Capítulo 15

Naruto platicaba con la señora Mikoto en el comedor mientras la ayudaba a cortar la verdura para la cena. El timbre sonó, la señora se levantó secando sus manos en el mandil, fue a abrir, abrió sus ojos con sorpresa e incomodidad -Izumi -la azabache menor sonrió -señora Mikoto, me preguntaba si Itachi-kun se encuentra en casa, le traje unos dulces que hice -la señora veía a los lados con algo de vergüenza tratando de evitar que Naruto saliera y la escuchara -Izumi, no creo que sea bueno que vengas, Itachi hace unos meses fue sincero, no siente nada por ti -la chica bajó su mirada, estaba molesta, pero trataba de disimular -lo conquistaré Mikoto-san, sólo quiero que me dé la oportunidad -un pequeño rubio veía lo que sucedía, ¿quién demonios era esa chica? ¿qué demonios quería con su Itachi? mordió sus labios ante esos pensamientos, sin darse cuenta de cómo nombró en sus pensamientos al mayor,  esa chica le estaba colmando la paciencia.

-No entiendes Izumi, él ama a otra persona -la chica negó desesperada -no señora, eso es mentira, no me puede decir eso, desde chicos lo he amado, tiene que ser un error, si tan sólo me diera la oportunidad de hablar con él se daría cuenta que soy la persona indicada -la señora se estaba enojando -basta Izumi, no quiero problemas. Itachi fue claro, lleva meses tratando de que esta persona lo acepte, si te acercas causarás problemas, vete -la chica apretó sus puños con coraje, la señora Mikoto era su líder, tenía que relajarse -me iré por ahora señora, pero no me rendiré -La chica se dio la vuelta, salió del lugar.

Mikoto soltó el aire, se dio la vuelta, vio al rubio con sorpresa e incomodidad al saber que tal vez presenció la escena -Naru-chan, no te sentí llegar -el pequeño la vio con una sonrisa ligera- acabo de llegar, pensé que ocupaba ayuda, escuché algunos gritos -la señora sonrió -no te preocupes, vamos, aún hay que terminar esa cena, debe quedar fantástica -el menor asintió con algo de seriedad, continuó su labor.

.....

Después de la cena Naruto se fue a su habitación. Itachi no entendía porqué su bonito había rechazado tajante su mano bajo la mesa en la cena, se sintió rechazado como nunca, estaba preocupado, no le dirigió la palabra, ni siquiera una mirada, el Uchiha analizaba la situación un poco perdido en sus pensamientos -Itachi -vio a su madre con sorpresa, no la sintió acercarse por estar distraído -yo sé que le sucede a Naru-chan -el chico la vio con duda -por la tarde estuvo aquí Izumi, estaba insistente en hablar contigo, le dije que amabas a alguien más, la corrí, pero dijo que no se rendiría -el heredero mordió sus labios analizando sus palabras -te agradezco madre, hablaré con él -la señora sonrió -creo que es un poco celoso -Itachi sonrió con algo de emoción por los celos del pequeño, fue a su habitación a tomar una ducha.

Por la noche el pequeño estaba recostado en su cama viendo a la nada, tratando de entender la molestia que sentía, el coraje que le llenaba el alma, quería golpear a esa chica, estaba demasiado molesto con el Uchiha y no sabía porqué, sus puños dolían de tanto apretarlos durante el tiempo que había estado recostado. Unos brazos lo envolvieron con cariño sacándolo de sus pensamientos. Naruto afiló su mirada con el ceño marcado -¿por qué estás enojado bonito? -el menor no quitaba su mirada fría, muchos podrían recordar a Minato Namikaze en ese preciso momento -¿no me hablarás?-

El rubio apretó aún más sus puños, no aguantando más su boca comenzó a actuar sóla -¿quién demonios es Izumi? -el azabache sonrió divertido en su cuello -una fan loca ¿acaso estás celoso bonito? el pequeño podía escuchar la burla en su voz, de inmediato trató de zafarse de sus brazos, pero Itachi no lo dejaba, lo apretaba más hacia su cuerpo -suéltame bastardo, suéltameee, seguro es una de tus conquistas, suéltame dije -Itachi quería morir de ternura y risa por la pelea en susurros que su rubio armaba -nada de eso, ni esa chica, ni ninguna otra me interesan bonito -el pequeño logró zafarse, pero Itachi fue más rápido, lo atrapó bajo su cuerpo deteniendo sus manos sobre su cabeza y sus piernas con las suyas -dije que me sueltes bastardo-

El mayor hizo un ruido de chiteo rápido y bajito con sus labios, el pequeño cada vez se enojaba más -no cariño, no te soltaré hasta que entiendas bien la situación, llevo meses tratando de conquistarte por una razón -Naruto lo vio con bastante molestia -esa razón es porque me encantas, entiéndelo de una vez, me vuelves loco, te quiero para mi y sólo para mí -el rubio abrió sus gemas con sorpresa y un brillo de ilusión en ellas a causa del susurro del azabache y sus onix llenos de cariño hacia él. Los labios de Itachi robaron un beso desesperado de sus labios, el pequeño se quedó en shock un momento, pero por primera vez con bastante miedo cerró sus ojos, comenzó a responder a ese beso tan ansiado. El Uchiha se sorprendió, pero de inmediato sonrió entre el beso, movió lentamente sus labios disfrutando adecuadamente del pequeño, sus lenguas jugaban una con la otra, podía sentir sus labios pequeños y gorditos moverse temblorosos con los suyos, cuando el aire faltó el azabache se separó un poco.

Itachi se sentía en el cielo, susurró en sus labios -te quiero -el pequeño lo vio con sorpresa, un gran sonrojo se plantó en su rostro, respiró hondo, no sabía si se iba a arrepentir, pero quería que en verdad ese te quiero del Uchiha fuera real y no lo lastimara, no quería perderlo por sus dudas y berrinches -creo que… creo que yo también, yo también te quiero -el Uchiha mostró una sonrisa diferente a las divertidas, burlonas y sensuales que le daba, esta era una sonrisa de cariño, donde mostraba sus dientes y un brillo especial en sus ojos, lo tenía hipnotizado ante esa nueva muestra de cariño -acepta ser mi novio bonito, no te arrepentirás, te lo prometo, me esforzaré a diario hasta que me ames y aceptes una vida a mi lado-

Naruto analizaba su mirada recordando todo el proceso que han llevado, mordió su mejilla un poco, respiró hondo, asintió tímidamente. El mayor soltó sus pequeñas manos, bajó de su cuerpo acostándose a su lado, lo jaló a su pecho besando su frente -me haces muy feliz bonito -el pequeño levantó su mirada observando la reacción del mayor, sufriendo de una coloración roja por todo su cuerpo, con algo de timidez habló -sólo, no me lastimes -el azabache acarició su rostro con el dorso de su mano -no lo haré -el pequeño cerró sus ojos escuchando el acelerado palpitar de su pecho, el ruido terminó por arrullarlo y hacerlo sentir especial, su conciencia se perdió en su sueños. Itachi lo observaba con cariño sin poder apartar su mirada de su pequeño rostro, acariciaba con cariño su espalda y cuello dejando pequeños besitos en su frente de vez en cuando.

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