Beacon Hills

20 de abril del 2017

Casa Stilinski

6.30 am

A penas despuntaba el alba en el pequeño poblado de Beacon Hills, sin embargo en la casa del sheriff Stilinski sus moradores ya estaban despiertos.

Noa observaba a su hijo bajar las pesadas maletas, mientras un aire melancólico se apoderaba de todo su ser. Como hombre, admiraba la decisión del más joven, como padre, sin embargo, no podía evitar preocuparse por el destino de su único hijo.

Tomó las llaves del auto familiar y salieron de casa hacia el aeropuerto de San Francisco, la ciudad más cercana.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó mientras tomaba el equipaje y le ayudaba a desplazarse entre las plataformas.

—Como por millonésima vez, pa —respondió— sí, lo estoy.

Stiles lo había dicho nuevamente, esta vez mirándole con los ojos llorosos pero llenos de convicción que le caracterizaban, y supo que dejarle ir era lo correcto. Estaría bien, quizás no hoy, ni mañana, pero estaría bien.

Con pesar, le dio un abrazo y observó por un segundo a su pequeño atravesar el umbral de la puerta antes de seguirle

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20 de abril del 2017

Apartamento de Derek

6.00 am

Un fuerte sonido irrumpió su sueño, Derek Hale no era alguien mañanero, así que la súbita alerta del móvil le sorprendió y molestó a partes iguales

—¿Qué quieres? —respondió todavía con la voz rasposa.

—Buenos días para ti también, querido sobrino —repicó el otro sarcásticamente ante su falta de modales.

—Corta la mierda Petter, no estoy de humor.

—Uy, que novedad —río—. En fin, no creo tener mucho tiempo tampoco, solo quería advertirte, que tu otra mitad está a punto de abandonar la ciudad.

Derek se tensó, alerta, un escalofrío recorrió todo su cuerpo mientras dirigía una mirada a la mujer que yacía a su lado, desnuda y satisfecha después de una larga noche de sexo.  Aún dormía y sus sentidos no estaban alertas como los suyos por lo que no había escuchado nada.

—No sé de qué hablas, mi mujer está aquí —respondió, aún sabiendo perfectamente a que se refería su tío, a quién.

Petter gruñó, los ojos del Hale más joven se volvieron azules, aún en la distancia su Lobo podía sentir el peligro, la ira contenida al otro lado de la línea telefónica.

—Esa no es tu mujer. Tienes media hora hasta que salga de casa y luego abordará el primer vuelo, todo depende de ti. No dejes marchar tu felicidad, no le destruyas de esa manera porque no podrás recuperarlo después. Será demasiado tarde.

El ligero movimiento de la cobija a su lado sobresaltó a Derek, quien confirmara de nueva cuenta las pulsaciones de la chica a su lado. Pasó su mano por su largo cabello rubio y observó la espalda desnuda de su acompañante, convenciéndose que esto era lo que deseaba.

—Mi felicidad está aquí —respondió el más joven cortando la llamada.

¡Gracias por llegar hasta aquí! Espero pasen un agradable tiempo de lectura ^^❤