Existe un sentimiento que te hace cometer las más estúpidas locuras.
Un sentimiento que a la vez te llena de tristeza y alegría.
Un sentimiento que mueve el mundo pero que tan bien lo detiene.
Para algunos es el mejor de todos.
Para otros es lo peor que se puede tener.

El amor.
El amor es esa fuerza que controla lo incontrolable.
Es el sentimiento que llena tu apagada y monótona vida de fuego y emociones.
Por amor hemos hecho hasta el más absurdo de los actos.
Por el amor hemos perdonados las peores de las ofensas.

El amor.
Es el sentimiento que rompe las barreras de la religión, la política, la raza y el estatus social.
Es el amor aquel que a unido el mundo.
Es el que ha detenido las guerras.
Y el que las a llegado a crear.
Fue el amor y siempre será el que permitirá que cada día nazca un niño en la tierra.
Es el amor de una madre el que día y noche cuida de las pequeñas criaturas y los ve crecer.
Es el amor de un hijo el que cuida de una madre.

El amor.
Ese sentimiento que todos reprochamos.
Pero el que todos queremos tener.
Él es ciego pero también ve.
Por amor nos movemos.
Y por amor nos detenemos también.
Es ese vino estimulante que en exceso te hace cometer grandes estupideces.
Es el amor ese sentimiento que nos llena de dicha y ternura.
Pero también nos hace llorar.

El amor nos regala paz pero también nos la roba.
Así que entre sumas y restas.
Entre toma y da me.
Y muchas otras contradicciones.
Yo también me quiero enamorar.
Yo también quiero amar.
Y que me amen de verdad.

Gracias por leer. 📖

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