UNA TARDE ESPECIAL
--Hola, Shikamaru. ¿Qué te trae por aquí? Pensé que el abasto del lechero se acabaría la otra semana.
--No he venido al pueblo para venderle leche al lechero, Chouji. Vengo a llevarme algunas frutas frescas de tu tienda-- ingresó echándole un vistazo a los cajones de frutas repartidos por todo el establecimiento.
--¿Frutas? ¿No llevaste algunas la semana pasada?
--Ajá, pero esta vez necesito algunas manzanas, peras, ciruelas y quizás algunos frutos secos como almendras y nueces-- agregó sin detener su búsqueda.
Chouji abrió los ojos desmesuradamente debido al asombro --¡¿Acaso celebrarás un festín?! ¡Esos frutos son muy costosos! ¿Estás seguro que podrás pagarlo?
--No necesito gran cantidad, Chouji. Quizás un par de las frutas grandes y un puñado pequeño de los frutos secos.
--Hmm... aún así... no sueles comprar ese tipo de cosas-- lo miró sospechosamente.
--Siempre hay una primera vez para todo.
--¿Y de dónde sacarás el dinero?-- siguió observándolo con los ojos entrecerrados.
--Tengo mis ahorros.
--Hmm... algo no me cuadra bien por aquí-- manifestó.
--No te apures, amigo, solo dame lo que te pido. Te aseguro que te pagaré con dinero honesto y limpio.
Chouji salió del mostrador y sin dejar de mirarlo con ojos inquisidores empezó a recorrer su tienda en busca de lo solicitado por su amigo. Mientras caminaba de un lado a otro con una bolsa de tela en las manos abrió grandemente los ojos y una sonrisa se le formó en el rostro.
--¡Ya sé! Lo que tú quieres es impresionar a una muchacha...-- lo miró de lado sonriendo maliciosamente.
Shikamaru que había estado recorriendo el lugar tras él se tropezó con una naranja que yacía en el piso.
--Jajajaja ¡Bingo! Acerté, ¿verdad?-- chilló el joven robusto –No seas tímido, hombre. Ya era hora que encontraras a una linda joven que te acompañe. Vives prácticamente solo por allá y sería bueno que te casaras y formaras una familia.
--Eh... sí-- colocó una mano tras de su cabeza --La invitaré hoy a pasar la tarde por el bosque y quería comprar algunas cosas para ella.
--¡Y vaya sorpresa que se llevará al ver los frutos tan costosos que llevarás! Probablemente nunca haya comido uno de estos en su vida-- dijo levantando un puñado de almendras.
--Si supieras...-- pensó Shikamaru.
Terminó de llenar la bolsa con el pedido del joven y se la entregó --Me alegra que hayas decidido olvidarte de la hija del conde y encontraras a alguien que realmente pudiera corresponder tus sentimientos. La otra muchacha no era para ti, solo te generaría más problemas y...-- Chouji detuvo su discurso al ver el rostro pálido de su amigo. --No. No me digas que la muchacha que...
--Sí.
--¡¿ACASO TE VOLVISTE LOCO, SHIKAMARU?! ¡ESA CHICA ES NOBLE! No creo que quiera algo más que una amistad contigo. Si le invitas a salir y le muestras tus intenciones ¡¡probablemente se ofenderá y se alejará de ti!! Si eso pasa le avisará a su padre que un campesino inmundo quiso sobrepasarse con ella, y si eso sucede... EL CONDE TE COLGARÁ DE LAS...
--Espera, espera, Chouji, no hiperventiles-- calmó a su amigo que se encontraba fuera de sus casillas --Ino es una buena mujer, me lo ha demostrado.
Shikamaru le contó a su amigo lo sucedido la última vez que la vio. A pesar de la sorpresa que le causó la confesión de Shikamaru, intentó calmarse a sí mismo. Sabía que la relación prohibida de su mejor amigo no podría tener un final muy agradable, pero le costaba no ponerse de su lado al verlo tan feliz y emocionado. Él había visto a Ino un par de veces en su palacio pero nunca tuvo un trato cercano con ella; sin embargo recordó cuando su padre le contaba que era una buena muchacha, además de amable y comprensiva con todos. Se sintió tranquilo al saber que los sentimientos de la joven por su amigo probablemente sí eran sinceros, pero aunque se amaran profundamente, el conde no permitiría que una aberración como esa se diera, peor aún sabiendo que ya existía el candidato ideal para desposar a su hija.
--¿Y qué harás si el conde los descubre?
--No lo sé, pero de algo estoy seguro: No renunciaré a ella.
[...]
--¿Qué es todo esto?-- preguntó sorprendida al ver un pequeño mantel remendado lleno de frutas frescas, frutos secos y una vasija llena de zumo naranja.
--¿T-te gusta?
--¡Claro que sí! Pero no tenías que molestarte tanto...
Ino notó el esfuerzo del muchacho por complacerla y darle las comodidades a las que pensó que ella estaba acostumbrada. Sabía que las selectas frutas que aguardaban en el mantel eran casi exclusivas de la nobleza debido a su precio y escasez.
--¿Sucede algo?
--N-no, nada...-- repuso. No quiso ofender al joven haciéndole notar el dinero que seguramente gastó para contentarla. --¿Nos sentamos?
Shikamaru, alegre y entusiasmado, estiró un poco más el mantel haciendo un lugar para que ella se sentara. Cuando se disponía a acompañarla se detuvo en seco. Escuchó un ruido proveniente de unos arbustos y se puso en alerta.
--¿Quién está ahí?
--No te preocupes, Shikamaru-- repuso Ino calmadamente. --y ustedes salgan-- agregó mirando en dirección al arbusto que se encontraba detrás de ellos.
De repente, un soldado salió de entre la hierba seguido por una sierva que a Shikamaru le pareció reconocer. Al ver al guardia, Shikamaru se puso delante de Ino en un instinto de protección.
--No temas, ellos vienen conmigo-- tomó la mano del joven. Al ver el rostro confuso del chico, Ino le explicó lo sucedido.
Flashback
--¿Entonces puedo ir, tía?-- Tsunade dudó antes de emitir su respuesta. --Por favor, tía Tsunade, prometo que volveré a tiempo como la última vez-- rogó.
--Está bien, pero esta vez tendrás una escolta. No quisiera que en lugar de una pintura remojada tengamos a una doncella ahogada. Hinata es débil y no podría socorrerte si es que corres algún peligro, así que será mejor que uno de los guardias te acompañe en tus salidas. Además de esa manera nos aseguramos de que no vuelvas a escapar.
A Ino no le agradaba la idea de ser constantemente vigilada. Por lo general, los oficiales bajo el mando de su padre eran los únicos con los que no se llevaba bien, ya que obedecían sus órdenes por más absurdas que fueran, incluyendo por supuesto que no le dirigieran la palabra. Solo había uno con quien entabló amistad gracias a Hinata, pues estos eran amigos desde la niñez.
--Estuve conversando con tu padre sobre este tema y estuvo de acuerdo con mi decisión, así que de ahora en adelante tendrás un guardia personal. Adelante Kiba.
--Sí, mi señora-- ingresó dando una reverencia.
Ino dio un salto de alegría mental agradeciendo a los cielos por poner a su único amigo como su escolta.
.
--¿Entonces usted es amiga de un campesino?-- preguntó con incredulidad.
--En realidad son más que amigos, Kiba...-- murmuró Hinata, quien ya sabía del idilio de su señora con el joven.
--Así es, Kiba, pero nadie puede enterarse de esto-- ignoró las palabras de su sierva --Necesito que me cubras y me permitas ir a verlo sin que mi padre sepa.
--Pe-pero yo no puedo hacer eso, señorita Ino, es muy arriesgado. Si algo le sucediera mientras la dejo sola, el conde me mataría.
--Por favor, Kiba-- suplicó --prometo que tendré cuidado.
--¿Qué le parece si la acompañamos? Podemos estar a su lado mientras usted pasa tiempo con su amigo.
Hinata negó con la cabeza sabiendo que esa no sería una buena idea para nadie. Si ya le resultaba raro saber que su señora se veía a escondidas con un plebeyo, estaba segura que le causaría mayor incomodidad verlos besarse enfrente de ella; sin mencionar a Kiba que probablemente quedaría mudo de la impresión.
--¿Eh? Eh... mejor espérenme por aquí y yo regreso...-- dijo sudando, visiblemente incómoda.
Kiba no comprendía la situación, pero antes de que pudiera interrogarla más, Hinata se acercó a su oído y le dijo que en realidad ellos tenían un romance. Como era de esperarse, Kiba quedó mudo de la impresión.
Fin del flashback
--Entonces son de confianza...-- agregó Shikamaru con desconfianza.
--Sí, no te preocupes. Ella es Hinata, mi sierva-- la chica hizo una ligera reverencia y Shikamaru recordó su rostro. Era aquella criada que acompañaba a la hermana del conde el día en que encontró a Ino con Sai. --Y él es Kiba, mi escolta.
--Inuzuka Kiba, señor-- hizo una formal reverencia que a Shikamaru le pareció graciosa. A decir verdad nunca se habían dirigido a él diciéndole "señor", mucho menos alguien que se viera mucho mejor vestido que él.
A Kiba le resultaba increíble que una señorita tan educada como Ino se hubiera fijado en un hombre tan simple como Shikamaru. Si a ella le gustaban los plebeyos él se consideraba mucho mejor partido que ese humilde pastor, pues al menos tenía un oficio importante, vestía como soldado y venía de una familia de clase media. Aunque analizando bien la situación, prefería no ser él quien recibiera el afecto de esa bella muchacha, pues claramente el escogido sería hombre muerto.
--Bu-bueno, nosotros la esperaremos por aquel otro lugar, señorita. Vigilaré la zona para asegurarme que nadie esté rondando por aquí.
Diciendo esto se retiraron, dejando a la pareja a solas.
[...]
--¿Entonces has leído muchos libros?-- preguntó asombrado.
--Muchísimos. ¡Tengo una biblioteca inmensa! Además mi padre suele traerme nuevas colecciones en cada uno de sus viajes-- explicó emocionada. --Si quieres, un día de estos podría traerte alguno.
--Eh... bueno, la verdad es que y-yo no...yo no sé leer.
--Oh...-- se sintió culpable por su falta de tino al hablar de más. --Pe-pero si quieres yo podría enseñarte.
--¿Yo? ¿Aprender a leer?-- exclamó con sorpresa.
--A leer y a escribir, si lo deseas.
El rostro de Shikamaru se iluminó de alegría al saber tendría el honor de aprender un privilegio concedido únicamente a los reyes, nobles y personajes ilustres de las más altas castas.
--¡Claro! ¡Me encantaría!
--No se diga más. La próxima vez que nos veamos empezaremos con tus clases. Descubrirás un mundo totalmente nuevo, te lo aseguro.
Shikamaru la tomó de las manos y besó sus dedos con desespero, luego la abrazó sintiendo una humedad sutil en el rabillo de sus ojos.
05/05/21
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