"Vivir de ilusiones"


SENTIR

Capítulo 21

"Vivir de ilusiones"

How to hold my heart.

'Cause I don't want to let go, let go of you.

-¿Has encontrado algo?

-Aun no.

-¿Cuándo lo harás? -la voz enojada, delató su ansiedad.

-Ya te lo he dicho, no es fácil entrar a los laboratorios, no son mi especialidad aquí.

-Lo sé, lo sé... pero ¿crees que encontremos algo allí?

-No lo creo. En la otra propiedad sí.

-Si no encuentras nada allí, ya sabes lo que tienes que hacer, porque dudo que me permitan a mí.

-Tengo que colgar, hablamos en la noche -susurró.

Después de la última conversación con Trunks, sentía que lo agridulce los rodeaba constantemente. La segunda vez que lo visitó en la empresa, Suzu siempre los rondaba, los miraba y hasta parecía que los inspeccionaba. Estaba notando claros índices de desconfianza para con ella, sin embargo él no parecía percatarse de ninguno de sus movimientos. Cuando había intentado hablar del tema en cuestión, el guerrero le restaba importancia al asunto, cambiando el tópico de la conversación a uno que sí le parecía más importante: su relación.

-¿Estás bien? -pregunta Trunks al notarla ida en sus pensamientos.

-¿Cómo? -reacciona.

-¿Estás bien? -reitera.

-Sí.

-¿Qué pasa? -La conoce lo suficiente para notar que algo anda mal con ella.

-Nada.

-Bueno -contesta poniendo fin a los interrogatorios, si no quiere hablar lo que sucede, no puede obligarla y si está mintiendo, pues...

En esta oportunidad, él, queda sometido bajo sus pensamientos. ¿Y si ella está mintiendo? ¿Qué sucedería ahora que ambos parecen perder la confianza en el otro?

Trunks se queda observándola por largos segundos. Ella mira hacia el ventanal aun perdida en la vista panorámica de su oficina. Por primera vez repara en la delicada situación en la que se encuentran. La relación suspende de un hilo y aun no tiene claro el porqué. ¿Es que acaso la está sometiendo a una relación a la que no se siente preparada del todo? Desde el inicio siempre sintió que no estaban en el mismo peldaño, mas nunca reparó del todo en la gran diferencia de edad que los separaban. Pan, por momentos, parecía mucho más adulta que las chicas de su edad, tenía una vasta experiencia en la vida; viajes al espacio, combates contra poderosos enemigos, autodefensa física y verbal, incluso actuar como dueña de casa, o mejor dicho, dueña de nave, cocinaba, limpiaba, mantenía un orden prolijo a la hora de convivir en grupo y hasta imponía reglas para una mejor coexistencia. Así la recordaba, siempre tan adulta a pesar de sus pocos años de edad y con su crecimiento y desarrollo físico tendía a confundir incluso más esa madurez siempre tan innata en la Son.

Aquello le impresiona, era la primera vez que ve aquello con más claridad. Pan tiene tan sólo veintitrés años y a pesar de la experiencia que la dotaba era tan solo una joven chica a la cual le quedan muchos años más para experimentar.

Apenas veintitrés años y con solo una relación formal a cuestas.

Apenas veintitrés años y con un solo hombre, aparte de él, en su vida.

Apenas veintitrés años.

De pronto se siente sumamente confundido.

-¿Estás bien? -ahora fue el turno de Pan para preguntar.

-Sí.

-¿Has terminado?

-¿Qué cosa? -Pan mira hacia los papeles sobre su escritorio-. Ah, sí -Trunks firma el último y cierra la carpeta.

-Tengo hambre -comenta sonriente como niña.

-Oh, lo siento yo... no sabía que tenías apetito.

-Pues... -rasca su cabeza, con ese gesto tan peculiar de los Son- no alcancé a almorzar y bueno, pensé que ya estarías terminando tu jornada...

-Pan ¿no has comido desde el desayuno? -Ella niega con la cabeza y se avergüenza al instante en que su estómago ruge por alimento-. Siempre te saltas las comidas -la regaña con cariño-. Déjame entregar esto y nos vamos.

-Bueno -sonríe. Observa como marca una extensión en el teléfono sobre su escritorio.

-Suzu, ven. Está todo listo.

-Ok, voy en seguida Trunks -Pan frunce el ceño.

-¿Qué? -interroga al verla con una arruga en la frente.

-¿Ustedes normalmente se tutean? Trunks... Suzu...

-Pues -lo piensa un segundo- Antes no, pero... -se fija en su rostro y sonrie- ¿Acaso estás celos... -ella no lo deja terminar.

-Por supuesto que no. Era solamente una pregunta. Normalmente los empleados se llaman formalmente, Señor Brief -ejemplifica con ironía.

Se levanta de la silla, camina alrededor del escritorio caoba y al llegar junto a ella, se inclina- No tienes porqué... -tomando su barbilla, le susurra a solo un centímetro de su boca- eres tú, nadie más -y al sentir la manilla de la puerta, antes de que alguien pudiera observarlos, le da un corto beso sobre los labios para erguirse y mirar hacia Suzu que viene entrando con una sonrisa que se desvanece apenas divisa a la pelinegra.

-Lo sient... -Trunks habla primero, cortándola.

-Aquí tienes -le entrega la carpeta-. La entregas en el quinto piso para su timbre y certificado con el abogado.

-¿Y luego?

-La dejas ahí.

-Pero...

-Él es el encargado, no tú. No asumas responsabilidades que no te corresponden Suzu, no te pagan por el trabajo extra que realizas, no seas tan trabajólica -le sonríe con simpatía. En su mente piensa que tiene que hablar con su madre acerca del asunto de su Analista. Hacía más trabajo que cualquier otra que hayan tenido antes, era de gran ayuda, pero no había una compensación monetaria. Debía solucionarlo cuanto antes, se lo merecía.

-Ok.

-Ya, nosotros nos vamos -observa hacia atrás, donde está sentada la pelinegra mirando directamente hacia los ojos verdes de la mujer frente a él-. Pan -llama su atención y al decir su nombre despega la mirada y la enfoca hacia él.

-Sí -se levanta y coge su bolso que cuelga tras el sillón.

-Es tarde -comenta para relajar el ambiente que de pronto se tensa. Fue hasta su escritorio, coge unas pocas pertenencias y su chaqueta. Hace un gesto hacia su novia y caminan hacia la puerta. Suzu, quien da unos pasos hacia el lado, los deja pasar, esperando la despedida de su jefe, que en esta ocasión, llega de un modo diferente al habitual en el último tiempo-. Buenas noches -le dice apretando suavemente y con cariño uno de sus hombros. La castaña los sigue hasta el escritorio de la secretaria, que se encuentra afuera, y allí de pie, los observa caminar hasta llegar al ascensor. Justo antes de que éste se cierre por completo, vislumbra el momento en que ambos se toman de la mano.

-¿Dónde? -pregunta al entrar en el automóvil.

-Tu apartamento -indica ella. Trunks, pícaro, levanta una ceja-. Nada de eso, idiota -golpea su brazo- Seguro tienes comida para preparar, en cambio yo, aun no he ido de compras este mes -.Ambos se relajan, por fin, al bromear como habitualmente lo hacen.

-Seguro... -volvía a bromear.

-Sí, seguro Trunks -dice seria, pero al poco tiempo no pudo evitar la sonrisa que escapó de sus labios.

Después de un tiempo en silencio y al observar la oscuridad que rodeaba las calles, Pan se fija que ya está entrando el otoño. Las hojas verdes ya están marrones y amarillas desperdigada en el suelo por doquier. Suspira. Jamás le ha gustado el otoño y mucho menos el invierno. La lluvia, el frío y la humedad, sobretodo que ahora vive sola.

-¿Sabes lo mucho que te he extrañado? -mira hacia su lado, Trunks está mirándola. Ella asiente con pesar- Mucho -dice acercándose a ella, plantando un casto beso sobre los rosados labios.

Para la amargura del guerrero, quien esperaba una respuesta, ella solamente le sonríe y gira su rostro hacia la ventana una vez más. Mira su cabello negro y sin poder evitarlo lo acaricia casi sin tocar y antes de que ella se pueda dar cuenta, vuelve su mano hacia el volante mirando hacia la carretera.

Sin que ninguno de los dos tuviera idea, pensaban lo mismo. ¿Qué estaba pasando con ellos? ¿Qué estaba sucediendo entre los dos que parecían cada vez más distanciados?

Antes de poder llegar a una conclusión, ya están en el estacionamiento. Trunks apaga el motor y el silencio los rodea, bastan solo cinco segundos para sentirse incómodos y cuando él está a punto de proferir una palabra, ella abre la puerta para salir. Trunks, agacha su mirada y voltea para salir también.

Los dos entran al ascensor subterráneo y esperan hasta llegar al piso de Trunks, sin articular palabra alguna. Al entrar, ambos se quitan sus abrigos, luego él se va directo a la cocina mientras que Pan se desploma en el sillón principal y enciende la televisión.

-¿Qué quieres comer? -grita desde el refrigerador.

-No lo sé -responde la pelinegra a su espalda, causando que Trunks se golpee la cabeza del susto-. ¡Lo siento, lo siento! -dice con una sonrisa que no puede evitar.

-¡Y te ríes! -dice mientras se toca la cabeza, adolorido.

-No, no me rio -declara con la sonrisa pegada en su rostro. Se acerca a él para inspeccionarlo-. Inclínate para ver tu cabeza -él obedece. Pan delicadamente separa sus cabellos lilas para ver que no había nada más que un lugar un poco rojo- No tienes nada, quizás deberíamos de revisar el refrigerador, cabezota -bromea.

Trunks no puede evitar la risa, tiene razón, el electrodoméstico puede salir más dañado que él- ¿Está hablando tú, la cabeza dura?

-¡Ohh sí! -le sonríe.

-Ven aquí -la abraza por la espalda y apoya el mentón en uno de sus hombros- ¿Estás bien? -pregunta una vez más.

-Estoy bien, Trunks -le sonríe dándose la vuelta para encararlo-. Deben ser mis hormonas... además de lo mucho que te he extrañado también.

Ahí están las palabras que él necesitaba escuchar. Al instante se relaja, sonríe y la besa con suavidad. Inevitablemente, Pan, envuelve las manos en su cuello, aferrándose a ese sentimiento que él siempre le provoca, ese bienestar, comodidad y protección que siempre busca en él. Trunks la abraza de la cintura y la levanta para dejarla a su altura, camina dos pasos con los pies de la pelinegra colgando y la sienta en la mesa. Se separan en busca de aire y se miran a los ojos-. Jamás dudes que no te extraño, lo hago incluso al estar contigo -le dice con sinceridad a lo que Trunks solo es capaz de asentir.

-Lo siento -susurra él contra sus labios.

-¿Por qué?

-Por todo.

Pan solo mira sus ojos y la sinceridad de sus palabras. A veces lo veía tan indefenso que le era imposible mirar a ese guerrero frente a sus ojos, él parecía más humano que todos los que habitaban la tierra, estaba siempre tan lleno de sinceridad, de amor, de bondad. Recordó a Vegeta, él siempre decía que su hijo era demasiado humano, esa era su debilidad.

Y lo era.

-Trunks -susurra, aun abrazados como si fuera la última vez que se fueran a ver. Él no responde, permanece con su rostro oculto en su cuello- Trunks... mírame... -.Él alza la cabeza, con las manos apretando su cintura, quedando frente a frente nuevamente.

Abre sus ojos y al hacerlo nota que Pan se ve afligida. Pronto la primera gota salada resbala por su níveo y blanco rostro- ¿Por qué lloras? -pregunta asustado. Levanta su mano y borra el rastro tangible de tristeza. Ella no responde y lo abraza con más fuerzas- Pan... -la aleja con suavidad por los hombros para que no se esconda, pero como si fuera una niña, se rehúsa a ser descubierta- Pan -repite hasta observar sus ojos.

-Es la primera vez que siento tanto miedo... -susurra ahogando un llanto. Trunks se desconcierta por unos segundos. A pesar de su innata inteligencia y velocidad de comprensión con la que siempre se destaca, esta vez no lo comprende, y como si ella fuera capaz de leer su mirada, explica- Es la primera vez que siento tanto miedo de estropear esto, Trunks... -se pausa buscando sus ojos- De verdad te amo... demasiado -admite.

Y por fin la comprensión cae como un bloque de concreto, pesado, duro y difícil de digerir. Miedo. Eso era lo que todo este tiempo estaba moviendo a Pan. Solo miedo de estropear lo que tienen. Y sí, el siente lo mismo, todo el tiempo. Desde la salida en aquella nave espacial junto a Goku. En cada planeta inexplorado, con cada nuevo enemigo, él sentía miedo por Pan. Era sólo una niña hambrienta de aventuras pero sin real conciencia del peligro, en cambio él ya la tenía, preocupación diaria hacia ella. Y ese miedo aún existía, ya no de los enemigos, no de los peligros externos, sino de él. Miedo a dañarla, a quebrar su débil corazón. Ese corazón en que no había maldad y nada más que amor, como lo eran todos en la familia Son.

Sonríe verdaderamente por primera vez en semanas, esa confesión lo hace incluso más feliz junto a ella- Mi amor, eso está bien -acaricia una de sus mejillas- Sonríe -le pide. Ella sin comprender, lo mira un poco perpleja- Vamos, sonríe -y Pan lo intenta. Una sonrisa perversa aparece en su rostro-. Es la sonrisa más diabólica que he podido ver -bromea, haciendo que por fin Pan ría con veracidad. La acerca por el cuello y la besa una vez más, despacio y con calma. Luego se aleja, y sin que ella le dé más tiempo, se acerca con desesperación y lo besa, esta vez, más rápido y con más ímpetu. Trunks la separa otra vez, para cerciorarse del próximo paso. Pan, afirma, al levantar ambos brazos, y él sonriente, quita la prenda superior por arriba de la cabeza.

Por primera vez hacen el amor con tanta calma, solo centrados en los besos, en los susurros, en los te amo.

Aquella noche, al terminar de expresar amor eterno, Trunks es incapaz de conciliar el sueño con facilidad. Se queda viendo por largo tiempo a la mujer desnuda acostada a su lado, contemplando cada curva, cada parte del cuerpo al que no había prestado atención antes. Observa sus pies y el movimiento que realiza dormida, su espalda que se mueve acompasada con la suave respiración y el largo cabello negro que cae en la almohada. Se acerca un poco más y con su mano derecha comienza a trazar líneas imaginarias por su espalda, por sus hombros y brazos. Cada vez un poco más cerca, la línea de caricias son reemplazadas por besos, tan suaves y dulces que logran una respiración más agitada en ella, aun dormida. Cierra sus ojos y pega su rostro en el delgado cuello para respirar hondamente- Yo también te amo demasiado, pequeña -susurra. Gira su cuerpo al lado contrario y apaga la tenue luz que ilumina la habitación. Junta su cuerpo con el delicado de ella en la cama, cierra los ojos y echa a volar la imaginación, donde todo es bueno, donde no hay imposibles y el amor es eterno. A vivir de ilusiones para ser feliz.

A la mañana siguiente, al despertar, las primeras lluvias de la temporada comienzan. Trunks abre sus ojos al sentir el sonido de las gotas golpear la ventana. Mira hacia el otro extremo, bajo las sábanas, un quejido molesto, pero risueño, llega a sus oídos.

-Maldita lluvia -murmura asomando la cabeza de su escondite.

-Buenos días, gruñona.

-Malos días, risueño.

-¿Buen ánimo?

-No, pésimo -bromea una vez más.

-Sí, buen ánimo -confirma-. ¡Muero de hambre! -estira su cuerpo y se incorpora para un rápido beso mañanero. Pone los pies sobre el suelo, observando la lluvia con una sonrisa.

-¿Por qué siempre te ha gustado la lluvia? -pregunta observando su esculpida espalda.

-No lo sé -se pone de pie-. Me relaja, supongo -camina hasta su closet y se viste solo con sus bóxer-. ¡Arriba! -le dice con ánimo, al verla aun tan tapada y acostada.

-No quiero, hace frío -coge el cubrecamas y se arropa.

-¿Frío? -Levanta una ceja-. Pan, la calefacción central está encendida desde anoche.

-Bueno, yo tengo frío -.Trunks, entrecerrando sus ojos, se acerca a ella por el otro lado de la cama. Quita las sábanas viendo sus ojos cerrados y sus labios sonrientes.

-Vamos a comer -la destapa aun más. Intenta tomarla en sus brazos, pero ella se niega, sujetando las cubiertas en contra.

-¡No! -dice sonriendo.

-¡Oh vamos! Ahí no hay nada que no haya visto antes -una vez más intenta.

-¡Ok, ok! -se incorpora por sí sola. Trunks se queda de pie observando cómo ella se arropa, cubriendo su cuerpo. Él rueda los ojos.

-¡¿Qué?! -dice indignada.

-Nada -dice sonriendo-. Vamos -.De la mano la lleva hasta la cocina, allí Pan se sienta en unos de los taburetes observando cómo él se desplazaba de un lugar a otro-. ¿No tienes frío?

Saca la cabeza del refrigerador- No -deja delante de ella un cartón de leche- ¿Cereal? -ella asiente. Abre los gabinetes superiores y le muestra la extensa variedad de ellos.

-Chocolate.

-Obvio.

-¿Obvio?

-Sí... -saca unos platillos hondos y los posiciona frente a ella, sobre la mesa. Vierte el cereal, la leche y le entrega una cuchara- siempre comes cereales de chocolate, o al menos esa es tu preferencia. Lo mismo con el café... ¿será que prefieres todo lo oscuro? -Pan levanta una ceja- ¿lo moreno? -Ahora, ella, sonríe- no soy demasiado moreno -se mira su propio cuerpo- ¿te gustó alguna vez Oob? -Cuando está a punto de tragar la primera cucharada, tose, casi con violencia, atragantándose. Trunks abre sus ojos en sorpresa- Pan ¿en serio?

Se limpia con el dorso de la mano, la leche que ha caído de su boca- ¡¿De qué estás hablando?!

Ahora Trunks sonríe- ¿Te gustó Oob? -afirma los codos sobe la mesa y se queda observándola a los ojos.

-¡¿Qué?! ¡No!

-Sí... no lo puedo creer... -como si nada, toma su plato y vierte los contenidos, se sienta y come indiferente a su mirada.

-¡No! ¡Noooooo! -se echa hacia atrás y lo mira comer.

-¿Cuándo fue eso? -se detiene y la observa con paciencia.

-¡¿Qué cosa?!

-¿Cuándo te había gustado Oob, Pan? -dice sincero con ojos pacíficos.

-¿Por qué crees eso? -recobra su compostura y sigue comiendo.

-Tu actitud... a veces eres tan niña, Pan -le sonríe con dulzura.

Pan pone los ojos en blanco- No lo sé, ya ni me acuerdo... -se encoje de hombros.

-No tiene nada de malo. Cuando somos más pequeños a todos nos pasa -sigue comiendo.

-¿A ti te pasó?

-Sí. ¿A qué edad fue lo de Oob?

-No fue, como dices tú. Quizás lo haya encontrado un poco atractivo, pero... era bastante pequeña. Él no fue relevante.

-¿Alguien lo fue cuando eras pequeña?

-Pues, en esos años recuerdo a uno.

-¿Quién era?

-Compañero de escuela. Lo encontraba guapísimo, me encantaba -sonríe-. Desafortunadamente, me rechazó al ver mi fuerza sobrehumana... no era la primera vez que ocurría -hizo una mueca.

-Se asustó -ella asiente- Es que eras tan impulsiva.

-¿Y tú?

-Cuando era pequeño la verdad, es que no. No le encontraba nada atractivo a las niñas. Solo soñaba y vivía para la lucha. No fue hasta mayorcito cuando comencé a sentir esa atracción por las chicas. Goten intentaba inducirme, pero lo mío en esos años era la tecnología.

-Claro, cómo no -dijo recordando a su tío-. Recuerdo a Pares, ¿ella fue la primera de Goten?

-Oficialmente hablando, sí.

-Ahhh oficialmente hablando... -Pan sonríe.

-Era guapa -habla recordando.

-¿Qué pasó con ella?

-Pues, no lo sé. Goten y ella terminaron, se dejaron de ver, se distanciaron y bueno, cada uno siguió con su vida -se encoge de hombros y termina de comer el cereal. Toma el plato y lo deja en el lavavajillas- Tienes hambre, ¿cierto? -Pan no contesta pero él no presta mayor importancia. De las alacenas y refrigerador comienza a sacar nuevos alimentos, hace huevos revueltos, tocino, jugo de naranja, café... hasta cuando ella habla nuevamente, lo sorprende.

-Eso nos podría pasar... -deja el cereal de lado, sin terminar.

Trunks voltea hacia ella- ¿Por qué dices eso?

-¿Eso podría ocurrir, no?

Trunks la contempla. ¿Podría ocurrir algo así? Pestañea varias veces sin dejar de observarla mientras ella le dedica una sonrisa nostálgica.

-¿Podría? -insiste.

-No -responde con decisión.

-Ya te ha pasado -afirma- ¿por qué sería diferente esta vez?

-Simple. Porque eres tú.

-No es suficiente, Trunks-vuelve a sonreír y suspira-. No soy tan especial.

-Sí, lo eres.

-¿Lo soy? -Silencio-. Ya me habían dicho lo especial que era.

-¿Thomas? -aprieta la mandíbula.

-Sí... y a pesar de saber que fue mi error, él n -Trunks la interrumpe.

-¡¿Thomas?! -Pan abre sus ojos- Esa mierda.

-Trunks, no.

-¿No qué?

-No lo insultes -frunce el ceño-. ¿Por qué siempre lo haces? Yo nunca he hablado mal de tus ex.

-Lo detesto.

-¿Por qué?

-Es una mala persona.

-¿Cómo puedes estar seguro de eso?

-Lo sé, solo lo sé.

-Trunks... -trata de acercarse a él, pero se detiene con la siguiente pregunta.

-¿Aun lo quieres? -Pan se extraña- Dime la verdad.

-Trunks, él es...

-Dime.

-Ha sido alguien importante en mi vida y.

-¿Siempre lo será? -finaliza por ella y Pan asiente- ¿Por qué? Ayúdame a entender... ¿Por qué aun lo recuerdas? ¡¿Por qué?! -golpea la mesa.

-Es simple -se acerca a él y apoya las manos en su pecho-. Porque lo quise y mucho, así como tú también has querido, así como tú también las recordaras.

-No -susurra.

-¿No?

-No, Pan. Jamás he querido, jamás amé a alguien como a ti -la toma por los hombros y la aprieta sin darse cuenta de su fuerza.

-Trunks -intenta abrazarlo pero no lo alcanza, él mantiene esa distancia aun con las manos sobre sus hombros-. Trunks.

-No.

-Trunks... -dice un poco más asustada. Ve que aprieta sus dientes y su agarre sobre ella se hace más fiero.

-Tú no entiendes -cierra sus ojos y de pronto la suelta. Se da la vuelta y, sin decir una palabra, camina de vuelta a la habitación golpeando con fuerza la puerta.

Pan se queda atónita, confundida y sigue de pie en medio de la cocina. Se vuelve a sentar y siente que el apetito se ha esfumado por completo. Luego de unos pocos minutos escucha el agua de la ducha. Cree que solo han sido celos, esos mismos que parece nunca haber superado si de Thomas se trata. Dispuesta a arreglar la situación y hacerle comprender que solo lo ha amado a él, se levanta y camina hacia el dormitorio, se quita toda prenda de encima y camina desnuda hacia el baño. Sigilosamente abre la puerta y entra, allí, bajo el denso vapor y el agua ve a Trunks de pie, con ojos cerrados dejando que el agua cubra su rostro. Despacio abre la puerta de vidrio que los separa, él se gira y la observa. Cuando ella da el primer paso para entrar, él la detiene.

-Ahora no.

Pan se sorprende y parece haber sentido que el corazón se le detuvo unos segundos-. Pero...

-Ahora no, Pan.

-Trunks, lo siento, ¿si? Yo no... -se desespera y no logra hablar.

-Bien -pero antes de terminar, ella mal interpreta su palabra y da el segundo paso para entrar a la ducha con él-. No.

-¿Trunks?

-Sale de aquí, ¿quieres? -ve que la angustia se apodera de su rostro níveo-. Por favor.

-Lo siento, lo siento, lo siento -empieza a chillar tratando de alcanzarlo, pero él nuevamente pone distancia sujetándola de las muñecas con fuerza.

-Vete... Pan, no. Vete.

-¿Por qué haces esto? -le pregunta con lágrimas en los ojos.

-¡Vete! -grita y la aprieta más fuerte empujándola fuera de la ducha. Pan casi tropieza y ve que de inmediato cierra la puerta que los divide y su figura se difuma con el vapor.

La pelinegra se siente humillada, vencida, enojada y triste al mismo tiempo. Sin demorar un segundo más, voltea y sale disparada. Al poco tiempo Trunks escucha que la puerta principal se cierra de golpe, suspira aliviado y enojado simultáneamente. La rabia lo domina y golpea la pared frente a él, destruyendo varios de los azulejos.

Pan sin mirar bien hacia la salida del edificio, se da cuenta que al primer paso hacia la calle está lloviendo, las gotas comienzan a cubrirla y mira hacia el cielo, sin aguantarse mucho más, las lágrimas brotan y se confunden con las gotas de lluvia. Camina por las calles sin observar a su alrededor, todos llevan paraguas y ella es la única solitaria chica quien no se protege. El agua fría la empapa y siente que no sabe qué hacer ni dónde ir.

Desolada, continúa su camino sin rumbo, se fija que los autos siguen su camino, otros se estacionan, se detienen, algunas personas pasan a su lado sonrientes, distraídos, preocupados pero nadie parece verla. Se detiene y mira a todo su alrededor. ¿Qué está pasando? Se pregunta. ¿Por qué debe sentir?

Sentir.

Se siente derrotada por la angustia y por el temor.

Y por primera vez se siente dependiente. Dependiente de Trunks.

-¡Pan! -aquella voz tan femenina y alegre la sorprende. Mira hacia su lado y la sonriente rubia la mira contenta. Ella no contesta y da pasos hacia atrás. No quiere verla, no quiere que la vea justo ahora- ¿Pan? -Los ojos alegres se transforman en preocupación- No, no... Pan -la sigue- ¿Estás bien? -sigue caminando tras ella pero no la alcanza, la Son comienza a correr sin mirar atrás. Llega hasta la esquina de la calle y no la divisa por ninguna parte, al verla desaparecer entre la gente, detiene su paso. Aun confundida saca su teléfono celular, equilibrando su cartera y paraguas con ambas manos. Lo sostiene entre sus manos y la busca entre sus contactos.

Trunks sale de la ducha, se viste solo con un pantalón, el primero que encuentra y se tiende sobre la cama. Sostiene la cabeza entre sus manos y cierra los ojos. Se queda así por largo tiempo, confundido consigo mismo de sus reacciones y emociones alborotadas.

De esas reacciones sobre limitadas con Pan.

Un sonido proveniente de la sala de estar lo desconcentra. Lo deja pasar pero el sonido no cesa. Se levanta y camina hacia el. El bolso de Pan aun permanece sobre uno de los sillones y es aquel teléfono móvil el que suena. Se queda de pie frente al sofá esperando a que deje de timbrar pero no lo hace. Lo abre y lo toma entre sus manos, en la pantalla brilla el nombre de Marron, lo silencia y lo tira sobre el bolso, pero aquel aparato, ahora, no deja de vibrar y lo está volviendo loco.

-¿Si? -contesta sin ánimos de nada.

-Pan, por fin... -suspira aliviada sin notar, aun, que la voz no es la perteneciente a la hija de Gohan- ¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste tan rápidamente? Yo solo quería saber qué sucedía, no parecías llevar muy buena cara... -espera una respuesta pero no llega- ¿Hola? ¿Pan? -Piensa que es la señal y mira su teléfono, vuelve a ponerlo sobre su oreja- ¿Hola?

-Lo siento -dice Trunks-, Pan no puede contestar.

-¿No? ¿Trunks? -lo reconoce.

-Sí.

-¿Pan está contigo?

-No.

Marron se extraña- Ehh... yo llamaba solamente para saber cómo está, pero bueno... Cuando la veas, ¿podrías decirle que me llame?

Aunque duda, le responde- Sí, por supuesto.

-Gracias. Adiós Trunks, cuídate. Nos vemos.

-Nos vemos- corta la llamada y respira agitado. Ahora se siente preocupado por Pan. ¿Por qué Marron la habrá llamado? Se pregunta. ¿Estaría bien? Recuerda lo que había escuchado de la rubia, que Pan no tenía buena cara- ¡Mierda!

Se siente abrumado y preocupado, se pregunta dónde podría estar. Siente la necesidad de ir hacia ella y hablar, aclarar que no la había rechazado por nada, era por sus propios impulsos y no por su culpa. Pero ¿querría verlo ahora? No. La conoce demasiado bien como para saber que ella lo rechazará por unos días, de seguro. Mas necesita saber si se encuentra bien o no.

Camina hacia su habitación y en el teléfono marca el número del departamento de Pan pero no le contesta, llama a la casa de Gohan y él le dice que no la visto en los últimos dos días, que seguramente está en su hogar. Marca la casa de Goku y contesta Chichi diciendo que no la ha visto y que Goku está en casa. Y por último llama a su hermana, preguntando casualmente para no despertar alarma, ella los conoce demasiado bien y puede presentir que están teniendo problemas una vez más.

Más enrabiado y aun con las ganas de ir hacia ella, se contiene. Se viste rápidamente y vuela a toda velocidad hacia la casa de sus padres. Entre el vuelo, las gotas de lluvia pegan con fuerza en su rostro y se siente más calmado, la lluvia siempre tenía el poder de dejarlo un poquito más en paz, pero esta vez no lo conseguía del todo. Aumentando su poder y su respiración, amplía el vuelo y casi al llegar a destino prefiere pasar, sobrevuela corporación cápsula y convirtiéndose en súper sayajin atraviesa el planeta por completo en menos tiempo del esperado. Cuando decide seguir el vuelo por segunda vez, desde su altura, divisa el cuerpo de su progenitor, quien mira hacia él. Se detiene abruptamente y desciende. Al llegar ve a su padre de pie, con los brazos cruzados, afuera de la cámara de gravedad.

-Papá -dice al momento en que sus pies tocan tierra.

-Cállate y entra -da la media vuelta y camina hacia la cámara, pero se detiene en el umbral al no sentirlo tras él, gira su cabeza y le grita- ¡¿Qué esperas?! ¡No tengo todo el día! -sigue sus pasos y sonríe de medio lado sin que su hijo lo note.

Pan, por su lado, luego de ver a Marron y sus ojos preocupados, alzó el vuelo sin que la gente la notara y antes de darse cuenta, sus pies tocaban las tierras de Monte Paoz. Allí, al sentir su garganta arder, gritó a todo pulmón, expulsando su rabia, frustración y lágrimas que se negaba a deja salir. Lloró descorazonada, desplomándose en el suelo, en medio de la lluvia.

Al sentir aquella calidez rodearla, abrió sus ojos.

-Pan -dijo con su típico tono de voz conciliador.

-Abuelito -se aferra a él como en el pasado, cuando tenía cuatro años de edad y no quería soltarse de él en ningún momento del día.

-Calma, Pan... calma -la abraza y se levanta con ella en brazos-. Vamos a casa, Chichi te preparará una rica sopa.

-No, no -se tensa.

-Pero estás empapada, te podrás resfriar.

-No abuelito, no... -dice en medio de las lágrimas que no cesan.

-¿Pero qué haremos? Tengo hambre -Goku habla con su siempre sonrisa, pensando que aquel comentario sacará una risita como usualmente pasa con su nieta, pero esta vez no lo logra. Ella sigue llorando tal niña en el pasado.

-Déjame aquí, no te preocupes, ve a comer -se suelta de él y, a débil paso, camina nuevamente sin rumbo.

-Pan... -habla con mayor preocupación y se pone a su lado, con su mano la detiene del hombro- ¿Vamos a pescar? -pregunta, sin saber cómo consolarla ni entendiendo qué le sucede.

-No.

-Tienes que cambiar tus ropas, ¿te llevo a casa?

-No, yo puedo sola.

-Pan... -le sonríe con amor- Ven -se agacha de espalda a ella-, sube.

-¿Qué? -mira la espalda de su abuelo frente a ella.

-Sube.

Su abuelo siempre tenía el poder de hacerla pensar en otras cosas, de sacarla de sus pensamientos en los peores momentos y alegrarle el día aunque fuera por un segundo. Con una sonrisa que no dejaba en paz a sus lágrimas, sube y se aferra a él.

-Sujétate bien -dice al alzar el vuelo.

Allí, aferrada a la protectora espalda de Goku, cierra sus ojos al sentir el frío y la lluvia pegar en su cara, ya empapada de lágrimas. Con el vuelo se siente más calmada y, tras varios suspiros, respira normalmente, dejando la tristeza difuminarse por un tiempo indeterminado. Cuando aterrizan, Pan se ve rodeada de naturaleza, y pese a la lluvia que odia, el paisaje es maravilloso. El río fluye a velocidad estrepitosa, los árboles se balancean de un lado a otro por el viento, las aves se refugian en sus nidos protegiendo sus huevos y pronto, se percata de una cueva en la montaña a pocos pasos de ellos.

-Ve a la cueva, buscaré leña y pescado -y antes de que ella pueda responder, Goku se zambulle al profundo río. Sin más alternativa camina hasta allá y, al hacerlo, se encuentra con un pequeño cachorro, que acurrucado en un rincón, no para de temblar.

Pan, intenta secar su cabello empapado y cara, para luego agacharse frente al diminuto perro. El animal, al sentirla, abre sus ojos y tiembla más, asustado-. No, no te asustes -le susurra. Estira su mano hacia él y huye espantado hacia el fondo del lugar-, no te haré daño -pero mientras más se acerca, el cachorro más se espanta. Se sienta en el suelo y cruza sus piernas, comienza a sentir frío y se abraza a sí misma. Se dedica a observar el animalito mientras llega su abuelo, y sin percatarse, se ha olvidado de Trunks. Se mantiene enfocada en el compañero de cueva y trata de adivinar su color de pelaje. Se pegunta si es negro o café, está cubierto de barro por lo que no logra distinguirlo. Suspira una vez más al notar que además está desnutrido, se le notan sus huesos y se lame una de sus patitas delanteras. Pan supone que debe estar herido y cuando intenta acercarse a él, su abuelo la sorprende.

-¿Qué haces? -Pan voltea de un salto al escucharlo, lo ve arrojar leña a un lado y del otro, un inmenso pescado rojo-. ¿Es un perro?

-Shh no hables tan fuerte, lo asustarás.

-Lo siento -se encoje de hombros.

Mientras Pan intenta una y otra vez tratar de acercarse al animalito, Goku enciende una fogata y cocina el alimento.

-No quiere venir... -se acerca al fuego para calentar su cuerpo.

-Déjalo, seguramente cuando huela el olor a comida se acercará. Toma -le entrega una cápsula.

-¿Qué? -ella extrañada lo mira en su mano- ¿Qué es?

-Ropa.

-Pero... ¿de dónde la has sacado, abuelo?

Goku sonríe y con su manos en su nuca, contesta- Fui hasta tu casa pero como no sabía que ropa debía traer, fui donde Videl, le pregunté si tenía ropas tuyas, pero me miró raro y no supe que responder y...

-¿Le dijiste a mamá?

-Pues... -ríe nervioso.

-¡Abuelo! -Rueda los ojos- ¿Qué le has dicho? Seguro estará preocupada...

-Se puso a gritar -hace un gesto de pánico-, apenas dije que estabas mojada y llorando en el bosque...

-¡¿Qué?!

-Bueno... le dije que estabas bien y conmigo, no sé por qué las mujeres gritan por cualquier cosa -rasca su barbilla pensando.

-Ay abuelo... ¿y fuiste donde Bulma?

-¡Ah sí! -Vuelve a recordar- Como no supe qué hacer, fui donde Bulma... siempre sabe qué hacer. Me dio la cápsula y dijo que allí tendrías un atuendo completo.

-Quizás qué contiene -mira con susto el pequeño objeto en su palma. Y de pronto, abre sus ojos en alarma. Repara en que ha sido ¡Bulma!- ¿Le has dicho algo?

-¿A quién? -pregunta distraído, volteando el pescado.

-A Bulma.

-Lo mismo que a Videl, solo que ella no gritó, no me miró raro, nada.

Dándose por vencida y ya menos preocupada por lo demás, decide cambiar sus ropas por unas secas- Abuelo -pide un tanto avergonzada.

-¿Si? -la mira a su lado.

-¿Podrías salir para cambiarme?

-¿Por qué? -frunce el ceño, confundido.

-Abuelo, me tengo que cambiar de ropa.

-¿Y?

Ella sorprendida, lo mira- ¿No pensarás que me cambie frente a ti?

-¿Por qué no?

-¡Abuelo! -sus mejillas se tiñen de rosa.

-Pan, cuando eras pequeña te he visto desnuda muchas veces y...

-¡Cuando era pequeña! -le grita.

-Bueno, bueno... -se levanta y camina hacia la salida, murmurando- Gohan, Goten y Trunks no tenían problema... ¿qué tiene de malo?

Y más pronto de lo pensado, la sonrisa brota en el rostro de Pan.

Más tarde, cuando el pescado ya está listo, ambos se sientan en el suelo y comen en silencio, pero los pasitos del cachorro acercarse hacen que ambos miran en aquella dirección.

-Es pequeño -comenta Goku.

Tímidamente el perro se acerca, cauteloso los observa y da un paso cada cinco segundos, asegurándose que nada malo le harán. Mira primero a Pan y luego a Goku, vuelve a caminar agachando su cabeza y moviendo su cola ligeramente de lado a lado hasta llegar donde el guerrero. El sayajin sonríe y sin moverse, deja que el animal se siga acercando, al llegar a sus piernas, se sube en ellas y se acurruca. Pan sonríe enternecida mientras su abuelo lo alimenta.

-¿Estás mejor? -la pregunta la saca de contexto y parpadea hacia él.

-Sí.

-¿Qué haremos con el perrito? -mira hacia su regazo.

-Llévatelo.

-¡¿Qué?! ¡No! Chichi me mataría. Podrías llevártelo tú, no podemos dejarlo aquí.

-Ni siquiera se acerca a mí.

Goku termina de comer, se limpia las manos sobre su ropa, toma al perro y lo deja en el regazo de Pan- ¿Ves? -Los dos miran al cachorro acurrucarse y lamer la mano de ella.

-¿Será buena idea? -duda.

-Siempre es buena idea. Sólo necesita un buen baño, mucha comida y cariño.

Pan sonríe, sabe que tiene razón, ya había olvidado lo que era estar rodeada de animales. Recordaba que de pequeña, su padre decía lo mismo, ambos eran tan parecidos.

Aquel día, al finalizar, Pan y el cachorro en el departamento se miran uno al otro; ella enternecida y él asustado. Sin darse cuenta, los dos se entretienen, ella se distrae con el perrito mientras le da un baño y nota en las malas condiciones que está- Mañana iremos al veterinario ¿sí? -le habla y el cachorro menea su cola en respuesta.

En la noche Pan duerme junto al nuevo integrante y al abrazarlo junto a ella en la cama, nota la ausencia de alguien más. Llora, esta vez despacio, el perro negro la mira, se acerca a su rostro y lame una de sus mejillas- Lo extraño -susurra. El can se acerca más y se acurruca en su cuello, acariciando con su nariz el rostro de su nueva dueña.

Han pasado los días y Bulma, como cada domingo del último mes, se pregunta por qué Trunks no se ha aparecido a comer, a visitarlos, a saludar. Ni un solo día, se dice, y para más remate Vegeta se lo pasa entrenando en ese cacharro con gravedad. Mira a su hombre entrar por la cocina y tras él a su hijo.

-¿Qué haces aquí? ¿Y qué le hiciste a Pan? -dice con voz dura, enfadada.

-Gracias por recibirme tan gratamente, mamá -le habla con ironía.

Trunks recién entraba a la cocina tras Vegeta. Apenas la divisó bebiendo una taza de café y leyendo una de sus revistas, ella le habló.

-Trunks, ya ni siquiera me vienes a saludar, ¿saber cómo está tu madre? -le pregunta. Y pronto recuerda-. Te has peleado con Pan -afirma- ¿Qué has hecho otra vez con ella?

-¿Yo? No le hecho nada, ¿Por qué cada vez que algo sucede me echan la culpa a mí?

-Por estúpido -murmura Vegeta que, ahora, se encuentra sentado en su usual silla, comiendo la cena.

-Hijo -se suaviza, se levanta y camina hacia él. Lo besa en la mejilla y acaricia sus cabellos revueltos y mojados-, tienes razón, pero es que la otra vez llegó Goku aquí pidiendo ropas para ella, que había estado llorando, que estaba sola en el bosque toda empapada... y algo de Videl, no sé muy bien qué.

Trunks suspira y mira a su madre- Ya se le quitará -.Pasa a su lado y se sirve un plato de comida, sentándose al frente de su padre.

-Últimamente, cuando hablas de Pan, te refieres a ella como si fuera una niña. Ya se le pasará, ¿acaso le dio una rabieta?

-¿Qué? No.

-¿Entonces?

-Mamá -dijo molesto-, déjalo ¿quieres?

-Pero es... -Trunks lo corta.

-¡Ya no tengo hambre! -arroja la servilleta sobre la mesa y se levanta.

-¡Trunks! -dice Bulma

-Bulma... -Vegeta advierte con voz ronca.

-¿Qué? -le responde a su hombre.

-Basta.

-Trunks no puede dirigirse de ese modo, Vegeta. ¿Acaso no sabe qué son los modales? Bueno... soy yo la que siempre les enseñó eso, ¿no? Tú nunca te preocup...

-Se ha ido.

-¿Qué? -Bulma mira a su alrededor y es cierto, Trunks se ha ido.

Trunks al regresar a casa se pregunta por qué Pan tiene que andar divulgando sus problemas con todos. ¿Es que no puede quedarse callada? Al final siempre se entera todo el mundo. Primero Marron, después Goku y ahora mi madre... ¿sabrá Videl también? Se queja en medio del vuelo. Los únicos que me faltan son Goten y Gohan. ¿Por qué hace eso? ¿Por qué mejor no lo habla personalmente conmigo? Odio que haga eso. Tiene que comenzar a controlar esos impulsos tan infantiles que tiene. Ya no estamos en la secundaria, por dios. ¡Tengo treinta y seis años, ya no estoy para esto!Frustrado, abre la ventana corrediza de su departamento y entra. Camina hasta su dormitorio y se recuesta sobre la cama. ¿A quién quiero engañar? El problema también soy yo.

En aquel instante recuerda la discusión de aquella mañana. El que sólo saliera el nombre de Thomas por su boca se descontrolaba. ¿Por qué?... no lo soporto. Siempre sentía la urgencia de apoderarse de ella, que nadie más la tuviera, que la poseyera. ¿Acaso ese es el motivo? ¿Que la tuviera entes que yo? No... ¿o sí? Con el paso del tiempo notaba que cada vez era más insoportable aquella urgencia, tenerla junto a él y sólo para él. ¿Me estoy volviendo loco? Mira el techo. Y lo peor de todo, cuando Pan me nota así, se distancia, me aleja... a excepción de ese hoy, ese día fui yo. Ahora que lo pienso bien, ha sido una sola vez... ¿Y las varias veces que ella lo hecho conmigo? No he dicho nada, no me he enojado... ¿se asustará de mí?

Cierra sus ojos y cuando comienza a quedarse dormido, las imágenes de los últimos sueños pasan por su cabeza una vez más;

Pan bajo su cuerpo, sonrojada, gimiendo, suspirando, rasguñando su espalda.

Pan besando su cuerpo, moviéndose contra él, llegando al límite, perdiendo el aire, cerrando sus ojos.

Pan luchando por oxigeno, perdiendo fuerzas, perdiendo la vida.

Las manos sobre su cuello... sus propias manos.

-¡NO! -Agitado abre sus ojos y vuelve a la realidad. Pasmado de sus propios pensamientos, se queda quieto, asustado de sí mismo.

Lleva días pensando lo mismo, de su relación con Pan, de lo mal que han hecho las cosas, de lo dificultoso que es estar separado de ella, pero de lo horrendo de sus pensamientos para con ella. Lo complejo que se ha vuelto pensar y estar a su lado sin dañarla, sin... Se levanta, mira su teléfono móvil y se da cuenta de los muchos días que no la ha visto. Busca su número y marca.

-Pan.

-Hola.

-Necesito...

-Lo sé -lo interrumpe.

-¿Puedo ir a verte? ¿Hablar?

-Sí.

-¿Ahora?

-Sí.

-Ok, gracias.

-Claro, nos vemos -y sin esperar respuesta, corta.

Trunks al llegar toca la puerta y al primero, ella abre. Envueltos en una extraña situación, ella lo saluda de palabra y se aleja, sin contacto alguno. Al dar el primer paso una bola de pelo negra se acerca él, a sus pies y ladra agudamente.

-¿Tienes mascota? ¿De cuándo?

-Como un mes -ella se agacha hasta tomar al perro en sus brazos y lo calma, él aun gruñendo hacia Trunks, mira a su dueña. El tema ajeno a ellos, parece aliviar el ambiente.

-Creo que no le caigo muy bien.

-No es eso, sólo que no está acostumbrado a las nuevas visitas -Trunks alza una ceja al escuchar nuevas visitas.

-Siéntate. ¿Quieres algo de beber?

-No gracias. ¿Y a quién sí está acostumbrado?

-A mi abuelo, definitivamente -le sonríe hacia la mascota.

-¿Goku? -Pan asiente, llevándose a la bola de pelos a la cocina.

Al volver, ella comienza- ¿Cómo has estado?

-No vine a hablar de eso.

-Ok.

-Pan, he estado pensando mucho acerca de todo esto -Ella mantuvo el silencio, escuchando pacientemente, sentada en el mismo sillón que él, pero del extremo opuesto-. ¿Tú?

-Trunks, yo... -suspira, se pone de pie y queda frente a él- yo nunca he querido que esto pase, no he querido hacerte daño, pero la última vez... fue... -silencio, lo mira a los ojos- humillante.

-Lo sé, lo sé y perdóname -se levanta y trata de alcanzarla pero Pan lo detiene.

-¿Sabes qué? -Sonríe con nostalgia- Creí que iba a ser yo la primera en joder todo esto.

-No, Pan... yo...

-Esa mañana, no sabía cómo quedarme ahí, yo sólo me vestí y corrí... no podía, no...

-Lo siento, lo siento, lo siento.

Los dos se miran y ambos dudan de las decisiones individuales que ya han tomado con anterioridad.

-No me puedo sacar de la cabeza las cosas que han pasado, Trunks. Esa mañana, no ha sido la primera. Y nosotros, ya no conversamos de lo que nos sucede y lo sabes.

-Eso es que estamos haciendo.

-Es la primera vez después de todo este tiempo. Y cuando hablamos, lo hacemos pero a la vez no. No me dice qué pasa por tu cabeza.

-Tú tampoco.

-Lo sé.

Trunks se pasea de un lado a otro- No quiero admitirlo, pero tienes razón. Hemos cambiado, no sé si para bien o para mal, pero lo hemos hecho.

-No quiero mentirte, pero la verdad es que siento que me has estado escondiendo cosas.

Ella se acerca un poco y se miran a los ojos. Pan logra ver la decisión, está escondida detrás de esos ojos azules. El final, está allí. Sus ojos le dicen las palabras que no puede decir, que se niega a decir.

-Dime ¿ya has tomado una decisión? -él pregunta.

-No es necesario, tú ya lo has hecho por mí -agacha su mirada y se dirige a la puerta para despedirlo.

-¡Es que esto no es lo que yo esperaba! -grita y la detiene de un hombro.

-Quieres decir, que esto -apunta a ella y hacia él-, ¿no es lo que tú esperabas? Todo, ¿no es lo que tú esperabas?

-Yo no he dicho eso. ¿Es lo que tú crees?

-¿Y si esto es todo, Trunks?

-¿Qué dices?

-Pues, ¡no sé!

-Entonces, ¿Qué es lo que quieres? ¡¿Qué?! -La agarra de los hombros y comienza a sacudirla- ¡Estoy harto de tratar de adivinarlo! -Pan solo lo mira atónita- Yo sé lo que quiero, lo tengo delante de mí ahora mismo... ¿Tú sabes lo que quieres? -Le da unos segundos para responder, pero al no hacerlo, continúa- Porque es mejor que me lo digas ahora si no soy yo.

-¿O qué? ¿Te vas a ir?

-¿Quieres que me vaya? -la suelta y da unos pasos hacia atrás.

-Si lo quieres, no me pongas como excusa.

-¡Pues bien! ¡Si quieres que me vaya, lo haré!

-¡Ándate! ¡Eso es lo que quieres!

Trunks enojado y frustrado en demasía, prefiere dar la vuelta y caminar hacia la puerta antes de hacer una locura, sin saber que ya es demasiado tarde- ¡Todo esto es una mierda y lo sabes!

-¡No me hables así! -le grita desde su misma posición, sin ir tras él o echarse atrás.

-¡Vete al infierno! -exclama. Se vuelve hacia ella y la besa con fuerza. La obliga y ella trata de zafarse, pero le es imposible. Lo empuja con sus manos, ladea la cara y aun así él logra controlarla y llevarla hacia la pared más cercana.

-¡Suel...ta...me! -la falta de aire le impide hablar. Sus manos la rodean por el cuello y al alzar sus ojos, se fija que el color de Trunks ha cambiado, ya no son azules, son turquesas y parece haber pedido la conciencia.

Sin saberlo, Trunks, se encuentra dominado por sus instintos más primitivos y con cada vez más fuerza la sigue sujetando por el cuello. Ella patalea al sentir que sus pies ya no tocan el suelo, con sus manos trata de quitar el agarre y de pronto, el pequeño perro aparece, mordiendo uno de los tobillos del guerrero, pero de una patada sale arrastrándose por el suelo hasta llegar a la otra pared. Él vuelve sus ojos a ella y ve el terror en ellos. Pestañea una vez y la suelta por completo. Se aleja a pasos agigantados de ella y su expresión cambia de enojo a sorpresa e incredulidad por sus propios actos. Respira agitadamente una y otra vez sin comprender lo que ha hecho. Sin entender lo que acaba de hacer.

Pan tose, se toma del cuello y coge todo el aire que es posible en sus pulmones. Una vez que encuentra calma, mira a Trunks que tiene su rostro desfigurado. Se levanta y camina hacia él, pero la detiene.

-¡No! ¡No te acerques a mí! -dice en pánico.

-Trunks, tú... -se sigue acercando.

-¡No sé que me pasó! -niega con la cabeza y de pronto mira hacia un lado. El pequeño cachorro se queja aun tendido en el suelo sin moverse. Pan mira en esa dirección también y corre hacia él- ¡Oh dios, lo mate!

-No, hay que llevarlo con el veterinario. ¡Ahora! -mira que su cachorro apenas respira y se queja al hacerlo.

-Lo siento -susurra, le quita el animal de las manos-. Espérame aquí, prometo traerlo de vuelta sano.

-Pero...

-¡Espérame! -sale disparado con el animal en brazos y vuela convirtiéndose en súper sayajin.

Una hora después, Trunks vuelve como es prometido, sólo que esta vez el perro está plácidamente dormido en sus brazos. Pan se acerca y lo examina- ¿Qué has hecho?

-Lo sé, lo siento, no sé qué me pasó -dice entregándole su mascota.

-No, Trunks. ¿Cómo has podido sanarlo tan rápido?

-Dende -Pan lo comprende de inmediato, se lleva al animal y lo deja sobre su cama, al volver Trunks está sentado, apoyando sus codos sobre sus rodillas y con las manos cubriendo su rostro.

-¿Qué nos está pasando? -Le pregunta cuando se arrodilla frente a él.

-No lo sé -responde Trunks.

Lo mira a los ojos-. Está bien -lo tranquilizada al verlo un tanto agobiado-, todo está bien.

-Lo siento mucho, Pan.

-Shh... está bien, Trunks.

-Yo sólo... -se quiebra por un segundo y se repone en el siguiente- quiero que te cuides, mucho, ¿está bien?

Al escucharlo, se descoloca- ¿Cómo?

-Quiero que te cuides, quiero que... comas cuando corresponda -le sonríe con pesar- que estudies mucho, que entrenes con cuidado.

Pan, recién ahí, lo comprende-¿Nos seguiremos viendo? -pregunta a pesar del nudo en la garganta, esperanzada.

-Creo que por un tiempo no deberíamos, ¿no crees? No quiero interferir en tu vida, pese a que nuestras familias son cercanas, deberíamos evitarnos un tiempo-. Pan fue sólo capaz de asentir, frunciendo sus labios para evitar llorar-. Esto lo necesitamos, lo necesito.

-Trunks, quizás estamos equivocados -en aquel momento, Pan, se arrepiente de la decisión tomada.

-Pan, no puedo... -dijo ahora con lágrimas en los ojos- Lo he intentado, créeme, pero no soy bueno para ti. Si sigo así, no sé si...

-¿Qué?

-No puedo... no puedo hacerte daño, Pan.

-¡No lo haces!

-¡Sí lo hago! ¡Mírate! -apunta su cuello aun marcado en rojo.

-¡¿No soy lo suficientemente fuerte para ti?! ¡Puedo entrenar más y...

-¡No es eso!

-¡¿Entonces qué, Trunks?! Por favor... -ruega mientras las gotas saladas se deslizan por sus mejillas sin darse cuenta- No me hagas esto.

-Prometí nunca hacerte daño y lo he hecho -dice también llorando, mirando las marcas que ha dejado con sus manos-, y no puedo seguir así contigo... menos contigo -.Se acerca a ella, con su dedo pulgar quita los rastros de lágrimas y luego la abraza.

Dos corazones se unen y lloran de tristeza al compás.

Besa su frente y la suelta- Te quiero, Pan.

-Trunks, no... -dice, pero él arranca por uno de sus balcones y ella no es capaz de seguirlo.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top