♡La fiesta de Jungkook

El sol de la mañana ya había salido y como siempre en la Mansión Min todo estaba silencio y a penas eran las 8 de la mañana.

Por alguna extraña razón no se percibía el ruido del auto de Yoongi o su música a alto volumen o sus riñas  constantes contra las sirvientas por cualquier cosa.

Y es que era solo por  un motivo en especial ese día. El señor Min había vuelto a casa.

En su estudio sentado soberbio en su silla se encontraba mirando de frente a ambos jóvenes quienes no pronunciaban palabra alguna antes que su padre quien los examinaba con su filosa mirada juzgadora de arriba hacia abajo.

Jimin se sentía muy escudriñado mientras los ojos de "padre" lo recorrían.

El turno de Yoongi no pudo haber sido mejor, los ojos de su padre se detuvieron en su cabello peinado de manera rebelde, sus piercings en sus orejas y sobre todo en su vestimenta de Jeans rasgados por toda la pierna  y una camisa blanca de talla más grande que él y una chaqueta de cuero negra.

Yoongi suspiró,  lo único bueno era que no podía ver su reciente  tatuaje en el hombro. 

     —¿Cómo han pasado estas semanas? —Preguntó desviando su vista de ellos dos para enfocarla en sus papeles en la mano.

Yoongi encogió sus hombros y Jimin apretó nervioso sus labios.

El señor Min siempre era un hombre muy serio que sólo se involucraba lo suficiente con su familia ya que su vida estaba más enfocada en su emporio familiar.  Era dueño de una gran  industria así que vivía para ello y por lo mismo viajaba mucho a veces solo y a veces veces en  compañía de Min Yoonjun pero cuando volvía hacia siempre lo mismo.

Los citaba a cada uno por separado para hablar de como les iba en el instituto solo que con Jimin no era especialmente muy comunicativo se  limitaba a verlo, escucharlo y asentir con la cabeza.

Pero esta vez los había citado juntos. ¿Habría algo en especial?

     —¿Y bien? ¿Algo? —Volvió a indagar levantando la vista.

Yoongi suspiró mirando a su padre, los ojos grises de Yoongi los había heredado de él.

     —Acabé el instituto y en unas semanas  es la ceremonia de graduación y la fiesta. —Respondió restando importancia con ambas manos metidas en sus bolsillos.

El señor Min Alzó una ceja sin dejar de observarlo.

     —He visto que tienes auto nuevo.

     —Regalo de mamá. —Respondió nuevamente de manera mecánica.

El señor Min asintió lentamente.

     —Bien, supongo que esta especie de...  libertinaje que ahora disfrutas acabará cuando vayas a la cuidad de Seúl a la mejor universidad del país.

Yoongi se tensó,  Jimin pudo percibir a su lado que había apretado sus puños y contenía la respiración.

     —¿Libertinaje? —Preguntó Yoongi arrugando la frente.

Se sentía indignado por la manera en que su padre catalogaba sus gustos de juventud.  Para él solo era disfrutar un poco de su vida antes de iniciar una vida adulta lejos de casa.

En cambio Jimin se sorprendió al saber que Yoongi se iría de Daegu. ¿No habían universidades en su cuidad? ¿Debía viajar lejos a la gran ciudad?

     —La ropa de chico rebelde, los accesorios curiosos que usas Yoongi sabes que todo eso solo es una etapa ¿Verdad?  Cuando acabes la universidad vas a tomar el mando en las industrias Min como corresponde.

Yoongi negó moviéndose un poco de lugar pero Jimin se había quedado estático.

     —No quiero estudiar administración de empresas papá quiero estudiar música.

Hasta ese momento Jimin tuvo el valor de levantar la vista del interesante piso de madera y miró directamente a Yoongi quien tenía un aura desafiante. Casi como cuando lo retaba a él.

Miraba a su padre sin una pizca de miedo.

     —¿Estás demente o que? Sabes que el título te pertenece por excelencia Yoongi. Todos los socios en la corporación esperan que tú tomes el mando una vez yo me retire.

     —Pero yo no quiero no es mi pasión, ¿Y Jimin? ¿No tanto le reiteran cada dos por tres que es parte de la familia? ¿Qué es como mi hermano? ¿Cómo un Min? Ahí está tu respuesta papá, Tienes a Jimin para que ocupe mi lugar. 

Jimin se tensó ahí mismo donde estaba parado. Por un momento Yoongi lo miró a él pero apartó la mirada de inmediato.

     —Oh si Jimin, él también tiene un puesto muy importante que cuando llegue el momento ocupará, claro que si. Pero tú eres mayor ya vas a cumplir 18 años Yoongi debes ponerte más formal más maduro y dejar esa niñerías de la música y tus amigos que solo te llenan la cabeza de basura. ¡Madura Yoongi! No voy a permitir que estudies otra cosa que no sea Administración yo estudié Administración mi padre también y su padre el prestigio Min no se irguió estudiando música.

Yoongi iba a refutar todo aquello dicho por su padre pero con  un movimiento de la mano su padre lo cayó.

     —¿Y tú? —Preguntó a Jimin quien se sobresaltó un poco al darse cuenta que era su turno de un interrogatorio exhaustivo.

Jimin miró de reojo a Yoongi quien le veía furioso como si la culpa de lo que le había  dicho su padre fuese suya. Suspiró tomando valor para poder hablar.

     —¿Y-yo padre? —Preguntó.

Su frágil voz temblorosa llegó hasta oídos de Yoongi quien solamente bufó.

     —¿Cómo va el instituto? —Preguntó el patriarca Min sin despegar ahora sus ojos de él.

     —B-bien, todo bien acabé el año con excelentes notas como siempre y comencé a tomar clases de danza por las vacaciones. —Respondió provocando que Yoongi pusiera sus ojos en blanco.

El señor Min asintió, tenía ambas manos unidas mientras taladraba a Jimin con sus fríos ojos.

     —Bien no podía esperar menos de ti.

¿Qué?

Yoongi miró a su padre aún más molesto y luego a Jimin.  A él le recriminaba hasta su forma de vestir y a Jimin no le decía nada por estudiar un puto baile?

     —¿Sigues tomando los medicamentos? —Cuestionó nuevamente el mayor.

Jimin asintió.

Sus medicamentos no los dejaba de tomar nunca aunque para ser honestos él se sentía muy bien. Los tomaba desde que tenía memoria para ayudar a su sangre a coagular bien ya que siempre tuvo su sangre muy delgada y por cualquier cosa le sangraba la  nariz o si se hacía un corte la sangre brotaba escandalosamente hasta dejarlo pálido.

     —Bien me parece perfecto hijo.

     —¿S-si?

El señor Min se levantó y sacó de su bolsillo un llavero y se lo entregó a Jimin quien abrió sus ojos con bastante sorpresa.

     —¿E-esto que es? —Preguntó dudoso. 

     —Acabas de cumplir 15 y no estuvimos contigo y creo que tu madre menos así que es nuestro regalo para tí. —Añadio  el hombre.

Jimin dudoso miró las llaves en su mano y luego al señor Min, era él primer regalo grande que recibía de él es más era la primera vez que le regalaban algo de igual valor que a Yoongi.

Yoongi por su parte estaba bastante receloso por la situación,  ¿primero lo felicitaba sin juzgarle absolutamente nada y después le regalaba un lujoso auto? Porque la llave tenia claramente la marca de un Ferrari. 

     —Está en el Garaje familiar ve por él, ahí mismo está tu permiso de conducir para menores de edad.

Jimin sonrió emocionado y dando una pequeña reverencia y un "gracias padre" salió de ahí pegando a Yoongi con su hombro.

El pelinegro ni si quiera se inmutó ante tal acto porque sólo estaba más preocupado en ver a su padre.

Cuando la puerta se cerró detrás de Jimin Yoongi por fin habló.

     —¿Qué fue eso? —Preguntó con irritación saliendo por sus poros.

     —¿Qué ha sido qué? —Respondió el señor Min volviendo a su trabajo en su ordenador.

Yoongi avanzo un par de pasos más para colocarse justo delante de su progenitor.

     —¿Un auto? Jamás le habías dado nada así. —Reprochó cruzando sus brazos.

     —¿Qué tiene de malo? Tu madre te dio uno cuando cumpliste 15 y ahora tienes uno más por acabar el instituto.  ¿Cuál es la diferencia?

El señor Min se encogió de hombros sin mirar a Yoongi.

     —Que no es tu hijo realmente papá, además su madre le puede dar uno a él si tanto lo quiere...

     —¿Elim? Por favor Yoongi sabes que esa mujer no desperdiciaría un Won en su hijo más que por su adicción ¿Por qué le compraría un auto? No podemos dejar que el pequeño Jimin se llene de envidia viendo como solo tu tienes cosas como esas.

Yoongi arrugó el ceño,  ¿Su padre? ¿Preocupándose de más por Jimin cuando antes los dejaban competir entre sí para ver quien tenía más cosas? ¿Qué estaba pasando?

     —Como digas. —Yoongi se dio la vuelta para irse de la oficina de su padre.

     —¡Yoongi! —Llamó el hombre antes de que el pelinegro saliera por completo.

     —¿Qué pasa? —Preguntó soltando un gran suspiro demostrando lo molesto que estaba.

     —Lo que dije de tu carrera universitaria no es debatible estudias eso y no hay poder que me haga cambiar de opinión. 

Yoongi no respondió,  al fin y al  cabo se había dado cuenta de que podía salir solo sin depender de sus padres.  Tenia planeado irse lejos y estudiar lo que quisiera.

Si querían un hijo perfecto ahí estaba Jimin. 

Se metió a su habitación y de ahi no salió hasta la noche cuando la hora de ir la estúpida fiesta de Jungkook había llegado, al principio no quería ir cuando supo que Jimin iría pero ahora tenía motivos suficientes para ir y fastidiar su existencia. 



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La música estaba muy alta y había mucho relajo y Jimin y sus amigos ni si quiera habían entrado a la gran casa donde vivía Jeon Jungkook.

Estaban buscando un lugar donde estacionar.

     —¿Es seguro que dejes tu auto nuevo aquí Mimi? —Preguntó Taehyung un poco dudoso.

Era verdad que solo habían autos de lujo estacionados ahí pero también era verdad que los adolescentes estaban ebrios y podían volverse locos e irracionales.

     —Creo que estará bien no te agobies Tete.

     —Aún me parece increíble que el señor Min te haya obsequiado esto a tí. —Puntualizó Hoseok bajando del Ferrari y volviendo a analizarlo una vez más.

Era rojo brillante muy llamativo, tanto que varios que pasaban por el lugar los veian incrédulos ya sea  porque eran chicos de segundo año del instituto como por tremendo auto que llevaban.

     —A mi lo que me parece increíble es que él Jeon ese no haya ido por ti ¿No se supone que te invitó? Debió ser más caballero e ir por ti mimi. —Añadio Taehyung cruzando sus brazos algo molesto.

Los tres —Taemin no había conseguido permiso para ir— iban muy bien arreglados.

Jimin poseía ropa de marca que solía comprarse en línea con su propia tarjeta que su madre le había obsequiado años atrás así que habían comprado ropa nueva para los tres así que Dior, Celine y Louis Vuitton fueron la elección de la noche para poder lucir y mezclarse entre los chicos cool de último año.

     —Ya te dije que es el anfitrión de su fiesta así que debe estar aquí Tae. —Se excusó Jimin.

Taehyung observó a Hobi y ambos se escogieron de hombros y siguieron a Jimin quien ya caminaba decidido hasta la entrada de la casa de Jungkook.

Todo era elegante y muy llamativo la música, el ambiente,  el olor a licor caro y los jóvenes bailando y comiendo la deliciosa comida.

La fiesta era con motivo de la culminación de los estudios de Jungkook y el comienzo de su vida como universitario.

Pasaron por una estancia bastante amplia pero repleta de jóvenes hasta llegar al centro.

Dieron una rápida mirada y entonces Taehyung le codeó para que voltear a ver, unos pasos más allá en un sofá de terciopelo estaba Yoongi comiéndole la boca a Hyuna.

     —¿Son novios oficiales? —Preguntó Taehyung a Jimin  y éste negó.

     —Es su zorra de turno. —Respondió mirando fijamente a Yoongi quien sonría malicioso como siempre.

Pero su sonrisa rápidamente fue extinguida cuando alguien rodeó a Jimin por la espalda haciendo que se sobresaltara.

Se volteó rápido y sonrió al ver que se trataba de Jungkook.

     —Hola Jimin precioso ya veniste, estaba tan ansioso por verte. Te ves muy hermoso como siempre.

Yoongi quería morderse la lengua, Jungkook no había estado ansioso más bien había estado molestando a Yoongi toda la noche diciendo lo bien que lo iba a pasar.

No especificaba con quién pero Yoongi suponía de hecho estaba seguro de con quién.

     —Gracias por invitarnos Jungkook. —Respondió con voz melosa poniéndose de puntitas y besando la mejilla de Jungkook.

     —¿Quieren beber algo? —Ofreció Jungkook a Jimin y a sus amigos. 

Jimin asintió de inmediato y Jungkook hizo una señal que uno de sus mayordomos captó al instante para llevarle vasos con licor.

Le dio uno a Jimin quien lo tomó dudoso y lo olfateó antes de pensar en probarlo.

     —Es solo Champán con un poco de alcohol pequeño no te embriagará.

Jimin miró su contenido y soltó un largo suspiro antes de llevarlo a sus labios.

     —Está bueno. —Comentó animado cuando bebió todo el contenido.

     —Ven pequeño vamos a bailar.

Tomando de la mano a Jimin lo llevó al centro del lugar que habían destinado como pista de baile y comenzó a mover su cuerpo sosteniendo la cintura de Jimin. 

     —Lo pasaremos bien esta noche.  —Susurró Jungkook en su oído.

Aquello provocó en Jimin un escalofrio que nada tenía que ver con el deseo.

Más allá alguien apretaba su mandíbula con mucha fuerza mientras ignoraba los besos en su cuello por parte de la chica que hacía en su regazo.

El sentimiento de ira lo comenzaba a invadir poco a poco solo que no lograba diferenciar el motivo real del por qué. 

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