BUENOS Y MALOS TIPOS
--¿Y a qué se dedican ustedes, jóvenes? ¿Son solo amigos o socios en algún negocio?-- preguntó el conde con interés.
--Prefiero mantenerme al margen, Inoichi. Tú sabes, me gusta llevar una vida alejada de todo esto-- Sasuke evadió el tema directamente. Sus relaciones con Inoichi eran buenas, aún así nunca daba detalles de su trabajo ni de su paradero para evitar que la noticia se propague y que su familia se inmiscuya en su vida.
--¡Tan reservado como siempre!-- rió el hombre sorbiendo un poco de su té. --¿Qué tal usted, señor Namikaze?
--Él tiene un amplio negocio de caballerizas-- se apuró en responder el Uchiha para darle a Shikamaru una idea desde dónde partir.
--Así es, señor Yamanaka. Tengo varias haciendas en mi haber donde me dedico a la crianza y comercialización de caballos.
--Caballos, qué interesante. Hay un gran mercado en ese rubro-- asintió Inoichi seguro de sus palabras.
--Por supuesto.
Shikamaru explicó brevemente su trabajo. Lo hizo con toda la naturalidad del mundo porque no era nada nuevo para él, ya que en realidad estaba describiendo todo lo que Sasuke poseía y a lo que se dedicaba. Itachi escuchaba en silencio la gran mentira que estaban armando esos dos y sonreía disimuladamente alternando la mirada entre Shikamaru y su hermano. Cuando los ojos de los Uchihas mayores se encontraron, con un pequeño gesto Sasuke le dio a entender que tenían todo bajo control.
--¿Y desde dónde viene usted, Shikamaru? ¿Dónde reside permanentemente?-- preguntó el conde haciendo que Sasuke mirara de inmediato a su amigo, esperando que no se le ocurriera decir que venían de la Villa del Sonido.
--Vivo en el País del Viento, señor Yamanaka-- recordando su encuentro con Temari, la jornalera del bar, fue lo único que se le ocurrió decir.
--Eso queda muy lejos de aquí. Debe haber sido un viaje bastante pesado, ¿cierto? Con razón Sasuke te trajo consigo-- dijo Tsunade.
--Así es, señora.
--Bueno, bueno. De todas maneras siempre es agradable conocer amigos, aunque sean de tierras lejanas, ¿verdad, Inoichi?
--Claro que sí, Tsunade. Entre iguales debemos frecuentarnos y formar alianzas-- dijo con seguridad --El pueblo se reproduce como insectos y si no tienen una mano dura que los domine pronto empezarán con sus pensamientos revolucionarios de rebeldía y sublevación. Es mejor que la nobleza se una entre sí, de esa manera mantenemos el poder y la fortuna entre quienes realmente sabemos manejarla.
--Toda la razón, suegro. El apestoso pueblo debe saber su lugar. Nosotros los nobles debemos permanecer unidos, así como los Yamanaka y los Uchiha-- sonrió Sai.
--Exactamente, hijo-- respondió --Y estoy seguro que este será el inicio de una buena amistad entre los Yamanaka y los Namikaze, ¿no es cierto, Shikamaru?
--Por supuesto, señor Yamanaka-- respondió fingiendo la sonrisa más amable que pudo crear luego de escuchar la sarta de barbaridades que hombres como Inoichi y Sai eran capaces de decir.
En ese momento se dio cuenta de que realmente habían dos tipos de personas en la alta sociedad. Los tipos como el conde y el Uchiha menor, quienes se vanagloriaban humillando a los más débiles al creerse superiores simplemente por haber nacido en cuna de oro; y los tipos como Sasuke, Ino y aparentemente el matrimonio Uchiha presente, quienes jamás mostraron comportamientos clasistas ni les importaba el poder ni la fortuna de alguien para valorarlo como persona.
--Dejemos las formalidades, Shikamaru. Llámame Inoichi y ella es Tsunade, mi hermana-- sonrió amablemente.
--De acuerdo, Inoichi. Tsunade-- saludó haciendo una ligera reverencia.
Sasuke respiró tranquilo en ese momento pues sabía que su amigo se acababa de ganar la confianza del hombre. Desde ese punto todo sería más sencillo.
--Por cierto, Tsunade-- empezó Shikamaru con más confianza --Sasuke me dijo que su buen amigo Naruto era hijo suyo. ¿También vendrá a tomar el té con nosotros? Me gustaría conocerlo.
--Mi hijo es impredecible. Ya lo conocerás. Me dijo que nos acompañaría así que ya debe estar por...
--¡Pero qué gran reunión familiar!-- entró sonriente, elevando la voz con los brazos abiertos.
--¡Hijo!-- corrió la mujer a abrazar a su primogénito.
Shikamaru vio el cariño con que el joven abrazaba a su madre y la sonrisa sincera que proyectaba, contagiándolo y haciéndolo sonreír también. Al instante se dio cuenta que el tal Naruto pertenecía al segundo tipo de nobles, aquellos que le agradaban.
--¡Sasuke!-- chilló por segunda vez y se acercó a su amigo para estrujarlo de una manera en que a Shikamaru le pareció poco común para la nobleza.
--Compórtate, Naruto-- regañó la madre sin que el susodicho la obedeciera.
Así se paseó por toda la mesa saludando a todos los presentes con efusividad. Al parecer no importaba cuán ricos, poderosos y estirados fueran, todos caían ante la alegría del joven dejando su formalidad y postura acartonada para contagiarse de la felicidad que emanaba Naruto. Todos sonreían al abrazarlo, se alegraban con su presencia. Pronto la mesa dejó de ser una reunión sosa de intercambio de palabras para convertirse en un compartir alegre y animado que le recordó a los almuerzos de camaradería con sus colegas.
Cuando llegó su turno, Sasuke lo presentó como un noble importante, así como lo había hecho previamente con los demás. A pesar de recién conocerlo, Naruto le ofreció una gran sonrisa y un apretón de manos seguido de un abrazo fraterno que le recordó al entusiasta de Suigetsu. Shikamaru se dejó arrastrar por el sobrino del conde y respondió de la misma forma.
--¿Y dónde está Ino? No veo a ninguno de mis primos, tío-- preguntó al fin sentándose.
La pregunta también llamó la atención del joven Nara, quien mentalmente se había hecho el mismo cuestionamiento desde que llegó.
--Sabes que a Deidara le aburren estas reuniones, hijo. Todavía es un jovencito que prefiere salir con sus amigos, e Ino no sé, se suponía que ella debía compañarnos. ¿Tsunade, sabes qué pasó?
--La dejé con Hinata vistiéndose. Me sorprende que no haya bajado aún.
Sai empezó a inquietarse y Shikamaru fue capaz de notar el enojo contenido en su mirada. Luego de un breve intercambio de palabras entre los presentes, el Uchiha menor no aguantó la espera y se puso de pie.
--Iré a ver qué pasó con mi bella novia-- sonrió falsamente haciendo que el joven Nara lo mirara inquisitivamente mientras se adentraba nuevamente a la casa.
Aunque tratara de disimular, sus pasos fuertes demostraban su ira, y su andar presuroso la impaciencia que tenía por encontrarse con ella. Shikamaru miró de reojo a Sasuke quien también parecía notar la actitud de su hermano. Al notar que ya había oscurecido, la merienda terminó y todos se pusieron de pie, dándoles la oportunidad de escapar de aquella reunión.
--Están en su casa, muchachos. Dentro de poco empezará el gran baile, así que siéntanse libres de visitar mis instalaciones mientras esperan-- ofreció Inoichi a todos sus invitados.
En un rápido movimiento, Sasuke y Shikamaru tomaron el mismo camino que Sai para descubrir sus intenciones.
[...]
--Señora, tiene que bajar.
--No insistas, Hinata. No iré a tomar el estúpido té al lado de Sai. Ya es más que suficiente tener que aguantarlo el resto de la noche.
--Pero su padre solicitó su presencia, mi señora. Todos los Uchiha y los Yamanaka están reunidos.
--Que se reúnan. Yo bajaré cuando inicie la fiesta.
--Pe-pero señora... si no baja, Lady Tsunade me reprenderá-- agachó el rostro.
Ino la miró con desdén al ser consciente del chantaje que le hacía su sierva para tratar de persuadirla.
--Bien-- aceptó a regañadientes.
Ino terminó de vestirse y peinarse para bajar a tomar el té con su familia. Aunque ya era tarde, seguro seguirían reunidos. Conocía esas típicas conversaciones interminables y lo más probable sería que aún estuvieran hablando de negocios.
Una vez lista, la rubia muchacha bajó seguida por su sierva por una de las amplias escaleras que llevaban al primer piso. Cuando se disponía a doblar por un pasadizo que la llevaría directamente al lugar, se chocó con quien menos esperaba ver.
--¿Por qué tanto te demoras? Nos tuviste esperando a todos.
--Estaba ocupada.
--¿Qué puede ser más importante que reunirse con la familia, ah?
--Varias cosas. No te importa.
--¡No seas insolente!
--No lo soy. Solo respondo a tus preguntas.
--Será mejor que cierres esa maldita boca y vengas conmigo. No me hagas pasar la vergüenza de tener que llevarte a rastras-- la tomó de un brazo y empezó a jalar de ella con fuerza.
--¡Suéltame, imbécil! ¡Yo puedo caminar sola!-- arrancó su brazo de las manos de su novio.
--¡¿Cómo me llamaste, mocosa estúpida?!
--Te llamé por lo que eres. Un imbécil que cree que gritándome y llevándome a la fuerza logrará que lo obedezca.
--Eres una pequeña niña idiota...-- se burló.
--Más idiota eres tú por pensar que casándote conmigo lograrás tenerme-- Ino rió socarronamente --Me repugnas, Sai. Así me desposes, jamás tendrás mi consentimiento para acostarte conmigo. Por que es eso lo que te llena de cólera, ¿verdad? Que todas las mujeres mueran por ti y que la única con quien debas casarte, te odie y te desprecie-- lo miraba altiva, llenándose de un repentino valor. --Escúchame bien, Sai. Casémonos si eso quieren tú y todos, pero olvida la idea de que algún día te corresponderé. Me tomarás a la fuerza si quieres, porque NUNCA lo haré por mi voluntad y ¿sabes por qué? Porque yo amo a otro hombre.
--Vive tu mundo de fantasía si eso deseas, porque ese don nadie ya debe haber muerto. Y por lo otro créeme que no me satisface pensar que debo casarme contigo. Yo te detesto tanto como tú a mí, aunque no niego que tu belleza es deslumbrante, así que como mi esposa, deberás estar dispuesta para cuando yo lo requiera, sino te irá muy mal-- finalizó acariciando su mejilla manteniendo una mirada amenazadora.
--Sé que él no ha muerto. Yo lo amo y lo amaré siempre. Aunque te duela-- se zafó de la caricia del joven --Qué lástima me das. Tener a una mujer que piensa en otro-- rió sonoramente haciendo que la ira de Sai se desbordara haciéndolo perder los papeles.
Ella tenía razón, aquello lo estaba matando. Sus últimas palabras colmaron su paciencia y en un arrebato de rabia hacia ella y el hombre a quien hacía referencia, le dio un fuerte golpe con la mano. Decir que fue una bofetada sería poco, pues en lugar de utilizar la palma, lo hizo con el dorso de su mano, ejerciendo la fuerza de todo su brazo para estamparlo en el pequeño rostro de la joven Yamanaka.
Aquella última acción despertó la furia de Shikamaru, quien junto a Sasuke, habían presenciado toda la escena escondidos tras una columna.
Minutos antes habían logrado alcanzar a Sai y vieron como este tropezaba con Ino, para luego ser testigos del duro intercambio de palabras entre ambos. La súbita alegría que había sentido Shikamaru al ver a su amada se desvaneció al presenciar el mal trato que el hombre le daba. Se sorprendió al escuchar las palabras de Ino y la forma cruda de hablarle a su casi prometido, restregándole en la cara que ella pensaba en otro. Que pensaba en él. Aquello lo reconfortó en demasía al saber que aunque ella no tuviera idea de su paradero, seguía recordándolo con amor.
Dispuesto a ir tras el cobarde que se atrevió a golpear a la mujer que él amaba y por la que daría su vida, caminó lleno de cólera para masacrarlo a puños; sin embargo, Sasuke se interpuso alzando la voz antes de que su amigo cometiera una locura.
--¡Aquí estaban!-- dijo sonoramente mientras sostenía a Shikamaru de uno de sus hombros.
Al ver la súbita aparición de los dos hombres, Sai cambió de actitud y abrazó a Ino. Ella, que desde el golpe recibido había permanecido con el rostro agachado y oculto entre las manos, se dejó acurrucar en el pecho del hombre, disimulando así frente a los presentes.
--Ya íbamos para allá, Sasuke-- sonrió sin soltar a la Yamanaka que aún no había levantado el rostro para mirar a quien tenía al frente.
La primera en notarlo fue Hinata. Con los ojos casi saliendo de sus órbitas miró de pies a cabeza a Shikamaru, quien le dirigió una mirada y ella comprendió que debía guardar silencio. La sierva había estado presente durante todo el enfrentamiento entre su señora y su novio, mas no podía hacer nada. A decir verdad, no era la primera vez que era testigo de los malos tratos de Sai, aún así no le correspondía a ella meterse.
--Buenas noches, señorita-- saludó Shikamaru con la esperanza de que su amada levantara el rostro y lo reconociera.
Al parecer su idea surtió efecto porque Ino sintió que su corazón se detenía. Esa voz. Esa dulce voz que ella recordaba con tanto amor volvía a sus oídos. Cuidadosamente se deshizo del abrazo de Sai y lo observó con asombro. Aunque no tenía su típico peinado recogido de siempre, pudo ver en él sus mismas facciones, su misma sonrisa, sus mismos ojos amorosos. Su cabello estaba suelto, peinado hacia atrás como tantos otros jóvenes nobles, sus ropas eran tan finas como las de su novio y su porte era tan elegante que le parecía increíble que bajo todo ese disfraz se escondiera el humilde joven del campo que conoció y del cual se enamoró tiempo atrás.
--Déjenme presentarlos-- se apresuró a decir Sasuke --Ino, él es Shikamaru Namikaze, un buen amigo mío. Shikamaru, ella es Ino Yamanaka, hija de Inoichi y la novia de mi hermano.
--Es un placer conocerla, Ino-- tomó una de sus manos y besó su dorso con intensidad, intentando transmitirle todo su amor en tan pequeña caricia.
El rostro de Ino se ruborizó, haciendo que el enrojecimiento del golpe recibido previamente se camuflara con el tono rojizo que adquirieron sus mejillas.
--¡Ino! ¡Muchachos!-- llegó Tsunade y observó al pequeño grupo --Es hora de prepararnos para el baile. Los invitados ya empezaron a llegar así que pueden ir pasando al gran salón. Y ustedes-- agregó tomando del brazo a la pareja anfitriona --Vengan conmigo. Sai, tú irás a la habitación de invitados que preparamos para ti. Ve a cambiarte y baja lo más rápido posible que todos querrán saludarte. Y usted, señorita, vaya a cambiarse que ese vestido no es el apropiado para su compromiso-- la mujer hablaba sin parar mientras subía por las escaleras sosteniendo del brazo a los dos jóvenes. --¡Hinata! Ven aquí y ayuda a tu señora.
La joven sirvienta hizo una reverencia a los dos hombres que quedaron y se retiró corriendo tras la mujer.
Al encontrarse solos nuevamente, Shikamaru se quedó pensando en cómo le hubiera encantado dejarle la cara a Sai. Agradecía el hecho de que Sasuke lo contuviera, pero definitivamente habría disfrutado rompiéndole la cara a ese cobarde.
Sasuke vio cómo su hermano y los demás subían por las escaleras. Pensó en lo que habían visto momentos antes y descubrió que Sai era en realidad más cruel y desgraciado de lo que pensaba. No comprendía en qué había fallado su familia al criar a un muchacho tan despiadado, abusivo y cobarde. Entendía que la nobleza solía ser clasista, superficial y arrogante, pero Sai sobrepasaba esos adjetivos y en lugar de ser un muchacho de familia y renombre, parecía un vulgar cretino, maltratador de mujeres y un depravado sexual que forzaría a una mujer para satisfacer sus deseos. Todo eso, sumado a la tristeza de su amigo quien solo le pidió la oportunidad de despedirse de la mujer que amaba, lo estaban consumiendo por dentro. Ino no merecía sufrir al lado del un ser tan repugnante como su hermano menor. La conocía y sabía que era una buena muchacha y al parecer sus sentimientos eran tan claros como los de Shikamaru. Los dos se amaban intensamente pero el destino los separó simplemente por no pertenecer a la misma clase social.
--Vamos, Sasuke-- Shikamaru se giró para dirigirse al gran salón donde los demás invitados esperaban.
--Espera-- lo tomó de un hombro --Te ayudaré a sacar a Ino de aquí.
28/05/21
¡¡Ahh!! ¡Sasuke ayudará a rescatar a Ino! 😍😍
No sé cuántas personitas estén por allí leyendo pero espero que se hayan emocionado tanto como yo. 😄
Cuidense mucho y nos leemos próximamente. 😊
Los quiero 💌
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