♡Desilusión
Jimin buscaba como loco su teléfono, estaba seguro que lo tenía antes de encerrarse en su habitación y quedarse dormido.
¿Tal vez lo dejo ahí en algún lugar sin darse cuenta?
Salió de la habitación y bajó despacio, no podía haberlo dejado en otro lado ya que al volver entró directo a su habitación y de ahí no había salido.
Solo esperaba que al entrar a la Mansión se le haya salido del bolsillo.
Llegó hasta la puerta y no encontró nada. Suspiró resignado, no se recordaba haberlo usado en la calle cuando venía para la casa.
Lo buscaría despacio más tarde seguramente lo tenía arriba en su habitación. Subió nuevamente y pasó frente a la habitación de su madre, se detuvo ahí dudoso si entrar o no y finamente decidió entrar y abrió la puerta lentamente.
Adentro todo estaba oscuro, había botellas esparcidas por toda la alfombra como siempre. Se acercó al bulto que era su madre sobre la cama y sólo acercó su mano para comprobar que aún respiraba.
Luego la tapó con una manta y volvió a salir de ahí. A pesar de la ausencia de su madre Jimin sentía cariño hacia ella.
Continuó su camino cuando de pronto recordó que no había comido nada en todo el día ya era entrada la noche por lo menos iba a ir a tomar alguna fruta de la cocina y luego subiría a seguir buscando su teléfono celular en su habitación.
Bajó de nuevo las escaleras y se dirigió hacia la cocina, la luz estaba apagada Así que la encendió para buscar el frutero sobre la encimera y tomo una manzana, luego al darse la vuelta se topo de frente con su hermanastro quién sonreía de lado con una mirada un poco turbia.
—Oh, emm Yoongi. —Él pequeño Jimin no supo cómo dirigirse hacia su mayor ya que éste tenía humores cambiantes.
—Vine por algo de comer ¿Tú también?
Jimin asintió lentamente observando como Yoongi tomaba también una fruta.
—¿Por cierto hermanito, esto es tuyo? —Yoongi metió una de sus manos en su bolsillo y Jimin abrió los ojos al máximo al verlo sacar su celular.
—Mi celular, ¿Por qué lo tenias tú? —Rápidamente lo arrebató de las manos del mayor y comenzó a revisar.
Sus manos temblaron cuando no encontró lo que estaba buscando.
—¡Hijo de puta! ¡Borraste ese audio! —Jimin extendió sus manos y empujo a Yoongi quien chocó contra el refrigerador sin dejar de sonreír.
—Eres tan estúpido Jimin, tan ingenuo ¿Pensaste de verdad que sería de nuevo bueno contigo? Me das lastima de lo patétic...
Yoongi no terminó de hablar pues Jimin le había dado un puñetazo.
La ira en los ojos de Yoongi al ser golpeado por el menor se vio al instante.
—Eres un maldito Yoongi, yo sabía que no debía confiar en ti de nuevo. Te odio, no te imaginas cuanto.
Yoongi se pasaba la mano en el lugar donde Jimin le había golpeado.
—Me importa una mierda si me odias Jimin, finalmente borré ese puto audio y volveré a tenerte en mis manos para mi diversión.
Ahora fue el turno de Jimin de reír lo cual hizo que Yoongi le mirara confundido.
—Ay Yoongi, ¿De verdad crees que ese audio donde admites que me besaste no lo he enviado ya? Envié miles de copias a mis amigos idiota, así que si algo me pasa ellos se van a encargar de hacerlo público.
El mayor se puso pálido.
—No te creo, siendo tu tan estúpido... no has enviado nada.
—Puede ser, puede que sí lo haya enviado o puede que no ¿Te arriesgarias?
Yoongi no se movió cuando Jimin lo dejó ahí plantado.
Jimin subió corriendo a su habitación, casi iba a llorar pero no lo haría. Yoongi tenía razón fue estúpido y no había enviado nada a nadie, la única evidencia que tenía Yoongi la había eliminado. Pero tampoco era un inepto, decirle que ya lo había enviado a sus amigos sería su nueva herramienta a falta de la otra. Sabía que eso mantendrá a su hermanastro a raya.
Azotó la puerta con fuerza, las ganas de llorar que tenia no se debía a que le haya eliminado el audio, no.
Jimin tenía ganas de llorar por la rabia que sentía al enterarse de que Yoongi había fingido todo lo anterior para conseguir esa evidencia. Sentía mucha desilusión.
Había fingido ser bueno con él, había fingido pedirle perdón, todo era mentira.
Y él de idiota le había creído, se sentía utilizado.
Se tiró sobre la cama tragándose las lágrimas, no le iba a dar la satisfacción a Yoongi de verlo así por su culpa.
No más, ya había probado y vivido en carne propia lo vil que podía llegar a ser Yoongi cuando quería conseguir algo.
Así que de ahora en adelante jamas, pero ni remotamente volvería a caer en sus juegos y engaños.
Si Yoongi se atrevía de nuevo a utilizarlo o a si quiera volverlo el centro de sus bromas Jimin estaba dispuesto a ponerlo en su lugar.
Si Yoongi quería jugar de esa manera tan sucia y cruel él también, iba a demostrarle que dos sabían jugar el mismo juego.
Y tenía en mente el plan perfecto, lo había venido pensando desde hacía muchos días atrás, cuando ese chico se le había acercado a preguntarle si estaba bien.
Jamás se imaginó que ese chico pudiera sentir pizca de empatia por él. Siendo tan fiel a Yoongi nunca pensó eso. Pero se había acercado ese día en el instituto a preguntar como estaba al verlo sólo ahí en el patio a la hora de la clase de educación física.
Se había alejado de la clase pues Yoongi lo había estado molestando con comentarios como "cerdito" o "corre más Jimin estas gordo".
Se recordaba de la sonrisa del pelinegro de ojos grandes y brillantes al pasar frente a él y notar su presencia.
Jimin le había dicho que estaba bien que lo dejara en paz, pero los ojos de aquel muchacho lo habían visto con compasión.
Pertenecía al grupo de amigos de Yoongi y estaba seguro que si se acercaba a él podría destruir más fácil a su estúpido hermanastro.
Así que al día siguiente se levantó temprano y salió a casa de sus amigos.
La casa de Tae se había convertido en su casa. Por la ausencia de su padrastro y el poco interés de su madre en él podía ir y venir a la hora que él quisera.
—Es un maldito. —Gruñó Taehyung al escuchar lo que él les estaba contando de Yoongi y la grabación. Tomó una servilleta de papel con la que se limpiaba, la estrujó en su mano y la arrojó lejos.
—Pero les digo que no puede hacer nada, no esta seguro de si es verdad o no de que les he enviado El audio a ustedes y a menos de que venga y les revise sus celulares a cada uno nunca sabrá con seguridad, le planté esa espinita así que estoy seguro que no hará nada.
Hobi aplaudió feliz por la inteligencia de su amigo.
—¿Y ahora que harás si decide cobrartela?
Jimin sonrió mientras se llevaba una patata a la boca.
—Pues, tengo algo en mente.
Los tres amigos de Jimin pusieron su total atención en él.
—Jimin, dinos ya por favor si vas a contar hazlo bien. —Lo regaño Taemin.
—Bueno, tengo un as bajo la manga creo que uno de sus amigos puede ayudarme.
Los tres abrieron sus ojos expectantes, querían saber el plan de Jimin.
—No hablas de Namjoon ¿O si? El nunca haría nada en contra de Yoongi.
Jimin negó, sabía el tipo de persona que era Namjoon. No, en su mente solo se repetía la imagen de un sólo chico.
—Jeon Jungkook.
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