♡Después de todo...
Yoongi sabía que se merecía esa cachetada que su hermanastro le había dado quizás se había pasado un poco con sus palabras pero es que realmente estaba enojado.
Claramente había visto desde la ventana de su habitación hacia donde estaban ellos abajo hablando y cuando se dieron ese abrazo y no conforme con ese se habían dado otro abrazo entonces llegó a la conclusión de que entre ellos dos pasaba algo así que no debía interferir más.
Por buena persona le pasaban a veces esas cosas.
Él tenía la culpa por haberse metido en asuntos que no le convenían y que no le concernían tampoco. ¿Quién lo mandó a defenderlo? Si el necio donde quiera es necio. Jimin y Jungkook realmente estaban juntos. ¿Qué le importaba a él?
No le importaba.
Lo que Jimin hiciera no le importaba.
Ese día sería su fiesta, la última antes de irse a la cuidad de Seúl y entrar en la Universidad como su querido padre quería.
¿Por qué no podía otro tomar el lugar de su padre en la empresa? ¿No tanto decían que Jimin era su hermano? Entonces ¿por que era él quien debía sacrificar su sueño de trabajar con su música por cumplir el deseo de su padre?
Ahí estaba el perfecto Jimin.
Pero no, como siempre los platos rotos los pagaba él.
Era todo eso lo que lo mantenía de mal humor y no sabía como aliviar ese sentimiento molesto de irritación. Aunado a las cosas que debía soportar de Jimin.
Jimin y sus estupideces, Jimin y su risita irritante, Jimin y toda su presencia lo molestaba tanto.
Jimin Jimin Jimin...
"Me gustas"
"Realmente te quiero"
—Qué idiota es. —Murmuró.
Tiró su teléfono al otro lado de la habitación después de haber estado revisando el perfil de Jimin en Instangram.
A Jimin le gusta Jungkook ¿Y qué con eso?
A él no le importaba. Si resultaba lastimado por el dientes de conejo de su amigo a él no le iba a importar más.
Ya sus invitados estaban llegando como siempre así que se arregló con sus mejores ropas y zapatos y bajó a recibirlos. Había visto a Jimin salir temprano así que no tenía problema con él. Si no estaba era mucho mejor.
Abajo todo era algarabía.
Parejitas ya formadas y filas de chicas esperando por él.
Sonrió animandose un poco y uniéndose a todos para bailar y beber. Era la última vez que los vería o al menos a la mayoría ya que Jungkook y Namjoon irían con él a la Cuidad de Seúl.
La fiesta estaba bastante bien, al menos pudo dejar de pensar en ciertas cosas. Hyuna su chica del momento lograba hacer que olvidase por momentos las cosas que lo molestaban.
Sus padres no volverían hasta el anochecer así que no tenía problema con nada en ese momento.
Jungkook al parecer estaba en la fiesta pero no se había acercado a hablarle para nada, seguían siendo amigos pero estaban distanciados por el momento.
Creyó que estaría con Jimin.
Al evocar a Jimin se le revolvió el estómago. ¿O era el alcohol?
No importaba. Nada importaba al fin de cuentas se iría y Jimin se quedaría y estaría bien. ¿Verdad?
No supo en qué momento se fue Jungkook, no supo en qué momento se fue Namjoon solo sabía que estaba sobre el sillón de piel de gacela favorito de su madre y que una de las chicas no sabía cuál de todas estaba sobre él frotándose y besándolo con hambre y fuego.
No vio a Jimin cuando entró, no vio a los chicos que se lanzaron miradas de complicidad cuando lo vieron llegar. No vio cuando uno de ellos el más alto y mayor de todos Leehan de 21 años se paró frente a Jimin asustandolo.
Tampoco vio como Leehan tomaba a Jimin de los hombros y lo empujaba contra la pared besandolo sin su consentimiento. Tampoco vio como Jimin lloraba pidiendo que se detuviera. No vio a las chicas reír de la situación. No vio nada hasta que...
—¡Oye Min¡ ¿Una habitación?
—¿Mmm?
—Una habitación, para divertirnos un rato ya sabes... ¿No te importaría verdad? Es tan pequeño y caliente a la vez...
Yoongi no sabía de que hablaban porque tenía sobre él a la chica y estaba muy ebrio. Asintió señalando la parte de arriba de la casa.
—Gracias hermano.
—¡No Hyung!
No Hyung.
¿Quién gritaba? ¿Ese era Jimin? ¿Park Jimin?
Miro hacia las escaleras y entonces ahí si lo vio.
Leehan lo llevaba casi cargado hacia arriba a una de las habitaciones y entonces Yoongi sonrió, soltó una carcajada recordando lo que le había dicho el día anterior.
"Te gusta que te toquen asquerosamente y hagan de tí lo que la puta ganas les dé, hay más imbéciles como Jungkook que quieren zorritas como tú para pasar la noche quizá encuentres uno que te guste por aquí"
Al parecer alguien iba a tener la diversión que buscaba y no precisamente con Jungkook.
—¡Yoongi, Yoongi no por favor dile que no!
La voz horrorizada de Jimin le llegaba hasta los oídos mas no al corazón.
—Divierte Leehan. —Respondió volviendo a besar con hambre a la chica.
Lee soltó una risotada y siguió subiendo sin importar las protestas de Jimin y su llanto.
Yoongi envolvió con sus manos las caderas de la chica y siguió en lo suyo. La música era estridente, olía a alcohol por todas partes y él sentía que estaba en otra parte.
Sus oídos mantenían un pitido molesto que le taladraba la cabeza así que cerró sus ojos para no ver aunque de todos modos ya veía borroso.
El cuerpo de la chica sobre él estaba caliente él podía sentirlo y percibía también su risa y su voz jadeante por los besos en su cuello llamándolo.
—Yoongi.
—¿Mmm que quieres? —Preguntó de manera brusca.
—Podemos ir a una habitación también si quieres bebé.
Yoongi sintió vomitar.
—No me llames bebé. —Pidió molesto.
Y continuó con lo suyo besando el cuello de la muchacha y bajando hasta la división de sus pechos.
—Una habitación. —Volvió a decir ella.
—Habitación... si. —Logró decir a penas.
Ella sonrió y se levantó de su regazo para tomarlo de la mano y lo condujo también por toda la sala pasando entre los chicos y subiendo las escaleras.
Al llegar al pasillo que conducía hacia las habitaciones ella se le abalanzó encima y siguieron besándose. Abajo se escuchaba la música y las risas de todos pero el pasillo aparentemente estaba en silencio. Un silencio hasta denso.
Ahí los sentidos de Yoongi comenzaron a funcionar de nuevo, iban entre pasos torpes, besos y caricias mientras la blusa de Jungmi ahora si veía con claridad su rostro y era ella, iba sacando cada botón.
Un gemido de la chica.
Un Sollozo ahogado y lastimero...
Un jadeo delicado de ella.
Un llanto desesperado
—Mmm Yoongi. —La oía Jadear mientras abría con una de sus manos la puerta de su habitación.
—No, p-por favor Gigi... Gigi... —Otro sollozo ahogado, desesperado.
En ese instante todo el peso de la situación de lo que estaba pasando le cayó hasta los pies.
Gigi...
Gigi...
Su corazón casi se salio de su pecho cuando lo escuchó, lo estaba llamando a él. Estaba llorando.
¿Qué le estaban haciendo?
Su Mimi...
La furia se apoderó de él y no tuvo delicadeza cuando arrojó a Jungmi al suelo con la ropa medio puesta.
—¡Rayos Min que te pasa!
—¡Largo de mi vista! —Rugió caminando hacia los sollozos que escuchaba.
La chica se levantó indignada del piso acomodando su ropa y bufó mientras corria escaleras abajo.
Yoongi por su parte buscaba de habitación en habitación aquel llanto, aquella voz que lo llamaba con dolor implorandole.
Sentía algo horrible invadirlo de pies a cabeza. ¿Qué había hecho? ¿Qué mierda había hecho? Lo había entregado como una cosa sin valor.
No tenía perdón ni tenía excusa.
Todo en él se derrumbó al oirlo, todo dentro de él se rompió al oír ese doloroso "Gigi"
"Ahh Gigi du-duele, duele mucho"
"Ya Mimi no llores más, debes tener más cuidado. Ven te voy a limpiar"
"Gracias Gigi, tú nunca me dejas solito"
"Jamás lo haré Mimi jamás te dejaré sólo, estaré para tí cuidándote que nadie te haga daño"
Su pecho ardía como brasas, se odiaba a su mismo. Porque no había podido mantener una promesa. Prometió cuidar de él y no dejar que le hicieran daño y lo peor de todo es que fue él mismo quien le dañó.
Llegó a la última puerta y abrió como pudo dando gracias de que ésta no estaba con llave.
—No, no p-por favor de-dejame te lo suplico... ¡Gigi! ¡Gigi por favor!
Volvió a quebrarse desde adentro cuando vio a Jimin, estaba desnudo totalmente boca abajo con una mano tomando su cuello e inmovilizado y sobre él estaba Leehan tocando todo su cuerpo.
La ira volvió a surgir desde el pecho de Yoongi quien de pronto se olvidó del alcohol que había consumido y entonces apartó a Leehan de Jimin, el amigo de Yoongi cayó al piso y entonces el castaño no esperó y le cayó a golpes. Con furia golpe tras golpe caía en el rostro de Lee y Yoongi no le daba tiempo de si quiera meter las manos.
Jimin se había cubierto el cuerpo con una sabana que alcanzó porque estaba tan asustado mirando como Yoongi mataba a golpes al tipo del suelo.
Parecía que Leehan había quedado ya inconsciente cuando Yoongi lo dejó de golear.
Después se dirigió a Jimin con su respiración agitada y los puños lastimados de tanto golpe que dio.
—Mimi... lo siento, lo siento mucho perdóname, perdóname. Soy una mierda, soy una mierda.
Las manos temblorosas de Yoongi tomaron a Jimin de su rostro para que lo mirara mejor porque Jimin no quería ni levantar la vista.
—¿Te tocó? —Se animó a preguntar teniendo miedo de la respuesta.
Jimin solamente asintió con lágrimas en sus ojos.
Yoongi se sentía morir.
—¿T-te... te hizo... e-eso?
Esta vez Jimin negó. Yoongi había llegado justo a tiempo.
—Espera aquí ya vuelvo.
Yoongi dejó a Jimin y como pudo sacó a Lee de la habitación, cargó con el peso de su cuerpo en su espalda y bajó hasta donde estaba la fiesta.
—Largo todos de mi casa. —Gritó por encima de la música bajando la palanca de la luz. —¡Fuera todos ahora!
Todos comenzaron a irse mientras Yoongi iba a la cocina a pedirle a uno de los empleados que limpiara todo y que prepararan té relajante para Jimin.
Subió corriendo hasta donde dejó a Jimin y se acercó a él. Jimin seguía temblando y llorando.
Hizo algo que hacía años no hacía, lo abrazó con fuerza un abrazo genuino.
—Jiminie perdón, perdóname. Perdóname. —Sus ojos ahora estaban cristalizados por las lágrimas de culpa que lo invadían.
Jamás se iba a perdonar eso. Nunca se perdonaría.
—Gigi. —Susurró Jimin aferrándose a él con todas sus fuerzas como si tuviera miedo de perder nuevamente el camino hacia él. —Gigi veniste por mi.
Yoongi asintió con el corazón en su garganta sin ocultar su llanto.
—He sido un estúpido Mimi perdóname, nunca más haré algo así de nuevo. Perdón perdón Jiminie. Merezco el odio que me tienes. —Yoongi lo apretó más contra su cuerpo.
Jimin seguía solo cubierto por aquella manta pero sentía calidez del cuerpo de Yoongi.
—No te odio Gigi, te quiero te quiero... después de todo.
Yoongi sintió un regocijo en su interior. No lo merecía, pero su pequeño Mimi después de todo lo quería.
"Realmente te quiero después de todo"
Mierda...
Que tonto fue dejándose guiar por los celos. Eran los celos.
—Yo también. —Respondió aún sin soltarlo.
Ahora no iba a soltarlo.
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