Sentir y Adorar

Primer fanfic de OPM 💞 de una vez digo que este shipp es mi otp, me encanta.

Contiene escenas explícitas.

¡Espero que les guste! :³

°°°

"En el poco tiempo que llevo conociendo al Sensei, he comprendido más acerca de lo que significa ser fuerte, quizás no de la manera que esperaba pero sin duda la más acertada.

Aunque para Sensei parezca lo contrario."

—¿Acaso sigues anotando tus dudas existenciales?—Pregunta Saitama mientras ve la televisión, a su lado Genos anota en su cuaderno.—No es que sea de mi incumbencia pero me parece curioso que un robot tenga un diario.

—Yo no lo llamaría un diario, es más una bitácora, en ella reporto todo lo que me podría resultar útil.

—Mmm...¿y escribir tus crisis de pensamiento humano es parte del proceso?

—Yo...no lo se, solo me da por hacerlo, lamento si le resulta incómodo.

—¿Eh? Para nada, solo decía que es curioso, igual ten cuidado en dejarla por ahí, podría venir alguien a querer echarle un vistazo.

—¿De verdad? ¿Quién querría leer mis corazonadas?

—Pues...—Entonces Saitama se pone de pie y en un movimiento rápido, arrebata el diario de las manos de Genos, este ni siquiera tuvo tiempo de parpadear de lo rápido que fue, quedándose impresionado.

—¿Cómo demonios hizo eso? Vaya velocidad—Genos mira con asombro a su maestro—Sensei, pocas veces digo esto pero quiero ser tan fuerte como usted.

—«¿Pocas veces? ¡Pero si lo dices todo el tiempo!»—Piensa Saitama antes de abrir el diario en una página al azar—Querido diario, el sol me ha sonreído esta mañana...

—No dice nada de eso—Reclama Genos, Saitama por su parte se ríe de su propia broma.

—Bien veamos que ocultas—Saitama comienza a leer—"Entrada número once, la rutina del Sensei comienza a temprana hora de la mañana, cuando se levanta y ve las noticias..."

—He notado su rutina, pero sospecho que el secreto de su fuerza no reside en ella.

—Oye, yo no tengo una rutina.

—Se levanta, va al baño, vuelve, ve la televisión mientras preparo el desayuno, estira los brazos, desayuna, se acuesta a leer manga mientras lavo los trastes, vuelve al baño, dependiendo del día se va a dar una vuelta por la ciudad, bosteza, a...

—¡Ya entendí, pausa tu parloteo!—Exclama Saitama, un pequeño trauma se genera en su cabeza ¿de verdad es tan apacible? ¿Tan predecible? ¿Tan indiferente?—A veces olvido que eres un androide.

—Lo siento.

—Espera, ¿todos los días haces el desayuno y lavas los platos?—Genos asiente—¿Qué más haces?

—Lavo su ropa, riego las plantas, preparo la cena, limpio el baño, cambio las bombillas, acomodo la alacena, saco la basura...

Saitama sintió como un balde frío caía por toda su espalda. ¡Su discípulo era el rey de la limpieza, el orden y razón por la que la alacena está acomodada alfabéticamente!

—¿Has hecho todo eso desde que te mudaste aquí?—Genos vuelve a asentir—¿Porqué? Eres mi discípulo, no mi sirviente.

—Es mi muestra de agradecimiento por permitirme vivir aquí, sé que no es suficiente pero...

Saitama puso un dedo sobre sus labios, acto que silencia a Genos al instante; ninguno de los dos se ha dado cuenta de lo cerca que están, sentados en el suelo, a un lado de la mesa frente a la televisión.

—Has hecho suficiente, demasiado incluso, no necesitas agradecerme nada, no quiero que sientas que me debes algo.

Genos asiente de nuevo con la cabeza, pero de alguna manera de veía...nervioso. 

—«El Sensei siempre ha sido amable conmigo, incluso cuando lo exaspero, él siempre termina hablándome como un amigo»—Piensa Genos, mientras observa a Saitama alejarse para volver a ver la televisión—«Me pregunto que está calidez que siento en el pecho, no es un error en mis componentes, no parece un fallo, tan sólo...está ahí».

—En fin, la próxima vez seré yo quien cambie la bombilla de ls cocina—Dice Saitama sin apartar los ojos de la pantalla.

—De acuerdo.

Genos no sería el único con una sensación rara sobre los pulmones, nuestro Saitama, aquel hombre tan distante, comenzaba a sentir esa misma calidez.

°°°

"El Sensei por lo visto no tiene ningún patrón en su combate más que dar un puñetazo; firmemente cree que con eso basta para destruir cualquier amenaza, y hasta ahora esa creencia nunca le ha fallado".

—¿Sigues escribiendo en tu diario, digo, bitácora?—Pregunta Saitama quien había salido del baño, con una toalla envuelta en su cintura—Esta vez seré yo quien vaya a la compra, también haré la cena.

—No tiene que hacerlo, por favor, deje que lo acompañe—Genos se pone de pie, y mira el torso desnudo de Saitama, pequeñas gotas se resbalan sobre sus pectorales y abdomen.

—Hey ¿porqué me miras así? ¿Tengo shampoo en la cara?

—¿Porqué usa shampoo si carece de cabello?

—¡Ese no es asunto tuyo!—Saitama toma de los hombros a su discípulo y lo sarandea un poco; el movimiento hace que la toalla de Saitama se caiga.

Genos se queda estático, sus ojos viajan del pecho de Saitama hasta su cintura, bajando un poco más, viendo su...

—¡Lo siento!—Genos se da la vuelta, con el rostro enrojecido y los labios apretados—Sensei, si pudiera ponerse algo encima, se lo agradecería mucho. 

—¿Eh?—Saitama baja la cabeza—Oh, la toalla se cayó, espera ¿porqué estás tan nervioso?

Saitama se posiciona detrás de Genos, rozando su pecho con su espalda. El androide trata de calmarse, pero es imposible. Esa calidez comienza a resurgir, está vez con más fuerza. Maldita sea.

—Sensei, está usted desnudo...

—¿Y? No sería la primera vez, cuando nos conocimos no tenía ropa.

—Lo sé, pero aún así...—Y sin que Genos pudiera prevenirlo, siente el pecho de Saitama pegado a su espalda—«Esto está mal, puedo sentir su entrepierna, ¿qué debería hacer?».

Genos opta por no moverse, dejando que la cercanía de ambos sean ridículamente corta; Saitama por su parte quiere comenzar a tocar ese cuerpo robótico, saber si tiene nervios, calentura, algún indicio de excitación.

—«Yo mismo estoy destruyendo está relación, si sigo por este camino nuestra amistad quedará deshecha»—Incluso con ese pensamiento, Saitama abraza a Genos por la cintura.

—¿Sensei?—Genos sigue quieto—Esto está mal, pero...me gusta estar así con usted. 

—¿No te incomoda? Es la primera vez que estamos tan cerca.

—No, está bien así—Genos cierra sus ojos, disfrutando del momento con una sonrisa—Sensei, desde hace tiempo, yo...he comenzado a sentir algo por usted, pero no logro identificarlo.

—Genos, quiero que las cosas entre nosotros no cambien, eres el único amigo que he tenido, odiaría perderte.

—«¿Amigo?» De acuerdo Sensei, las cosas no cambiarán entre nosotros.

No puedes estar desnudo frente a alguien y después de decir "no quiero que nada cambie", pero hacerse el pendejo es una de las habilidades máximas de Saitama.

Después de eso, Saitama suelta a su discípulo para ponerse ropa, y tal y como dijo, se fue a hacer la compra. Genos piensa en todo lo sucedido, sentir las manos de su Sensei sobre su cuerpo fue confortante; le gustaría repetirlo.

Quizás en otro sitios que no sean la cintura.

Mientras tanto, Saitama camina entre los pasillos del supermercado, no porta su clásica vestimenta amarilla, pasando desapercibida; intenta concentrarse en la compra pero su mente sigue divagando sobre lo ocurrido.

Ver a Genos tan indefenso y nervioso fue todo un lujo. Pese a ser un androide, sus expresiones eran tan humanas. Incluso tiernas.

—«Espero que esté bien»—Piensa mientras compara precios de unos espaguetis—«No sé porqué lo hice, tan sólo quería saber que reacción tendría, además de que dijo que quería estar así».

Entonces ¿porqué Saitama se sentía tan culpable?

Saitama sabía cuál era el sentimiento que tenía hacia Genos, era su discípulo y su amigo, pero también era un compañero. Una persona que pese a todo seguía a su lado, lo apoyaba, admiraba y trataba de conocerlo.

Genos era su única compañía, su único pilar en medio de su aburrimiento. Y conforme pasaba el tiempo, Saitama comprendió que lo amaba profundamente.

Al principio trató de ignorarlo, después tuvo miedo, ahora quiere decirlo. Después de tanto tiempo, Saitama tenía interés en alguien.

—«Necesito decírselo»—Piensa Saitama mientras echa los ingredientes de la cena en el carrito de la compra—«Las cosas no deberían ser iguales, quiero saber que pasará después de que se lo diga, si acaso él...seguiría conmigo».

°°°

"Desde que comencé a vivir con el Sensei, una sensación extraña sale a flote en mi pecho, al principio creí que era un error en mi sistema, pero parece que se trata de algo más profundo.

No puedo describirlo a la perfección, pero parece una calidez, no duele, tampoco es incómoda, pero quiero saber su origen. Solo sé que aparece cuando estoy cerca del Sensei".

Genos había investigado al respecto, según Google se trata de un cáncer o cualquier otra enfermedad terminal; Genos se sintió decepcionado de las mentiras de internet.

—«Debería dejarlo estar, el Sensei pidió que nada cambiara, yo sólo quiero que esté bien conmigo».

Aunque Genos no quería que las cosas fuesen como siempre; quiere avanzar, terminar lo empezado. Sus pensamientos son interrumpidos cuando Saitama vuelve de la compra.

—Sensei, por favor déjeme hacer la cena.

—Ya te dije que no, es mi turno de esforzarme.

—¿Puedo al menos ayudarlo?

—¿Acaso nunca te relajas?

—No, no estoy acostumbrado a bajar la guardia, si comienzo a flojear puede que me convierta en una carga.

—¿Una carga, tú?—Saitama se acerca y toca la frente de su discípulo con un dedo—Jamás serás una carga, incluso si fuese tu intención, a este punto eres mejor héroe y persona que yo.

—¿Persona? ¿Me considera una persona, Sensei?

—Claro—Saitama se da la vuelta y comienza a preparar la cena, Genos lo sigue—Tienes emociones, eso es humano.

La calidez en Genos aumenta. También siente alivio. Una parte suya temía por la imagen que el Sensei había hecho de él; pero no hay nada de que preocuparse.

—Agradezco eso, Sensei—Genos baja la mirada, y decide preguntar acerca de sus dudas—Respecto a lo de hace rato...

—¿Qué pasa?—Saitama sigue concentrado en los espaguetis, dándole la espalda a Genos.

—Sé que dijo que no quería que nada cambiara, pero...no puedo evitar sentir algo por usted.

—¿Algo por mi, a qué te refieres?

—No lo sé, en algún momento comencé a sentirme...feliz a su lado.

Para Saitama, aquello fue un atisbo de esperanza. Se da la vuelta y observa a Genos, sonrojado y sin levantar la mirada. Saitama se acerca y toma su rostro con ambas manos, sorprendiendo a su discípulo.

—Eres feliz conmigo...—Dice Saitama en voz baja, clavando su mirada en los ojos de Genos.

—Si, Sensei quiero seguir a su lado toda mi vida, no pido nada más.

Saitama sonríe como pocas veces lo ha hecho. Acerca su rostro y une sus labios con los de Genos; un beso simple pero hasta arriba de emociones. El rubio no sabe como responder, así que cierra sus ojos y deja que su maestro tome el control.

Ninguno es bueno con las emociones, pero ahí están, besandose como si supieran hacerlo.

Saitama sube el calor del momento al abrazar a Genos por la cintura y comenzando a besar por el cuello. Genos gime un poco, sintiendo un escalofrío, también la calidez de su pecho aumenta, pero no duele y no es un peligro.

—Sensei, la cena se va a quemar.

—Bien, no quiero desperdiciar comida—Saitama lo suelta para apagar la estufa—¿Tienes hambre o quieres que continuemos?

—Quiero continuar—Entonces Saitama lo vuelve a abrazar y de nuevo se besan—Perdone mi falta de experiencia.

—Tampoco soy un experto—Se dan otro beso—Quería disculparme por lo de hace rato, te dije que no quería que nada cambiara.

—¿Y realmente lo quiere, Sensei?

Saitama niega con la cabeza, al mismo tiempo en que mantiene su sonrisa.

—No, quiero que cambie todo.

°°°

Cuando se tumbaron sobre el futón, ambos entendían lo que el otro quería. Genos dejo que las manos de Saitama exploraran cada rincón de su cuerpo, estando encima.

—«¿Desde cuándo puedo sentir estos escalofríos?»—Piensa Genos mientras Saitama besa su cuello y mete una mano debajo de su camiseta—«No hay duda, es placer».

A Saitama no le importa que aquel cuerpo no tuviera la apariencia de un ser humano, es metal y cables. Pero ver las expresiones de Genos cediendo a la calentura, joder es increíble.

—«¿Qué tan sensible es?»—Comienza a acariciar su entrepierna, haciendo temblar las piernas de su discípulo—«¿Tiene un pene? ¿Puede tener orgasmos? ¿Puede correrse?».

—Se ve m-muy pensativo, Sensei.

—Es tu cuerpo, no me incomoda, sólo quiero saber qué tanto puedes sentir.

—Tengo exactamente la misma duda, nunca había sentido nada de esto—Saitama sigue acariciando la entrepierna del rubio—Ah, p-pero si le interesa saber...

—¿Qué cosa?

—Únicamente mis brazos tienen está apariencia robótica, mi torso y de la cintura para abajo parecen de un humano, por ende...si lo que quiere es excitarme, lo está consiguiendo.

Saitama mira la entrepierna de rubio, notando que hay un bulto.

—Genial, justo ahora nos vendrá bien—Saitama le entrega un beso en los labios—Igual dime si algo no te gusta.

—Confío en usted, Sensei—La sonrisa de Genos es encantadora.

—Puedes decirme Saitama si quieres.

—Lo sé, pero todo el mundo lo llama así—Genos abraza a su maestro por el cuello, acercándolo más—Pero sólo yo puedo llamarlo Sensei, así que me gusta decirlo.

Vaya, así que Genos tiene ese lado travieso.

Retoman los besos y las caricias. Saitama se deshace de su camisa, los dedos de Genos se pasean por sus pectorales y abdomen. Ha visto al Sensei desnudo una que otra vez, pero el ambiente es distinto. Es erótico.

Genos también se quita la camisa, la calidez en su pecho se ha extendido por todo su cuerpo, y los escalofríos son cada vez más intensos. Saitama le desabrocha el pantalón, y los baja, dejándolo en ropa interior.

—«Debería tener cuidado»—Piensa Saitama mientras acaricia las piernas de Genos—«Es su primera vez así que cualquier cosa le será demasiado».

Finalmente le baja la ropa interior a Genos. Saitama observa su cuerpo, nunca había visto su discípulo de esta manera tan vulnerable, y deseoso de más; saber que será el primero en tocar a Genos lo hace feliz.

—Sensei, si necesita que haga algo, no dude en decirlo.

—De acuerdo—Saitama toma con delicadeza el miembro del rubio—Voy a masturbarte ¿si?

—Debería anteponer su placer antes que el mío.

—¿Qué? Oye, no es por ofender pero es lo más ridículo que has dicho.

—¿Eh?

—Quiero que ambos nos sintamos bien—Saitama acaricia el rostro del rubio con una mano. Hay firmeza en su voz—No quiero anteponer nada, esto es cosa de ambos ¿entiendes?

Genos se quedó sin habla. Pocas veces veía a su maestro tan apasionado.

—De acuerdo—Sonríe mientras sus mejillas se tiñen—Entonces continúe, por favor.

Saitama comprendió que nunca podía molestarse con Genos, no cuando pone esa dulce sonrisa.

Con una mano comienza a acariciar ese miembro, poniéndolo duro. Genos cierra sus ojos y deja que su piel sucumba; su miembro ya está erecto, pero Saitama no se detiene, sigue moviendo su mano pero con mayor rapidez.

—Ah, Sensei...—Genos aprieta con fuerza la sábana debajo suya—Más rápido...

Saitama obedece, al mismo tiempo que sigue besando y acariciando el cuerpo de Genos. Este por su parte, no reprime sus gemidos, siente una calidez en el abdomen que amenaza con que todo termine.

—Sensei...no aguantaré...

Saitama mueve su mano con rapidez y precisión. Hay cierto nivel de crueldad pero para Genos es estar en el paraíso. Nunca se había tocado, pero que sea el Sensei quien lo haga es mil veces mejor.

—Sensei...ah...no puedo m-más...

—Esta bien—Susurra Saitama en su oído—No tengas miedo, es normal que te sientas abrumado pero todo estará bien.

Las palabras de consuelo golpean directo el corazón del rubio, doblegado su cuerpo y llegando al orgasmo, corriéndose en la mano de Saitama.

—¿Cómo te sientes?—Pregunta el humano.

—Bien...—Genos jadea un poco—Se sintió muy bien.

—Me alegro—Las manos de Genos desabrochan los pantalones de Saitama, se los baja de un tirón junto su ropa interior, dejando expuesto su pene—¿Algo en mente?

—Si, es mi turno ahora Sensei—Genos toma los hombros de su maestro y en un movimiento rápido lo pone debajo suya, intercambiando posición.

—Je, eres un chico interesante—Comenta Saitama con una sonrisa—Bien, demuéstrame que sabes hacer. 

Genos besa a Saitama, al mismo tiempo en que toma su miembro. Es un beso apasionado, entrelazando sus lenguas. Genos se aleja y baja su lengua hasta llegar al miembro de su maestro.

—Ah...—Gime Saitama mientras siente la lengua de Genos saboreando la punta de su pene, deslizándose por el tronco—Genos...

Genos se guía más o menos con lo obvio, se fascina oyendo la voz de Saitama pronunciando su nombre. Sigue lamiendo ese miembro, calentando el cuerpo de su Sensei; y por último engulle ese miembro en su boca, moviendo su cabeza con lentitud, enroscando su lengua.

—Genos...—Saitama pone su cabeza en el cabello del androide—Joder, Genos...

El rubio sigue, tratando de hacerlo más rápido, los sonidos que provocan son demasiados pervertidos, chupando, lamiendo y saboreando. 

—«Quiero que el Sensei se corra»—Piensa Genos, mientras siente su propio pene endurecerse de nuevo—«Quiero descubrir su sabor».

Saitama está al borde, ver a Genos en esa posición y haciéndole un oral es excesivo. Alcanza el climax, corriéndose en la boca de su discípulo, quién no se aparta sino que traga lo que pueda, disfrutando de su sabor.

—Ah...eso estuvo bien...—Dice Saitama entre jadeos.

—Me alegro, si quiere que lo haga de nuevo solo tiene que pedirlo.

—Por hoy ya fue suficiente, tu garganta debe descansar.

—No me refiero a hoy, puede ser mañana o cualquier otro día.

¿Genos está dispuesto a hacerle un oral a su Sensei siempre que esté quiera? Vaya, está relación solo puede ir a mejor.

Saitama vuelve a colocar a Genos debajo suyo, comienzan a besarse, Genos abraza sus piernas en la cadera de Saitama, incitandolo a entrar.

Saitama poco a poco comienza a meter su miembro en la entrada del rubio. Genos cierra sus ojos de golpe, suelta un quejido y su cuerpo se tensa de golpe.

Abrazados y jadeando, Genos mueve sus caderas con lentitud, queriendo más. Saitama se balancea cada vez con mayor fuerza.

Al cabo de un rato, ambos se mueven con bestialidad, Genos gruñendo su nombre mientras Saitama gime igualmente, los dos tratan de soportar, sintiendo esa electricidad recorrer sus cuerpos.

—Sensei...lo amo...lo amo—Genos abre un poco sus ojos, sonriendo tímidamente pese a que las embestidas no se detienen.

La mente de Saitama quedó en blanco, la opción de hacerse pendejo es viable pero decide besar a Genos, correspondiendo sus sentimientos.

—También te amo...te amo, Genos.

Vuelven a besarse, felices de que en este momento, han comenzado una relación de la manera que tanto querían y que tanto habían temido.

Finalmente llegan al orgasmo, quedando recostados y tratando de recuperar el aliento. Saitama abraza a Genos con ternura, procurando tener cuidado a la hora de salir de él.

—Sensei, no sabe lo feliz que estoy ahora mismo.

—Genos, lo mismo digo, soy inmediatamente feliz—Por primera vez, Saitama sentía que esta vida aún promete mucho.

Todo esto sólo sería el principio de algo mayor.

Fin

Espero que les haya gustado ❤ adoré escribir esto ya que me encanta ambos personajes pero al mismo tiempo siento que no los manejo bien así que cualquier consejo o crítica es bien recibido (^^)

Gracias por leer, vota y comenta si quieres más historias así 💞

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