11.- As de copa

Advertencia: contenido sexual y tortura.

Aún con la creencia popular que es un alfa violento, con moral dudosa y agresivo hasta con cachorros, tiene sentimientos. No los muestra fácilmente pero los tiene. Ocultos bajo capas de dureza que se vio forzado a crear para cuidarse de los abusivos.

Tal como esa noche que decidió visitar la lápida de Tomioka. La casi solitaria piedra con flores cada vez más marchitas. Con un resoplar molesto, retiro las flores muertas y las tiro en otra parte donde no fueran visibles o estorbosas. Tocar el grabado de piedra mientras retira la naturaleza muerta le dió un fuerte escalofrío.

Un doloroso recuerdo.

A escondidas de todos incluso de Okayama-sama. Hizo su propia búsqueda. Durante sus misiones de caza, rastreaba por su propios medios, especialmente por zonas cercanas al último sitio donde fue visto. Su muy necio alfa se aferró a la idea del pilar de la flama, teniendo como único respaldo que el supuesto vínculo que tiene con el no lo ha sentido fracturarse. A su juicio, el perdio el derecho a tener a Giyuu por confundirlo, por dejarlo de lado cuando lo tuvo cerca tanto tiempo y quién sabe cuánto presenció de ese par.

Claro el no está libre de pecado pero nunca confundio sus sentimientos por el pilar del agua. Sabe los errores que cometió y decir que quiere enmendarlos sería un insulto. Es parte del pasado y lucharia por darle un futuro mucho más esperanzador.

Aún no podía creer que haya formado un vínculo emocional tan intenso en poco tiempo. De alguien que siempre considero un bastardo arrogante, tan solo era una persona odiosamente torpe, terriblemente quieto... Tan amable, un respiro de tanta oscuridad y paciencia. Tanto con el, como con su hermano. Que entrara tan profundamente que le hizo recordar esa promesa de infancia.

Ni siquiera cuando fijo su vista en Kanae fue tan intenso. La hermosa Omega de ojos de cuarzo rosa siempre fue atenta y la atracción era notable pero había algo que lo retenía a dar el siguiente paso. Quizás su propio enfoque de su misión de eliminar demonios o miedo de que ella conociera lo peor de el y se alejara.

No se sentía seguro, ni tampoco lo suficiente maduro para una relación formal.

Pero Giyuu conoció lo peor de el, su lado escabroso, agresivo y poco paciente. Su impulsividad, sus insultos sobre lo que sea que tuviera relación con el. Mil razones para detestarlo, recibir un insulto o recibir la misma agresión pero no. Solo mantenía la calma y su aroma a tomillo lentamente entraba en su cabeza. Su instinto alfa se sintió seguro, no esque pensará que es débil, sino que no lo atacaria por la espalda, no rompería su confianza. Obviamente, Tomioka no estaba para ir reparando gente ni el tampoco buscaba un salvador. Se dejó llevar, acepto la idea de bajar la guardia un rato. Cómo esa vez que durmio en el regazo de Giyuu o esas tardes que iban al mandado.

Fue punto clave para que su corazón se decidiera a estar con el.

- tuve ese sueño otra vez - se sentó junto a la lápida. En un tono muy bajo de voz, solo compartiria sus pensamientos a ese frío monolito.

- en la que trabajo en un campo de arroz junto a mi hermano. El arrozal se mantenía firme en el agua y su color verde era tierno. Volvíamos de trabajar, en el trayecto venían corriendo 3 cachorros a recibirme aún cuando faltaba mucho para llegar a casa. Eran muy revoltosos, uno de ellos tenía los ojos de mamá, - señala sus propios ojos. El violeta de sus iris lo había sacado de su amada madre y Genya el azabache. - cabello como el mío y otro negro como tinta fresca -

- luego, llegabas tu. Tenías un bebé en tus brazos, una niña. creo que es mi favorita - miro el cielo nocturno, sus estrellas que decoran bellamente- se parecía mucho a ti, sus ojos, tu pelo hasta la misma sonrisa. Se llamaba "Kikyo" me gustó ese nombre  - se ahorro los detalles más personales, era algo innecesario de decir.

Se guardaria en sus pensamientos el hermoso rostro sonrojado de Giyu mientras buscaba unir su corazones con más que solo un vínculo emocional.

Visualizo una vez más, Unos pequeños recuerdos con pulsos y que gritan llamándolo "padre" que corrían por sus sueños.

- supongo que soñar un par de veces la misma cosa es que podrá hacerse realidad. La menos eso decía mi madre cuando era pequeño -

Un largo silencio se mantuvo.

- estoy cansado Giyuu. - se apoyo pegando la espalda contra la lápida. Dónde no estuviera el grabado. - esto duele del carajo -

Saco de su Haori, un par de ramitas secas de tomillo.

4 meses después...

Fresca mañana entre las montañas y el bosque. Los pajaritos cantan emocionados de ver el astro rey encima de sus cabezas, su trinar es alegre y algo descordinado.

Kyojuro camina tambaleando un poco su marcha y bostezaba de vez en cuando. Había Sido una misión larga y pesada, si bien no se arrepentía nada de cumplir con su deber, se dúo el lujo de expresar su cansancio en la soledad del camino. Podría apurar el paso pero la mañana está tan bonita que quería disfrutar un poco más.

Iría a la finca mariposa a revisión de sus heridas y asegurarse que la técnica de sangre no haya hecho demasiado daño. Pero primero, iría a su hogar, su querido hermano debe estar preocupado. Al ver el sendero conocido que lo guía a su hogar ancestral, apuro un poco más el paso, sonriendo expectante. Al estar centra de la entrada, escucho pequeños murmullos entusiasmados, no entendía muy bien que decían pero parecían divertidos. Reconoció la voz de su hermano menor, la de Kamado y su querida ex aprendiz Mitsuri. ¿Que se traían?

- ¡He regresado!! - se anunció entrando por el lado del jardin. Interrumpiendo lo que sea que estaban haciendo.
- ¡Aniue!! ¡Volviste antes!! - el rubio menor se acercó a su hermano. Dándole un abrazo afectuoso, impidiendo que avance más.
- no te escucho muy contento por ello - pico la mejilla, avergonzado a Senjuro.
- yo... Bueno, se supone que sería una sorpresa - Kyojuro miro hacia la dirección que el alfa menor señaló con la mirada. Escucho un par de pasos más, saliendo de la protección de los muros.

Primero Mitsuri con Tanjiro, ambos emocionados, haciendo movimientos con sus manos, el símbolo universal de ánimo mientras sus sonrisas encantadoras cubren sus mejillas. Tímidamente asomándose, usando un kimono rojo quemado con flores blancas en los bordes, un peinado sencillo pero bonito en forma de coleta alta, sus labios pintados de rosa pálido. Su cabello oscuro como pluma de cuervo y esos ojos azules como zafiros pulidos lucen nerviosos, tratando de luchar contra su propia vergüenza de estar vestido así.

- bi-bienvenido a casa Rengoku - Tomioka se las apaño para levantar la cara y mirar hacia su dirección. Luchaba contra el impulso de apretar la fina tela de su kimono o escapar de ahí.

- Tomioka...- Kyojuro sintió cada célula de su cuerpo estremecer. Su corazón latir tan fuerte que ya no diferencia entre el sonido de su voz o el retumbar provenir de su pecho. Su sonrisa creció hasta ser dolorosa y sus ojos pican por las lágrimas que fuerzan salir por sus bordes.

- ¡Tomioka!! - olvidando sus heridas y cualquier signo de cansancio, se dejó llevar. sin esperar nada más, corrio hacia el. Tomándolo desde la cintura para cargarlo brevemente y abrazarlo contra su pecho.
- ¡Tomioka! ¡Mi Tomioka!! ¡Estás aquí!! ¡Por dios estás aquí!! - esconde su rostro en el cuello ajeno sin dejar de abrazarlo. - aquí estás... Tomioka... -

comenzó a llorar de felicidad, sus manos se negaban a soltar la figura de su destinado. Sus lagrimas bajaban por sus ojos, sonriendo como si nunca lo hubiera hecho. Aunque si es sincero, hace tiempo que dejó de sonreír de verdad.

- Rengoku... - regreso el abrazo tímidamente. Sentía la humedad en su hombro y cuello a causa del estallido emocional del alfa. Las manos más grandes y temblorosas pasaron por su cuerpo en una revisión, asegurando que estuviera a completo y sano.

- aquí estoy ... - pegaron sus frentes en un gesto de reconocimiento. Una estruendosa risa junto con sus lagrimas y una fuerte sensacion de libertad broto de su pecho.

- ¡mira Senjuro!! ¡joven Kamado! ¡Mitsuri! ¡Aquí está!! ¡Es Tomioka! ¡Mi destinado! ¡Mi Tomioka! - les mostró limpiendose la cara con la manga de su ropa. Los presentes lo miraron con alegría, entendían su reaccion. No fue fácil para Kyojuro esos meses de incertidumbre.

Después de eliminar a la luna superior número 6 y casi destruír completamente el distrito rojo. El junto a los Kakushi se dedicaron a buscar por los alrededores, especialmente los ductos subterráneos que Inosuke descubrió para llevar a sus víctimas a la cueva bajo tierra donde podían comer sin molestias. Al fondo, en la parte más profunda y estrecha de esa fosa de cadáveres, estaba el pilar del agua dormido en una caja de vidrio como una muñeca maltrecha y heridas sin tratar adecuadamente.

Al parecer la demonio Daki tenía un esclavo demoníaco que su arte de sangre era inútil en batalla: extraer esencia de los humanos. Un regalo extraño de su hermano Gyutaro. Hasta que fue útil.

El aroma de Ylang Ylang de Giyu es tan atrayente que seduce sin esfuerzo a quien lo oliera. Incluso Gyutaro, cayó bajo el efecto de esa flor peculiar.

Obviamente no iba a desperdiciar semejante muestra.

Fue difícil para los Kakushi separar a Kyojuro de Tomioka. El alfa lo trataba como enemigos sin soltar en ningún momento al omega en sus brazos, fue necesario sedarlo para poder trabajar y de paso llevarlo también a sanar sus heridas.

El resto, el pasar del tiempo fue extremadamente lento, como ver crecer el césped en el suelo.

Kyojuro se recuperó sin problemas así como Tengen, sus esposas y Tsukakos. La perdida mayor fue la mano de su mejor amigo y parte de su ojo derecho pero lejos de desanimar al excéntrico platinado, le pareció bien un cambio de estilo. Pero Giyuu fue otra cosa. Kocho le decia una y otra vez que su recuperación era lenta por las condiciones deplorables que estaba y el estar bajo el arte demoníaca por tanto tiempo. Además no había garantía que despertara.

Aún así, no detuvo al pilar de la flama.

Todas las oportunidades que tenía, iba a la finca mariposa nada más para ver a su destinado. Le hablaba todo el tiempo, limpiaba su rostro con cariño y peinaba su cabello negro, no se movía de su lado a no ser que fuera por misión o lo convencían para descansar. La mayor parte del tiempo iba solo, sin contar a Kocho, no permitía que nadie más entrara a esa habitación sin su presencia. Cuando mucho Tanjiro y su hermana Nezuko. Siendo los cachorros que Giyu cuido. Uzui ahogaba una risa al verlo ingresar a la habitación y lo primero que hacía era percibir los aromas tanto en la habitación como en el cuerpo de Giyu. Sabía que era malsana esa obsesión de pertenencia pero esa actitud es meramente inofensiva a diferencia del Kyojuro erratico y volátil. Además Kocho aseguro que una vez que el estruendoso pilar de las llamas marque al Omega depresivo, ya no habría problemas.

Volviendo a lo principal, el rubio bicolor solo esperaba paciente (en ocasiones impaciente) el momento que esos bellos ojos azules de abrieran, reconociendo su figura tanto como una señal de seguridad y un futuro amante si acepta su cortejo.

Así que era más que dichoso de verlo de pie a unos pocos centímetros de distancia, sujetando su mano débilmente. Aún tenía su sonrisa llena de felicidad y las lágrimas no paran de bajar por más que intente frenarlas.

Costó unos minutos para que Kyojuro se calmara y riera avergonzado por la escena que hizo. Tanjiro lo puso a tanto de lo ocurrido a sus palabras porque Giyu seguía extrañamente callado, demasiado penoso para hablar por su cuenta.

- Tomioka-san despertó este lunes Rengoku-san y lo primero que hizo fue preguntar por usted - quizás le de vergüenza las muestras de afecto ajenas como besos y mimos pero no niega que es un romántico empedernido.

- hace 6 dias... (Cae en cuenta lo dicho) ¡Eh! ¿Es verdad Tomioka-san? - gira sus dorados ojos hacia el omega mayor que solo está ruborizado hasta las orejas, evitando contacto visual. Solo tuvo la fuerza para mover su cabeza, afirmando las palabras de Tanjiro.

- yo, les pedí que no te dijeran. - se animó a continuar - podría distrarte de tu misión y quería... Que fuera una sorpresa -

- ¡Sii!! ¡Que romántico!! ¡Nosotros le dimos la idea de esperarte aquí en la mansion Rengoku!!  ¡Tanjiro-kun contribuyó en la idea de vestirlo con un Kimono y Senjuro-chan lo consiguió!! - la bicolor de mirada tierna solo grito de felicidad por ese momento tan romántico. - ¡Yo lo maquille!! ¡Quería que luciera hermosa la futura señora Rengoku!! -

Tanto Kyojuro como Giyuu se ruborizaron bastante, tensando sus cuerpos y mirándose de reojo de vez en cuando.

- creo que sería genial ir por unos Mochis. - añade Senjuro.
- si. Es un momento para celebrar pero nos ocupamos tanto del arreglo que no nos dió tiempo de preparar todo - secundo Tanjiro entendiendo la indirecta. El par necesita estar solo para hablar de asuntos sin resolver.
- ¡Tiene razón! Vamos - Mitsuri los secunda, durante el camino hacia la salida de la finca, el trío habla de los postres que podrían comprar o la comida que en algunos Restaurantes podrían ofrecer. Porque por la hora posiblemente estén abriendo.

- Tomioka, ven - invito el rubio con mechas rojas hacia el jardín de la casa. Podría llevarlo directamente a la sala de te y conversar pero temía que su padre estuviera despierto. Si bien no es un mal hombre, el alcohol en su sistema y el eterno duelo no lo hacen reflexionar debidamente.

Aún tímidos, pasaron por algunos pasillos hasta llegar al bello jardín que Senjuro cuida con tanto esmero. El árbol de melocotón tenía bellas hojas verdes aún sin flores o frutos pero su aroma es dulce. No sé sorprendió de ver un par de cojines para tomar asiento en el suelo con vista a la naturaleza pero tal como dijo su hermano, no tuvieron tiempo de preparar toda la bienvenida.

Kyojuro le invito a tomar asiento cerca de el. Ambos lo hicieron en sus respectivos lugares en silencio, ninguno se atreve a dar el primer paso. El alfa ahoga un suspiro, había practicado muchas veces su diálogo para este preciso momento. Pero una cosa es hablar con un imaginario Tomioka y otro que puede responderle de forma impredecible.

- Tomioka. Seré directo. Sabes tan bien como yo que somos destinados - Giyu da un pequeño respingo pero no dice nada.

- sin contar con la fuerza del destino. Yo tengo sentimientos románticos hacia ti. Estoy realmente interesado en ti y quiero un futuro contigo. - miro el rostro ruborizado del Omega pelinegro. Sus mejillas de un saludable carmín, esos labios ligeramente apretados por la tensión,  mechones de cabello rebeldes que intentan esconder la belleza de sus ojos.

- aún... Aún si te menti respecto a nosotros - comenzó a hablar. - yo... Hay algo que no sabes. -
- ¿Hablas de tu infertilidad? - ahora sí el pelinegro giro su rostro a verlo. Lucia culpable, avergonzado.
- no podré darte hijos. Se que siempre querías una familia. Lo mejor que podía hacer para ti es hacerme a un lado - apretó sus manos contra su fina ropa. - solo quería hacerte feliz aún si yo...-

- ¿Cómo te enteraste? - fue cuidadoso.
- fue en mis primeros exámenes. La matrona examinó mi vientre y me dijo que estaba invertido. ¿Kocho te lo dijo? - Giyu no necesitaba preguntar. Sabía que la pilar del insecto lo descubriría por su cuenta cuando tomo laboratorios para sus revisiones y su don no es precisamente ser discreta.

- si. Aunque no de forma agradable y pacífica- recordando ese horrible día cuando declararon muerto a su omega. - si te soy honesto. Me gustabas mucho antes de saber que eras Omega. Me había hecho a la idea de no tendría descendencia pero... Si hubiera la oportunidad de poder intentarlo, la tomaría -

Tomo las manos de Giyu contra las suyas. Las de el son un poco frías, más pequeñas y tenía callos propios de su labor de cazador. Las vio con cariño, esas manos que podrían asesinar sin piedad a los monstruos de la noche, también acarician con mimo a un par de cachorros que perdieron a sus familias. Pero también esa calida sensación de unión, que lo único que lo hacía pensar es que esas manos serían las únicas que tomaría de esa forma.

-  a lo que quiero llegar es. Si es el precio que dan, lo tomaré. prefiero estar contigo, mi destinado, a vivir toda una vida arrepentido no tenerte a mi lado. -

- Rengoku... - pequeñas lágrimas bajaron por sus mejillas. - pero de lo otro... Mi olor... -
- no me puede parecer más perfecto -
- pero tú... - lo hizo callar con un par de dedos. Kyojuro le dió una mirada tierna.

- lo que sea que tengas, lo aceptaré. Si tiene solución, la buscaremos. Si lloras o ries, estaré ahí y si mueres... Muero contigo - aseguro, rozo su nariz contra la contraria en un dulce gesto de cariño a juego del aroma neroli que no podía ser más gentil con el cedro. Un beso discreto, pidiendo en silencio ser aceptado.

- ¿Me aceptas? - pregunto. Sabía la respuesta, podía olerlo en su pareja, su pulso en sus dedos aumentado y su respiración a base de cortos suspiros, pero quiere escucharlo.

- si. Si quiero Rengoku - al final de su corta oración, El alfa tomo sus mejillas para darle un beso cargado de amor que tanto tiempo ansiaba explotar. Un beso gentil impregnado con toda la calidez que merecía el Omega.

Después de ese toque, le siguió otros más. Pequeños besos repartidos como pétalos de flor por su rostro y labios, Kyojuro estaba más que dispuesto a mostrarle su cariño aunque en ese momento estaba suprimiendo el deseo lo más posible para no asustarlo.

- tengo curiosidad. ¿Tenías planeado decirme algo?- señaló con la mirada su vestuario. Su voz salió más ronca por la falta de aliento a causa de los besos.

- solo quería darte la bienvenida y agradecerte por buscarme.- respondió mirando directamente a los ojos. - se que cuidaste de mi y aún contra todo pronóstico, no dejaste de buscarme. No podía ignorar eso y lo mejor que se me ocurrió fue vestirme así -
- ¡Que dulce Giyuu-san!! Parece que es la primera vez que usas un kimono-

Al notar el largo silencio de su destinado y sus mejillas coloradas como manzana cubierta cayó en cuenta. Si es la primera vez que usa un Kimono y lo hizo especialmente para el. se tardó en darse cuenta que las flores bordadas son noche buenas*, el color rojo es muy similar al que usa de vez en cuando y el obi blanco leves betas amarillas, simulando lenguas de fuego. Después del shock inicial, le dió una sonrisa amorosa y cautivada. Aprovechando la soledad y fragilidad de ambos corazones, decidió romper un poquito los códigos de un cortejo.

Acercó su rostro al cuello del Omega dónde escurrió sus labios a un borde sin cubrir del todo, dándole un leve mordisco. Se deleitó con el respingo y el suave chillido que soltó su destinado. Vio por el rabillo del ojo que dejó una pequeña marca en el sitio, algo discreto pero significativo.

- una flor más decorando tu ser -
- Re-rengoku...-
- usa mi nombre - pidió sin ningún arrepentimiento de su acción.
- está bien, Kyojuro -

Pasaron un par de días mas desde el alta de Tomioka pero la suerte de Kyojuro no lo acompañaba, después de comer con el pequeño grupo de amistades y familiares, fue enviado a otra mision.

No quiso alejarse de su omega justo cuando se había declarado e iniciado el cortejo pero el deber llama y las órdenes del patrón son irrevocables. Lo que lo mantuvo tranquilo fue saber que Giyuu volvería a la finca del agua en compañía de Tanjiro y su hermana. Aprovechando que estaban distraídos, el rubio bicolor tomo del brazo a su destinado para llevarlo a un rincón un poco apartado, una vez ahí, lo beso dulcemente en los labios junto a un abrazo firme, su conclusión fue que la cintura de Tomioka es muy estrecha, ¡Sus brazos se amoldan perfectamente!!. No había nada amoral en su actuar pero no eran situaciones que niños debían ver.

(Está canción se hace muy canon en muchas partes del capítulo xD)

- sabes que no va en el protocolo - amonestó sonrojado y sus labios húmedos por el beso. El alfa solo rio sin ninguna pisca de arrepentimiento.

- solo quería un souvenir - Tomioka solo dió un bufido que a oído del alfa fue adorable. Dejándose llevar, tomo las mejillas del rubio dándole un beso más amoroso. El alfa ronroneo de felicidad, sintiendo una pequeña mordida en sus labios. Tuvo que romper el beso más por necesidad y temor a romper su limitado autocontrol.

- vuelve pronto, te esperaré - murmuró contra sus labios. Kyojuro sonrio tanto que primera vez en mucho tiempo le dolían las mejillas.

Esas palabras jamás fueron tan dulces.

Volviendo al día de hoy. Kyojuro fue a buscar a Tomioka a su finca. Recién había regresado de su misión y ante la falta de lesiones físicas, no hizo paradas extra más que para ver a su hermano y padre.

Después de la misión, pensaba regresar esa misma noche pero prefiero descansar para estar muy repuesto al día siguiente.

El brillante sol matinal no hace justicia alguna al vibrante color oro y ámbar en los ojos del alfa. Ya había llamado a Giyuu desde afuera y siendo recibido por su Tsukako. Quien inmediatamente fue a buscarlo con los ánimos muy en alto. Tanto por verlo llegar como ver a quien aprecia tanto siendo esperado con tanto anhelo. Por costumbre, el alfa olfateo el aire de la finca. Podía distinguir el resaltante aroma de su pareja, la tierna Melisa del Omega menor y el toque a bosque de verano del alfa Murata pero le hizo gruñir el abeto y menta que se esparse por el aire.

Ya no tenía conflicto con Murata. Su Giyuu aseguro que lo ve como un hermano y actualmente Murata está cortejando a una Omega de otro pueblo. Pero Shinazugawa... El alfa gruño en tono bajo, debía volver a ser bastante claro con el alfa peliblanco que Giyuu es su destinado y sobre su cadáver renunciaria a el.

- buenos días, Kyojuro - la suave voz de Giyu despejó todo mal humor que adquirio en breves segundos. Miro a su destinado usar la ropa típica de cazador de demonios y su Haori de doble patrón. Al parecer lo mando a hacer de ese estilo. Siempre tuvo la curiosidad de saber la razón detrás de esa combinación, ya tendrá la oportunidad.

- ¡Buenos días Giyuu!! - respondió con toda la energía del mundo, estremeciendo al Omega con una sonrisa llena de afecto y alegría. Viendo que no habia testigos, su corazón demasiado ansioso por la cercanía, abrazo a Giyu dándole un beso afectuoso en los labios. El omega dió un respingo por el movimiento inesperado pero no hizo ademan de alejarlo, dejo que beso continuará, poco a poco aumentando la necesidad.

- ¡Waaaah!! ¡Lo siento! ¡Lo siento!! - Tanjiro iba de salida para buscar algunas cosas para su próximo viaje, tan distraído estaba que no se dió cuenta que Rengoku y Tomioka aún no se iban. Se le subieron los colores a la cara al precenciar la cercanía de sus mentores. Rápidamente hizo una reverencia y se alejo sin dejar de disculparse.

- ¡Ah! Joven Kamado - lo ve alejarse - ¡Si que tiene mucha energía! ¡Servirá para el entrenamiento!! -
- hay que irnos, la reunión es dentro de poco.- corta la inspiración el pilar del agua, saliendo del agarre del alfa. Adelantándose rápidamente. Sin perder pista de su pareja, va tras el hasta darle alcance.
- ¿Estás molesto? - percibe su aroma, es algo irritantante pero Kyojuro lo siente adorable.
- eres muy impulsivo -
- normalmente tengo excelente control. Pero... - toma la mano de su pareja, en un firme agarre mientras le da una sonrisa cariñosa. Giyuu recibe esa expresión con un tierno rubor en sus mejillas.

- contigo siempre ha Sido diferente. Siempre será diferente - rozo su nariz contra la contraria en un movimiento tierno que es correspondido del modo modo, un beso discreto.

La reunión fue prácticamente para notificar la reintegración de Giyuu a sus funciones de pilar, sobre los últimos avistamientos, por último pero no menos importante, Kagaya dió la bienvenida a Giyuu y felicitaciones por el nuevo compromiso. Claro que los pilares más allegados a Rengoku no dudaron en felicitarlo aunque podia sentir la tensión por el hecho que su pareja de vida sea alguien tan... Frío. El único que no dijo nada relevante fue Shinazugawa, de hecho, mantuvo su distancia para alivio de todos.

El pilar del agua solo se ruborizo hasta las orejas mientras que el de la llama agradeció muy entusiasmado sus palabras. Durante toda la reunión, Kyojuro no se alejo ni un momento de Giyuu, Cuidando que Uzui no tocará demasiado o que Mitsuri lo impregne de su olor por accidente, sobre todo, no dejo de observar los movimientos del pilar del viento. Su instinto no confiaba en él, si antes quiso quitarle a Tomioka, nuevamente lo puede intentar.

No sé sentirá tranquilo hasta ver qué Shinazugawa mayor tenga su propia pareja o el marque a su Giyuu.

Al salir del hermoso jardín, el alfa rubio bicolor invito a su pareja a comer. Tenían que aprovechar esos momentos antes de ser asignados a sus misiones. Tanto de que hablar, tanto que conocerse del uno al otro.

Lenguas de fuego consumen todo a su alrededor. La destrucción es inimaginable, tanto que nadie creería que hace pocas horas el distrito más exitoso en entrenamiento y belleza se convertiría en solo un recuerdo.

Uzui lucha mano a mano contra Gyutaro, mientras es auxiliado por el pelirrojo Tsukako de Rengoku. No porque el pilar del fuego haya perdido la batalla o dejara de lado su objetivo de encontrar a Giyuu, sino su atención se concentro en la demonio hermana de la luna superior número 6. A vista de quién sea, parecería que eligió un objetivo más débil pero Rengoku nunca a subestimado a ningún adversario pero ahora...

-¡Alejate de mi ojos raros!! - grito Daki aterrada. Usaba sus cintas a diestra y siniestra para mantener la distancia pero no fue así. El pilar de la llama hace su nombre con mover su nichiri, vuelve cenizas todo lo que alcanza. Su fuego azul con blanco cubre el suelo y quema las extenciones demoníacas dejando solos rastros agonicos de cenizas y chispas ceruleo.


- ¡Tienes el descaro de usar su aroma!! ¡¿Dónde tienes a Tomioka?!! - otra técnica de fuego golpea de lleno el cuerpo de la antes Orian. gritando de dolor tanto por recuerdos malditos y su carne siendo quemada.

- ¡No tengo idea de quién!! - vuelve a gritar horrorizada por la cuchilla que pasa por su pierna. El olor a carne y sangre quemada continúa haciendo jugadas en su mente. retrocedio más, por más que quiso apartar la mirada, no pudo, esos ojos predadores de oro y ámbar son los más peligrosos que ha visto hasta el día de hoy.

- una vez más, ¿Dónde está Tomioka?-
- ¡No tengo un idea de....!! - grito de forma horrida una vez más cuando la katana de brillo carmesí entro en su vientre y ahí ejecutó una técnica de la respiración de la flama, subiendo el filo hasta su hombro derecho. El intenso calor hacia trizas sus entrañas desde dentro, acaricia su piel cruelmente dejando carne viva y roida. Rápidamente recupero su forma pero otra vez volvió a ser apuñalada y otra técnica dió de lleno en su ser casi inmortal. Kyojuro ignoraba intencionalmente el hilo de brecha, no le interesa matarla ahora.

Sería muy piadoso

-¡Onichan!!! ¡Onichan!! - grito desesperada. Daki intento alejar y atacar al pilar de la llama, pero el miedo la paralizó, volviéndose un blanco endeble. Gyutaro al ver que tortuaban a su hermana intento quitarse de encima a Uzui y Tanjiro pero no, el platinado lo tenía bien acorralado pese al veneno y la falta de una mano. De vez en cuando, arroja sus ataques de largo alcance pero Kyojuro se las ingenia para eludirlos y tomar a Daki que reciba el impacto, cortando más su endeble cuerpo. Una vez que pasa la agresión, vuelve a clavarla en el suelo y seguir con sus ataques a abocajarro.

Kyojuro seguía incrustando su nichiri una y otra vez, sin dejar de preguntar sobre el paradero de su destinado. No sonrie, mantiene el terrorifico enfoque, su aroma neroli y pimienta se pierde en el aire con el fuego, pero aún así logra percibir que no se trata de un alfa corriente, es un monstruo. Uzui mira desde la distancia la ferocidad de sus ataques, primera vez en su vida sintió lastima de un demonio. Una cosa es cazarlos con la misión de proteger pero otra muy distinta es hacerlo sufrir con tal de tener una respuesta que el sabe demasiado bien.

-¡Kyojuro!! ¡Mátala de una vez!! - grito. Ya no sorportaba ver a su amigo de esa forma. Podía oír el miedo en los menores, no es lo mismo el temor por tu vida que ver a quien admitas tanto caer en un foso profundo de oscuridad.

-¡No Tengen! ¡No le daré la misericordia de la muerte hasta que digan donde está Tomioka!! -
-¡Basta!! ¡Este no eres tú! ¡Luchas por la justicia y proteger a los débiles!! -
- ¡Alejate de mi!! - Daki no hablo más porque la katana fue incrustada en su boca, atravezando su cráneo, formando un arco doloroso y torcido.
-¡Kyojuro! -
- ¡No cederé! ¡No voy a parar hasta que Giyu Tomioka este conmigo!! - el rugido de alfa estremeció a los presentes junto con el crujido doloroso y húmedo de la mandíbula de la demonio.

- aún si lo encuentras. Ese hermoso omega es mío - Gyutaro estaba furioso por los molestos cazadores y que estén tratando a si a su hermana, como menos que basura. Aparto de golpe a Uzui y enfoco su atención en el rubio que lo mira amenazante.

Veneno y fuego no es una combinación muy prudente.

- después de todo, tiene mi marca.- abrió la boca mostrando sus colmillos. El pilar del fuego dejo de lado a la ex Orian y aumento de golpe su velocidad chocando su arma contra las navajas de la luna demoniaca. El impacto fácilmente pudo romper los huesos de cualquiera pero ambos están determinados a cortar la garganta al otro que no le dieron importancia.

- solo será hasta que te mate -
- ¡Inténtalo! Hipócrita alfa. -

Kyojuro abrió los ojos extrañado, recordaba esa batalla. Fue antes de encontrar a su destinado, esa Luna superior llamado Gyutaro había mentido sobre la mordida con tal de alejarlo de su hermana. si lo marcaba antes de tener toda su esencia, arruinaría su olor.
Aún le causa pesadillas y de vez en cuando siente los latigazos de dolor en su abdomen. vio a Giyuu dormido cerca de el mientras estaban en una pradera llena de césped y flores pequeñas y la sombra de las copas de los árboles dan una sombra deliciosa.

Claro, habían tenido una cita y decidieron descanzar ahí. Sin querer, ambos se quedaron dormidos. Le dió una sonrisa pequeña y acaricio con el dorso de su mano izquierda la mejilla de su omega.

- tan suave... - murmuró. Se incorporó un poquito para acercarse a su Omega, dispuesto a darle muchos pequeños besos por su rostro y labios. La imagen de Giyuu dormido es muy bella, sus pestañas tupidas y sus labios entreabiertos mientras duerme manteniendo la respiración de concentración total pero prefiere verlo despierto, escuchar su voz suave y sus ojos de profundo océano.

Verlo vivo.

Sabe que ignora los protocolos al no respetar el no contacto físico y este tipo de situaciones (no es la primera vez que duermen juntos a la interperie) pero no lo puede evitar. Su corazón le grita que aumente la cercanía, le exige satisfacer su ansia de afecto provenir de su pareja. Se pregunto brevemente si su padre fue así de meloso con su querida madre, soltó una risita al recordar esos días felices cuando su familia estaba completa.

- volverá a estar completa - se dijo mientras besa una vez más la frente de Giyuu. No había forma de reemplazar a su querida madre pero su pareja lo ayudaría. Esa es la función de un Omega en una manada, fortalecer los vínculos familiares. Claro, después tendrán cachorros propios.

- ¡Deja de soñar!! - escucho un eco en su cabeza que lo distrajo un poco.

- Kyojuro... - volvió en si cuando vio esos hermosos ojos azul profundo.
- ¡Hola dormilón! -
- creí que Tanjiro era quien rompía las reglas tan tanta facilidad - levanto una ceja ante la cercanía nada propia de Kyojuro. Este solo respondió con una pequeña risa y volvió a acercar su cuerpo al casi indefenso pelinegro hasta estar arriba de el.

- solo sigo lo que dicta mi corazón y lo que dice es que te diga lo mucho que te amo. - susurro al oído. Su aroma neroli es dulce, fresco y gentil.
- Kyojuro...- la frecuencia cardíaca del omega aumento mucho ante esa declaración.

- te amo Giyu y esa frase aún es muy corta para expresar todo lo que siento. No hay poema, canción o historia que exprese totalmente mis sentimientos - besa sus labios, cerrando la distancia entre ellos en un abrazo íntimo, cuidando de no dejar caer todo su peso. La temperatura en manos aumenta lentamente, el ritmo de los besos es lento y un poco más húmedo, aún si no hay caricias de por medio, el suave tacto de ambos cuerpos es suficiente estímulo para Giyu y sus manos tocando la ancha espalda del alfa. Provocando suspiros en ambos.

- también te amo Kyojuro... - murmura contra sus labios.
- entonces, ¿es un si? ¿Aceptas ser mi pareja de vida? - pregunto. Sabe la respuesta pero quiere escuchar.
- siempre he Sido tuyo Kyojuro - cerro los ojos ruborizado. No pensó que fuera a decir esas palabras en voz alta. El pilar de la flama le vio con ojos brillantes y una sonrisa tan grande que podía jurar que resplandecía de felicidad.

-¡Yomoya!! - se levanta de golpe, trayendo consigo al sereno ojiazul naval. que aturdido no lograba procesar el abruto cambio de ambiente.
- ¡Yomoya!! ¡Yomoya!! ¡Mi Giyuu me aceptó!! - carga al desorientado Omega exhudando felicidad.
- ¡Escuchaste eso bosque!! ¡Mi Giyuu me aceptó!! - grito al aire sin dejar de reír lleno de felicidad, pajaros volaron, entre ellos algunos cuervos Kasugai. En cuanto a Giyuu solo le vio con ternura pero sin menor grado de alegría. No pensó que el pilar del fuego fuera a tener tanta euforia.

- ¡Escucho eso Goto-san! ¡Giyu es mi pareja! - mira hacia un rincón entre los árboles. El pobre kakushi solo pasaba por ahí para acortar camino para llegar a su siguiente trabajo, no esperaba toparse con semejante escena romántica.

- emm... ¡Felicidades pilar-sama por su unión!! - respondió tan apenado como contento por el acontecimiento.
- ¡Kyojuro!! - Giyu solo escondió su rostro en el pecho de su pareja. Avergonzado de ser descubiertos así, deseando que lo trage la tierra.


Después de unos días, Kyojuro llevo a su destinado a su casa para presentarlo formalmente a su familia. No lo haría como la primera vez, que hizo una fiesta enorme, no, seria algo más privado, además sabía que Giyuu es algo reservado en las fiestas. No quería incomodarlo.

Además, en una fiesta podrían entrar personas no deseadas.

Lo hubiera hecho el mismo día que aceptaron su unión pero el cuervo de Tomioka lo llamo sobre una misión. Le prometió que al volver, lo presentaría a su padre y hermano para formalizar la relación.
Llevándolos al momento actual. Kyojuro iba de la mano con Giyu, calmando los nervios de su pareja mediante su olor y algunas palabras de aliento. Asegurando que su adorado hermano menor lo amaría y su padre, bueno, esperaba que por lo menos se presentará. El pelinegro de ojos oceánicos pensó en ir en uniforme pero siendo algo tan importante, eligió usar un kimono sencillo color púrpura con bordado blanco y rosa de flores y ondas de agua corriendo por los bordes. El maquillaje consta de labial carmín y delineado negro que resaltan sus ojos. Su peinado es sencillo, recogido con un moño y un broche de camelia muy parecida al que lleva Tanjiro en su pecho.

- ¿te he dicho lo hermoso que te vez?-
- si. Muchas veces - quizás sonó rudo pero su piel rosada por el halago disminuye la malinterpretacion.
- Bueno, nunca son suficientes veces - agrego Kyojuro sin desanimarse ni una vez.

Al llegar, fueron recibidos por Senjuro. Quien hizo una leve reverencia ante la parecía dando la bienvenida. El menor de la familia lo guío hacia el salón principal de la casa, justo donde estaba el altar hacia la matriarca de la familia,  dejo listo un banquete lleno de delicias de comidas y postre (aunque más de la mitad de eso se lo puede comer el solo), en caso de que su hermano decidiera invitar más personas. Una vez ahí, estaba el ex-pilar y padre de Kyojuro sentado en su respectivo lugar como cabeza de la familia. Pese a tener una vaso con sake cerca suyo, luce en sus 5 sentidos y no tan desaliñado como otros días.

- ¡chichiue! gracias por recibirnos - la pareja hizo su respectiva reverencia y tomo asiento frente a ellos. Fuera de protocolo una vez más, acercó más sus asientos, tocándose hombro a hombro. con firmeza, Kyojuro tomo la mano de Giyuu. Haciendo que Shinjuro levanté una ceja y Senjuro pestañee algo confundido.

- chichiue, Senjuro. Cómo saben siempre tuve la esperanza de encontrar a mi destinado y aún con todo en contra, tengo el orgullo de presentarlo. Tomioka Giyuu es mi compañero de vida, es una maravillosa persona al que amo tanto. Se que dije lo mismo hace tiempo, estoy conciente de mi error pero estoy dispuesto a asumir toda la responsabilidad que conlleve - 
- Kyojuro... - iba a interrumpir Giyuu, el rubio no tiene la culpa pero la mirada de su alfa lo hizo declinar, nada de que diga lo hará cambiar de opinión.

Un largo silencio de depósito en el ancestral salón Rengoku, el aroma de incienso y luz natural del día no ayudan a distraerse. Los ojos  analíticos del hombre mayor solo pone nervioso a Giyuu pero no baja la mirada. Shinjuro suspira profundamente, alejando su visión de su hijo mayor y pareja.

- hasta que haces algo bien mocoso. Espero que esto te sirva para que dejes ese sueño inútil de ser cazador - aún con la dureza de sus palabras, Kyojuro sabía que su padre aprueba su relación y no podía ponerlo más contento.
- ¡Muchas gracias Chichiue!! - paso por alto su desdén de ser pilar porque no era momento de discutir eso.
- ¡felicidades por tu relación aniue! - Senjuro festejo mientras servía un poco de Te de naranja y sake Honjozo en algunos vasos. Por poco derrama el alcohol al presenciar como su hermano mayor besa muy cariñoso a su pareja.

- oi, oi mocoso. No quiero esas escenas frente a Senjuro - reprende el patriarca. La pareja se separa con reacciones diferentes: Kyojuro ríe sin ninguna vergüenza y Giyuu mira el suelo apenado por el arranque amoroso de su destinado.

- Tomioka ¿Cierto? (El aludido afirma) reprende  al inútil de mi hijo si no está dispuesto a seguir el protocolo de etiqueta. - señala con la mirada a su hijo mayor quien solo da una sonrisa juguetona.

- creo que la presencia de Tomioka-san anima mucho el espíritu de Aniue -
- ¡Por supuesto que sí Senjuro! ¡Tu destinado no es solo tu pareja de vida, es tu complemento e igual! ¡Así que no puedo evitar sentirme feliz! -
- ¿Y bien? - las tres miradas se enfocaron en Giyuu. Quien sentia encogerse de pena pero ante el brillo amoroso de su pareja, tomo valor para hablar.
- me gusta mucho su entusiasmo, su alegría, lo ruidoso de su voz. Incluso cuando se enfada y tiene su postura orgullosa... amo que Kyojuro sea así de afectuoso -
- Giyuu...-

- ¡Bien! Pero no quiero nada de escenas frente a Senjuro. O tendré que ponerles una correa - tomo su vaso con te dándole un suave trago.

Después de esa presentación tan inusual, las charla continuo más amenas y divertidas mientras comen. Cómo era de esperarse, la pareja en ratos se desmostraba su afecto con mimos pequeños como acariciar sus manos o besos discretos, alimentarse mutuamente. Tomioka no se sorprendió en las monumentales cantidades de comida que su pareja podía comer y Kyojuro no evito maravillarse ante el increíble espíritu competitivo del pelinegro ante una inofensiva competencia de comer Soba.

Después de esa presentación, poco a poco El pilar del agua fue visitando a la familia Rengoku sin necesidad de ser invitado con la finalidad de pasar tiempo de caridad con Senjuro y acompañarse mutuamente cuando Kyojuro se va de misión. En ocasiones se les une Shinjuro en silencio mientras el dúo realiza alguna actividad como leer, cuidar el jardín o hablar de trivialidades. Todo esto dicho por el menor de los Rengoku a su hermano.

Quien no para de sonreír feliz de que uno de sus sueños este cumpliéndose.


Kyojuro se siente especialmente tenso cuando su Omega va a misiones.

No duda de sus habilidades, el mismo sabe que es bastante fuerte y talentoso pero al no llevar su marca, los alfas más atrevidos pueden insinuarse. Quizás Giyu lo ignore o no le de importancia pero es muy hermoso, posee un aire de misterio que combina muy bien con sus bellos ojos azules, escondidos tras unos mechones de cabello azabache y su rico aroma. Kyojuro se había percatado que si no fuera porque está con el o porque Tomioka lleva su olor, se acercarían.

Así que perfuma bastante su cuerpo aún si el Omega murmulla molesto por su arrebato. A lo que el responde que no correrá ningún riesgo. Una vez hecho su tarea, deja ir al pilar del agua.

Otra cosa que lo hace sentir calmo, es cuando hace equipo con el joven Kamado, el chico rubio, la chica demonio adorable y el cabeza de Jabalí. Al ser tan revoltosos, muchos prefieren mantener distancia, además el pelirrojo resultó ser un hermano bastante protector, cuida mucho de Giyuu cuando nota que un alfa interesado intenta sobrepasarse cuando el pelinegro ya lo había rechazado. Más de uno se ha llevado un cabezazo. Su amiga y ex aprendiz también entra en ese limitado círculo social, la hermosa alfa se toma muy en serio su papel de Celestina y protectora de los corazones.

Por una extraña razón, Uzui se mantiene al margen. desde la batalla en el distrito rojo, sabe que perdió el control pero ¡¿Qué más podía hacer?! El demonio tenía a su omega, piensa que si el pilar del sonido viviera (esperando que nunca ocurra) su situación, estaría igual. Ha intentado hablar con él pero siempre busca algún pretexto para lejarse, Mitsuri le había dicho que le diera tiempo de reponerse y pronto le daría una explicación.

– ¡Despierta Kyojuro!! ¡Deja de soñar!! ¡Aunque te duela, Tomioka ya no está!! -

–¡¿Porque dices esas cosas?!! ¡¿Tu también?!! ¡¿Porque todos me niegan a estar con mi Omega?!! -.

Trata de comprender, el fue quien encontró la evidencia de muerte de Giyu y después declararlo muerto. Sabía que su amigo solo se preocupo por el e intento disuadirlo pero afortunadamente todo fue un error.

–¡Deja de soñar! -

Pero hay días que le cuesta dormir. La ansiedad lo hace ir a la finca del agua para asegurar que su amado Giyu esté ahí o en su defecto responda a su carta. Cuando lo ve por la ventana dormido tranquilamente o toca suavemente la precisa caligrafía en la hoja de papel, siente su alma regresar a su cuerpo. Nuevamente se promete cuidar a su amor y luchar para llegar juntos a la vejez.

Pero esa tarde es especial.

El patrón los había enviado juntos a cumplir una misión por las faldas de la montaña, eran demonios de bajo rango y uno que otro más fortalecido pero demasiados para aún grupo de cazadores de rango menor a Kinoe. Así que fueron los dos a eliminar toda la amenaza antes de perderse por el bosque hasta el siguiente pueblo. Una vez enterados de los detalles de la misión, se dispusieron a irse. Giyuu se adelantó para ir por sus cosas a su finca, ya que tomarían la ruta por la casa de Kyojuro, ya que es la más cercana a la dirección indicada. El alfa quería acompañarlo pero debía despedirse de su hermano y padre, ya tendría toda la atención de su omega cuando estén en el viaje.


- Senjuro-kun me dijo que eras descuidado, pero no imaginé que tanto-
- ¡Estoy bien! ¡Es parte del trabajo!  - Kyojuro esconde una mueca dolorosa cuando el doctor le ayuda a reacomodar su hombro.

El pilar de la llama con tal de atrapar a un escurridizo demonio que saltaba en árbol en árbol como un primate, lo persiguio desde el suelo hasta que encontro el momento adecuado, que fue cuando se detuvo a ver si era perseguido. Kyojuro dió un gran salto, derrotandolo en el acto pero no midió bien la distancia, el arco de altura con la velocidad de caida, cayendo hasta el suelo en vez de una rama que había visualizado. Todo porque se distrajo unos segundos al ver la figura elegante de su pareja con la luz de luna.

Ahora están descanzando en una casa de glicinas cercana. En especial el rubio alfa que es revisado por el medico. Su diagnóstico, hombro dislocado y esguince de muñeca. No lo dejaria incapacitado para toda la vida pero si quieto.

– ya está listo, no hay nada roto y solo son golpes menores. Estara bien en una semana y completamente sano en 3 semanas. Trata de no hacer demasiado esfuerzo. – indico el doctor terminando de fijar su vendaje. –use este ungüento para los demás golpes y moretones – señala un frasco de barro muy parecido a los que Kocho prepara.

– ¡Muchas gracias por su servicio! – el rubio expreso su gratitud con su afable sonrisa. Giyu solo hizo una reverencia con discreto «gracias» salir de sus labios. El doctor salió de la habitación satisfecho con su tratamiento, dejando a la pareja solos.

– iré por tu comida. Espera aquí - indico el Omega mientras se pone de pie para salir también de la habitación e ir a la cocina. Kyojuro obedeció nada más porque también esperaba comer a solas con Giyuu. Ahora que lo piensa; sin contar cuando se declararon; es la primera vez que están verdaderamente solos. En sus citas siempre hay personas a dónde van o de una u otra manera terminaban topandose con algún conocido y la cita en pareja se vuelve una salida de amigos.

¡Ya le pican los brazos de no tener a Giyuu en un abrazo!!

– en un momento lo traen - sale de sus pensamientos al escuchar el regreso del Omega a la habitación.
–¡Que amables! - Kyojuro se acomodo mejor en su asiento, esperando impaciente que el Omega se acercará a el. Viendo desde su lugar como toma algunas prendas para el baño y otras para dormir, revisando la talla correcta.
– Giyuu, ¿podrías venir? - pidió en voz moderada.
– ¿Te duele algo? - se acercó cuidadoso. Cuando estuvo al alcance del alfa, lo tomo del brazo, jalandolo en el acto hasta dejarlo en su regazo. Una vez ahí, lo abrazo y empezó a olfatear su aroma, rozando su nariz con su cabello  en un lento movimiento.

– ya ansiaba tenerte así - ronroneo Kyojuro mientras continúa con su exploración. Felizmente de tener a su Omega en su regazo, continuo con su inofensiva caricia hasta que pasó hasta su cuello, rozando con su nariz la pálida piel.

– mmmh - fue suave, un gemido quedito salió de la boca del pelinegro. Aún con su problema de audición, Kyojuro lo escucho perfectamente, detuvo su movimiento mirar de reojo. Las mejillas rojas como pétalos de camelia, sus ojos cerrados y con una expresión cohibida pero levemente ansiosa.

– creí que debíamos seguir con el protocolo - con una sonrisa traviesa, continuo con sus caricias, está vez enfocadas en una sola cosa. Mordía suavemente el lóbulo de la oreja y con su mano sana comenzó a acariciar el vientre cubierto con tela suave.

– kyo~juro... No lo arruines - amonestó con sus ojos brillando de forma especial. Lo suficiente para aumentar el ánimo del alfa.

Nuevamente empezaron las caricias está vez enfocadas en estimular lentamente. La nariz y labios del rubio tocaban desde el rostro hasta el cuello con cuidado, percibiendo su aroma, calor y suaves gemidos salir de su garganta. Su mano sana tocaba sobre la ropa, cuidadosamente intentando retirar la Yukata, buscando tocar la piel oculta. las manos de Giyuu se movían inquietas entre la cabeza de su pareja y la mano traviesa que toca su cuerpo.  Se removía inquieto encima de las piernas contrarias, estimulando. En ratos, Kyojuro gruñía exitado y más cuando logro ver uno de los pezones de su amor, endurecido y necesitado de atención.

Un ruido discreto lo saco de su enfoque. Volteo a ver detrás suyo molesto. Todo el mundo sabe que no hay peor error que interrumpir la intimidad de una pareja destinada. Sus dorados orbes vieron las bandejas de comida en una distancia considerable y ante la falta de olor, posiblemente fue un beta. Kyojuro agradeció su discreción, relajándose nuevamente y volviendo su atención a lo importante.

– espera... - logro sacar en limpio Giyuu. Su corazón latía fuertemente y no lo dejaba pensar con calma.
– ¿Porque? - pregunto un poco confundido pero no lo detuvo. Olía que su omega está muy receptivo, aunque no tanto como en celo. Acorralo su figura contra el suelo, besándolo lento, sin parar de tocar, frotar su cadera contra la pelvis contraria. Haciendole saber sus intenciones.

– mmhh... Aguarda... Kyo~ - soltó un gemido más intenso cuando bajo su cabeza hasta el pecho del Omega y empezó a mordisquear un poco el pezón derecho.

– estás herido. Debes... Debes descansar - suspiro apartando un poco a su pareja.
– tu eres mejor que las medicinas, Giyuu. - El rubio volvió a atacar esos labios en un beso hambriento. Sostuvo su cuerpo con su mano sana pero no tardó en soltar un gruñido disgusto porque su otra mano no podía moverla para seguir estimulando.

– te prometo que cuando sanes... Me entrego a ti - Kyojuro medito al respecto. Si sentía mucho deseo de tocar de otras maneras a su omega pero siempre había interrupciones, misiones y ahora con su brazo herido no podría atender como merece su Giyuu.
– está bien... - admitió que tendría que esperar un poco más - pero ¿Que hago con esto? -

Señaló al dolorosa erección bajo la ropa, el pelinegro se ruborizo un poco. El bulto entre su piernas exigía atención y siendo sincero, el también. Hizo que el rubio de sentará y el se acomodo con ambas piernas abiertas, rozando las dos entrepiernas. Saltaron un poco ante el toque y un gemido se escapó de ambas bocas.  El ruido de otras habitaciones y conversaciones ruidosas fue suficiente para esconder sus gemidos.

– puedo masturbarte. -
– ¡será un buen comienzo!! - ánimo el rubio, dejando que su destinado tome la batuta. Aunque de sentía extrañamente familiar.

– está bien, solo... Dame un momento - Giyuu retiro las prendas con cuidado, la vergüenza aumento porque el pene de su sol de medio día era más grueso que el promedio.
– ¿Todo bien? -
– la tienes... grande -
– no te preocupes Giyuu, cuando llegue el momento, te prepararé debidamente -

Sin darle oportunidad de decir cosas más vergonzosas, tomo ambas erecciones y empezó a mover su mano a un ritmo lento. Kyojuro atrapo el cuerpo contrario en un abrazo mientras aprieta los dientes evitando un gemido muy alto. Giyuu suspira en ratos, acariciando suavemente ambos falos, sintiendo la textura dura y las puntas húmedas por el líquido preseminal, pero no era lo único, también su entrada está escurriendo en fluidos.

- Giyuu...  me encantan tus manos - halago besando el cuello ajeno, justo donde está la glándula. Aún con callos propios del ejercicio, tienen suavidad, se movían a un ritmo constante, relajado, como su saboreara con ellas su falo.
- Kyojuro... -
- ve más deprisa. -

Apretó con mayor fuerza y movió sus manos más rápido. ambos gemían en ratos, ocultando los ruidos más fuertes con besos fogosos. Movimientos circulares, otros torcidos o con mayor fuerza los hacían enloquecer. El alfa llegó a su límite cuando Giyuu soltó un gemido en su oído cuando lo abrazo con su mano libre. tumbó a su pareja al suelo y comenzó a mover su cadera, friccionando ambos falos que seguían unidos con la mano del Omega. Mantuvieron un ritmo constante, respirando en ratos como si estuvieran en una batalla, no querían que termine muy rápido. Otro apretón aumento más el deseo y el movimiento de cadera del alfa  aumento, la fuerza que ejercía Kyojuro fue suficiente para dañar el suelo con la palma de su mano. Ambos cuerpos cubiertos del brillo del sudor, cabello despeinado y miradas llenas de lujuria y sudor que se cortaban por los besos necesitados hasta que el climax tocó sus cuerpos. El semen de ambos se mezclo en ambos vientres, Kyojuro mordió la glandula de olor de su pareja, sería algo temporal porqué no está en celo pero ayudaría a alejar a otros alfas. El sintió como la mano libre de su amor araña su espalda por el espasmo de placer y ardor por su movimiento.

- mi precioso Giyuu - lamio la marca con mucho cuidado, sintiendo como se iba relajando poco a poco.
- kyo... Lo siento... Te... -
- Estoy bien - sonrió contra el cuello. - se siente como si un gatito me hubiera arañado -

- oi ... - lo ve hacer un pequeño pucherito mientras el le responde con una sonrisa satisfecha. Claro, no está del todo pero esa degustación fue suficiente para mantenerlo tranquilo.

Por ahora.

- será mejor que vayas a bañarte. -
- ¿Yo solo? - insinuó besando el cuello ajeno.
- ¿Estás considerando dónde me lo estás preguntando? - corrigue el pelinegro mientras acaricia su rostro. Kyojuro medito un poco, la casa de las glicinas son respetuosos, tanto que tienen baños separados para evitar problemas. Si lleva a Giyuu al dónde posiblemente se topen a uno que otro alfa...

- no tardó - beso cariñoso sus labios y se puso de pie. Giyu por su parte, le entrego sus prendas y comento que el haría lo mismo.

Tres semanas después.

El sonido húmedo de besos intensos se escucha en la habitación a media luz, gemidos ahogados son las única vocalización audible en ese momento. El roce de ambas manos sobre la ropa es palpable, ansiosas de tocar lo que ocultan las telas.

- Kyojuro... - suspira Giyuu al ser tocado con tanto esmero por arriba de la ropa de cazador. Mientras Kyojuro se deleita con al poca piel expuesta, dejando salir de a poco su necesidad por su pareja. Hasta que no pudo más, cargo a su pelinegro hasta recostar su cuerpo en el futón y comenzó a retirar sus propias prendas.

Esos últimos días habían Sido tortuosos. Kyojuro se la paso en reposo por sus heridas durante esos días. Si bien aprovecho el tiempo para pasarla con su hermano y entrenar a los jóvenes a su cuidado, la verdad es que pedía a gritos estar con su Omega. Sentir sus mimos y esas pequeñas sonrisas que alivian cualquier temor pero no fue afortunado, el pelinegro estuvo de misión tras misión, ni siquiera regresaba a su finca a descansar.

Si no fuera porque el lleva una marca (aunque sea temporal) ya estaría hecho una fiera en la mansión Rengoku.

Pero también lo extraña porque Giyuu aleja todo mal sueño y temor. Todas las noches soñaba lo mismo, esa noche donde derrotaron a la luna superior 6, en ocasiones, se modifica haciéndolo pensar que sus manos están bañadas de la sangre de la persona que tanto ama. Pero también, siempre hacia eco una frase.

¡Despierta!! ¡Deja de soñar!! -

Resuena en su mente en ocasiones, sacándolo de su realidad.

– ¡Por favor!! ¡Es suficiente!! -

Pero no es momento de pensar en ello.

Una vez que Giyuu volvió y Kocho lo dió de alta de sus lesiones. lo llevo casi inmediatamente a una posada del pueblo vecino. De hecho, todo fue tan rápido que el Omega de ojos oscuros apenas entendió lo que estaba pasando hasta que la boca hambrienta de Kyojuro robo su aliento y cordura.

– eres hermoso. Infinitamente hermoso - miraba sin pudor alguno el vientre trabajado y sus pectorales firmes como sus piernas, sus labios entreabiertos, suspirando. Todo acompañado de un fino rubor en esa piel blanca como leche fresca. Su cuerpo no está esculpido en músculos como la mayoría de los pilares pero sus proporciones son perfectas. Sus cicatrices propias del peligroso mundo que enfrentan, no son muy escandalosas como las suyas, pero es lo de menos. El se volveria más fuerte para protegerlo.

– me avergüenzas - admite Giyuu tapándose el rostro, la mirada analítica bañada en lujuria lo intimida un poco. Le retiro las manos con calma y volvió a besarlo.
– tan lindo - ronroneo el alfa.
– por favor... Kyojuro...- pidió mirándolo a los ojos.

Definitivamente, esa noche ambos serían uno.


Kyojuro besaba con devoción el cabello de su durmiente pareja. Sus brazos siguen sosteniendo la durmiente silueta de su destinado, sentía el cálido aliento tocar su pecho, el lento latido de su corazón que mantiene su mente tranquila. Verlo dormir junto a el era uno de sus sueños más deseados, no importa si habría sexo de por medio o no, solo despertar una mañana y verlo ahí.

Sonrio embelesado, contemplando las marcas de besos y mordidas en la piel blanca, sobre todo su marca de pareja. aún era temporal pero no le importa, está más que demostrado que ellos son uno. Fue una noche espléndida. Con tan solo pensar en ello ¡Quería repetir!!

Pero mejor calmaba sus instintos.

Su pareja movió un poco, despertando quizás porque se sintió observado o era momento de mostrar al mundo sus maravillosos ojos de azul oceánico.

– Giyuu, ya es hora - hablo en susurro. Algo raro en el.
–no... - se escondió en el pecho de su alfa, frunció el seño.
–anda, La mañana es preciosa, el sol es muy suave y el viento fresco es relajante - insiste dando leves besos al rostro escondido por cabellos negros. Solo recibe un gruñido pequeño que hizo reír a Kyojuro.
– ¡Me haces tan feliz Giyuu!!- lo abraza con más fuerza y removiendolo en el futón. Aunque el omega gruñó disgustado por el arranque, el alfa sabia que era pura actuación, su presencia, su aroma dicen lo contrario.

– eres muy ruidoso Kyojuro... - Giyuu se incorpora un poco, sintiendo el pinchazo de dolor por las arremetidas de su pareja.
– jajaja, ¡¿Cómo callar la alegría que siente mi ser al verte conmigo?!! - beso sus labios una vez más y al verlo moverse con dolor, sonrie un poco más avergonzado. Sin ganas de alejarse, se levanta despacio de las sábanas, pero hay que hacerlo. No puede permitir que Giyuu sufra alguna necesidad.

–preguntaré a la casera si tiene algún medicamento para el dolor - sin ninguna vergüenza paseo por la habitación para tomar una Yukata del armario y en el trayecto tropieza un poco con la ropa del omega.
– ups - entonces ve lo que su pie saco de entre las prendas. Un frasco de barro. Curioso lo toma, revisando su forma y escuchando que se trata de varias pastillas.
– ¿Que es esto? -
– Kyojuro...- el pilar del agua se incorpora un poco nervioso, levantando las alarmas del rubio. – puedo explicarlo -
– lo siento, no quería que te enterarás de esta forma - hablo nervioso, removiendo sus manos en las sábanas.

-es para evitar los embarazos...- un eco a la lejanía lo hizo gruñir.

– Giyuu... - el tono de voz fue suficiente para aumentar más el nerviosismo del Omega. Kyojuro se calmó un poco y espero, las horas post sexuales siempre son las más delicadas.

– ¿Que es? - insistió con mayor suavidad.
– quería que fuera una sorpresa. Es mi tratamiento para la fertilidad. Le pedí a Kocho que me ayudara con eso y hace pocos días ella me dió el frasco. - explica algo avergonzado por su descuido. – tengo que tomar por lo menos 3 meses esas asquerosas pastillas -

– oh Giyuu... - Kyojuro ríe algo avergonzado. Deja el medicamento en la mesita de noche y regreso con su pareja. Dándole un abrazo fuerte. –es una hermosa sorpresa -

– ya que te estás esforzando para formar una familia. También haré lo mismo -
– ¿Que dices? ¿De qué...? ¡Ahhh!! - da un pequeño brinco cuando Kyojuro lo recuesta en la cama y besa su glándula, rápidamente sus manos comienzan a estimular su cuerpo con caricias precisas y lentas, aumentando la sensibilidad.

- Kyojuro... - gime su nombre ante las repentinas atenciones pero no rechaza el contacto. De hecho, comienza a corresponder, acariciando la espada y costados. Cómo resultado recibe más besos y caricias subidas de tono que recorren el cuerpo del pelinegro, aumentando su deseo. Pero no era el único, aún en su frebril deseo sexual y ansias de volver a depositar su semilla. Kyojuro estaba más que emocionado de saber que Giyuu desea una familia con el, está más que dispuesto a demostrarlo.

La batalla entre los dos pilares y el demonio sexta luna superior es bestial en muchos niveles. Los ataques combinados, a juego de las cuchillas sangrientas que podrían envenenar. Es una danza peligrosa que Podría decir que Uzui está más de apoyo cuando los ataques de Gyutaro se tornar demasiado veloces para su compañero. La mirada feroz que dedicaba Kyojuro hacia el demonio, sería estúpido intervenir demasiado, no se trata de una misión de cazador.

Es una pelea por un Omega.

Gyutaro se las veía un poco negras, si bien tiene la fuerza necesaria para cortarle una pierna, el desgraciado alfa rubio no le da espacio de responder con mayor daño. El fuego azul quema más que el promedio y se expande con mayor rapidez. En ese momento, sus armas chocan en un crujido metálico y sus voraces miradas chocan entre si. Los ojos atardecer de Kyojuro cambiaron a violentas brasas, imparable fuego con solo un objetivo en mente.

- ¿Porque estás tan seguro que es tu Omega? - pregunto, Gyutaro tenía una malsana curiosidad.
- su presencia llama a la mía - la vibración de los metales friccionando crea música de tensión entre ambos.
- ¿Y porqué no tiene tu marca?... - siente el impacto de la espalda cortar su pecho, esto lo hizo retroceder y prepararse para atacar.

- ¡no te creo nada. El no es tu omega!!.- giro las cuchillas con sus muñecas.
- ¡te arrepentirás! - rugió tomando posición de combate.
- el no te pertenece, es mío. La tierna piel en mis manos, su aroma, su voz discreta  - el demonio de cabello verde con negro sonrió ante vistazo al pasado. - sobre todo... ¡Solamente yo lo voy a reclamar! -

- ¡Cállate!!- Kyojuro nuevamente aplicó una de sus técnicas, incinerando todo a su paso.
- ¿sabes porque? - Gyutaro sonrie de forma extraña. Una mezcla de burla y felicidad. Algo que enfermo a Uzui desde su distancia.

- Su asqueroso aroma rebasa a su belleza. Todo su ser olía a rechazo. Un omega rechazado y privado de algo tan común. ¡Es perfecto para mí! - un poderoso corte atravezo el pecho del la luna superior junto a una llamarada violenta.

–no pasarás de esta noche por decir eso -

Abre los ojos un poco aturdido. Kyojuro mira a su alrededor tratando de ubicarse. Está en el enawa de su casa, tomo una pequeña siesta mientras estudiaba algunos viejos textos sobre la danza del dios del fuego y ayudar a Tanjiro en su entrenamiento. Nuevamente el recuerdo de esa batalla lo persigue, sabe que actuó fuera de si pero fue porque no podía tolerar que un demonio hablara de forma desagradable de su omega.

Hablando de, el pilar del agua hizo acto de presencia atravez del jardín, llegando de su misión. sonrió contento de ver a su pareja y lo saludo con su usual entusiasmo pero no recibió la misma respuesta, es más, ni siquiera lo volteo a ver. había algo mal.

– Giyuu, ¿Que ocurre? - se acercó preocupado. Su omega luce muy pálido, lucho contra su propio pánico para actuar debidamente.
– yo... Kyo... - el pelinegro se desplomó en sus brazos, sudando en frío y suspirando dificultoso. Rápidamente lo cargo mejor y una vez asegurada su carga valiosa en sus brazos, corrio hacia la finca Mariposa, llamando la atención de su hermano que regresaba del mercado junto con Senjuro.

Llegó en un parpadeo, prácticamente clamando ayuda a las niñas de la finca. Las pequeñas lo guiaron a la camilla más cercana y lo hicieron dejar a su novio pero el se vio obligado a salir del lugar para dejar trabajar a Shinobu y Aoi.

Kyojuro estaba que se mordía las uñas inquieto en el pasillo de la finca del agua. Aún cuando pasaron unos minutos, el los sentía como años, no duda de las habilidades de su compañera pilar pero quería entrar y asegurarse que su Omega estuviera bien. Senjuro llegó junto a Tanjiro preocupados por la reacción de su hermano y tutor. Una vez enterados de la repentina situación, lo acompañaron en su espera. El alfa menor mantenía lo más sereno que podía a su hermano, sabe que su corazón está al borde del nerviosismo.

Paso dos horas sin ninguna respuesta.

La pilar del insecto salió tranquila, secando sus manos con una pequeña toalla. Al ser vista, el rubio mayor se acercó a ella a paso rápidos, su aroma neroli está alterado con la pimienta, no es irritante pero si algo incómodo.

– Kocho ¿Giyu está bien? - pregunto directamente.
– tranquilo Rengoku-san. El está bien, su presion bajo debido a su estado.  El descuidado de Tomioka no debió dormir como debía ni comer adecuadamente -
– ¿Estado? - Tanjiro se Adelanto a preguntar.
– oh hola Kamado-kun, Rengoku-kun. Es un gusto verlos. Y si, por el estado de Tomioka es natural que haya desbalance en su cuerpo. -
– no te entiendo Kocho -
– Tomioka está en espera. Felicidades Rengoku-san - dió una pequeña sonrisa sincera. Ella no es muy de bebés pero sabe por lo que han pasado, merecían un respiro.

Los ojos junto a su boca se abrieron, mucho más de lo esperado. La noticia fue lentamente digerida por su mente hasta que cayó en gracia el peso de toda esa oración. Su incredulidad cambio a felicidad, con su corazón latiendo fuertemente, entro a la habitación seguido de su hermano y pupilo.
El tranquilo Omega está acostado en la cama, con su mano sobre su vientre con una expresión llena de luz, una pequeña sonrisa en sus labios.

Visualizo a Giyuu en un par de meses con su vientre más grande y redondo. La imagen le encantó.

– ¡Giyuu!! - se acercó a grandes pasos hasta tomar asiento en la orilla de la cama. Tomo sus manos sin dejar de sonreír emocionado, besos sus nudillos lleno de devoción y felicidad.

– ¡Lo escuchaste!! !¡Viene un cachorro!! ¡Voy a ser papá! Digo ¡Giyu vamos a ser padres!! -
– si - respondió más tranquilo pero no menos feliz. Pequeñas lágrimas nacen de sus ojos azules. El alfa limpia el agua salada de sus ojos con sus dedos, conmovido por la reacción de su destinado.
– aunque estoy asustando. ¿Y si no soy buena madre?  -
– ¿de que hablas? ¡Serás una madre maravillosa!! ¡Cuidas al joven Kamado, su hermana pequeña, el chico rubio, el cabeza de Jabalí y Senjuro como tuyos!!  Tienes un corazón hermoso y se que ya amas a este pequeño -
– Kyojuro - el rubio le dio muchos besos en sus labios y rostro completamente emocionado.

– ¡Felicidades Tomioka-san/Aniue! - felicitaron a su distancia. Pidiendo permiso de acercarse y dar su horabuena a la pareja. El mayor les dió señal de acercarse. Era una alegría que debía compartir con todos.

Con el pasar de los meses junto con sus estaciones, el vientre de Giyuu crecía más y más. Revelando despacio el producto del amor de ambos junto con más cambios en el diario vivir de ambos.

la noticia se esparció como lluvia de verano y trajo consigo varias reacciones de los amigos y conocidos de la pareja. Los cachorros que están bajo el cuidado de Kyojuro sus reacciones fueron divertidas: Zenitsu quejarse que era demasiado joven para ser tío e Inosuke alego que sería su siguiente secuas y lo llevaría a las montañas a vivir con el. Los dos recibieron sus correspondientes regaños por Tanjiro por las locuras bien intencionas que sus amigos dicen sobre el bebé de Giyuu y Kyojuro.

Mitsuri tan llena de vida no paraba de gritar de felicidad cuando aprovecha cada oportunidad para tocar la barriga. En ocasiones le provoca sustos dolorosos al omega pelinegro porque el bebé se exhalta. En momentos, comenta a Obanai que le encantaría tener sus propios bebés, que se sería sumamente lindo que ambos niños crezcan juntos como hermanitos.  El Omega heterocromatico solo se sonroja bastante ante la nada discreta insinuación, aunque no se niega a la posibilidad (de todos modos es incapaz de decir no a Mitsuri) la maternidad le asusta un poco.

El patrón junto a su familia dieron sus felicitaciones, sus correspondientes instrucciones cuando se acercará la fecha probable de parto. Kagaya notifico que daría de baja temporal a Giyuu, tanto para no exponer al primogénito Rengoku y evitar alguna complicación durante sus misiones. Era bien sabido que hay demonios; especialmente la luna superior número 2; que gustan de comer omegas o mujeres en cinta. Ambos agradecieron la gentileza de la cabeza de la familia Ubuyashiki.

Las esposas de Uzui no tardaron en aparecer con regalos preciosos y varias recomendaciones para el Omega, incluso lo hicieron vestir con mayor propiedad. Aún no tenían el milagro de la vida en sus cuerpos pero venían de una familia numerosa, así que una noticia así les daba recuerdos bonitos. Rengoku se sintió algo desalentando de no ver a su amigo Tengen pero no dejaría que su indiferencia arruinara el ambiente.

Giyuu naturalmente se fue a vivir a la mansión  Rengoku. Tanto porque es más que obvio que son pareja y para que no esté solo cuando el cuarteto de revoltosos o Kyojuro estén de misión. Así que pasaba sus dias con Senjuro y Shinjuro. aunque sigue siendo un cascarrabias, su forma de beber bajo y convivía más sanamente. El pilar de las llamas cree que porque quiere conocer a su primer nieto. Mientras el alfa menor no evita sentirse reconfortado por la presencia del Omega, su aroma maternal cautiva su corazón, más de una vez, olvidaba sus inhibiciones y pide mimos como si fuera un cachorro pequeño. Siendo que el no tuvo la oportunidad de conocer a su verdadera madre, es comprensible que busca sus afectos. Aunque hay algo gracioso en la situación, es que Tanjiro hace mohin celoso cuando nota que el rubio menor pasa mucho tiempo con Giyuu.

Si, Kyojuro no podría estar más feliz.

- ¡Despierta!! ¡Deja de soñar y hacerte daño!! -

Se levanta de golpe, aturdido por el repetino grito.
–Kyojuro ¿Estás bien? - el alfa ve a su omega con notables 7 meses de embarazo. Le mira confundido y algo asustado por su abrupto despertar de su siesta.
–si... Fue un mal sueño -
– entiendo. - Giyuu se acomodo nuevamente para invitar a su pareja a volver a recostarse en su regazo. Dicha invitación no fue rechazada, volvió a acomodar su cabeza en los muslos contrarios, siente como inmediatamente es mimado con caricias suaves en su cabeza.

– ¡Aniue!! ¡Giyu-san!!- escucho la voz se Senjuro y solo giro su cabeza hacia donde provenia la voz de su hermano. La comodidad en ese regazo es irresistible.

– ¡¿Que sucede querido Senjuro?!! - respondió mirando a su hermano pequeño. Parecía que algo oculta detrás de su espalda emocionado.
– traigo algo para el bebé. Lo ví y me pareció muy lindo para el - movió sus pies algo avergonzado.
– ¿A si? ¿Que es? - pregunto emocionado Kyojuro levantandose ante la iniciativa de Senjuro. El rubio menor se acercó más ellos, revelando el misterioso objeto en sus manos.

– oh. Es precioso. Seguramente le gustará - miro conmovido por el juguete de madera pintado de colores claros.
– un tren... - murmuró él alfa tomando en sus manos el juguete. el artesano se había esmerado mucho. Casi parece real.

Kyojuro cerro los ojos a causa de un horrible dolor de cabeza, soltó el pequeño tren de madera y llevo ambas manos a la cabeza.

–¡Kyojuro/Aniue!! - escucho las voces preocupadas pero pasaron por sus oídos como susurros al viento.

El patrón lo había asignado a una misión de alta prioridad, varias personas desaparecidas en un tren durante la noche.

El había aceptado y marchado ese mismo dia.

Consigo información de un novato testigo de las circunstancias. que es un tren en especial en una estación un tanto más alejada de lo esperado. Derrotó a uno de los demonios que acediaban el lugar, uno de gran velocidad que no le costó mucho alcanzar.

Subió al transporte de acero y no tardó en percibir el aroma a muerte pero mantuvo las apariencias, no era momento de atacar. No pasó mucho cuando se encontró con sus pupilos, el patrón los envío como apoyo para proteger a los civiles.

– es verdad... Estoy en misión en el Tren Infinito...- dejo de tocarse la cabeza, abriendo los ojos lentamente. – caí en un arte demoníaca como un novicio. - soltó una risa amarga.

–¿De que hablas Aniue? - el alfa menor lo vio confundido.

– me tengo que ir. Te veré en casa - Kyojuro no le importo pisar el juguete de madera para irse corriendo de ahí sin dar marcha atrás. Paso el jardín principal, saliendo de la finca. Se detuvo un momento para observar alguna debilidad en el embrujo y volver a la acción. No sabe cuánto tiempo estuvo dormido y eso puede atraer consecuencias desastrosas.

–¡Kyojuro!! - su corazón dió un brinco.

No debía mirar atrás, no debía.

– ¡Por favor!! ¿Que te pasa? ¿Porque actúas así de repente? - escucho sus pasos lentos, algo torpes por el esfuerzo de caminar.

No debe mirar atrás, no lo haría.

– ¡Kyojuro!! -

Volteo.

Vio a Giyuu mirarlo confundido, aterrado mientras recupera oxígeno por la fatiga de correr tras el con su vientre de 7 meses. A pasos cortos se fue acercando más al pilar del  la llama. Kyojuro intenta con todas sus fuerzas moverse de ahí, alejarse.

– ¡No te acerques falso Tomioka!! - grito. No oculto la sorpresa de poder haber dicho eso sin titubeó.
– ¿Falso Tomioka? -
– eres producto de un arte demoniaca. ¡No te quiero cerca mío!! -

El alfa de aroma neroli lucho con todas sus fuerzas no mirar al Omega frente a el. Intento alejarse, ignorarlo y buscar alguna forma de escapar de esa cruel ilusión.

– Kyojuro... - abrió los ojos exhaltado. Sus bicoles orbes toparon de lleno contra el brillo de azul oceánico, combinado de una genuina preocupación.
– ¿Porque te vas asi? El patrón no te asignado ninguna misión así. - acariciando sus mejillas – oh... no me di cuenta. perdóname. Por mi estado estás cubriendo el doble de terreno -

La alfa gruño, sus puños apretando fuerte a sus costados, tanto que las venas resaltaron y sus uñas cortaron la piel de sus palmas. El aroma picante junto con el hierro de la sangre alertaron a Giyuu, no pudo evitar tambalearse de miedo, en su estado no podría defenderse adecuadamente. Por inercia, llevo sus manos a su vientre, un débil escudo.

– ¡Perdóneme!! - Kyojuro lo abrazo contra su pecho. Al ver el terror en su pareja, relajo su postura ¡¿Que está haciendo?!! Se supone que protege a su familia, no causarle miedo.
– está bien. Estás cansado. Han Sido días pesados - arrulla gentil.

No podía ser una ilusión, una imitación jamás podría demostrar tanta sinceridad en sus ojos. Una fantasía jamás podría emular tan bien los sentimientos de una Persona, jamás podría crear algo tan hermoso. Tantas cosas buenas que siempre anhelo: su hermano seguro en casa, sus pupilos siendo cada vez más fuertes, su padre cuidando mejor su salud.

Su destinado en sus brazos. La marca en su cuello es real.

– Giyuu... Por favor, dime algo que no sepa - pidió en un murmullo. Apenas audible contra el oído del pelinegro, olfateando el aroma de su pareja.

– no tengo secretos. Eres mi esposo - respondió dándole leves palmadas. Kyojuro nego con la cabeza.
– dime lo que sea. Dime algo que yo ignore. - apretó más su abrazo, temblando. Sus lagrimas mojando el cabello negro como noche sin luna.

–te lo suplico... -

Todo es real, todo. Las risas, regaños, las tardes de pasiva calma en el jardín de la finca del agua. los besos inocentes y aquellos que se perdían en un mar de pasión, las noches que lo hizo suyo tantas veces que ahora el resultado crece lentamente en el vientre de su omega.

Todo es real, el es el que obra mal. Rechazar al amor de su vida en cinta de su primer cachorro. Después de tanto tiempo buscando hasta debajo de cada piedra, luchando sin detenerse, entrenar hasta sangrar.

Entonces...

Con mucha lentitud, saca de su guarda la nichiri de filo carmin. No suelta a Giyuu en ningún momento, al contrario, lo abraza más fuerte, besando su cuello dónde está su marca. Sus lagrimas no paran de bajar.

– ¿Que haces Kyojuro? -  pregunto asustado, aprentando sus manos  contra la espalda del alfa.
– te amo Giyuu. Jamás olvides lo mucho que te amo. Todos estos días, fueron los más felices de mi vida, cada segundo voy a atesorar en mi corazón. - si es una ilusión, no debería temer. Pero si es real, ni arrastrándose en el infierno por un siglo podría perdonarse el pecado que piensa cometer.

– ¿Kyojuro? -
– te amo -

El sonido de la cuchilla entrando en la carne provocó un húmedo ruido junto con denso chapoteo contra el suelo...




Exhaló abriendo los ojos de golpe.





Sintiendo su pecho comprimido de forma tan dolorosa que juraba que un golpe dió de lleno en el plexo solar. Llevo su mano derecha a su costado izquierdo, justo donde había clavado su katana. No hay nada.

Miro a su alrededor mientras controla su respiración y tranquiliza su mente. Su corazón aún late fuertemente, dejandolo algo aturdido por su velocidad pero logra disminuir su ritmo cardíaco con varias respiraciones profundas.

sillas elegantes puestas en dos filas, varias ventanas que revelan la noche de media luna. La luz de los focos eléctricos que iluminan el sitio en un amarillo calido.

Está en un vagón de tren.

– fue un sueño - una dolorosa mezcla de alivio y desilusión se depósito en su corazón. Haciéndolo hundirse.

En el suelo hay una niña inconsiente con dedos marcados en su cuello y cerca de sus manos hay un cuchillo. No fue difícil deducir que intento hacer y que hizo el a respuesta.

– lo siento pequeña. - nació una disculpa sincera con una sonrisa corta. La cargo dejándola cuidadosamente en el asiento. Pero no había tiempo para quedarse quieto, sus alertas gritan que hay demonios cerca e intuía que sus jóvenes aprendices están luchando solos.

– que vergüenza. Caer en un arte demoniaca tanto tiempo. Me hace querer encontrar un hoyo y meterme en el - ríe empuñando su arma, comenzando a correr hacia otros vagones. Recupero su característica sonrisa pero en sus ojos una que otra lágrima escurre pero no sé detiene a limpiarla.

Su deber de pilar es proteger a los inocentes y a sus estudiantes.

Batalla contra la sexta luna Superior finalizó dejando atrás destrucción, cenizas y la extraña sensación de felicidad por salir vivos de ahí.

Kyojuro respira profundamente, retalizando el veneno en su cuerpo y las hemorragias externas por los cortes de las oz de sangre del demonio Gyutaro. Se sentía algo aturdido por la explosión sorpresa del demonio como un intento cobarde de erradicarlos pero lograron salir lo más en limpio posible.

Se tocó su cabeza sintiendo el golpe en ella. Aún aturdido pero no menos motivado, se puso de pie para buscar a sus compañeros y alumnos. Comenzó a caminar hacia donde escucha el bullicio, posiblemente festejando su victoria y salir vivos de ello.

A pasos rápidos y algunos saltos, llegó a dónde está Uzui, sus esposas que lloran de felicidad mientras lo abrazan. También ve a sus aprendices reír de alegría aún con sus heridas severas.

– ¡Rengoku-san!! - Tanjiro lo saludo feliz de verlo vivo. El rubio respondió del mismo modo, aunque tambaleándose un poco por el efecto del veneno. De forma inmediata, Nezuko corrió a él para auxiliarlo del mismo modo que a su hermano y al enorme pilar del sonido.

– ¡Wow!! - exclama al verse rodeado de fuego rosado, podía ver cómo desaparece los moretones provocados por el veneno junto con el tejido muerto, regresando lentamente su estado saludable.

– ahora sí eres el pilar de la llama - bromea Uzui viendo a su amigo estar siendo consumido por la técnica de sangre hasta que desaparece.

– ¡Yomoya!!! ¡Eres asombrosa pequeña!! - felicito Kyojuro ofreciéndole una sonrisa agradecida a la chica. Nezuko por su parte regreso el gesto con un suave ruido provenir de su boca.

Vio a sus pupilos sonreír y llorar de dicha por estar todos a salvó compartiendo un abrazo mientras gritan de felicidad. Zenitsu se queja del dolor mientras Inosuke halega estar bien aún con su cuerpo bastante dañado.

– fue una batalla difícil y afortunadamente hemos salido vivos - El plantinado se levantó como pudo para acercarse a Kyojuro.
– ¡Así es!! Oh es verdad. ¡Joven Kamado!! - llamo desde su lugar. El pelirrojo escucho, con cuidando sus heridas, rápidamente se acercó a su maestro.

– ¿Cómo te encuentras? -
– me duele todo el cuerpo pero estoy bien - admitió el Omega con la mirada al frente.
– recuerda respirar adecuadamente. Concéntrate en tus heridas para que cierren más rápido - señala con un dedo sus propias heridas como demostración.
–¡Si Rengoku-san!!  -
– excelente... Joven Kamado ¿el demonio dijo algo sobre Tomioka? -

El ambiente alegre se enfrió rápidamente. Tanjiro no puede evitar tensarse. El fue el último que estuvo cerca de Gyutaro en sus últimos momentos de redención, tan concentrado estaba percibiendo los sentimientos de ambos hermanos demoníacos, comparando con el mismo y su hermana que olvidó por completo preguntar.

–¿Joven Kamado? -
– olvide preguntar -

La sonrisa de Kyojuro cayó.

– es suficiente Kyojuro - Tengen puso su mano en el hombro del alfa. Intentando retener a la bestia qué buscaba otra vez salir, a esas alturas, no podría enfrentar al pilar del fuego si decidía olvidar que son amigos.

– iré a buscarlo. - se libera del agarre del pilar del sonido para caminar hacia los escombros de la ciudad.
– ¡perdóneme Rengoku-san!! - el Omega puro hizo una leve reverencia por su descuido pero no recibió respuesta alguna, dejandolo con el corazón lastimado.
–oi Kyojuro. El mocoso se ha esforzando mucho. - Uzui es el primero en reconocer que Tanjiro hizo mucho para ayudar a su maestro. –se un poco agradecido -

Sin respuesta

–es suficiente - se dijo el platinado yendo detrás el alfa. Escucha Hinatsuru intentar detenerlo pero hizo caso omiso, ya está cansado de todo ese espiral de autodestrucción.
–¡Ya basta!! - lo hace girar bruscamente.
– Tengen, suéltame. Tomioka me espera - ordena afilando sus ojos.
– ¡Despierta Kyojuro!! ¡Deja de soñar!! ¡Aunque te duela, Tomioka ya no está!! -
–¡¿Porque dices esas cosas?!! ¡¿Tu también?!! ¡¿Porque todos me niegan a estar con mi Omega?!! - exclamó indignado como furioso.

–se que Tomioka no te cae bien y no te culpo, hay muchos malos entendidos. Se que puede ser distante y frío pero es una persona maravillosa. - intenta sonreír pero solo muestra una mueca torcida.– es mi destinado. -
– ¡Ya lo sé!! Pero el murió. ¡Entiende Kyojuro!! -
– no lo sabes. Quizás esté oculto en alguna parte. Esperando que lo ayude - señala el inmenso lugar destruido – esperando que yo llegue. No importa cuando me tomé, movere cada cimiento -

– ¡El murió por mi culpa!! - suelta de golpe.
–¿Que? -
– la noche que falleció. Iba de regreso a mi casa después de una misión, no estaba tan lejos del distrito rojo. El cuervo de Tomioka apareció gritando peligro y ataque de lunas. Solo le dije que iria pero no lo hice... -

Todos escuchan con incredulidad, nadie se movía o hacía ruido alguno.

– pero ese viejo cuervo ya había dado alarmas falsas otras veces nada más porque su dueño se lastima. así que fingi que le hacía caso y le dejé marcarse. Paso media hora cuando llegó mi cuervo, diciendo exactamente lo mismo que el anterior. Me di cuenta de mi error y corrí tan rápido como pude. Pero ya estaba demasiado lejos y transcurrio mucho tiempo del último llamado... - los ojos Borgoña de Uzui se oscurecieron de pasar al recordar el horrido escenario.

– solo puede ver a lo lejos como los demonios gemelos se alejaban, iban manchados de sangre... lo demás ya... - recibió un puñetazo en la cara, casi derribandolo al suelo.
– ¿Como...? ¿ Cómo fuiste capaz de eso? - la poderosa voz del rubio es profunda y quebrada.
–... -
– ¡¿Porque dejaste morir a mi destinado?!! - nuevamente se arroja para golpear al más alto.
– ¡Si hubieran Sido tus esposas, yo hubiera ido!! Porque las amas, porque son importantes para ti ¡¿Porque Uzui?!! ¡¿Porque lo dejaste morir?!! ¿Porque dejaste morir a mi Giyuu?!! - la sangre hierve, su dolor habla por el. siguió reclamando mientras daba golpes, sus lágrimas no lo dejan ver bien.

– ¡porque fui un imbécil! Además  ¡¿Cómo carajos iba a saber que es tu destinado?!! ¡Ya estabas con Kamado!! -
– ¡Nada paso entre nosotros! ¡No lo marque! Y el...- se dejó caer al suelo, llorando dolorosamente.
– Kyojuro... -
– ¡El murió pensando que ya estaba con alguien más! ¡El murió sin saber cuándo lo amo!! - clamo dando leves golpes al suelo. Grito fuertemente sin dejar de llorar. Su garganta dolía por los gritos ahogados y llanto cargado de pena, en ratos, salía leves aullidos, un llamado desesperado que pedía a su omega volver. apretando sus dedos contra los escombros, lastimando su piel pero el dolor no se compara con el que está en su interior.

Es como si hubieran arrancado un pedazo de su vida sin ninguna piedad.

– lo siento. - Uzui se acercó poniendo su mano en la espalda de Kyojuro.

Sin comentarios. Salvo decir que soy un ser culero.

Dejen sus mensajitos con amor que es lo que tanto me motiva a seguir con este proyecto.

Abracitos.

Curiosidades del capítulo.

💖 Sanemi pasa por un proceso similar a Kyojuro pero como el ya ha sufrido muchas más pérdidas que el otro, el proceso es un poco más tranquilo. Algo triste pero de cierto modo lo ayudo.

💖 La autora es una perezosa. Porque en vez de buscar el nombre exacto de los lugares dichos en el manga/anime lo dejo asi. Pero el capítulo es largo. Así se que compensa :D

💖 Había pistas desde el comienzo de que era un sueño. Iniciando con las ausencias de Sanemi y Uzui. Luego la falta de mayor detalles del embarazo. No porque no quisiera ponerlos, sino porque Kyojuro no conoce el proceso tal cual. Si bien vio a su madre embarazada, el entrenaba bastante, posiblemente no se daba cuenta de otros detalles.

💖 Otra pista fue la ausencia de descripción de los aromas de su pareja.

💖 Si iba a añadir lemon pero me detuve porque sería demasiado culero para los lectores.  Hasta yo tengo mis límites, Se los debo.

💖 Lo que dice Uzui es verdad. Si no mal Recuerdan en el capítulo de "la muerte" el no especifica el tiempo y parecía conocer la zona. También no muestra sorpresa cuando se topa con Gyutaro y Daki (forma demoníaca)

💖 Uzui si hubiera alcanzado a salvar a Giyuu porque es de los más rápidos entre los pilares. Pero también corría riesgo de ser atrapado.

💖 Kyojuro no fue capaz de lastimar a Giyuu aún sabiendo que se trataba de un sueño.

💖 El flash de las pastillas fue cuando estaba en distrito rojo y a una de las chicas le encontró eso por accidente.

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