Clase de cariño

El cielo estaba despejado, las palomas comían las migajas de pan que yo les daba, alguien tocaba la guitarra a media cuadra y estaba por pasar el viejo que vendía cafés baratos.

Era un día lunes bastante normal.

El viejo se acercaba con su carro de supermercado seguramente robado, el cartel decía en grande y en color rojo "2x1", y abajo decía los cafés que tenía; yo siempre compraba dos cafés negros, la cafeína me alegraba el día, aunque fuera lo más amargo posible.

Hasta que te vi de la mano con aquella chica, la de los pantalones bonitos, Taeyoon.

Tenían sus manos entrelazadas, tenías su bolso en tu hombro, otra vez tenías algo de labial en el rostro y solo veías el piso mientras caminaban.

Ella parecía animada, movía su otra mano mientras te explicaba algo y tú asentías, no le prestabas mucha atención. Aún me pregunto porqué seguía saliendo contigo, Nochu, dejabas mucho que desear.

Le dejabas mucho que desear a ella y a mí.

"Viejo", llamé al vendedor de café, él me sonrió mientras se acercaba a mi banca. "¡Kim!", gritó el viejo cuando estacionó el carro frente a mí, pude ver cómo levantaste la mirada y frenabas. "Lo de siempre, Lee", te miré a los ojos, estabas en la acera de enfrente, y saqué mi billetera, tú tampoco podías quitar tus ojos de mí.

Le pagué al viejo y este se fue, yo dejé mis cafés sobre mi bolso, esperaría a que se enfriaran un poco antes de beber de ellos, las palomas ya se querían ir, por lo que saqué mi bolsa de cartón con más pan para darles.

Y llegaste corriendo hacia mí.

Las palomas se asustaron y volaron lejos, pero no sin dejarme una que otra pluma en el suelo debido a su vuelo repentino.

"Oh" dijiste avergonzado mientras veías el suelo con algunas plumas, "Lamento eso, no era mi intención asustar a las palomas", yo solo suspiré y encogí los hombros, "Podemos esperar un poco para darles más pan", dijiste nervioso mientras tomabas asiento a mi lado derecho y yo señalé la esquina de mi labio para avisarte que tenías labial.

Susurraste un insulto mientras tratabas de limpiarte, yo solo bebí de mi café y te miré de reojo, parecías cabreado, y no sé porqué lo dije, simplemente se escapó.

"Yo no te dejaría manchas de labial".

Yo creé mi destino, tengo mucha responsabilidad en que me hicieras mierda, porque tú dijiste...

"Lo sé, por eso odio sus besos"

Y yo aún así me quedé a tu lado, aún así quise seguir teniéndote cerca, mucho más cerca.

Yo sabía que me ibas a destruir, porque, ¿Qué clase de cariño era ese?, sabiendo la verdad del porqué odiabas el labial, pero aún así seguías con ella, ¿realmente me querrías, de verdad, a mí?

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©BiMook

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