NARRA HIKAGE
Lloré y lloré hasta dormirme.
Escuché un fuerte ruido y me levanté perezosa con mi ,aún puesto, uniforme.
Caminé al salón, mientras rascaba ligeramente mi cabeza,vi a mi Tutor legal y a Aizawa tirados por el suelo,con piezas de madera ,martillos, destornilladores y más utensilios por el suelo.
Me apoyé en el marco de la puerta y bostecé.
-Que se supone que hacéis?-se giraron a mirarme.
-ESTA VIVA! -le miré extrañada-Ayer te encerraste en tu cuarto y hasta ahora no has salido.
Mire la hora en el teléfono que tenía en mi bolsillo,dándome cuenta que había dormido todo un día, puesto ya era por la noche.
-Les ayudó con eso?-negaron con la cabeza- iré a dar una vuelta si eso.
Me fui a mi cuarto, me cambié con ropa cómoda y salí de la casa yendo a aquel parque,que tantos recuerdos me traía.
Comencé a dar patadas y golpes contra un árbol, hasta que pude sentir una voz que me llamaba.
-M~miyuki?-me giré y pude ver a Midoriya junto al resto de la clase.
Pude ver que de fondo estaba Todoroki y Bakugo, bastante alejados de todos y cada uno por su lado.
-Hey, que hacéis por aquí?-me acerqué un poco y choqué los cinco con Kirishima.
-Venimos de buscar a Midoriya, íbamos a dar una vuelta-respondió Kaminari.
-Casi revientas el árbol, mírate las manos por Dios!-al oír a Sero mire mis manos y pude ver mis nudillos rojos y con un poco de sangre.
-No es nada. Ni siquiera duele-vi como Bakugo se acercaba.
-Hey que haces por aquí mierda híbrida?-sonrei un poco.
-Entrenar y tu rubia oxigenada?-chocamos manos.
-Me obligaron.
-AAAAH! A KATSUKI LE OBLIGARON A IR A LA CALLE-dije antes de comenzar a reír.
-CALLATE O TE MATO ESTUPIDA!-rei aún más.
-A la mierda musulmán-me aleje un poco de ellos al ver a Todoroki acercarse poco a poco y me colgué con los pies de una barra.
La camisa se bajó un poco, pero como no, yo llevaba top.
Comencé a hacer algunos abdominales hasta que escuché la voz de aquel pequeño pervertido.
-Por dios! Estoy en la gloria-el idiota de Mineta me miraba.
Pare de hacer abdominales y bajé.
Me acerque al pequeño y lo cogí por la camisa, hasta llevarlo a un árbol y tirarlo alto, logrando que se quedase enganchado.
-Quien es el siguiente?-dije con una sonrisa sádica.
Todos negaron asustados y comencé a caminar.
-Miyuki!-me volví a girar mirando al peliverde-Vienes a comer algo con nosotros?
Le miré apenada y negué con la cabeza.
-Tengo a los chicos intentando montar un mueble en casa y cocinando. Antes de un incendio o algo iré a comer allí-escuche la risa de Kaminari.