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Porque a algunos nos gusta lo simple.

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Salía de ducharme con las gotas de agua cayendo de mi cabello hacia mi cara. Me sequé con el toallon que luego lo ate a mi cintura. Antes de salir del baño, me quedé un rato frente al espejo del lavamanos... Observando lo horroroso que luce hoy mi rostro. Tal vez si no hubiera llorado, si habría dormido bien, si no sufrierá de este maldito insomnio... A lo mejor me vería bien.
Abrí la puerta y caminé solo un par de pasos hasta mi habitación. Del cajón donde tenia guardada mi ropa interior saqué un bóxer y un par de calcetines blancos. Al ponérmelos, me dirigí al armario para revisar que ropa me pondría.
"Armario", tengo infinidad de recuerdos con esa palabra... Y si, la mayoría del colegio. Pero ya no me importan.
El cielo y las nueves anuncian una lluvia... Así que saqué un pantalon de jean celeste, una camiseta blanca y un buzo gris claro. Al terminar de vestirme, cepille mi cabello. Me puse una gorra gatsby color negra y bajé a desayunar.
Shaira había salido a hacer las compras para una fiesta de cumpleaños de una amiga. Y yo tenia el turno de la mañana en el trabajo. Así que simplemente me prepare un café con leche y lo puse en un vaso térmico, prepare mi mochila con mis audífonos, la billetera, mi teléfono y a "Madame Bovary".
Salí de la casa no sin antes rivisar si tenia las llaves guardadas y alimentar a Romeo.

Yo sé que no debo caminar mientras escucho música triste... Pero lo sigo haciendo.

Cinco años... cinco malditos años que he tirado a la nada por estar junto a la persona equivocada.
Perdí mi tiempo y el interés de enamorarme otra vez... Bueno, a lo mejor el interés no... Sino la capacidad de amar.

Pensamientos negativo traen cosas negativas. Supongo que ese es el motivo por el cual perdí el bus.
Me pare junto al cartel del autobús y me quede esperando a que llegase otro.
Veía a los estudiantes llegar a la parada para ir a sus clases.
En eso comenzó una leve llovizna... No era demasiado fuerte como para hacer que todos sacasen paraguas, pero si como para producir ese hermoso olor a *petricor* que tanto me gusta.
El agua caía un poco mas fuerte, y ya sentía como mi ropa pasaba de un estado húmedo a uno mojado. Senti que alguien se paraba detrás mío mientras ponía un paraguas sobre mi cabeza.

-Hey, vas a enfermarte.

Volteé mi cabeza para encontrarme con un chico que suelo ver de manera frecuente en el trabajo. Joven, cabellera larga color castaña, y una barba que parecia ser muy sedosa.

Él pareció percatarse en ese momento que era yo.

-Oye... ¿Tu no trabajas en la biblioteca?

Pregunto el mientras me sonreía. Tiene unos lindos dientes... Pero lo más hermoso que este hombre tiene son ese par de ojos esmeraldas.

-Si... Comencé a trabajar ahí este año.

-Te he visto un par de veces. Me llamo Dean.

Di media vuelta para estar frente a frente con él y tome su mano en modo de saludo.

-Yo soy Adrien.

-Nunca te había visto en este horario para el bus.

Me sentí tan estupido en ese momento. Y ahora no me queda otra que dar la explicación de lo sucedido.

-La verdad, suelo tomar el autobús anterior, pero se me pasó. ¿El siguiente tarda mucho?

-No... De hecho, tiene que llegar en unos minutos, porque ya está en horario.

Me quedé aliviado al oír eso. Es la primera vez que llegaré tarde, no creo que me vayan a retar mucho.
Al llegar el bus... Todos subieron cerrando sus paraguas. Eran muchos estudiantes, por lo cual no había ningún asiento libre. Así que me sostuve de la baranda no sin antes haberme puesto mis audífonos.
A los pocos minutos estuve en mi parada. Al bajar caminé lo más rápido posible para no mojarme demasiado. Y una vez en mi destino, me quite el buzo, ya que era lo que más mojado tenia, y me dirigí a el escritorio.

Las horas pasaban lentamente... Yo estaba atrapado en las aventuras de la señorita Emma Bovary, la protagonista de "Madame Bovary".
Note que se proyectaba una sombra sobre mi, así que levanté la mirada para encontrarme nuevamente con aquella barba sedosa.

-Oohh... Hola, otra vez. ¿Se te ofrece algo?

Pregunte mientras cerraba el libro y me inclinaba hacia él.

-Hola. Necesito el libro "Fundamentos visuales 2"

Siempre que viene busca libro de arte... Por lo que he sacado la teoría de que estudia en Bellas artes.

-Seguro... Dame un segundo.

Busque el nombre en la computadora para revisar si teníamos el libro. Al encontrarlo, volví a mirar a el hombre de ojos esmeraldas.

-¿Es el de "Teoría del color", no?

-Si, ese.

-La parte de "arte" es en el pasillo tres... ¿Quieres que te ayude a buscarlo?

- De acuerdo.

Me quite los anteojos y los dejé en el escritorio, me puse de pie y caminé junto a él por la biblioteca.
Realmente, no entiendo porque me pide que lo acompañe... Viene aquí muy a seguido... Ya debería de conocer el lugar de memoria.
Ambos buscábamos en los estantes aquel libro, hasta que lo encontré.

-Aqui está...

Exclamé. Él lo tomó y luego ambos nos miramos por un rato.

-Gracias.

-No hay de qué.

Di media vuelta para volver a mi lugar; Pero no llegue a dar ni cinco pasos cuando su voz me detuvo otra vez.

-Oye... ¿Te parece si después de tu turno tomamos un café?

Lo observé con cierta intriga.
Ahora entiendo porque quería mi compañía.
Vamos a analizar... Si esto fuera una película romántica... Yo tendría que haber aceptado felizmente la invitación de aquel joven guapo... El cual me enamoraría profundamente y haría que me olvide de Belmont. Pero esta es mi vida, no una película. Así que solo le sonreí y respondí.

-Gracias por la invitación... Pero hoy no podré. Quizás otro día.

Dicho esto, volví a mi lugar a seguir con mi lectura y a esperar que termine mi horario.

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*Petricor: Es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer sobre suelos secos.