Capítulo 2: Cambio de Lugares
P.O.V Alison
Luego de mi fatídico encuentro con ese idiota, corrí a la clase porque iba a llegar tarde y la maestra Sommer no me iba a dejar entrar al aula. Llegué justo a tiempo.
Me dirigí al mismo lugar donde nos sentábamos con Jenna todos los años, en la fila junto a las ventanas al fondo. Yo me sentaba del lado de la ventana, me encantaba mirar hacia afuera mientras la maestra daba la clase, evitaba que me durmiera en su cara.
Lo sé, tengo un serio problema. No me interesa en lo absoluto aprobar ninguna materia, es por eso que Jenna siempre me regaña pero este año prometo que voy a ser mejor alumna, o al menos lo voy a intentar.
Cuando llegué junto a mi mejor amiga ella me miró con reproche, rodeé los ojos.
-Por poco no llegas Ali.-Me regañó, suspiré.
-Lo importante es que llegué ¿no?-No tenía ganas de contarle de mi encuentro con el chico nuevo, no valía la pena.
Sin nada más que decir me senté en mi lugar al lado de la ventana, colgué el bolso en el respaldo de la silla y miré hacia afuera. Jenna no dijo nada, se limitó a mirar al frente esperando que la maestra empezara a hablar. El aula era un bullicio, se ve que la profesora se apiadó por ser el primer día y esperó a que llegaran todos antes de empezar con su aburrida clase de literatura. Iba a tener que hacer mis mejores esfuerzos para no dormirme.
Así estaba, absorta mirando por la ventana, no me di cuenta cuando la maestra calló a todos.
-Chicos, silencio por favor.
Jenna me tocó el hombro para que prestara atención, miré al frente con pocas ganas. Casi se me cae el alma a los pies cuando vi al chico nuevo de pie delante de todos, al lado de la maestra.
¿Me están jodiendo? ¿él iba a ser mi compañero? maldición, hoy no es mi mejor día.
Dejé de divagar en mi mente cuando vi que me miraba fijamente, me empecé a poner un poco nerviosa ¿acaso tenía algo en la cara? disimuladamente me toqué las mejillas, no, nada. Evidentemente él se dio cuenta de lo que estaba pensando porque me sonrió, desvié la vista un poco avergonzada. Sentí un codazo de Jenna a mi costado.
-Es jodidamente atractivo Ali.-Dijo en un susurro, quise reír porque le caía la baba.
-Nah, hay mejores.-Dije con indiferencia, ella me miró como si me hubiera vuelto loca.-¿Qué?
-Reconoce que es lindo.
-Lo lindo no le quita lo idiota.
Ella me miró confundida.
-¿De qué hablas? ¿lo conoces?
Iba a contestar pero la maestra nos calló a todos, no eramos las únicas que estaban hablando en voz baja. Todos en el aula hablaban del chico nuevo, las chicas soltaban suspiros y los chicos lo miraban como a un intruso.
Hacía dos años que nuestro curso no tenía nuevos compañeros, todos los años ingresaba alguien al instituto pero a nuestro curso curiosamente no. La maestra miró al intruso esperando que se presentara, él no despegó los ojos de mi mientras lo hacía.
-Me llamo Derek Welling.-Dijo con una sonrisa que derritió a la mayoría de las estúpidas de aquí.
Odiaba a las chicas fáciles, sobre todo a Lindsay Nelson, la mayor zorra del instituto y archienemiga mía y de Jenna. Sobre todo mía, como la odiaba.
Le encantaba llamarme mojigata porque nunca había dado mi primer beso, lo que la zorra no parecía entender es que yo estaba esperando al chico adecuado. No besaba al primero que se cruzara en mi camino como ella, quería que el amor de mi vida me dé mi primer beso.
Suena cursi lo sé, pero ese es mi ideal, no quiero terminar como mis padres en el futuro.
Volviendo al tema, Lindsay, desde que se enteró de aquello a fines del año pasado no dejaba de recordármelo. Es más, creo que todo el instituto ya lo sabía pero no me importaba, ya lo había superado. Al principio me costó mucho, lloré una semana entera cuando ella leyó la parte de mi diario en la que confesaba que no había dado mi primer beso en voz alta en la cafetería a la hora del almuerzo. Hasta el día de hoy no sé como consiguió mi diario pero en fin, eso fue el año pasado, tuve el verano para superar el tema.
-¿Ali?.-Otro codazo de Jenna me sacó de mis pensamientos, era muy común que me perdiera en ellos.
-¿Qué?
-Tienes que escribir tu nombre en un papel y entregárselo a la profesora.
La miré a la defensiva.
-¿Por qué?
Ella suspiró y dijo con tristeza.
-Porque la maestra nos va a asignar nuevos lugares mediante un sorteo.
La miré sin poder creerlo.
-¿Se volvió loca? siempre elegimos nosotros los lugares.
-Pasa que con la llegada de Derek ahora somos impares y sería injusto para él sentarse solo todo el año, por eso decidió hacer un sorteo.
Solté una amarga risa.
-No puedo creer que por culpa del intruso nos separen.
-Yo tampoco pero no podemos hacer nada Ali.-Dijo ella rendida.
Enfadada me crucé de brazos, la profesora me llamó la atención. Había caminado hasta situarse delante de mi banco y tenía una mirada asesina dirigida a mi persona.
-Green, estamos esperándote, sólo faltas tú.
Bufé, Jenna me pasó un papelito y una lapicera. Escribí mi nombre, hice un bollo con el papel y lo tiré en la canasta que la maestra tenía delante de mi. Luego se dirigió a su escritorio y se sentó en su asiento, empezó a mezclar los papeles mientras todos los alumnos miraban expectantes rogando que les tocara con amigos en común.
Era capaz de morir si me tocaba con Lindsay o con el intruso.
Hablando de él... no dejaba de mirarme y me estaba empezando a molestar. No sabía cuál era su maldito problema, quizás el bebito se enojó porque lo rechacé en el pasillo hiriendo su ego. Que se yo, me da igual.
Tiene chicas de sobra para mirar y me mira a mi el muy estúpido, mientras que el resto de chicas en el aula están deseando que él les regale una mirada, el muy imbécil sólo me mira a mi y no quiero que me mire. Ya se debería haber dado cuenta, vengo esquivando su mirada desde hace un rato.
Disimuladamente decidí volver a mirarlo, estaba de brazos cruzados con una expresión seria. Cuando vio que lo miré me sonrió y me guiñó un ojo, el corazón me empezó a latir rápidamente. Desvié otra vez la mirada, su mirada de halcón me molestaba.
No estaba acostumbrada a que los chicos me miraran de esa forma, siempre a la que miraban era a Lindsay o a alguna de sus amigas plásticas pero a mi no. La maestra empezó a leer nombres.
-Bien... Susan Anderson se sienta con Jason Stewart.
Los nombrados se pusieron de pie y se sentaron en los asientos que la profesora estaba señalando y así siguió nombrando y nombrando.
-Jenna Wilson se sienta con Lindsay Nelson.
-¡No!-Gritaron las dos.
Miré a mi mejor amiga con los ojos como platos, no podía creer la mala suerte que tenía. Yo en su lugar me cambio de instituto.
Okay, exagero pero si tuvo muy mala suerte, la profesora Sommer las miró con furia contenida.
-A la primera queja de cualquiera se va a la dirección, se los advierto, va para todos.
Jenna y Lindsay se callaron pero se fulminaron con la mirada, la maestra les señaló sus nuevos asientos. Mi amiga se levantó resignada de su lugar.
-Adiós Ali.-Dijo en voz baja, yo le contesté lo mismo en el mismo tono de voz.
Luego de unos momentos, cuando la maestra leyó mi nombre creí que estaba bromeando. El destino no podía ser tan maldito conmigo, ella había dicho "Alison Green se sienta con Derek Welling" sin poder contenerme hice un escándalo.
-¡No! ¡por favor maestra Sommer! ¡no me quiero sentar con él!-Señalé al intruso con mi dedo y él me devolvió una mirada divertida, me dieron unas ganas irresistibles de golpearlo para borrar su tonta sonrisa.
Okay, no sé que me pasa. Cualquier chica daría lo que sea por estar en mi lugar pero no lo sé... el nuevo me da mala espina, es verdad que es muy atractivo pero al mismo tiempo es un estúpido. Me lo demostró en el pasillo, no quiero sentarme con alguien así todo el año.
La maestra me miró furiosa y señaló la puerta.
-A la dirección Green, se lo advertí.
-Pe... pero...-No me podía hacer esto.
-A la dirección y más vale que vaya ahora mismo si no quiere tener amonestaciones el primer día.
Sin decir nada me levanté resignada de mi antiguo lugar, antes de que pudiera salir la profesora Sommer me señaló cuales serían los lugares de Derek y mío. Eran justo los asientos que estaban un lugar adelante de donde me sentaba antes con Jenna.
Cuando pasé al lado de él para salir del aula me susurró en voz baja.
-Cuando menos te des cuenta estarás agradecida de ser mi compañera de banco Green.
Le contesté en un susurro al tiempo que lo miraba desafiante.
-Ya lo veremos Welling.
Y me apresuré en salir.
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