𝑬𝒑𝒊𝒈𝒓𝒂𝒑𝒉𝒆
20 de julio del 2020 *
Jungkook continuó su recorrido con sumo aburrimiento pero con tranquilidad, ya nada más le esperaba en ese lugar y era una de las razones por las que incluso había comenzado a cantar la primer canción que vagó por su mente o que su novio le había pegado hacía ya rato.
Al salir del aeropuerto se tomaría una buena ducha por horas mientras tomaba un refresco y comía algún ramen preparado por su hermosa pareja. Sí, había planeado pedirle uno, estaba cansado de la comida de microondas o el arroz que Yoongi siempre preparaba. No malinterpreten, le adoraba y agradecía pero extrañaba su casa.
Extrañaba las charlas nocturnas con Jimin cuando se quedaba en su casa a contarle sus problemas con la excusa de estudiar y cuando su madre les reprendía pidiendo silencio debido a sus risas, por lo tarde que era.
Extrañaba mucho cuando se quedaba viendo los cuadros y garabatos de Alex sin entender a qué fin podrían ir o cómo podía encontrarle una solución perfecta gracias a la creatividad que poseía de forma nata.
Extrañaba las comidas de su madre, los gritos de su padre al mirar deportes y las cenas con la familia donde su abuela se encargaba de llevar el postre que era nada más ni nada menos que unas buenas galletas.
Extrañaba los consejos de Jackson y sus historias graciosas acerca de cómo ordenar tu guardarropa sin morir en el intento. Su ropero era desastroso. Pasar tiempo con él era uno de sus mejores hábitos.
Por más que le guardase rencor, también extrañaba a Jin, al morocho que se había sentado a su lado un día como cualquiera y lo había convertido en uno especial haciendo unos malos chistes acerca de unas gaviotas, porque siempre tuvo ese don, hacer cada momento sumamente valioso.
Extrañaba mucho a Tae, extrañaba sus roces, sus besos, sus palabras, el tono de su voz, su rostro, su perfume, sus hábitos, su serie favorita, sus susurros intentando rememorar algo, su oso perturbador y a su hermoso perro.
Yoongi y Nam eran dos personas fabulosas, no dudaba de ello pero no podía comparar dos años con veintiuno. En Busan se encontraba su familia, se encontraban todas las personas que formaban parte de su historia y necesitaba volver con ellos antes de que el semestre volviera a separarlos.
Estuvo sumido en sus pensamientos un buen rato con su corazón cálido ya que dentro de él todos los recuerdos comenzaron a moverse provocándole un poco de melancolía y a la vez un sentimiento dichoso.
Un cartel verde se encendió a lo lejos y Jungkook alzó la vista velozmente. Suspiró de alivio cuando vio que se trataba de la salida para luego echarse a correr, tomando ganas y fuerzas de alguien sabrá dónde.
Era el momento que estuvo esperando, ahora llegaría la respuesta al gran incógnito "¿Qué habrá luego?" Y no tuvo miedo, al contrario, se sintió eufórico, es como si aquella luz le hubiese incentivado a olvidarse de todo unos segundos.
Para su sorpresa una nueva luz roja se hizo presente y sus suelas rayaron con brusquedad la tierra bajo ellas con la intención de frenar.
"¿Otra luz roja? No hay más cerillos." Su mente divagó consigo mismo, no quería hablar en voz alta para no parecer un idiota pero tomó la caja y al sacudirla se dio cuenta de que restaba solo uno, el cual encendió con lentitud.
Esperó encontrar gente, sonidos, olores, lo que sea pero no encontró nada en absoluto. El pánico resurgió en él aún sabiendo que el cartel de salida se hallaba casi por encima de su cabeza.
Bastaron unos segundos para que comenzara a mover su fósforo buscando indicios y se haya topado con una escritura similar a la de su comienzo.
—¿Instrucción número siete? —susurró confundido y cansado de acertijos. ¿Acaso ya no había una?
Su mente intentó recordar el texto de la entrada durante unos minutos y abrió su boca sorprendido cuando cayó en que no había habido uno, solo tenía escrito tres puntos suspensivos.
Con más seguridad leyó con un ligero susurro lo que allí había y ladeó un poco su cabeza.
"¿Estás listo para dejarlo ir?"
Observó hacia atrás por primera vez y se topó con una incesante oscuridad que si bien le había hecho un poco feliz, también le estaba cansando.
—Sí, lo estoy. —sonrió y asintió con efusividad para luego ver como las rocas comenzaban a moverse, permitiendo que el viento fresco ingrese y apague el último cerillo.
Corrió los pocos pasos que le restaban y entrecerró sus ojos cuando se topó con la luz del ocaso. Se apoyó sobre sus rodillas y tocó el suelo de tierra sintiéndose feliz. Había salido con vida y por lo que veía, seguía en su mismo año.
Miró hacia ambos lados para ver si Yoongi se encontraba allí pero no habían rastros de su amigo. ¿Debería de rodear el lugar para encontrarlo?
Se puso de pie pensando en emprender viaje y se dio la vuelta mientras sacudía su pantalón oscuro ya blanco del polvillo que tenía sobre él. Al alzar la vista se topó con otro cartel a un lado de la cueva.
¿Por qué no lo había visto antes?
A diferencia del resto, este no estaba escrito en tiza sino que en una plataforma plateada que le daba un aspecto mucho más formal y era algo más largo.
Jungkook se acercó con rapidez para poder leer lo que contenía ya que de lejos no podía descifrarlo muy bien.
"Si usted está leyendo esto es porque concluyó el recorrido de este hermoso viaje, esperamos que haya pasado un buen momento y haya tenido charlas amenas..."
El ceño del maknae se frunció ligeramente pero luego asintió recordando cada charla que allí tuvo.
"...Las personas que aquí dentro se hallan son aquellos que son o fueron más importantes en su vida y quienes aún permanecen en su corazón.
Aún así, sabemos que usted tiene muchas preguntas, déjenos informarle un poco.
La cueva de los siete nombres es un incógnito, no se sabe con exactitud el día de su fundación, siempre estuvo situada en este mismo lugar pero varía su duración según la persona, puede tardar horas, días e incluso años."
Esto último le generó un sentimiento de incomodidad al maknae, ¿cuánto tiempo había estado allí dentro? Él no se había detenido lo suficiente a pesar de sus sentimientos pero nada le quitaba la posibilidad de haber tardado más de lo que aparentaba ¿o sí?
"Este es un espacio hecho para usted pero no por completo ya que aquellas fueron sus siete personas pero usted también estuvo incluido en las suyas. Complicado, ¿verdad?
¿Alguna vez escuchó hablar del famoso "purgatorio" en donde ciertos individuos deben esperar para ir al cielo o permanecer en el infierno? Este es un punto anterior del que jamás se ha hablado antes.
La cueva permite a cada una de las almas la posibilidad de ver a las siete personas que abrazan su alma para darles una última despedida.
Gracias por su recorrido. Disfrute su vida."
Jungkook permaneció quieto delante del cartel y jamás maldijo tanto el hecho de ser ateo. Él no entendía nada relacionado a la iglesia ni nada religioso, al contrario, estuvo alejado de eso toda su vida porque ninguno de su familia, salvo su abuela, creía en aquella institución.
Se sentía muy aturdido, no sabía si era por el hambre, la sed o los nervios que poseía su cuerpo pero comenzó a sentir su pecho comenzaba a pesar.
A pesar de sentirse completamente ajeno, Jungkook no era ningún idiota, solamente intentaba evitar la posibilidad que su cerebro le brindaba con obviedad luego de leer el texto. Quizás por eso aquel pesar en su interior.
Se volteó pasando sus manos por su rostro y mordió su labio con fuerza al ver siete sobres en el suelo con el nombre de cada una de las personas con quienes estuvo dentro.
Con un, para nada, ligero temblor en sus manos tomó el primer sobre, el cual tenía el número uno junto al nombre de Alex. Al abrirlo podía divisar una pequeña polaroid en donde se divisaba una navaja y por detrás un breve texto.
"24 de agosto del 2018.
Alex Smith fue asesinado el día de la fecha en su recinto universitario luego de intentar salvar a su padre, con quien anteriormente estaba discutiendo, de un robo a mano armada. Una navaja fue clavada en su abdomen."
Jungkook tiró la foto al suelo y su pecho comenzó a punzarle a la vez que su garganta se cerraba impidiendo que su saliva pase con dificultad. ¿Alex estaba muerto? Todo esto debía ser una broma de mal gusto.
Con temor y sus lágrimas a punto de colapsar abrió el sobre de Jackson, en el cual se encontraba la foto de un pastillero, el mismo que él había visto en sus manos.
"21 de septiembre del 2018.
Jackson Wang fue encontrado muerto en su alcoba por una sobredosis. Según testigos, habría caído en una fuerte depresión debido a problemas de autoestima."
¿Autoestima? Si él jamás se olvidaba de recordarle a Jungkook lo importante que era amarse a uno mismo sin importar qué.
Las lágrimas del morocho comenzaron a mojar la foto que cargaba en sus manos y tuvo que limpiarlas con la manga de su saco al igual que su nariz.
Tomó la siguiente foto, se trataba de su abuela pero en ella había una simple imagen luciendo reluciente con una sonrisa.
"28 de diciembre de 2018
La abuela fallece un día después de su cumpleaños durmiendo plácidamente."
Inconscientemente sonrió, ¿por qué sonrió? Esto acababa de indicar que estaba muerta pero le era imposible de creer, no podía fiarse de un lugar al que jamás había entrado antes ni mucho menos de unas fotos con textos que podían ser falsos.
De todas formas algo dentro suyo seguía doliendo.
Tomó la siguiente foto, en ella relucían las llaves de un auto y las recordó también.
"29 de enero del 2019.
Mamá kook fallece debido a un accidente automovilístico. Se encontró el vehículo ajeno incrustado en el asiento del conductor. La otra víctima conducía alcoholizada."
Jungkook gritó mientras agitaba la foto en su mano y negaba rotundamente con su cabeza. No era cierto, él quería creer que no lo era.
Tiró la foto al suelo y tomó el siguiente sobre, esta vez se trataba de Jin pero se mostraba un cable negro.
"20 de marzo del 2013.
Kim Seokjin se encontró asfixiado y electrocutado con un cable. Aún se busca al homicida. Se encontró una nota en su bolsillo "prefiero que me odies a tener que perderte".
El morocho quedó estático, por una jodida vez se dio cuenta de que Seokjin le protegió, de que su visión fue verdadera y que tuvo la muerte que él debió haber tenido. Supo que Jungkook le odiaría y aún así prefirió eso a tener que verlo morir.
El maknae tiró de sus cabellos apretando la foto bajo su mano y sorbió de su nariz mientras llevaba su temblorosa manga para limpiarla.
La siguiente carta le hizo girar la cara hacia su costado, no quería abrirla, le dolía, no podía ver a Jimin ahí. Quería asesinar a golpes a la persona que había hecho todo ese circo falso.
Hubiese deseado no abrir el sobre, aquella foto le dejo en una especie de trance, no podía llorar, no podía hablar ni siquiera reaccionar. En ella se veía con exactitud el cuello rojo de su mejor amigo.
"27 de julio 2019.
Jimin Park fue encontrado muerto luego de que su pareja le haya asfixiado en la habitación de la residencia universitaria que compartían juntos. Muchos confirman que el menor de ambos sufría de maltratos pero no se dejaba ayudar y que susurraba constantemente por miedo a ser oído por el agresor."
Recordó las manos en su cuello, no se sentía incómodo, le dolía y no, definitivamente no era feliz pero estaba sumido en la fantasía de que el hombre le amaba porque jamás se sintió de esa forma y soñaba con una relación como la de Jungkook y Tae.
El menor se recargó sobre sus rodillas y se tomó su tiempo para poder dejar salir el llanto amargo e impotente que tenía dentro de sí. Su amigo definitivamente le necesitó más que él y jamás estuvo.
Con el último sobre siquiera titubeó, sea la foto que sea quería verla ya pero tenía miedo, allí se hallaba Tae, su más preciado tesoro pero sus ojos rojos decidieron que si su corazón debía romperse, que sea en ese preciso instante.
Con lentitud abrió aquel papel y de él sacó un pedazo de periódico. En éste se observaba la foto de un avión y la expresión de su rostro se tornó indescifrable, emanaba una mezcla de dolor, rabia y desesperación.
"20 de Julio del 2020.
Uno de los aviones con destino a París cayó al océano acabando con la vida de la mayoría de los pasajeros. Entre las víctimas se encontraba Kim Taehyung. Los que sobrevivieron afirman que una voz gruesa se encontraba tarareando alegremente una canción antes de la catástrofe."
El cuerpo de Jungkook se desmoronó y se abrazó al pedazo de papel que cargaba entre sus manos, se arrastró por el suelo tomando cada una de las fotos para colocarlas sobre su pecho mientras los gritos desgarraban su garganta por completo.
Como pudo se puso de pie y se dirigió a la cueva pero la salida ya no estaba, permanecía cerrada. Necesitaba verlos, no podían estar muertos, las siete personas que más amó se encontraban ahí dentro.
Con furia tiró las fotos al intentar romper el muro de piedra. Nada era cierto, él volvería a Busan y todos estarían allí para él, recibiéndolo con emoción y sonrisas.
Ahora iría al aeropuerto y abrazaría a Tae con fuerza para no dejarlo ir jamás mientras le decía que todo aquello había sido un malentendido, que él sabía nadar, que por eso estaba mojado y no entendía nada de lo sucedido.
Había sido en vano, se agachó de a poco y sintió unos brazos a su alrededor pero el dolor que sentía le impidió abrir sus ojos.
Cada una de las personas habían muerto por una razón pero Tae había muerto por su culpa y eso jamás pensaba perdonárselo.
Su hogar estaba roto, su familia se había desmoronado, había desaparecido.
O tal vez, aquellas dos personas que le sujetaban, sin haberse percatado de la presencia de la segunda, eran su nuevo pilar.
Yoongi se abrazaba junto a su amigo llorando con igual intensidad, el maknae sentía su dolor por la forma en que apretaba su cuerpo y se preguntaba si él estaría haciendo lo mismo.
Nam suspiró con dificultad ya que se había quebrado al ver a sus dos amigos llorando junto a varios papeles extendidos sobre el suelo.
Aquellas personas vivirían para siempre en su corazón y lo harían hasta su reencuentro pero ahora esos dos seres especiales que se encontraban con él pasarían a ocupar dos de los siete lugares vacíos en su corazón, los cuales conformaban su nuevo hogar.
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* Puse la fecha para que vean que sigue en el mismo día que el prólogo, es decir, no pasó días sino que varias horas.
Admito que lloré un poquitito escribiendo este capítulo pero no me peguen porfi. :(
Este es el final de la historia y más allá de todo, espero que les haya gustado mucho djkasbdasjdb. Les quiero, muchas gracias por haberme leído.
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