UNA AMIGA Y ALIADA

--Hoy iremos a pasear, amigo-- dijo dándole unas palmadas en el lomo a Pakkun.

.

--¿Hoy llevará a Katsuyu a dar un paseo?-- preguntó al verla ingresar a la caballeriza.

--Así es, Shikaku. ¿Está en condiciones?

--Claro que sí, señorita. ¿Le coloco la silla especial?

--No. Coloca la silla normal que planeo galopar, no sentarme de lado. Pero no se lo digas a mi padre ni a mi tía-- agregó esto último susurrando.

--Muy bien-- asintió comprendiendo la orden de su señora.

Una vez estuvo ensillado el animal, montó en su corcel y en compañía de su sierva y escolta, partió al bosque.

Ino había pedido permiso a su tía para ir al bosque a cabalgar. Luego de un buen rato tratando de convencerla, Tsunade accedió con la condición de que sea un paseo a caballo, no una carrera al galope, por lo que no dejó que usara su traje de equitación, sino que se aseguró que usara un gran vestido vaporoso y un gran sombrero de ala ancha que le impidiera hacer de las suyas a escondidas. Ino aceptó sus condiciones porque lo único que le interesaba era salir, ya que había quedado previamente en encontrarse con Shikamaru para montar a caballo juntos. Descubrió que su joven amado disfrutaba de ese deporte tanto como ella, así que le causaba gran placer poder compartir algo tan agradable pero a la vez poco comprendido por su propia familia.

[...]

Ino había salido de su casa montada a caballo pero a paso lento, cuyas riendas eran guiadas por Kiba. Hinata caminaba al lado de la yegua acompañando a su señora.

--¡Ino!-- gritó saludando con una mano mientras galopaba a toda velocidad acercándose a ella.

--¡Shikamaru!-- respondió a su vez haciendo que Kiba la ayudara a bajar.

--Lindo vestido-- dijo saludándola con un fuerte abrazo.

--No te burles. Tuve que venir así o no me dejaban salir-- respondió divertida mirando su propio atuendo.

--No me estaba burlando pero en fin, ya veremos cómo lo solucionamos-- le dio un pequeño golpe en la nariz con su dedo índice.

--¡Por eso no te preocupes!-- expresó alegremente --Hinata, ven, ayúdame con esto.

La muchacha se acercó a su señora, tomó su sombrero y se lo entregó a Kiba, luego empezó a desatar las cintas del fino corsé que llevaba puesto.

--¿Qué estás haciendo?-- preguntó Shikamaru con asombro.

--¿No es obvio? Voy a sacarme estas cosas de encima-- dijo con naturalidad mientras se quitaba el corsé del vestido y continuaba con la falda.

--¡Pe-pero no te desnudes así! E-espera que nos vayamos...-- se giró rojo de la vergüenza mirando en sentido contrario. Por su parte, Kiba se encontraba dando vueltas en su sitio, sudando y con la cabeza gacha debido a la incomodidad.

--No sean cobardes, solo me quitaré el vestido. Además tengo llevo tantas capas encima que casi no hará diferencia-- agregó con total normalidad.

--¿Y por qué no trajiste uno de tus disfraces?

--Hinata no pudo sacarlo porque mi tía nos acompañó hasta la entrada y se aseguró de que solo trajéramos lo necesario.

Ino se había sacado su elegante vestido quedando únicamente en ropa interior. Cabe recordar que tales prendas comprendían una pequeña blusa de encaje sin mangas con un corsé sobrepuesto y unas bombachas que le llegaban hasta las rodillas. Todo ello era blanco puro, hecho con el más fino lino de la época.

Disimuladamente y sin voltear a mirar a la muchacha, Shikamaru se acercó a Kiba quien continuaba mirando el suelo --¿Es siempre así?-- preguntó en un susurro.

--Según Hinata sí. Dicen que una vez al regresar de una de sus escapadas hasta se cambió en la cocina enfrente del cocinero-- devolvió susurrando Kiba. Shikamaru lo miró asombrado y sonrió al pensar en las locuras que haría para salir. Al ver la reacción del chico, Kiba también sonrió.

--¿Qué cuchichean por ahí?-- los dos hombres quedaron tiesos al escuchar la voz de Ino.

--Na-nada, señorita.

--Sí, seguro...-- dijo incrédula. --Bueno, ¡ya estoy lista para cabalgar!-- agregó estirando los brazos con alegría --Y ustedes ya den la vuelta. Esto es tan grande que lo máximo que verán serán mis pantorrillas.

Los jóvenes voltearon y a pesar de que efectivamente su ropa interior era casi tan grande como un enterizo, se sentían algo cohibidos por presenciar a la algo expuesta damisela.

--Bien, vamos-- dio la vuelta para montar a Katsuyu.

--Si el conde supiera que estoy viendo a su hija en paños menores seguro me manda azotar-- rió Kiba.

--Já, dímelo a mí. Seguro me manda a la horca por verla y cortejarla-- bromeó Shikamaru dándole a Kiba unas palmadas en la espalda.

Los dos rieron y Shikamaru montó a Pakkun para iniciar con el paseo que Ino y él tenían planeado.

--Me agrada ese tipo-- comentó Kiba cuando los dos jóvenes ya se habían alejado lo suficiente a todo galope.

--A mí también-- sonrió Hinata al ver lo feliz que él hacía a su señora. Ella sabía lo infeliz que era al lado de Sai y lo mal que la trataba, pero como criada no tenía derecho a señalarlo ni contarle a nadie acerca del sufrimiento de Ino.

[...]

Shikamaru e Ino iban montando a caballo a toda velocidad a través del bosque, cruzando la pradera del este y extendiéndose por todos los campos que circundaban el lugar. Era una sensación tan placentera poder ver todo a la velocidad del galope, disfrutando del aire golpeando sus rostros y secando sus gargantas al no poder parar de reír.

--¡A que llego primero al arroyo!

--Jajajaja ¡La veré allá, hermosa dama!-- gritó y golpeó el lomo de Pakkun para acelerar el paso.

Corrieron un poco más. Ino avanzaba a toda velocidad intentando alcanzar a Shikamaru que se internaba cada vez más en la espesa hierba. Cuando ya se encontraban lado a lado desesperados por llegar primero al punto pactado, frenaron de golpe al casi chocar con una pequeña comitiva que llevaba a una mujer montada en un corcel.

--¿Ino?

Los ojos de la heredera Yamanaka se abrieron desmesuradamente al ver a quién tenía frente a sus ojos.

--Sa-sakura...

La aludida la miró de pies a cabeza --¿Qué haces vestida así?-- preguntó. Luego posó sus ojos en el joven que se encontraba a su lado montado en otro caballo. --¿Y quién eres tú?-- preguntó con desconfianza. Ver a Ino semi desnuda montando a caballo junto a un plebeyo le pareció la situación más extraña en la que jamás vio envuelta a su amiga.

--Ven, deja que te explique-- dijo Ino bajando de su yegua.

Sakura hizo lo propio con la ayuda de sus sirvientes. Cuando ella salía a pasear lo hacía en carroza o a caballo pero montando de lado, como toda dama de sociedad elegante y decorosa, por esa razón necesitaba la ayuda de su jinete personal para montar y desmontar.

Ambas mujeres caminaron un poco para alejarse del grupo y conversar a solas.

--Ahora dime qué estás haciendo con ese hombre y vestida así. ¿Dónde está tu vestido? ¿Y tu escolta? ¿Tu sierva? ¡¿Acaso te escapaste otra vez?!

--Espera, Sakura. Déjame explicarte-- dijo sosteniéndola de los hombros para intentar calmarla. --No estoy sola, vine con Kiba y Hinata. Ellos están esperando por mí no muy lejos de aquí.

--¿Y quién es ese hombre?

--Él es Shikamaru. Un pastor y comerciante que conocí por casualidad un día...

--Entonces además de ser amiga de la servidumbre eres amiga de un pastor comerciante...-- se lamentó tomándose la frente con una mano.

--E-en realidad no somos amigos exactamente...

Sakura levantó la cabeza y la observó asustada como quien ve a un fantasma. --No me digas que tú y él...-- se cubrió la boca al ver asentir a su amiga.

--Sí...-- dijo con culpabilidad --Yo lo amo, Sakura, ¡en verdad que sí! ¡Y te aseguro que él también me ama! Además es un hombre honorable, me quiere, me escucha y me protege.

--...y es un hombre sin títulos ni fortuna.

--No me interesan los títulos ni la fortuna, Sakura.

--Yo lo sé, ¡pero tu padre no pensará lo mismo!-- exclamó preocupada. --No sé cuánto tiempo lleves saliendo con ese joven pero eso no está bien. Tu padre podría enterarse y quien se llevaría la peor parte sería él. ¿Acaso no lo has pensado? ¡El conde lo mataría!

--Lo sé, pero nosotros nos amamos...

--Si tanto lo amas, déjalo ir. Tú y él vienen de mundos muy distintos. No hay manera de que alguien como él sea aceptado en tu familia-- trató de hacer que Ino entrara en razón --Hazlo por su bien.

Ino se detuvo a pensar en las palabras de su amiga. Ella conocía bastante bien a Sakura como para asegurar que lo que dijo fue sincero. Sabía que su amiga era tan refinada como cualquier otra señorita de su círculo social, pero también conocía el corazón bondadoso que poseía. Si era dura con ella, era porque realmente estaba preocupada. Aún así, ella y Shikamaru prometieron luchar por su amor a cualquier precio y no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente.

--No, Sakura. No lo haré.

Sakura negó con la cabeza frotándose la frente desesperadamente. De alguna manera esperaba esa respuesta de su testaruda amiga. Definitivamente ella no le contaría nada a Inoichi, pues aunque no estuviera de acuerdo, apreciaba tanto a su amiga que prefería verla feliz.

--Espera, ¿y qué pasa con Sai? ¿No te importa jugar con sus sentimientos?

--¿Yo jugar con los suyos? Déjame que te cuente y verás cómo cambias de opinión-- respondió Ino.

Decidió contarle cómo era su relación con Sai y el trato que él le daba. Sakura comprendió los motivos de su silencio no sin antes proferir algunos improperios dedicados al Uchiha. Todo eso le hizo entender mejor los sentimientos que Ino tenía por Shikamaru. Al parecer, él le estaba dando la tranquilidad, amor y comprensión que nunca nadie pudo darle, ni siquiera su propia familia.

.

--Entonces, ¿puedo contar contigo?

--Claro que sí, Ino-- respondió tranquilamente caminando de regreso --No puedo entender exactamente por qué tuviste que fijarte en alguien tan...-- Ino la miró seriamente esperando su respuesta --...tan humilde. Pero en fin, esa ya es decisión tuya; además sabes que si decides seguir con esto pueden haber graves consecuencias.

--Lo sé, ambos lo sabemos. Pero por ahora solo deseo contar con tu amistad y apoyo.

--Eso siempre lo tendrás, Ino. Hagas lo que hagas siempre podrás contar conmigo, por muy disparatados que sean tus sueños o ideales.

Ambas rieron mientras cruzaban el bosque. Cuando ya casi se encontraban a unos metros de distancia de la comitiva y de Shikamaru, Sakura se detuvo en seco, poniendo el rostro tan pálido como el papel.

--¿Qué sucede?

Sakura la tomó del brazo y la miró con terror. --No me digas que si andabas en ropa interior por el bosque es porque tú y él acababan de...

Ino se ruborizó y cubrió la boca de su amiga antes de que dejara salir más palabras. --¡¡CLARO Q-QUE NO, SAKURA!! ¡¿CÓMO SE TE OCURRE?!

--¡¿Entonces por qué andas así por el bosque?!

--¡Porque el vestido no me dejaba cabalgar como yo quería! No podía galopar usando ese incómodo traje, así que se lo encargué a Hinata.

Sakura respiró profundamente tratando de entender a su incorregible amiga.

--Definitivamente eres un caso perdido-- bromeó haciendo reír a Ino. --Ahora vamos, preséntame a ese joven que quiero conocer al hombre que fue capaz de domar a ese rebelde corazón tuyo.

--Jajaja en realidad él es tan rebelde como yo.

--Ah, ahora todo tiene sentido.




Regresando al lado de Shikamaru, Ino le presentó a su mejor amiga, explicándole que a pesar de ser una joven tan importante y con mucho poder, era una persona en quien podían confiar. A él le sorprendió saber que una baronesa tuviera la sencillez de aceptarlo con tal naturalidad. Agradeció por el gesto que tenía con ellos, sintiendo que podía encontrar en ella a una aliada más en su prohibida historia de amor.

07/05/21

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