--¡Esa es la carroza del joven Naruto! ¡Abran paso!-- gritaba Suigetsu haciendo señas para que el cochero siguiera sus indicaciones y estacionara en el lugar correcto.

El vehículo se detuvo y el lacayo abrió la puerta de su señor para dejar bajar a los dos rubios.

--Hola Suigetsu-- saludó alegre el joven.

--Buenos días, joven Naruto. Señorita-- hizo una reverencia al ver a la mujer que acompañaba al mejor amigo de su jefe. --Mi señor no está pero pasen, están en su casa.

--Gracias, muchacho. ¿Dónde está Juugo? Necesito hablar con él.

--Él está en las caballerizas, pero no creo que sea el lugar más adecuado para una damisela como la señorita-- dijo viendo sus finos ropajes --Será mejor que vayan al despacho de mi señor. Yo llevaré a Juugo.

Diciendo esto se fue en su búsqueda. Ino caminaba hacia el despacho tomada del brazo a su primo, mientras veía con mucha curiosidad el lugar donde se encontraban. Le sorprendió ver que a pesar de la elegancia y actitudes refinadas de Sasuke, este viviera en un ambiente rústico como ese, rodeado de caballos, ganado y un fuerte olor a tierra. ¿Quién pensaría que uno de los hijos del duque viviría en esas condiciones? Rió al imaginarse a Sai en un sitio así. Seguro prefería morir antes que pisar un poco de lodo.

Cuando llegaron a la oficina de Sasuke, ella tomó asiento en uno de los muebles pero Naruto se mantuvo de pie, esperando al capataz de su amigo.

--¡Aquí está Juugo, señor!-- entró vociferando haciendo reír a Naruto.

--Cierra la boca, Suigetsu. Retírate de una vez-- reprendió el hombre de cabello naranja.

--Déjalo, déjalo. Ya que los dos están aquí, quédense. Sé que son de confianza-- intentó aligerar el momento.

Juugo miró de reojo a su compañero quien sonreía emocionado al saber que el amigo de su jefe lo consideraba de confianza.

--¿Y qué es lo que puedo hacer por ustedes, señor? Sabe que las puertas de esta casa siempre están abiertas para usted. El propio señor del Sharingan se lo dijo.

Ino se mantenía sentada escuchando la conversación.

--¿Señor del Sharingan?-- pensó extrañada. --¿No que el jefe era Sasuke?-- tenía dudas pero seguro Shikamaru se las podría aclarar cuando llegara.

--Lo sé, pero quería entregarte esto-- le extendió una carta que el capataz empezó a leer a toda velocidad --Como podrás leer, Sasuke quiere que instales a Ino en esta casa. Ella se quedará aquí por unos días aparentemente, ya tu señor te informará.

El día anterior cuando los hombres se reunieron para discutir el plan de rescate, Sasuke le había encargado a Naruto una carta que debía entregarle a su capataz para así asegurar la comodidad y bienestar de Ino mientras él y Shikamaru llegaran.

--¿Ino? ¿Acaso es usted...

--Sí, Suigetsu. Ella es Ino Yamanaka, mi prima, hija del conde Inoichi-- aseguró el rubio.

--¡Es un honor conocerla, mi señora!-- hizo una exagerada reverencia que le causó gracia a la muchacha.

--Puedes llamarme, Ino-- dijo amablemente.

--No, no, claro que no, señorita. ¡Qué atrevimiento!-- se horrorizó.

--Qué bueno que conozcas tu lugar, cabeza hueca-- susurró Juugo haciendo reír a los Yamanaka. --Bien-- continuó --Nosotros nos encargaremos de que la estadía de la señorita Yamanaka sea placentera. Le doy mi palabra.

--Muchas gracias, Juugo.

--¿Tú no te vas a quedar, Naruto?-- preguntó sorprendida. No es que tuviera miedo de estar en un lugar desconocido, sino que prefería tener compañía mientras el Nara llegaba.

--Me quedaré hasta que vengan Sasuke y Shikamaru, ¿está bien, primita?-- acariciaba su cabello de forma tierna.

--Está bien-- respondió más animada.

[...]

La noche ya había acaecido y el carruaje de Sasuke estaba ingresando por las grandes puertas de la hacienda. Shikamaru sentía que el corazón se le quería salir del pecho. Ino estaba a tan solo unos metros de él. Solo unos pasos más y la podría estrechar entre sus brazos con total libertad.

Su padre se encontraba sentado a su lado, quieto, seguramente ligeramente incómodo por sus sencillas vestiduras y su escasa elegancia al montar un ostentoso carruaje, pero aún así feliz.

Bajaron del carruaje los tres hombres y fue Juugo quien los recibió.

--Buenas noches, señor del Sharingan. Shikamaru. Señor-- saludó a cada uno de los recién llegados.

--¿Ella está aquí?-- preguntó Shikamaru a su amigo.

--Sí, está descansando en su dormitorio-- respondió, consciente de la importancia de la muchacha para él. El joven Nara le había contado hace algún tiempo sobre Ino, así que le alegraba saber que ellos al fin estarían juntos.

Los ojos de Shikamaru se le llenaron de lágrimas. Quería correr, gritar, reír. Mil emociones se mezclaban en su pecho que no podía decidir qué hacer.

--Ve con ella, hijo, yo me quedaré con el señor Sasuke.

--No, papá. Déjame instalarte primero-- le aseguró. --Por cierto, Juugo, este es mi padre, Shikaku Nara. Papá, él es Juugo, un buen amigo y capataz de esta hacienda.

--Mucho gusto, señor Nara.

--El gusto es mío, Juugo-- estrechó su mano.

--De una vez aprovecho para comunicarte que Shikaku se quedará trabajando con nosotros. Él tiene experiencia trabajando con caballos así que no será difícil que se acople a las labores de este lugar. Por favor, encárgate de comunicarlo mañana por la mañana.

--Sí, señor. Que tengan buenas noches-- se retiró.

--Bueno, yo iré a acomodar unos papeles y luego también me gustaría descansar. Acomoda a tu padre donde consideres adecuado y descansen también.

--Muchas gracias, Sasuke-- dijo de todo corazón sabiendo todo lo que hizo y lo que seguía haciendo por él. --Ven, papá. Vamos a buscarte un cuarto.

--Yo preferiría quedarme contigo por ahora, Shikamaru. sabes que siempre hemos sido tú y yo y me abruma este lugar tan inmenso.

--Está bien. Le pediré a un amigo que me ayude a acomodar una cama más en mi dormitorio. No te preocupes-- vio cómo Shikaku se relajaba un poco.

.

--¿Eso es todo?-- preguntó frotándose las manos luego del arduo trabajo.

--Sí, Suigetsu, gracias-- dijo admirando la cama recién armada que él y su amigo habían instalado en el dormitorio.

--Bien, entonces me voy a dormir. Hoy ha sido un día pesado-- se frotaba la frente --Por cierto, hoy vino el joven Naruto y su prima, ¡la hija del conde! ¿puedes creerlo? ¡Se está quedando en esta casa!

--¿Los dos se están quedando?

--Solo ella. El joven está esperando al jefe en su oficina.

--¿Na... el joven Naruto sigue aquí?

--Sí, eso dije.

--Oh, entonces iré a verlo un momento.

--¿Tú qué tienes que ver con el amigo del jefe?-- preguntó confundido.

--Na-nada. Te explicaré luego-- desvió el tema. --Papá, acomódate en tu cama. En el armario tengo algunas colchas y en los cajones de abajo algunas pijamas que puedes usar-- el hombre asintió --Por cierto, Suigetsu, ¿dónde me dijiste que se estaba quedando la hija del conde?

--Ehm... está en uno de los salones contiguos al despacho. Algunos muchachos y yo lo arreglamos para ella. Ya sabes que la nobleza no acostumbra a frecuentar lugares como estos, así que lo acondicionamos con todo lo necesario para que se sintiera como en casa-- terminó susurrando cómicamente --¿Por qué quieres saber?

--Por nada en particular-- dijo saliendo del lugar para dirigirse al despacho del Uchiha.

[...]

--¡Shikamaru!-- chilló Naruto.

--Perdón. ¿Interrumpo?

--Para nada, amigo. Pasa. Justo Naruto me estaba contando cómo fue su viaje-- dijo Sasuke desde la cabecera de su escritorio.

--Todo salió perfecto. Ino durmió casi toda la noche y aquí nos han tratado muy bien.

--Me alegro, Naruto-- el Uchiha respondió complacido.

--Yo... yo quería agradecerte, Naruto. No sabes cuánto desee poder sacarla de ese suplicio diario que le tocaba vivir...

--No tienes nada que agradecerme, Shikamaru. Ella es una persona muy especial para mí, es como la hermana que siempre quise tener. Cuando nos contaron lo que realmente estaba sucediendo con ella no podía dejarla sola. Sé que eres amigo de Sasuke, por lo tanto eres tan buen hombre como él, así que lo único que te pediría es que le dieras la tranquilidad que ella se merece. A mí no me importa quién seas ni qué apellido tengas, solo quiero que ella sea feliz.

--Sabes que yo no pertenezco a la misma clase social que ustedes; no poseo ningún título, no tengo una gran fortuna ni podré darle las comodidades a las que ella está acostumbrada, pero la amo... la amo de verdad, y daría mi vida por hacerla feliz.

--Me complace escuchar eso, amigo-- le mostró una amplia sonrisa, tan típica en ese rubio entusiasta.

--Hablando de Ino, sé que ella se encuentra a salvo aquí pero no podemos arriesgarnos-- dijo Sasuke con preocupación.

--¿Qué propones?

--Tengo una propiedad no muy lejos de aquí, fuera de la Villa del Sonido pero aún dentro de los límites del país. Propongo que por la seguridad de Ino y la tuya, ustedes se vayan a vivir ahí-- expresó dirigiéndose a Shikamaru --De esa manera podrán mantenerse alejados de todo y de todos. Sé que nadie conoce mi ubicación, pero no sé hasta qué punto Inoichi será capaz de buscar a su hija.

--Yo estoy de acuerdo-- asintió Naruto con los brazos cruzados.

Shikamaru dudó. La idea le resultaba atractiva pues nada importaba más que la seguridad de su amada; sin embargo, sentía que el Uchiha había hecho demasiadas cosas por ellos. No quería abusar de su amabilidad.

--Agradezco tu oferta pero... pero no puedo aceptarla.

--¿Por qué?

--Tú ya has hecho mucho por nosotros. Además no tengo cómo pagar algo así...

Era cierto. A pesar de tener algunos ahorros, no alcanzarían para pagar una gran casa como seguramente era aquella propiedad. Ni siquiera podía contar con el dinero de Ino, pues al fugarse, era más que claro que perdía derecho sobre su título de nobleza y sobre su fortuna.

--Por ello no hay problema-- dijo Naruto --Yo podría encargarme de eso.

--Yo no les estoy pidiendo dinero-- protesto Sasuke viendo cómo se disputaban las cuentas de la renta entre ambos --Yo voluntariamente estoy ofreciendo mi casa. No les estoy alquilando ni vendiendo nada, solo la pongo a su disposición mientras puedan conseguir algo propio.

--Pe-pero Sasuke...

--Pero nada, Shikamaru. ¿Acaso no decías que lo más importante para ti era la felicidad y tranquilidad de Ino? Si los dejo a la deriva correrían el riesgo de arruinar todo el esfuerzo que se hizo por ustedes. ¿Acaso quieres que Inoichi se la lleve?

El joven Nara se quedó pasmado. Sasuke tenía razón. Estaba dejándose llevar por su orgullo y por su egoísmo haciendo a un lado lo más importante: el bienestar de quien amaba.

--Gracias...-- respondió con la cabeza gacha, escondiendo sus ojos enrojecidos debido al gesto amable que Sasuke le mostraba una vez más.

--Entonces está decidido. Hablaré con el encargado que cuida mi propiedad para que arregle lo necesario. Supongo que a lo mucho pasado mañana podrán partir.

--Listo. Entonces me retiro-- dijo Naruto desperezándose --Me quedaré en el dormitorio de siempre, ¿está bien? Ya es tarde y preferiría salir por la mañana. Ahora estoy realmente agotado.

--Claro. Ve. Esta siempre será tu casa, amigo.

--¡Esperen!-- elevó la voz para que ambos caballeros se detuvieran antes de abandonar el despacho. --Si voy a vivir con Ino, prefiero que sea de la forma correcta. Que ella haya huido de casa no significa que pasaré por encima de las leyes de la moral y las buenas costumbres-- Shikamaru se acercó a Naruto y lo miró de frente, con seriedad, haciendo que este borrara su usual sonrisa y adoptara el mismo gesto --Naruto, sé que eres el único familiar cercano que tiene Ino en estos momentos. Aunque me hubiera gustado pedírselo a su padre, me tranquiliza saber que aún te tenemos a ti, que contamos contigo. Por eso quisiera pedirte formalmente la mano de Ino en matrimonio. Sé que lo que le puedo ofrecer es poco, pero es sincero, y prometo esforzarme al máximo para hacer que nada le falte.

Naruto abrió sus ojos tanto como pudo, pasando del repentino asombro a la gran felicidad.

--¡Claro que sí, Shikamaru! Tienes todo mi apoyo y permiso para casarte con ella. ¡Nada me haría más feliz!

Shikamaru sonrió ampliamente y le tendió la mano. Naruto en lugar de estrechársela lo tomó con ambos brazos, lo abrazó con fuerza elevándolo levemente del piso haciendo que el Nara se sonrojara de vergüenza.

--¡Ahora seremos familia!-- reía el rubio.

19/06/21

¿Cómo no amar a Naruto? Tan bondadoso y humilde como siempre😍

Y así cerramos este capítulo. Ya falta cada vez menos para el final pero no desesperen, que aún nos quedan varios capítulos por leer.

Les mando un fuerte abrazo a la distancia😊

Los quiero💌