Acto sexto

New York

4 de diciembre del 2017

Apartamento de Stiles Stilinski

Rafael McCall llegó al apartamento de su discípulo esa misma noche. Tenía su propio juego de llaves y el permiso del dueño para visitarle siempre que lo estimara conveniente, por lo que ni siquiera se molestó en avisar.

A penas había dado dos pasos cuando tropezó con el saco del traje que el joven había llevado esa mañana al Buró seguido por su maleta desparramada en el suelo. Observando el caos que lo rodeaba se preguntó cómo alguien tan metódico para su trabajo podía ser tan desordenado en la realidad.

La cocina era más de lo mismo, envases de comida enlatada e instantánea por todas partes, lavavajillas a tope y cesto de la basura desbordado, signos obvios de la depresión que había pasado por alto previamente y que le hicieron darse un golpe mental por haber sido tan ciego ante una realidad evidente.

—Sopa de fideos, ¿no te cansas? —le acusó observando lo que suponía era el menú de la cena.

—Se llama Ramen y es un manjar digno de Hokages —sonrió el castaño.

—Perdona. ¿Los qué? —Hurgó en su memoria, rememorando las criaturas estudiadas con anterioridad. Entonces escuchó la risa risueña del chico y supo qué le habían jugado otra broma—. ¿Es esta otra de tus burdas referencias?

—Autch. —Fingió dolor su interlocutor, llevado una mano a su pecho—. ¿Burdas? Lástimas mis sentimientos, McCall. Naruto es bien conocido por todos. —Sacó otro bol de sopa instantánea y se lo presentó al agente—. ¿Te quedarás a cenar? Tomará solo 5 minutos.

—No gracias, vengo a hablar de algo serio.

—Dispga —balbuceó, a la vez que sorbía el contenido del contenedor recién sacado del microondas.

Rafael rodó los ojos, no quiso admitirlo en principio pero Theo tenía razón. Con un gesto le indicó a Stiles que tomaran asiento frente a la barra del comedor y con otro le dio a entender que le explicaría todo cuándo terminara su cena. Mientras, fijó la vista en algún punto perdido y recordó la conversación que había sostenido con la quimera unas horas atrás, intentando encontrar las palabras correctas para tratar el asunto.

—Si no prestas más atención algo grave le pasará —advirtió el rubio, que entraba alterado a su despacho esa misma tarde.

—¿De qué hablas?

—¿No me has estado prestando atención? De Stiles.

—No podría prestarte atención porque eso es lo primero que has dicho tras irrumpir en el local de tu superior —replicó contrariado—. ¿Qué manía tienen ustedes con entrar de esa forma en los lugares y asumir que mágicamente sabremos de lo que hablan, por cierto?

Theo enarcó una ceja, pero ni en un millón de años admitiría que el veterano había ganado un punto.

—Como sea, ese no es el problema ahora —continuó—. Stiles puede meterse en problemas si sigue en el campo tal como está.

—¿Lo dices por lo de esta mañana? Ya te dije que el buró pagará los daños al coche, el sospechoso estaba a la vista y tú eras el más cercano, no le pondré una medalla, pero tampoco es un gran problema. Puedo ocuparme de los de asuntos internos.

—Me importan una mierda el IA o el automóvil, podría tener tres más como ese mañana y aún así ni lo notarían mis finanzas pero Stiles es insustituible.

El silencio que siguió fue atronador.

—Sabía que Stiles... pero no sabía que tú... no sabía que ustedes —dudó.

—No tengo una relación con Stiles, Rafael —interrumpió poniendo los ojos en blanco—, en caso que sea lo que estás implicando. Pero sí, soy bisexual, y no, no eres mi tipo, así que no me veas con esa cara de horror, que no es contagioso.

—¡Yo no e pensado eso! —El corazón de Rafael se saltó un latido y la quimera supo que aunque mentía el hombre en verdad estaba avergonzado por sus prejuicios. La convivencia con el Stilinski le había demostrado la otra cara de la homosexualidad, y aunque no la entendiera del todo, hacía su mejor esfuerzo para ser comprensivo y tolerante. Algo que Theo agradeció internamente, pues el muchacho no podría superar el asco de su mentor tras el rechazo de su pareja y la traición involuntaria de su mejor amigo—. Me has sorprendido, eso es todo. ¿En que te basas para decir que podría estar en peligro?

—¿Qué tanto sabes de lobos?

—¿Hablamos de los cuadrúpedos, o de la versión terrorífica?

—De nosotros, "los monstruos". ¿Qué sabes de nuestra sociedad?

—Solo lo que e visto en el bestiario Argent y algunos otros documentos de la cede central. Aún estamos comprendiendo este mundo.

—Entonces será mejor que te sientes y me dejes hablar sin interrupciones, ya que también involucra a tu hijo.

Una voz le sacó de su ensoñación, y cuando estuvo consciente ya no era Theo quién estaba sentado delante de él, sino Stiles que tronaba los dedos para llamar su atención.

—¿Me dirás qué sucede ahora? No es que me moleste, pero generalmente soy yo quien va de visita a tu departamento, no al revés —sonrió.

El hombre observó el gesto, miró el rostro del más joven con detenimiento y por primera vez notó lo que Reaken había dicho. Su sonrisa no llegaba a sus ojos, estos carecían de todo brillo, toda chispa de humor verdadero, o de la maldad típica de su viejo alumno. ¿Cuántas más? Se preguntó, ¿cuántas sonrisas falsas habrá regalado al mundo mientras sufría en silencio?

—Estás relevado de tu puesto, Stiles —anunció, y supo tan pronto las palabras abandonaron sus labios, que habían sido las indicadas.

—¿Qué?

—Lo que oíste, IA* no está contento con los resultados de tu último caso. —Era una verdad a medias, pero el otro no lo sabía.

—¡Atrape al asesino! —bramó.

—Pero pudiste causar un accidente. Querían calificar la utilización del vehículo como asalto agravado pero Theo se rehusó, aludió que él se había prestado voluntario para la persecución y por lo mismo retendrán el 50% de su salario durante los próximos 6 meses; conducta inadecuada y desorden el la vía pública son los cargos.

—¡Tiene que ser una broma! ¡Atrapamos al asesino! —Repitió—. ¡Esa arpía tenía más muertes en su haber que Freddy Cruger! ¿y me estás diciendo que Asuntos Internos quiere mi trasero por arrestarla?

—No creo que tu trasero sea lo que quieren precisamente.

—¿Estás bromeando? Porque es un muy mal momento para gastarme una broma.

—Me temo que no, quieren dar un ejemplo. Nuestra unidad ha causado un gran impacto, y aún así no se explican cuál es nuestra verdadera función lo que los hace pulular sobre nuestras cabezas como una manada de buitres —explicó—. No puedo culparte del todo, pero tus acciones solo le dieron la justificación necesaria para inmiscuirse en nuestros asuntos, así que no dejarán pasar esto bajo la alfombra.

—Genial, aparentemente soy una oveja de sacrificio ahora. No debería sorprenderme, siempre e sido el eslabón débil en todo caso.

Ahí estaba otra vez, otra señal perdida. Stiles solía culparse cuando las cosas salían mal y delegar los méritos cuando algo salía bien. Su comportamiento le había parecido maduro, desinteresado e incluso tímido, pero nunca imaginó los fantasmas ocultos en una simple frase, nunca, hasta que el lobo los señaló para él.

—Eres, de lejos, el eslabón más fuerte de toda esta operación, y el eje central del CMC —repuso seriamente, no como un mentor, como el padre de su mejor amigo, o su familiar, sino como su superior y compañero de armas—. Tú me abriste los ojos a un nuevo mundo, me mostraste la manera de enfrentarme y sobrevivir en el, protegiste a mi hijo a pesar de ser un humano y cada día te dejas la piel en esta ciudad para salvar decenas de vidas inocentes incluso si nadie te lo agradece. Tus conocimientos fueron la base del CMC, e incluso tu retorcido sentido del humor es lo que me hizo nombrarlo como ese maldito departamento de Control de Criaturas Mágicas en Harry Potter. Pero no eres perfecto, Stiles, y nadie está esperando que lo seas —finalizó poniendo una mano en su hombro.

Había sido honesto y sólo esperaba que el joven que se encontraba anonadado frente a su declaración lo notara.

—A partir del lunes trabajas con Theo en el departamento de inteligencia. No más misiones de campo para ti hasta que el IA ponga la mira en otro lugar.

—Pero Rea...

—Sin discusiones —le interrumpió—. El doctor Reaken también fue perjudicado por tus temerarias acciones. Es justo que simplifiques su trabajo. Además, necesitamos acomodar y enriquecer los registros para preparar a los nuevos reclutas. Ustedes estarán a cargo, esto es un castigo y una misión especial a la vez. No eres el único agente, y es hora que esto se convierta en un juego de equipo.

El joven miró a su maestro, y supo que no había vuelta atrás. Por más que le incomodará admitirlo tenía razón. Solo esperaba que la quimera y él no terminaran destrozándose durante la primera semana, pues aunque su trato se había vuelto cordial con los meses, seguían siendo enemigos naturales, como el aceite y el vinagre.

Mis queridas lectores, normalmente no dejo notas al pie de página, salvo para alguna que otra aclaración, pero ¿soy la única que opina que el aceite y el vinagre son una combinación echa en el cielo? Deberíamos preguntarle a la ensalada que estoy preparando ahora a ver qué opina XD

IA: Internal Afairs o asuntos internos, son una sección dedicada a investigar la participación de miembros afiliados a las fuerzas de la ley y el orden en actividades sospechosas, corrupción, perdida de facultades, etc.

Nos vemos en el siguiente capítulo ^^❤️ no olviden votar y comentarme si les ha gustado, adoro que me digan que les parece, es mi primer fic y quiero hacerle justicia a Teen Wolf.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top