Cuando Tomioka quiso decir algo, en el camino silencioso de regreso a la finca mariposa, Takesho lo miró y dedicó un lindo-No me hables, Tomioka-No supo porque, pero le hizo caso, su forma de hablarle, tan demandante le hizo obedecer.

Takesho sostuvo todo el camino su brazo que tenía un gran rasguño, iba del codo hasta el hombro y le dolía demasiado, ya sentía su brazo entumecido.

Se había lastimado antes, pero la mayoría de las veces era en la espalda o piernas y eran muy leves.

Tomioka sentía los nervios recorrerle el cuerpo, la sangre goteaba de la venda que envolvía su brazo.

-Hay que ir con Shinobu, para que te traté eso-Apuntó a su brazo, Takesho apenas lo miró.

-No, quiero ir con Sanemi-Objeto.

-Sanemi no va a curarte el brazo.

-Por supuesto que si.

-La finca de Shinobu está más cerca-Le aclaró Giyuu.

-Se lo que hago.

Siguió caminando hasta que encontró el camino de regresó a la finca de Sanemi, cuando se dispuso a seguir ese camino la mano de Tomioka en su brazo sano la detuvo.

-No me toques-Se zafo-Se lo que hago-Repitió.

-Podrías desmayarte en cualquier momento, llevas horas perdiendo sangre.

-La misión ya esta completa, asi que dejame en paz-Obstinada por llevarle la contraria siguió su camino.

Tomioka la miro hasta que la perdió de vista, dió un suspiro largo para seguir con su camino.

-Que mujer más terca...-Dijo al aire sin poder evitar mirar hacia atrás con el entrecejo fruncido.

Los medicos revisaron su herida e hicieron una sutura, debía tener unos días de reposo, al menos dos días antes de volver a la acción.

-Estas muy sería desde que volviste, ¿Ese imbécil te dijo algo?

-Que soy estúpida y repugnante, no lo entiendo, ¿Por qué me odia tanto?-Preguntó susurrando, casi a punto de dormirse.

-Porque a el nadie lo quiere-Se sentó juntó al futon, pasando su brazo detrás de la cabeza de Takesho-¿Cómo te heriste?

-Había un Demonio detrás de mí, no lo sentí llegar.

-¿Dónde estaba el imbécil?

-Delante de mí, pero no se movió. Yo creo que el lo vio pero lo dejó atacarme-Los musculos de Sanemi se tensaron con enojó-Pero no te enojes, estoy bien.

-¿Cómo no enojarme?, le daré su merecido.

-Esta bien...quédate aquí hasta que me duerma, por favor.

-Aquí estoy-Le murmuró, acarició su cabello hasta que sus ojos se cerraron por completó.

El iba a vengarse.

Amaba profundamente a Takesho y nunca aceptaria que nadie le hiciera sufrir. ¿Cómo pudo decirle que era tonta?, solo era feliz. Desde que la conoció pudo apreciar a cada faceta, generalmente sonreía, aunque estuviera triste, quería ayudar a todos. Era como una hermana menor a la que debía proteger.

Gruño en silencio, ¿Qué pretendía Tomioka Giyuu con ella? Ni siquiera con los demás era tan duro como lo era con ella.

Lamento que sea tan corto:( pero espero les guste!! Bye bye!!