Señor Kim


El padre de Taehyung es dueño de las más grandes empresas de drogas para la medicina.
Recientemente está en un estudio referente a la enfermedad de su hijo, está produciendo personalmente sus píldoras y mejorando estas para así estabilizar el cuerpo de Tae.
Pero está fallando totalmente en ello.
A ojos de todos es  lo que hace.

Jeon Jungkook por cuenta propia tomó nota de todos los apuntes de las clases perdida de Tae, y se dirigió a su casa. Algo no cuadra, nada cuadra. Jeon estuvo investigando la “supuesta enfermedad” de su compañero, recalcando que no encontró absolutamente nada. ¿Qué es lo que tiene? ¿Por qué no hay información? Los síntomas no son algo normales. Lo peor de todo es que no sabe porque esta obsesionado con saber todo sobre Kim.
Tocó timbre de la mansión y fue atendido por un sirviente, quien rápidamente lo contactó con la madre de Kim.
-Oh!! ¿Eres amigo de mi hijo?.- Preguntó sorprendida la mujer omega, ya que nunca conoció a ningún amigo de su niño.
-Señora Kim. Vine a traer los apuntes de las clases que faltó su hijo.
-Eres muy amable jovencito.-
-Gracias! Tome.-Extiende unos libros y carpetas.
-No no no. Se los vas a llevar tú. Tae necesita distraerse un poco, pasó todos estos días en su cama. Ven te guiaré a su habitación.
(Ella ignoró que Jeon le parecía conocido su rostro, ya que lo vió cuando la llamó Tae de urgencia por sus píldoras. Pero la señora no recuerda del todo ese rostro asique lo deja pasar por alto).
Mientras la omega lo guiaba, la mente de Jeon le jugaba una mala pasada. - Carajo! ¿Sentí ese olor a chocolate y vainilla otra vez?- Pensó.- Cuando Kim me vea me va a sacar a patadas de su habitación. Pero si a esta pobre mujer ilusionada de la nueva amistad de su hijo le digo que yo fui quien cagó a golpes a su hijo, no creo que tenga buena reacción…
-Es aquí.- Dijo la mujer señalando la puerta sacando a Jeon de sus pensamientos.
- Los dejo tranquilos. Gracias por venir. – Saludó al joven y se retiró a continuar lo que estaba haciendo.

Jungkook tardó en entrar a esa habitación. Una vez que cerró la puerta tras su espalda, la realidad le dio una cachetada de 200 kilos como mínimo. -¡Ese aroma otra vez!.
-Mamá ya te dije que no quiero comer.-
Cuando Tae saca su cuerpo de entre las sabanas y se arrodilla en la cama porque estaba recostado boca abajo, su cuerpo se paralizó. - ¿Qué mierda haces en mi casa Jeon?!
La visión que tuvo Jeon fue de otro mundo, solo se quedó con la boca abierta no pudiendo formular ninguna palabra. El cabello revuelto, sus labios rojizos, el pijama abierto en la parte superior dejando ver sus clavículas y ese pequeño short que dejaba ver las tersas y acaneladas piernas. Pero lo que más lo dejó sin habla fue el hecho que los ojos de Tae estaban dorados, y a su nariz golpeó ese aroma a chocolate y vainilla otra vez. Su lobo rebosaba de alegría. ¿Por qué? Tae es un alfa…era un alfa no?
-¿Qué te pasa? ¿Deja de mirarme así? ¿Qué demonio haces acá?!- Formuló Tae.
Pero Jungkook seguía idiotizado. Vió como la timidez de Tae se hizo presente cubriéndose rápidamente con sus sabanas.
Porque lo veía tan frágil. Tan débil. Tan omega. Dios! Sus ojos dorados son de omega!!!
-T-Tae…tus ojos…- Dijo entre vos entrecortada.
-¿Mis ojos?.- Dijo extrañado Tae.
-E-Están dorados…Dios!!! SON DORADOS!!!- Gritó casi esto último.
Kim se levantó corriendo de su cama y se dirigió al baño interno de su habitación.
-Imposible!!! Qué carajos pasa?!.- Dijo consternado Tae mirándose al espejo.
Los ojos de Jungkook reaccionaron al aroma y el estado de su compañero tornándose rojos.
Tae sintió una presencia detrás de él. El miedo que sintió le carcomió los huesos. Nunca se había sentido tan débil.
-J-Jungkook….que haces aquí! A-Aléjate!.-
-¿Porqué lo haría?.-
Jungkook estaba a punto de perder la razón cuando sintió un estruendo y alguien irrumpió en el cuarto de Tae.
-¿Qué hace este alfa aquí?!.- La voz de autoridad del padre de Kim tanto inconfundible como aterradora.
Jungkook se sintió invadido, con una extraña motivación de cuidar a Tae de ese alfa mayor. Que seguramente era el padre de su compañero y no erró en ese hecho.
Ambos alfas tenían una riña de miradas. El lugar estaba tan llenos de feromonas alfas que Tae se sintió tan mareado al punto de aflojárseles las piernas y caer al suelo.
-Hijo!- El alfa mayor corrió a su rescate sin antes amenazar al otro alfa.
-No te quiero cerca de él, vete.-
-O sino que?! Tae no está bien. Solo véalo. Eso que está ahí no es un alfa. Eso es un omega. ¿Qué le está haciendo?-.
La mirada del señor Kim se endureció, llamó a sus sirvientes que sacaran de la mansión al pequeño alfa que aún tenía su mirada hirviendo.
Jungkook no cayó en la realidad hasta que su lobo se calmó. ¿Qué fue eso? Es la primera vez que tenía ese instinto protector con alguien.

En la habitación de Tae…
-¿Porqué no estás tomando las píldoras que te di?.
- No las necesito.
-Ambos sabemos que está claro que lo necesitas. Ahora tómalas.
-No.!!
-¿Qué mierda te pasa?!.- Gritó su padre.
-No quiero, no quiero más eso. Siento que me están haciendo mal. Papá no quiero tomarlas.
-SI YO TE DIGO QUE LAS VAS A TOMAS, LO HARÁS!- Uso su voz de alfa para imponer miedo.
La piel de Tae se eriza, ¿Por qué? ¿Por qué tiene miedo? Si él es también un alfa igual que su padre, cierto…¿cierto? No debería sentirse tan sumiso a esa voz.
-Usaste tu voz de mando, contra otro alfa…-Dijo débilmente sin mirar a su padre a los ojos.
La paciencia del señor Kim se va por la borda toma del cuello al jóven y lo tira a la cama, su cuerpo es más grande que el de Tae. Este forcejea, no entiende la actitud de su padre.
-Suéltame!.- Gritó entre sollozos y nervios. El miedo lo carcomía. ¿Por qué no podía enfrentar a su padre?
- SI TE DIGO QUE TE VAS A TOMAS LAS PILDORAS LO HARAS SIN QUEJARTE!.- Obligó a Tae abrir la boca a la fuerza y meterle una nueva pastilla que nunca había visto junto con el agua e hiso que se ahogara haciéndolo toser desesperadamente. El alfa mayor toma del pelo al joven y lo vuelve a estampar contra la cama. Mientras se acerca a su oído…
-Tu aroma me está volviendo loco, es mejor que tomes todas las pastillas si no quieres que te marque bastardo.- Dicho esto abandona la habitación, dejando a un Tae desconsolado llorando sin entender que es lo que le pasó a Jungkook y a su padre, ¿Por qué Jungkook lo trató de “eso” como si fuese una cosa?, ¿Por qué su padre iba a marcarlo?, ¿Porque le dijo bastardo?. Su llanto prevaleció hasta encontrarse con los brazos de Morfeo.

Jungkook permaneció fuera de la casa de los Kim hasta que su lobo se tranquilizó.
Porque su cuerpo y su lobo reaccionaron tan bien a Tae. Su aroma, sus ojos…Tae es un alfa…un alfa con aroma de omega. Eso no se lo iba a discutir nadie. Él lo sabía. Su lobo se lo gritaba.
Tae no era un alfa, era un omega.
Y tiene algo seguro ell alfa Kim no es de su agrado.




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