♡Calle neón
Taehyung veía a su amigo fijamente y con sus ojos entrecerrados casi formando una línea recta y sus labios apretados y Jimin le observaba con un puchero en sus labios y sus mejillas infladas.
Taemin y Hobi estaban expectantes ante ambos amigos, el primero tenía la mano tapando su boca y Hobi trataba de no reír.
Finalmente después de un momento Taehyung se rindió ante el puchero del rubio.
—Ahhhhggh está bien te perdono Jimin pero sigues siendo un mal amigo.
Jimin sonrió satisfecho abrazando fuertemente a Taehyung casi tirandolo al piso, ambos estaban sentados en la cama de Taehyung y los otros dos sobre la alfombra de la habitación. Sus amigos eran muy preciados para él.
Jimin había llegado a su casa después de días sin verlos ni dar señales de vida. La verdad era que se había pasado casi una semana solo con Yoongi, escapando juntos a su renovada casa del árbol donde pasaban las tardes acurrucados en compañía del otro.
Jimin leía entretenido alguno de sus libros favoritos mientras Yoongi componía canciones o tocaba algo con su guitarra y Jimin era su único espectador de tan lindo concierto, no tenía idea de que Yoongi Hyung componía letras muy bonitas. A veces se quedaban dormidos mientras se contaban sus cosas diarias y rememoraban cosas de su niñez.
Se la había pasado tan bien junto a su hermanastro esos días que se había olvidado de sus amigos, era la felicidad de por fin ser aceptado por alguien en su familia o en aquella gran Mansión que ya no reconocía o sentía como su hogar.
Era la necesidad del calor humano de alguien a quien quería mucho lo que le hacía tanta falta en su corazón para sentirse feliz. Con la ausencia de su madre que lastimosamente no salía de sus adicciones y con el odio de la señora Min y la distancia de su "padre" Jimin hasta había perdido la esperanza de volver a ser querido en esa casa.
Pero la vida le demostró que siempre hay luz en la oscuridad.
Pero ahora debía disculparse con sus amigos por no haberles dicho nada, por eso estaba ahí. Yoongi le dijo que estaría en casa de Namjoon así que después de irse, Taehyung lo llamó reclamando el por qué no le había llamado o dado señales de vida ahí fue que se acordó que no les había hablado. Se sentía un mal amigo.
—Lo siento tanto Tae, soy el peor amigo de la historia lo sé pero por eso vine a pedirles perdón. También a traerles pizza.
Taehyung miró al rededor y luego puso sus manos sobre su cintura.
—No veo ninguna pizza. —Gruñó menos enfadado.
—Es porque las pedí en el camino asi que seguramente vienen para acá.
—Bien, te perdono pero tienes que contarnos por qué no has venido o llamado a ninguno. Estábamos preocupados, un día fuimos a buscarte y salió la señora esa... la mamá de Yoongi y dijo que no tenía idea de donde estabas, que creyó que estabas con alguno de nosotros. ¿Dónde estuviste?
—¿Te secuestraron los extraterrestres? —Preguntó Taemin recibiendo un manotazo por parte de Hobi.
—¿Qué te pasó? —Preguntó ahora Hobi intrigado e interesado por saber la historia de la desaparición de su amigo.
—Hasta creímos que Yoongi te había asesinado al fin y escondido tu cadáver.
—Si, que te había enterrado en el jardín de la casa y luego había plantado flores sobre ti. —Apoyó Taehyung la idea de Taemin.
Jimin llevó sus manitas a la boca para no reír tan alto por la ocurrencia de sus amigos.
—Ven mucha televisión. —Sonrió. —La verdad es que pasó algo realmente malo el día que Yoongi hizo su fiesta de despedida en la Mansión. —Contó recordando tan desagradable suceso.
Los amigos de Jimin se acomodaron al rededor de él para escuchar bien todo el relato y el motivo de su ausencia.
Jimin con paciencia les comenzó a contar todo con detalle haciendo una pausa cuando la pizza finalmente llegó y volvieron a atrincherarse en la habitación de Taehyung para seguir con el relato de Jimin y todos casi se ahogaron con su pizza cuando llegó a la parte de la sorpresa con la casa del árbol.
Porque en realidad habían pensado que Yoongi se había disculpado con Jimin por el momento como hacia siempre y después lo iba a volver a tratar mal, pero con lo de la casa del árbol si se quedaron incrédulos.
—¿Reconstruyó la casa del árbol? —Preguntó Taemin con sus ojos muy abiertos.
—Sip la dejó muy linda le dio un toque muy íntimo y especial. —Respondió emocionado el rubio a sus amigos.
Los tres jadearon por la sorpresa, no se imaginaban que aquel joven de tan mal carácter podría hacer algo tan bonito por Jimin. Parecía que ni si quiera Jimin podía creerlo.
—Te dije. —Hobi se llevó un poco de pizza a la boca y tragó antes de seguir hablando. —Yoongi no podía ser tan malo, solo es un casi adulto idiota e inmaduro pero parece que está madurando al fin. Además...
Hoseok calló repentinamente sus palabras y su mirada se cruzó de manera cómplice entre Taehyung y Taemin, Jimin lo notó así que se apresuró a preguntar.
—¿Además qué? Anda Hobi dilo ya. —Exigió Jimin algo ansioso.
—Yo siempre creí que tú le gustas a Yoongi pero que no había encontrado la forma de decírtelo o hacerlo saber y por eso actuaba tan idiota. Es tan obvio. —Concluyó. —Dicen que del odio al amor hay un paso.
Taehyung asintió un poco distraído jugando con las cajas vacías de la pizza y Taemin también asintió.
Jimin se quedó por un rato pensando en lo que su amigo había dicho. Quizá tenía razón. Ambos se gustaban, del cariño de hermanos que se tenían pasaron al odio pero era un odio incomprendido porque ni siquiera se odiaban realmente o al menos no se odiaban porque lo querían, se odiaban porque así los manipularon y después del odio pasaron al... ¿Qué? ¿Al qué?
—Estás loco, eso no puede ser. —Respondió algo nervioso sin convencerse así mismo.
Ellos no se amaban. No era amor, por supuesto que no. Gustar y amar no eran lo mismo.
A Jimin le gustaba Yoongi y al parecer a Yoongi le gustaba él, eso no significaba que se amaban. No tenía por qué confundir las cosas. Todo estaba bien así.
—¿Pero estás enamorado no? Eso es amor. Bueno el enamoramiento es algo como el amor. Te gusta tu Hyung, y se dan sus buenos besitos y todo. Puede que no se amen... aún pero después...
Jimin miró un momento para el jardín que se veía desde la ventana de la habitación de Taehyung. El sol se había metido quizá eran como las 5 de la tarde se había pasado casi todo el día con sus amigos. En su pecho algo parecía bailar inquieto. ¿Podría llegar a amar a Yoongi? ¿O solo era enamoramiento pasajero?
Su corazón joven estaba tan confundido. Él era un adolescente aún, no conocía nada sobre el amor y dudaba que Yoongi si, nunca le vio una pareja fija por más de unos dos meses. Ambos eran tan inmaduros. Yoongi a penas cumpliría 18 en un par de semanas. Además, si se enamoraba de Yoongi todo sería tan difícil y complicado porque Yoongi tenía que irse.
Eso le dolía aunque no lo admitía y Yoongi también evitaba hablar del tema. Yoongi se iba a Seúl, dejaba Daegu, lo dejaría a él, estudiaría una carrera en la Universidad y quizá... conocería a alguien. Tal vez una chica hermosa universitaria como él, tal vez madurarían juntos y formarían una bonita relación formal, Yoongi conocería por primera vez el amor y no sería con él. Tal vez se comprometerían y se casaría y formaría una familia y en todo caso Jimin solo había sido un enamoramiento juvenil.
Dolía el pecho por alguna razón que no comprendía muy bien.
Taehyung lo notó así que se acercó a él para darle un abrazo.
—Sea lo que sea que estés pensando amigo no dejes que te haga lío. Si es gusto o enamoramiento disfrútalo mientras dure. No importa lo que sea. Aún somos jóvenes.
Taehyung tenía razón. Su mejor amigo siempre tenía razón y sabía las palabras adecuadas para decir cuando él se sentía tan perdido. Sonrió correspondiendo el abrazo de Taehyung.
—Bueno ya, Taehyung es mio y en todo caso también tengo derecho de abrazarte. —Su otro amigo Hobi se sentó de otro lado y se acercó para abrazarlo también.
—Hey déjenme espacio yo también lo quiero abrazar. —Taemin se abalanzó sobre los tres amigos sobre la cama y el tumulto los hizo caerse al piso.
Los cuatro soltaron un quejido y luego rompieron en risas y carcajadas.
—Los quiero chicos, están son las mejores vacaciones que he tenido. —Soltó Jimin de manera inesperada.
Los tres restantes dijeron un "Awww" en conjunto sin soltar a Jimin.
—Jóvenes por siempre. —Gritó Taehyung ahogado bajo el peso de los demás.
—¡Jóvenes por siempre! —Corearon los demás sin dejar de reír.
Hacia las 6 y 30 de la tarde Jimin lograba despedirse de Taehyung y Hobi quienes se iban a quedar juntos mientras Taemin y Jimin iban de camino a sus casas. La casa de Taemin estaba en el camino asi que Jimin se había ofrecido a darle un aventón.
—¿Por qué no te quedaste con los chicos? — Preguntó Jimin a su amigo.
Taemin a su lado negó dando un largo bostezo.
—Hay una cena familiar, mis padres y unos socios acaban de cerrar un negocio así que lo van a celebrar con una cena en un restaurante. También dijo mi madre que llevaran a su hijo, Los Choi siempre han sido muy ostentosos y sosos espero que el hijo por lo menos no. No espero aburrirme en la cena. —Replicó.
—Tranquilo lo pasarás bien. —Le animó.
Jimin no comprendía del todo esa situación pero compadecia a su amigo. Las cenas de lujo y reuniones eran para los Min, Min Jihoung y Min Yoonjun y por supuesto Min Yoongi. Ellos eran los de la sociedad, Jimin siempre fue desconocido para muchos por eso las personas nunca creían cuando Yoongi les decía que tenía un hermanito, hasta que después dejó de decirlo, solo en el instituto lo sabían.
Las demás personas creían que Jimin y Park Elim solo eran parte de la servidumbre. Jimin era tan pequeño que no se preguntaba el por qué los escondían, ahora que estaba grande solía preguntarse eso. ¿Por qué el señor Min los había acogido como familia? Al principio todo era bonito porque a veces salían a pasear y hacían picnic juntos como una extraña familia grande y poco tiempo después eso cambió cuando su madre comenzó a beber mucho.
¿Quizá se avergonzaron de ella? Tal vez si su madre no se hubiera convertido en una alcohólica todo hubiese sido diferente. Eso se planteaba Jimin porque no entendía entonces el por qué de ser tan rechazado. Bueno, últimamente no era así.
Extrañamente el señor Min siempre preguntaba por él y la señora Min también estaba al pendiente. Hasta le habían dado un auto nuevo solo para él. Quizá no era la gran cosa pero era extraño, no eran los mejores con él pero se notaba ese cambio.
¿Estaría relacionado con algo? Jimin se preguntaba, pero no sabía la respuesta.
Dejó a Taemin frente a su casa y se dirigió a la suya.
La imponente Mansión se veía iluminada desde lejos, las luces en las habitaciones estaban encendidas como cada noche. Menos la de Park Elim como siempre ni la de Yoongi.
Quizá Yoongi no había llegado de donde Namjoon.
Estacionó su auto, aun sorprendido de que su "padre" le haya dado uno siendo menor de edad pero como ya había dicho el señor Min antes, a Yoongi también le habían regalado uno cuando tenía a penas 16.
Se encogió de hombros y entró en la Mansión siendo recibido como siempre por la servidumbre. Le preguntaron si deseaba comer algo y él negó. Estaba lleno por la pizza.
Subió hasta la habitación de su madre y al parecer acababan de hacer limpieza porque no olía a licor y medicamentos como siempre ni habían botellas alrededor. Su madre estaba recostada en la cama con sus ojos cerrados. Jimin la tocó como siempre, asegurándose de sentir el pulso.
Siempre hacia lo mismo cuando la veía dormida tan profundamente. Le dolería si un día dormía y no despertaba.
Ella se removió un poco y Jimin soltó un suspiro. La arropó más y le dio un beso en la frente. La quería, a pesar de estar siempre ausente y ebria amaba a su madre.
Salio de la habitación topandose de frente con Yoongi quien al parecer estaba entrando también en la Mansión.
Jimin le sonrió y estaba por correr a abrazarlo cuando Yoongi le gritó.
—Apártate idiota, me estorbas.
Jimin se quedó parado sin mover un músculo sin entender por qué Yoongi volvía a ser abusivo con él. ¿Qué había hecho mal?
Dio un paso atrás casi dolido cuando notó algo, una figura alta que venía detrás de Yoongi estirando una sonrisa y entonces lo supo.
—Piérdete tonto. —Respondió caminando hacia un lado para dejar pasar a la señora Min.
Ella pasó justo en medio de los dos y se detuvo abruptamente para darse la vuelta.
—Chicos no empiecen, hola cariño. ¿Vienes de ver a alguna de tus conquistas? —Preguntó Fingiendo una sonrisa.
—Si madre. —Respondió Yoongi casi en automático.
La mujer asintió acomodando el cabello de Yoongi.
—Tú deberías hacer lo mismo cielo. —Dijo ahora girándose en dirección de Jimin. —Pasas tanto tiempo con esos niños, una linda chica que te distraiga no está mal. —La mujer sonrió dejando una caricia en las mejillas de Jimin.
El rubio se hizo un poco para atrás dejando que la señora Min por fin se alejara de ellos.
—Yoongi cariño ven un momento. —Dijo antes de alejarse.
—Ahora voy. —El castaño camino detrás de ella pero al pasar cerca de Jimin le susurró algo.
"Espérame afuera"
Después se fue detrás de su madre y entraron en su habitación.
Jimin sonrió. Ya había pasado el susto.
Habían adoptado aquella técnica desde la vez donde la señora Min les quiso hacer pelear, cada vez que estaban cerca y ella aparecía hacían como que estaban peleando y ella no les decía nada. Pero si los veía tranquilos ella intervenía y les decía cualquier cosa que los hiciera enojar así que habían quedado en fingir peleas.
Entró en su habitación y se cambió de camisa y de suéter, por una remera negra y una chaqueta café. Se lavó los dientes y acomodó el cabello, puso loción y después bajó sigilosamente hasta salir de la Mansión. Quizá Yoongi quería que fueran a la casa del árbol.
Podían ir por el lado de adentro pero como estaba la señora Min ahí debían rodear la Mansión y entrar por otro lugar. Era más difícil el acceso pero era mejor para no ser descubiertos.
Se detuvo un momento bajo la gran rama de brisas moradas que crecía bajo el porche de la Mansión. La noche caía y era fresca no debían ser más de las 7 de la noche.
Sintió de pronto un tirón hacia un lado y su cuerpo chocó con el firme cuerpo de Yoongi enterrando casi su rostro en el pecho de su mayor quien sonrió al ver su rostro lleno de sorpresa y sus mejillas rojas.
Yoongi le tenía fuertemente abrazado ahora.
—Hola Mimi. —Susurró cerca de su oído.
—H-hola Hyung. —Tartamudeó al principio. Tanta cercanía seguía poniéndole nervioso aunque le gustaba admitir que adoraba aquellas mariposas en su estómago y el olor de la fragancia de Yoongi.
—Ven.
Su mano fue rápidamente entrelazada con la de Yoongi quien lo guió más hacia la derecha. Jimin se dejó llevar como siempre pero ésta vez se detuvo cuando vio que no tomaban el camino a la casa del árbol en su lugar se dirigían hacia el auto verde deportivo de Yoongi.
Jimin arrugó la frente.
—¿A donde vamos Hyung? —Preguntó de manera curiosa.
Yoongi volvió a sonreír mientras volvía a jalarlo para que avanzara y luego abrió la puerta para que Jimin entrara.
—Sube Mimi. —Dijo.
Jimin obedeció sin cuestionar pero aún estaba curioso por saber a donde iban o que idea tenía Yoongi ahora.
Cuando Yoongi puso en marcha su auto salieron rápidamente de la zona residencial y tomaron la carretera. Jimin aún no había conducido por la carretera con su auto, solo por la calle principal del condado hasta la casa de Taehyung y por los alrededores pero no por la carretera.
La mano de Yoongi tomó la suya rápidamente y le dio un besito en el dorso y con ello Jimin se relajó un poco más. No importaba a dónde fueran, si Yoongi estaba a su lado él iría al fin del mundo.
¿Eso era amor? Su corazón comenzó a latir frenético al pensar en eso.
En el camino por la carretera hablaron sobre lo que hicieron en el día. Yoongi le contó que había estado con Namjoon todo el día reparando el auto de su amigo que estaba fallando y Jimin le dijo que estuvo con sus amigos jugando juegos de mesa y comiendo pizza.
Después de un largo tiempo llegaron a un lugar que Jimin no había conocido nunca, eran unas calles espaciosas y bulliciosas, habían autos por todos lados, música, chicos y chicas bailando cerca de lo que parecía un bar improvisado. Muchos chicos con autos nuevos como los de su Hyung.
Todos se abrían paso al ver llegar el auto verde de Yoongi hasta que se pudo estacionar en lo que era un espacio apartado para él.
—¿Impresionado? —Preguntó Yoongi con una sonrisa de lado.
Jimin asintió. Jamás se imaginaba que podía estar en un lugar como ese siendo menor de edad. Se sentía feliz y curioso, feliz de que Yoongi le mostrara parte de su vida.
—Es tan... bullicioso y llamativo. —Respondió con una sonrisa.
Sonrisa que fue borrada de inmediato cuando Yoongi se acercó repentinamente para tomarlo por el cuello y besarlo. No era la primera vez que se besaban era obvio pero ese beso era diferente.
¿Cómo lo podría describir Jimin? ¿Apasionado? Podía sentir la lengua de Yoongi meterse en su boca y buscar furiosamente la suya, sus manos estaban posesivamente en él, en su cuello para no cortar el beso y en su cintura para que no se alejara.
Pero Jimin no tenía la intención de alejarlo, lo estaba disfrutando tal y como le había dicho Taehyung. Los besos de Yoongi eran tan intensos y él estaba llevando el ritmo muy bien, hasta que se le escapó un jadeo tímido y el beso se volvió más pausado. Besos cortos y dulces hasta acabarlo.
Cuando se separaron Jimin tenía las mejillas rojas y su cabello echo un desastre y Yoongi también, su cacheta de cuero desacomodada y su cabello revuelto además de sus labios rojos por el beso intenso.
—Eres tan bonito cuando estás tímido. —Dijo antes de bajarse.
O Dios mio.
¿Cómo podía besarlo así y después decirle eso y bajarse como si nada?
Jimin estaba tan abrumado por aquel repentino remolino de sensaciones. Sonrió antes de bajar también del auto, Yoongi lo esperaba afuera y le dio la mano para llevarlo con él hacía al frente y sentarlo sobre el capó de su auto.
—Bienvenido a la calle neón Mimi, es aquí donde vengo por las noches. —Dijo colocándose a su lado poniendo una mano sobre su cintura. —Es aquí donde puedo ser yo.
Jimin sonrió observando todo a su alrededor, colorido y llamativo con autos de lujo con luces por todos lados. Entendía por que le llamaban la calle neón.
Y agradecía internamente que Yoongi le mostrara lo que era importante para él.
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