"Regalos y sorpresas"

SENTIR

Capítulo 15: "Regalos y sorpresas"

- Bueno días señor. -dijo un chico de mediana edad vestido con una chaqueta amarilla. -busco a la señorita Pan Son. -miró una planilla que sostenía en su mano izquierda mientras la derecha sostenía un lápiz.

- Si, aquí vive.

- Firme esto por favor. -le entregó lo que sostenía en sus manos. Gohan lo firmó y se lo entregó de vuelta. El chico se hizo a un lado de la puerta y apareció otra vez para, ahora, sorprender a Gohan con lo que le entregaba.

- Papá... ¿quién.... ? -decía Pan a medida que se acercó a la puerta y abrió sus ojos en sorpresa.

Continuará...

- Creo que son tuyas. -tomó la gran caja blanca y se la entregó a su hija.

- Hasta luego señor que tenga un buen día. -el chico se despidió y se fue en su camioneta blanca.

- ¿No lo abrirás?... parece ser un regalo. -dijo lo más obvio, ella rodó los ojos y tomó la caja blanca con una cinta plateada, la dejó sobre una mesa y desató la cinta con cuidado. Cuando lo abrió hasta sus ojos demostraron alegría. Gohan por el contrario, frunció el ceño cuando vio el contenido. Ya podía imaginar quien lo había enviado, pero su semblante cambió cuando observó el rostro de su hija, sonrió a escondidas al verla, su cara era máxima expresión de regocijo. Era como cuando él le prometía que irían a entrenar cuando era pequeña, o cuando se avecinaba un torneo de artes marciales y ella gritaba de la emoción. Esa era su cara, pero lo diferente esta vez era que aquel rostro de felicidad no era por él sino por el otro hombre, aquel hombre que sentía que se la robaba día tras día, Trunks.

Pan miraba maravillada el interior de la caja. En ella, rosas rojas ordenadas en forma milimétrica mientras el aroma a flores llenaba la habitación. Antes de poder coger una, notó un sobre, también plateado con su nombre en el exterior. Lo tomó y abrió, allí había una nota escrita a puño y letra de él.

"Mi amor, mi Pan:

Un día como hoy, hace seis meses te pedí ser mi novia. Desde ese momento mi vida cambió y mi corazón se llenó de amor gracias a ti. Te he conocido desde el día de tu nacimiento, pero poco a poco he ido conociéndote siendo una mujer excepcional, bella, encantadora y hermosa, y por sobretodo diferente y única a las demás.

A pesar de todas las dificultades y adversidades por las que hemos pasado no me arrepiento de ninguna de ellas, pues todo aquello me llevó a ti.
Conocerte, quererte, amarte, desearte y cuidarte son cosas que están presentes en mí todos los días.
Desearía poder expresar en palabras todo lo que siento por ti, pero todo parece poco para explicar lo que hay en mi corazón. Sólo puedo decir un te amo, tratando de explicar todo lo que siento.
Espero que nuestro amor se haga más grande y duradero a través del tiempo.
Te amo.

P.D: Espero que no te hayas metido en problemas por haber quedado conmigo anoche. De ser así, hablaré con tu padre. Nos vemos esta tarde, pequeña.

Trunks.-"

Pan seguía mirando la carta entre sus manos. Más de alguna vez le habían regalado flores, siempre le pareció un gesto hermoso regalar algo así, pero jamás había sentido lo que su corazón estaba sintiendo en esos instantes. No era típica chica que rogaba a los cielos por regalos como éste, que su novio demostrara frente a todos su amor... No, eso estaba claro, ella era diferente a la mayoría pero ¿cómo no quedar completamente embobada con un regalo sorpresa como aquel? Habían pasado la noche juntos y él no había mencionado ni una sola palabra. ¿Cumplían 6 meses ya? ¿Tan rápido pasaba el tiempo? ¿Cómo podía ser tan despistada para olvidar algo así? Pero ahora que lo pensaba... no habían dicho y hecho nada los meses anteriores. ¿Esto era una especie de aniversario? Pero esos se celebran cada año ¿no? -¿Tendré que regalarle algo también? -sus pensamientos fueron interrumpidos por el carraspeo de su padre a su lado.

- ¿Me oíste? -preguntó Gohan.

- ¿Cómo? -lo miró fijo.

- Parece que no... -murmuró. -... ¿quieres que te lleve? -miró su reloj otra vez. -ya son las 07.43am.

- ¡Ah! ehh... ¡si! -dijo muy emocionada. -pero... -miró la caja con rosas.

- Yo las dejo en agua. Apúrate antes de que llegues atrasada. -Videl le sonrió. Pan asintió y corriendo buscó su bolso, algunos libros y su abrigo. Llegó junto a Gohan y ambos partieron rumbo a la cuidad a súper velocidad en el automóvil del hijo mayor de Goku.

- Hija... -miró a su costado.

- ¿Mmm?

- Eres feliz ¿no?

Pan frunció el ceño por sólo un segundo, luego dándose cuenta a qué se refería a su padre le sonrió con cariño, desató su cinturón de seguridad, se acercó a él y lo besó en la mejilla. -sip... y gran parte es gracias a ti.

Esta vez Gohan sonrió con sinceridad y amor -me alegro mucho -Pan abrió la puerta para salir, pero se detuvo cuando le volvió a hablar -que tengas un buen día, hija. -alzó una mano y revolvió su cabello como cuando era una pequeña. -Te quiero, mi niña.

- Yo también te quiero, papi. -besó otra vez su mejilla y salió del automóvil para ir a su campus universitario. Caminó hasta llegar al frontis y dio la vuelta, allí todavía estaba el auto de su padre observándola con un rostro nostálgico. Le hizo una seña de manos y Gohan se fue.

Últimamente su padre estaba más sentimental que nunca, ¿era por ella o qué? Realmente no podría saberlo con exactitud puesto que la relación con Gohan, si bien era excelente cuando se trataba de cariño, amor y dedicación de padre a hija, siempre habían tenido una especie de problemas cuando se trataba de transmitir todo ese inmenso cariño que ambos se tenían. Pan tenía una mezcla de caracteres de su familia, pero la que más predominaba a diario era la de su padre. Siempre era hermética en cuanto a sentimientos, eso no quería decir que era fría, pero si reacia a los sentimientos a flor de piel. Con el paso de los años Gohan había adoptado más la actitud de Videl que era más extrovertida y relajada en aquellos aspectos. Ella también, estaba aprendiendo día a día a ser más cariñosa con la gente que le importaba, gracias principalmente a su abuelito Goku con quien no había ninguna de esas trabas. Con él siempre era fácil, sus emociones salían sin proponérselo, siempre había un te quiero o un abrazo sin importar las circunstancias. Con Goku todo siempre parecía tan cómodo conversar, abrazar, reír... era como si tuviera un aura alrededor que irradiaba paz, felicidad y por sobretodo protección. También estaban en esa lista su madre, su abuela, Bra y Goten quienes siempre tenían un beso o abrazo apretado para sus cumpleaños o cuando pasaban varios días sin verla. Les era tan fácil ser de ese modo, aunque era muy propio de ellos. Y por último y el más reciente... su Trunks. Con él aprendía día a día a ser más mujer, a sentirse como una, a pensar como una, y actuar como tal. Él hacia que aflorara su lado más femenino, a ser sexy, a ser cautivadora y coqueta, aunque también a ser potencialmente amenazadora pues habían instantes en que no soportaba su arrogancia, su machismo y a veces su autoritarismo para con ella, podía ser sin intención, pero siempre inconcientemente trataba de dominarla... sobretodo en el ámbito sexual. Sabía que no era la mejor amante del mundo y quizás no la mejor que alguna vez tuvo Trunks, pero cuando trataba, débilmente, ser más dominante él de alguna manera retorcía la situación y la balanza siempre se inclinaba hacia él. Estaba segura que era por su naturaleza sayajin pero también estaba la gran influencia humana allí, el hecho de ser presidente de una de las empresas más importantes del país y quizás del mundo entero no lo hacían tener un carácter pasivo sino por el contrario, le gustaba mandar en todo y a todos, de un modo pasivo, casi tímido, pero ahí estaba presente de igual modo. También era una certeza que día a día él se controlaba con ella, todos sabían de su carácter explosivo y a veces mal humorado-. quizás por eso tiene ese carácter de dominación conmigo. -pensaba al seguir su camino hasta el aula de su primera clase del día. Pues sí, gran parte de eso era aquel pensamiento. Era como un juego inconciente de dominación al otro, Pan de por sí tenía un carácter difícil de manejar, de pequeña Gohan debía tener mano dura con ella en cuanto a castigos por travesuras o desacatos en la primaria con los profesores. De no ser así Pan podría haber sido una chica rebelde.

Gran parte de su adolescencia había tenido dificultades para encontrar novios debido a aquello. A los hombres les intimidaba o simplemente no les gustaba que ella fuera dominante y más fuerte que ellos, siendo absolutamente fastidioso. Quizás por eso los pocos romances en su vida siempre eran con chicos de la alta sociedad, adinerados y con buenos cargos a cuestas, pues ellos tenían más carácter, más ego, más dominio y realmente se la podían con ella. Ese fue el caso de Thomas, parecía ser un chico tranquilo pero cuando de dominación se trababa era impecable... no así con sus padres que hacían y deshacían con él. Hasta llegar a Trunks que también poseía esos rasgos característicos que involuntariamente Pan se buscaba. Era ese alguien que la mantenía conectada a tierra, que podía y quería dominarla, que era más fuerte que ella, no sólo en el aspecto físico sino también emocional y espiritual.

- ¿Qué piensas tanto? -le dijo al oído. Pan dio un salto de susto.

- ¡Kenny! Por dios, me asustaste- llevó la mano en su pecho.

- Lo siento- sonrió. -pero llevo un buen rato persiguiéndote por los pasillos y no parecías escucharme. Así que... ¿qué o mejor dicho quién mantiene tu mente tan ocupada?

- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar camino a tu clase? -desechó deliberadamente la anterior pregunta.

- Pues si, pero estaba esperándote- ella alzó una ceja.

- ¿Esperándome? Kenny... tus bromas ya comienzan a ser...

- ¡Huy! Que perseguida señorita Son -la fastidió con una sonrisa molesta- sólo venía a entregarte tu libro. -quitó la mochila de su hombro y sacó el libro para entregárselo-. veo que tu imaginación va más allá de lo real ¿uh? No te creas todo lo que dicen. -Pan frunció el ceño pero de igual modo había una sonrisa en su rostro- ya pasó nuestra etapa de... ¿cómo decirlo? -puso su mano bajo su mentón en forma dramática- ¿coqueteo?... si es que se puede llamar así... -murmuró- como sea. Sólo estoy como buen amigo entregándote lo que es tuyo, nada más. Ahora... -hizo una pausa y la miró en forma detenida- si quieres algo conmigo... lo siento, ya es muy tarde.

Pan rió con ganas- ¿si? ¿por qué?

- Pues verás... debido a que una chica que ingreso este año a ésta universidad, no tomó en cuenta ninguno de mis intentos con ella, la tuve que olvidar. Creo que no soy lo suficientemente atractivo o adinerado como para...

- Kenny. -dijo con seriedad.

- Es broma, preciosa.-recalcó la última palabra sabiendo muy bien cuanto le fastidiaba- ¿por qué siempre tan mañosa?

- ¡Ugh! Siempre tan...

- ¡Kenny! -Pan escuchó el grito a la izquierda, se volteo a mirar y vio una chica en el otro pasillo con la mano en la cadera y con una sonrisa simpática-. se hace tarde.

- ¡Voy! -le contestó- el deber llama. -le dijo a Pan- ¿nos vemos al almuerzo?

- Así que... -indicó con sus ojos a la chica que esperaba a su amigo.

Él se encogió de hombros- luego charlamos. -se fue caminando a paso rápido, pero antes se giró y le gritó- ¡saludos a Trunks!

- Pero si ni siquiera lo conoces. -respondió en voz alta.

- Eso es lo que crees... -rió con ganas al salir corriendo por el pasillo hasta encontrarse con la chica y tomarla de la mano para irse.

Pan más extrañada aún, afirmó el libro contra su pecho y caminó rumbo a su sala pensando en cómo Kenny podía conocer a Trunks o si era posible siquiera que lo conociera.

...

- Ese maldito test sorpresa... ¡me fue horrible! -decía Sally.

- Déjate de hablar de ese test ¿quieres? Tenemos un rico almuerzo justo en frente de nuestras narices y haces que se me quite el apetito. -Naomi ya fastidiada tomó un sorbo de bebida.

- Uhh por dios ¿qué son esos ánimos? -Kenny llegó junto a Hotaka a la mesa y ese sentaron junto a las tres chicas.

- Tuvimos un test sorpresa. -murmuró Pan comiendo un bocado de su comida.

- ¿Con el profesor lindo? -preguntó Hotaka.

- No, ojala hubiese sido así. -respondió Naomi- fue con el profesor Satou.

- Ahh con razón... pues les aseguro que no habrán calificaciones sobresalientes. -aseguró Hotaka.

- Naomi -Kenny la llamó- ¿sigues obsesionada con el profesor Antoni?

- ¡Pff! ¿Obsesionada? Esa palabra queda corta... -dijo Sally que junto a Pan rieron.

- ¡Hey! No se rían. Miren que ustedes dos no salen de esa lista. -miró a Sally- tú con Masato, que por cierto ayer pregunto por ti.

- ¿En serio? -habló emocionada.

- y tú con el señor Brief. -le dijo a Pan.

- Señor Brief... -murmuró Hotaka- ¿estas saliendo con ese abuelo? -le preguntó a Pan.

- No es abuelo. -dijo indignada.

- ¡O sea que es cierto! -dijo Sally con una sonrisa.

Kenny rió a carcajadas- creo que Hotaka se refería al abuelo de Trunks ¿no? -el amigo asintió- pues has salido pillada, Pan.

- No... yo no dije que... -trataba de defenderse, pero un chico vestido con una chaqueta roja se acercó a la mesa.

- ¿Alguna de ustedes es la señorita Pan Son? -miró a las tres chicas.

- Yo... -dijo insegura.

- Por fin... -murmuró el chico- llevó una hora tratando de ubicarla... -negó con la cabeza y sacó de un bolso una caja roja con un lazo blanco de tamaño medio. Se lo entregó a la pelinegra y le pidió una firma en una hoja de entrega- eso es todo. Que tenga un buen día.

Nadie del grupo le presto atención al chico cuando se fue, todos miraron a Pan expectante a que abriera la caja pero ella solo la guardó en su bolso.

- Nooo, no seas tan aburrida. ¡Ábrela! -dijo la rubia.

- ¿De quién es? -preguntó Sally.

- Apuesto que... -Kenny fue interrumpido por Pan.

- ¡Shh! tú no te metas. -le dijo Pan.

- ¡Ábrela!... ábrela, ábrela, ábrela, ábrela, ábrela, ábrela...

- Ya, ¡ya! -rodó los ojos al ver a Naomi siendo tan infantil y testaruda a veces.

Pan desató la cinta blanca y abrió la caja, allí había una nueva nota, esta vez más pequeña que el de la mañana junto a las rosas.

"Uno de los amores más sinceros es el amor a la comida... espero que el amor hacia a mí también lo sea".

P.D: Te recogeré a la salida de tu internado.

Trunks.-

- Ahhh -las chicas suspiraron y los hombres rodaron los ojos. Los cuatro habían estado leyendo a su espalda. Pan de inmediato cerró la pequeña carta y la escondió en su bolsillo un tanto avergonzada.

- Esto lo confirma... -comentó Kenny volviendo a su asiento.

Ella sin escuchar los comentarios, apartó unas hojas semitransparentes y logró ver una diversidad de bombones de chocolates. Sonriendo tomó uno entre sus dedos y se lo llevó la boca. Siendo amable, como siempre, les ofreció a las chicas que gustosas aceptaron uno mientras que los caballeros declinaron su ofrecimiento.

- ¿Quién se iba a imaginar que el señor Brief podía ser tan cursi? -Hotako sonrió a Pan quien le mostró una molesta mirada.

- Hablando de cursi... -dijo Naomi al ver a la chica de Kenny acercarse a la mesa.

- Hola. -susurró ella cuando besó la mejilla de él.

- Hola linda. ¿Cómo te fue? -le hizo un gesto para que se sentara a su lado.

- Bien, no estuvo tan difícil. -miró a los demás y los saludó cordialmente, luego se centró en Pan.

- Ah... Pan ella es Nicky, Nicky ella es Pan. -las presentó.

- Un gusto conocerte Pan. -extendió su mano y la pelinegra la estrechó con una sonrisa.

La sayajin la miró por unos segundos viendo su exótico pero bello rostro. Era de cabello marron oscuro, largo y con ondas que caían libremente por su espalda y hombros, sus ojos eran grandes de color miel y sus labios eran rojos y gruesos. Y cuando la escuchó hablar notó que su asentó era distinto. -¿Eres de por aquí?

- No, -sonrió- Llegué hace un año, soy de Brasil. -Pan asintió.

La conversación siguió a medida que el almuerzo seguía avanzando. Al parecer Kenny si estaba interesado en ella y la chica latina en él. Se veían bastante coquetos cuando conversaban, se miraban o se rozaban las manos. Sonrió cuando por un segundo Kenny la observó y le guiño un ojo para luego seguir su coqueteo hacia Nicky. Se veía contento y eso a Pan le agradaba.

...

- Hola.

- Hola.

- ¿Cómo ha estado tu día?

- Excelente.

- ¿Te gustaron mis regalos?

- Me encantaron... fueron muy lindos, Trunks.

- Me alegro... -hizo una pausa- Pan, ¿dónde estas?

- En el centro ¿por?

- Te estoy esperando, dije que iba a recogerte a la salida de tu internado.

- Uh, lo siento. -miró su reloj- se me hizo tarde. Lo que pasa es que mañana necesito llevar unos materiales para una clase y pedí permiso para retirarme antes del centro médico para ir a comprarlos. Parece que me entretuve mucho aquí y me atrase. -Trunks escuchó una risita de ella.

- No importa esta bien, pero dime ¿dónde estas?

- En una tienda llamada "Sport Master"... esta a una cuadra del banco central, por la avenida principal. -informó.

- Ok, iré por ti.

- Te espero.

...

- Rápido... -le sonrió.

- Hola a ti también. -se acercó y le besó la mejilla para el desconcierto de Pan. Ella lo miró extrañada, pero Trunks pareció no darse cuenta- ¿Estas son tus compras? -observó las bolsas en ambas manos de Pan. Ella asintió- yo las llevo, él auto esta por allá. -indicó con su mentón.

- Gracias. -Ambos caminaron hacia el estacionamiento a una cuadra cuando un chico gritó.

- ¡Señorita! -Pan volteo y observó que sostenía una bolsa.

- ¡Oh! se me quedó.

- Ve a buscarla mientras voy al auto, te espero ahí. -le dijo Trunks.

Pan regresó a la tienda para buscar lo olvidado mientras Trunks se encaminó hacia el vehículo con las compras. Con sólo unos pasos se percató que a poco metros en frente venía una pareja conversando con una sonrisa y ¿tomados de la mano? Sus pasos se fueron haciendo cada vez más lentos a medida que se acercaban. De repente la chica rubia se detuvo en seco y lo miró con ojos como platos mientras el hombre la miraba extrañado, pero no fue hasta que sus ojos estuvieron al frente y vio al hombre de sus pesadillas. Ella quedó paralizada y agachó su cabeza.

- Hola. -dijo Trunks cuando quedó al frente de la nueva pareja.

- Hola. -susurró Marron. Trunks se quedó mirando al ex de su novia esperando un saludo.

- ¿No estarás esperando a que te salude? -preguntó Thomas.

- Pues...

- No. -sentenció secamente.

Trunks lo miró con mala cara- eso ya quedo atrás, no seas tan...

- ¿Tan qué? -contraatacó con voz dura.

- No me subestimes Thomas, sabes muy bien que no te conviene.

- Si, cómo olvidar que eres un alienígena. -dijo con ironía.

- ¡Thomas! -Marron apretó su mano.

- ¿Qué? -le contestó con pesadez y la soltó. La rubia lo miró con sorpresa y a la vez un dejo de tristeza.

- No se te ocurra tratarla así. -el sayajin dio un paso más cerca de él.

- ¿Por qué me suena tan familiar eso? ¡Ah! ¿Acaso también planeas quitármela? Como lo hiciste con mi Pan. ¿no? -también se acercó más a él quedando a solo centímetros uno del otro.

El rostro de la hija de Krilin y la androide de inmediato cambió cuando escuchó sus palabras... "mi Pan".

Aún era su Pan.

Aquellas palabras rebotaron en su mente una y otra angustia reflejada en su voz le habló- Thomas, por favor... -suplicó Marron.

En cambio el rostro de Trunks reflejó lo opuesto: Irritación y furia- Hazle caso a tu novia. -miró a su rubia amiga.

- Ella no es mi nov... -alcanzó a decir Thomas cuando la mujer de rostro angelical, con una mirada herida, se dio media vuelta y caminó sola de regreso.

- Idiota... -le dijo Trunks antes de caminar hacia Marron.

- ¡Ni lo pienses! -Thomas lo tomó del brazo y lo detuvo haciendo que se diera la vuelta.

- No me toques. -habló entre dientes antes de ver justamente a Pan salir de la tienda. Quitó la mano de su brazo de un manotazo- desaparece. -vio con preocupación como su pelinegra caminaba hacia ellos con una sonrisa. Thomas para no crear más alboroto y por preocupación a Marron, caminó a paso rápido hacia la rubia, sin saber que su ex se acercaba, hasta que desapareció doblando en una esquina para el alivio del pelivioleta.

- ¿Con quién hablabas? -preguntó Pan cuando llegó a su lado. Al parecer no se había dado cuenta de nada.

- Nadie... -Pan frunció el ceño- era solo una persona preguntando por una dirección. -mintió- ¿Qué habías olvidado? -cambió el tema de inmediato y miró la bolsa de su mano derecha.

- Unas cintas terapéuticas.

Y así, se fueron al departamento del guerrero. Mientras conducía no podía dejar de pensar en ese casual encuentro. ¿Marron y Thomas? ¿Juntos? ¿Eran pareja? Al parecer sí, pero no había duda que él seguía con Pan metida en su cabeza. La rubia se había visto tremendamente afectada por las palabras de él.
Cuando Pan se enterara... miró a su lado y ella observaba despreocupadamente hacia la calle a través del vidrio. ¿Cómo iba a tomar esa noticia? Porque no había duda, algún día tendría que enterarse ¿no? No por él, por supuesto que debía enterarse por Marron ya que eran amigas. Pero... ¿y esa supuesta regla...? Esa que las chicas no miraban a los ex de sus amigas... ¿Eran ciertas o solo eran estupideces? Más de alguna vez lo había escuchado pero no estaba seguro si eso era cierto entre las chicas. -Aunque debería de cumplirse... creo que no será fácil para Pan enterarse de eso... -No estaba seguro de saber si esa suposición era cierta o no, pues había dos posibilidades: N°1; que Pan se enojara con Marron por haberle puesto el ojo a su ex y por lo tanto que Marron esté junto a Thomas, o N°2; que Pan se enojara porque Thomas estaba junto a Marron. De sólo pensar en la segunda alternativa los celos lo envolvían por completo.

- Trunks, ¿estas bien? -él enfocó la vista en ella por unos segundos- tienes los nudillos blancos de tan fuerte que aprietas el volante. -miró sus manos y las aflojó.

- No es nada... -le sonrió.

...

Más tarde en el departamento de Trunks.

- Trunks, -Pan dejó su postre a medio terminar a un lado- de verdad agradezco todo tus regalos y esta linda cena, -miró la mesa hermosamente decorada una vez más- pero ¿qué ocurre?

- Nada. ¿Por qué lo dices?

- Esto prometía ser una romántica cena ¿no?

- Por supuesto. ¿No te gustó?

- No, no es eso... es linda pero es como si estuviera comiendo sola ¿sabes? Apenas me has hablado desde que entramos al auto. ¿Pasa algo? Sabes que puedes decírmelo.

- No te preocupes, no pasa nada.

- ¿Seguro?

- Si... -un nuevo silencio los rodeó- lo siento. -susurró- es sólo que hay cosas... situaciones que me preocupan, pero no son graves. -le dedicó una sonrisa tranquilizadora- aunque... ¿te puedo hacer una pregunta?

- Claro.

- Cuando... quiero decir... entre ustedes, las chicas... ¿existe eso de que las amigas no pueden mirara los ex?

- Pues... realmente no lo sé. Supongo. -se encogió de hombros- ¿Por qué lo preguntas?

- ¿Por qué lo hacen? ¿En qué les afecta si ya son sus ex? No debería de importarles...

- Yo creo porque no sería agradable ver a tu ex saliendo con tu amiga. Sería incómodo, difícil, hasta doloroso. Yo jamás he visto con otros ojos a los ex de Bra, por ejemplo. Y sé que ella tampoco lo haría.

- ¿Por qué doloroso?

- Es tu ex Trunks... alguien a quien quisiste, que le tuviste mucho aprecio o quizás llegaste a amar. No es fácil olvidarse de alguien así ¿no? No es que un día termines una relación con esa persona y al día siguiente se olvide así nada más. -hizo un pausa- ¿Te gustaría ver a Goten saliendo con una de tus antiguas novias, a alguien a quien quisiste mucho y quizás nunca la olvides? No necesariamente que la sigas amando pero sí que formó parte importante de tu vida.

- No.

- ¿Lo ves? Ahí esta tu respuesta.

A Trunks le fue imposible no formar una pequeña sonrisa. ¿De cuándo Pan era tan hábil en respuestas de tipo amoroso? Ella sólo había tenido una relación en su vida, no había mucha experiencia en ella y aún así era mucho más sabia que él.

Una nueva pregunta lo hizo retornar a la realidad- ¿qué es lo que te preocupa? ¿que salga con alguno de tus amigos? -comentó divertida, pero observó el cambio en el rostro de él. -¡No! no lo haré. Jamás, lo prometo... ¿y sabes por qué? -se puso de pie y caminó hacia él- porque jamás me separaré de ti. -con una inmensa sonrisa la tomó por las caderas y la sentó en su regazo.

Trunks tomó por la nuca a Pan y la acercó a su boca para un cálido beso. Ella se alejó- te tengo un regalo. -se puso de pie buscando su bolso. Volvió a él y le entregó una caja rectangular de color azul con líneas plateadas.

- No era necesario... -tomó la caja con ambas manos y la miró a los ojos.

- Yo quería. Ábrelo.

Separó la tapa. Reluciendo un hermoso y carísimo reloj plateado con negro. Lo acercó un poco más a sus ojos y leyó "Rolex Oyster Perpetual"- Pan, no debiste comprarlo... -fue lo primero que dijo.

- ¿No te gusta?

- ¡No!... no es eso. Este reloj es fantástico pero... no debiste... es... costoso.

- No tanto como otros que vi. -murmuró.

- ¿Estas segura? -se levantó de la silla y quedó frente a ella- puedes devolverlo si quieres.

Ella sonrió- en realidad... no, no puedo devolverlo. Así que tendrás que quedártelo, -sonrió más ampliamente- además... no te aflijas por el precio, tú me habías regalado un automóvil que valía, por lo menos, 30 veces más que ese reloj.

- Lo sé pero... Pan, no estas trabajando y de verdad no quisiera que te molestaras en comprarme...

- Trunks. -lo miró con enfado- de verdad no te preocupes por nada. Ya sabes, tengo una cuenta bancaria que me dio mi abuelo Satán y la verdad... se ha ido acumulando el dinero allí, así que no es nada. -sacó el reloj de la caja, lo volteó y lo acercó a sus ojos- lee. -ordenó. Al reverso del reloj había una pequeña escritura.

"El tiempo es relativo: un minuto lejos de quien amas te parece una eternidad; una vida junto al amor de tu vida, un segundo".

A Trunks le apareció una gran y sincera sonrisa, sin decir una palabra posó ambas manos a los costados de la cabeza de Pan y la besó con todo el amor posible. Ella gustosa lo aceptó, lo abrazó por la espalda y se alzó de puntillas para obtener así más altura.

- ¿Eso quiere decir que te gusta? -le preguntó.

- Lo amo... te amo. -la abrazó y enterró su nariz en la curvatura de su cuello- Siempre me sorprendes. -murmuró contra su piel- y pensar que te regalé unas cuantas flores y chocolates. -se alejó y le dio una mirada de disculpas.

- Sabes que no me gustan los regalos ostentosos, prefiero lo que me has regalado hoy que el súper auto. -bromeó.

- Aun así... sabes que lo compensaré, de alguna forma. ¡Ah! y lo del auto va de igual manera, solo estoy esperando a que esa chatarra muera pronto. -Pan rió a carcajadas.

- Ya nadie lo quiere... ni siquiera papá.

- Y con razón, esa cosa ya esta podrida. -le tendió el reloj y Pan de inmediato lo puso en su muñeca izquierda- mi Pan, cada día más cursi.

- No molestes. -frunció sus cejas pero con una sonrisa divertida en los labios- ni yo pensé que me pondría así... -murmuró- ahora... si quieres puedo cambiarlo. -Trunks alzó una ceja- estuve a punto de poner: "Una patada en el culo para Trunks. Con amor Pan". -se burló.

- Si claro... -la tomó por la cintura y la acarreó en su hombro derecho como si fuera un saco de papas- te has ganado un azote en el trasero señorita Son. Esas no son palabras adecuadas para un boquita tan linda como la suya.

- Trunks, bájame.

- No. -caminó por los pasillos.

- ¿Dónde me llevas?

- Ya verás...

...

- No puedo creer que ya te vas. -comentó Videl mientras ayudaba a su hija a empacar sus cosas en cajas.

- Lo sé pero mira el lado bueno... así podrán estar solos, tener su privacidad. -dijo la última palabra con cara de asco.

Videl rió. -¿llevarás esto? -le mostró unas viejas zapatillas negras.

- No, esas ya hay que tirarlas a la basura. -La ojiazul tiró el calzado hacia una bolsa negra.

- ¿Cómo va todo? -Gohan se asomó por la puerta de la habitación.

- Terminando. -Pan cerró una caja.

- ¿Qué puedo comenzar a bajar? -preguntó observando grandes cantidades de cajas esparcidas por toda la habitación.

- ¿Llegó en camión? -Videl miró a su esposo.

- Sí y con más ayuda.

- ¡Hola! -Bra entró.

- Hola Bra. -Videl la saludó desde su posición en el piso seguida de Pan.

- ¿En qué ayudo?

- Éstas. -Pan indicó una serie de cajas. Gohan y Bra las cogieron y las llevaron al camión que estaba estacionado fuera de la casa.

- Hey tío. -Pan lo saludó cuando lo vio entrar.

- No me digas tío. -besó su mejilla- Hola cuñadita. -se agachó y saludó a Videl.

- ¿Y Trunks?

- Abajo.

- ¿Por qué no sube?

Goten se encogió de hombros- ¡Trunks! -gritó y a los pocos segundos apareció. Pan se lo quedó mirando, estaba vestido muy casualmente, de jeans y camiseta gris. Bueno, todos vestían parecido pero el pelivioleta se veía totalmente sexy. Lo observó de pies a cabeza y sin pudor alguno su mente viajo a los rincones más placenteros que podía recordar con su compañía.

- Ya estoy aquí. -Habló Trunks sacando de la ensoñación erótica a la menor de los Son. Él la observó sentada en el suelo y notó sus mejillas levemente enrojecidas. Ella son una sonrisa nerviosa sacudió su cabeza-. Estaba hablando con Goku, -comentó tratando de olvidar la imagen mental que se le vino en menos de un segundo cuando observó ese sonrojo tan adorable... y sensual- y quiere teletransportar todo, pero allá en el departamento hay dos empleados descargando el camión y entrando las cosas. -explicó. Desvió su mirada del resto y una vez más se encontró con la de Pan. Inevitablemente se acercó a ella pero no sabiendo muy bien cómo saludarla. Por la presencia de Videl, se quedó quieto esperando a que la pelinegra se decidiera mejor. Ella con una sonrisa avergonzada se alzó de puntillas y besó castamente sus labios. Videl observando toda la escena sonrió y le indicó a Goten qué cosas debía bajar.

Un par de horas después- listo, esta es la última carga. -dijo Trunks al camionero, dándole la señal para partir.

- ¡Oh mi niña! -Chichi se acercó a Pan y la abrazó con fuerza.

- Abuela, no me voy por siempre ¿sabes?

- Tienes que venir a vernos seguido, no como antes que sólo venías dos veces al año. ¿Esta claro? -Pan asintió, su abuela era más aprensiva que su propia madre.

- Ahora se va solo a la capital, nada más. -dijo Goten.

- Hermano, no te pongas celoso de Pan. -Gohan lo fastidió. Bra, Pan, Videl y Trunks rieron.

- No son celos. -frunció el ceño.

Chichi por fin liberó a Pan de sus brazos y caminó hasta su hijo menor- mi bebé. -apretó sus mejillas hasta dejarlas rojas- mañana ven a comer. -lo invitó, miró a Bra. -tú y el bebé también. -la peliverde sonrió agradecida.

- Ya, es hora de que me vaya. -Pan se acercó a su madre. Videl la abrazó y besó su mejilla repetidas veces.

- Cualquier cosa me llamas ¿si? Lo que sea.

- Si, mamá. -ahora fue donde su padre- papá, gracias por todo.

- De nada, hija. ¿Estas segura que no quieres que te ayude a desempacar?

- No, esta bien. Tengo a todos los demás. -miró a Trunks, Bra, Goten y Goku que la acompañaban para ayudar- quédate a preparar la cena de mamá, no creo que sus pies le den para más. -Gohan asintió.

- Mañana después del trabajo te iré a ver ¿ok? -Pan asintió.

Luego de todas las despedidas, ya se encontraban en el departamento de Pan con varias cajas para desempacar y un Goku que no podía controlar su fuerza al coger objetos delicados.

- ¡Abuelo! -Pan se encogió y cerró sus ojos al escuchar como un nuevo vaso de vidrio se quebraba en sus manos.

- ¡Ups! Lo siento... -sonrió.

- No... no importa, uno o dos vasos menos no importa, -suspiró- abuelito si quieres regresa... la abuela seguramente te esta esperando con la cena. -miró su reloj: las 08.04p.m.

- Bueno... la verdad es que muero de hambre.

- Si vete, ya queda poco por desempacar. -Goku se acercó a ella, luego de un beso y abrazo, después de despedirse del resto se fue.

- A mi también me esta dando hambre. -comentó Goten desde la cocina desempacando lo que su padre había dejado a medias.

- ¿Ordenamos comida? -Bra tomó el teléfono. Los demás asintieron.

...

- Solo queda poner las cortinas, decorar el baño, instalar la nevera... -miró hacia un costado- a propósito ¿dónde esta?

- No ha llegado, parece que se atrasó la entrega. -respondió Pan cogiendo un nuevo bocado de su pasta con salsa.

- Seguramente mañana llega. -comentó Trunks- En todo caso llamaré para ver que ha ocurrido.

- ¿Qué vas a hacer con esta habitación extra? -preguntó la peliverde.

- No lo sé.

- Podríamos hacer un guardarropa. -abrió sus ojos de emoción.

Trunks rodó los ojos y Goten pareció no darle importancia. -No, Bra... pero gracias por la oferta.

- Sabía que me dirías eso. -murmuró- ¿entonces? -Pan se encogió de hombros. -ya sé, ¡un cuarto para tu futuro bebé!

- ¡Cof cof cof! -Trunks se atragantó con la comida al escuchar lo que decía su hermana. Su mano la tenía en su cuello debido a la falta de aire que de repente tuvo.

Goten con la boca llena rió a todo pulmón al ver a su amigo retorcerse y ponerse morado. Comenzó a golpear su espalda para ayudarlo. Una vez que Trunks se calmó miró a Pan que tenía los mismos ojos sorprendidos que él. Un silencio incómodo abordó la habitación.

- Ya... ya, era una broma. -dijo Bra- aunque tu cara no tiene precio. -miró a ambos. -pensé que la idea de tener hijos con Pan no te molestaba. -comentó a su hermano.

Pan, con sorpresa, miró de inmediato a su novio. -¿Cómo?

- Pues... -iba a decir Trunks.

- ¿Qué han estado hablando? -se puso un poco nerviosa. Habían estado hablando sobre ellos, no había duda.

- La idea no me espanta como antes... -un leve sonrojo adornó sus mejillas- aunque estar planeando habitaciones para bebé creo que es muy pronto ¿no?

-¡Por supuesto! -su respuesta fue tancategórica que sorprendió al pelivioleta quien la miró con un dejo de malestar- quiero decir... -notó la extraña mirada de Trunks y se vio en la obligación de corregir sus palabras, no quería sonar tan tajante- sí, es muy pronto, yo debería terminar mi carrera y... sólo llevamos juntos 6 meses.

-Gohan te arrancaría las pelotas. -comentó Goten riendo al observar a su amigo encogerse al decirlo- literalmente.

-Como te gusta todo esto ¿no? -dijo Trunks para cambiar un poco su propio humor al escuchar las palabras de su novia.

- Un poco. Es entretenidoverlo desde afuera y no ser el protagonista de ello.

-Pues si, fue divertido ver como te trataba papá cuando anunciaste que estabas con mi hermana. ¡Como olvidar aquella ocasión cuando te quiso asesinar! -sonrió ampliamente a su amigo de la vida.

- No entiendo como Gohan te dejo ileso... ¿Qué hiciste? -las dos mujeres también lo miraron esperando su respuesta.

- Nada. Sólo hablamos.

- ¡Vamos dime!

- Debe ser que soy el mejor para Pan. -arrogantemente levantó sus hombros. Bra hizo un bufido.

- Si... claro. -Goten se burló- En serio, ¿algún truco de magia con Urania Baba? ¡Ugh! ¡Porqué no se me ocurrió eso! -golpeó su frente con su mano.

-No seas idiota. No sabemos de esa bruja en años.

-Mi tío tiene razón...

-No me digas tío.

-Ya, ya... Goten tiene razón. ¿Cómo es posible que no resultaras herido? Todos conocemos el carácter de mi papá.

-Es un hombre inteligente y sensato.

- Yaaa... ¿ahora adulas a Gohan? -la peliverde rió.

- No es que lo adule, pero Gohan siempre ha sido una especie de hermano mayor.

- Del cual te has comido a su hija.

- Cierto... -acordó Bra con su esposo.

-Están hechos tal para cual. -dijo Trunks refiriéndose a su hermana y su cuñado- Como sea... -se puso de pie y comenzó a levantar los platos de la mesa para llevarlos a la cocina.

-Creo que es hora de irnos. -Bra le habló a su esposo a través de la mesa- mi hermanito esta sutilmente echándonos de aquí. -rió mirando a Pan.

- No, si no es tan tarde. -miró su reloj: 8.48p.m.- pensé que era más temprano. -murmuró la morena.

- Vamos, -se puso de pie- Geko debe tener loca a mi madre. -Goten la imitó, buscó su chaqueta y la de Bra ayudándole a ponérsela.

- ¿Vendrán mañana?

- Claro, por nada del mundo nos perdemos la inauguración con tus amigos ¿cierto Goten? -él asintió con una sonrisa.

- Mañana tendremos que dejarlo con mi mamá. -le dijo a su peliverde- No creo que Vegeta lo quiera otra vez en su casa.

- Nah... -hizo un gesto de despreocupación- es solo teatro. Lo he visto varias veces con él en brazos. -dijo Bra- Bueno, nos vemos mañana a la noche. -se acercó a su amiga y se despidió.

- Adiós, sobrinita. -Goten abrazó a Pan. Trunks llegó al comedor despidiéndose de ambos. La dueña de casa los llevó hasta la puerta, cerró tras ella, se dio la vuelta y vio a Trunks.

- Yo también me voy.

- Nouu... -hizo un puchero adorable, según él.

- Sí, mañana tienes que levantarte temprano.

- Nop.

- ¿No?

- No, -Trunks frunció el ceño- pedí el día libre.

- Ah, -asintió- aun así, creo que hoy debes estar cansada.

- No.

- No ¿qué?

- No estoy cansada. Quédate un rato más. -pidió.

- Sólo un rato. -la abrazó y se la llevó al sillón más cercano. Allí los dos se acomodaron con Pan acurrucándose en su pecho mientras veían la televisión.

...

- Despierta, -susurró cerca de su oído- es tardísimo... -esperó algún movimiento pero nada sucedía- Abre los ojos, -con sus dedos comenzó a abrir sus párpados- no estas durmiendo. -acusó- ¡Vamos! ¡Despierta! -gritó. Una sonrisa se dibujó en los labios del durmiente.

-¡Ven aquí! -abrió los ojos de golpe, la tomó por los hombros y la abalanzó sobre su propio cuerpo- fastidiosa. -murmuró besando sus labios.

-¿Sabes qué hora es? -afirmó las palmas en su pecho desnudo.

-No, aunque supongo que tarde. -sonrió abrazándola por la cintura y colando sus manos bajo la camiseta de pijama que estaba usando.

- Van a ser las 4 de la tarde.

- Vaya... la hora justa para una siesta. -bromeó. La tomó con fuerza, la pegó contra su pecho y la tapó junto a él bajo las sábanas. Pan rió cuando Trunks comenzó a hacerle cosquillas a los costados de su cuerpo.

- ¡Para... no! ¡No! ¡Ay! -volvió a reír a carcajadas mientras se revolcaba de un lado a otro en la cama con Trunks.

- ¡No, eso no se vale! ¡Pan... no! -también soltó una risotada cuando las pequeñas manos de su novia lo tocaron justo bajo el brazo, lugar que ella sabía que sentía cosquillas pese a su constante negación- ¡Ok, ok! ¡Paz! -levantó sus manos y se sentó de rodillas entre sus piernas mientras Pan lo miraba en su posición de acostada. Sus miradas se conectaron y él con una media sonrisa comenzó a tocar suavemente sus tobillos- hace mucho que no me quedaba en la cama hasta tan tarde. -comentó siguiendo con sus suaves caricias.

- Yo tampoco. -solamente se quedó mirándolo, recordando las horas pasadas.

Se habían quedado hasta muy tarde acomodados en el sillón de la sala principal viendo una película. Una vez terminada, conversaron hasta altas horas de la madrugada, charlando sobre todo y a la vez de nada. Cuando los ojos de Pan comenzaron a cerrarse involuntariamente y los bostezos se apoderaron de ambas bocas decidieron que era hora de dormir. Pan vistió una camiseta azul cualquiera con sus bragas pues no sabía en qué parte había acomodado Bra sus pijamas. Trunks por otra parte en sólo ropa interior se acostó al lado de su novia. Con unas pocas palabras y un suave beso en su frente él apagó la luz del velador y en pocos minutos ya estaban completamente dormidos.

Al otro día Pan despertó rodeada de brazos, piernas entrecruzadas y enredadas con las sábanas de la cama. Sonrió para sus adentros, feliz de despertarse de aquella manera. De forma pausada y con lentitud salió de esa maraña de extremidades para tomar una ducha, luego fue a la cocina y preparó el desayuno que sólo consistió en huevos revueltos y un par de tostadas ya que no había nada más. Hizo una nota mental de ir de compras al supermercado en busca de víveres. Terminaba de llenar un par de vasos con agua del grifo cuando unos pasos se escucharon en la entrada de aquella pequeña pero acogedora cocina. Se dio la vuelta y apoyado justo en el marco de la puerta con nada más que un bóxer azul oscuro estaba Trunks observándola. Le fue imposible no recorrer con ojos lujuriosos aquel increíble cuerpo de arriba hacia abajo. Él observando la manera en que lo miraba se acercó a ella en forma sigilosa y sin decir una sola palabra la abrazó, la besó y murmuró contra sus labios un buenos díascasi inaudible. Pan no fue capaz de contestar pues sus labios la recorrían ferozmente desde su rostro hasta su cuello para ir asomándose a sus pechos. De ahí en adelante todo el ambiente se volvió borroso, ardiente y totalmente pasional. El desayuno fue olvidado en nada más que un segundo pero luego de verse a ambos sobre la cama desnudos y el rugiente estómago de Trunks lo volvieron a recordar, para comerlo frío y desabrido. Poco importó la comida pues una vez que sus estómagos no se quejaron fue Pan, esta vez, la decisiva en dar rienda suelta a la pasión por segunda vez esa mañana. Después de la fusión de cuerpos y la fogosidad de ambas partes fue completamente saciada, el sueño volvió a llenar la habitación.

- ¿Dormiste bien? -fue la pregunta que la trajo de vuelta a la realidad y así dejar de lado sus recuerdos recién pasados. Pan asintió sin modular ninguna palabra, sólo sintiendo las calientes manos de su compañero subir por sus piernas hasta llegar a sus muslos. Trunks subió sus manos más arriba llegando a su estómago y pasándolas por debajo de la camiseta sintiendo su piel erizarse bajo su tacto, mientras ella acariciaba sus grandes brazos en el proceso. Para el guerrero le fue imposible no acercarse a ella nuevamente y besar sus exquisitos labios, esta vez con suavidad y lentitud. Las suaves manos de Pan pasaron de sus brazos hasta llegar a su cuello y así atraerlo más hacia ella. Los minutos comenzaron a transcurrir y el ambiente a provocar. Cuando Trunks removió por sobre la cabeza aquella camiseta fue directamente a apoderarse con su boca uno de sus pezones mientras que el otro era atendido con su mano. Pan, quien ahora era un poco más audaz en la cama, no reprimió el gemido que escapó de su boca cuando suavemente, Trunks, coló su mano libre bajo su braguita acariciando aquella zona tan sensible y placentera. Aquella ágil mano comenzó a trazar círculos sobre su punto más sensitivo haciendo que se humedeciera a un ritmo apresurado. Introdujo uno y después un segundo dedo en ella sin dejar de besar su cuello, observar su rostro y murmurar lo bella y excitante que lograba ser. Pan empezó a sentir que las sensaciones se incrementaban en la parte baja de su estómago y entre sus piernas indicando que el inminente orgasmo se formaba con cada bombeo en su interior. Él, ya reconociendo su lenguaje corporal, quitó sus dedos y la abrazó por la cintura recostándose sobre ella y besando y batallando con sus lenguas. La pelinegra con un quejido lastimoso entre sus besos alzó sus caderas buscando la fricción que anhelaba para llegar a la cúspide- No tan rápido, mi amor. -dijo con voz ronca. Ella con todo el autocontrol posible trató de respirar más profundo pero sólo obtuvo ese característico olor a hombre, a guerrero, a sayajin... a su Trunks. Él volvió a besarla lentamente por todo su cuerpo, pero un sonidito irritante lo detuvo- ¿Quién mierda molesta? -masculló entre dientes.

- Déjalo. -dijo ella en un suspiro. Trunks obedeció, pero a los pocos segundos un nuevo sonido, pero igual de fastidioso llenó la habitación- ¡Agh! -Pan se quejó. Trunks se hizo a un lado y la ayudó a ponerse la misma camiseta. La pelinegra se bajó de la cama y buscó su celular que no se detenía de repiquetear.

-¿Esta contigo?-la voz femenina tan bien conocida, se escuchó.

- ¿Quién? -fastidió Pan.

- Mi hermano. -dijo Bra.

- Mamá me estaba llamando. -dijo en voz baja Trunks cuando vio también su celular.

- Mamá esta vuelta loca tratando de contactarse con Trunks. Dice que ha faltado a una reunión... o algo así.-Pan miró a Trunks quien frunció el ceño desentendido con el comentario de su hermana.

- Yo le digo. -respondió.

- Ok, nos vemos. -cortó.

- ¿Escuchaste? -Pan le preguntó. Trunks asintió en silencio aun mirando su celular- ¿y?

- Pues, no sé que reunión dice Bra. -frunció el ceño una vez más, dejó el aparato sobre el velador y se acercó a Pan. Sonriendo le dijo- en un rato más iré a ver qué es. -murmuró cerca de sus labios. La abrazó por la cintura y la atrajo a su cuerpo acostándola en la suave cama bajo su cuerpo.

- ¿Seguro? -dijo con voz suave. Él asintió para luego besarla suavemente en los labios. Volvió a tomar las cubre camas y los arropó a ambos.

...

- Los interrumpí, ¿no es cierto? -la sonrisa maliciosa apareció una vez más para el fastidio de Pan.

-Repito, -dijo una vez más rodando los ojos-. No interrumpiste nada. Ya eran pasada las 4 de la tarde, Bra. -siguió caminando por las calles del centro de la cuidad en compañía de su amiga y sobrino.

La peliverde desvió la mirada del cochecito de su hijo para detenerse y mirar a su amiga Son- ¿por qué mientes? -hizo una pausa seguido de un bufido-. No entiendo como todavía puedes avergonzarte. ¡Admitelo! Te estabas revolcandocon mi hermano, por eso la mala cara. Siento mucho haberlos interrumpido. -volvió a sonreír-.

Pan suspiró, esbozó una pequeñísima sonrisa y continuó caminando-. Aquí -se detuvo frente a una tienda de víveres. Ambas entraron al lugar para realizar diversas compras. La Son para el suministro diario y para la pequeña reunión de esta noche en su apartamento, mientras Bra la acompañaba. Mientras buscaban alimentos por los pasillos les fue imposible no escuchar los murmullos de la gente a su alrededor, sobretodo los más jóvenes, comentando en voz baja que la joven y hermosa hija de Bulma Brief andaba ahí. Otros comentarios también relacionados con su pequeño hijo y otros pocos que miraban a Pan con ojos curiosos observándola detenidamente y poder relacionar su rostro con alguna de las estrellas de la TV. Para diversión de la peliverde y frustración de la pelinegra, unas cuantas personas lograron identificarla como la nieta de Satán.

Pan odiaba de sobremanera que la miraran mucho tiempo, la exposición al público, que la fotografiaran, que la identificaran como la nieta del Gran Mister Satán: el hombre más poderoso del mundo y campeón mundial de las artes marciales. Y en simples palabras el hombre que ha recibido todos los créditos de los actos heroicos realizados verdaderamente por los guerreros Z.

Aborrecía el hecho, de solo pensarlo, de no tener privacidad como todo el mundo. Temía una invasión a su intimidad, que la siguieran, que la acosaran. Ella no estaba hecha para eso, no lo quería por nada del mundo. Y este pequeño acto, que los demás la miraran y murmuraban acerca de ella, la ponía colérica. Bra por el contrario no parecía prestar la más mínima atención, ya era normal para ella, es más, esto era casi insignificante pues nadie se había acercado a ellas para una pregunta, una foto o simplemente para fastidiar.

- ¿Sabes? se hace tarde, debo ir a dejar a Geko con mi suegra para luego cambiarme de atuendo. -Pan la miró extrañada pues no le encontraba nada malo en su vestir-. No me mires así, -dijo con el ceño fruncido- y ni siquiera tengas la audacia de decir que así estoy bien para la reunión de esta noche como inauguración de tu apartamento, sabes muy bien que debo cambiarme a... algo más adecuado. -miró su atuendo: un jeans, zapatos café bajos, blusa blanca y chaqueta de cuero que combinaba a la perfección con su calzado.

- De verdad... no logro entenderte.

-Trae aquí. -le arrebató la pieza de papel de las manos que Pan sostenía como listado de víveres, y lo cortó desprolijamente por la mitad-. Tú consigue éstos y yo iré por el resto. -le entrego una de las mitades y empujando el cochecito de Geko por el pasillo desapareció. Pan suspiró una vez más, miró a su alrededor y se fijo en aquellas personas que la seguían mirando. Resignadamente empujó el carro de compras y buscó lo que necesitaba.

-Jabón. -murmuró al leer la lista- ¿qué tipo de jabón? ¿para las manos? ¿para la cara? ¿jabón para los trastes? ¿o jabón para la ropa? Dime Geko, ¿qué tipo de jabón necesitará tu despistada tía? -el niño le sonreía cada vez que su madre le hacia preguntas y le mostraba caras divertidas-. ¿y si le llevamos uno de cada tipo? Seguramente los necesitara de todos modos. -comenzó a buscar cada uno de ellos y los echo al carrito de compras que sostenía con su mano izquierda mientras que con el de la derecha empujaba el de Geko.

Pasó el tiempo y cuando Bra ya había conseguido todo, decidió llamar por celular a Pan para juntarse en la caja registradora porque en medio de tantos pasillos no lograba ubicarla. Lo guardó en su bolsillo, le sonrió a su hijo y se encaminó para encontrarse con la pelinegra. Al final de pasillo y ya en la caja registradora identificó a Pan de espalda a ella, cuando iba a dar un paso más repentinamente un hombre bloqueó su camino con un carro de víveres vacío-. Emm... -habló en voz alta tratando de captar su atención, pero el hombre parecía estar muy concentrado buscando algún tipo de mostaza en especial-. ¿Señor? Sería tan amable de mover su carro. -nada, él seguía ensimismado en su tarea observando y leyendo las etiquetas de aquellos frascos de vidrios. Bra mirando su reloj y notando que no iba a tener el tiempo suficiente para arreglarse lo suficiente, posó una de sus manos en el hombro de aquel sujeto para captar su atención-. ¿me escucha? -preguntó.

El sujeto en cuestión volteo al sentir la mano en su hombro y se sorprendió al verla. Bra en el mismo estado, pestañeo varias veces y sin decir nada, observó como él se quitaba los audífonos de sus oídos. En aquellos segundos la ojiazul observó que Pan seguía de espalda y retomó la mirada en el hombre frente a ella. Él con una mirada aún seria, la saludó-. Hola.

Continuará...

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