Narra Izuku:

Marzo del 2013

Sonó mi despertador, éste indicaba las seis de la mañana, por lo cual debía levantarme de mi cama y asistir a mi primer día de escuela.

Una vez hecha la cama, me alisté con mi ropa de estudiante que consistía en una camisa blanca por debajo de un saco gris con detalles verdes, un pantalón largo verde oscuro y una corbata roja que hacía juego con mis botas rojas.

Al salir de mi cuarto ya perfumado, me topé con mi mamá en el pasillo, la cual reaccionó con una sonrisa y me dedicó un halago.

Inko: -Buenos días cariño, ¡Que guapo que es mi hijo con su ropa que hace juego con sus hermosos ojos!

Me tomó un cachete y lo apretó.

Izuku: -Gracias mamá, tus ojos también son hermosos

Al darnos un abrazo, ella siguió con su camino dirigiéndose al baño y yo procedí a prepararme el desayuno, pero al llegar, me di cuenta de que ella me lo había preparado.

Izuku: -¿Qué haría sin mi hermosa madre?

Inko: -No tendrías a nadie que te lave tus boxers de ositos

Dijo cuando se apareció por detrás tomándome de los hombros.

Izuku: -¡Mamá!, Tu-tuviste suert-te que nadie escuchó

Inko: -¿Yo tuve suerte de que nadie me haya escuchado? ¿O vos la tuviste?

Izuku: -Ambos, por qué si alguien te llegaba a escuchar yo...

Ella levantaba una ceja mientras pronunciaba las palabras, al darme cuenta de lo que estaba diciendo, decidí retirar lo dicho por miedo.

Inko: -¿Vos..?

Izuku: -Ganas esta pelea..

Inko: -Como siempre, ahora no te hagas el vivo y comé el desayuno que no querrás llegar tarde en tu primer día

Izuku: -Claro, nadie querrá faltar a la escuela..

Dije con cierto sarcasmo que pudo notar.

Inko: -¡Izukuuu!

Izuku: -Ya me apuro mamá

Una vez terminado el desayuno, fuí al baño a cepillarme los dientes y ahí me la encontré a mamá haciendo lo mismo que yo. Mientras tomábamos agua, hacíamos buche y escupiamos, ella me recomendó algo.

Inko: -¿Qué te parece si te peinas?

Izuku: -¿Para qué?, es malgastar tiempo

Inko: -Creo que así llamarás la atención de las chicas

Izuku: -¿¡Queeeeeee!?

Me sobresalté escupiendo todo el líquido en mi boca sobre el espejo del baño, mientras lo limpiaba, ella me explicaba el por qué de sus palabras.

Inko: -He estado leyendo por internet como toda madre moderna, y creo que quizás mi hijo podría interactuar con algunas chicas

Izuku: -¿Quien usa la palabra interactuar? En todo caso sería hablar, pero si te pones a pensar, directamente no tengo amigos, así que el problema no es sólo con las chicas

Inko: -Hijo, solo debés ser tu mismo, y ante todo, no te pongas nervioso, solo son personas que quieren conocerte, vos sos una buena persona, les caerás bien

Izuku: -Te amo mamá

Dije algo avergonzado y sonrojado.

Inko: -Y yo más hijo

Me respondió derramando lágrimas.
Nuevamente nos abrazamos y me despedí de ella para ir rumbo a la escuela.

Inko: -Suerte en tu primer día de clases, ¿Seguro que no querés peinarte?

Izuku: -¡No!, prefiero mis pelos alborotados

Inko: -¡Te quiero!

Así es como me marché de mi hogar y salí a la calle, la secundaria U.A. no estaba lejos, por eso me dirigía caminando.

Rumbo a mí primer día de Secundaria.

Una vez que arribé la vereda, comencé a caminar tranquilo por las extensas calles de la ciudad.

Con mis auriculares en los oídos, la mochila en mi hombro y las manos en los bolsillos de mi pantalón, me dirigía a la escuela que se encontraba a unas pocas cuadras de mi casa. Durante el camino, a mí me encantaba observar mi alrededor, los días soleados con un extenso cielo azul es algo que adoro y aprecio demasiado.

Atravesar plazas donde pequeñas brisas de viento hacen caer las hojas de los árboles no solo indicaban la pronta llegada de otoño, sino también, mostraba lo bella que era la naturaleza.

Amo la vegetación, y no me refiero al de Dragon Ball Z.

Siempre tuve la ilusión de vivir en el campo: el rocío que cae en las mañanas sobre el pasto, el aroma a húmedo, los amaneceres y el ruido de los pájaros eran experiencias que sin duda necesitaba vivir día a día.

No solo quería vivir en el campo por el ambiente natural, también quería saber lo que se sentía la tranquilidad de allí, en las grandes ciudades existen personas peligrosas de las cuales hay que cuidarse y más que nada circular con mucha preocupación.

Muchas veces de pequeño me imaginaba un mundo distinto al mío, uno en donde la justicia se alzaba contra el crimen que invade las grandes urbes. Una realidad en donde existan una gran cantidad de héroes con diferentes poderes cada uno, que combatieran estas amenazas del mundo criminal.

Increíble lo que puede surgir de mi imaginación.

Luego de caminar un rato, consigo llegar a mi destino, la secundaria U.A.

Yo ya había estado allí durante el verano para realizar la inscripción, la primera vez que la ví me sorprendió la magnitud del lugar, abarcaba varias manzanas de la ciudad y según para muchos, era una de las mejores escuelas.

Al llegar en mi primer día, me vinieron dos sentimientos al unísono: nervios y emoción.

Aunque a decir verdad, me dominaban más los nervios y la intranquilidad que la emoción por conocer un ámbito nuevo.

Cuando conseguí salir del trance, decidí cruzar el amplio portón del frente donde veía a más personas de mi edad e incluso más grandes que yo haciendo lo mismo para no llegar tarde.

Al ser tímido, evitaba todo tipo de contacto visual con otros con tal de evitar problemas, solo centraba mi mirada hacia al piso con la cabeza gacha. Mientras avanzaba haciendo eso, me topé con una baldosa levantada que provocó mi tropiezo y mi inevitable caída.

O eso pensé.

En los segundos mientras caía, una chica logró sujetarme y frenarme.

???: -¿Estás bien?

Izuku: -...

Me quedé paralizado, muy pocas veces tuve la oportunidad de entablar conversaciónes con chicas y la última vez que lo había hecho fue hace mucho tiempo.

???: -¿Vas a responder?

Izuku: -P-perdón, sí.. estoy bien

???: -Me alegro, no querrás golpearte la cara el primer día jaja

Cuando alcé mi vista pude verla directamente y quedé hipnotizado por..

Su pelo castaño..

Sus manzanas ruborizadas en sus mejillas..

Sus ojos café..

Su risa muy tierna que al escucharla no pude evitar sonrojarme un poco.

Izuku: -Hubiese sido feo golpearme de esa forma, muchas gracias por ayudarme..

???: -No es nada, por cierto, ¿Cómo te llamás?

Izuku: -Izuku... Midoriya

???: -El mío es Ochako Uraraka

Al decirme su nombre me dirigió una linda sonrisa y levantó su brazo con la intención de estrecharnos las manos.

Cómo buen caballero que soy..

O eso cree mi mamá..

Le estreché mi mano y sentí su piel tan suave, también noté que sus manos eran pequeñas y delicadas..

Ochako: -Está por sonar el timbre, debo apurarme, nos vemos Izuku

Ella se despidió agitando su mano en signo de despedida y entró al edificio. Yo debía hacer lo mismo, pero nuevamente me quedé helado por lo que ocurrió.

Le había hablado a una chica.