♡Chantajes
—¿Una fiesta? ¿Estás seguro Jimin? Sabes que nosotros no estamos nunca invitados a las fiestas de los más grandes.
Taehyung le veía sin creer que Jimin los estaba invitando a una fiesta de grandes.
—Hay una en casa de Jeon Jungkook este viernes y pues solamente tuve que preguntarle como eran las fiestas de grandes para que me invitara.
Tae y Hobi rieron encantados con la idea de asistir a una de esas fiestas, ellos aun eran muy jóvenes para asistir a ese tipo de reuniones, Taehyung tenía 15 al igual que Jimin y Hobi tenía 16 junto a Taemin.
Las fiestas de los grandes siempre eran muy locas y todo todo mundo hablaba de ello, Yoongi tenía la dicha de asistir ya que sus dos mejores amigos tenían 18 años y él que pronto seria mayor de edad también comenzaba a realizar las suyas también.
—¿Pero será seguro? ¿No crees que Jungkook pueda estar planeando algo con Yoongi? —Dijo preocupado Taemin a su lado.
Todos caminaban en el enorme parque que había en la ciudad donde vivían, tenía espacio suficiente para jugar y correr y Jimin había salido ahí con sus amigos últimamente a caminar y ser revoltosos disfrutando de sus vacaciones de verano antes de volver a la escuela.
—No, Jungkook es diferente de Yoongi no es tan idiota además es mi única oportunidad de fastidiar la vida de Yoongi ¡Piénsalo Taemin! Si me hago amigo de Jungkook podría estar en cada fiesta solo para hacer enfadar a mi querido hermanito ya me estoy imaginando su cara de fastidio al verme ahi.
Jimin sonrió triunfante ante la grandiosa idea.
Hacia días que se había intercambiado número con Jungkook y hablaban, parecía un poco más maduro que Yoongi y ya no solía tratarlo mal como antes. Seria su herramienta perfecta.
—Si tú lo dices...
Salieron del parque, cada uno iría a casa porque ya habían pasado toda la mañana en la calle y si querían ir a esa fiesta por lo menos Taemin y Taehyung debían volver temprano para que sus padres les dieran permiso.
Al cruzar la calle un auto pasó despacio y bocinó llamando la atención de los cuatro chicos.
La ventanilla se bajó despacio y unos ojos curiosos y llenos de brillo se asomaron.
—Hola chicos. —Saludó dejando a todos con la boca abierta.
Jungkook no solía saludar a ninguno de ellos ni hablarles excepto si era para reírse y burlarse en sus caras.
—¿Nos hablas a nosotros o te confundiste? —Preguntó Taehyung señalandose a si mismo.
Jungkook sonrío mostrando sus dientes incisivos.
—Hola Jungkook. —Fue Jimin quién se adelantó a responder el saludo.
—Hola Jimin ¿Los llevo? —Preguntó mirando a Jimin.
Todos se miraron a la cara con extrañeza y retrocedieron un poco menos Jimin claro está.
—¿Seguro que no te estas confundiendo?
—¡Ya Taehyung, él solo está tratando de ser amable! —Discutió Jimin mirando a su amigo.
—¿Y qué? Quiza el calor que hace adentro del auto ya le fundió sus únicas neuronas. —Taehyung se encogió de hombros.
—Escuché eso mocoso, pero son amigos de Jimin y Jimin me agrada mucho así que por eso estoy intentando ser amable con todos pero si no quieren se pueden joder.
Jimin comenzó a reír captando la atención de Jungkook.
—Yo voy para mi casa Jungkook si no te molesta, ¿Me podrías llevar?
Taehyung, Taemin y Hobi miraron a su amigo con algo de recelo, la verdad es que ninguno creía el extraño y repentino comportamiento amable de ninguno de los amigos de Min Yoongi. Siempre se habían caracterizado por ser unos abusivos con los demás.
—Por supuesto sube.
—Jimin ¿Estás seguro? —Preguntó Hobi tomando de la mano a su rubio amigo.
Jimin asintió, es que era la única oportunidad que tenía para poder vengarse de Yoongi.
—Adiós los veo mañana. —Se despidió de cada uno y rodeó el auto de Jungkook para subirse.
Cuando ya estaba arriba Jungkook no esperó más y haciendo una señal con su mano a modo de despedida arrancó de nuevo su auto en dirección a la casa de Jimin.
—¿Y qué tal tu día pequeño Jimin? —Cuestionó Jungkook sin despegar su vista de la carretera.
Jimin quien iba viendo por la ventanilla volteó a verlo y le sonrió cuando Jungkook también lo hizo era extraño tener una platica normal con alguno de los mayores sin la presencia de Yoongi.
Era hasta cómodo.
—Tranquilo, estuve en el cine con los chicos y después en el parque. ¿Y tú? —Se animó a preguntar.
—Ah, estuvimos en casa de Jackson jugando video juegos, nada interesante. —Sonrió.
Jimin también sonrió, aquella sonrisa de Jungkook siempre causaba algo en Jimin.
Era demasiado... perfecta.
—Ah bueno, es interesante que no estén todos los días de fiesta. —Sonrió jugando con el cinturón de seguridad.
—No siempre hacemos fiestas sabes, también hacemos muchas cosas más también igual de interesantes.
—¿Ah si? ¿Cómo cuáles?
Jungkook paró en el semáforo rojo y ahora si vio a Jimin directamente a los ojos.
—Competimos en carreras callejeras. —Respondió alzando una ceja.
En ella tenía un piercing que lo hacía ver bastante atractivo y rudo al mismo tiempo.
—¿Carreras?
—Si de autos. ¿Viste el auto de tu hermano, de Yoongi?
Jimin sintió un escalofrio recorrer su espina dorsal al oír mencionar a Yoongi.
—No es mi hermano. —Refutó. —Y si, el nuevo que se compró la semana pasada. ¿Qué con eso? No me digas, ¿compite también en esas carreras?
Jungkook asintió volviendo a poner su auto en movimiento.
Jimin como iba a olvidar ese auto si con él casi lo atropella Yoongi el día que lo llevó nuevo de la agencia.
"Uhh apártate idiota estropearas mi auto nuevo"
Jimin recordó ese día a la perfección, Yoongi se pasó hablando de su auto nuevo como regalo de su madre por haber acabado el año escolar ya que el año próximo se iría a la universidad.
"Mi nuevo Nissan GTR, mejor conocido como Godzilla, encabeza la lista como el mejor de los carros deportivos"
"¿Y viste? sólo tarda 2.5 segundos pasar de 0 a 100 kilómetros por hora. En tu vida podrás tener uno de estos autos"
Jimin rodó sus ojos fastidiado.
—Si, con él ganó una carrera la noche anterior.
—¿Y qué si gana carreras? Yoongi siempre seguirá igual de idiota.
"Uh... se supone que solo lo había dicho en su pensamiento" sus mejillas se pusieron rojas de inmediato.
Jungkook se detuvo frente a la gran Mansión de los Min y miró a Jimin con una sonrisa.
—Realmente odias a Yoongi ¿No? A veces suele ser bastante idiota pero es un buen chico.
Jimin se encogió de hombros sin prestar demasiada atención pero su cuerpo se tensó al tener muy cerca a Jungkook sin haberse percatado cuando se movió.
—Y-yo... no dije que, yo no...
—¿Sabes por que es un idiota Pequeño Jimin?
El rubio negó rotundamente.
—Si yo fuera él te cuidaría hasta de tu propia sombra en lugar de fastidiarte la existencia. —Jungkook llevó su mano a la barbilla de Jimin y le plantó un beso en los labios.
El rubio estaba estático en su asiento.
—Bien pequeño Jimin ya llegamos.
El azabache destrabó el cinturón de seguridad de Jimin y éste se comenzó a bajar del auto.
—Hey. —Jungkook detuvo a Jimin con una mano.
—¿Qué pasa Hyung? —Preguntó aún con su corazón en la boca.
—¿Si iras a la fiesta en mi casa? Muero de ansias por pasar más tiempo contigo pequeño.
Jimin mordió su labio inferior y asintio, si estar con Jungkook hacia que Yoongi se retorciera como lombriz lo haría.
—Bien eso me alegra. Hasta el viernes entonces.
Jungkook le guiñó un ojo y después se alejó dejando a un muy anonadado Jimin ahí plantado en el porche de la Mansión hasta que recordó que debía entrar.
Subió hasta su habitación pero cuando estuvo a punto de cerrar la puerta ésta fue abierta abruptamente por su hermano.
—¿Qué te pasa imbécil? —Se quejó retrocediendo un par de pasos porque Yoongi había entrado y cerrado la puerta tras él con bastante enojo en su ser.
—¿Qué haces?
Jimin fingió demencia dejando su chaqueta en la cama y se sacó también la polera quedando solo en jeans y buscando su ropa cómoda en su Armario.
Yoongi desvío su mirada de su hermano, no estaba acostumbrado a ver a Jimin así semidesnudo. Inevitablemente sintió sus mejillas arder.
Cuando eran niños hasta se bañaban juntos.
—Pregunté algo estupidito.
De inmediato la chaqueta de Jimin se estrelló en su rostro.
—Y yo te estoy ignorando grandisimo idiota.
Repentinamente Jimin sintió la sombra grande de Yoongi acercarse a él por detrás y estrellarlo dentro del armario el cual era lo suficientemente grande para que cupiera ahí.
—¡Te pregunté algo!
Las manos de Yoongi viajaron de inmediato hasta el cuello de Jimin donde le gustaba apretar hasta ver como a Jimin se le dificultaba respirar.
—S-ueltame su-sueltame Yoongi. —Pidió a penas.
—¿Estuviste con Jeon? —Preguntó apretando aún más.
Jimin no respondió ni tampoco le daría el placer a Yoongi de demostrar que lo estaba dañando. Se mantuvo firme.
—¡Pregunté algo maldita sea Jimin! —Gritó ahora Yoongi golpeando el cuerpo de Jimin en la madera del Walkin closet.
—¿Y si estaba con él que te importa! —Respondió agarrando su cuello donde las manos de Yoongi habían estado hacia unos instantes dejado un ardor en ese lugar.
Yoongi volvió a golpear fuerte el cuerpo de Jimin sobre la madera.
—Te quiero lejos de Jeon ¿Entiendes? ¡Aléjate de Jungkook o me las vas a pagar!
Yoongi estaba verdaderamente enfadado y es que éste había visto desde la ventana como Jungkook le había besado.
No quería que Jimin arruinara su círculo de amistades.
Jimin no se asustó ante la nueva amenaza de Yoongi, ahora que estaba más grande podía defenderse de él. Y poco a poco iba consiguiendo armas para eso.
—¿De qué te ríes maldita rata?
Jimin soltó una carcajada más audible que irritó más a Yoongi.
—Que no lo haré, él y yo somos más cercanos ¿Te molesta?
Yoongi bufó empotrando su puño en la madera justo al lado de la cabeza del rubiolo cual lo hizo sobresaltarse.
Ahora fue Yoongi quien sonrió levantando el rostro de Jimin con dos de sus dedos para obligarlo a verlo a los ojos.
—¿Tú y Jeon? Eres estúpido Jimin ¿Quién se iba a fijar en un feo como tú?
—Él, hasta me besó.
Yoongi borró de inmediato su sonrisa y se pegó más cuerpo de Jimin, con una mano sujetando su cintura de manera brusca y fuerte que hizo jadear a Jimin.
Yoongi ladeó su rostro sin apartarle la mirada en ningún momento y entonces lo hizo otra vez.
Sus labios atraparon los contrarios en un beso ardiente que le robó el aliento a Jimin y lo hizo jadear nuevamente y Yoongi estaba descontrolado besándolo con furia, mordió su labio para obligarlo a abrir la boca y meter su lengua hasta el fondo recorriendo cada rincón.
Los chasquidos comenzaron a inundar el lugar cuando Jimin comenzó a corresponder el beso.
Cuando se despegaron las piernas de Jimin temblaron y la respiración de ambos estaba bastante agitada.
—Eso es un beso real niño. —Espetó.
Jimin iba a hablar pero la puerta de su habitación se abrió y a Yoongi solo le dio tiempo de cerrar la puerta del closet y esconderse ahí.
Los pasos en la habitación de Jimin resonaron, Yoongi reconoció los tacones de su madre. ¿Qué hacía su madre en la habitación de Jimin?
El rubio estaba apresado entre su cuerpo y la madera podía sentir su torso desnudo caliente muy cerca que tuvo que pasar saliva.
Con un dedo le hizo la seña de silencio que Jimin acató, no por obedecer a Yoongi si no porque no sabía que podría pasar si alguien los encontraba así metidos ahí y con él medio desnudo.
Cuando los pasos de su madre se alejaron y la puerta de la habitación volvió a cerrarse Yoongi lo soltó y Jimin suspiró.
—Te lo advierto Jimin aléjate de Jeon.
Eso fue lo último que le dijo antes de dejar también su habitación.
Jimin solamente se dejó caer en el suelo de su closet llevando sus dedos a su boca que aún hormigueaba por tremendo beso que Yoongi le había dado.
¿Y se iba solo así sin más? Lo besaba de aquella manera y se iba... ¿Dejandolo tan descolocado?
Pero aunque le rogase que se alejara de Jungkook no lo haría. No importaba que lo intentase chantajear con un par de besos porque ya sabía que Yoongi era experto en engañarlo.
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