hay días malos. Sus ojos le recuerdan al océano. Además le gusta mucho el tomillo.

💫 Uzui se tardó en disculparse con Giyuu tanto porque no cohicidencia con el y por vergüenza.
💫 Ryoken tiene habilidad de predecir el futuro y rara vez falla. no lo hace a menudo tanto para respetar el trascurso del destino como es esporádico. Es decir, si te ve y tiene una premonición puede decirte directamente o chingarte como lo hizo con Uzui.
💫 No podía faltar "mamá Giyuu". parecerá hipócrita molestarse porque Tanjiro está siendo cortejado cuando el lo comprometió pero ahí era otro momento y con una persona que conoce. El no conoce bien a Kanao así que siente algo desconfianza.
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