Capítulo 10
El rubio comía galletas mientras estudiaba en los campos de entrenamiento medicina, tenía cinco clones en el departamento haciendo lo mismo, no podía exponerse -¿seguirás escondiéndote? -el azabache bajó con cautela -te vi muy concentrado, no quería interrumpir -el pequeño sonrió, palmeó el lugar a su lado, Itachi sonrió ligeramente, se sentó a su lado observando que era lo que hacía, abrió sus onix con sorpresa al ver los libros, lo observó con cuidado -¿por qué lo haces?, ¿por qué soy importante para ti? -el rubio sonrió un poquito al recordar esas preguntas, pero de su parte hacia el mayor, giró su mirada azul hacia el uchiha -te lo dije, no me creerías -el pequeño dejó su lectura, se hincó frente a Itachi, con sus pequeñas manos sostuvo su rostro con cariño, el azabache nuevamente quedó hipnotizado por su suave toque y su mirada azul, el rubio se levantó un poco, besó los labios del mayor en un suave toque.
Itachi no se alejó, recibió el suave y cálido beso -cree en mí, te prometo que te curaré -el susurro hizo que el Uchiha despertara, lo vio poniendo atención a su persona -soy mayor que tú por cinco años, no está bien esto que hacemos, siento que abuso de ti -el rubio sonrió divertido, cada que se encontraban el pequeño hacía lo mismo y el mayor se dejaba sin oposición alguna -acostumbrate, lo seguiré haciendo, es claro el porqué -Itachi sonrió de lado -se han hecho buenos amigos otouto y tú, ¿no es así? -el rubio lo vio con curiosidad -¿te molesta? -el heredero negó lentamente -lo veo más alegre, gracias -Naruto lo observó con cuidado -te dije que tu hermano también era importante para mí -el mayor lo vio con curiosidad -¿también te gusta? -el rubio soltó una risa divertida, recordó el beso con el que se despidieron en aquel futuro -puede ser, ¿te molesta? -
Itachi apretó el ceño, tenía catorce años, no sabía exactamente qué sentía o qué le hacía sentir el rubio, pero le agradaba tenerlo cerca, le agradaban sus caricias, sus besos, le alegraba la sonrisa de su otouto cuando se divertía con el Uzumaki, no podía ser egoísta -no lo sé, sólo sé que me agrada tenerte cerca y ver la sonrisa de otouto -Naruto sonrió con cariño -eres demasiado lindo -el Uchiha se sonrojó con sus palabras.
Itachi mordió su mejilla sin saber qué decir -¿me contarás cómo sabes tantas cosas? -el pequeño apretó el ceño observando su libro, comenzó a dibujar kanjis con su dedo suavemente sobre las hojas bajo la atenta mirada del Uchiha -tengo una teoría bastante descabellada en mi mente, no me quiero sentir un loco:-Naruto sonrió un poco -¿algo como que vengo del futuro? -Itachi asintió lentamente observándolo con cuidado. El rubio mordió sus labios, era hora de hablar un poco -el mundo ninja había caído en una guerra, Akatsuki nos declaró la cuarta guerra ninja al tener siete bestias con cola y el cascarón del juubi, su objetivo era hacerse con Hachibi y kyubi para despertar al juubi y hacerse su jinchuriki, yo tenía tan sólo dieciocho años -Itachi abrió los ojos con terror y sorpresa -ochenta mil shinobis peleamos con todo lo que teníamos, sólo regresamos a casa veinte mil -
El azabache buscaba sinceridad en su mirada, no tuvo que pensarlo mucho, sus ojos mostraban miedo y tristeza, un escalofrío recorrió su cuerpo, le causaba terror tener que pelear en una guerra de ese tipo -a pesar de que di todo por salvar al mundo, los aldeanos aún me odiaban, después de la guerra su odio se incrementó al enterarse que tenía parte de las nueve bestias en mi interior, me culparon por las muertes de todos sus seres queridos, me querían obligar a tomar terapia, cada semana buscaban revisar mi chakra y el sello en mi cuerpo, era humillante -Itachi apretó sus puños con coraje.
-Antes de la guerra Sasuke había cumplido su objetivo, te asesinó y se perdió en la locura al enterarse que todo lo habías hecho por él -Itachi cerró sus ojos con tristeza y remordimiento -muchas cosas más sucedieron, no pude más, mi punto de quiebre llegó, al que tanto temieron los aldeanos, tenía dos opciones, arreglar todo o el mundo pagaría mi sufrimiento y esa tristeza asfixiante que me estaba volviendo loco -Naruto dejó ver su mirada desquiciada y esa sonrisa llena de locura, tapó su rostro con ambas manos con vergüenza.
Itachi lo observó por un momento comprendiendo, no sabía cómo consolar, así que simplemente hizo lo que hacía con Sasuke cuando lloraba, lo abrazó con cariño -no viaje en el tiempo, usé un jutsu prohibido, retrocedí el tiempo -el Uchiha ahora entendía el viaje que había recorrido el rubio, no era un niño, era un chico atrapado en el cuerpo de un pequeño -ahora no estás sólo, me tienes a mi -Naruto se aferró a su cuerpo con fuerza -sólo no me dejes, no te alejes de mí otra vez, te prometo que encontraré la cura-
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