Mis amigas, astutas y enamoradas, no tardaron en descubrir que algo me pasaba.

Se pegaron a mí como incómodos imanes hasta obtener lo que deseaban.

Callé mis sentimientos lo más que pude, pero fue en vano.

Sus acusadoras miradas, ágiles palabras y bochornosas bromas lograron mi confesión.

Siento que lloro de la risa al pensar en su repentina emoción.

¡Amarías verlas gritar como tres muchachitas locas de cinco años!

Creí que el pueblo entero se enteraría de lo que sucedía. Me alegro que sus exclamaciones no hayan llegado tan lejos.

Bailaban y cantaban al ritmo de una cómica e improvisada canción a mi persona. Sus floreados vestidos playeros se ondeaban con el aire, sus cabellos danzaban y ahora, su voz vuela hasta el presente a través de los recuerdos.

Jamás las vi tan contentas.

Quisiera haber fotografiado sus rostros para volver a ser feliz.

Tal vez fue su culpa que yo me enamora más de ti, pues a partir de ese momento, me llenaron la cabeza de bobas ideas sobre un ❝nosotros❞

Y para una aprendiz como yo, no es sano llenarse de tantas ilusiones.

Pero si te digo algo, no me arrepiento que haya sido así.

Pues mis repetitivas sandalias rojas seguían reposando bajo la sombrilla en la arena, mis trajes de baño permanecían húmedos al lado de la alberca y el amor perduraba en mi corazón.

-Lis

Es la última vez que escribo teniendo quince años. Mi corazón late con fuerza, estoy enamorada. Lo digo de verdad, es la vida la que me enamora ahora. Y no sé porque, sé que un día leeré esto y reiré (o lloraré) con nostalgia.

Hoy hay magia, lo siento de verdad.

Siempre con amor, sueños y palabras sinceras,

-Hannie ✨