"Determinación definitiva adoptada en un asunto."
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No sentía las piernas. 

Fue lo primero que noto cuando termino de revolcarse en el lodo en una bola temblorosa y sollozante. No supo cuanto tiempo permaneció de aquella manera, abrazando firmemente el brazo cercenado de su hermano como su único salvavidas. 

Lloro hasta que sus ojos se pegaban cuando parpadeaba y estaban tan rojos que no podía ver muy bien. Después de un rato de parpadeos constantes para dejar de ver borroso trato de levantarse solo para perder el equilibrio y caer de lado,  su codo golpeando una piedra y un escalofrío de dolor recorriendo su cuerpo. 

Suspiro y probó de nuevo, utilizando todas sus fuerzas solo para un movimiento tan sencillo.

Mientras se levantaba no pudo evitar pensar en la desgracia que era para su hermano y su secta, pensando que estarían mejor sin un inútil y bueno para nada al frente de las filas, incluso después de unos meses dirigiendo todo estaba claro que le relegaba sus deberes y responsabilidades a quien mas cerca estuviera y eso estaba comenzando a molestar a los ancianos. 

Se adentro al bosque y camino por entre los arboles, este pueblo estaba a una distancia considerable del mausoleo aunque no muchos lo supieran, y aunque no era muy activo podía caminar largas distancias, aunque en este momento se sintiera como un animal recién nacido que apenas podía caminar.

Lentamente se fue abriendo paso a traves del bosque como un cadáver, caminando sin ver pensando en todo lo que había ocurrido desde la muerte de su hermano mientras el sentimiento de traición desgarraba cada vez más su ya destrozado corazón.

Estaba harto de ser débil, estaba harto de llorar y sentirse impotente por todo. Sentía muchísimo odio contra todo y en especial contra Jin Guangyao.

"Ya basta" se dijo "de sentir pena por mi mismo y seguirme revolcándo en la miseria, llorar no le devolverá a la vida a Da-ge y llorar no matará a Jin GuangYao.

Si quería hacer algo contra el debía acercársele y estar muy cerca, después de todo, mantener a tus enemigos cerca es más beneficioso.

Nunca pudo empuñar un sable, pero no hay necesidad de hacerlo, san-ge mira a las personas y les miente mientras los apuñala por la espalda. El hará lo mismo.

'Vamos a cazar un pajarito'

Los años pasaron, y las cosas en Qinghe se mantuvieron igual. Al menos en apariencia.

Todo el mundo de la cultivacion sabia de Nie Huaisang y no de buena manera.

Todos habían visto como se escondía detrás de su abanico y parecía nunca saber nada en las reuniones o conferencias.

Por ello le apodaron el sacudidor de cabezas.

Pensaban que este profanaba la tumba de su hermano al llevar a la secta que con tanto orgullo protegió a la ruina.

Todos se burlaban de él y lo tenían por lo más bajo de lo bajo, pensando que si hasta un inútil como el llego a líder de secta, gente aún más inútil podía llegar a más.

Todos hablaban de como nunca estaba en el reino inmundo, siempre echado a las faldas de su hermano marcial, el líder de la secta jin, para resolver sus problemas tácticos, y con el segundo Jade de Gusu para resolver sus problemas internos.

Todos hablaban de su inutilidad.

Era como ver lo mismo que le sucedió al patriarca de Yiling en su momento.

No importaba la opinión o visión de la persona, solo importaba lo que la gente veía y decía de ellos.

Los chismes y habladurías era la ley. Porque a la gente no le interesa saber la verdad, solo les interesa tener de quien hablar y humillarlo en el proceso para sentirse mejor con sus miserables vidas.

Nadie sabía que el sacudidor de cabezas había descubierto como murió su hermano, quien lo había hecho y  donde estaban las partes de su cuerpo.

Nadie sabía que, cuando estaba en Lanlin jing buscando secretos de su líder, descubrió los libros de su difunto amigo que todos pensaban habían sido quemados.

Nadie sabía que descubrió como murió el difunto jin guangshan, que su propio hijo lo asesinó, en una de sus idas por los burdeles para descubrir sobre la infancia de san-ge.

Nadie sabía, las cosas que hizo hacer a su medio hermano Mo Xuanyu y como lo difamó públicamente solo para callar a quien lo había descubierto por accidente.

Nie Huaisang se había esforzado mucho en tejer una delicada telaraña conectando puntos y dejando trampas pequeñas para ir enrollando a su presa sin que esta se de cuenta.

Dejando un hilo delgado y caído alrededor de su cuello para poder jalar cuando sea necesario.

Se sentía vacío y paranoico, siempre enojado, siempre furioso, pero no podía dejar salir ninguna de esas emociones, no podía dejar que nadie se diera cuenta.

Tampoco es como si a alguien le importara

Sabia que sus discípulos lo querían y respetaban, pero estaba seguro de que eso también se fue perdiendo con el tiempo. Después de todo, el no les enseñaba nada directamente, designando a un discípulo principal- ¿Nie Liu, se llamaba? - para que se hiciera cargo de todo.

No tenía amigos tampoco.

La muerte de Wei Ying lo dejó sin nadie que lo respaldara, sin nadie que lo entendiera.

Jiang cheng no había venido a visitarlo en años, incluso antes de todo lo sucedido con wei ying y la muerte de su hermano, cuidando a su único sobrino, faltando al velorio de su hermano y fingiendo que el no existía cuando se reunían todos los líderes de secta.

Pero estaba bien, después de todo no tenían de que hablar, la única constante entre ellos estaba muerto y no quería un recordatorio de la furia que lo carcomia por dentro.

A veces, se despertaba llorando después de una pesadilla especialmente mala.

Veía visiones, gente que no estaba ahí, gente que había fallecido hace tiempo. A veces veía a su madre con su cabello negro y una mirada de tristeza como la última vez que la vio.

Otras veces veía a su padre, con las ropas ensangrentadas y esa mirada muerta que tenía cuando wen ruohan lo asesinó.

Pero en su mayoría, veía a su hermano siempre a donde quiera que iba, a veces lo veía entero, mirándolo con cariño, pero casi siempre veía alguna parte de él que fue encontrando con los años aunque nunca se trajo nada, excepto ese brazo hace muchos años.

Parecía que su hermano le decia cual era su camino y no debía olvidarlo.

Sentía que estaba enloqueciendo, pero no podía permitírselo, no ahora por lo menos.

Cuando cumpliera su objetivo podría morir o enloquecer, no le importaba. Por ello no le tomaba importancia a la sangre que tosia después de una reunión desagradable.

O al malhumor que siempre sentía.

Nadie podía saber que su núcleo dorado se ennegrecia por todo el resentimiento que sentía en su interior.

Después de todo.

Solo Dios sabe lo que se esconde detrás de una cara que lo niega todo.

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Holiss,  ¿como están? Bueno, creo que nadie lee esto pero aún así me gustaría explicar mi ausencia.

Tuve un bloqueo de escritura. No tenía idea de cómo seguir esto e incluso pensé dejarlo. Pero a mi no me gusta que me dejen las historias a a mitad así que no haré lo que no me gusta que me hagan...a menos que tenga razones mayores a mi para ello.

Esto fue lo que salió de mi inspiración. Espero que este bien.

Adelante la línea del tiempo porque sentí que no iba a ninguna parte, al ritmo que iba el plan de 10 años de huaisang me iba a tomar más de 30 capítulos mas y yo ni si quiera hice esta historia por esto.

Así que avanzamos a los sucesos del templo wanyin. Aquí lo importante es el como se siente huaisang y como le afecta el tragarse todo lo que siente y piensa y como la secta lidia con eso.

Ese si es mi objetivo dentro de la historia. Espero les guste y si no pues, acepto críticas constructivas.

Dios los bendiga.