13.- la templanza ( 1° parte)
Perdón por el retraso, este capítulo es de los más intensos, emocionales y dulces. Además de varias respuestas que les tenían comiendo el alma.
En fin. Ojalá lo disfruten mucho
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El permiso de Okayama-sama sobre ir a buscar a Tomioka en una región muy lejana fue más fácil de conseguir. lo difícil era el viaje en su mismo y lo que acarrea.
Empezando con el invierno, aún si las heridas más severas están curadas, su cuerpo no está 100% recuperado. Si bien podía luchar para defenderse de demonios débiles o ladrones de poca monta, pero si aparecía uno especialmente fuerte o una luna definitivamente sería su fin. Aún así, Kyojuro está dispuesto a correr el riesgo. No moriría sin ver de nuevo a Giyuu, con tantas preguntas que están sin respuesta. Sobre todo, el pelinegro esperándolo.
– aniue. - salió de sus ideas para voltear a ver a su hermano menor. Vio que tenía en sus manos un par de Bentos para su viaje y una sonrisa suave aunque nerviosa.
Kyojuro se encontraba en su habitación haciendo una pequeña maleta con cambios de ropa y un libro para esos momentos de descanso durante el trayecto. También los repuestos de sus medicinas para el dolor. Recién había terminado de redactar todas las cartas a sus amigos sobre su viaje y mandar a Kaname, no quería esperar más, ademas posiblemente intenten convencerlo de lo contrario.
– aniue, me atrevo a pedirte algo - el alfa de aroma naranja miro el suelo algo avergonzado. No es muy común que tenga deseos para si mismo, así que debía ser algo importante.
– ¿Que sucede Senjuro? -
– ¿podría acompañarte en tu viaje? Prometo ayudarte y hacer caso a lo que digas -
El rubio menor miro a los ojos a su hermano. Desde hace unos días esa idea la tiene rondando en la cabeza, ir de viaje con el sería otro modo de pasar el tiempo juntos y de paso, conocer al pilar del agua. Kyojuro no tiene mucho que ha salido del internamiento y nuevamente se vuelve a marchar. Sabe que es por una razón muy especial para el, pero aún así, siente su corazón algo dolido por la repentina separación.
– Senjuro - una sonrisa cálida nació. Entendiendo las intenciones – me encantaría llevarte pero siento que está ocasión debo ir por mi cuenta. No solo porque el sendero puede ser peligroso, también hay situaciones que debo aclarar con Tomioka. -
– espero entiendas. La próxima vez será, te llevaré a la capital - Puso sus manos en los hombros de Senjuro.
– está bien aniue. - le da un abrazo, lo más fuerte que puede, escondiendo su rostro en el pecho contrario. No quiere alejarse de su hermano mayor. Pensó ¿porque Tomioka no viene de regreso a la sede? Hasta que cayó en cuenta que tal vez este herido o no pueda moverse solo.
También está la posibilidad de que si regresa, no tendrían oportunidad de que hablarán en privado, las presiones de los demás pilares y los Tsukakos de su hermano. Podría volver a tener misiones de forma inmediata y nuevamente tardar en cohicidir. Con el detalle de que talvez no tengan tanta suerte.
– regresare con Tomioka, ¡Ya verás! Además, procuraré escribir con regularidad -
– ¡Si! -
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Kyojuro cuida sus pasos por el sendero marcado por personas antes que el. El clima lo favorece Aún siendo invierno, contempla el paisaje con cierta maravilla, la escasa nieve que espolvorea los árboles y el suelo del bosque. En su mente no solo revolotea la imagen de naturaleza blanca también las palabras de su padre.
"Si me dieran la oportunidad de ver a tu madre una vez más, la tomaría. No importa si es un minuto o un instante, sería suficiente"
Pensó que lo tacharía de loco a su viaje tan extenso pero fue el primero en apoyarlo, no solo con palabras, también sus acciones lo reflejaron. Una noche antes de su viaje, Senjuro y el se prepararon en ir al pequeño templo de las afueras con la intención de agradecer y continuar con la buena fortuna. apenas lograron disimular su sorpresa cuando lo vieron afuera esperándolos con su abrigo. Ninguno dijo nada durante el trayecto y de regreso fue igual, excepto que Kyojuro recibió en sus manos un mapa para llegar a Aoiseichi, junto con instrucciones claras para llegar un poco más rápido.
El pilar de la llama agradeció infinitamente que su padre mostrará interés.
Volviendo al día de hoy, hizo memoria de su siguiente parada. Debía tomar por lo menos 2 trenes para llegar a la prefectura de Chubu, de ahí, el camino sería a pie. si tenía suerte con el clima no ocuparía caballo o demasiadas paradas. Decidido a realizar esa travesía, con su corazón ardiendo en llamas de esperanza o por lo menos respuestas que consuelen su alma. Pero no moriría sin saber aunque sea la razón de porque Giyuu escondió algo tan valioso.
Recuerda bien que Kocho menciono, pero no lo convence. No puede ser tan simple, además, está el asunto de su olor.
– te habías tardado Kyojuro - vio frente a el la figura impactante de Uzui. Usando ropas típicas de invierno y su eterna sonrisa traviesa, lo que llamó su atención fue la maleta en el suelo, entendiendo sin preguntar sus intenciones.
– no quiero sonar desagradecido pero prefiero hacer este viaje solo. -
– aunque no lo creas, tengo asuntos que resolver con Tomioka. Además estoy retirado y puedo hacer lo que quiera. Y lo que quiero es hacer mi propia investigación sobre los movimientos de los demonios, según mi pichoncito han disminuido un poco y su actividad es menor. Sospechoso ¿No crees? -
– lo había olvidado... ¿Que hay de tus esposas? O el encargo de patrón sobre logística. - fue un golpe duro perder un recurso tan valioso como Uzui en las filas de cazadores pero lo que no hará en el campo de batalla, lo haría en investigación.
– ellas saben cuidarse y ayudarán en los entrenamientos de tus mocosos. La información ya la reparti, es suficiente para dejarlos quietos por días así que no tienen porque quejarse - le dió una pequeña palmada en su hombro. – aparte. Estás medio cojo, te falta un ojo y podrías caer en la nieve. Necesitas apoyo del gran dios de las festividades -
–yomoya...-
–y si Tomioka intenta escapar, alguien tiene que amarrarlo por ti- Kyojuro suspiro un tanto resignado pero contento. Uzui tiene su forma de hacer las cosas y agradecia mucho que lo apoye en su viaje aún con todos los malos entendidos entre ellos.
– deja de deliberar y vamos que se hace tarde. -
Así fue como el par de amigos emprendieron su viaje hacia la desconocida villa de Aoiseichi atravez del sendero cubierto de escarcha y tierno verde escondido entre la pureza de la nieve.
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Fueron dos semanas de viaje largo y cansado. aun siendo pilares y con entrenamiento que una persona común, el viaje es agotador. Tanto físicamente como mental.
Empezando con afrontar el pánico interno de Kyojuro cuando volvió a ver el tren. Si bien ya no había peligro, la sola idea de verlos le causa desagrado y ganas de irse a pie aunque le costará mucho más tiempo en llegar. Demasiados recuerdos dolorosos, incluso las heridas causadas por Akaza dolían aunque ya estén sanadas. Le costó medio día al alfa de aroma neroli tomar la fuerza suficiente para ir a la cabina de boletos. Contra todo su pánico, dió una sonrisa firme y pudo subir al tren.
Si permitía que su miedo le ponga de rodillas, no avanzaría. Sería hipocresía actuar así cuando el más de una vez les dice a sus Tsukakos, a sus compañeros pilares y otros cazadores que hay que continuar con el corazón ardiendo aun si se sentían indignos.
Uzui solo le dió una sonrisa orgullosa del proceso de su amigo.
Durante el viaje en el tren mientras las personas están distraídas en sus asuntos o dormían en ratos mientras contemplan el paisaje atravez del cristal, el alfa de mayor altura planteo una posibilidad en el heredero Rengoku.
– ¿Que harás si Tomioka es un demonio? -
– eso es imposible. Su cabello no huele a demonio y el no lo permitirá -
– no es la primera vez que te escondería algo así -
Ninguno dijo nada en ese momento, la incomodidad de la cuestión dejo un trago amargo. Uzui no busca que se arrepienta o aumentar su paranoia pero siente el deber de poner al tanto a su amigo de las múltiples posibilidades. prevenir es mejor que recibir el impacto de lleno.
– no me lo tomes a mal, solo es la posibilidad -
– también pense en ello. Aunque me duela aceptarlo, hay demasiadas sospechas en todo esto - el pilar de la flama miro por la ventana, su expresión es indescifrable y Uzui podía escuchar el frenético latido de su corazón, una lucha entre la incertidumbre y el coraje. Su ojo bicolor se mantiene quieto en la vista. Contemplando el paisaje nevado que lentamente se volvía a cubrir del delicado manto blanco.
– si es el caso. Seré yo quien finalice su sufrimiento -
– Kyojuro... -
– pero tendré la esperanza de que sea como la pequeña Nezuko y traerlo en una caja. -
– ¡es cierto! Entonces yo le haré un extravagante bozal que diga: pertenece a Kyojuro Rengoku. - bromea el alfa de aroma seductor. Ve el rostro de su amigo tan rojo como una manzana madura y su aroma neroli es un poco más sobresaliente. sonríe travieso ante esa expresión.
– vaya, vaya Kyojuro. No sabía que tienes esos gustos. ¡Me enorgulleces!! -
–¡Yomoya!! ¡No te hagas ideas descabelladas!! -
– no tiene nada de malo. Es tu pareja, en algún momento van a intimar y experimentar. Es más, le puedo pedir a Makio que te haga unas cuerdas especiales para que puedas atarlo sin lastimarlo. - hace ademan cómo sus manos - te enseñaré a cómo para que lo tengas bien dispuesto a ti -
–¡Está discusión ha terminado!! -
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Los lugareños de la La frontera de Chubu fácilmente los reconocieron como ajenos al distrito pero no los trataron mal. Solo estuvieron algo recelosos por su presencia en una época del año tan inusual, así que la deducción más lógica fue pensar que iban a visitar familiares por el año nuevo. El paisaje es montañoso y lleno de bosques aún sin tocar, debido a la sombra de los colosos de roca, el atardecer llega un poco más deprisa y el fresco se mantiene más tiempo pero aún así, no resta vida en los poblados aledaños.
Antes de emprender viaje nuevamente, Decidieron descanzar en una posada cercana. Las casas de las glicinas son muy escasas por esos alrededores y era mejor no correr riesgos en tratar de llegar a una, especialmente que la noche está cubriendo la zona y el clima es traicionero. El pueblo parcialmente más urbanizado gracias a la estación del tren, además la actividad nocturna es un poco más larga que en otros lugares.
La posada es agradable, cálida, afortunadamente para los dueños había huéspedes siendo una época del año poco común. Ambos alfas consiguieron sus habitaciones con baños privados, cortesía de la coquetería de Uzui hacia la dueña de la finca. Después de dejar sus cosas, se fueron a cenar udon en un local vecino, que a palabras de una de las dependientas de la posada es el mejor de la zona, un local exquisito que ha perdurado más de 100 años. Con esas expectativas altas fueron al mencionado lugar.
El restaurante de udon y Soba es elegante pero sin perder ese toque hogareño que te hace sentir bienvenido. Si había clientes pese a la hora nocturna pero estaban satisfechos con el servicio porque no era tardado. Los dueños del local, un matrimonio beta de una mujer presiosa, de expresión dura y el hombre tan jovial cómo relajado les dieron la bienvenida tanto a la ciudad como a su local.
– disculpe señora. - Kyojuro la detuvo un poco después de tomar su pedido. Aún con su dura expresión, La mujer de cabello verde le vio curiosa.
– diga -
– ¿Sabe algo del poblado de Aoiseichi? -
Gracias a la voz estridente de Kyojuro, todos en el restaurante escucharon su pregunta. Dejando que el alegre ambiente se endureciera en segundos. La mujer desvío la mirada con algo de pena y se alejo murmurando sobre traer su pedido dejando sin respuesta a la pregunta. De repente, muchos murmuros cargados de pena e incredulidad brotaron como pequeños ruidos de grillos.
– disculpen a mi esposa. Mi nombre es Satoshi Isshiki, les daré unos Mochis de anko de cortesía - el beta dueño del lugar se acercó. Su mirada en serena pero apenada.
– no, perdoneme mi falta. No quise ser indiscreto - refutó Kyojuro.
– aunque no explica su reacción - añade Uzui. Extrañado por el repentino cambio de ambiente.
– verán, el pueblo de Aoiseichi es una villa rodeada de montañas, su clima es perfecto para los cultivos, posee uno de los ríos y cascada más limpios de la región, también su aire es refrescante. Es una tierra presiosa para vivir pero... - empezó a explicar.
– está plagada de muerte. -
–¿Cómo? - ambos cazadores lo miran sorprendidos.
– desde que tengo memoria, la población de Aoiseichi son atacados a muerte en la oscuridad, no importa si estás bajo llave o te escondas, había la posibilidad de que murieran al día siguiente. Aunque la luz del sol es brillante en el lugar, gracias a las sombras de las montañas y el inmenso bosque la oscuridad llega muy rápido. Yo perdí a mi padre hace unos años y logré escapar de ahí con mi esposa. Afortunadamente logramos establecernos aquí gracias a unos tíos de ella. -
–eso suena... - ambos cazadores compartieron miradas.
–se que es difícil de creer pero es real, esos monstruos... Han hecho demasiado daño. por favor, no vayan allá. Es difícil salir de ahí debido que la mayor parte de los caminos son sombríos y la única ruta con luz es muy larga-
– gracias por tu preocupación isshiki-san. Pero debo declinar - Kyojuro le ofreció una sonrisa que sorprende al beta.– aunque sea difícil de creer, somos cazadores de demonios. Es nuestra misión en la vida proteger a los inocentes de esas criaturas-
Kyojuro aún con un solo ojo, puede desprender grandes dosis de confianza que abrumó un poco al dueño. Uzui solo levanto el pulgar haciendo segunda a sus palabras.
– además, ahí está alguien esperando por mi, no puedo dejarlo - el beta comprendió de inmediato. Si bien no cree que existan personas así, tan arriesgadas. Entendía bien lo otro. estar enamorado te hace hacer locuras y darlo todo por esa persona especial. Razón suficiente para ayudar a su esposa a escapar de ese pueblo engañoso aún si sabía que podía morir con tal de salvarla.
– en ese caso, les deseo la mejor de las suertes. - dicho esto, se marchó hacia la cocina para continuar con la elaboración de los alimentos.
–le mandaré un mensaje al patrón sobre la situación de Aoiseichi. Me sorprende que los demonios hayan llegado tan lejos - señala Uzui con mayor seriedad.
– pero también es extraño. - el rubio bicolor frunce el seño – se que hay más poblados por aquí y mucho más accesibles. debería haber más de una zona atacada. Dado que Los cazadores no llegan tan lejos. Opino que deberías esperar un poco antes de alarmar al patrón -
– de acuerdo. -
Ambos quedaron en silencio, esperando la fragante comida. Kyojuro hacia sus propias deducciones, si lo dicho por el dueño del restaurante es verídico (y no duda de ello) explicaría porque Tomioka no pudo salir pero tampoco explica porque no dijo eso en su recado o mínimo que su cuervo haya hecho mención alguna, siendo más específico, dar alarma al patrón. Quizás el había hecho bastante y está bastante herido.
Solo quedaba describirlo por su cuenta.
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Al día siguiente, después de pagar su estadía y salir al mundo desconocido de las montañas acompañados de un gentil sol de madrugada haciendo juego con el frescor del invierno.
El par de cazadores emprendieron camino hacia la villa con la diferencia de que está vez contaban con un mapa con una de las rutas que sugirió Isshiki, con su uniforme de cazadores y nichiri en mano. No correrían riesgos. Concentrandose en sus respiraciones y calentando sus cuerpos emprendieron carrera levantando una nube de frío polvo.
Uzui en la noche anterior, le dijo que el podría tomar la adelantera y limpiar el terreno para evitar que los músculos aún dañados de Kyojuro no le provoquen dolor pero el declinó. Agradeció su preocupación pero no aceptaria en dejar toda la carga. Lucharian juntos, después de todo, seguía siendo un pilar hasta que Okayama-sama o la muerte dijeran lo contrario.
Dicho eso, los llevan a la situación actual.
Ambos corrían por la nieve que esconde uno de los caminos atravez del bosque. Si bien hay suficiente oscuridad para un demonio, la ruta principal tiene buena amplitud para dejar que luz solar. Según las instrucciones, el tramo aún siendo el más corto, toma 4 días recorrer un extremo a otro para llegar a la entrada entre las montañas y de ahí, otros dos días para llegar a las faldas de la montaña, pero gracias a su entrenamiento tan extremo podían aumentar mucho su velocidad reduciendo a tres días.
Normalmente sería menos tiempo, pero debían tomar descansos cada cierto tiempo por las lesiones y ante el terreno desconocido podían caer directamente en una trampa.
– aunque el aire del bosque es agradable, no esconde ese olor - a un paso más lento, Kyojuro inicia a hablar sin perder de vista su alrededor.
– el olor de sangre... Aunque el rastro es viejo - Uzui concuerda con el, agudiza sus oídos con tal de tener algún indicio de demonios pero solo está el trino de los pajaritos y uno que otro animal del bosque. Nada preocupante.
Continuaron con sus alertas al máximo llegando al punto medio del paso entre las montañas, la vista es hermosa, la delicada neblina que cubre la villa, el bosque protegiendo las casas de distintos tamaños que se reparten por la amplia zona. en las bases de la montaña están los cultivos que a buena vista lucen muy bien. Es una visita mágica sin dudar pero no se confían, aún hay ese rastro a sangre en el aire.
Cerca de su ubicación, vieron otras viviendas pequeñas. Durante su recorrido, había una que otra casa abandonada algunas en buen estado y otras demasiado viejas. Kyojuro no evito pensar con cierta esperanza que las personas que vivieron ahí hayan logrado escapar.
Sin hacer demasiada pausa, emprendieron camino hacia el pueblo.
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– bien. Esto es inesperado - Tengen se rasco la mejilla algo contrariado por lo ve.
Al llegar al pueblo, no solo se llevaron la sorpresa de ver qué rebosaba de buena apariencia como caminos empedrados, pequeños puentes que están sobre los riachuelos para evitar interrumpir su cause, las casas de la zona central son firmes por su madera de roble y pino, incluso tienen sus propios pequeños jardines enfrente de cada casa. Las personas pasaban haciendo sus actividades cotidianas con total despreocupación, riendo o discutiendo por tonterías, algunos iban con prisa y otros simplemente rebosan en sus sillas, los niños juegan entre si mientras sus madres solo los observan o hablan entre ellas.
Nada más.
– es como si no pasará nada - no evitaron sentirse tensos y observados por las personas cuando fueron Entrando. Algunas curiosas y otras interesadas por sus atractivas apariencias. Pero aún así, decidieron investigar un poco pero antes de moverse siquiera entre los pobladores, un anciano de cuerpo corpulento y postura firme se les acercó, junto a el, una jovencita de cabello rubio y ojos claros. Por sus ropas más sintuosas, modales al caminar fácilmente se deduce que es el señor feudal del lugar.
– ¡Bienvenidos a Aoiseichi! - saludo el adulto, ante la falta de olor, es un beta pero aún así, su presencia impone.
– ¡un gusto! ¡Soy Kyojuro Rengoku!! ¡El es Uzui Tengen! ¡Gracias por darnos la bienvenida! -
– el gusto es mío, soy Senzaemon Nakiri. Ella es mi nieta, Erina Nakiri. No es muy común encontrar viajeros en esta época del año. ¿Puedo saber que asuntos tienen aquí? - fue directamente al punto.
– buscamos a una persona, un Omega de nombre Giyu Tomioka - explico Uzui con un movimiento de muñeca.
– ¿Con katanas? -
– nos advirtieron que el camino es peligroso -
– Satoshi Isshiki nos dijo - continuo Kyojuro cruzando los brazos en su pecho. No sé moveria de ahí hasta encontrar a su destinado.
– ¡Oh! Son conocidos de Satoshi-kun. Está bien. Aunque siendo sincero no conozco ningún Omega con ese nombre. Pero puede que los lugareños si, la gente va y viene en este lugar. Es difícil aprenderse todos los nombres - el hombre relajo su posición.
– Isshiki-san nos advirtió que este lugar es atacado por demonios. Nakiri-dono ¿porque insisten en vivir en un sitio tan peligroso? - fue directamente al grano el pilar de la llama.
– eso fue ya varios años. No hay demonios en la actualidad pero es dificil quitar la reputación.-
–¡No hay demonios! - dijeron en coro.
– en fin, disfruten su estadía y suerte en su búsqueda. Erina, por favor guía a estos viajeros en su estancia. Cómo futura líder debes dar el ejemplo - la joven acepto la indicación con una mirada decidida.
– no esperaba esa respuesta - Uzui pestañeo confundido. El está 100% que hubo o hay demonios en la zona, el olor es inconfundible.
– es muy extraño - no quitó el dedo del renglón Kyojuro ante esa situación inesperada, dando más preguntas a las que ya tenían.
– buenas tardes, soy Erina Nakiri. Seré su guía por el pueblo. - la jovencita se hizo presente, manteniendo el porte orgulloso que seguramente su abuelo le enseño.
– ¡Un gusto Nakiri-san!! - ambos alfas corresponden a la cortesía.
Cómo se prometió, la rubia de ojos claros les dió un recorrido por el pueblo que resultó ser más grande de lo que esperaban. Desde la zona comercial que hay pequeños restaurantes y el centro policíaco, las únicas dos posadas en todo el pueblo, la clínica, la escuela y los caminos que guían hacia los cultivos, el lago, la profundidad del bosque. Ambos quedaron sorprendidos por lo desarrollado que está, no es una zona urbana pero está bien estructurado. La joven decía orgullosa que su familia ha luchado para mantener el pueblo en crecimiento y mejorar su población.
La gente no paso por alto al par de extraños alfas con katanas que rondaban el pueblo pero no hicieron más comentario alguno. Salvó cuando Kyojuro aprovechaba para preguntar sobre Tomioka, todos negaban conocer alguien así y mucho menos por su olor peculiar cuando les mostraba el mechon de pelo por sugerencia de Tengen.
Las horas pasaron rápidamente hasta caer el atardecer, siendo próximamente la hora para la cena. Nakiri dió por terminada la visita guiada y los llevo al comedor de la familia Yukihira, el más amigable y bien recibido restaurante del pueblo. Una vez ahí, el tenso ambiente se rompió ante una hilarante situación: la joven empezó a discutir con el mesero del local al mismo tiempo se ruboriza cuando el adulto encargado de la cocina (al parecer padre del mesero por el parecido) le dedica una que otra palabra. se despidió rápidamente en una tortuosa combinación de emociones de molestia y felicidad dejando a los dos cazadores instalados en su mesa.
– si que tiene mucha energía -
– oh mi amigo, si que eres inocente -
– ¡bienvenidos a nuestro comedor!! ¿Que desean? - el joven de cabello corto color berbellon les dió una enorme sonrisa.
Ambos vieron en las paredes el menú y decidieron por las especialidades con arroz, por su puesto Kyojuro pidió varios platos a la vez, el chico no se sorprendió mucho ante ese pedido tan largo, de hecho, añadió que le gustan los clientes de buen comer. Una vez tomado su pedido, ambos se quedaron en silencio. Observando desde su cómodo lugar en contra la pared a las personas que iban y venían despreocupadas.
–no esperaba que fuera un pueblo con tanta vida- dijo Kyojuro con una pequeña sonrisa pero había algo que no le permite relajarse de todo. Quizás por la extraña historia que los Nakiri contaron, si bien no había razón para dudar, tampoco se justifica. No cree que se hayan desecho de los demonios tan fácil, no hay árboles de Wisteria y tampoco cazadores.
– por más que escuche, no dicen nada especial. - Uzui resumió con sus brazos cruzados en su pecho con gesto irritado.
– ¿Y si nos equivocamos de pueblo? - el ex pilar del sonido comento pensativo hasta que recuerda que no iban precisamente a ayudar a la población en riesgo, sino a buscar al desparecido Tomioka.
– puede ser... - Kyojuro saco del bolsillo de su pecho el pequeño saco con los objetos de su destinado. No tomo mal las palabras de Uzui, están en un territorio ajeno, la confusión es comprensible.
Su corazón se calentó un poco al percibir el aroma del tomillo y lima provenir de ese fragmento de cabello. Una pequeña sonrisa nació junto con una expresión soñadora. Su instinto le dice que está muy cerca aunque no supiera exactamente dónde.
– ¡Gracias por la espera! - el joven mesero se acercó con el enorme pedido en sus manos, su expresión orgullosa por servir la mejor comida de la región se perdió cuando vio en las manos de su comensal la pequeña moneda.
– Usted es... ¡Maldición!! ¡No lo sabía!! - acomodo los platos en la mesa con expresión apurada. –¡Eri-chan no me dijo nada!! Y yo haciéndole perder su tiempo -
– wow, ¿Que pasa? - El platinado ladeo la cabeza confundido por el repentino cambio de actitud del mesero.
– ¿Que te sucede mocoso? Espantas a la clientela - un hombre maduro de cabello rojo profundo fue al sitio con cacerola en mano, su despreocupada mirada se tenso cuando vio exactamente lo mismo que su hijo.
– busca a los Nakiri. Yo me encargo - despacho de inmediato con mayor serenidad que su hijo. Rápidamente obedeció y se fue corriendo. Los comensales aledaños también estaban impactados pero no decían nada.
– perdone toda esta confusión- el dueño del local tomo asiento en una silla disponible.
– no hay problema pero no explica todo esto. - el rubio bicolor expresión cierta inconformidad.
– esa moneda, es un amuleto de protección que nuestro sacerdote crea. Varia en símbolos según su intención y ese (señala el objeto) es uno contra demonios y aumentar la fuerza espiritual. Hace un tiempo nos notifico que vendría un alfa rubio con ella. -
– espere un momento - Uzui detiene – ¿Sacerdote? ¿Un amuleto? -
– si. Es una protección que el sumo sacerdote crea y obsequia - saca de su cuello, un dije. Es una moneda con un símbolo parecido al de Kyojuro. – el fue quien ahuyentó a todos los demonios hace más de 15 años -
–¡¿Cómo?!! - exclamaron a la vez. Para ambos no es desconocido que uno que otro monje o sacerdotisa pueda retener o alejar a los demonios hambrientos de sangre pero son muy escasos los que poseen tanta fuerza espiritual y voluntad. Además, según los escritos de antecesores pilares la mayoría fueron devorados por su fuerza espiritual, otros tienen su alma demasiado corrupta para ser bendecidos por los dioses. De los pocos que pueden dar credibilidad a eso es Himejima y el propio patrón.
– el gran Onmyoji Ryoken Kogami - la voz del señor feudal se hizo presente, junto a el ambos jóvenes jadean un poco por la carrera que dieron de su ubicación (el centro del pueblo) hasta el restaurante.
– nuestro señor y protector de esta villa. Su mera presencia bendice a su alrededor. - el inmenso respeto que proyecta su voz fue inesperado.
– lamento mucho está confusión. Su excelencia debe estar esperándolos en el templo -
– no hay problema. - Kyojuro aún se sentía algo confundido por tantas revelaciones y el sentimiento encontrado de un hallazgo así pero al mismo tiempo sin pistas de Giyuu.
– podemos llevarlos ahora mismo - la joven rubia retorno postura.
– ¡Estupendo!! ¡Quisiera conocerlo!! Quizás el sepa algo de Tomioka - se entusiasmo poniéndose de pie de inmediato. Los lugareños rápidamente se movilizaron para guiar al par de cazadores, el dueño del restaurante les prometió guardar su comida hasta su retorno o en su defecto, enviarla al templo.
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El trayecto hacia el sagrado recinto fue parcialmente silencioso, el ruido natural del bosque junto con la brisa invernal arrulla un poco los sentidos mientras sus pasos se afianzan en el suelo por culpa de la nieve escasa y raíces nudosas.
– entonces, ¿El sacerdote salvó al pueblo hace 15 años? - empezó a hacer plática el rubio bicolor, interesado en ese personaje.
– así es. Este pueblo estaba desolado por los demonios, enloquecidos por sangre y depravaciones que mi pobre gente sufría. Las débiles protecciones que teniamos ayudaban un poco pero ante cualquier descuido era el fin. Las tierras perdían su fertilidad y el aire podrido era normal - Senzaemon describe su doloroso recuerdo.
– pero una tarde nebulosa, el día que mi nieta iba a nacer. Me aventure a buscar una partera fuera del pueblo. Lastimosamente la última había muerto de una herida infectada y su esposo, el médico se suicidó por la perdida de su esposa. - explico el señor feudal con melancolía en sus ojos – iba por el camino nebuloso pidiendo no toparme con alguna bestia cuando lo ví pasar entre la neblina. Me pidió asilo en algún hostal. Aunque tenía prisa, lo lleve a la posada, durante el regreso le conté mi situación y el ofreció su ayuda -
– Onmyoji-sama ayudo a mi hija a dar a luz a mi nieta y evito todo riesgo de sangrado gracias a sus infusiones. Se recuperó rápidamente después del laborioso parto. Pero no sé detuvo ahí - el adulto mayor miro frente a el las grandes escaleras que se esconden entre los árboles y las rocas, no están tan empinadas cómo uno espera encontrar en un sitio montañoso, dando a entender que buscaban la absoluta comodidad al sacerdote.
– el salió de nuestra casa cuando escucho los demonios rugir se hambre. Al cabo de unas pocas horas, el silencio fue palpable pero no era aterrador cómo antes, incluso el aire era más respirable - el grupo fue subiendo las escaleras poco a poco, aproximadamente 135 escalones de tamaño regular, hechas de piedra labrada y bien pulida. Uzui observa a su alrededor analítico, no hay señales de amenaza y el ambiente se torna más sereno, como si invita a descansar un poco, tanto que su mente casi queda en blanco más de una vez.
– es aquí - señaló con orgullo. El templo de gran tamaño que se distribuye por la planicie artificial en medio del bosque. Sus colores son los típicos sobrios de terracota, rojo y amarillo haciendo juego con el color gris-pardo de los ladrillos en el suelo. Había faros por los alrededores, su luz es gentil aumentando el aspecto místico del sitio.
– ¡Que extravagante! -
– muchas gracias. Aunque nuestro gran Onmyoji no le gusta los lujos, no podíamos darnos la irresponsabilidad de no tratarlo con respeto. - la joven Nakiri sigue el ejemplo de su abuelo de mantener la postura de líder.
– aunque es mucho espacio para el solo - no critico la inmensidad del sitio, solo se sentía curioso.
– su excelencia usa los espacios disponibles para educar a los más jóvenes, en ocasiones como refugios y hospital cuando el centro médico está saturado o el mismo se encarga de sus cuidados. - la más joven rápidamente dió respuesta.
– por favor, síganme - Erina se adelantó un poco más para ser la primera en anunciar.
– mi nieta podrá ser muy madura para su edad pero siempre que se trata de Yukihira-san o Onmyoji-sama se vuelve una niña - sonrie despreocupado Senzaemon. Kyojuro entendía el porque, prácticamente el sacerdote la ha tratado desde bebé, es natural tenerle mucho cariño a quien te vio crecer.
La joven hizo sonar las campanas gracias a los inmensos cordones cerca de la caja de ofrendas. Rápidamente se puso de rodillas, volviéndose sumisa en unos segundos aunque en sus labios bailaba una sonrisa escondida. Le imitó Senzaemon con un poco más lentitud y por mero respeto a las tradiciones de ese pueblo, ambos pilares lo siguieron.
– buenas noches. Bienvenidos - se hizo escuchar una voz barítono, ligera y gentil. A los dos pilares fue como una descarga pasar por sus columnas vertebrales, un extrañamente agradable estremecimiento.
– ¡buenas noches su excelencia! - Erina volvió a ganar la palabra, su voz subió unos cuantos decibeles por el entusiasmo. – me gusto verlo con salud -
– Nakiri-san, Gracias por tu amabilidad - saliendo de una de las entradas principales, se hizo presente la figura del sacerdote del pueblo. Para Tengen y Kyojuro es algo desconcertante su apariencia.
Su ropa no es el clásico traje de monje que uno visualiza en ellos, en vez de los colores oscuros como azul naval, viste de blanco en su mayoría con lazos rojos como adornos, muy parecido al traje de una mika, el velo en su cabeza esconde su cabello y una máscara blanca como la porcelana fina esconde su rostro perfectamente.
– hemos traído a quien encomendó - fue turno de Senzaemon ante el mutismo curioso de su nieta. El sacerdote gira su rostro hacia el dúo de forasteros e inclina la cabeza con cierta curiosidad.
– no esperaba que viniera alguien más. Siento mucho no enviar otro medallón - puso su mano en el pecho como disculpa con una pequeña reverencia en conjunto.
– ¡No iba a permitir que mi amigo viniera solo a un valle desconocido!! ¡Es por sentido común! - Uzui cruza sus manos en el pecho. Busca algun aroma o movimiento sutil de su cuerpo que delate alguna emoción pero es complicado, es como si leyera una hoja en blanco.
Literalmente.
– cierto. No considere eso. Siento los inconvenientes. Me gustaría saber el nombre de quién acompaña al pilar de la llama - hizo un lento ademan con su mano derecha.
– ¿Cómo es que...? - Kyojuro se puso de pie, sorprendido ante esa declaración.
– ¡Hum!! Ante ti, tienes al extravagante Dios de las festividades. ¡El único Uzui Tengen!! - se presentó con total orgullo, sorprendiendo en el acto a los lugareños. No tanto por su autodenominada postura divina, sino su falta de respeto al sacerdote.
– dios de las festividades... - movió su cabeza despacio, analizando lo dicho. Después para sorpresa de todos, hizo una reverencia marcada, escondiendo sus manos en las mangas.
– mis plegarias fueron escuchadas. -
– ¿Eh? - Kyojuro pestañeo sin comprender. No sé supone que el es quien debe saber más sobre los dioses.
– aunque el pueblo está cada vez más vivo, carece de brillo. Más de una vez que pedido que los aldeanos demuestren su alegría de vivir pero parece que la han olvidado. - explico sin retirar su postura. – es una bendición que Uzui-sama este aquí -
Tengen solo rio sin modestia alguna sobre ese halago pero también extrañamente nervioso en el fondo de su ser. Pero por la postura y las miradas de los señores feudales, llegó a la conclusión que hablaba muy enserio.
– ¡Excelente! Entonces será un honor para ustedes ser guiados por este extravagante Dios de las festividades. Haré que este pueblo recuerde la alegría de vivir. Viene año nuevo, así que será una estupenda oportunidad.- expreso señalándose con total confianza y sonriendo orgulloso de si mismo.
– estaré eternamente agradecido con usted Uzui-sama -
– entonces hay que iniciar con los preparativos, hacer una junta extraordinaria para que los pobladores estén enterados - el patriarca Nakiri se puso de pie despacio y guío hacia la salida del sitio al enorme peliblanco que seguía expresando algunas ideas y enlazando otras. La jovencita hizo una rápida reverencia y se despidió de ahí.
Kyojuro solo observó en silencio la situación, sintiéndose contento que su amigo pudiera ayudar en algo ajeno al combate, está por desearle suerte cuando el ligero carraspeó provenir del sacerdote lo saco de burbuja.
– acompañeme - se dió la vuelta sobre sus pies y camino hacia el recinto. Obedeció en silencio y anduvo detrás de el.
Dentro del templo, su diseño es sencillo pero precioso. Se notaba a primera mano que los aldeanos se esmeraron mucho para construir el sitio a quien respetan tanto. Sus colores claros y cálidos te hacen sentir bienvenido, la luz de las velas es acompañada de la luz natural provenir de las ventanas. Su vista se fijó en el personaje religioso, su andar es ligero, tanto que no escucha sus pasos, ni la madera crujir a sus pies. La forma que se mueve es solemne, casi como una entidad sobrenatural. Su complexión es media, no muy delgada ni tampoco robusta, aunque visiblemente muestra una cintura pequeña por el cinto en ella, su altura es como la suya y no despide ningún aroma. Posiblemente un beta.
El sacerdote de máscara blanca se detuvo en una puerta corrediza.
– se que tienes muchas dudas. No te preocupes, te ayudaré a esclarer pero antes debo saber algo... - Kyojuro se puso en guardia, la situación podría ponerse tensa ante esa afirmación.
– ¿pudiste comer algo antes de venir? -
– yo... - el estómago de Kyojuro gruño cómo respuesta. Ruborizado al dueño que solo dió una pequeña sonrisa.
– lo suponía. Disculpa a los lugareños, son muy entusiastas cuando se trata de mis pedidos. Por favor entra - abrió la puerta y en la mesa había varios platillos que aún están humeantes, desprendiendo su rico aroma que fácilmente le hizo sonreír goloso.
– terminaba de cocinar cuando llegaron. Por favor sirvete con confianza. - invito mientras toma asiento. De inmediato sirve de una tetera color caoba, un te color amarillo brillante, a la vez, mezcla un poco de leche caliente que la vuelve de un cremoso color amarillo pastel.
– es Cúrcuma. Te ayudará a entrar en calor y mejorar tu estado de salud. Fue un viaje largo y por lo que veo aún no estás del todo recuperado. - deduce el hombre de máscara blanca. Kyojuro acepto la bebida y tomo la taza con ambas manos pero antes de darle un sorbo, su sonrisa cayó un poco.
– ¿Dónde está Tomioka? - pregunta despacio. No quiere ser grosero con el sacerdote pero su alfa esta que exige la respuesta, es la única razón de que esté ahí.
– no se encuentra aquí -
Sintió como si una roca cayera de golpe en su estómago, robando su aliento y pensamientos en segundos. Su corazón aumento su fuerza de contracción y su alfa empezaba a descontrolarse pero mantuvo la compostura.
– Está dándose un baño en la cascada a unos minutos de aquí. Dice que le ayuda a mejorar su resistencia física. En breve se reunirá contigo - continuo el hombre de máscara blanca, observando las sutiles reacciones del alfa rubio bicolor.
– ¡Aaah! Cielos... Me alegro que Tomioka tenga buena salud - expreso genuinamente aliviado. Adelantó su juicio, no pudo evitar sentirse avergonzado.
– está bien que te preocupes. Ha pasado mucho tiempo -
– puedo preguntar. ¿Cómo ayudo a Tomioka? - Kyojuro no es ingenuo. El hombre frente a el debió toparse con las lunas superiores 2 y 6 cuando el Omega de aroma tomillo estaba malherido, sabe que el ahuyento a los demonios que asolaron el pueblo de Aoiseichi y no está precisamente cerca del distrito rojo dónde ocurrió el incidente.
– el pidió ayuda, estaba cerca buscando unas hierbas medicinales cuando lo escuché. Llegué con el y lo traje aquí sin demasiado problema. Aunque el traslado fue riesgoso. - explico con un movimiento de muñeca.
– ¿Y los demonios? Eran lunas superiores. Los más fuertes entre los demonios, solo por debajo de Muzan Kibutsuki- incredulo en pensar que haya salido ileso de semejante encuentro.
– así que eso significan los kanjis en sus ojos. - ladeó la cabeza, analizando la información entregada pero seguía sin rastro de temor, ni siquiera nerviosismo.
– Onmyoji-sama -
– no es necesario que me llames así, para tener ese título debo ser reconocido por el emperador. Cosa que afortunadamente no ha ocurrido. Los aldenos me llamaron así por el alto respeto que me tienen. Basta con que me llames por mi apellido. - explico brevemente, sin levantar la voz mostró una dosis de su autoridad. Incluso su alfa interno reconoció su posición.
– sobre las lunas superiores, he enfrentado a demonios mucho peores y Muzan Kibutsuki, es solo un niño molestando al avispero - hablo con tanta seguridad que helo la sangre en cuestión de segundos.
– Si es tan fuerte, ¿Porque no le ha dado caza? - interrogó.
– hay cosas más importantes. No en todos los lugares cuentan con cazadores de demonios y mi deber como sacerdote no la puedo dejar. Normalmente dedico a vagar por las regiones pero este lugar estaba muy afectado, me costó mucho tiempo purificar el lugar, erraticar a los demonios y ayudar a los enfermos -
Fue duro. El sacerdote podría ayudar directamente en la asociación pero sería renunciar a su deber religioso y abandonar a las personas que necesiten su ayuda. Pero también está consiente de su situación y a buenas a primera luce muy receptivo en intervenir más.
– ¿Usted podría... ? - Kyojuro dejo de hablar cuando su sensible nariz captó un aroma familiar. Bebió de golpe su te y se puso de pie con los ojos bien abiertos. Su mente quedó en blanco junto con poderosos latidos de su corazón.
Su cuerpo se movió por si solo, guiado por el aroma de tomillo, Ylang Ylang y lima que tanto estremece su ser. Su boca se seco y apretó los labios mientras apura sus pasos por los silenciosos pasillos del templo, tan enfocado estaba en su búsqueda que no se percató cuando salió del recinto, adentrándose al jardín. hasta que lo ve una figura conocida entre la suave bruma, caminar lento atravesando un pequeño puente decorativo que está en medio del jardín.
Su largo cabello negro con brillo azul ya no estaba, es corto y no esconde el rostro como antes. Su figura es más fina a como recordaba y el brillo de su piel es más agraciado. Pero esos ojos, los profundos ojos azules que lo miran exhaltados hacen que su ser se detenga casi totalmente. Podrá haber cambiado un poco, pero seguía siendo Giyuu Tomioka.
Está vivo, respira y está presente. No es producto de un sueño anhelante o el fin de su vida. Está ahí, a pocos pasos de distancia.
Capto con mayor ahinco su aroma.
Si pensó que el lazo que formó con Tanjiro cuando capto el minúsculo rastro de aroma fue maravilloso. El sentir plenamente el olor, tiro de su alma, formando ese nexo intimo, aumentando los latidos de su corazón formando su propia cancion y sus ojos amenazan con derramar algunas lágrimas. No hay palabras que logren describir ese efímero momento.
Salvó que fue realmente un idiota.
Giyuu por otro lado, la débil conección que tenía con Kyojuro se terminó de completar. Haciendo que sus piernas tiemblen y su cuerpo se estremesca por tantos sentimientos encontrados. Su corazón resuena de felicidad y miedo, sus ojos pican por la salinidad de las lágrimas. pensó que no vendría. Tendría sentido, cualquiera pensaría que es una trampa o un engaño, no se hubiera molestado pero en el fondo de su ser, aquella vocecita en su alma decía que vendría, que el puede esperar un poco más.
Para rematar, su olor delata que no está enlazado ¿Que habría pasado? Su omega interno chillo de dicha, por más desprendido que quiso ser, por más que se había resignado que jamás tendría esa mirada provenir de Kyojuro. Esa estúpida vocecita llamada esperanza jamás dejo de decirle: quizás hoy si.
– Tomioka-san, estás Vivo... Digo, bien... Estás bien - Kyojuro se sintió tonto en decir eso. Todo su valor y ensayos mentales fueron botados a la basura cuando ese par de zafiros pulidos tomaron control de sus pensamientos. Su sonrisa temblaba entre alivio, felicidad y gratitud. Dentro de todas las posibilidades, El mejor de los escenarios salió a la luz.
– si. Lo estoy - observo con mayor cuidado su rostro – tu ojo... -
– no es nada, ya no duele - señala con su dedo índice con una pequeña sonrisa.
– es lo de menos. Tomioka ¿Que ocurrió? ¿Cómo llegaste aqui? ¿Porque tardaste tanto en contactarnos? - fue directo al punto. La duda lo estaba carcomiendo. El aludido miro a otro lado, sus ojos azul profundo se sumergen un poco en sus recuerdos.
– acompáñame, debió ser un viaje cansado - resume mientras lo guía atravez del puente hacia una banca de madera a pocos metros, está junto a un árbol de Wisteria de flores azules, parecía brillar por cuenta propia cuando la luz de luna toca sus pétalos.
– es pronto para que empiece a florecer. - Kyojuro embelesado toca una de las flores con cuidado. Sin perder de vista a su destinado toma asiento cerca de el. Se niega a apartar su vista de la figura del Omega.
– son las flores favoritas de su excelencia. Si el lo pide, el árbol da flores todo el año. -
– ¿Cómo? -
– aunque es modesto, todos en el pueblo saben de su inmenso poder. La naturaleza lo escucha y los dioses parecen favorecerle mucho. Una vez lo ví detener una tormenta, solo el tiempo suficiente para que la boda de una pareja pudiera festejar. Una vez terminado el plazo, la lluvia torrencial volvió.- expreso con voz suave ocultando su asombro.
Recordaba ese día, durante la mañana y madrugada llovió mucho, tanto que el agua llegaba a los tobillos. por cómo entendió, El sacerdote solo tuvo que pedir permiso por medio de una plegaria bajo la fría lluvia para que en una hora cediera lentamente, como si nada hubiera pasado, ninguna nube ni evidencia de continuar hasta que el reloj marco la media noche cuando volvió la tormenta con todo su poder.
– fue gracias a su fuerza que yo sobreviví -
– Tomioka, ¿Que ocurrió esa vez? - vio como Giyuu tomo una bocanada de aire y su mirada se volvió pensativa. El suave viento paso entre las ramas del árbol de Wisteria, dejando atrás un olor dulce.
– fue después de una misión. Fue extensa por la cantidad de objetivos a perseguir ...-
Hace 6 meses...
Giyuu corría por el sendero boscoso en penumbras mientras perseguía a dos personas que huyen despavoridos por su mera presencia. No le gusta asesinar compañeros cazadores pero habían hecho demasiados desastres y violado varios códigos como para pasar por alto entre ellos abuso de su poder. así que Okayama-sama le encomendó esa misión que pocos pilares tienen.
Uzui, Obanai y el
A uno logro atraparlo cuando tropezó contra una raiz de un árbol, un certero corte en su cuello fue suficiente para asesinarlo. El siguiente objetivo corrió hacia el distrito de entretenimiento, escondiendo su presencia entre las personas, entre las luces llamativas y hermosos rostros el fugitivo se escurrió hasta el centro de la ciudad. Sintiéndose a salvó, se detuvo cerca de un callejón para tomar aire. Lo que que no espero fue que el pilar del agua cayera encima suyo clavando su nichiri en el cuello, la sangre no salpicó como debía ya que el pilar tuvo la precision de no cortar una arteria superficial y su misma arma servía como seguro para evitar mayor desastre. Discretamente lo adentro al callejón y dejo el cuerpo en una esquina, tomo la misma ropa del cazador y rápidamente retiro su nichiri evitando que la sangre se esparciera escandalosamente por las paredes y suelo.
– Kazanburo sabe que no te gusta hacer esto - la voz cansada de su cuervo se hizo presente. El ave se había pasado en una puerta desechada.
– sabes porque lo hago Kazanburo - su voz es fría pero sus manos tiemblan un poco.
– Kazanburo sabe... Pero también... sabe que no es tu culpa - de un aleteo pasa a su hombro y frota su cabeza contra su rostro. Limpiando esas pequeñas lágrimas que se escurrieron contra su voluntad.
– estabas solo...-
– no digas más... Gracias - gentilmente acaricia su cabeza con una pequeña sonrisa. Después lo envío a los Kakushi para que hicieran su labor, mientras lo ve alejarse en un aleteo pidió en silencio que su cuervo no olvide las ubicaciones exactas de los cuerpos, sino, sería un escándalo a los pobladores. Después de limpiar a conciencia su nichiri de brillo azul, la enfunda y observa a su alrededor en caso de algún testigo. Sin hacer más, emprende su trayecto para irse a su finca y mañana reportaría su misión con el patrón.
El distrito rojo continúa siendo tan colorido y exótico como recuerda, quizás no es tan popular como el principal, tiene suficientes clientes para solventarse. Ignora las invitaciones de las cortesanas y uno que otro borracho de turno que se deja llevar por su apariencia y dicen una que otra obscenidad. Giyu no entiende el porque, tiene un rostro aburrido (a palabras de Uzui) y dan ganas de golpearlo (cortesía de Shinazugawa y Obanai). Así que mejor se va por los tejados para mayor comodidad mental.
– ¿Cómo estarán? - pregunta al aire mientras brinca por los techos, cuidando que su pie toque los puntos fuertes de la estructura. Habla en general, sobre Genya y Shinazugawa. De Tanjiro, su hermana Nezuko y Rengoku. Pensar en ellos les causa un remolino pequeño en su pecho, emociones que creyó muertas o perdidas volvieron con pesado impacto.
Sabe que están pasándola bien gracias a las cartas que Tanjiro le envía. Junto con sus sentimientos maternos, su corazón revive un poco ante esos mensajes, está feliz que el Omega pelirrojo este progresando y volviéndose más fuerte junto con su hermana sin perder su bella sonrisa. Recuerda que una vez que termine su misión, iría al poblado dónde se ubican para visitarlos.
Mentiría si dijera que estaría bien, le dolería mucho pero también estaría agradecido que las personas que más quiere estén felices.
Pero su mente ignoro esos pensamientos cuando un presentimiento atravesó su cuerpo como un látigo de cuero mojado. Se puso en alerta y observó a su alrededor, había algo en el aire que se agrio de forma inmediata. Usando su instinto, anduvo por los techos hasta que ve que en una de las canaletas de desagüe algo reptar en ella, de color sucio rosa brillante en un movimiento silencioso. Giyuu sospechando que se trataba de un demonio, siguió la pista a una distancia prudente. Hasta que lo ve adentrarse a una de las muchas casas de té, una popular por el tráfico de personas que iban y venían.
Afortunadamente la ventana está abierta y vio a una doncella reír de forma desagradable. Su cabello negro finamente decorado mientras acaricia el obi cómo si se tratara de una mascota. Lo que confirmo sus sospechas fue las gotas de sangre en sus dedos, y lamerlos con demasiada lujuria.
– una demonio haciéndose pasar por dama de compañía...- dedujo. No sería difícil matarla, entrar y salir. Tal como lo planeo, de un salto mientras desenvaina su nichiri, evocando una de sus técnicas de respiración lo que no espero fue que el obi pudiera atraparlo en el aire una vez que entro por la ventana.
–mh... Demonios - murmuro molesto.
– hahaha, ¿pero que tenemos aquí? Un pequeño cazador. - la mujer demonio sonrió cruel. - aparte de feo, pervertido - le toca la cara ante la indiferencia de Tomioka.
– maleducado, espiando a una dama -
–... -
– ¡oi, oi, oi! ¡No te atrevas a ignorarme!! ¡Grosero!! - la demonio de ojos brillantes rugió molesta y apretó más su extensión hecha seda para torturarle un poco pero no tuvo la reacción esperada.
–¡Eres aburrido y desagradable!! - chillo en una rabieta, cerro los ojos unos instantes y al abrirlos para seguir reclamando. Vio que ya no estaba en su trampa, antes de preguntar por dónde estaba, sintió que su cuello fue cortado de tajo en un elegante movimiento.
– eh... ¡Eh!! ¡¿Cómo te atreves a cortarme el cuello?!! ¡Grosero!! ¡Desagradable beta!! - rugió la demonio con su cabeza tirada en el suelo. – ¡ese kimono era nuevo!! ¡Tienes idea de lo costoso que es ese color carmín!! - mientras ella hacia su berrinche, Giyuu se extraño de que no hubiera rastros de cenizas o que su cuerpo se desintegre cómo es normal.
–¿Porque tarda en desaparecer? - se pregunto. – supongo que tendrá un truco. Mejor la dejo en el sol -
– ¿Que? ¡¿Que?!! -
El alboroto causado por la demonio decapitada llamo la atención de las habitantes de la casa de té, sus pasos apresurados se acercaban peligrosamente. Giyuu cargo el cuerpo y la cabeza, tal como entro a la elegante habitación, salió. Nuevamente su presencia recorre los techos de la ciudad nocturna Mientras lleva en su espalda el cuerpo de la demonio y su cabeza en el brazo tomándola de los cabellos.
– ¡¿En serio vas a dejarme en el sol?!! ¡Eres una bestia! - grita tanto por el dolor de sus cabello estirado como horrorizada por su plan, movilizó su brazos y piernas para escapar pero la tenía sujeta con una soga bastante resistente con olor a flor de glicinas.
Una cosa era morir por una katana, algo rápido pero esperar a que el sol te calcine es muy lento.
–¡Suéltame!!! ¡Te lo ordeno!! ¡Soy la sexta luna superior!! ¡No puedes tratarme como basura!!
– que ruidosa eres. - se quejo con indiferencia.
– ¡Ahhh!! ¡Si soy la sexta luna!! ¡Soy muy fuerte!-
–...-
–¡Onichan!! ¡Onichaaan!! - empezó a llorar en completo berrinche fastidiando más a Giyuu pero su instinto rápidamente alerto peligro haciendo que suelte a la demonio junto con su cabeza y manteniendo distancia. Saco su Nichiri, poniéndose en guardia. Podría atacar en ese momento pero no sabía si en ese momento podía exhudar alguna toxina. Afortunadamente ya estaban en los límites de la ciudad como poner en riesgo algún inocente transeúnte.
Vio como el delicado cuerpo femenino se retorcía dejando salir otro acumuló de carne que lentamente tomaba forma por una más grotesca y firme, el aroma de perfume fino de la beta perdió protagonismo por el penetrante olor de hierro oxidado, parecido a la sangre.
Un alfa.
– Daki... Te he dicho que no bajes la guardia. Solo tenías que usar tu obi - su voz pesada y reptante a juego de su cara fastidiada pero comprensiva.
–¡El me hizo enojar!! ¡Es una bestia!! ¡Un horroroso beta!! - chillo mientras deja que el otro demonio de apariencia intimidante y más grotesca le coloque su cabeza, una vez hecha su tarea, le dió un dulce mimo en su cabello.
–incluso perdiste tus broches -
–¡Fue culpa de ese tipo!! ¡Ese feo horrendo que me traía como costal de basura!! - señala a Giyuu que hasta el momento se mantenía al margen. Pero fue por pocos segundos, ya que un ataque dirigido a su cabeza lo hizo moverse, pudo contratacar con el filo de su nichiri y devolver el ataque en una poderosa oleada pero no le dió un respiro en analizar mejor la situación, ya que la demonio de nombre Daki intervino con un ataque de su obi, buscando.
– eres quien agredió a mi hermanita. No te lo perdonaré... - señala su dirección con una de las oz de sangre mientras frunce el seño molesto.
– soy Gyutaro. Humm... sabes, es extraño... - se rasco la mejilla confundido. El demonio recién llegado compartia el kanji de "sexta luna superior" cosa que llamo la atención al pilar del agua.
–"¿Acaso son dos en uno? ¿Eso es posible? "- se pregunto pensando en una estrategia para sobrevivir, dudaba mucho poder vencer a los dos al mismo tiempo, era información que debía entregar al patrón y resto de pilares. Su cuervo aún no llega y corría peligro de ser alcanzado por su edad.
– es extraño... Muy extraño... Tu cara no corresponde a ser un beta. Es muy linda, libre de imperfecciones pero de forma diferente. Tus ojos son profundamente azules y manos bonitas... - normalmente Gyutaro se enfadaría por el atractivo de otro alfa y beta pero no era el caso de este cazador. No puede quitar sus ojos de encima.
– ¡¿Que cosas dices Onichan?!! - Daki está confundida. Su hermano normalmente iría sin piedad contra el pero solo lo observa embelesado.
Iba a responder a su hermana cuando ve que el cazador de cabello negro hace retirada. Rápidamente el demonio de las oz va tras el mientras arroja sus ataques con tal de hacerlo parar. Giyuu por nada logra evadir varios ataques y otros tiene que contrarrestar con sus técnicas. Cuando no tenía remedio, luchaban directamente contra Gyutaro y en ratos contra los ataques a distancia de Daki. Más de una vez ya recibido de lleno uno de sus golpes que estaban dispuestos a matarle pero el otro parecía más querer inmovilizarlo por su instancia en atacar sus piernas sin técnicas demoníacas.
Ya tenía varias cortadas en sus muslos, abdomen y brazos, ni que decir de las costillas fracturadas y hombro dislocado. No solo eso, también algunos rasguños en su cuerpo tenían un enfermo color púrpura. No fue difícil deducir que se trataba de veneno.
– sabes, eres descortés. No me has dicho tu nombre - Gyutaro lo acorralo contra un árbol con su oz izquierda amenazando su garganta. Por inercia, lleva ambas manos al arma para evitar su cercanía, provocando heridas a sus dedos.
– no me hables... No me gusta hablar... Los nombres no deben ser compartidos - articula con dificultad.
–oh... - de forma lenta, El demonio de cabello negro verdoso paso su lengua por los dedos ensangrentados. Abrió los ojos sorprendido pero más interesado que antes.
– eres un omega. - invadiendo más su espacio, empezó a rastrear su glándula de olor con tal de reconocer su aroma. Daki solo abre la boca sorprendida, su hermano jamás mostró interés en omegas, además de que estos huyen de el por su aroma. No pudo evitar enfadarse porque detesta la idea de compartir a su hermano.
– ¡ohayo!! ¡Ohayo!! - una tercera voz hizo eco en voz alegre.
Lentamente Giyuu giro su vista hacia esa nueva voz, abriendo los ojos aterrado. Un hombre de apariencia excéntrica, cabello rubio claro con un extraño manchón rojo en la cabeza y sonrisa espeluznante, en sus ojos arcoiris pudo leer "segunda luna superior" en su pánico, vio como su presencia fría deja un poco de escarcha en el suelo y plantas aledañas, además de que la temperatura ambiental bajo varios niveles
– ¡Douma-sama!! - Daki rápidamente fue a quien considera su mentor y salvador.
– vine a ver a mis queridos niños y veo que están cazando a un Omega cazador - apremia sonriendo.
– es un molesto cazador que se atrevió a molestarme - bufa.
– buenas noches Douma-sama - saludo cortes a su supervisor sin apartarse ni un centímetro de Giyuu.
– aah ¿Que conseguiste? Los omegas son muy nutritivos - indica con una sonrisa simpática pero al verlo mejor, aumenta su sonrisa. A quien la viera, su cuerpo temblaría de miedo.
– un pilar. Nuestro señor estará complacido por este acontecimiento -
– ¿Pilar? -
– es equivalente a una luna superior entre los cazadores - explica tocando la mejilla de Giyuu que se mantiene estático hasta el momento.
– Douma-sama. Tengo una petición -
– oh, ¿que es Gyutaro-chan? - el rubio ladeó la cabeza curioso. Normalmente quien exige cosas es Daki.
– Quiero quedarme con este Omega - fue directo. – es fuerte y será un excelente demonio. Además estará enlazado conmigo, no habrá forma que me desobedezca -
– ¡Vaya! ¡Vaya! ¡Eso es una novedad!! - dio un leve aplauso. - no creo que a nuestro señor le moleste que te lo quedes. Has hecho buen trabajo y sería un pilar menos de todos modos -
No niega la autoridad de su maestro pero el mismo reconoce que Muzan le tiene especial aprecio a Gyutaro, más que a Daki. Definitivamente se molestaría que tuviera una mascota pero lo dejaría pasar.
– pero debes marcarlo antes de convertirlo. Sino sera imposible - Douma toma la cabeza de Giyuu hiper extendiendo hasta dejar expuesto su cuello, justo donde esta su glándula. Gyutaro solo sonrie mostrando sus afilados dientes, que en pocos segundos, sobresalen los colmillos de alfa. Giyu intenta removerse, patear a la luna superior seis, luchar por su decadente dignidad. Su cuerpo se estremeció ante el doloroso pasado.
Volvería a ocurrir.
El miedo fue más poderoso que su raciocinio, activado sus instintos más básicos. El medicamento de inhibición de olor perdió efecto al verse superado por las hormonas que desataron el olor de Giyuu. Una bomba de tomillo, lima y Ylang Ylang dió de lleno en los tres demonios.
– ¡¿Pero que?!! ¡Que horrible peste!! ¡En serio que horroroso como el!- Daki se tapo la nariz irritada por el olor. Pero no era la única, Douma y Gyutaro también se apartaron por el olor que aturdió sus sentidos. Ignorando el sentimiento de humillación, Giyuu emprendió carrera hacia el sentido contrario de los demonios, hacia el horizonte para que el amanecer logré pararlos.
Se alejo lo suficiente para tomar aire y recuperar fuerzas, además de concentrarse en su respiración para frenar el veneno lo más posible. Sabía que no debía parar, pero su cuerpo está tan dañado que debia concentrarse nuevamente para ignorar el dolor.
– solo un... Poco más... - decidido se incorpora del árbol que dió su apoyo cuando sucedió.
Un dolor opresivo, desgarrador y sofocante golpeó su pecho, lo hizo agacharse poniendo su mano donde se supone que está su maltratado corazón. Lagrimeo y aullidos inaudibles salieron de su boca. El dolor es indescriptible, lo hace desear estar muerto.
– no hoy... Por favor...no... - gimió desesperado mientras sus lágrimas bajan mojando el suelo, llevándose con el rastros de sangre y esperanzas fallidas. Sabe que ocurre, su débil pero existente lazo se esta rompiendo. Le parte el alma y su conciencia.
– no... - sintiendo el peso del arrepentimiento, saco de su Haori una de las cartas que Tanjiro le envío con cariño.
Usando su sangre como tinta, sus dedos temblando y lágrimas sin dejar de bajar, fue escribiendo palabras clave en el reverso.
Nuevamente la arcada de dolor lo hizo gritar hasta que sus pulmones se quedaron sin aire. Cómo pudo, se levantó y dejo en el hueco de un árbol, jadea adolorido pero aún así logra mantenerse de pie y alejarse de ese escondite.
Apenas dió unos pasos cuando varias finas estalactitas de hielo dieron de lleno en ambas piernas y un costado de su abdomen, hubiera dado de lleno en el pecho si no fuera porque la segunda luna superior se distrajo por intervención de Kazanburo, dándole picotazos en la cara y algunos arañazos. El viejo cuervo había regreso después de pedir apoyo y olvidó su seguridad por ayudarlo. Indiferente, le da un fuerte manotazo que lo hace impactar de lleno contra un árbol y caer sin gracia en unos arbustos.
– lo... siento... - murmura con dolor y sus lágrimas empapando su vista. Giyuu solo pensó en ese momento en lo jodida que fue su muerte. Tanto la vida lo desprecia como para negarle un final más digno o por lo menos, menos dolorosa en todos sentidos.
En su agonico dolor, solo ve como se acerca nuevamente Gyutaro a pasos lentos. No sabe dónde está el rubio de ojos arcoiris pero es lo de menos, sea como sea va a morir. Si no es por por las heridas mortales en su cuerpo o el veneno sería el corazón roto.
– ya vi porque siendo un omega con un rostro tan bonito estás sin marca - se pone en cuclillas. – tu olor es desagradable, el más horrible que he percibido en mi larga vida -
–... -
– eso te hace perfecto para mí - Gyutaro puso su dedo en su frente con una sonrisa complacida.
– si tú olor es horrible, pero tiene tiene un extraño toque que lo hace deseable, dulce diría. Cómo sea, ningún otro alfa te podría reclamar, serás exclusivo para mi. Ni siquiera quien debería aceptarte podrá alejarte de mi - Giyuu apenas podía mantener la conciencia pero su alma gemía de pena.
– porque reconozco ese olor, huele a rechazo. - nuevamente siente su cabeza moverse, está vez con mayor suavidad.
– serás un demonio precioso -
Giyuu no escucha más, solo recuerda su vida pasar. A su hermosa hermana Tsukako, Su mejor amigo Sabito y Murata, su casi padre Urokodaki. Cada recuerdo más valioso se perdería, sus nombres serían olvidados.
Sabito lo detestaria por se tan débil y Murata se culparía. Urokodaki se pondría muy triste, no lo merecen.
Olvidaría a todos ellos, olvidaría que es un pilar, a quienes admira, también les dejaría un enorme problema por la falta de sucesor. que Tanjiro y Nezuko son como sus pequeños hermanos o hijos. Olvidaría la primera vez que el pelirrojo lo llamo "madre".
Le dolía dejarlos aunque está aliviado de que estén a salvó.
Olvidaría a Kyojuro, olvidaría todo de el. Su sonrisa radiante y aura propia de un corazón lleno de vida, se disculpa en silencio por todo lo que hizo. Su pecho se contrajo de pena al pensar que olvidaría todos los bonitos sentimientos que tuvo por el y creyó haber dejado atrás.
–"no quiero... "-
No quiero olvidar...
Por favor...
Quien sea...
Por favor, ayúdenme...
– estuve cuatro meses en coma. No supe nada hasta que desperté. Ya me encontraba en este templo bajo el cuidado de su excelencia. Dijo que atravesé varias cirugías antes de poder siquiera pensar en hacerme despertar. Mis huesos ya estaba soldados y mi piel cicatrizada pero el daño a mis órganos aún estaba presente. Así que debía estar en cama aún. Recientemente entre en rehabilitación. - Giyuu mantuvo su rostro bajo durante su relato. Omitió la parte donde agonizó por su lazo casi roto porque no quería añadir culpa a Kyojuro, el no sabía.
– Kazanburo también estaba mal herido, no podia volar y tampoco me quise arriesgar en revelar la ubicación de la sede. - resolviendo la duda de porque no hizo ningun aviso de su existencia. Siendo justo, hizo lo correcto aunque eso conlleve a un malentendido.
– el llegó a... -
– no. Su excelencia llegó en el momento justo. -
Kyojuro mantuvo su mente lo más serena posible, su sangre hervía furiosa por el enorme dolor que pasó su destinado solo en ese bosque. Si no supiera que el demonio que pretendia marcar a Giyuu ya está muerto, iría en ese momento a cazarlo. Pero también se sintió impotente, se supone que debía protegerlo, que ninguna clase de penuria tocará su ser ¿Y que hace el? Lo confunde con otro y lo deja a su suerte. Lo cual le recuerda otra cosa importante.
Primero que nada, relaja su postura con profundas respiraciones. No vale la pena hacer un escándalo por un acontecimiento pasado y lo importante es que Giyuu está vivo.
– Tomioka. ¿Tú sabías que somos destinados? - ve que el pelinegro con destellos azules se tensa, aprieta sus manos duramente así como sus labios.
– si. Lo sabia -
– ¿Desde cuándo? - Kyojuro insiste, no está molesto pero el desconcierto es palpable en su voz.
– desde que llegaste a reemplazar a tu padre la primera vez - dijo en voz baja.
– hace 5 años... 5 años... ¡Hace 5 años que lo sabes! - no puede evitar exhaltarse, se pone de pie alejando su cuerpo unos pasos. Hay una lucha de dominios de aroma entre la irritante pimienta y el plácido Cedro. Su corazón y mente no pudieron más con el acumulo de emociones sin expresar adecuadamente por meses.
Pensó que Giyuu recién se había enterado, pensó que el no lo sabía o por lo menos no al 100%.
– ¿Porque? ¡¿Porque no dijiste nada?! No lo entiendo, no puedo entenderlo - expresa luchando contra el impulso de tomar de los hombros de Giyuu y sacudirlo para sacarle la verdad. Dolía, su corazón dolía pensar que el Omega ojos azul profundo sea tan egoísta para esconder algo tan importante, sin darle la oportunidad se opinar o intervenir.
– era necesario... - dijo eludiendo su mirada. Sus hombros están tensos y sus manos no paran de jugar entre ellas.
– ¡¿Necesario?! ¿Que clase de respuesta es esa? Perdóname pero no lo acepto. no lo entiendo. ¡Somos destinados!! ¿Porque ocultarlo? ¿Por tu infertilidad? -
– así que si te lo dijo- dedujo pero continúa escudando su mente eludiendo la mirada. –aunque no todo- susurro muy bajo.
– por Dios... ¿Tan mal concepto tienes de mi? ¿Tanto te desagrado? - dijo en un hilo de voz.
– Tomioka...-
– ¡basta! ¡Por favor basta!! - encara con lágrimas reprimidas – no tienes que fingir, no tienes que aparentar. Por favor, ten piedad. -
– ¿Que estás diciendo? -
– ¡Rengoku, tu me rechazaste hace 2 años! -
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Las curiosidades del día por su autora:
🌻 La autora le costó mucho este episodio porque hay muchas emociones de por medio y tenía que encontrar la forma de resolverlo sin caer en la fuerza del guión.
🌻 Los personajes extra son del anime "Food war" también conocido como los "orgasmos culinarios". La historia es entretenida y te gusta más por los personajes secundarios que el prota.
En lo personaje mi personaje favorito es Megumi Tadokoro. Tuvo un crecimiento extraordinario.
De hecho, es el único personaje femenino que realmente me encantó de todos los animes que he visto.
🌻 Senjurito se enteró que Uzui se fue con su hermano. No le molestó por ello, de hecho se quedó tranquilo porque así no se iría solo. Pero se quedó con las ganas de irse de paseo xD
🌻la razón por la que Rengoku no sintió el nexo romperse es porque no había captado el olor al 100% de Giyu (solo fragmentos). Pero de forma instintiva lo buscaba y sentía la amenaza de perderlo. hecho que se comprueba en el capítulo "la torre" y su alfa se daba la idea de que podría ser el.
Aunque eso se habla del inconsiente y es complicando entenderla.
🌻 Si. La casi muerte de Giyuu ocurrió al mismo tiempo que Kyojuro casi marca a Tanjiro.
🌻 Uzui fue tratado como un semidios en el pueblo por orden del sacerdote para mantenerlo ocupado.
🌻 Aunque no lo crean, las lesiones de Giyuu si bien son casi fatales se puede sobrevivir aunque es muy lento el proceso. He tenido pacientes así. Pero me di la flexibilidad de hacerlo más rápido por las habilidades de Ryoken y su condición de pilar.
🌻 Gyutaro se interesó en Giyuu porque si bien su olor es peculiar, le dió una sensación de plenitud. Recuerden que los demonios tienen mayor percepción que los humanos, por eso no dudo en marcarlo.
🌻 Erina tiene problemas en enfocar su atención entre el hijo del cocinero y su padre (que es viudo) porque ambos le gustan.
🌻Decidí separar el capítulo porque sería extremadamente largo y porque me gusta dejarlas en suspenso. Soy un ser malvado :3
🌻Si bien el patroncito es un santo, sus hijos no lo son tanto y en las organizaciones siempre hay ovejas descarriadas. Así que no es de extrañar que de vez tome medidas drásticas.
🌻 Daki es una niña mimada y parcialmente tonta así que no me sorprendería que algún cazador debió descubrirla antes pero se ha salvado por Gyutaro.
🌻 Douma se marcho una vez que inmovilizo a Giyuu. Sino caería en la tentación de comerlo y también quería bañarse por el mal olor.
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