capítulo VI Tsukino Aoi

Estábamos ambos pendientes del otro para saber quien empezaba la pelea, y obviamente fue él el primero en atacar, su habilidad era la fuerza, por lo que tenía que tener bastante cuidado, esquivar todos sus ataques y darle sin fallar. Debía sacar ventaja de mi velocidad y aprovechar mi baja estatura comparada con la suya. Cuando vi que me atacaba empecé a esquivar sus puñetazos.

-¿Y este es uno de los mejores guerreros del Germa? Que decepción.-quería jugar con él para sacarle ventaja.

-No me subestimes sirvienta de pacotilla, tan solo te has dedicado a esquivar.-gruñó.-Ya verás cuando de todo mi poder, solo que va a ser una deshonra usarlo para ganar a una debilucha como tú.

-Mmm...¿ah sí? Y dime, cómo es que tú ya estás en el suelo con una espada apuntando a tu cuello.

Dicho esto use mi velocidad para tirarle al suelo con una llave y desenfundé mi espada poniendo la punta en su cuello.

-Jake Mate Yonji.-sonreí.

-¡MALDITA MOCOSA DE MIERDA!-gritó rabioso.

-Qué vergüenza Yonji...pero eso significa que usa bien las habilidades del traje de Germa.-dijo Judge.

No dije nada y solo enfunde mi espada de nuevo y me crucé de brazos.

-Vale. Vienes.-escupió no muy convencido.

-Pero eso implica que a partir de ahora...entrenarás mañana y tarde con mi hijo Ichiji, él es el más fuerte.

No me hacía mucha gracia entrenar con ese en concreto, pero mejor eso a Niji o al idiota de Yonji.

-Vale.-dije seca mirando un poco con asco a Ichiji.

-A mí tampoco me hace gracia tranquila.-gruñó.-Ni siquiera sé cómo has vencido a mi hermano, pero tampoco quiero saberlo.-me respondió con indiferencia. Esto iba a ser una pesadilla en el infierno.

-Buen trabajo Aoi-chan.-me felicitó Sanji posando una mano en mi hombro.

-Arigato, Sanji-kun.-le guiñé un ojo.-Lo que no saben esos monstruos sin corazón es lo que uno puede hacer por su hermano o hermana.-sonreí mirándole.-Harías lo que fuera con tal de verlo o cuidarlo.

Sanji sonrió y me abrazó.

-Lo sé. Así pienso contigo Aoi-chan. Para mí eres como una hermana pequeña.-sonrió.

-Y tú mi hermano mayor Sanji.-lo abracé fuerte y sollocé.-Creí que jamás iba a volver a ninguno de vosotros dos...-confesé.

-Bueno...ojalá nos hubiésemos visto de otra forma y no...obligado a casarme y no puedo escapar por estas asquerosas pulseras.-me enseñó sus muñecas.

-Haré algo te lo prometo.-le sonreí tomando sus manos.-Te lo juro hermanito.-sonrió y lo abrazó con fuerza.-Te echaba mucho de menos...-lo abrace muy fuerte llorando en su cuello.

-Y yo a ti...aunque he vivido muchas aventuras con mis amigos.-sonrió feliz.-No, no te metas en el tema de las pulseras, no quiero que te pase nada, mi capitán no dudará en venir a por mí, por desgracia, es todo un cabezota.-rió un poco aspirando de su cigarro y soltando el humo lejos de mí para que no me molestara.

-Pues si él es cabezota yo soy peor y lo sabes.-reí un poco.-Y me da igual lo que pase. No creo que sea peor que esto.-me quite el flequillo.

-Ya te digo yo que no le llegas ni a los pies de nivel de cabezotería.-rió y se quedó boquiabierto al ver mi ojo haciendo que se le cayera el cigarrillo-¿¡Qué te ha pasado?!-se preocupó.

-Recuerdas que de niños llevaba una venda en el ojo...era por esto. Trataron de convertirme en un ser sin emociones. Tu madre consiguió pararle los pies a tu padre. Por eso me quedé. Le debo mucho a tu madre aunque ya no esté entre nosotros.

-Será bastardo...-gruñó- ya...-agachó la cabeza.-Ojalá estuviera entre nosotros, seguro que todo hubiese sido completamente diferente...aún recuerdo cuando se comió lo que la preparé...que al final se me estropeó...ella se lo comió de todas formas.-una leve sonrisa apareció en sus labios.

-Me acuerdo perfectamente.-rio un poco.-Fue el día que nos conocimos Sanji-kun.-le sonreí.

-Cierto...cuando llegué a su cuarto estabas allí a su lado, perdida y asustada...o eso expresaba tu rostro de aquel día.

-Acababa de despertar de mis heridas. Me mandaron ir con Sora-san quien me trató como a una hija.-Había algo en ella que me decía que podía confiar en ella.

Flashback

-Mama!-sonrio un nino cuando entro rubio como Sora-san.

-Sanji!-sonrio sentandose en la cama.-Has venido hast aqui tu solo? Si se entera tu padre te reganara.

En cuanto oi que era hijo de judge me escondi rapidamente en su reegazo asustada. YA habia lidiado muchas eces con sus hijo y la exeriencia no fue muy agadable que digamos. La uica que mecaia bien era REiju quien venia con frecuencai a visitar a Sora-san.

-No te escondas Aoi-chan. Sanji no te hara nada lo.-dijo mientras me peinaba.

Mire a Sanji algo asustada mientras el se acercaba a saludarme.

A partir de ese dia por las mananas veniia Reiju a visitarnos y me entristecia el oir que se metian con Sanji. Cuadno venia por las tardes me enacrgaba d curar sus heridas y desues nos ibamos a jugar y por la noche nos quedabamos a dormir con Sora-san.

-Si padre se entera de quee has estado viniendo toodos estos dias te duplicara los entrenamientoss Sanji.-la voz de e nino pelirrojo me asusto y me escondi detras de Sora-san sollozando.-No debes de convertirte en un debilucho como esa nina.

-Ichiji!-grito Sra-san tirando de su oreja.-No te he educado a ti y atus hrmanos para que seais unos maleducados! YA te estas disculpando.

-Tsk, lo siento.-se puso delante mio algo molesto y sonrojado.

-Eso esta mejor. Anda id los tres a jugar.

FIn de Flashback

-Mi madre era un cielo de persona...-sonrió triste y fuimos caminando adentro.-Ella era la única que me trataban en condiciones, ella apoyaba mis sueños y no como mi...no como Judge.

-Lo sé.-suspiré.-Hiciste bien en marcharte. Y...muchas gracias por decir que mi hermana estaba viva...de verdad...-lo mire con los ojos llorosos.

-No hace falta que me des las gracias... la primera vez que la vimos, nos quedamos sorprendidos por alta recompensa en su momento, y me quedé con su cara, lo único que sabíamos era que su ojo era azul, el otro lo llevaba oculto, pero si ves la foto puedes ver ese ojo tapado.-sonrió encendiendo otro cigarrillo.-Yo se distinguir muy bien a las señoritas bellas como vosotras dos.-me guiñó un ojo.-¡AOI-CHWAN!~-empezó a bailar raro y con corazones en los ojos.

Reí al verle y le abracé fuerte besando su mejilla.

-Todo un galán.-reí.-Anda ven, que te voy a ayudar a arreglarte.-sonreí más animada.

-Claro, y mucho más si eres tú quien me va a ayudar.-sonrió con sangre en la nariz al besar su mejilla.-Por cierto, ¿tienes foto de mi prometida? ¿Es guapa?-me recordó que tenía la foto de la chica.

Saqué la foto de mi bolsillo.

-Ella es Charlotte Pudding, tú prometida.

-¡Pero qué bella!-Sanji volvió a tener corazones en los ojos.-Ni tan mal oye.-dijo con sangre en la nariz.

-Eto...yo que tú me miraría lo de la sangre de la nariz...-señalé su nariz con una gota en la cabeza.

-Perdón.-reía conmigo.

-Tranquilo Sanji-Kun.-reí.-Eres así, no puedes disculparte de cómo eres.-le miré con una dulce sonrisa.

El día pasó tranquilamente, estaba más con Sanji-kun llevándole las cosas y que estuviera cómodo allí, ya que el ambiente era muy tenso, tan tenso que se podía cortar sin hacer fuerza con un cuchillo.

-Anda ve a acostarte Sanji-kun. Es tarde.

-Está bien Aoi-chan, por qué me lo dices tú y me has cuidado muy bien.-me acarició el pelo y se fue a acostar.-Buenas noches mi lady.-me sonrió.

-Buenas noches Sanji-kun.-le devolví la sonrisa y fui caminando por los pasillos pero me topé con Yonji.

-Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí?-dijo con una sonrisa y cruzado de brazos, fui a darme la vuelta para irme y alejarme pero estaba Niji.

-¿Te vas a ir tan pronto Aoi?-dijo lamiéndose los labios.

-Dejadme en paz, tengo que acabar unas cosas antes de irme a dormir, y estoy cansada la verdad, así que apartad para irme.-dije seria y cansada de sus gilipolleces.

-No, no, no, tú último trabajo va a ser ayudarnos con unas cosas.-ambos empezaron a acercarse a mí y Yonji me agarró de la cadera, cosa que intenté apartarle pero Niji me agarro de los brazos y empezó a besar mi cuello.

-¡Suéltame! ¡Idiota!-me removía pero no conseguía liberarme de ellos.

-Venga ya Aoi, aún no hemos empezado con lo mejor, y esto te pasa por humillarme enfrente de mi padre.-me cogió de las mejillas empezando a acariciar mi cuerpo y Niji mi trasero.-Esto te va a encantar ya lo verás.-me pusieron contra la pared y Niji siguió besando mi cuello mientras que Yonji había desabrochado mi blusa y acariciaba mi pecho con una mano y la otra en mi zona por debajo de la falda.

-¡B-Basta! ¡Por favor!-suplicaba.

-¿Sabes lo bueno? Nadie vendrá y nosotros te habremos violado.-sonrió Niji desabrochándose el pantalón.

-Eso te lo has creído tú idiota y pervertido.-la voz de Ichiji rompió aquel ambiente tenso.-Ya estáis tardando en alejaros de Aoi.-su voz sonaba...¿Molesto y preocupado?

-Venga ya, imagínatelo, vamos a gozarlo.-Niji se intentó defender.

-¡¿Qué no entiendes de que te alejes?!-gruñó esta vez empujando a su hermano.-Ahora desapareced de mi vista.

-I-Ichiji...-miraba al suelo.-Gracias...

-Tranquila, no hay de qué Aoi, aunque seamos monstruos sin corazón, al menos yo tengo personalidad e ideas, así que no seré tan monstruo para haber detenido a esos dos.-sonrió levemente, espera, ¡¿Sonrió!?

-Oh...eh...claro...-me levanté del sitio y miraba al suelo sin saber que decir poniéndome bien el flequillo.

-Tranquila.-sentí su mano en mi flequillo acomodándolo.-A mí me parece una herida más, no me parece nada feo.-dijo serio.-Eso te hace ser una humana.

-Yo creo que es feo que la gente te señale y te diga "mira ahí va la del ojo ciego".-suspire.-Prefiero que nadie lo sepa.

-Entonces que se metan con aquellos que tengan algo por un accidente o que haya nacido con ello, cuando te veo no pienso eso, pienso, mira, ahí está Aoi, la chica que nos trae todo.-dijo serio cruzado de brazos.-Al menos puede sentir, sangrar...y no ser un experimento que su objetivo es ser un soldado de guerra.-se dio la vuelta para irse.-Anda, ve a dormir ya, es tarde.

-Ichiji yo...lamento todo lo que dije. No pensaba con la cabeza en ese momento.-mire al suelo cabizbaja acariciando mi muñeca en donde tenía mi tatuaje con el nombre de mi hermana.

Vi cómo se giraba para verme y se volvió a acercarse a mí para posar una mano en mi cabeza

-No te preocupes, es decir, razones tenías para decirme todas esas cosas, lo siento yo por romper tu foto y decirte que tu hermana estaba muerta.-sentí como cogía mi muñeca y miraba el tatuaje.-"Koemi"-sentí su mirada en mis ojos, mejor, intuía ya que llevaba esas dichosas gafas.-¿Es ella?

-Si...es el nombre de mi hermana pequeña. No la veo desde que ella tenía dos años...-suspire.-Quiero verla para saber qué está bien, aunque sé que no sabrá quién soy cuando me vea.-reí un poco.-Pero con saber que está en buenas manos...podré vivir tranquila de nuevo.

-¿Y por qué cuando la veas no le dices que vaya contigo y volvéis a estar juntas? ¿O la das un den den mushi y habláis?-alzó una ceja.-Pero...supongo que será bastante interesante ver un reencuentro, ¿sabes? Jamás hemos experimentado eso. Mejor, ven conmigo, hablemos en mi cuarto, y no en mitad del pasillo.-fuimos a su cuarto, me dejó pasar y me dio permiso de sentarme en su cama cosa que sonreí levemente.

-Porque...¿y si ella ya tiene una familia? No la voy a obligar a separarse de ella.-suspire.-Además, ahora es como si fuésemos desconocidas. No...-me levanté y me puse a andar.-No es fácil decirle a alguien "¡hola! No te acuerdas de mí pero soy tu hermana mayor!" no, me puede tomar por una loca...-suspire y me senté de nuevo.-Solo...solo la quiero ver feliz...aunque eso signifique que no la tendré de nuevo a mi lado...que no la volveré a oír llamarme hermana...-me temblaba el labio.

-Oye...-sentí como se sentaba a mi lado.-A ver...es menor que tú, si trabaja con BigMom, dudo que tenga una familia y...si lo tuviera, te dejaria quedarte allí, con ella, pues...le enseñas la foto y se lo explicas, o puede que te recuerde y todo, no sabes nada, entonces, no te recomiendo que te imagines cosas que puede que no pase, y si pasa, pues que tenga que pasar, pero cuando eso suceda ya pensaremos qué hacer, no antes.

-El problema es...que yo aún no me puedo marchar de aquí. Aún no cumplí lo que le prometí a tu madre hace tantos años ya.-fui a la ventana.

-¿Qué la prometistes?-su voz sonaba preocupado y le vi a mi espalda por la ventana.

-Hacer que recuperaseis vuestras emociones...lo que a ella le quedó pendiente cuando nos dejó...-agaché la cabeza.-Le di mi palabra.

-Joder Aoi...ya te vale hacer eso, jamás lo conseguirás, nuestro padre nos ha estado educando durante muchos años con el fin de luchar por el Germa 66 y ya no puedes cambiar a alguien en unos años, cuando ya tienen una educación...es imposible ya de cambiarles.

-No le fallaré...no a la única mujer que me quiso como a una madre...no a ella...-susurre con la voz rota.-No me conocía de nada...y ella simplemente me quiso.

-Si ella estuviera ahora, te diría que te quedaras con Koemi, que vivieras libre de esta prisión y vivir feliz con tu hermana y recuperar, bueno, pasar años al lado de tu hermana por todo el tiempo que has perdido...-vi que me iba a coger la mano pero paró y se cruzó de brazos volviendo a estar serio.

-Di mi palabra. No voy a dar marcha atrás.

-Tú misma lo dijiste, nosotros no sabemos lo que se puede llegar a hacer por un hermano.-sonrío con picardía y suspiró.-Mejor...te dejo ir a dormir, ha sido un placer hablar contigo pero...dime qué pensarás de esta conversación.

Asentí.

-Puede que tú...si tengas cura Ichiji...buenas noches.-salí y me fui a mi cuarto, cambiándome la ropa para acostarme y dormir un poco.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top