♡Besos
Los días iban transcurriendo con normalidad en la Escuela, ya casi estaban a final de curso y las vacaciones se aproximaban.
Las burlas habían acabado misteriosamente de un día para otro y Jimin sospechaba que había sido obra de Yoongi. Los demás ya no lo molestaban con el asunto de su cumpleaños aunque seguía siendo el centro de bromas pequeñas de vez en cuando.
—¿Ves?, no puede ser tan malvado. Opino que ambos deberían darse una oportunidad.
—Eso jamas Taemin, solo lo hizo porque no le quedó opción. —Jimin sostenía su cara entre sus manos mientras veía como sus amigos devoraban su almuerzo. —Tengo algo que a él no le conviene que yo use en su contra.
Taehyung, Taemin y Hoseok lo miraron con curiosidad.
—Dinos que es Jimin. —Pidió Taehyung mientras se llevaba unas patatas a la boca.
Jimin negó rápidamente, no estaba seguro si debía contarle a sus amigos lo que había pasado con Yoongi.
—Por favor Jimin, no nos dejes con las dudas. —Jimin tomó sus cosas y se alejó. Sus amigos lo siguieron, y no lo dejarían en paz.
—No lo haré no insistan.
Por el resto del día y de los demás días que siguieron los amigos de Jimin insistieron para que les dijera de que se trataba ese "secreto" pero él nunca lo hizo, al menos no por ahora.
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Las clases al fin habían acabado y habían pasado ya varios meses en los que Yoongi no había molestado a Jimin. Jimin y sus amigos eran libres de la horrible cárcel llamada escuela. El rubio pasaba menos tiempo en su casa y más tiempo en casa de sus amigos ya que la Mansión era la sede oficial de las fiestas de Yoongi y sus amigos, además de que estando lejos podía ver menos a su hermanastro quien insistía en convencerlo de alguna manera en que le entregase la grabación.
Jimin estaba orgulloso de él mismo ya que al tener el audio se voz en su poder pudo evitar que Yoongi lo siguiera usando como centro de sus bromas y motivo de su diversión. El castaño mayor ya no le hacía bromas pesadas ni lo trataba tan mal. Era una gran herramienta que usaría por bastante tiempo.
—Jimin ya han pasado varias semanas y Yoongi no ha hecho nada para divertirse a costa tuya, ¿nos dirás cómo le hiciste? —Los chicos estaban en la casa de Taehyung comiendo palomitas de maíz mientras veían una película.
Jimin les sonrió levantando las cejas.
—Jimiiiinnnn, sea lo que sea te funcionó perfecto.
—Así es, fue algo que se me ocurrió cuando vi que en la escuela no dejarían de molestarme por lo de mi cumpleaños.
—Cuenta, te escuchamos. —Lo apremio Hoseok, mientras abrazaba a Taehyung.
Jimin no se atrevió nunca a preguntar si ellos dos tenían algo pero a veces los miraba un poco más cercanos.
—Pues verán... besé a Yoongi Hyung una vez que estábamos solos en casa y lo grabé todo, luego lo amenace con contarle a todos en la escuela que nos habíamos besado.
Los amigos de Jimin se quedaron con la boca abierta y los ojos expresivos.
—¿Espera... que?
—¿Besaste a Yoongi? —Taehyung empujó a Hoseok para ver mejor a Jimin y las palomitas salieron volando por el aire.
Jimin asintió con sus mejillas acaloradas. —Así fue.
—¿Y que tal besa? Dicen que sus besos son lo mejor, no se he oído a las chicas hablando de eso,pero ¿No tenía idea de que se besara con chicos.
—¿Si besa bien Jimin cuenta detalles?
Sus amigos no paraban de pedirle detalles del suceso y Jimin sentía la cara arder. Había pensado en ese beso desde esa misma tarde en que habían ocurrido las cosas.
Los labios de Yoongi eran suaves y sus besos eran tanto delicados como demandantes, aún recordaba sentir la lengua de este hurgando su boca mientras jugueteaba sutilmente con la suya, y la mano de su Hermanastro sujetándolo para profundizar ese beso. Por esa simple razón supo que a Yoongi no le estaba desagradando para nada que Jimin lo estuviese besando, es más hasta pudo adivinar que le gustaba.
—Sus... besos son delicados y sus labios muy suaves, y yo bu-bueno creo que me...
—¡Te gustó! —Hoseok y Taehyung chillaron al mismo tiempo mientras sarandeaban a Jimin por los hombros.
Jimin estaba más que rojo como tomate. Si debía admitirlo, odiaba a Yoongi pero el beso le había encantado.
—Ah que mal, de haber sabido que a Min Yoongi le gustaban los chicos desde hace años lo habría besado yo. —Dijo Taemin dejándose caer con pereza en el sillón.
—Yoongi dice que a él no le gustan los chicos por eso logre chantajearlo con contarle a todos. Sería su ruina. —Por alguna extraña razón a Jimin eso le hacía sentir un poco triste.
Hacía sólo un par de años atrás se habia dado cuanta de que a él sí le gustaban los chicos, pero nunca había pensado o visto a su hermanastro de otra manera más que con resentimiento y odio.
—Tal vez no haya encontrado al chico lo suficientemente más lindo para él, ya lo verán dejen que pase tiempo.
—O tal vez si le guste Jimin pero no se anima a aceptarlo. —Aventuró Taehyung brincando de felicidad.
Las palabras de sus amigos resonaban en su cabeza desde que se despidió de ellos hacia unas horas.
La Mansión estaba en silencio, entró despacio a la habitación de su madre y la encontró como siempre: Durmiendo con las cortinas cerradas y varias botellas tiradas.
Salió despacio de ahí y sin querer se topó con la madre de Yoongi quien le miró de arriba abajo de manera despectiva.
Se le escapó antes de que ella le dijese algo y se metió en su habitación para darse una ducha.
Últimamente le reuhia a todos en aquella casa que una vez sintió y amó como la suya propia pero ahora sentía como si ese mundo surrealista no le perteneciera a él, con una madre alcohólica, un padrastro ausente, una madrastra malvada y un hermanastro Odioso a veces se sentía como la Cenicienta en un cuento al que por más que quería lo le encontraba el final feliz.
Suspiró cansinamente y se tiró sobre su cama, no le apetecía bajar a cenar así que se quedó ahí ya que ni el apetito le habia regresado desde hacía días. Se sentía muy deprimido y la comida no le ayudaba mucho.
Alguien golpeó la puerta y ni si quiera se molesto en hacer pasar, hasta que la puerta se abrió sola y por ella entró ¿Yoongi con una charola de comida?
Jimin parpadeó varias veces para constatar que eso era real y no una visión.
—¿Que es lo que pretendes aquí Min? —Se incorporó en la cama hasta quedar sentado.
Yoongi entró por completo y colocó la charola de comida en la mesita al lado de la cama de Jimin.
—Yo nada mocoso no te ilusiones, Shijun me pidió que te suba esto porque dice que no has bajado a comer. —El mayor se dió la vuelta pero Jimin se levantó llamándolo.
—E-espera. —¿Por qué lo hizo? ¿Por quié tuvo que llamarlo? Jimin se mordía el labio sin saber que decir. —Gra-cias. —Finalmente dijo.
Yoongi quien se había detenido al oír la vos suave de Jimin asintió sin voltear a verlo.
—Pero... no lo quiero puedes llevarlo de regreso decirle a Shujin que es muy amable al mandarme comida pero no me apetece. —Terminó de hablar Jimin.
Yoongi iba a salir sin hacer caso pero en un último momento se dió la vuelta y se acercó despacio a Jimin. Lo miró por largo rato, los pequeños ojos almendra de Jimin le devolvían la mirada con intriga.
—¿Por qué no estás comiendo?
—¿ah? —Esa pregunta si que definitivamente lo tomó por sorpresa.
—Que por qué no estas comiendo sordo.
Esta vez Jimin prefería ver para el techo, era más interesante en ese momento.
—¿A caso te quieres morir de hambre? Haciendo eso no vas a llamar la atención de nadie...
—Llamar la atención es lo que menos me interesa, es más si desaparezco sería mucho mejor. —Interrumpió el rubio.
Yoongi pareció dudar, pero finalmente corto más la distancia hasta quedar a tan solo unos centímetros de Jimin.
—Deberías comer... no me gusta pelear con un debilucho, además si adelgazas te veras feo.
—¿A caso soy lindo? eso no lo sabía.
Yoongi suspiró.
—Déjate de idioteces Park sabes bien que no eres feo, es... es
A Yoongi parecía que se le había olvidado como hablar o era que su cerebro no estaba funcionando correctamente pero hizo lo que Jimin jamás creyó que su hermanastro haría.
Lo tomó de los hombros y lo acercó para dejarle un beso, pequeño solo rodando los labios del otro, luego se separó y volvió a acercarlo esta vez de la cintura y le volvió a besar ahora un poco más intenso. Jimin reacio al principio pero finalmente se dejó ser besado por Yoongi y su lengua jugaba con la otra haciendo una danza sensual que le recorría electricidad por todo el cuerpo.
Y así fue como Jimin se había imaginado que sería su primer beso. No era este el primero pero si el mejor que le habían y había dado.
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