Serena Es Mi Amor
-A-Ash- tartamudeó- aun puedes arrepentirte- avisó Gary- corre, vuela, escápate a otra región, búscate problemas, realiza errores pero haz algo- Dijo un Gary de veintiocho años quien estaba completamente nervioso y el esmoquin que usaba hacia que sudara aun más.
Los invitados iban tomando su lugar en la iglesia, todo Pueblo Paleta seria testigo de la boda de Ash Satoshi Ketchum quien alguna vez fue el niño más conocido y ahora, estaba allí, en la iglesia en donde en un pasado sus padres contrajeron matrimonio, ahora era su turno.
-No lo hare Gary, tengo que casarme- respondió igual o más nervioso que el pelimarron- Mi madre tiene cáncer en el cerebro en etapa terminal, se ira sin haber disfrutado completamente de la vida ¿No crees que para ella es justo ver a su hijo con una vida ya hecha? ¿No crees que sea uno de sus anhelos conocer un poco de lo que será el futuro de su hijo?
-Ash- interrumpió Brock adentrándose en la platica- Ya tienes una vida, eres un magnifico entrenador, campeón y maestro pokemon, a tu corta edad has ganado ligas y campeonatos, eres reconocido en todo el mundo.
-Pero ninguno de ellos puede salvar a mi madre- Informo agachando la mirada al suelo.
-Hiciste lo que estuvo en tus manos amigo- ánimo Brock.
-Gracias Brock- con un dejo de tristeza- Lo se, he hecho casi todo lo que me he propuesto, y también todo por salvarle la vida pero no puedo hacer nada sin causarle daños, además ella no quiere que intervenga por eso estar aquí en la puerta de la iglesia esperando a mi novia, amarrando mi vida a ella es un sacrificio moral que necesito realizar.
-Idiota...- quiso animar Gary, Brock rio- Te aseguro que si me regresaras al pasado con la ayuda de Dialga y Palkia para ir al momento en que me case, saldría corriendo y lo aplazaría unos meses más.
-¡Te escuche Gary!- Grito Misty quien muy enfurecida salió de la iglesia.
-Perdónala- Se disculpo Gary- Son las hormonas del embarazo- Y se echo a correr tras su esposa.
-No le hagas caso Ash- Si la amas entonces no tiene que ser un sacrificio- Brock le dio unas palmaditas en la espalda y fue a tomar asiento por el momento alado de su esposa.
-"No quiero casarme"- Pensó- "Aun no", "Aun no quiero amarrar mi vida a una mujer que no amo, a una vida y a una casa" "Mi casa es acá en Paleta, el amor de mi vida es Serena, mis hijos son con ella, no con alguien mas" "Eso es lo que yo tengo para aferrarme a la existencia" " Eso me quedó después de su partida, después de que la única mujer que en verdad ame, pero se fue".
Ash Ketchum ya tenia veintiocho años de edad y a pesar de todas sus aventuras, él siempre tuvo tiempo de disfrutar su vida, de ir a varias regiones, de realizar varios descubrimientos, de tener novias, amigos, de ir a fiestas, él a diferencia de todas los grandes entrenadores había logrado tener una vida "Social".
Pero siempre le falto algo, algo que nunca completaría, el amor de Serena Gabena.
-"Ella ya hizo su vida" – se decía- "Ella se ha ido de Boceto y ha tenido una exitosa carrera como actriz " "Ella termino su entrenamiento y ahora es Reina de Kalos" "Ella seguramente esta en alguna parte del mundo siendo inmensamente feliz"
El joven entrenador sabia que no había hecho nada para recuperarla, la había dejado ir tantas veces y ella siempre volvía a él, pero la ultima vez fue la excepción, y él opto por respetar esa decisión y aunque tenia muchas maneras de encontrarla y localizarla, jamás lo había hecho- "Le hacías daño, en aquel entonces no podías ofrecerle una vida juntos" "Ella tenia que irse y tu también" - se recordaba él una y otra vez, deseando que la boda fuese con ella.
Pero no lo era, no era la boda de Ash y Serena, no era algo que querría recordar para toda su vida, estaba a punto de hacer algo que marcaría su futuro para siempre.
-¿Estas listo hijo?- Pregunto su madre tiernamente haciendo que Ash volviera a la Tierra.
El castaño vio a su madre directamente a los ojos, a esta se le nublaba los ojos de tanta felicidad, Ash no quiso contestar con su voz por que se quebraría, verla con una peluca de cabello negro la hacia verse diferente, odiaba a su madre por no dejarse ayudar pero también la amaba tanto que deseaba hacer algo que la embargara de felicidad.
Ash solo asintió la cabeza y abrazo a su madre, el P.Oak también abrazo al joven, solo que estos se dieron grandes palmadas en la espalada.
-Ash- dijo con orgullo- Este es tu día- Y tras decir esas palabras dejo a Delia en su lugar y fue en busca de la novia.
-Ash- Lo llamo Lillie- Tu novia viene en camino, será mejor que la esperes en el altar.
-Gracias Lillie- contestó este- Gracias por tu amistad.
La marcha nupcial comenzó hacer tocada por unos pianistas, todos se levantaron de sus lugares para ver a la novia entrar, era el P.Oak quien encaminaba a la novia.
Ash no le dio importancia a ese momento, pues deseaba con todas sus fuerzas no estar ahí todo trajeado, peinado, arreglado, alrededor de todas las personas que alguna vez significaron algo en su vida, en especial en sus aventuras.
Deseaba estar en un lugar tranquilo, solitario, estar en un lugar que le regalara una soledad y una paz interna, no es que no le gustara su vida, AMABA SU VIDA, su trabajo, sus actividades, sus aventuras, sus amigos, amaba todo de su vida.
Aunque en ocasiones le llegaba nostalgia por ella, una nostalgia y culpabilidad indescriptible, y estar sólo lo ayudaba a pensar y a detenerse un poco, ir en la vida un poco mas lento y no comerse el mundo de un solo bocado. Darse cuenta que a veces las cosas estaban mejor sin ella pero ahora...
Ahora venia Giselle vestida de blanco para casarse con él, Ash aun recordaba que ella era la única chica a la que le podía pedir matrimonio sin haber tenido un noviazgo antes por lo mismo de que había sido importante en su infancia, y por qué ella siempre quiso tenerlo. Pero no quería a ella, quería a Serena.
El corazón se le acelero, su cuerpo estaba frió y su mente temeroso, Oak y la novia estaban enfrente de Ash, esté tomo la mano de su prometida y la beso, poniendo sus labios sobre los guantes de la novia.
Ash no evito proporcionarle una sonrisa nerviosa, pues a pesar de no haber marcha atrás sentía miedo con ganas de echarse para atrás.
La novia tenia un hermoso vestido de encajes que se a moldeaba perfectamente a su cuerpo, el velo era tan largo que los pajecitos tenían una buena distancia de la novia, la cara de esta no se miraba por el mismo velo, tanto así que ni el cabello se podía ver por la cola.
¿Por qué Giselle se atrevía a cubrirse tanto frente al altar?- Ash tuvo que ignorar su pregunta y hacer de cuenta que todo estaría bien.
Cerro los ojos y se giro frente al padre, un padre que en verdad los casaría, quien los casaría seria Kukui, alguien quien Ash considera su segundo padre, al estar en Alola lo ayudo bastante en compañía de su esposa Burnet.
La iglesia estaba en completo silencio el cual se rompió con la voz del profesor- Queridos hermanos- comenzó- Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de la pareja aquí presente, ellos están dando un paso muy grande en su vida: Jurar ante Arceus todo su amor.
"Arceus"- pensó hacia sus adentros el entrenador- "Amo a los pokemon y sé que te he ayudado muchas veces juntos a los pokemon legendarios frente a los males y organizaciones criminales que amenazaron el mundo"-Ash vio hacia arriba y se dijo por dentro- "¡Arcues si me estas escuchando y si en verdad se jura amor eterno ante ti, te pido que me hagas completamente feliz junto a la mujer que será mi esposa!"
Ash sabía que debía estar loco, era tanta su desesperación que hasta había tenido la necesidad de hablar con un "Arceus" mas sin embargo, sirvió para mantener a raya su desesperación. ¿Pero a quien le mentía? Si en verdad Arceus lo escuchaba ¿Este realmente lo ayudaría a ser feliz sin Serena? ¿Podía él, un entrenador confiar en un ser supremo? ¿Tenia otra opción? ¿Podría ese ser hacerlo igual o más feliz de lo que fue con Serena? ¿Podría Arceus ser tan real que lo ayudaría a derramar amor?.
Ash escucho que el profesor seguía hablando sobre el amor, la bondad y el perdón ¿Cómo Ash podría perdonarle a la vida?
-El amor- seguía diciendo el profesor- Es algo maravilloso, puro y sagrado, un lazo muy fuerte que une a las personas, un juramento ante Arceus nuestro salvador, el matrimonio es algo sumamente importante y por ello se debe estar completamente seguro.
¿Cómo podría Ash estar seguro? ¿Cómo podría ser ese el momento más importante de su vida?
El castaño miro a su alrededor, todo era hermoso pues la iglesia estaba adornada por grandes arreglos de flores, de rosas blancas, Serena amaba la rosas blancas por la pureza que esta reflejaba. ¿Cómo evitar pensar en ella en un momento tan importante?
"Serena"- Se dijo Ash-"En donde quiera que estés, siempre te amare, y en mi corazón serás tú la única mujer en mi vida"- El entrenador vio el suelo y sus ojos no pudieron evitar soltar una lagrima que recorrió su mejilla.
La mujer que estaba alado de él volteo a verlo, Ash se dio cuenta de ello por que noto que el velo y la cola del vestido se habían movido. El genio sintió una profunda nostalgia por la persona que estaba a su lado, y aunque no miraba directamente a su futura esposa él le dedico una sonrisa nerviosa y esta volteo nuevamente hacia el padre.
Aunque Giselle estuviera con un hermoso vestido blanco, aunque toda su cabeza y rostro estuviera cubierto, aunque ella estuviera irreconocible, aunque no veía su rostro, su piel, su cuerpo ni sus ojos, no evitaba sentirse incomodo por que sabia que era Giselle.
A pesar de que no la quería, sentía lastima por todo lo que estaba ocurriendo, quizás y ella estuviera contenta por la boda pero ¿Serian inmensamente feliz?
Para Ash en ese momento toda su vida estaba viéndola correr, las innumerables veces que estuvo al filo de la muerte, las incontables veces que estuvo en peligro, todas y cada una de sus aventuras en especial cuando estas eran a consecuencia de sus aventuras.
Lo feliz que había sido mientras había sido niño y adolescente, cuando no le importaba nada más que los pokemon, tener aventuras y él, lo inmensamente feliz y activo que fue antes de conocer el amor, pero también recordó que amar fue lo más hermoso que había hecho en toda su vida.
Los segundos y minutos se le estaban siendo completamente eternos, habían sido tantos recuerdos en tan poco tiempo. Giselle le tomo la mano al castaño y este regreso al lugar emocionalmente hablando, el chico pudo notar lo fría que ella se encontraba y lo nerviosas que estaba. ¿Y como no estarlo si están dando un gran paso?
-Ash Satoshi Ketchum- Lo llamó Kukui a Ash, a quien se le detuvo el corazón en seco, estaría por decir las palabras que tanto había temido decir, no por que fuese malo, si no por la persona a la que se lo diría- ¿usted viene libremente a contraer matrimonio?
-Si, vengo libremente.
-Continúe por favor.
-Yo, Ash Satoshi Ketchum...
-¡Alto!- se escucho una voz femenina gritar- ¡Alto!- todos voltearon a ver hacia la puerta de la iglesia como esperando a que eso sucediera solo que no esperaban que fuese exactamente en ese momento y eso hizo que aun hubiese más asombro.
Todo el mundo abrió los ojos como platos, petrificados al ver a esa persona allí parada y despeinada.
-¡No puedo permitir que Ash se case con ella!, ¡Yo soy su legitima esposa!
Los murmullos se expandieron ahí dentro rompiendo ese enorme silencio que opaco la iglesia hace un par de segundos. Todos los invitados estaban llenos de asombro e incredulidad esperando a que algo dramático sucediera.
-Si no...- Comenzó a decir Ash-
-¡Esta boda es un fraude!- afirmo eufóricamente la mujer que estaba parada ala puerta, luego de decir eso comenzó a caminar a grandes zancadas con dirección a la pareja.
-¡Giselle!- Fue lo único que pudo articular Brock mientras tomaba a la muchacha de los brazos deteniéndola a medio camino.
-Si Giselle no es quien esta a mi lado vestida de novia, ¿entonces?- pregunto Ash tan contrariado como todos los presentes.
La novia agacho la mirada, dejando caer el ramo que llevaba en las manos, Ash se acercó a ella lentamente como esperando que algo mágico y milagroso sucediera.
Levanto el velo lentamente dejándolo caer en la corona de la novia encontrándose con una mirada tan conocida, una que había dejado de ver hace tiempo, la que había visto en sus sueños y en sus recuerdos, Serena miraba el suelo como tímida, nostálgica, perdida y nerviosa a lo que próximamente sucedería- Serena- murmuro Ash dibujando una sonrisa deslumbrante.
-¡Esta boda no debe llevarse acabo!-grito Giselle- ¡No estoy yo ahí!
Ash miro a Serena fijamente directo a los ojos, pudo notar como estas estaban húmedas como si quisiera llorar, reconocía el sentimiento de la chica y todos clavaban su mirar en la pareja esperando un gran espectáculo.
El castaño quiso abrir sus labios, la pelimiel temerosa de lo que iba a escuchar cerro fuertemente los ojos pero los abrió al sentir el ramo nuevamente en sus manos. Ash le había devuelto el ramo que se le había caído de las manos.
-Yo. Ash Satoshi Ketchum te acepto a ti Serena Ynnove Gabena como mi legitima esposa- La voz de este comenzaba a temblar- Y prometo serte fiel en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida- quiso concluir pero anexo- durante mi ultimo aliento y regalándote mi ultimo suspiro.
Serena abrió los labios para hablar pero no pudo, a Ash se lo rompió el corazón al pensar por un momento en que ella no lo diría, pero su miedo no se hizo realidad.
-Yo, Serena Ynnove Gabena te acepto a ti Ash Satoshi Ketchum como mi legitimo esposo- Su voz se quebró, respiro hondo y termino esa pausa- Y Prometo serte fiel en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en cada una de tus aventuras y peligros, y amarte y respetarte por el resto de mi vida.
-¡Hasta que el tonto consiguió tanto lo que quería!- Grito Gladio emocionado.
-Es hora de unir a las parejas ante Arceus con símbolos matrimoniales. Si hay alguien que se oponga a esta boda que hable o calle para siempre.
Giselle que cerro su boca después de haber quedado boquiabierta contesto- ¡Esta boda es un fraude!, ¡A mi me pidieron la mano!, ¡Yo me convertiría en su legitima esposa! ¡Me opongo a esta boda!
Todos los presentes esperaron la respuesta del profesor, pero este sentía en su interior que lo mejor era callar y esperar a que los novios hablaran.
-Yo...- Dijo Serena, pero Ash la interrumpió.
-SI Arceus esta, deduzco que para él no es ningún pecado casarse con la mujer de su vida, a la que ama realmente- Serena aliviada suspiró.
-Pe... pero...- quiso debatir Giselle- Yo...
-Hijos- prosiguió Kukui- continuemos.
Posteriormente Serena y Ash se entregaron los anillos y mientras lo hacían, sus manos temblaban, luego se entregaron las aros y era tanto la sorpresa y emoción de todo que algunas cayeron al suelo.
Ash no aguantaba las ganas de tenerla en sus brazos, abrazarla y besarla y aunque todo lo sucedido parecía un sueño, quería estar en esa situación un poco más.
Delia lloraba de alegría mientras que el P.Oak sonreía enigmáticamente, mientras que Giselle solo hacia berrinches y pucheros, los demás tenían unas inmensas sonrisas de oreja a oreja.
-Arceus todo poderoso, mira a estos hijos tuyos, consérvelos unidos en tu amor, concédeles los domes de tu gracia, a fin de que, lleguen amarse tanto como tu a ellos en busca de la felicidad eterna. Por Arceus nuestro señor.
-Amen- contestaron todos y luego, finalmente después de tanta lucha por la felicidad aplaudieron con júbilo.
Ash aun se sentía sumamente nervioso, como si estuviese en uno de aquellos sueños perfectos que de repente se transformarían en alguna clase de tragedia en donde la rubia saliera afectada.
Nerviosamente tomo la mano de Serena quien nuevamente tenía todo el rostro cubierto. ¿Quién iba a pensar que el día más importante de su vida se había hecho el día más perfecto gracias a ella? ¿Cómo había llegado hasta el altar sin que nadie se diera cuenta tiempo atrás? Se preguntaba ¿Qué pasaba por la mente de Serena? se preguntaba Qué la había impulsado a volver, a casarse con él.
Pero una voz interna callo su subconsciente diciéndole: No hagas preguntas que no te puedes responder. Si quieres respuestas búscalas, no las pienses.
-Y con el poder y amor de Arceus, Ash, puedes besar a la novia.
Esas eran las palabras que él estaba esperando, y con rapidez y nerviosismo tomo el velo de Serena y lo levanto suavemente. ¡Ahí estaba! ¡Ahí estaba sus inquietantes ojos azules!, ella lloraba en silencio con la mirada directa en el joven pelinegro. Se acercó lentamente, como si el mundo fuera suyo.
Y la beso. La beso con tantas ansias y pasión que ella accedió. Un beso necesitado, furtivo, especial. Lleno de amor, felicidad, triunfo y esperanza.
Esperanza a una vida a lado de la mujer de su vida, la que causo tantos sueños hermosos, la culpable de cada una de sus angustias, la que amo en el pasado, la que ama en el presente y a la que jura amar en un futuro.
No quería despegarse de ella, pues había pasado tanto tiempos sin ella, extrañándola día y noche, cada minuto y segundo de su vida que estar allí, a su lado, besándola y convirtiéndola formalmente en su esposa frente los ojos de todo Kanto y de Arceus, eso hacia que todo lo sufrido y vivido valiera la pena.
Serena y Ash se separaron y luego se dedicaron una sonrisa como señal de triunfo. ¡Triunfo de felicidad! ¡Triunfo en contra del dolor! ¡Triunfaron y se ganaron la plenitud de vivir juntos!
Los aplausos no cesaban, las sonrisas tampoco, mientras que los corazones de todos se contagiaban de la felicidad de los novios. Ahora la fiesta tenia que continuar y aunque Ash había acordado que la recepción seria algo sencillo su madre y el P.Oak se habían encargado de hacer la fiesta del año, sabían, que algo como esto pasaría.
Comenzaron a caminar hacia el exterior de la iglesia la pelimiel tomando el brazo del chico y el chico sujetándola fuertemente, los invitados arrojaban confetis y pétalos de rosas.
Y luego al llegar afuera se subieron a un hermoso carruaje, los ponytas que tiraban del hermoso carruaje eran de color blanco, un blanco deslumbrante. Ambos se subieron quedando uno frente el otro.
Ash se dio cuenta que: Serena, era la mujer de su vida. Que la amaba más que a su propia vida, y que a su lado estaba la felicidad.
Era ella a quien había buscado, soñado, anhelado, besado, abrazado, extrañado, defendido y amado. Y ahora vivía uno de sus muchos "Finales felices" Pues todo esto solo era, una vez mas, el final de otro capitulo de toda su historia una en donde, el capitulo propio seria escrito junto a ella llena de amor, un hogar y quizás, solo quizás unos hijos.
La fiesta, la noche de bodas y la luna de miel prometían ser el complemento perfecto para una felicidad perfecta.
Viviendo felices por siempre, en especial ahora, una cosa Ash sabia.....
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SERENA ES MI AMOR PARA SIEMPRE........................
Buenas Noches, damas y caballeros este one shot es una compensación de los meses que no he podido subir capítulos de mis historias. Les puedo decir que he tenido trabajo, universidad y ademas he estado unos meses en el hospital debido a una problema medico que ya poco a poco me voy recuperando, pero ya pronto volveré a escribir mis historias.
De verdad gracias a mis seguidores por su apoyo y a los demás también que leen mis historias les agradezco, ustedes son mi fuente de inspiración para seguir adelante.
Asi que sin mas que decir GRACIAS A TODOS
UNNNNN ABRAZOOOOOOOOOOOOO PSICOLÓGICO Y NO VEMOS HASTA LA PRÓXIMA
CHAOO
CHAOOO
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